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jueves, 30 de enero de 2014

30 y 31 de Enero de 2014

Ayer se fue la luz y en estos dos días no ha venido. El jueves lo hemos pasado poniendo cosas en su sitio. Los nuevos muebles que nos han llegado y acomodando los anteriores. La casa, que es pequeña, se va llenando de cosas y a veces hay poco sitio.
       Pensamos construir un almacén en el patio que nos permita guardar los trastos que no nos caben en casa, pero por el momento estamos ordenando lo que tenemos y dando sitio a cada una de las cosas. Tenemos un grupo electrógeno, pero ahora no tenemos al electricista que nos haga los empalmes necesarios. Habían prometido traernos uno de la capital, pero al final no vino y aquí no conocemos a una persona que sea capaz de hacer bien el trabajo. Esperemos encontrarle.
        El viernes, fiesta de Don Bosco, el obispo nos llama por la mañana y nos invita a encontrarle en su despacho. Pasamos un rato agradable y nos desea un buen comienzo oficial de nuestra estancia en la diócesis. Todos los conocidos que encontramos nos felicitan por el día de nuestra fiesta.
         En la misa, que tenemos por la tarde, vemos que Don Bosco nos ha precedido en su llegada a la diócesis. Hay un señor que se llama Juan Bosco y tiene una granja que también funciona como escuela y ha organizado no sé cuantas actividades bajo la batuta de Don Bosco. Ha venido el vicario de la diócesis a presidir la celebración de la misa y nos ha dado un sermón sobre la vida y actividades de Don Bosco bastante completo.
       Después de la misa hay mesa. Para los que tienen carta de invitación algo preparado como en los caterings y para los otros comida al estilo africano. Al mismo tiempo saludo al señor John Bosco y le digo que le traigo un regalo de la parte de Don Bosco. Le llama la atención y no se lo espera, pero le hago saber que le voy a marcar el sitio de la finca en el que puede encontrar agua abundante, pues tiene una piscifactoría y el agua escasea. Cuando hemos concluido el trabajo, está más que contento con el regalo que ha recibido.
       En casa y con la tranquilidad que da la noche y no tener luz, pensamos en lo que hemos vivido y en cómo verdaderamente Don Bosco nos ha precedido, pues no es sólo este señor, sino que los jóvenes de la diócesis le tienen como patrono y han organizado una semana de actividades en su honor y han venido con el programa invitándonos también a participar.

       Como no hay luz y el ordenador se ha quedado sin batería, no hemos podido abrir para ver el correo, pero a  simpatizantes, amigos y conocidos les deseamos muy buena fiesta de Don Bosco, lo mismo que hemos tenido nosotros aquí .

miércoles, 29 de enero de 2014

29 de Enero de 2014

       Temprano, antes de que la ciudad se despierte, abandonamos Freetown, pues más tarde sería complicado salir y, acompañados por el provincial, Jorge Crisafully, nos dirigimos a Bo, nuestra residencia. Ahora mismo estamos en una casa provisional a la espera de ver qué hacer con el terreno de unas quince hectáreas que tenemos a medio camino entre la ciudad y los pueblos en los que vamos a trabajar.
       Para las nueve y media estamos de vuelta. Hablamos con el provincial, nos preparamos para el comienzo oficial de la presencia, que será el día de Don Bosco. Jorge pensaba estar con nosotros, pero le han surgido compromisos que no le reclaman en Ghana y así tenemos una comida de presentación en la que están presentes el obispo, el vicario y el cura que vive a nuestro lado y que nos ha preparado la albañilería de la casa en la que estamos.
        El encuentro es agradable, La comida está bien preparada. Nos la han traído desde el centro de pastoral que ya nos lo han hecho otras veces antes. El ambiente es bueno y todo nos deseamos un buen comienzo y una actividad apostólica fructífera.
        Finalizada la comida los invitados se despiden, el camión de D Bosco de la capital llega con algunos muebles que faltaban y Jorge regresa con el camión para mañana tomar el avión que le lleve a Ghana.
       Estamos instalándonos. Tenemos ya unas cuantas cosas. Nos faltan unas cuantas más. Hay algunas que no encuentras fácilmente, pero te vas haciendo a lo que tienes y lo que necesitas y no encuentras, quiere decir que si no lo hay es porque no se utiliza por aquí, aunque sea algo tan corriente como las sábanas para las camas, pues la gente sigue durmiendo en esteras.

        Con lo que queda de la batería del ordenador, logro enviar algunos mensajes. Cuando hay luz a veces internet no funciona y a veces sin luz, ves que funciona mejor. Se hace lo que se puede. La crónica cuando no la puedo escribir en el ordenador dejo el borrador escrito a mano  para hacerlo cuando haya luz.

lunes, 27 de enero de 2014

27 y 28 de Enero de 2014

Pronto por la mañana viajamos a la capital. Mañana tendremos un encuentro-retiro con las otras comunidades y estará presente el provincial. Será en Lungui, cerca del aeropuerto, lo que requiere toda una ceremonia para llegar, pues hay que ir a través del ferry. La ciudad de Freetown está en la parte derecha del río Sierra Leona y el aeropuerto en la parte izquierda y la forma de llegar de la una a la otra es el ferry que pasa varias veces por día. Quizás mejor dejar para una explicación particular los detalles bastante pintorescos de un viaje que hay que hacer sin prisa.
       Nosotros nos hemos desplazado pronto para llegar a la capital y tener tiempo de hacer compras, pues en “Bo” no se pueden encontrar muchas cosas que en la capital hay y que para la casa nos hacen falta. También tenemos tiempo para saludar a los niños de la calle con los que hemos establecido contacto en nuestra anterior estancia en la capital. Ahora nos saludan cariñosos y nosotros nos mostramos encantados con ellos.
       En Lungui hay otra presencia salesiana que ya lleva unos cuantos años, fue la primera que se empezó en el país y ya tiene bastante historia vivida. Hay un colegio, escuela primaria, parroquia, aspirantado…
       Para ir salimos en coche y vamos hasta el ferry. En el ferry hay que bajarse del coche y entrar con los pasajeros de a pie. Es una experiencia interesante, pues el ferry es como un taxis de la “brousse”, pero a lo grande. Entran unos cuantos vehículos, entre 40 y 60 y el resto es para viajeros y mercancías y las hay de todo tipo, tamaño y color.
       La travesía es agradable y como es temprano y el sol no es muy fuerte, me paso un buen rato en la cubierta alta contemplado el panorama. Después bajo hacia el vehículo en el que está Uba dormitando. Me cuesta entrar, pues los vehículos están tan juntos el uno al otro que ni se pueden abrir las puertas para entrar.
      Una vez en destino, tomamos la ruta del aeropuerto que está en bastante mal estado y después de un cuarto de hora entramos en la presencia salesiana donde somos recibidos por los salesianos con efusivos saludos. Ya conocía a casi todos, pues una u otra vez se han desplazado a la capital.
       Tenemos el saludo del provincial, la charla, la reflexión, la misa, la comida, la reunión posterior de programación y previsión de objetivos para los diversos sectores y casa y… En marcha, el tiempo se nos ha echado encima y la hora manda,  de nuevo hacia la capital en el ferry.
        Como llegamos un poco con el tiempo justo, resulta que no hay sitio para el vehículo, lo que quiere decir que hay que esperar varias horas para el siguiente. En lugar de esperar todos, pensamos que uno se quede con el vehículo y los demás al llegar a la otra parte buscarán la forma de llegar a casa.
        Se va a quedar Uba solo y, como tampoco tengo nada que hacer en casa, me quedo con él, así el tiempo se hará más corto y podremos estar hablando un rato en español. Uba es el superior de la comunidad de Freetown, su nombre completo es Ubaldino y es venezolano. Una persona muy abierta y amable, que se hace querer, especialmente por los críos de la calle.
        El tiempo de espera da para todo, desde comprar un poco de fruta hasta hablar con gente joven que pasa, algunos de los cuales conocen a Uba porque ya lleva muchos años por aquí, hasta compartir muchas de las cosas que se han dicho en el retiro y él, con su experiencia y sus conocimientos me va poniendo al corriente de cosas que todavía se me escapan. Compartir siempre es interesante.
        Llegamos a casa casi a media noche, pues aunque el viaje no ha sido muy complicado, al salir, ya en la ciudad, una calle está cortada y eso quiere decir que el tapón que se ha formado se va deshaciendo empezando los vehículos atascados en el triple carril a dar marcha atrás y saliendo por la calle más cercana por detrás del atasco… Operación que se va haciendo con paciencia y que me recuerda las maniobras que se hacen también para la entrada y salida de los vehículos en el ferry.
       Todo esto se va haciendo con calma y a medida que se va haciendo sitio. Dar la vuelta de esta forma no es nada fácil, si además tiene al lado un camión, que necesita mucho espacio para revolverse, pero acabamos saliendo del atasco, y sin la presencia de la policía.

       La jornada ha sido completa y mañana nos espera el viaje de vuelta, lo que nos hace irnos a la cama lo antes posible, pues hay que madrugar y estar en forma para la vuelta a casa.

domingo, 26 de enero de 2014

26 de Enero de 2014

       Este domingo presido yo la misa en los pueblos. Tikonko y Valehum. En el primero empiezan a venir críos, pero seguimos preguntando a los mayores donde están los pequeños; mientras que en el pueblo siguiente pasa lo contrario. De 116 presentes, 99 son niños o jóvenes y aquí nos preguntamos donde están los padres… La realidad es que en el pueblo hay una escuela y los niños que vienen a la escuela vienen también a misa, aunque muchos de ellos tenga padres musulmanes.

       La experiencia es bonita, pues nos vamos conociendo mutuamente y nos vamos encontrando a gusto unos con otros y rezando juntos a Dios que nos ha reunido.

sábado, 25 de enero de 2014

25de Enero de 2014

       Amanecemos sin luz y después de desayunar nos proponemos salir a ver una ciudad que está cercana y así pasar la mañana. Cuando estamos en el coche, se acerca el “boy” de nuestro cura vecino y nos recuerda que es último sábado de mes y hay limpieza general, lo que quiere decir que a nadie le está permitido circular en la ciudad, sino que debe estar en casa y en el barrio haciendo limpieza. Resignados posponemos nuestra excursión para otra fecha.
       Me doy cuenta de que han salido los mensajes que había en espera. Ahora espero que lleguen. En algunos había fotos que al final de mes, espero que estén en una página que podré dar a conocer a todos los que quieran visitarla.

        Como no ha habido luz, he ido haciendo la crónica esquemáticamente en un papel y ahora trato de pasarla aquí, mientras dure la batería del ordenador porque otra vez estamos sin luz.

viernes, 24 de enero de 2014

24 de Enero de 2014 SanFrancisco de Sales

       Amanecemos con luz, pero pronto nos abandona. Viene un poco al mediodía y no la volvemos a ver en todo el día. Cuando hay luz cargamos las baterías del ordenador y la cámara de fotos y a ver lo que sale.
        Hoy hemos festejado en la misa a nuestro patrón, San Francisco de Sales y como es 24 tenemos también presente a María Auxiliadora. Después del desayuno vamos a visitar dos escuelas. Les hemos prometido que vamos a aparecer en cualquier momento y hemos creído que hoy es el día, pues parece que hay una cierta costumbre de que los alumnos se toman el día como fiesta…
        Lo primero que nos sorprende es ver que al empezar la pista hay el polvo de todos los días, pero pronto no hay polvo y al final hay charcos, lo que quiere decir que ha llovido. A mí esto me sorprende por mi costumbre de vivir el harmatán sin lluvias, pero eso es algo que pasa mucho más al norte. En donde estamos ahora puede llover en pleno momento de sequía, o por lo menos eso es lo que me hacen ver cuando comento mi sorpresa por el agua.
        Por aclarar las cosas, para los que conocen Benín y Togo, estamos ahora entre siete y medio y ocho grados latitud norte y entre once y medio y doce grados longitud oeste. He vivido el harmatán a once grados latitud norte y bien en el interior del continente, lo mismo en Kandi que en Cinkassé y ahora nos encontramos no muy lejos del mar y a la altura de Dassá o Atakpamé, lo que quiere decir que el polvo del desierto es mucho menos intenso, lo mismo que la sequedad del ambiente, y la influencia del viento del norte llega con mucha menos fuerza.
       En una escuela hay una cincuentena de alumnos de un total de más de cien en las listas. No sabemos si es hoy por ser viernes o es que aún no se han integrado después de vacaciones. En la otra hay unos ochenta sobre una inscripción de alrededor de ciento cincuenta, y se quejan de lo mismo, la enfermedad de los viernes.
       Las escuelas es uno de los centros de interés que tenemos entre manos y queremos ayudar a que las cosas cambien, pero hay que saber por dónde empezar y qué problemas atacar primero. Seguimos teniendo necesidad de conocer gente y recoger información para no equivocarnos en las soluciones a proponer y eso nos pide ir con calma y dedicar tiempo a buscar y a rezar, pues la oración pidiendo a Dios su ayuda en estos momentos es de mucha importancia.
       También he ido a la biblioteca por dos veces para ver si logro encontrar algún libro sobre la historia local o sobre la lengua, pero me piden que regrese y no veo que haya mucho que pueda encontrar. Por lo menos me han dado una dirección y un teléfono y me han orientado hacia los metodistas, que son los primeros que hicieron algo por la lengua y cultura mende. Seguiré insistiendo en los metodistas a ver si doy con la persona adecuada, pues he ido y me he encontrado en la escuela con un maestro, pero es musulmán y no ha sabido dar respuesta a mis preguntas.
       Por la tarde vemos que el obispo nos ha enviado un mensaje felicitándonos por el santo de nuestro patrón y vamos a hacerle una visita para presentarle también algo de lo que vamos haciendo en los pueblos. Nos recibe amable y compartimos lo que hemos hecho durante la semana. Él ha estado reunido en la conferencia de obispos y nos habla de planes y propuestas que tienen pendientes y nosotros pensamos mucho más en particular en nuestro pequeño mundo de los pueblos. Pasamos un rato agradable antes de volver a casa.

       No tenemos luz y la conexión a internet es tan baja que no salen las fotos que quiero enviar a Loli. Esperemos a ver si mañana…

lunes, 20 de enero de 2014

20, 21, 22 y 23 de Enero de 2014

Como no hay cosas muy importantes, he preferido dejar unos días el diario y hacer varios días juntos.
       La luz se va y viene, pero viene cada vez menos tiempo. Cuando la hay tratamos de cargar las baterías para luego poder usarlas en el momento necesario.
       Hoy me he puesto al volante del coche por primera vez. Hasta ahora me he dejado conducir, pero el cocinero necesitaba ir al mercado y Jos estaba entretenido con ls albañiles y he salido yo con él. Las sensaciones han sido buenas. Tiene el volante muy suave y se conduce bien. Por otra parte, ir al mercado con el coci me ha hecho recuperar sensaciones, olores y colores que hacía tiempo no tenía. Me ha llamado la atención que no hay tomates en el mercado, algo que en Benín y en Togo es muy corriente, aquí la salsa no suele llevar tomate y la comida que ves en todos los sitios es arroz. También hay pescado de varias clases tanto ahumado como congelado. Tampoco hay variedad de fruta, pero la gente no está acostumbrada a ello, los plátanos y las naranjas son lo normal.
        En casa los albañiles están reparando la fosa séptica. Hemos querido poner baños en las habitaciones y cuando se ha tocado la fosa, hemos tenido que vaciarla y cambiar las paredes que estaban en mal estado. Cuando te metes en una obra no sabes hasta donde vas a llegar y lo que se te va a pedir. Por lo menos los albañiles trabajan bien y son serios en lo que hacen. Lo mismo podemos decir de los fontaneros. Son de aquí en las soluciones, pero lo hacen bastante bien y con dedicación
      Los albañiles trabajan desde muy pronto por la mañana y en el calor del día les solemos dar agua de vez en cuando y al mediodía compartimos con ellos la comida. Hay suficiente para todos y el cocinero lo hace bastante bien.
      Esperamos que nos vengan las cosas que nos faltan para la casa desde la capital, pero parece que se retrasan. Hoy he estado en la biblioteca y no he encontrado nada que valga la pena en mende o sobre la historia. Me han dicho que vuelva el viernes y que puedo también ver si los metodistas tienen algo.
       He ido donde los metodistas. Tienen al lado de la iglesia una escuela y una imprenta. La imprenta no funciona. De la escuela salen unos cuantos alumnos. Hablo con un profesor y me dice que vuelva más tarde. Cuando vuelvo y hablamos me dice que si encuentra algo que me lo hará llegar mañana. Es menda, se llama Mohamed y es musulmán, dando clases en la escuela de los metodistas. No he preguntado más cosas, pues tampoco tengo la confianza para ir más lejos. Por lo menos si me consigue algo ya estaré contento.
       Me doy cuenta de que en casa hay polvo, ahora que tenemos muebles, se ve mucho más, antes se percibía en el suelo, pero ahora los muebles te hacen ver que hay mucho polvo y te piden que los limpies, tiempo que antes dedicaba mucho más a leer, cosa que siempre es interesante. Mientras espero tener algo sobre la etnia local, ha caído en mis manos la historia de los salesianos en la India. Son dos volúmenes de más de mil páginas. Como el otro que está conmigo es indio, le he animado a leer y los dos hemos comenzado a leer. Yo he empezado por el segundo volumen porque hablada de Don Carreño, el gran misionero español que pasé la mayor parte de su vida en la India. He acabado el volumen y he comenzado el otro. Siempre es interesante cuando estás en una situación de comienzo, poder comparar y ver lo que otros han hecho en las mismas circunstancias. Para mí también es interesante abrirme a la historia de la Congregación en la India vista por alguien de allí.
      Hoy funcionaba internet y he recibido un correo de Loli. Me envía un “link” en el que he podido ver que ha puesto la crónica de forma que se pueda ver… He enviado todo lo que tenía hasta hoy para que lo pueda añadir y así no tengo necesidad de enviarla cada vez. También he tratado de enviar fotos, pero no he logrado hacer que salgan. Paciencia, algún día de estos lo lograremos.
       Jos está poniendo cortinas en las ventanas de la casa. A mí no me gustan mucho, pero siempre estás  más aislado de miradas indiscretas, aunque también te quitan el aire que te agrada que llegue.
        Nos han venido a ver la gente que prepara la fiesta de D. Bosco. Un joven que nos trajo el programa de actividades. La diócesis tiene a Don Bosco como patrono de los jóvenes y suelen honrarle en su fiesta. Nosotros, que acabamos de llegar nos uniremos a las celebraciones que podamos.
       También la monja que suele venir a vernos nos invita a una reunión que van a tener sobre la organización del día dos de febrero, la fiesta de la vida consagrada. Como llega mientras estamos comiendo, compartimos con ella la comida.
       Esperábamos que el provincial estuviera entre nosotros un día de estos, pero hemos recibido un correo en el que nos dice que sigue a la espera del visado para poder venir. Cuando pueda venir le recibiremos con gusto y compartiremos nuestra experiencia en los pueblos.
      Los días son soleados, pero por la mañana hay nieblas que desaparecen con la llegada del sol. El cielo está nublado con frecuencia y de noche no te permite ver las estrellas. Alguna vez incluso han caído algunas gotas, pero no se puede decir que es lluvia, pues no llega a mojar en serio el suelo. Sí se ve por la mañana cuando sales que ha habido agua, pues quedan marcadas en el suelo las huellas de las personas que han pasado.
        Además de la falta de luz, como internet funciona muy débil, tengo también problemas pues hay muchos correos que me han enviado y tengo dificultad para recibir y enviar respuestas. Esperemos que se vaya normalizando la cosa.
        Hemos participado en un encuentro preparatorio de la jornada de la vida consagrada que se celebrará el dos de febrero. Es la primera vez que nos encontramos y siempre está bien conocer caras nuevas y ambientes.
        Con el trabajo de hoy podemos decir que los albañiles han dado por finalizad, por ahora, el trabajo en casa. Esperamos que podamos disfrutarlo.
    La luz va y viene y el calor se hace sentir, pero a veces se nubla e incluso hasta han caído algunas gotas, que no se le puede decir llover.

       He intentado enviar las fotos de la crónica a Loli, pero no hay manera, la cosa no pasa hoy. Paciencia, que si no es mañana, será al siguiente.

domingo, 19 de enero de 2014

19 de Enero de 2014

Seguimos sin luz y sin acceso a internet.
      Después de desayunar vamos a decir misa a Tikonko, nuestro pueblo de referencia. Aunque llegamos con tiempo, a la gente le cuesta llegar a la hora y hoy no son numerosos, treinta, y pocos niños. Les animamos a reunirse y preparar la misa para la próxima vez
.
En el camino, al lado de Tikonko...
Hay arbolitos monumentales...



        Luego vamos al pueblo siguiente, todavía no estoy seguro de su nombre, me parece que es Niagorhun. Allí la situación es diferente. Hay una iglesia tan pequeña que está a rebosar y hay gente fuera. Son unos noventa en total y de ellos dos tercios son niños.
      El ambiente es agradable. Hay quienes vienen de pueblos vecinos y parece que hay interés en hacer algo. Educar, estando con ellos, es lo primero en lo que pensamos. Veremos lo que podemos hacer, pues parece que la gente está dispuesta a colaborar.
       En las dos misas en el ofertorio ha habido dones, en la primera ha sido unos ñames y en la segunda unos plátanos y un poco de arroz de la producción local, pero han traído también en la procesión un recién nacido, cosa muy bonita, pues al mismo tiempo que es presentado a Dios y el cura le bendice, lo es también a la comunidad.

       Seguimos sin luz y sin conexión a internet, así que paciencia y así también tengo más tiempo para leer.

sábado, 18 de enero de 2014

18 de enero de 2014

Se nos ha ido de nuevo la luz… Ya me parecía que todo no podía ser completo… Esperemos que vuelva sin tardar. Y estamos sin conexión a internet.
      Después de la oración de la mañana esperamos a los fontaneros para acabar el trabajo de ayer, pero no llegan. Nos vamos a un pueblo donde nos ha invitado la monja a ver un proyecto de trabajo con mujeres en un campo. Los discursos, las presentaciones y la comida, son buenos. Veremos a ver el desarrollo posterior. Por lo menos les deseamos suerte en el intento.

jueves, 16 de enero de 2014

16 y 17 de Enero de 2014

He tenido la batería del ordenador descargada y, como hemos estado sin luz hasta hoy, casi tres días seguidos, pues no he podido escribir la crónica. No importa, hoy hago lo que no he hecho ayer.
       El jueves fuimos a rezar a un pueblo, donde se reúnen por la mañana temprano. Nosotros dijimos la misa a las cinco y media y salimos hacia el pueblo. Cuando llegamos nos dijeron que ya habían acabado de rezar, pero que volvían a la iglesia con nosotros… Lo hicimos y comenzamos a rezar. Es el pueblo de Bartolomé, el catequista. Parece ser que se reúnen regularmente para rezar, pero son un grupo muy pequeño, entre todos no llegan a una docena.
       Creo que es una experiencia interesante y fundacional. Nos toca tener la paciencia de ir buscando uno tras otro los que quieran venir a rezar y que han estado largo tiempo abandonados. Que el Señor nos dé la fuerza para estar con ellos.
        El coci sigue sorprendiéndonos con sus guisos. Hoy ha sido  ñame cocido y la salsa, cebolla con aceite y carne de pollo, estaba rica  y comimos con gusto. Se echa en falta el frigo y el agua fresca, pero, por ahora paciencia y a esperar que uno y otra vengan.

Cocina

        Por la tarde vienen Cecilia, la madre del salesiano Daniel y el sastre. Tratan de recomponer lo que cortó mal, pero no sé si tiene mucho remedio.
             Seguimos sin luz y a la espera de que venga, la esperanza es lo último que vamos a perder, pero hoy tampoco nos toca la luz. El clima es de lo más agradable, entre veinticinco  y treinta y cinco grados con un porcentaje de humedad todavía muy alto que te hace sudar en cualquier momento, pero soportable, más que el frío del que disfrutan por otros sitios.
       El viernes nos levantamos pronto, rezamos laudes y vamos a decir la misa a un pueblo donde nos han prometido que nos esperan. La misa estaba prevista para las ocho. Una hora antes ya estamos presentes en el pueblo y saludando a la gente. Se hacen de rogar y tardan, pero  logramos comenzar la misa y algunos van viniendo. Tenemos prevista una reunión con los padres de los alumnos de la escuela, que también se hacen esperar. Nos invitan a desayunar, mandioca cosida y salsa picante con pescado. Agradable.
      En ese momento nos llaman por teléfono. Lotar, viene desde Freetown y nos trae muebles en un camión. Como la gente se va a hacer esperar y a nosotros nos esperan les decimos que nos encontraremos otro día, cosa que no les agrada mucho, pero no podemos hacer otra cosa, ya que Lotar quiere marchar otra vez pronto para no tener problemas a la entrada de la capital de noche.
        La casa hoy es un prodigio de movimiento. Al mismo tiempo que han llegado los muebles, están también los fontaneros que nos van a instalar un servicio en el espacio de la ducha, es la única solución a viable a la que hemos llegado, y mientras se van descargando los muebles y se van intentado poner en cada sitio que les corresponde, los fontaneros entran y salen haciendo su trabajo.
       La experiencia se nos hace llamativa. Después de haber visto la casa vacía, ahora verla llena de piezas que poco a poco se van ensamblando y forman los muebles, mesas, armarios, estanterías es agradable. Para la cocina, también hay frigo, congelador, cocina de gas, lavadora y dos armarios. Como todo no entra, vamos haciendo sitio en el comedor y a ver lo que podemos ir metiendo. En el comedor hay una mesa y seis silla, en las habitaciones cama, colchón, mesa y estantería, armario abierto y mesilla… Podré finalmente pensar en deshacer las maletas y que mi peregrinación empezada en julio se asienta provisionalmente, pues estamos en una casa de paso, pero para estar sin prisa, ya que tenemos un terreno fuera de la ciudad, pero por ahora es sólo eso, el terreno y sin prisa de construir.
        Como alguno de los armarios es a fijar en la pared, nos hace falta la corriente y vamos a buscar un grupo electrógeno. También aprovechamos para cargar las baterías de la cámara que están descargadas y poder sacar unas cuantas fotos del momento del cambio de look de la casa.
       Y ahora que tenemos las baterías cargadas, por la tarde nos viene la luz. Nos da alegría poder disfrutar de lo que nos ha faltado, pero nos damos cuenta de que no hay acceso a internet… Donde pensábamos tener noticias, habrá que esperar a ver si más tarde hay algo mejor, porque ahora nada de nada.
       El coci también ha estado a la altura. Hoy ha preparado comida para todos los que estábamos en casa, que éramos muchos. Lo hemos hecho por turnos. Primero hemos comido Lotar, Jos y yo, los salesianos. Los otros seguían trabajando cada uno en lo suyo .Luego han venido los ayudantes de Lotar que han venido con él desde la capital y están montando los muebles. Luego se suman los fontaneros y el que ha venido con el grupo electrógeno. Para todos hay n plato y todos dicen que está bueno. Ha preparado unos espaguetis con pescado que, como tiene mucho aceite, sirve da salsa al ñame que ha cocido y ha puesto así, pelado en la mesa.
      Cuando acaban de montar los muebles los de la capital se van y nos prometen volver el lunes con lo que queda, entre ello el grupo electrógeno, así que no hemos desempaquetado aún los electrodomésticos, que esperarán hasta que tengamos seguridad de que nos van a dar servicio, incluso si la luz se va.
       Los fontaneros han trabajado bien y rápido, pero tendrán que volver mañana, pues son muchas cosas y no les ha dado tiempo a todo.

      Mientras estoy escribiendo, disfruto de lo agradable que es estar sentado en una silla, algo que hacía varias semanas no tenía en casa. Y me imagino la experiencia que tendré luego cuando me vaya a acostar, tener una cama y un colchón, que tampoco hemos tenido en este tiempo. Pero creo que son experiencias muy agradables y que nos acercan a los que tienen mucho menos que nosotros y nos ayudan a compartir lo que tenemos.

miércoles, 15 de enero de 2014

15 de Enero de 2014

Nos levantamos temprano y tenemos la misa a las cinco y media. Queremos visitar el pueblo que nos han prometido que rezan a las siete. La realidad es diferente, pues además ha habido ceremonia tradicional de una sociedad que se llama “poro” y el personal ha pasado la noche de jarana, así que no toca venir a rezar.
       Damos una vuelta por el pueblo. Los últimos tantanes están de retirada y la gente que ha dormido algo se despereza mientras otros se van a dormir. Los maestros de la escuela aparecen y vamos formando grupo hasta que finalmente comenzamos a rezar en frente de la escuela.
        Cuando les hablamos de las lecturas del día, de la llamada de Dios a Samuel, de la oración confiada que su madre Ana ha hecho a Dios y cómo Dios se lo ha concedido, les animamos a hacer lo mismo hoy nosotros a Dios, pedirle que nos ayude en nuestras necesidades, en lo referente a la escuela en particular. Se ve que les llama la atención nuestra manera de rezar a Dios y la confianza con la que lo hacemos. La manera tradicional es muy diferente, a Dios se le tiene terror, y se le pide que no nos castigue y se le ofrece algo para que no nos envíe cosas malas… La creencia en el Dios de Jesús para los de la religión tradicional de aquí es una auténtica liberación y se sienten aliviados y a gusto cuando nos ven rezar con fe y confianza.
        El coci nos ha preparado un suculento plato local. Por lo menos no tiene mucho picante, pero sí aceite abundante. Estoy acostumbrado a comer lo que se me ponga en la mesa, pero ello no impide que no sepa lo que como. Además hoy me ha sorprendido encontrarme carne y pesado junto en la salsa de hojas de mandioca, para comer con la  mandioca cocida.

      Esto es todo lo que he podido escribir hoy. Se me ha acabado la batería del ordenador y no hay luz desde ayer.

martes, 14 de enero de 2014

14 de Enero de 2014

  Hoy la visita al pueblo se realiza por la mañana. Después del desayuno y cuando ha venido la luz, salimos hacia el pueblo que no conocemos. Nos conduce el catequista, Bartolomé.
      Para empezar no está en la ruta que utilizamos regularmente hacia Tikonko, sino que seguimos el asfalto y llegamos hasta el río que también sale en las fotos de Google. La carretera es aceptable con algunos tramos deteriorados.
       Cuando llegamos, nos esperan los críos de una escuela uniformados y haciendo la pasarela a la entrada de un campamento militar. Saco unas cuantas fotos, pues es algo que no nos esperábamos. Nos reciben los militares y nos saludan con afecto.
       Entramos en el campamento y en la escuela que dirigen varios maestros y en varios edificios. El que dirige la operación es un señor vestido en traje militar y a quien todos hacen referencia y que hemos visto el otro día en la reunión que convocamos en Tikonko vestido de civil.
       Es una persona amable y agradable. Nos conduce a una de las salas de clase en la que hay dos cursos juntos, un edificio bajo y con poca luz donde dos cursos distintos tienen la clase. Después me doy cuenta que es una antigua mezquita.
        En esta clase saludamos a los alumnos y nos damos cuenta de que saben el padre nuestro y el avemaría en inglés, pero a ellos les hablan criollo. Los alumnos son numerosos y están bien encuadrados por varios maestros. Nos presentan los mismos problemas que en las otras escuelas, pero aquí nos damos cuenta de que los críos están en clase y los maestros están al frente, algo que no hemos visto en las escuelas precedentes. Repetimos la misma idea; Estamos con vosotros y queremos acompañaros  y ver lo que juntos podemos hacer.
       Nos llevan a saludar a la autoridad del campamento, un militar joven,  sentado en una silla, hablando por un móvil, frente a un infiernillo donde hay comida calentando. Finalizada la conversación se presenta como alguien que está en la fuerza de paz del oeste africano y que espera ir a hacer un año de formación a China. Nos da la bienvenida y seguimos camino hacia los otros edificios en los que hay más alumnos. Uno de estos edificios es la iglesia católica, una construcción de adobes donde hay orden y los alumnos trabajan en silencio. Al exterior hay otro grupo de alumnos de otro curso que trabaja con orden. Allí mismo hay unos cuantos adultos que son los católicos que nos esperan. Se esfuerzan por hablar en inglés, pero es el criollo lo que hablan normalmente. El criollo tiene muchas palabras inglesas, alguna francesa y otras yorubas… Buena mezcla, que a veces logro entender algo.
        Esta comunidad se reúne los domingos para rezar en la iglesia. Hay un encerado que lo demuestra, pues están escritas las citas de las lecturas del domingo y las referencias de los cantos. No son numerosos, pero son asiduos y uno, mayor, de nombre José nos dice que quiere bautizarse.
       El militar que nos va conduciendo de un sitio a otro, es además del animador de todo lo que es la escuela, el catequista del grupo y el que lo dirige. Nos da una buena impresión y parece ser alguien interesado en servir a los demás. A preguntas nuestras nos dice que es del noreste y que está aquí hace dos años y que es posible que acabe retirándose aquí para poder hacer que la escuela y la comunidad de los que rezan sigan funcionando.
       Seguimos la conversación y el camino que ahora nos lleva a otro punto del campamento donde piensan construir nuevos edificios para la escuela. Ya hay unos cuantos bloques hechos y cuando nos habla de los problemas que tienen le decimos que estaremos a su lado para ayudarles en lo que podamos. Se ponen muy contentos cuando les hacemos comentarios de la manera de construir y de la presencia de agua para hacer un pozo allí muy cerca. Quedamos en que sobre este tema nos volveremos a ver y compartir experiencias y conocimientos.
      Nos promete traer la lista de los que se reúnen a rezar los domingos y los  que de entre ellos están bautizados.. Seguimos atravesando el campamento. Hay un pelotón que está haciendo instrucción y me recuerda  la peli el libro de la selva y los desfiles de los elefantes, cosa que se hace divertida.
       Acabamos yendo a ver un terreno que nos propone como sitio que le han ofrecido a la diócesis para posibles construcción de una iglesia. Habrá que ver cómo andan las cosas porque por el momento no hay papeles hechos. Nos promete dar los pasos al respecto. Finalizado el paseo, nos despedimos hasta la próxima.
        La impresión que nos ha dado la visita es buena. Hay una comunidad heterogénea que se reúne para rezar los domingos por la mañana y hace catecismo. Hay una escuela organizada y que tiene los alumnos en clase, cosa que las otras que hemos visto aún no los tienen. Hay proyectos de construir nuevos edificios y ampliar la escuela con la preescolar y la secundaria. Hay ya muchos bloques de ladrillos hechos. Y hay algo que se mueve. Por ello estamos contentos y le damos gracias a Dios de lo que hemos encontrado y le pedimos que nos ayude a estar al lado de estas personas que cuentan con nosotros y que nosotros contamos con ellos.
      Hoy no ha habido invitación a comer, como en los otros pueblos y al volver a casa nos comemos unos plátanos de los que nos dieron ayer y el coci nos cuece unos ñames. Habíamos hablado de que nos los asara, pero parece que no entiende lo que le dices, siempre te dice que sí y luego hace lo que puede… Por lo menos estaba bueno y se podía comer.
      La luz que había  venido por la mañana sigue y aprovechamos para cargar las baterías que estaban descargadas, antes de que se vuelva a ir, cosa que hace ya de forma regular a media tarde. Por lo menos hoy el coci ha podido también planchar.
      Lugo viene el sastre al que se le han encargado unas cortinas para las ventanas… Hay alguna chapuza, pues ha cortado a medida de las ventanas de una habitación, pero no todas las ventanas son iguales… Pasa hasta en las mejores familias.
       Acto seguido llega el fontanero. Queremos hacer obra en la habitación y estamos hablando un rato con él. Nos escucha, le escuchamos y quedamos de seguir buscando una buena solución a las habitaciones que no tienen baño y que son muy pequeñas para poder hacer más divisiones. Estamos hablando un rato con él y se muestra muy interesado en los comentarios que le hacemos sobre unas cuantas cosas que se han hecho en la casa en la que estamos viviendo.

       Salimos a saludar a los curas de la parroquia. No los encontramos, pues los dos dan clases. Visitamos a otro cura de la parroquia cerca de casa y volvemos para cenar. La luz ya se había ido a media tarde y seguimos como cada noche con las linternas para poder trabajar un rato

lunes, 13 de enero de 2014

13 de Enero de 2014

Antes lo raro era no tener luz. Parecer que las cosas están cambiando y lo raro es tenerla. Hoy ha venido hacia las tres de la tarde, cuando nos disponíamos a partir para conocer un nuevo pueblo. Barlie.
      La mañana se nos ha ido entre cambiar el aceite del vehículo y conseguir unas estanterías para una estructura que nos ha hecho el soldador y el calor y la alta de un ventilador a mano se hacen sentir.


El vehículo que amablemente nos han prestado en Freetown ,
 a la espera de que nos llegue otra cosa.
              Es muy bueno y agradable de conducir

      Después de la siesta y la ducha, salimos hacia Tikonko que es el punto de referencia y allí nos esperan la comitiva que nos acompañará al nuevo pueblo. Barlie. No está muy lejos, menos de cinco kilómetros de Tikonko. El camino es regular, pero se puede pasar, aunque hay sitios estrechos.
       El encuentro es muy interesante, pues resulta ser también la cabeza de unos cuantos pueblos que tiene a su alrededor. Tiene una escuela primaria que tiene más de ciento cincuenta alumnos, de los que hay en la reunión sesenta y cinco. Ya habíamos percibido algo, pero nos vamos dando cuenta de que la cuestión escolar es un problema serio en todo el país y aquí las cosas no son diferentes. Todavía hay alumnos que no han vuelto a la escuela después de las vacaciones …
      Por lo menos nos recibe un maestro jubilado, pero en funciones, que nos da una buena impresión, pues ha preparado una serie de cosas y bastantes papeles, además de ser el líder de la reunión.
      Hay presentes ciento treinta personas, de los que la mitad son los alumnos de la escuela. Buen número de personas mayores, algunos jóvenes y críos pequeños. Las presentaciones se llevan a cabo y venimos a los problemas de la escuela. Los alumnos no vienen porque los profesores no están, porque tampoco se les paga. Todo un circuito que habrá que tratar de resolver el cortocircuito que tiene.
       Además del maestro jubilado, pero que sigue en funciones, hay dos maestros que pone el pueblo y son los que el estado no paga y el pueblo, tampoco… por ello el problema de motivación. Pensamos en ofrecerles alguna actividad a realizar en la escuela y en el pueblo para que puedan recibir si no el dinero, sí víveres que puedan comer y algo que puedan vender. Es la solución que hemos dado en otros sitios. Veremos s… Nos parece que el plan puede funcionar, porque la gente es generosa. Nos han dado muchos plátanos de diversas clases, además de ñames y cocos y nos han preparado comida, signos claros de que la gente está dispuesta a dar.
       La reunión ha sido en el camino, a la sombra de los árboles y después hemos ido hasta la escuela que está cerca. No está mal como escuela y creemos que hablando con los maestros se puede hacer algo  bueno con los chavales. Hay terreno, se puede cultivar. Se puede hacer un pozo en el terreno de la escuela… Pero todo se andará. Lo primero es conocernos, rezar juntos y llegar a tenernos confianza mutua y a eso se llega mediante el contacto y los encuentros de oración. Por lo menos es mi experiencia en los pueblos anteriores en los que he trabajado.
      Hay otro pueblo en el camino, un kilómetro antes ¿Ndaudabu? Que tiene una iglesia y manda los niños a la escuela al otro pueblo y para rezar el domingo se reúnen uno en un sito y el siguiente en el otro. También rezan con los críos por la mañana en la escuela. Les hemos prometido venir un día cuando no nos esperen para acompañarles en la oración. Los críos saben el padrenuestro y el avemaría en su lengua, aunque muy pocos hablan inglés, lo que nos ratifica en la necesidad de aprender la lengua local.
      Camino de casa estamos contentos y pensamos en lo que se puede ir haciendo. Lo primero animar a los maestros en el trabajo con los críos y luego ver hasta donde están dispuestos a trabajar. Que Dios nos ayude en nuestro trabajo con esta gente.
       En casa tenemos luz, pero hoy no hay forma de conectarse a internet. Los otros días era débil, pero hoy no hay conexión. Esperemos que mañana la haya.


domingo, 12 de enero de 2014

12 de Enero de 2014

Salimos antes de que amanezca y el tráfico ya está despertando en las calles de Freetown. Hay mucha gente que sale a hacer deporte y me parece que en condiciones muy precarias… Para nosotros es bueno no encontrar mucho tráfico, lo que nos permite hacer por primera vez el desplazamiento de la capital a casa en tres horas justas.
      En casa seguimos sin luz… Pero por lo menos el calor, aunque estoy sudando, no es agobiante. Vamos a comer a un restaurante donde nos hacen esperar más de una hora, pero por lo menos la sensación es agradable, hay climatización y bebidas frescas. En casa seguimos sin frigo, ni camas, ni muchas cosas… Pero tampoco son imprescindibles, pues vivimos y estamos contentos de lo que estamos viviendo.

sábado, 11 de enero de 2014

11 de Enero de 2014

Después de la misa ya empieza la gente a venir. Tenemos el desayuno en común y se preparan los sitios y los papeles. Participan además de los salesianos, gente de los diversos sectores en los que interviene la comunidad: la parroquia, el centro juvenil, la escuela, los niños de la calle y nuestra presencia de Bo.
      Hay un encuentro de presentación, una oración animada por Peter, salesiano y Uba presenta le jornada y el trabajo.  Reunidos por grupos tratamos de identificar las cosas que se van haciendo, lo que nos queda por hacer y lo que en concreto sugerimos que se haga en este año que acabamos de comenzar.
      Después del trabajo por grupos hay una puesta en común de lo que cada grupo ha trabajado y preguntas y aclaraciones, que nos lleva hasta la comida,  a hora muy española, más de las dos y media. Y casi sin descanso seguimos lo que nos queda. Concretar lo que hemos hecho durante la mañana con lo que hemos escuchado de los otros grupos y tratar de llegar a propuestas muy concretas para este año. Y nos plantamos en las cinco de la tarde, donde concluimos.
      Para ser la primera vez la cosa no ha estado mal. Seguiremos reuniéndonos, pues ha sido una de las sugerencias de la reunión, la necesidad de encontrarse para ver y evaluar el trabajo que se hace.
        Nos ha llegado el permiso de conducir, lo que quiere decir que mañana podremos salir sin el chófer. Lo haremos temprano para no encontrarnos con todo el tráfico de la  ciudad.

        En la biblioteca me he encontrado con una historia de los salesianos en la India en dos volúmenes. Me ha parecido interesante y la leeremos Jos y yo. He empezado por el segundo tomo y le he dejado a Jos el primero. Es que en el segundo he visto amplias referencia a Don Carreño y me han interesado mucho. Leyendo me han dado altas horas de la mañana, pero este inglés es muy asequible y ameno.

viernes, 10 de enero de 2014

10 de Enero de 2014

Cambiamos de cara y de sitio. Nos ponemos en viaje hacia la capital. Ha habido un chófer que nos ha venido a buscar, pues todavía no tenemos el permiso de conducir del país. Vamos temprano por la mañana. El viaje se da bien y la entrada a Freetown no demasiado complicada. Los salesianos cada uno en su trabajo. Uba en una reunión de los curas con el obispo y nosotros preparando nuestras cosas. Hemos salido de compras y a dar un paseo por la ciudad, siempre tan llena de todo.
      Por la tarde vienen también los salesianos de Lungui, la otra presencia en Sierra Leona, cerca del aeropuerto. Todos participaremos en el encuentro de mañana.

jueves, 9 de enero de 2014

9 de Enero de 2014

Hemos estado toda la noche sin luz, cosa que ya se hace normal. Por la mañana tampoco había agua, así que sin la ducha fresca y tonificante de la mañana.

Mi habitación

 Rezamos laudes y vamos a misa a la catedral. Hay un funeral por una monja de la congregación del Rosario, que murió en Nigeria en un accidente de coche  en el momento que iba hacia el aeropuerto para venir destinada a una comunidad de aquí, y por eso el funeral aquí en la catedral. Nos lleva toda la mañana.
        Después de comer vamos a otro pueblo. Hoy toca la visita a Tikonko, que es el pueblo más importante de la zona nuestra. La reunión se desarrolla con normalidad. Es una comunidad que empezó en el año setenta y dos y  que se siente un poco “mayor”. Creemos que habrá que renovar estructuras y estar con ellos para darle motivos de esperanza. Se suelen reunir los domingos para rezar, pero no hacen catecismo ni otras actividades. Entre los responsables hay uno que le falta una mano… Imagino que son las consecuencias de la guerra… No me he atrevido ni a hacerle alusión a nada. Espero con el tiempo poder hablarle y, si es que comprende inglés, que no estoy seguro, poder saber lo que pasó y lo que vive…

        Destruir siempre es fácil. Construir es mucho más lento y costoso. Estamos convencidos de que la gente que ha vivido experiencias muy duras y de las que no se habla, están necesitados de una gran comprensión y de sentirse amados y queremos estar cerca de ellos y hacerles ver que Dios les quiere… Que Dios nos ayude.

miércoles, 8 de enero de 2014

8 de Enero de 2014

La luz falta más que está y a su ritmo vamos componiendo nuestro trabajo. El coci llega y se pone a fregar los platos. Le paso la plancha y veo que tiene experiencia, así que además de cocinar, nos hará también la ropa.
        Por la tarde vamos a encontramos con la gente de un pueblo “Gbalehum”. Está a cincuenta minutos de casa, por camino regular y tiene además de la iglesia, bastante  apañadita, una escuela primaria. Veremos lo que nos va dando la escuela por aquí, pero me parece que es un terreno en el que podemos encontrar sorpresas que no nos podemos imaginar. Parece ser que el nivel es lo más bajo que te puedes encontrar…
        El “estaban como ovejas sin pastor” es la realidad que encontramos y palpamos. Les queremos transmitir confianza y esperanza. Recemos para  que seamos capaces de hacerlo bien y pronto. Había setenta y cinco personas, muchos críos y buen ambiente. Y nosotros creemos que esta es una comunidad ideal para tratar de integrarnos en ella. Empezar por la iglesia y rezar, siguiendo por la escuela y los críos, nos han dado muy buena impresión y ya hemos quedado de encontrarnos de nuevo el viernes de la semana siguiente para ir a rezar con ellos por la mañana y después conocer otras comunidades y pueblos de los alrededores.
      Hay muchas cosas que se pueden hacer en este pueblo, pero lo primero que queremos es transmitirles confianza y que sientan que estamos con ellos. Después ya iremos viendo.

       Volviendo a casa estamos contentos de la experiencia y en el rosario le confiamos al Señor la nueva comunidad que hemos visitado y sus ilusiones y proyectos y pensamos que si tenemos un poco de fe… Muchas cosas buenas saldrán de este pueblo y los circundantes.

martes, 7 de enero de 2014

7 de Enero de 2014

Seguimos sin luz. Esta vez la cosa ha durado casi veinte horas. Después de la oración y el desayuno nos viene Alfred, el que será nuestro cocinero. Hablamos, proponemos y comienza a limpiar aquí y allá. Más tarde vienen Cecilia, la madre de un salesiano y el sastre y vamos a comprar tela para hacer cortinas para la casa.  De camino nos encontramos con quien puede ser nuestro profesor de legua en mende y nos trae otro como ayuda. Son dos personas mayores y de buena experiencia. Esperamos hacer un buen trabajo con ellos.
      Tarde tranquila y reposada, aunque sin luz y con poca calidad en la conexión a internet, pero ya nos vamos acostumbrando.

lunes, 6 de enero de 2014

6 de Enero de 2014

Para variar, hoy también la luz se ha ido varias veces, pero siempre ha vuelto tardando más o menos tiempo. Hemos amanecido con una intensa niebla, fruto del harmatán y la humedad del ambiente y lentamente, pero seguro, el sol se ha ido imponiendo dejando sentir su calor.
       Hemos salido a conocer sitios, el centro de pastoral que está aquí cerca de nosotros, los comercios de la ciudad donde vemos que hay mucho de lo de “hecho en China” y de ínfima calidad, además de muchos productos imitados. Con todo hay que saber lidiar y comprar lo que te convenga. Hoy han sido almohadas, una plancha, un alargador… Y también hemos hecho una visita al banco para ver las condiciones para abrir una cuenta. Luego ha venido la monja del centro de pastoral a presentarnos alguien como cocinero a la vez que la madre de un salesiano a traernos comida que ella ha preparado y el que nos conecta con internet para ver de solucionar algunos problemas, pero es que la comunicación no es buena y además es lenta, pero es lo que tenemos.
       Por la tarde nos llama el obispo. Hay un encuentro con los curas y se han olvidado de nosotros… O se han dado cuenta que no estábamos… La reunión es agradable y el ambiente es bueno. Podemos conocer a unos cuantos curas más e ir integrándonos en lo que es la vida de  la diócesis.

       Al volver a casa estamos sin luz y la conexión a internet es muy lenta. Aprovechamos para ir a dormir. A ver si mañana hay algo mejor.

domingo, 5 de enero de 2014

5 de Enero de 2014

Aquí hoy se celebra la Epifanía y así nos lo manda el calendario litúrgico.  Víctor está en plan de marcha y nos despedimos mientras vamos camino de los pueblos a encontrarnos con la gente.
        Llegamos temprano a Tikonko, nuestro primer punto de reunión. Allí hemos convocado a la gente del pueblo y a los responsables de otras comunidades cercanas y allí tratamos de visitar a la gente del pueblo en sus casas.
       Hay una fiesta de los críos en la escuela del pueblo que regentan los metodistas y, por supuesto, en la celebración tenemos sólo adultos. También coincide que hoy hay una fiesta-ceremonia tradicional en un pueblo cerca y mucha gente se concentra en ese pueblo, lo que hace que en la iglesia nos encontremos menos de cincuenta personas. Buena lección y reflexión, que nos habla de que debemos estar con la gente, acompañarlos y hacer catecismo durante largo tiempo para que haya cristianos.
       La misa ha sido algo festivo y en la que hemos tratado de encontrarnos a gusto unos con otros y con Dios. La gente habla mende y comprende inglés. Hay varios maestros entre los fieles y la homilía es participada y animada. Hago muchas preguntas y la gente me sigue y me responde bien. Nos sentimos contentos de estar juntos y esperamos que esto sea el principio de numerosos encuentros posteriores.
       Habíamos hecho una invitación a la gente de los pueblos a venir a la misa y luego encontrarnos y ver los pueblos que venían y a los que íbamos a visitar posteriormente. Nos hemos juntado gente de seis pueblos y, después de un trabajoso esfuerzo para rellenar una hoja con datos de cada uno de los pueblos, nos hemos citado para esta semana y la que viene en los diferentes pueblos. Para nosotros será el momento de ver de cerca lo que hoy ha sido una representación y allí tomaremos contacto con la realidad concreta, en su terreno, y veremos lo que nos piden y lo que podemos hacer.
       Finalizamos la reunión, muchos van a ir a la ceremonia tradicional y llevamos en el coche al pueblo más lejano a dos mujeres que han venido a pie. Todo ello hace que nos encontremos de vuelta a las tres de la tarde.
       Tarde tranquila tratando de sacar conclusiones sobre lo que vemos escrito en las hojas de los pueblos. Algunos datos llamativos… No hay religión tradicional, sólo cristianos de diferentes confesiones y musulmanes...¿? Acaso nos les hemos sabido hacer bien las preguntas… Pero en general estamos satisfechos de la respuesta y del ambiente y pensamos que el trabajo que podemos hacer será muy positivo para todos.

       Por lo menos hoy no se ha ido la luz y he podido trabajar hasta tarde, aunque los insectos están bien presentes en todo momento y siguen siendo atraídos por la luz.

sábado, 4 de enero de 2014

4 de Enero de 2014

Me levanto temprano, pero hoy no hay estrellas, está nublado y no se pueden ver. Es algo que se me hace raro, acostumbrado al polvo del desierto que aquí llega, pero le vence la humedad hasta ahora.
       Rezamos, disfrutamos de un tranquilo desayuno y salimos con el vehículo que conduce Víctor, pues nosotros seguimos esperando la licencia del país.  Visitamos en primer lugar al obispo. Víctor le quiere saludar y nosotros nos sumamos para ver por donde anda nuestro profesor de mende que el obispo nos ha prometido y aún no hemos encontrado, esperemos que aparezca un día de estos.
        A la salida de la visita al obispo, Víctor, que conoce a la gente, nos lleva donde los Espiritanos, que regentan una parroquia y que hace muchos años que trabajan por aquí. Les saludamos y también nos prometen mirar en la biblioteca y ver si hay algo que nos pueda interesar de lo que han escrito los que les han precedido.
       Nos pasamos un buen rato en un supermercado, donde por lo menos hay aire acondicionado, pues calienta bien y, si no hay mucho donde elegir, por lo menos el tiempo se pasa al fresco. Cosa distinta es después cuando en el mercado queremos comprar utensilios locales. Aquí el calor es enorme, sudas por todos los poros y acabamos yendo para casa con calor y ganas de comer.
       Ya nos han dejado la comida, que nos trae una señora desde el centro de catequesis y hoy toca arroz y pescado. Está bueno y comemos con apetito. Lo que sobre lo terminamos a la noche.
      Por la tarde, después de la siesta, que he podido hacer en el comedor a la sombra del ventilador, porque en la habitación no le hay, me dedico a utilizar la fregona que he encontrado en el supermercado. No es de España, pero por lo menos tiene el tipo y puedo recoger buena parte del polvo que acumulaba la casa. Nos damos cuenta de que después de la operación y la ducha correspondiente, pues estaba empapado de sudor, se respira mucho mejor y la casa se nota más agradable. Para mí le falta el olor de Bárago de los domingos, cuando se limpiaban los bancos de la cocina con lejía y  quedaba el olor a limpio… Pero aquí el detergente también hace su labor y deja la casa perfumada y agradable.
       Se nos ha ido la luz y afrontamos la cena y el resto del día en las tinieblas. Buena experiencia para mañana hablar de Jesús como la luz… Pero eso es para nosotros porque en los pueblos a los que vamos a ir no tienen luz…

      Disfrutamos un buen rato de la compañía de Víctor, compartimos nuestras experiencias, rezamos el rosario fuera paseando, que hace menos calor que en casa y a una hora prudencial los otros se retiran y yo aprovecho para conectarme, recibir correos y luego hacer la crónica en el silencio y la paz que nos envuelven, mientras dure la batería del ordenador.

viernes, 3 de enero de 2014

3 de Enero de 2014

Hemos estado toda la noche sin luz, pero finalmente por la mañana nos ha llegado. Rezamos, desayunamos y esperamos la venida del que nos va a informar sobre las posibilidades de conectarnos a internet. Después viene de nuevo la monja, Bernadette, solícita y atenta con nosotros en cualquier cosa que podamos necesitar.
        Finalmente acaba llegando Roland, el que nos presenta la conexión a Internet y es el cuento de que sabes cuando empieza y nunca  acaba… Estuvimos toda la mañana, comió con nosotros, siguió buscando soluciones a problemas que se le presentaban y, acabamos con que seguiríamos después, mañana o el lunes.

       De forma inesperada y sin avisar se nos presenta Víctor, un salesiano del país que está en Ghana. Ha venido a alguna cosa personal y ha querido visitarnos. Le acogemos con gusto y se siente como en casa, pero sin cama, (duerme en el suelo, como nosotros), sin luz un buen rato, sin comida (salimos a cenar porque no tenemos nada en casa), pero nos encontramos a gusto y compartimos experiencias que a todos  nos hacen sentirnos bien.

jueves, 2 de enero de 2014

2 de Enero de 2014

Uba se vuelve a Freetown en bus y nos deja el coche. Sale a las seis de la mañana. Le acompañamos a la estación y volvemos el vehículo a casa, pero no le usamos, pues nos falta el permiso de conducir del país, que seguimos esperando.
      Rezamos, desayunamos, ordenamos la casa, nos viene a visitar la monja que trabaja en el centro de pastoral, sor Bernadette, y que ayer visitamos en su casa y nos ayuda en lo que necesitamos. Arreglar la comida de esta semana y algunos detalles menores.
       La comida sigue siendo el arroz que nos dieron ayer en el pueblo y unos buñuelos que nos ha traído el hermano del cura salesiano que nos acompañó ayer y que nos ha hecho su madre.
        Haciendo programaciones y cambiando ideas se nos viene la hora de la comida y por la tarde, después de la siesta y leer un rato, viene de nuevo la monja y nos vamos con ella a la ciudad para ir conociendo los sitios que necesitamos. De vuelta nos traemos unas cuantas cosas que vamos comprando. Seguimos sin luz y hace calor, pero ya tenemos lámparas para sustituir y cenamos, de nuevo arroz y buñuelos y después, la cena paseada, rezamos el rosario y tras un buen rato de conversación, celebramos al eucaristía, que no habíamos dicho por la mañana. Me sigo entrenando en la misa en  inglés, pues hacía mucho tiempo que no celebraba en esta lengua y además, con los cambios que han hecho, siempre me pilla algo nuevo.

       Tenemos un buen rato de charla los dos salesianos que estamos en casa, Jos y yo. Las cosas son interesantes, el conocernos y comunicarnos experiencias, y a los dos nos parece que es muy interesante conocer cuantas más cosas del otro para así mejor comprendernos y tratar de vivir juntos y unidos.

miércoles, 1 de enero de 2014

1 de Enero de 2014

Como nos fuimos a la cama pronto, también pronto por la mañana  estoy despierto y salgo a contemplar las estrellas. Donde hay poca contaminación lumínica se ven muchas. Las primeras que observo para orientarme son la Osa Mayor, que no  la Estrella Polar, pues no llego a verla en el horizonte, y la Cruz del Sur, esta sí que se ve muy clara y distinta. Para mí contemplar el cielo siempre es un misterio, pero aquí se ve mucho más claro y me hace pensar en la grandeza de un Creador y la pequeñez de cada uno de nosotros, sus criaturas.
       Hemos comenzado el año y nos encontramos para rezar por la mañana. Luego salimos hacia los pueblos. El obispo nos ha hecho saber que vendrá a Tikonko para hacer nuestra presentación. Nosotros hemos prometido ir a otro pueblo, Gbalehum, a decir la misa y sabiendo que las cosas van a retrasarse, vamos a decir la misa y, aunque tengan que esperarnos un poco, por lo menos la gente en Gbalehum estará contenta.
       Nos acogen encantados y no tienen prisa en venir, pero les hacemos saber que el obispo nos espera y queremos no hacerle larga la espera. Preside la misa Paul, un salesiano d aquí que les dice la misa en mende y la gente está encantada. Acabada la misa nos quieren hacer quedarnos a comer y cuando les hacemos saber que monseñor nos espera, nos dan una cesta con dos cazuelas: arroz y salsa, además de los dones que han presentado en la iglesia; arroz de la zona, cacahuetes y unos ñames.
        Cuando llegamos de vuelta a Tikonko ya hace un buen rato que nos esperan. El obispo ha venido con el cura de la parroquia y han aprovechado para confesar a la gente. Comenzamos la misa con los deseos de paz y prosperidad y bajo el manto de la Reina de la Paz. El párroco habla a la gente en un tono muy cercano y participan en la homilía dialogada, algo que me gusta y que es lo que solía hacer también con la gente de los pueblos. Eso les ayuda a entender y seguir mejor el comentario.
      El obispo está muy contento con nosotros y nosotros estamos también contentos con lo que se nos propone como trabajo. Esperemos que todos estemos a la altura.
       Al final de la misa nos pone a su lado y dice a la gente que ahora nos tienen con ellos y que espera que sean capaces de hacerse cargo de nosotros. Luego salimos y el jefe del pueblo, cristiano bautizado y comulgante, así como su esposa, nos reciben en casa y nos invitan a comer a todos.

         Después de la comida vamos a la casa que tenemos alquilada en Tikonco y traemos cinco bancos que había allí en reserva, para por lo menos tener donde sentarnos, pues en casa no hay ninguna silla. Por la tarde salimos de compras y a visitar diversos lugares. Estamos contentos de lo que hemos vivido y ansiosos de comenzar en serio el trabajo. No hay luz, cenamos lo que nos han preparado en Gbalehum como comida  y nos vamos pronto a la cama, pues mañana empezaremos la jornada temprano.