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viernes, 28 de febrero de 2014

28 de Febrero de 2014


Viernes
Esta mañana hemos celebrado la misa de D Bosco, como es el último día del mes y le hemos pedido por el capítulo que estamos celebrando, por la Congregación y la Familia Salesiana.
       El profesor de nuestra lengua no estaba disponible, lo que me ha permitido visitar el mercado y dedicarle tiempo personal a leer la misa en mende. Por la tarde he ido de nuevo a ver al catequista y veo que las cosas van marchando: la paciencia es capaz de mover cualquier obstáculo.

miércoles, 26 de febrero de 2014

26 y 27 de Febrero de 2014

Miércoles y Jueves


Tenemos encuentro en el centro de pastoral. Los curas de la diócesis para ver de ponerse de acuerdo en ciertas prácticas que nos afectan a todos y en reflexionar sobre otras cosas. Anima las sesiones un profesor del seminario de Freetown y nos hace intervenir en encuentros en grupos. El obispo se ha hecho presente los dos días y las reuniones me han causado una buena impresión. Algo a destacar: los dos únicos curas de fuera éramos los dos salesianos, Jos de la india y yo español. Los que participamos éramos una treintena.
       El jueves por la tarde todavía tuve tiempo para ir al pueblo del catequista y dedicarle un rato a la lengua local. Si cada día le das un tiempo a la lengua, con el tiempo, acabas dominando el asunto.

Los árboles en Sierra Leona

Los árboles en Sierra Leona
Hablo de Sierra Leona, pero lo que conozco es Bo y alrededores, Quizás sería mejor hablar de Bo, pero entonces creo que muy pocos serían capaces de identificar el sitio, por eso prefiero seguir hablando de lo que se conoce Sierra Leona, mejor que de lo que no se conoce, la ciudad de Bo, en Sierra Leona.
Hasta ahora, las ciudades que voy visitando en Sierra Leona, empezando por la capital, tienen a gala presentar algún árbol de tamaño considerable enmarcado en  un cruce de vías. En la capital hay uno que está cerca de nuestra presencia y que cada vez que paso por allí le echo un vistazo y observo la vida que hay en él, pues siempre oyes los gorjeos de los pájaros en sus ramas.
Quizás sean sólo el recuerdo de una riqueza que en un tiempo existió, pero que ya no quedan más que los despojos. Por lo menos ese ha sido el comentario que he leído en un libro de historia del país pensado para que lo utilicen los alumnos en las escuelas. Se habla de la riqueza maderera de Sierra Leona en un tiempo, pero que hoy ya no queda nada.
He observado que en el billete de banco de diez mil leones, el de más grande valor de aquí, (no llega a dos euros al cambio), en una de las caras hay reflejada una selva bien poblada de árboles y uno, en posición más destacada, ocupa una buena parte del conjunto del billete, es ese típico árbol que ves destacado en las ciudades como objeto de adorno y admiración.

Aquí en Bo hay varios árboles enormes en la ciudad, pero el que me ha llamado la atención hoy, ha sido el que he visto en el suelo ya troceado. Me entretuve, saqué unas cuantas fotos y el comentario que se me ocurrió:   “contigo llegué tarde”. Espero que otros muchos duren más que tú.
Las fotos son testigos mudos de las gigantescas obras que la naturaleza se permite realizar para nuestro deleite y que, muchas veces inconscientes, nosotros los humanos nos  permitimos destruir sin el menor recato.
Si por lo menos nos diéramos cuenta de los beneficios que los árboles nos aportan, no sé si no podríamos ser un poco más cuidadosos con las maravillas que el creador nos ha dejado a disposición en su obra maestra que es la creación.

martes, 25 de febrero de 2014

25 de Febrero de 2014

Martes

Hoy he logrado enviar algunos correos que hacía días que no salían. Otros los he tenido que eliminar, pero por lo menos no me queda ninguno en la bandeja de salida. Esperemos que dure la situación.
       Por la mañana hemos tenido reunión para programar los encuentros con la gente de los pueblos y por la tarde Jos tenía una reunión en el obispado y yo me he ido a estudiar la lengua con el catequista en su pueblo. Mientras trabajamos la gente vuelve del campo. Ya están preparando las cosas para cuando comiencen las lluvias. Vuelven agotados y con las manos llenas de heridas. La vuelta al trabajo es algo costoso, pero el que quiere vivir, tiene que trabajar.

lunes, 24 de febrero de 2014

24 de Febrero de 2014

Lunes
Hoy hemos tenido retiro. La comunidad de Freetown ha venido y nos ha hablado el obispo. Nos ha presentado la encíclica del papa sobre la alegría y nos ha animado a leerla y meditarla. Después hemos tenido un rato de reflexión, celebrado la misa, un rato de programación para los siguientes encuentros, la comida y, rápido, se han vuelto para la capital, pues el entrar en la capital es costoso y cuanto más tarde es peor.
      Estamos contentos del encuentro. Por lo menos hemos podido encontrarnos unos momentos y compartir, además de pasarnos informaciones.
       Por la tarde ha venido a cenar con nosotros  Daniel, el salesiano que está por aquí de vacaciones y cuya madre nos ha acompañado varias veces a los pueblos.



Llegó la lluvia y ...llegaron los INSECTOS

Cada año al principio de la estación de las lluvias, en especial con las primeras, los insectos que estaban en letargo debido a las condiciones climáticas duras que viven, se despiertan y toman nueva vida.
Esto provoca una serie de cambios importantes en la vida de unos y de otros y, quien más quien menos, tienen que hacerse a la idea de que esto llega de forma sistemática cada comienzo de la estación de lluvias, pero también de forma diferente, al menos en lo que he vivido. Cada vez las cosas son distintas, aunque el fenómeno se repita.
 La primera vez que viví esto fue en Parakou, ciudad hacia el norte de Benín. Había llegado en el mes de marzo y las primeras lluvias cayeron en mayo. Recuerdo que empezaron a venir las termitas gigantes aladas y había tantas que se nos ocurrió sacar a los pollos del gallinero y ponerlos al lado de la luz. Comieron las que quisieron, pero al día siguiente estaban con las alas caídas y el pico abierto respirando jadeantes… Estaban empachados del banquete que se habían dado la noche anterior. Les duró tres días.
 Otra vez hubo una plaga de mariposas. Donde aparecían, a los pocos días desaparecía la vegetación. Habían puesto los huevos y las nuevas orugas se  comían todo lo que tuvieran a mano que fuera verde. Por la noche, cuando conducías por la carretera, parecía como si estuviera nevando y los copos eran las mariposas.


Otra vez me pilló de viaje y empezaron a aparecer al atardecer las termitas pequeñas, que al conducir se quedan pegadas en el parabrisas. No se me ocurrió mejor idea que encender el limpiaparabrisas… Con la grasa que tienen  los animalitos, se formó una capa en el cristal, que para limpiarlo hubo que emplear agua y jabón varias veces, y suerte que me pilló cerca de casa, donde pude realizar la operación con comodidad.
Estos son los insectos grandes, o de tamaña regular, pero también los hay más pequeños, incluso los que son capaces de atravesar las mosquiteras y cuando eso llega, estás perdido. No tienes más que apagar la luz y dedicarte a otra cosa, pues donde haya luz, aparecerán esos minis que no hay forma de controlar y que por miles se instalan alrededor de cualquier punto de luz. Es el momento que también aprovechan los sapos para ponerse debajo de la luz y comerse los insectos, y a estos, a su vez, también les esperan las culebras. Todo un ciclo de la vida que se desenvuelve a tu alrededor y que puedes contemplar gratuitamente cada vez.
Me acuerdo ahora de una vez estando en Kandi, no sé por qué fui a la casa de las monjas por la noche y en la farola de la esquina me entretuve en contar los sapos. Había más de cien. Todos estaban alrededor de la farola esperando la caída de los abundantes insectos que vienen con el comienzo de las lluvias.
Pero no solo es con los insectos, con los anfibios pasa lo mismo y esto todavía lo tengo en los oídos. Me pilló la lluvia en un pueblo y traté de volver rápido a casa. Pero la lluvia había comenzado antes en el camino por el que tenía que volver y se había producido la inundación. Los puentes no tienen ojo suficiente y al acumularse el agua, acaba pasando por las dos partes del puente, antes y después, pues suelen ser más bajas que el puente mismo.
Cuando llegué a uno de esos puentes y el agua pasaba abundante por las dos partes, intenté cruzar, pero a la furgoneta le llegó el agua demasiado arriba y se paró, precisamente en el medio del puente, entre las dos corrientes que le circundaban. Allí, de noche y sin punto de referencia, lo que escuchaba era el canto estridente y metálico de las ranas que acababan de salir del letargo. Había miles y cantaban sin cesar. Estuve esperando pacientemente, no había otra opción. Una hora y media más tarde, cuando ya el agua se ha evacuado y las cosas vuelven a su normalidad, veo que la luz de una moto se acerca. No era cuestión de hacerme llevar, pues en las motos aquí siempre van tres por lo menos, pero ya dieron recado de que vinieran a buscarme y me remolcaron y llegué a casa sano y salvo.
Uno de esos días que cuando te levantas hay un poco de brisa, me sorprendió el ver que se habían acumulado las alas de las termitas en un banzo de la escalera, pero que habían hecho rampa y estaban igualados el primer y segundo peldaños. Nos podemos imaginar la cantidad de termitas que habían perdido las alas.
Hay otros insectos como las mariquitas, pero de color negro. En francés los llaman chinchetas. En cuanto los tocas despiden un olor parecido al de las bombas fétidas. Cuando estos animalitos llegan, tienes perjúmenes garantizados. Y recuerdo haberlos barrido por la mañana llenando varias veces el recogedor.
Entre las cosas curiosas que he visto en esos momentos también entran las hormigas y su trabajo en equipo. Una vez, después de haber matado un escorpión y dejarle en la escalera, observé con asombro el trabajo de las hormigas para llevarle al hormiguero, pero no era simplemente el arrastre, sino que le subieron por el desnivel de un banzo de la escalera…

Compartir esto para mí es la forma de dar gracias a Dios que me permite vivir estas experiencias y también a tanta gente que desde retaguardia sigue con cariño e  interés, las pequeñas cosas que nos pasan cada día.

domingo, 23 de febrero de 2014

23 de Febrero de 2014

Lunes

Tenemos la misa en Tikonko, nuestro pueblo de referencia y en Valehum, pueblo al que vamos cada dos semanas. En los dos sitios he leído la misa en lengua mende. La experiencia es siempre nueva y siempre la misma. Por una parte la gente se admira de que lo puedas hacer y por otra tú te llevas el mal rato de leer y leer una cosa que te resulta difícil y que te quedas sin aliento, porque controlar la respiración es algo que tienes que hacer, pero no llegas; pero que tienes que seguir y seguir. No es la primera vez que lo hago, pues en baribá, mokolé, moba, ya lo he hecho también, pero el problema que hayas tenido con la anterior no te  soluciona el de la siguiente y el trago lo tienes que pasar cada vez… Esto es la parte del esfuerzo, pero la gente es muy amable y te anima. En el primer pueblo, la mayoría adultos, al final aplaudieron para felicitarme. En el segundo pueblo, la mayoría niños, varios se acercaron y me saludaron de forma muy diferente a otras veces… También los críos perciben el esfuerzo y te sienten cercano cuando hablas su lengua.
       Después de comer me encontraba cansado y me eché una buena siesta. Pero por la tarde durante más de dos horas me dediqué a repetir y repetir lo que había leído por la mañana. No sé si es la moral que te da el ver que la gente está contenta o la conciencia de saber lo que te falta por aprender y lo que debes mejorar. Por lo menos estoy contento de haber empezado. Lo otro irá viniendo poco a poco.



La primera Misa en Mende

Hoy, 23 de febrero, he vivido una experiencia marcante. Me he aventurado a decir la misa en lengua local, “mende”.
Voy a intentar contar algo de lo que ha pasado al mismo tiempo que recuerdo otras experiencias anteriores en el mismo terreno.
La primera experiencia que tuve con una lengua local fue en el norte del Benín, el baribá. Aquello era algo muy complicado, pues lo primero con lo que te encuentras es con una lengua que tiene tonos y eso es algo a lo que no estás acostumbrado y llegar a acostumbrar el oído a la nueva situación requiere lo primero tiempo, después paciencia y luego perseverancia.
Creo que logré reunir las tres cosas y aún hoy guardo la buena experiencia de ser capaz de expresarme en esa lengua y no sólo para rezar, sino en la vida ordinaria de cada día. Ahora mismo me viene al pensamiento un encuentro que tuve con un joven que estaba en la cárcel y que tenía un mono de soledad imposible de imaginar a quien no ha visitado estos lugares. No hablaba una palabra de francés y no había ido a la escuela. Pero hablando con él, no más de cinco minutos, me dijo estas palabras: “como tú me has hablado, nunca nadie en mi vida me ha hablado, ni mi padre…” Escuchar algo así te hace dar mucho valor al esfuerzo que haces por aprender una lengua que, por cierto, aún recuerdo con agrado.
En cuanto a la primera  misa en mokolé, lo tengo aún muy presente, pues estaba en Thuy, un pueblo al norte de Kandi y había unas treinta personas. Hacía tiempo que rezaba con ellos en su lengua y conocía las oraciones, pero la misa no la había dicho porque no había bautizados. Un día Marie, la mujer que siempre me acompañaba a los pueblos, bautizada cuando había estudiado en las monjas, me dijo que quería que le dijera una misa por alguien que había muerto y… se me ocurrió hacerlo en su pueblo…
La ocasión estaba y el momento era propicio, pero me quedaba el prepararme y hacer que las cosas marcharan, algo que intenté con todas mis fuerzas; pero el trance y el momento los tienes que pasar tú y, solo ante el peligro, allí te encuentras con que tienes que leer, que no dominas el texto, que te falta el aliento, que no controlas la respiración, que el calor es agobiante, que estás sudando y sientes que la ropa se te pega al cuerpo, que la concentración que la lectura te pide es grande y alguna cosa más que es difícil de definir, pero que todo ello concurre a que te sientas agobiado y sin aliento, bañado en sudor y con un cansancio enorme debido al esfuerzo extraordinario que estás haciendo para controlar la situación.
Sí conservo la agradable sensación de aquel día, pues al acabar la misa, varios críos pequeños me vinieron a saludar y estuvieron un buen rato conmigo, como viviendo la sensación de que alguien había hablado en su lengua y ellos se sentían cercanos por tal circunstancia.
En “moba”, lengua que se habla en el norte de Togo, tuve la suerte de que al llegar, me  encontré en casa  un seminarista de la parroquia, (creo que era miércoles por la tarde), nos pusimos manos a la obra y el domingo me presenté en un pueblo y leí la misa en moba. Recuerdo el comentario que hizo un maestro, cómo tenía vergüenza de ver que alguien que acababa de llegar era capaz de leer en su lengua y él no sabía leer. Le dije que a él le costaría menos aprender a leer que lo que me había costado a mí y al final, acabó aprendiendo a leer en su lengua. Y es que en esa zona, hay tantas lenguas locales que los críos van a la escuela y les enseñan francés directamente, cosa que no deja de ser un buen disparate, pero así se hacen las cosas.
Hoy, había decidido lanzarme a la aventura, pues el tiempo se iba pasando y no encontraba el momento adecuado para hacerlo. Fui al pueblo del catequista, intenté grabar los textos, pero se presentaron mayores dificultades de las esperadas, lo que me hizo dedicar tiempo a leer repetidamente con él y saber que lo que habíamos comenzado el lunes, el domingo podía ser una realidad, pues a cada vez que me encontraba con el catequista, seguía después una sesión de trabajo a solas, en casa, aún sin tener las grabaciones.
El mende es una lengua que no es que sea fácil, pues por lo que voy viendo de gramática, tiene sus particularidades, pero por lo menos no tiene tonos, algo que facilita mucho las cosas a la hora de leer; y las complicaciones que puede tener de letras nuevas, para mí ya no lo son, pues ya las he encontrado en las lenguas con las que he trabajado anteriormente.

Consciente de la situación, de la dificultad y de que el trago hay que decidirse y pasarlo, durante toda la semana le he dedicado tiempo a la lectura y ayer sábado de una manera especial para darme cuenta de lo que me podía encontrar hoy.
Esta mañana, decidido a pasar el Rubicón, me presenté en Tikonko, nuestro pueblo de referencia y allí estaba el catequista, que había venido desde su pueblo a pie, como otras veces, pero hoy de una forma especial para ver lo que salía del trabajo que juntos habíamos realizado.
Comencé la misa y la gente estaba sorprendida, pues no se esperaban que lo hiciera en su lengua. A medida que la cosa iba avanzando, yo iba encontrando mayores dificultades en la lectura, pero ellos trataban de ayudarme y veía que sus respuestas eran firmes y seguras, lo que a mí me daba también seguridad.
Hubo alguna que otra duda y traspiés, pero el hecho de no ser la primera vez que pasas por el trance te da también una seguridad y aplomo que te permiten seguir adelante aunque te cueste.
Al final de la misa, les pedí disculpas por los fallos cometidos y les di las gracias por su paciencia. Se sintieron complacidos y acabaron aplaudiendo, para animarme en el trabajo de la lengua. Se lo agradecí  al mismo tiempo que me preparaba para la siguiente misa, pues la hora se echaba encima y teníamos que ir al pueblo siguiente.
En Gbalehum, las cosas son diferentes que en Tikonko. Aquí la comunidad se compone de unos pocos adultos y una multitud de críos que van a la escuela y por eso vienen a la misa el domingo.
La experiencia fue más o menos lo mismo que en el pueblo anterior, pero las respuestas no eran tan firmes, pues los críos no las saben aún. Hace poco tiempo que vamos y lo hacemos cada dos semanas; pero una cosa que me resultó interesante fue también el hecho de que varios niños pequeños se presentaron a mi lado y estuvieron muy cariñosos. Recordé la experiencia vivida con el mokolé y me pareció lo mismo. Ellos eran conscientes del esfuerzo que hacía para hablar su lengua y se sentían cercanos, al menos es lo que me pareció sentir.
Al final de la misa la gente estaba contenta. Nos ofrecieron un plato de arroz y un poco de carne de pollo. Me resultó agradable, a pesar de estar empapado en sudor y de haber sentido la sensación de agobio por la que tienes que pasar cada vez que empiezas con una nueva lengua, pero el hecho de decir “esta ya la he pasado” y a ver qué nos depara la siguiente, me hacía sentirme bien en mi piel.

En casa, después de un rato de reposo, me dediqué a leer y leer de nuevo la misa. Por una parte la conciencia de lo que me falta por aprender me hace dedicarle tiempo y por otra, saber que aprender la lengua es el mejor servicio que puedes prestar a esta gente, me anima en el esfuerzo que tengo por delante, al mismo tiempo que le doy gracias a Dios porque me permite vivir tales situaciones, con estas personas tan especiales que son la gente de los pueblos.

sábado, 22 de febrero de 2014

22 de Febrero de 2014

Sábado

Ya no me acuerdo cuando fue la última vez que tuvimos luz, ahora ya van unas dos semanas que no ha venido ninguna vez. A todo nos acostumbramos, y a esto también. Tenemos el grupo que funciona tres horas por la noche y con eso nos arreglamos.
       Por la mañana he ido al mercado, aunque más bien tarde, pues por ser último sábado de mes, hoy toca limpieza en los barrios y no se le permite a nadie desplazarse en vehículo hasta después de haber hecho la limpieza. Cuando llegué al mercado la gente estaba abriendo los puestos, pero poco después ya había tanta gente que era imposible moverse.

       Me paso la tarde preparando la misa para mañana en los pueblos. Por primera vez intentaré leer la misa en la lengua local y eso requiere entrenamiento y constancia en repetir y repetir. 

viernes, 21 de febrero de 2014

21 de febrero de 2014

Viernes

Después del desayuno vamos a clase y seguimos trabajando con el maestro. A la vez que nos da gramática, pronunciación, frases hechas, etc, también nos habla de las costumbres de la gente. Estamos contentos de tener tal profesor, pues nos ayuda a aprender y a comprender la lengua.
       Cuando acabamos la clase vamos derechos al obispado. Nos han invitado a la misa y a la mesa. El obispo emérito, monseñor Ganda, celebra su aniversario de nombramiento, son cuarenta y tres años. Está en buena forma, a sus más de ochenta años. No le conocía personalmente, sí a través de libros que había tenido entre las manos. Es una persona muy agradable y toda una institución en el país. Con toda sencillez participamos en la misa de acción de gracias, una ceremonia casi privada, una docena de curas y otros tantos laicos participamos en la misa y en la mesa.
       Más tarde voy al pueblo del catequista. Seguimos con la misa en mende. Hoy hemos tratado de grabarla. Esperemos a ver lo que nos ha salido.
       También viene a vernos Daniel, un salesiano de aquí, que está unos días de vacaciones. Su madre nos ha acompañado varias veces a los pueblos. Después de un rato de conversación, nos promete volver de nuevo, pues ahora mismo tiene planes de viajar a la capital.


jueves, 20 de febrero de 2014

20 febrero de 2014

Jueves

Esta mañana fui al mercado y también a cortarme el pelo. Ya me hacía falta, pues un día por otro, se iba pasando y no lo podía dejar más. Encendieron el generador y allí me tuvieron un buen rato cortando y cortando. Me preguntaba cómo iba a quedar, pero al final, por lo menos me dejaron sin escaleras y sin mucho pelo también, lo que me permitirá tardar en cortármelo de nuevo. Tampoco creo que haya que presentar foto, ni estamos para lucir modelitos.
       Por la tarde hemos estado en Lembema. No os dirá nada, como a mí tampoco hasta esta tarde. Es un pueblo nuevo al que hemos ido para reunirnos con ellos, pues nos habían llamado, y nos hemos encontrado con una comunidad de cristianos católicos que, como se les ha abandonado, se han quedado en la estacada. Esperemos que volvamos a recuperar el terreno perdido y pongamos las cosas en marcha. No tienen iglesia. Hay una escuela, que por lo que dicen es muy antigua, de las primeras que se hicieron… Y está como el primer día, pero con los años que le van pasando. Estamos de acuerdo que en el diccionario africano hay palabras que no se encuentran, y una de ellas es “mantenimiento”. No se emplea nada para el mantenimiento de las cosas, con lo que ello conlleva; mientras funciona, se usan y luego, se arrumban y ya está.
         Esperemos que seamos capaces de dinamizar a esta gente que se encuentran muy solos y abatidos; y que sepamos transmitirles la esperanza y las ganas de vivir que nos trae le buena nueva de Jesús para todos. Recordando las palabras del papa, creo que es aquí donde tenemos que oler a oveja… Y espero que sea de verdad, pues si en algún sitio he captado la necesidad de estar con ellos, ha sido aquí.
       Seguimos sin luz y al encender el generador, también siguen viniendo los insectos. Hoy toca hormigas aladas. No son muchas ni muy grandes, pero las suficientes para que tengas que mañana recoger y barrer.

       Al final del día me quedo con la sonrisa que me dirigió el maestro de la escuela de Lembema, cuando al concluir  la reunión estuve un momento con él y le hice ver que estábamos aquí para estar con ellos y para darles motivos de seguir trabajando en la escuela. Sembrar esperanza es algo que siempre vale la pena.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Otra de viajes

Los viajes son siempre una cosa interesante. Basta abrir los ojos y dejarse llevar por la cantidad de sensaciones diferentes que recibes, empezando por la diversidad de personas y siguiendo por la variedad de las cosas, te ves envuelto en un mundo de contrastes, colores, olores… Y dejarte invadir por todo esto y estar abierto a estas sensaciones, te ayuda a comprender y empatizar con situaciones nuevas para ti, que son naturales para otros y que te hace abrirte al otro y a su realidad y percibirla como algo nuevo y enriquecedor en tu vida.

Nigeria es el país mas poblado de África.

Recuerdo comentarios hechos por gente que nos ha visitado y cómo te ayudan a ver las cosas de forma diferente. Padre de Enrique: Aquí no se conduce como en Europa…Qué nos habría visto hacer para hacer un tal comentario… No lo recuerdo, pero la cosa está ahí. Su madre al volver de los pueblos que habíamos visitado y ver las luces de la ciudad, cosa que no hay en los pueblos, dijo “ahora Parakou me parece más ciudad…” Había visto que aún había cosas más lejos… Jorge, el ingeniero que nos visitó: ¿Cuándo vas a España conduces? Le respondí: Si puedo no… Y es que me veía ir por el centro de la carretera… En España esperas que te venga un coche de frente, pero aquí, que el tráfico es muy escaso, esperas que te salga un animal o un crío y esos no te vienen de frente, te salen por la orilla, y por eso vas por el centro. Todo depende de lo que te esperes y lo que lleves en mente para reaccionar.
Noviembre pasado estuve en Nigeria por primera vez. Después de haber pasado más de 25 años en África y 19 de ellos en Benín, el país vecino de Nigeria, he tenido una experiencia muy particular.
Para empezar Nigeria es un país lleno de gente. Las estadísticas nos lo dicen, una población estimada en unos ciento setenta millones de habitantes…, pero el verlo te lo confirma. Por cualquier sitio encuentras gente y a cualquier hora, incluso por la noche la vida sigue y tiene sus normas.
Una experiencia increíble es la circulatoria. El tráfico es un laberinto en el cual te encuentras metido y en el que te tienes que dejar guiar, pues tú no sabrías por donde, pero el chófer se las arregla y sale… Digo esto después de haberme visto varias veces envuelto en el tráfico de Lagos, ciudad que tiene entre los diez y veinte millones de gente y muchos vehículos, suficientes para llenar las autopistas y después a ver cómo sales… Pues eso, un intermedio entre los atascos y los coches de choque, pero sin chocarse, eso es lo que te encuentras. Una autopista con dos carriles llena de coches y en los arcenes, las dos partes llenos de coches que tratan de avanzar y uno de un arcén se pasa al otro por la calzada llena de coches y camiones, y lo logra, que es lo bueno; y después de avanzar un cacho, vuelve a recuperar de nuevo el arcén por el que venía de la misma forma increíble, y subir a la calzada no se hace sin problemas, pues suele haber bastante desnivel y el coche queda atrapado entre el arcén y la calzada, pero tras varios intentos, salimos del atolladero y seguimos marchando.
No sé si vale la pena perderse en más detalles; sí puedo decir que estuvimos hora y media para recorrer unos veinte kilómetros y disfrutando de este ambiente de atasco… Y he dicho bien, disfrutando, porque aquí no se viene a quejarse, se viene a vivir el día a día y hoy y ahora pasa por el atasco, el calor, el sudor, la sed, los insectos, el cansancio… Además de los coches que te rodean por todas partes, los pitidos, la contaminación de los tubos de escape, el ruido, la marabunta…
Sí quiero destacar: Creo que es una situación aceptada por todos y en la que todos vivimos y no veo ni el estrés ni los malos humores ni las discusiones e insultos que me hubiera podido esperar en tales circunstancias en otros sitios… ¿Serán más civilizados que nosotros? ¿Se lo tienen asumido?... Por lo menos deduzco que tienen más paciencia.
Otra cosa, en las carreteras no hay casi señales de tráfico, o no logro verlas, pero ellos ya saben por dónde moverse. Pero eso ya lo tengo yo también sumido en la “brousse” que tampoco hay señales y no me pierdo.
También me llamó la atención el que pregunto a cuantos kilómetros está de aquí tal ciudad y no te lo saben decir, te dicen tardas hora y media en llegar, si no hay atascos…
Recuerdo estando en Benín los cientos y miles de coches de segunda mano que circulaban por el país del sur al norte, para pasar la frontera hacia Nigeria. Eran una continua procesión y un peligro. Ahora te dicen que esa es la forma de conseguirlos más baratos, pues pasan una vez la frontera y pagas una sola vez impuestos, mientras que en Nigeria deberías pagar esos impuestos varias veces a lo largo de la ruta… Vivir para ver y aprender.
Otra cosa a tener en cuenta. Hay muchas carreteras en las que las líneas no están pintadas y cada uno circula por el carril que le va bien, sólo que para adelantar, pitas, para avisar que adelantas y lo haces por el sitio que tienes libre. No importa si hay un camión enorme que va por el centro, le puedes adelantar por la izquierda o por la derecha, como mejor te vaya, pero siempre pitando, para advertir tu presencia. Todo el mundo lo sabe y todos aceptan esta forma diferente de lo que nosotros tenemos como costumbre y lo que para nosotros son las normas de tráfico, ellos tienen otro código de costumbres que tienes que aprender si quieres conducir en esta jungla. Por eso también comprendo lo que le pasó a un compañero que había sacado su permiso de conducir en Benín, cuando vino a España trató de decir que tenía el permiso de conducir africano y le dijeron que podía comenzar de nuevo los trámites aquí para pasar otra vez la prueba. Cuando lees en una revista que en Benín alrededor de la mitad de los conductores no tienen el permiso de conducir y que alrededor de la mitad de los que lo tienen lo han conseguido fraudulentamente, te explicas ciertas reacciones.
  Tenía otras muchas cosas más para decir, pero es que veo que me alargo y me voy a meter en tal lío que va a superar los bollos de tráfico que yo mismo he vivido. Quizás por ello lo mejor es dejarlo aquí y, si alguien quiere algo más le invito a venir y vivir la experiencia como yo la he vivido, en persona y de primera mano.

19 de febrero de 2014

Y tras la primera lluvia, viene la lluvia de los insectos. Los hay de todas clases y tipos y por la noche, en cuanto hay una luz, se amontonan a cientos o a miles, depende del sitio y los insectos. Ayer eran las termitas aladas y, a pesar de cerrar la puerta y de que las ventanas tienen mosquitera, no sé por dónde, pero entraron muchas termitas.
 y esta mañana me distraje en barrer, retirando alas por una parte y cuerpos inertes por otra. Cuando esto lo encuentran los pollos se dan un banquete que les dura el empacho para varios días.
      También fuimos a clase de lengua y el profesor nos habló de costumbres de la gente, respondía a preguntas que le íbamos haciendo y comparando lo que hemos visto en otros sitios y lo que se vive aquí. Cada grupo tiene sus particularidades y características que es importante conocer si quieres estar cerca de ellos. Esto además de la lengua.

        Por la tarde he estado en el pueblo con el catequista y en el momento en que me disponía a grabar la misa en lengua local, nos dimos cuenta de que no era el sitio adecuado, pues además de los niños y los mayores, también están los pájaros, y todos juntos provocan un ruido que es inútil tratar de grabar algo en estas circunstancias. Otro día lo intentaremos en otro lugar más apropiado.

martes, 18 de febrero de 2014

18 de febrero de 2014

El lunes que viene tenemos retiro con la comunidad de Freetown. Van a venir a visitarnos y nos han pedido buscar un predicador. Pensamos que quien mejor lo puede hacer es el obispo y nos presentamos ante él, que nos recibe amablemente y nos promete que tratará de hacer lo que pueda, a pesar del tiempo muy limitado que tiene el lunes.
        Las obras de la casa siguen. Ya está el depósito de agua en su sitio y empezamos a servirnos de él Esperemos que nos sirva y dure largo tiempo.
       Por la tarde voy al pueblo del catequista y nos seguimos entrenando en leer la misa en mende. Con paciencia las cosas van saliendo.
       Ayer envié la noticia de mi nueva conexión y hoy hay cantidad de gente que me escribe que han visto lo que por allí aparece.
       También anoche llovió durante un buen rato y dejó todo bien mojado. Ya hacía varios días que llovía en los pueblos y cuando vas encuentras los charcos en el camino, pero anoche también nos llegó a nosotros. Es algo impensable en las latitudes en las que me movía antes, por eso veo la diferencia clara en el clima. Aquí el harmatán apenas ha llegado y tenemos lluvias en momentos que muy raramente he visto donde he estado antes en Benín y en Togo.


lunes, 17 de febrero de 2014

17 de Febrero de 2014

Lunes

Vamos a clase con el profe. La lengua es una cosa que lleva su tiempo y tiene sus dificultades, pero se trata de tener paciencia y seguir adelante sin desmayo.
       En casa siguen las obras, se está acabando de hacer el soporte del depósito del agua y esperemos que podamos tener agua suficiente para lo que necesitamos.
       Me doy una vuelta por el mercado, hay que renovar el vestuario y visitar al sastre es una ceremonia por la que hay que pasar. El que te tomen medidas y les hagas sugerencias de lo que quieres y como lo quieres, es algo que ya en otros sitios no se usa, pero por aquí aún tenemos esos lujos. Otra cosa es lo que luego te encuentres, que no quiere decir que se parezca a lo que has pedido… Veremos a ver qué sale.
       Por la tarde voy a un pueblo donde el catequista y estamos un rato repitiendo las fórmulas de la misa en lengua local. Intento aprender y poder decir la lengua en mende. No es ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que hago tales cosas y ya vas teniendo una cierta técnica con la experiencia de las anteriores.
       Hoy había muchos críos alrededor y era difícil trabajar, pero tienes que tener un poco de paciencia. Luego los críos se fueron, pero entonces vinieron los mayores, que también miraban cómo estaba aprendiendo a repetir palabras en su lengua y mostraban signos de aprobación al ver el interés y el esfuerzo que estaba haciendo. Sé que aprender una lengua es costoso, pero es la forma de decir a la gente que aprecias su cultura y que te integras con ellos y se sienten muy a gusto contigo cuando hablas su lengua.
       Seguimos sin luz. Con el grupo electrógeno cargamos las baterías y hoy ha funcionado internet, pues han salido veinte mensajes que había escrito ayer y se habían quedado en espera.

        Tengo noticias de Loli que hay un “link” en el que aparece lo que escribo, así que ahora puedo comenzar a advertir a la gente que quiera que puede visitarlo.

domingo, 16 de febrero de 2014

16 de Febero de 2014

Domingo

Decimos misa en Tikonko y en Balei, dos pueblos de la zona. Las cosas se van posando y ellos nos conocen y nosotros les conocemos. La gente es agradable y acogedora y se muestra contenta con nosotros. La experiencia es bonita y el irse conociendo es algo que ayuda y motiva a todos.
       En el primer pueblo la iglesia es algo que acaban de hacer y aún no está terminada. No es que sea grande, pero hay suficiente sitio por ahora. En el segundo pueblo las cosas son muy diferentes. La iglesia es algo sumamente pequeño, puede tener seis metros por cuatro y dentro se pueden meter sentados unas setenta personas apretadas, porque la mayoría son críos, pero fuera hay una buena cantidad, lo que nos hace pensar en construir algo más espacioso. Tendremos tiempo de decidir y hacer. Por lo menos la gente está contenta y motivada y ya han comenzado a hacer ladrillos de tierra, además de hacer un campo comunitario para sacar fondos.

sábado, 15 de febrero de 2014

15 de Febrero de 2014

Sábado

Seguimos sin luz y vamos a celebrar la misa en la parroquia, donde seguimos a dos velas y una linterna, pero estamos contentos de ir conociendo a los vecinos que vienen a la iglesia.
       Me paso un buen rato de la mañana entre la limpieza de la habitación y asistir al coci que hoy va a preparar lentejas por primera vez. Le he dado las instrucciones, me ha dicho que ha comprendido, pero por si acaso, ya estoy presente para ver lo que hace… Y cuando las ha tenido un rato a remojo, está dispuesto a quitarlas la piel, cosa que le hago ver que no hace falta. Luego quiere poner aceite,  algo que l encanta. En cambio le hago poner un par de pepinos y una cebolla y lo ponemos al fuego. Lo pongo a fuego lento para que se vaya haciendo poco a poco. Cuando vuelvo, ha aumentado el fuego, así se hace más rápido… Todavía estamos en los comienzos del aprendizaje de la cocina de gas, puesto que hasta ahora ha usado el carbón, y le resulta difícil acostumbrarse, incluso encender el gas le asusta un poco, pero le doy confianza y espero que no tarde en hacerse a la cocina.
       Como puso mucho fuego se le ha ido consumiendo el agua y ahora añade agua fría. Le hago ver que es mejor agua hirviendo, que tiene en una perola al lado, pero no lo entiende a la primera.
       Las lentejas han salido bastante buenas. No tienen el sabor de las que me suelen presentar mis hermanas, pero para ser la primera vez que las hago hacer, no están mal. Espero poder superarnos la próxima. También hemos puesto arroz para juntarlo con las lentejas en la mesa y la combinación ha resultado agradable. Aquí se come arroz a todas horas y todos los días, así que es plato normal.
      Después de comer viene los indios que visitamos el otro día y pienso que vienen a visitar a Jos, pues es de su misma zona y hablan la misma lengua, pero en realidad me vienen a buscar a mí, pues quieren que les marque un sitio para hacer un pozo, como el otro día les dije donde podía hacer otro en la plantación que estaban haciendo, ahora quieren que les marque otro en otro sitio.
       Me llevan a destino y es un terreno en el que quieren construir una casa. No es muy grande, pero me da que hay agua abundante. El jefe, que ha venido hoy y no estaba el otro día, me dice que tenía un tío en la India que era cura y que marcaba pozos lo mismo que hago yo y que por eso ha venido a buscarme y que le recuerdo lo que su tío solía hacer en su tierra.

        Me ha llamado la atención el trabajo que están desarrollando esta gente aquí con los campesinos y lo bien que lo hacen. Están trabajando para plantar más de doscientas hectáreas del árbol del caucho, así que la cosa va en serio y se han propuesto hacer participar a la gente de los pueblos. En lugar de hacer la preparación de la tierra con máquinas, lo están haciendo a mano con la colaboración de los campesinos, más de mil trabajan en la preparación del terreno, y así la gente gana algo y ellos están integrados en el medio. Creo que esto es muy interesante y me pregunto si no sería bueno intentar hacer lo mismo que ellos hacen en esos pueblos, con la gente con la que nosotros estamos empezando. Lo pondremos en la oración y le pediremos a Dios que nos ilumine y nos guíe si esa es una buena iniciativa. Por lo menos a mí me ha gustado, sobre todo, el espíritu con el que están trabajando y haciendo participar a la gente, que me recuerda mucho lo que yo solía hacer con la gente en los pueblos a la hora de hacer pozos o escuelas, y que era involucrar al mayor número posible de gente y que todos colaboren en la realización del trabajo.

Hora y media para 20 km de autopista…

..historia de noviembre de 2013

Sí, esto lo acabo de vivir y por eso lo cuento. Hemos estado en una furgoneta unas 20 personas una hora y media.
Nos podemos hacer la composición de lugar. Entrada en la ciudad de Lagos (Nigeria) a las doce de la mañana. Venimos de otra ciudad y nos disponemos a entrar en la gran ciudad y en hora punta, lo que quiere decir que las carreteras están llenas. Pero una cosa es decir que están llenas y otra lo que estoy viendo. Una autopista con tres carriles en una dirección y los  arcenes, todo atestado de vehículos. En cada uno de los dos arcenes hay dos vehículos en fila que avanzan en la medida de lo posible.

 Para hacernos mejor a la idea: Tenemos una autopista con tres carriles, más los arcenes, lo que hace un frente de siete vehículos intentando moverse en la misma dirección, tres en la carretera y dos en cada uno de los arcenes.
Eso que para uno de nosotros sería un atasco imposible, para volverse majara, ellos se lo toman como lo ordinario de cada día, cosa que parece ser cierta y, tratan de ver la manera de vivir en la jungla del vehículo.
Vista la situación, me propuse no dar la menor muestra de fatiga ni de enojo. Los demás están haciendo lo mismo y las cosas van pasando, lentamente, pero van pasando.
Donde podríamos haber llegado a las doce y media, estamos a las dos, pero sin la menor queja o lamento ni de la parte del chófer ni de los pasajeros.
Ver maniobrar al conductor en estas circunstancias es una cosa muy interesante. Te permite darte cuenta de cómo maneja la situación, cómo deja un arcén y se va al otro, cómo luego vuelve al primero… pero todo esto con el atasco que hay y con todos los vehículos intentando avanzar lo más rápido que pueden… Esto es un espectáculo para ver y no para contarlo, para vivirlo y disfrutarlo, como si fuera una peli, pero siendo la más concreta realidad.
Y cuando eres capaz de ver la cosa sin apasionamiento ni mal humor, descubres que hay otra forma de ver las cosas y de hacer frente a la vida y que el estrés del que tanto nos dejamos llevar, también puede ser algo de lo  que nos podemos desprender como lo hacen los chóferes en este lugar y en esta circunstancia.
Tenía conmigo la cámara de fotos, pero no me pareció que merecía la pena utilizarla. Las fotos son tan pobre reflejo de una realidad que vives, que se te quedan demasiado cortas para explicar lo que te desborda por todos los sitios. Porque una cosa es tratar de contarlo y otra, estar en medio de la melé y salir airoso del trance.
Al lado del vehículo en el que viajé

Describir un viaje de este tipo implica tener presente un conjunto de sensaciones que difícilmente se puede uno imaginar si no las vive en persona, pues una cosa es lo que te cuentan y otra es lo que tú vives.
Estás en un vehículo pensado para una docena de personas y en el que vamos una veintena, ya para empezar estamos apretujados. Si a esto le añades unos treinta y cinco grados de temperatura, una humedad muy alta, pues estamos cerca del mar, un sol abrasador como cuando pica de nube, un polvo que te entra por todos los costados, pues los arcenes no están asfaltados, una gran contaminación por la combustión de los motores, un sudor que te corre por todo el cuerpo y que acabas con toda la ropa empapada y pegada al cuerpo, una sensación de ahogo, de falta de aire y espacio, los críos que te miran fijamente y no se pierden detalle porque eres blanco, los vendedores que a la menor parada en medio del atasco, están dispuestos a venderte por la ventanilla cualquier cosa, desde comida hasta calzado, o ropa, o cualquier baratija que tengan a mano y… Eso y más, se añade a tus sensaciones que tratas de acumular y registrar en tu cerebro  y además no dejarte vencer por la fatiga o el cansancio y seguir observando la cosa y acumulando para poder transmitirlo después.
Todo esto y más, es la experiencia del viaje de vuelta a la ciudad de Lagos, una de las más complicadas del mundo, a decir de la gente, pero por donde he pasado y no me ha dado la sensación de jungla salvaje, sino de una ciudad en la que vehículos y gente son muchísimos más de los que humanamente se pueden controlar y eso crea el problema de desbordamiento que puedes tener en un río con una crecida, pero lo que pasa es que aquí la crecida es de cada día y la solución, no creo que se pueda pensar a corto plazo.
Por lo menos yo estuve en el lío y logré salir vivo. Claro eso lo cuento yo que fui de paso. Quiero imaginar a tanta gente para la que esto es continuo, a diario, y les deseo que un día sin tardar mucho, algo se pueda solucionar y la gente pueda encontrar algo mejor que lo que tiene. Y mientras tanto, que Dios nos dé a todos la paciencia de saber adaptarnos a lo que tenemos y luchar por lo que nos hace falta.

Antonio.

viernes, 14 de febrero de 2014

14 de Febrero de 2014

Viernes

Vamos a misa a la parroquia, seguimos sustituyendo al párroco. Hoy preside Jos y después de desayunar vamos a clase de lengua. Nos pasamos el rato viendo las diversas formas de saludar a unos y otros. El saludo es una ceremonia muy importante por aquí y por eso hemos empleado tanto tiempo en ello.
        Seguimos sin luz y con problemas de conexión a internet, pero esperamos tener la oportunidad alguna vez.

       Hoy ha partido el cura que vivía en la casa de al lado a la nuestra. Ha estado en el país  durante cuarenta años y se ha ido definitivamente. La salud y otros problemas le han llevado a tomar la decisión. Le damos las gracias por su labor, le deseamos buen viaje y pronto restablecimiento y sentimos su partida, pues se nos había hecho la persona amable y cercana, siempre dispuesto a ayudar en lo que necesitáramos. Que Dios le acompañe y le bendiga por los muchos años de brega en su viña de Sierra Leona. Nosotros nos sentimos un poco huérfanos con su ausencia.

jueves, 13 de febrero de 2014

13 de Febrero de 2014

Jueves

Hoy hemos tenido ya la suerte de nuestra parte. Han entrado más de cuarenta correos que esperaban desde el día dos. He logrado tras varios intentos enviar los que tenía esperando y ahora, mientras funciona el grupo electrógeno y se va cargando la batería del ordenador intentaré leer unos cuantos de los correos que me han enviado y contestar los que pueda.
         Esta mañana dije misa en la parroquia de aquí cerca de casa. El párroco está enfermo y nos pidieron si podíamos ir a decir misa. Experiencia interesante. Como no hay luz, empezamos la misa a dos velas y con una linterna. Cuando al final ya había amanecido, nos presentamos para que nos pudieran ver y que también nosotros viéramos a la gente. Traté de que fuera algo familiar y cercano. Después, junto con los feligreses, subimos a la casa del cura y le deseamos buen restablecimiento.
       El calor sigue. He estado en el mercado y se aguantaba bien a la sombra; en casa ha habido los treinta y cinco de costumbre… Y estamos al principio de la estación cálida… Y pienso en el frío que están pasando por otros sitios… No sé si hasta en esto el mundo está mal repartido… Dios sabe lo que hace y yo estoy muy contento de poder soportar la situación, aun estando sin luz, lo que quiere decir ni ventilador, ni frigo; pero contento de estar donde estoy y viviendo lo que vivo.

       He estado estudiando un rato la lengua local y cuando he tenido entre las manos el libro de oraciones, el misal y el Nuevo Testamento, me he dado cuenta de que no es muy difícil, lo que me anima y espero que sin tardar mucho sea capaz de leer, pues es una de las cosas que más te motivan, cuando puedes leer y comienzas a entender lo que lees.

miércoles, 12 de febrero de 2014

12 de Febrero de 2014

Miércoles

Seguimos en las mismas, ni luz, ni internet. Hoy hemos tenido la segunda clase de mende. Vamos intentando hacernos con las consonantes y las vocales. Por suerte, casi todas las conozco, pues son sonidos comunes en muchas lenguas africanas. Y lo mejor, es que no hay tonos, cosa que facilita mucho la labor.

martes, 11 de febrero de 2014

11 de Febrero de 2014

Martes

Celebramos la misa de la Virgen de Lourdes y pedimos por los enfermos y por tantas personas que sufren, así como por nuestros bienhechores y los que rezan por nosotros y nos acompañan.
        La monotonía de los días de la semana comienza a repetirse. Hoy he vuelto a salir a hacer compras, a buscar cosas que nos faltan y no encuentro, a leer en los ratos libres y a tratar de comunicarme a través de internet y no lo he logrado. Paciencia ya ver cuando…

lunes, 10 de febrero de 2014

10 de Febrero de 2014

Lunes

Peter se ha ido por la mañana temprano, le ha llevado Jos al autobús. Hacemos oración, celebramos la misa, desayunamos y nos preparamos para comenzar nuestras clases se mende… Cuando estamos en la entrada de la casa del profesor, nos llama por teléfono para decirnos que no le han hecho las fotocopias que esperaba darnos, que esperemos una hora y lo tendrá todo a punto.
       Aprovecho para salir a hacer compras y fotocopias y. cuando vuelvo para ir a clase a las diez, el profesor llama que aún no están las fotocopias. Aquí hay que armarse de paciencia y a ver lo que sale.
       Me vuelvo otra vez a las compras. Estamos buscando una “vela” del filtro de agua, que una de las que nos vendieron está estropeada, pero aquí, en este pueblo no hay forma de encontrar la vela dichosa. Hemos recorrido la mayoría de las tiendas del centro, pero nos volvemos a casa con la vela rota…
       Parece ser que ahora ya está disponible el profesor y tiene las fotocopias, así que vamos a clase. Ha sido una buena experiencia, pues se ve que tiene idea de lo que hace y como lo hace. Nos da clase en inglés y es a partir de esta lengua que aprendemos la nueva. Tienen la característica de que se pronuncia como se escribe y el profesor se esfuerza por hacernos comprender que no es como el inglés. La explicación me agrada porque no tengo que aprender nuevas formas de pronunciar y también, y de manera muy especial, porque la lengua no tiene tonos muy variados, cosa que facilita mucho la labor de aprendizaje.
         La primera clase nos ha resultado entretenida y comentamos que hemos tenido una experiencia agradable y que creemos que el profesor nos puede ser de una gran ayuda. Además tiene una grabadora y está dispuesto a registrarnos las clases, de forma que luego las podamos escuchar. Creo que con esto ya tenemos un juguete para distraernos durante mucho tiempo, pues una lengua es algo que sabes cuándo comienzas, pero hasta dónde vas a llegar… El tiempo lo dirá. Yo por lo menos tengo ganas de ponerme delante del libro y a ver qué soy capar de leer.
       Estoy leyendo un libro sobre los misioneros católicos y el pueblo mende, y también tengo un misal y un libro de oraciones en mende. De los dos he intentado hacer fotocopias y me he pasado la tarde ayudando en el trabajo al de la fotocopiadora. Tienen buena voluntad y no mucho más, pero por lo menos tienen un grupo electrógeno que funciona cuando no hay luz, cosa que tampoco hemos tenido durante el día. Vino un rato a la tarde, pero ya se fue de nuevo. Estamos funcionando con el grupo electrógeno. También he intentado conectarme a internet  en el ciber, pero no había conexión, cosa que creía que me pasaba sólo en casa, pero también fuera hay esos problemas.

        En casa los albañiles siguen trabajando en la instalación del depósito del agua y los fontaneros en la tubería de la conducción. Los trabajos van a su ritmo y llevan su tiempo, así que paciencia y a seguir leyendo, que siempre es interesante ver lo que otros han escrito sobre la gente con la que estás trabajando.

domingo, 9 de febrero de 2014

9 de Febrero d e2014

Ayer logramos encontrar carburante y hoy puedo ir a los pueblos sin problemas. Salgo a las seis y media y dejo a Jos y Peter en casa, pues su misa es a las nueve y media. Hace un día agradable, hay un poco de niebla y veinticinco grados de temperatura.
        En Tikonko el jefe tradicional viene con un ambón y dos sillas para la iglesia y su mujer con un mantel para el altar. Se lo agradezco y los bendigo antes d comenzar la celebración. Hay unos sesenta en misa. Mitad adultos, mitad chiquillería. Quiere decir que la cosa se va haciendo a su ritmo, pues antes los críos no venían.
       Les he llevado unas bolsitas con varios condimentos y en la homilía nos entretenemos en abrir unas y otras y ver lo que es, para luego animar al personal a saber elegir el condimento adecuado en el momento necesario. Lo mismo hago con la gran linterna que uso cuando se va la luz y todos quedamos en que esta semana trataremos de hacer algo bueno para ser sal y luz como Dios nos pide en el evangelio que acabamos de escuchar.
          En el pueblo siguiente repetimos la misma jugada, pero adaptada a la situación, aquí hay una docena de adultos y casi cien críos. Y entre los adultos muy pocos entienden inglés, así que alguien me traduce y trato de ponerme a la altura de los niños, los más numerosos en la iglesia.
       A la vuelta a casa tengo que esperar un buen rato a que los otros vengan de la misa. Han sido numerosos y se lo han tomado con calma. Les ha traído el obispo, que ha estado con ellos en la misa. Nos saludamos cortésmente y luego, comemos lo que el coci nos ha preparado esta mañana, pollo y trozos de ñame cocido.
        Hace calor y seguimos sin luz y sin conexión a internet. Después de la siesta me doy una buena ducha y estoy un rato bajo el agua, que por suerte está un poco fresca. Me dedico a leer un libro que ha caído en mis manos sobre la gente mende y por la tarde vamos a cenar fuera, pues al mediodía hemos tenido visita de gente de los pueblos y hemos compartido lo que nos quedaba de comida. Es también una buena ocasión para invitar a Peter que mañana pronto volverá a Feetown.

       Encendemos el grupo electrógeno y nos vamos acostumbrando a utilizar los diversos aparatos por turno. Hoy es el frigo y la máquina de lavar. Voy controlando el voltaje en uno y otro y veo que la cosa funciona. 

sábado, 8 de febrero de 2014

8 de Febrero de 2014

Sábado
Hoy nos toca dividirnos. Jos va a estar con los jóvenes con los que estuvimos ayer y predicarles un retino y yo iré a los pueblos, pues hay reunión de los responsables de las diversas comunidades.
       Dejo a Jos en la catedral y me voy hacia Tikonko, nuestro pueblo de referencia. Y lo primero que constato es que hay problemas de carburante, cosa que suele pasar de vez en cuando. Tengo suficiente para ir y volver, pero el problema va a ser después, ver cómo nos las arreglamos para encontrar gasoil.
       La reunión en el pueblo, muy bien. Nos ha costado empezar, pues eso de la puntualidad no es su fuerte, pero luego lo han hecho muy bien. Había orden del día y lo han respetado. Las intervenciones han sido ajustadas a lo tratado y se ve que tienen costumbre de reunirse.
        En el momento que me han invitado a hablar he intervenido y les he sugerido que se puede marcar la diferencia entre ser católico y los otros. Les he hecho ver que todos en los diversos sitios rezamos y lo que nos tiene que diferenciar a nosotros es que hagamos el bien a los otros y en cosas muy concretas, como son las personas enfermas, los mayores… Les ha parecido bien la idea y me han prometido que la próxima vez que nos reunamos traerán noticias concretas de lo que piensan hacer en cada comunidad.
       Hay cuatro pueblos bien representados y alguno más que no llega a ser regular y en total somos veinte personas. Creo que la proporción es buena. Hay varias mujeres en el grupo, en particular me ha llamado la atención la presencia de la mujer del jefe de la zona, con un dominio de la situación  y sus ajustadas intervenciones que los demás seguían con respeto.
        Tuvimos arroz y pescado para comer y seguimos trabajando hasta que se acabaron los puntos del orden del día. Les sugerí la próxima reunión antes del miércoles de ceniza y así lo haremos, viniendo cada comunidad con las cosas que han hecho durante el mes y lo que se proponen hacer en el mes siguiente.
       En casa me encuentro a Jos que ha pasado la mañana con una docena de jóvenes del grupo don Bosco y Peter, salesiano que ha venido desde la capital para estar con el grupo de jóvenes mañana en la misa.
       Ayer vino la luz por la noche, cuando íbamos a apagar el grupo electrógeno. Hubo luz toda la noche. Me parece que es la primera vez que ocurre desde que estamos aquí, pero pronto por la mañana se fue y ya no ha vuelto en todo el día.
        Las obras de la traída de agua del pozo continúan a la vez que se sigue haciendo el soporte del depósito. Pensamos que para finales de mes podamos tener agua independiente de nuestro vecino y dejar así de importunarle, pues es él quien hasta ahora nos da el agua de su depósito, que es pequeño para compartir con nosotros.
        Seguimos sin conexión a internet, pero por lo menos hago la crónica y cuando se pueda se enviará.


viernes, 7 de febrero de 2014

7 de Febrero de 2014

Viernes
       Los trabajos de los albañiles siguen y la estructura para el depósito del agua va tomando forma en los cimientos. También me doy una vuelta por el obispado para dejar a Jos que tiene reunión y me paso por los espiritanos que me han encontrado dos libros, uno de oraciones y otro, la segunda parte de una tesis. del año setenta y siete sobre los mende. Por lo menos ya hay algo para entretenerme y seguir leyendo.
        Sigo buscando otras posibles fuentes de información, pero por ahora no he llegado a ninguna cosa concreta, aunque la esperanza está ahí y es lo que nos hace seguir buscando. Hoy he leído en el libro de historia que los grupos “cuerpo de la paz”, una asociación americana, han estado por aquí hace tiempo. Buscaré a ver si logro encontrar algo de lo que hayan hecho, pues suelen dejar cosas escritas.

       Por la tarde vamos a la catedral y nos encontramos con un grupito de jóvenes, el grupo de don Bosco, que siguen con la celebración de la fiesta de su patrono. Con ellos rezamos el rosario y les animamos a seguir conociendo e imitando a don Bosco.

jueves, 6 de febrero de 2014

6 de Febrero de 2014

Esta mañana he ido al mercado y entre otras cosas he comprado una bombona de gas, así podremos comenzar a utilizar la cocina de gas, pues hasta ahora el coci se las va apañando con el infiernillo de carbón y la lumbre de leña que hace con las tres piedras de la cocina de aquí.
       También han comenzado las obras para poner el depósito de agua para el servicio de la casa, de forma que podamos tener servicio independiente de la casa del cura de al lado, pues no hay tampoco agua de la ciudad. Lo que tenemos es un pozo y una bomba que lo extrae.
      Hemos ido, por la tarde, a la misa a la catedral, era un funeral por un cura espiritano que ha fallecido y que había trabajado en la diócesis durante bastante tiempo. Ha habido una veintena de curas y un grupo de fieles. Ha presidido el obispo.

       De vuelta a casa hemos encendido el grupo y nos hemos puesto a cenar. Después y cuando nos las prometíamos muy felices, ha habido un ruido extraño en el grupo y hemos visto que hay un problema, pues el enchufe está muy caliente y el plástico que lo protege ha comenzado a derretirse. Apagamos el equipo y a ver qué podemos hacer mañana. Y la conexión a internet tampoco funciona. Seguiremos esperando

miércoles, 5 de febrero de 2014

5 de Febrero de 2014

Lo de la luz, ya lo hemos dado por perdido y nos hemos procurado un grupo electrógeno. Hemos buscado un electricista y nos ha hecho la instalación y esta tarde tenemos luz del grupo. Ya hemos puesto el frigo en marcha y esperemos mañana poner los otros electrodomésticos también.
        Por lo menos ahora el ordenador podrá funcionar, aunque internet sigue con problemas y el correo electrónico también.

        Esta mañana también hemos tenido el primer encuentro con el profesor de lengua local, mende. Ha sido un encuentro para fijar horarios y esperamos a partir de la semana que viene tener clases regularmente.

martes, 4 de febrero de 2014

4 de Febrero de 2014

Ayer tomamos contacto con unas religiosas que viven en Moyamba, un pueblo de la diócesis a unos ochenta kilómetros, de los que la cuarta parte son por pista. Como vinieron con transporte público y la vuelta es problemática, nos hemos ofrecido a llevarlas a su casa y así nosotros podemos conocer un nuevo sitio en la diócesis. Ellas encantadas y nosotros también.
        Nos hemos puesto en camino y para las diez ya estábamos en Moyamba. Es un pueblo que tuvo su importancia cuando el ferrocarril pasaba por allí. Hoy, desviado de la carretera principal y con una pista deteriorada, vive un cierto letargo. Al menos esa es la impresión que me ha dado la vista del pueblo; lo que no impide que estén realizando obras de reparación en las calles y puentes en la ciudad.
       Las hermanas de san José de Cluny nos reciben con alegría. Habían venido dos y son cuatro en comunidad. Nos ofrecen el desayuno y después nos damos una vuelta por la casa. Tienen una escuela primaria y secundaria con más de quinientos alumnos. Tienen un servicio de rehabilitación y ayudan en la parroquia. Tienen bastantes problemas de agua y les he marcado dos sitios en los que pueden hacer pozos. Se muestran encantadas de que les diga que pueden encontrar agua abundante y espero que haya acertado de lleno, pues el péndulo da que los pozos serán de agua muy abundante.
       Para nosotros el día ha sido muy agradable y hemos disfrutado con la acogida que las hermanas nos han dado. Creo que también ellas se han sentido contentas con nosotros y así nos lo han manifestado. También hemos dado una vuelta por la parroquia donde hemos saludado al párroco y a su vicario, que da clases en el colegio de las hermanas.
        A la vuelta nos hemos parado en un sitio en el que  nos habíamos parado por la mañana, pero no habíamos encontrado a nadie. Es una casa en la que residen un grupo numeroso de indios, que por cierto, son de la misma zona que el salesiano que está conmigo. Ahora sí estaban y nos han llevado a ver la plantación que tienen de árboles de caucho. La realidad es que es un vivero en que en dos hectáreas tienen unos dos millones de plantas de caucho que injertan cuidadosamente y preparan para que las planten los que llevan esta industria en el país.
        Para mí ha sido todo un descubrimiento, ver que hay una tal plantación y la cantidad de trabajo y cuidado que necesita. Tiene más de una veintena de trabajadores indios, lo que habla del trabajo y la dedicación que deben de tener, además de la profesionalidad del personal.
       Me hicieron ver con detalle cómo se injerta un árbol y, cuando vi cómo estaban regando por aspersión y les pregunté de dónde venía el agua, también les marqué un sitio en la misma propiedad en el que pueden hacer un pozo y encontrar agua abundante. A mí me llamó la atención el trabajo que hacen y a ellos el que les marcara un sito para obtener agua. Espero que el intercambio sea fructífero.


lunes, 3 de febrero de 2014

3 d eFebrero de 2014

Ayer vino un rato la luz. Me dio tiempo a cargar la batería del ordenador y luego se fue. Hoy ha venido un ratito y luego se ha ido de nuevo y ahora estamos en las tinieblas de nuevo.
      La mañana la he pasado leyendo un libro de historia de Sierra Leona, al mismo tiempo que voy haciendo la crónica,  limpio la habitación y lavo la ropa de ayer. Para colmo ahora es el correo el que se me ha puesto con exigencias. Me pide la clave y si se la pongo me la vuelve a pedir, así que, paciencia y a ver lo que dura esto.

       Por la tarde hemos tenido encuentro los religiosos de la diócesis. Nos ha acompañado el obispo, en la parroquia a la que pertenecemos en la ciudad hemos tenido la misa y después hemos compartido la mesa. Una cosa bien organizada y con la alegría que los africanos saben comunicar y compartir. En la homilía nos han hablado del encuentro que el papa tuvo con los superiores de congregaciones religiosas y nos han invitado a meditar el texto que nos han presentado.

domingo, 2 de febrero de 2014

2 de Febrero de 2014

  Después de rezar y desayunar, salimos hacia los pueblos para la misa. Estamos en el primero a las siete y, aunque la misa es una hora más tarde, nos tomamos el tiempo de saludar a la gente y encontrarnos con ellos. Hoy por primera vez nos hemos encontrado en Tikonko con más críos que adultos, señal de que la normalidad se va recuperando. Es lo normal, en un pueblo en el que hay una escuela de los metodistas y todos los críos van a esa escuela, los domingos van a su iglesia. Desde que hemos llegado nosotros, los padres van trayendo a sus hijos a su iglesia… y eso de iglesia aquí es un tanto elástico, pues la gente reza y no le importa demasiado en qué sitio, si es que no está bien concienciada y seguida por los líderes de la oración.
       En el segundo pueblo también había 28 adultos y 61 críos, la proporción normal en estos casos, dos tercios son los críos y un tercio los adultos y valorar la presencia de unos y otros y tratar de estar a su altura y colmar sus esperanzas con una oración viva y cercana. Que el Señor en la fiesta de su presentación, nos ayude a presentarnos así delante de los fieles.

sábado, 1 de febrero de 2014

1 de Febrero de 2014

Seguimos sin luz, y ya van tres días. Nos vamos acostumbrando. La crónica es difícil hacerla al día porque no hay batería en el ordenador, pero ello no nos impide tener una buena linterna y leer lo que va cayendo entre las manos. Ya me he leído varios libros que hablan de Sierra leona, y también otro de los gordos, dos volúmenes de mil trescientas páginas sobre la historia de los salesianos en la India. Es muy interesante ver la  historia contada por alguien del país y las actividades, trabajos, penalidades y sufrimientos que pasaron los fundadores, pero es muy alentador ver que hoy es la India el país donde más salesianos tenemos, y algo me hace pensar también en nuestra aventura africana que estamos ahora viviendo.
       Tenía el ordenador enchufado, de forma que si la corriente venía, se pudiera cargar y la corriente vino y empecé a escribir mensajes y cuando estaba a medio cargar la batería; de nuevo se marchó la luz. Así estamos, esperando a que la luz venga para conectarnos y enviar mensajes. Aprender a ser pacientes también tiene su importancia.
      Esta mañana y de forma inesperada se nos presentó una culebra en la ventana de la cocina y entró sin pedir permiso. El cocinero se encargó de hacer su trabajo y hacer saber que es él quien manda en la cocina. Es el primer animal “especial” que nos encontramos y era sólo una inofensiva culebra. Esperemos que no pasemos a otros.


Aumentar el aire de las Ruedas en Bo (Sierra Leona)

Una función tan simple como completar el aire de las ruedas del vehículo es algo que resulta muy interesante e instructivo para ver la habilidad que el personal tiene cuando se trata de solucionar un problema.
Ya van varias veces que tratamos de poner un poco más de aire en una rueda porque está un poco baja, pero el hecho de conducir en la pista tampoco es mayor problema, pues si las ruedas están un poco bajas, se salta menos en los constantes baches que encuentras.
Hoy hemos tratado de hacerlo en un sitio al lado de la pista, pero el compresor no funcionaba, así que hemos ido a buscar otro mejor y lo hemos encontrado cerca de la torre del reloj, la foto que sale en internet sobre Bo. Allí he ido siguiendo cada uno de los pasos que los que reparan ruedas han ido haciendo y sacando fotos a los que pude, pues muchos detalles nimios, pero muy elocuentes, se te escapan. Incluso viendo las fotos, si no te explican lo que hacen se te pasan muchos detalles desapercibidos.
Primero, arrancar el motor del compresor es toda una ceremonia que requiere la mano de un artista. Han comenzado dos a trastear con él, han dado varias veces cada uno enérgicas vueltas a la manivela tratando de ponerle en marcha, pero no ha habido forma. Finalmente aparece otro con una minúscula latita de tomate concentrado en la que trae aceite y, una vez puesto el aceite, el motor se pone en marcha, emitiendo una nube negra alrededor y produciendo al mismo tiempo un considerable ruido.
Ya tenemos el motor en marcha y el aire a punto. Ahora tenemos el problema de que la manguera es lo justo para llegar desde el compresor a la calzada y no más, lo que requiere cambiar el vehículo de postura, con todo lo que implica de molestias, pues estamos en plena calzada, te tienes que dar la vuelta, hay poco espacio, vas a incordiar a todo el que pase… Pero no importa, Jos ( el otro salesiano que está conmigo), toma el volante y los del puesto le indican la maniobra a la vez que van parando las motos que circulan.
Trata de poner el coche a la distancia justa para que la manguera pueda llegar, pero ni por esas, tiene que cambiar de sitio para la rueda de atrás una vez que han rellenado la de adelante.

Y ahora queda la de repuesto, que está detrás en la puerta del vehículo y a la que no se llega porque la manguera del aire no es tan larga y hay que soltarla y ponerla a tiro de la manguera.
La operación es fatigosa, aflojar los varios tornillos lleva su tiempo y se necesita fuerza y maña para la operación. Y lo mismo pasa una vez que la rueda tiene aire, hay que volver a ponerla en su sitio, cosa que requiere fuerza, tiempo y habilidad. Pero con todo eso cuentan y de todo son capaces esta gente.
No he dicho, pero es detalle muy a tener en cuenta que no tienen aparato para medir la presión… El método de controlar en la de repuesto es, el que sostiene la manguera del aire, a medida que va pasando el tiempo, va dando ligeros, pero enérgicos, golpes con la mano libre y así va sabiendo cómo anda la presión en cada rueda… No me parece un método muy fiable, pero si aquí lo usan…
Tengo mi medidor de presión para las ruedas y dudo si hacérselo ver porque me lo van a pedir… Pero por otra parte tampoco pienso que lo pueda utilizar yo solo, ya que cuando quitan la manguera del contacto con la rueda, el aire sale y se produce una nube de polvo considerable de forma que hay que ser un manitas para poder parar el desinfle y poner el tapón que pare la salida del aire a presión. Y además, luego se trata de verificar si no hay fugas, para lo que ya tienen el método de mojar el dedo en la saliva de la lengua y aplicarlo a la salida del aire de la rueda. Si no se hincha y explora, quiere decir que está bien cerrado.
Para comprobar el inflado de las ruedas del vehículo, mientras uno está sosteniendo la manguera que lleva el aire, otro va dando golpes secos con el pie en la rueda que se está llenando, hasta que le parece bastante y entonces se para  la operación.
Otro detalle es el volver la rueda de repuesto a su sitio y apretar los tornillos, ceremonia que se lleva a cabo con la ayuda de unos y otros y que yo trato de fotografiar y tengo dificultades, pues están trabajando de espaldas y no me dejan casi espacio para ver de sacar algo en la foto.
Todo este trabajo de fotografiar lo he ido haciendo con una cierta discreción, pero al final me encuentro con el caballero que me quiere sacar la foto con su teléfono móvil mientras estoy haciendo las fotos. Para ellos es una cosa normal que no tiene la menor importancia y les llama la atención que un blanco se fije en eso que para ellos es lo más corriente. Ni me inmuto y cuando le veo le dejo hacer y al final hago lo mismo yo, también le saco a él al foto. Por cierto ha salido bien sonriente. Al final nos damos la mano y… hasta la vista.
Todavía he tenido tiempo de sacar una última foto, mientras Jos está pagando por el servicio. Las cuatro ruedas del vehículo y la de repuesto no llega a tres euros.


Así es la vida y así la vivimos y así la contamos y siempre tratando de aprender y ver las cosas buenas que cada día nos presenta y agradeciendo a Dios la oportunidad que nos da de vivirlo y de poder compartirlo con los demás. A todos Gracias. Antonio.


Aumentando el aire en las ruedas...
El compresor arranca y la nube de humo se extiende...
Ver encima del compresor
La manguera del aire llega justamente a la calzada



La misma operación en la rueda de atrás,
 después de haber movido el coche...

La misma operación, pero ahora después de haber
 dado vuelta el coche para que llegue la manguera...
porque tampoco se puede entrar a donde está el compresor...
... Está dando patadas rápidas y enérgicas para
 comprobar la presión de la rueda...
Hace falta ser todo un artista para esto...

Desmontando la rueda de repuesto,
pues la manguera no llega hasta ella

Comprobando la presión en la rueda de repuesto... 

Jos pagando el trabajo...

El que me quería sacar la foto...
Y a quien al final se la saqué yo...