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domingo, 30 de noviembre de 2014

30 de Noviembre de 2014

Domingo

   Uba va a Tikonko, preparando las cosas para la próxima inauguración de la nueva iglesia y yo voy a Mattru. El camino está practicable y la moto me lleva sin problemas.

Iglesia de Tikonko 

       Llego temprano pero ya hay gente esperando. Voy saludando a cada uno de los presentes personalmente y otros se van sumando. El número está alrededor de los doscientos cincuenta presentes con un buen porcentaje de niños.
       En el momento de la homilía los niños van a la sala de clase, lo que me permite hablar con mayor libertad a los adultos. Hoy tengo el cuentecito que también utilicé ayer con las parejas, de los pájaros emigrantes, cosa que siguen con atención, lo mismo que la consigna de que la misa empieza cuando abandonamos el sitio donde rezamos y dura hasta la próxima semana que nos encontraremos de nuevo.
      Me prometen hacer alguna cosa concreta, en particular en los barrios con la gente necesitada y les digo que espero que me cuenten lo que han hecho la semana que viene. El adviento ha comenzado y les he invitado a hacer algo concreto por los que tienen necesidad; lo mismo que esta semana se nos invita a velar, la semana pasada se nos decía qué tenemos que hacer en la vela: ver las necesidades del otro.
        La vuelta a casa ha sido una suerte, pues una moto que iba en dirección contraria me ha dicho que espere que viene a buscarme. Era el constructor de la iglesia que iba en busca de algunas cosas a su pueblo y que me la envió amablemente cuando ya había andado unos veinte minutos, pues hoy había pocas motos disponibles.
        La tarde ha sido tranquila. Ha muerto el padre de un salesiano aquí en la  ciudad y hay las visitas de rigor. También está nublado y acaba lloviendo un rato. La casa está vacía sin la presencia de los jóvenes que hasta ahora la llenaban de vida, pero estamos en otra nueva etapa y las cosas serán diferentes, pero sabiendo que Dios sigue presente en nuestras vidas.

        También el último día del mes nos acordamos de Don Bosco y le pedimos su ayuda.

sábado, 29 de noviembre de 2014

29 de Noviembre de 2014

Sábado

  La noche ha sido tranquila aunque me haya despertado varias veces por el calor. El día está despejado y los muchachos tienen las mochilas preparadas. Uba les lleva a la estación al tiempo que nos despedimos con un buen recuerdo.
      Creo que hemos vivido una experiencia agradable e interesante con los chavales, la mayoría de ellos musulmanes, que han estado aquí con nosotros. Han venido por mediación de Uba y entre todos hemos tratado de hacer que su estancia les resulte positiva. Cada uno tiene su experiencia personal a la espalda y con todos hemos tratado de tener una buena relación. Ellos han manifestado su agrado por la experiencia vivida estas semanas entre nosotros.    
       Por la tarde voy a la reunión con las parejas. Hoy hay un nuevo matrimonio y se van sumando alguno más de los anteriores. La cuestión del ébola hace estragos en las relaciones, pues la gente ha cortado mucho su vida social, pero por suerte nosotros no tenemos casos en la zona y esperemos que dure, pues en otros sitios del país la cosa es seria.
        En la reunión les hablo de la colaboración que tienen los pájaros migratorios en el vuelo que hacen juntos, cosa que les llama la atención, pero les sorprende más la aplicación que luego hacemos del ejemplo de los pájaros a la vida de las parejas y al grupo en su conjunto. Veremos si la semana que viene el ejemplo ha dado fruto.
        Cuando vamos por la pista nos sorprende gratamente que hay una máquina para nivelar el piso de la pista. Y es que hay un hospital en la zona interior y es la pista la que permite llegar hasta él. Con la cuestión del ébola y de los enfermos, parece ser que arreglarán un poco el camino, cosa que a nosotros nos viene muy bien, pues nos ayuda en el recorrido.


viernes, 28 de noviembre de 2014

28 de Noviembre de 2014

Viernes

Seguimos yendo a la granja a trabajar, aunque hoy me quedo en casa esperando al profesor de lengua, que al final no llega. Por lo menos aprovecho el tiempo, pues ha venido a verme el constructor y nos pasamos el rato intercambiando informaciones. Siempre es interesante ver lo que otro piensa y ver de qué forma reacciona. Hoy me ha preguntado cosas acerca de la construcción de una puerta y le ha llamado la atención ver que tengo fotos de muchos modelos.
      También voy a sacar fotocopias de un libro de oraciones y después de comer es el turno de ir a los pueblos que están lejos. La pista está en mal estado y nos lleva mucho tiempo el recorrerla, pero hay que armarse de paciencia.
      En Cassama la gente está, pero viene con cierta parsimonia. Al final el mismo número que la semana precedente. Hoy ha venido un matrimonio de Nyargorhun y les ha hablado. Están contentos de escuchar a otros hablar y se muestran interesados en el tema, que les explicaré con calma en otros encuentros.
        En Valehun es Uba quien dirige la oración y dividimos a los adultos y a los críos. La noche es ya cerrada y hay un buen rato de animación, mientras los críos lo hacen a la parte de fuera de la iglesia.

       Es tarde y el camino es malo, lo que nos hace llegar a casa más de las nueve y media. Nos están esperando para cenar, que se suele hacer a las cocho y la gente tiene hambre, pues mientras comemos no habla nadie. Al final la cosa está tranquila y los muchachos que están con nosotros  han hablado de su intención de partir a sus casas, cosa que Uba les recomienda hacer el sábado.

jueves, 27 de noviembre de 2014

27 de Noviembre de 2014

Jueves

     Como cada mañana vamos a trabajar a la granja. La cosa va avanzando, Hay quien se queda en casa con paludismo, pues es la enfermedad de todo momento. Pero también a eso estamos acostumbrados.
       Por la tarde voy a Mattru en moto, como los demás que me acompañan. Los monaguillos están presentes y comienza a venir gente a ver al cura. Hoy ha venido una señora a saludar. También luego se ha presentado un señor mayor que luego he sabido que es el jefe del pueblo. Habla un poco de inglés y ha venido para confesarse. Me ha dicho que fue bautizado en un pueblo no lejos de aquí en el cuarenta y siete. Luego ha venido un crío que me traía como regalo tres naranjas y un pepino. Se lo he agradecido y hemos estado hablando un poco.
       En casa nos hemos enterado de que el médico que nos atendía en la capital, especialmente a los niños de la calle, ha dado positivo de ébola… Esperemos que sea de los que se salven… Y recemos por él.

      Se hace sentir el calor y la humedad, lo que te produce una sensación de estar empapado y tener poco espacio para respirar, pero a la hora de dormir, eso se soluciona con echarte en el suelo. Por lo menos si hoy tampoco el suelo no está muy fresco, lo está más que la cama que te da la sensación de calor en cuanto la tocas.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

26 de Noviembre de 2014

Miércoles

Lo  del contenedor ha ido bien, pero se han quedado a dormir en la capital porque era muy tarde para volver, lo que han hecho es madrugar y han llegado lo antes que han podido, pues había quien esperaba para trabajar en la granja, cosa que han hecho, aunque sea con retraso.
      Aquí hemos hecho un poco de trabajo alrededor de la casa, arreglando los sitios que la lluvia ha cegado y preparando para si hay otra. El día es tranquilo y no muy caluroso. Todavía se nota el efecto de la lluvia de ayer.
       Voy a sacar fotocopias, hay trabajos que quiero hacer y, hay que tomarse las cosas con calma y me hacen volver por la tarde y, por suerte, las cosas estaban hechas.
       Vuelven los del contenedor y del trabajo de la granja. Parece que la cosa avanza. Y por aquí por suerte lo del ébola parece ser que es materia pasada. No así en otras zonas del país, capital incluida, donde las cosas siguen siendo serias.

        Lo del paludismo hoy ya es un recuerdo, o por lo menos eso es lo que quiero que parezca. He acabado de tomar los medicamentos y las sudadas también han disminuido. Esperemos que nada se manifieste de nuevo.

martes, 25 de noviembre de 2014

25 de Noviembre de 2014

Martes

La noche ha sido tranquila. He dormido, aunque me he despertado varias veces bañado en sudor. Se van a limpiar a la granja y lo primero que hago en meter en la lavadora la ropa para que esté pronto seca si es necesario.
        Al poco tiempo empieza a llover con intensidad y se pasa la mañana lloviendo. Pienso en los que están en la granja que finalmente vuelven a desayunar a casa. Están empapados y cuando llegan la lluvia se desata con mayor intensidad. Yo creía que la estación de lluvias había acabado, pero aquí las cosas son mucho más largas que lo que tengo de costumbre. A estas alturas en Cinkassé o en Kandi ya hace semanas que tienen el polvo del desierto como norma general de cada día.
          En la comida avisan que un contenedor ha llegado al puerto y Uba sale de estampida a ver de hacer las gestiones para sacarlo cuanto antes. Le acompañan dos ayudantes, siempre acompañado es mejor.
          La tarde es tranquila y no sudo tanto. Kasimu, uno de los jóvenes con los que estuve ayer, viene a verme con el libro y  nos pasamos un rato leyendo. Le cuesta mucho entender, pero la verdad es que el párrafo que nos ha tocado es difícil. Por lo menos el interés que pone es encomiable.


lunes, 24 de noviembre de 2014

24 de noviembre de 2014

Lunes

Van a trabajar a la granja, pero hay varios que nos quedamos. Todos andamos con el paludismo, pero las cosas van a su ritmo mejorando.
       Viene a verme el catequista, que piensa en darme clase y, aunque indispuesto por el paludismo, estoy disponible, pues no es algo que encuentre todos los días. Y en cuanto empezamos, se presenta el constructor de la comunidad de Mattru con planos del terreno y queriendo saber algo más sobre lo que necesitamos, pues le he pedido un presupuesto, algo que veo que es complicado, pero que trato de explicarle que es lo primero que necesitamos si queremos construir un edificio, tener un cálculo de lo que nos puede costar.
        Creo que ha comprendido y me promete hacer lo posible por conseguir lo que le pido. Me pide también un calendario de María Auxiliadora, y le doy unos cuantos de los que me quedan que llegaron en agosto  y que están en francés, pero no importa, los calendarios le llenan de alegría.
       No sé por qué hoy, 24, la cosa ha aparecido así, pero por lo menos ya le he dicho a Ella que haga su trabajo y parece ser que hoy, su día, me está diciendo que quiere estar presente entre la gente y por eso le he dado varios calendarios y lo mismo he hecho luego con el catequista. Sé que Ella hará bien su trabajo y se lo pido en especial en su día.
      Vuelven del trabajo de la granja y yo sigo un rato con el catequista y con la clase de lengua. Después hablo un momentito con Samuel, el salesiano joven, quien me hace ver que la cuestión de leer no es lo que les interesa a los jóvenes que están con nosotros. Me preocupa porque es la realidad, pero no encuentro una solución fácil a ese problema del que hemos hablado varias veces.

      Después de la comida y la siesta me paso un rato leyendo y Samuel viene para dar su clase y hacer que los muchachos lean un rato. Estoy presente y veo las dificultades enormes que tienen para leer y trato de volver a leer los párrafos con ellos y buscamos comprender las palabras y al final de la clase dos de los más problemáticos se quedan un rato conmigo y me hacen ver su interés, pero la realidad es que en la escuela lo que les pasa es que el que no sabe leer, lo pasa mal porque los otros se ríen de él… Les hago ver que aquí no estamos en la escuela, estamos para ayudarnos y para aprender. Se sienten confiados y leemos y les encanta lo que hemos hecho y se llevan el libro y me prometen que vendrán a verme para que les ayude.
       Me encuentro contento de la reacción y creo que es lo que me faltaba de comprender en ellos, que a pesar de que yo me esfuerzo en hacerles comprender la necesidad de la lectura,  su experiencia negativa de la escuela pesa mucho, y llegar a romperla y ver las cosas en positivo no pasa la primera vez… Y también en eso trato de ver la presencia de la Madre en su día y le agradezco el trabajo que ha hecho entre nosotros, pues creo que es el principio de un camino muy importante para los jóvenes que están con nosotros, tener una experiencia positiva de la lectura.

       Sigo tomando las medicinas para el paludismo y sigo sudando abundantemente, lo que acumula camisetas para lavar, pero no me siento mal ni muy cansado.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Una Imagen vale mas que...

La Iglesia de Tikonko avanza a buen ritmo

Sombrero y Mochila compañeros inseparables en la escuela de Cassama

Secadero de Gari 

Planta de mandioca ya crecida cuyas raices darán el Garí

Poniendo el Tejado en la Iglesia de Tikonko

Otro secadero de Gari

23 de Noviembre de 2014

Domingo

La noche ha sido tranquila, aunque me he despertado varias veces bañado en sudor. A la máquina de lavar han ido las existencias de camisetas y sábanas mojadas mientras salía hacia Mattru a decir la misa. Uba ha ido a los otros pueblos.
      Cuando vuelvo de la misa saco las cosas de la lavadora y meto las nuevas que tengo empapadas, alba incluida. Por lo menos he podido celebrar la misa sin mayores dificultades y con mucha gente. Hoy los niños han ido a una de las salas de clase durante la homilía, acompañados por los animadores. Creo que ha sido una buena experiencia, pues la homilía ha sido para los adultos y todos nos hemos sentido más a gusto con la situación que se ve necesaria.
      Sigo tomando comprimidos para el paludismo y sigo sudando, aunque hoy también hace tanto bochorno que ya no sabes por qué sudas. La lluvia acaba viniendo al final de la tarde y refrescando un poco el ambiente.

      Estoy  flojo, pero participo en la oración de la tarde y, aunque sigo sudando, por lo menos las sensaciones son buenas. No hay el cansancio de otras veces y el estar con los otros es agradable.

sábado, 22 de noviembre de 2014

22 de Noviembre de 2014

Sábado

   Me levanto con ánimo, pero me doy cuenta que el cansancio que tengo es grande. Uba va a Kenema para resolver algunos asuntos y nos quedamos haciendo labores alrededor de casa. Yo duermo un rato y cuando me despierto me encuentro más recuperado, pero busco una moto y me voy a la farmacia a comprar un antipalúdico, antes de que sea más complicado, pues tengo fiebre. Y es que ahora en cuanto hay fiebre, lo primero en que se piensa es el ébola… El de la moto es muy amable, vamos hablando de muchas cosas y nos encontramos con una manifestación. Unas cincuenta motos recorren el camino gritando algo sobre el ébola. Detrás viene una furgoneta con altavoces y sensibilizando a los que escuchan.
      Comienzo el tratamiento del paludismo y por lo menos no tengo problemas con las pastillas, pues si espero más tiempo, después mi estómago no acepta comprimidos.  Duermo un rato y lo mismo hago después de comer sudando abundantemente.
       Voy a los pueblos para la reunión de las parejas y pasamos por Tikonko, donde están poniendo las chapas del tejado al edificio de la iglesia que estamos construyendo. Las obras van a buen ritmo y esperamos inaugurarla en diciembre.

      Las parejas están presentes y activas, aunque la cosa avanza lenta. Hay alguien que está enfermo y rezamos por él, lo mismo por los que no han venido, a la vez que prometemos ir a visitar a los ausentes.

       A la vuelta a casa no tenemos luz y sí complicaciones con el grupo electrógeno, además de problemas con la leña que está mojada y ahúma mucho, por lo que la cena se retrasa un rato, pero al final todo tiene solución. Yo estoy cansado y con ganas de dormir, pero sin mucha fiebre, por suerte.

viernes, 21 de noviembre de 2014

21 de Noviembre de 2014

Viernes

Ha llovido por la noche y el terreno está mojado. Pero nada impide el que realicemos el trabajo y a medida que sale el sol se va secando. También me dedico a cortar maleza con los chavales y al final estoy más cansado que ayer… Esperemos que no venga le paludismo, pues suele aprovechar los momentos en los que estás bajo de defensas para atacar.
      Estamos un rato con los chavales en clase. Vemos en Google la finca en la que trabajamos y alguien me pide que les enseñe mi pueblo… Se quedan sorprendidos de ver que es más pequeño que uno de los de aquí, pero sobre todo lo que les llama la atención son las fotos que hay con el paisaje nevado.
      Después volvemos a nuestro trabajo de los días anteriores, identificar los países de África en un mapa mudo, cosa que les sigue costando y que me prometen que intentarán conocer mejor.
      Durante la noche duerno a ratos y creo que tengo algo de fiebre, pero no mucha.


jueves, 20 de noviembre de 2014

20 de Noviembre de 2014

Jueves

Salimos temprano hacia la finca y a pesar de que ayer han descansado, todavía hay quienes se encuentran cansados y es que limpiar la maleza es una tarea ímproba y requiere mucho esfuerzo. Hoy yo mismo me doy cuenta de que he hecho demasiado esfuerzo en el trabajo, pues me encuentro también muy cansado. Esperemos que un buen sueño nos lo arregle para mañana estar en forma.
       Por la tarde vamos a Mattru y hay reunión con los monaguillos. Yo espero un rato a ver si viene alguno y voy repasando los textos de la misa en mende. Después nos damos una vuelta por el pueblo saludando a los que han vuelto del campo. La gente es muy agradable y les encanta que te des una vuelta por el pueblo y que les veas y que te vean. El mende todavía tiene que esperar para hablar con la gente.

       De vuelta a casa amenaza la lluvia, pero no cae, sí acaba cayendo después de cenar, con lo que el sueño está arreglado sin sudar.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

19 de Noviembre de 2014

Miércoles

  Hoy los muchachos descansan del trabajo del terreno, pero lo toman por la mano un grupo de gente de un pueblo y hacen en varias horas lo que los chavales han hecho durante días… Lo que es la costumbre de trabajar en algo concreto…
       Uba ha ido a buscarlos al pueblo por la mañana y los vuelve por la tarde, al mismo tiempo que vamos a los pueblos los miércoles.
       A pesar de que hemos salido de casa temprano, el tiempo se nos pasa recorriendo caminos (volvemos a los que han trabajado en la finca a su casa),  y cuando llegamos al pueblo al lado del río Sewa, ya en la hora pasada.
      No tardan mucho en componerse y venir a la escuela que hace de iglesia y allí empezamos cantando y leyendo el evangelio. Ha venido con nosotros Daniel, el que lidera la coral en Nyargorhun y con él catamos varios cantos y acaba hablándoles de  la experiencia que ha vivido con su mujer y cómo se entienden, a pesar de que haya discrepancias. A la gente, que hoy han venido el doble, les agrada lo que cuenta y prometen rezar juntos en la familia.
       En Valehun nos están esperando, pero no han hecho los deberes de la semana pasada, pues sólo una señora habla de que ha rezado con su marido y reconoce que muchas cosas han cambiado y por eso le da las gracias a Dios. Yo aprovecho para hablarles del cambio que queremos hacer del día de la oración. Esperemos que se acuerden la semana que viene.

      El tiempo se nos ha ido pasando, el camino está en mal estado y el tiempo para hacerlo es grande, pero al final todo llega, aunque sea tarde, pues llegamos a casa a las nueve pasadas. Cenar, ver el correo y hacer la crónica son las cosas que voy haciendo lo más pronto que puedo, así no me olvido.

martes, 18 de noviembre de 2014

18 de Noviembre de 2014

Martes

De nuevo vamos a trabajar a la finca y de nuevo aparecen las avispas, pero al poco rato se sigue el trabajo sin problemas. El ambiente es pesado y esperamos que llueva, pero acaba volviendo el sol.
        Tengo que hacer unas fotocopias y me lleva a la ciudad Coco en su moto. Mientras estamos esperando que nos hagan las fotocopias, pues lo llevan con lentitud, se desata la lluvia y durante casi una hora está lloviendo intensamente. Son los chaparrones del fin de las lluvias que a veces son muy locales, pero que donde te pilla te moja en pocos segundos.
       El rato que estamos esperando, Coco, me dice que tiene decidido pasar unos días donde las monjas en Lunsar, tratando de ayudar a los afectados por el ébola en aquella zona. Me parece una cosa muy interesante y que puede hacer un gran servicio y el trabajo que se propone hacer entre nosotros no tiene prisa y puede esperar un par de semanas. Por ello le animo a que vaya donde las monjas y que ayude en todo lo que pueda. En esa zona hay muchos más casos de  la enfermedad y necesitan asistencia. Le digo que nosotros le estaremos esperando, pues las escuelas no tiene prisa y lo podemos realizar más tarde sin problemas.

       Después de cenar seguimos con el pelo de Moisés y hoy viene alguno más. Tampoco llegamos al final. Lo dejaremos para otro día porque hoy es tarde.

lunes, 17 de noviembre de 2014

17 de Noviembre de 2014

Lunes

La noche ha sido tranquila. Además llovió y refrescó, permitiéndonos un mejor sueño. La mañana amanece medio lloviendo, pero no nos impide ir a la finca a trabajar y, aunque caen unas gotas, el sol acaba imponiéndose y brilla. El trabajo se sigue de forma normal hasta que en un momento un grupo sale corriendo, y es que las avispas estaban en su nido y se las ha molestado. Cambiamos de sitio y seguimos el trabajo.
       Viene un grupo de chavales de paso y me entretengo hablando con ellos. Son del pueblo y andan sin rumbo fijo. No hay clase y vienen a ver qué pasa. Nos hacemos amigos y me preguntan qué vamos a hacer en la finca. Les digo que algún día habrá espacio para que puedan venir a jugar y se ponen contentos.
      Por ellos sé que ha habido dos muertos en el pueblo, un niño de corta edad y un chófer de la ambulancia. No me saben dar más detalles, pero sí me confirman algo que ya sabía, que hay varias casas en cuarentena. Creemos que es el único pueblo de nuestra zona que tiene gente en cuarentena. Parece que las cosas van pasando de esta zona a otras que tienen muchos más casos. Esperemos que se acabe la situación cuanto antes.
       Cuando volvemos del trabajo voy a comprar a la ciudad cosas de aseo que necesito y por la tarde tengo un rato de clase formal con los chavales que tenemos en casa. El nivel formativo es bajo, pero intento meter en ellos el interés por la lectura o por alguna actividad de tipo intelectual. Por lo menos no lo rechazan. Esperemos que lo que prometen se haga realidad.

        Siguen con sus actividades y entrenamientos y después de oraciones de la tarde y la cena, les empiezo a pasar la peli sobre Moisés. Hay quienes siguen con mucho interés y quien se queda dormido porque está cansado. Mañana seguiremos, pues no es para acabar en un día.

domingo, 16 de noviembre de 2014

16 de Noviembre de 2014

Domingo

La noche ha sido tranquila y un chaparrón acompañado de viento y aparato eléctrico se ha encargado de refrescar el ambiente que nos ha permitido un sueño agradable y reparador.
     Voy a Mattru mientras Uba va a Tikonko y me acompaña Coco, el cooperante que saca muchas fotos. Me lleva en su moto y me resulta muy dura la suspensión, de forma que la espalda se resiente y vuelvo en una moto-taxi, que es mucho más blanda.
      La realidad que vamos viviendo con esta comunidad de Mattru es muy positiva. Ellos se encuentran a gusto con nosotros y nosotros también con ellos. Intento estar un buen rato antes del comienzo de la misa y saludar a los que llegan. Es una alegría grande el volverse a ver y se sienten muy complacidos del encuentro. Yo voy identificando fisonomías y ellos van teniendo confianza conmigo, los niños en particular, aunque por la cuestión de la enfermedad nos mantengamos distantes y no nos demos la mano…
       
El hangar de la misa y el catequista


Está lleno y hay gente que sigue desde fuera

Las Ofrendas


Van trayendo los bancos de la escuela para la misa

Al final de la misa, en los anuncios dan las estadísticas del domingo pasado y dicen que había ciento noventa y dos personas. Hoy son alrededor de los doscientos cincuenta, pues le he pedido a Coco que cuente y es la cifra que me ha dado. Ellos mismos son conscientes de cómo aumentan y están alegres sabiendo que algo nuevo se está produciendo en la comunidad.
       La procesión de ofrendas es tan vistosa como otras veces y al final hay dos sacos llenos de víveres, desde agua a mandioca, pepinos, plátanos de varios tipos, pomelos, naranjas, limones... Todo el muestrario de lo que se produce en sus campos. Traen las cosas en pequeñas bolsitas y en la procesión se van añadiendo nuevos oferentes y al final hay una multitud alrededor del altar que esperan la bendición del cura antes de retirarse a sus sitios respectivos.
      En los anuncios la gente aplaude cuando dan el número de los presentes la semana pasada y yo les animo a que sigan aumentando y les propongo que nos ayuden a limpiar el terreno que tenemos en Towama que no está lejos de allí y nosotros nos interesaremos por conseguir fondos para la construcción que tenemos entre manos. Me dicen que estarán dispuestos a partir de la semana que viene.
        Para volver a casa no hay problema, pues aparece una moto de forma inesperada y, aunque acabó pinchada, por lo menos apareció otra que esta vez sí me trajo hasta casa sin novedad. Coco me pasó las fotos y disfruté un buen rato viendo las caras de felicidad de los participantes.
      Creo que se encuentran muy a gusto con nuestra presencia y cuando le comento a alguno el hecho de que queremos estar cercanos a ellos y trabajar juntos, me  dice que están contentos, pues hacía unos cuantos meses que no les visitaba ningún cura y ahora que estemos con ellos cada domingo les parece una gran cosa y les llena de alegría el pensar que muchas cosas van a cambiar en poco tiempo.
      Por lo pronto la cuestión de los terrenos es algo que está en marcha y esperamos el resultado de las gestiones esta misma semana y, una vez que sepamos el terreno con el que podemos contar, procederemos a planificar las construcciones empezando por la sala que servirá como iglesia.

      La tarde es tranquila. Después de una buena siesta, me dedico a poner cosas al día y a leer un libro sobre Don Bosco, a la vez que intento responder los correos que tenía atrasados, pues hay electricidad.

sábado, 15 de noviembre de 2014

15 de Noviembre de 2014

Sábado

Nos levantamos un rato más tarde y hoy el trabajo lo hacemos en casa, limpieza y ordenar los diversos sitios. Después del desayuno viene la luz y puedo consultar el correo y la prensa, que ayer no pude. También tengo tiempo para dedicarle un rato a la limpieza del cuarto que va viendo cómo llega el polvo.
        Hacia el final de la mañana tenemos con los chavales una reunión de evaluación. Se prolonga más de lo que esperábamos pero es muy positiva y agradable. Se encuentran a gusto con la estancia aquí y con lo que hacen. A nosotros  nos preocupa un poco el tema del estudio, cosa que no sienten demasiado cercano. Tratamos de motivarles para que por lo menos lean.
       Con la misa y la mesa acabamos la mañana y después de una breve siesta salimos hacia los pueblos, pues hay reunión de parejas.
       Nos acompaña Coco, el cooperante, que va en su moto. Nos paramos a saludar al jefe tradicional y a presentarle al cooperante. Se queda con él hablando de los planes que tiene y al volver a casa me comenta muy contento que ha visto en el jefe a una persona muy abierta, lo mismo que a su mujer, pues con los dos ha estado hablando y que le ha encantado el encuentro.
        En el pueblo, después de saludar a unos y otros, me he dedicado a hacer fotos, pues estaban haciendo el gari (mandioca rallada) en varios sitios y cuando estaba en plena faena, un señor se ha puesto el arnés para subir a una palmera y he aprovechado para sacarle todas las fotos que he podido.
        Hoy la reunión de parejas ha contado con más gente que los otros días, pero ha habido de todo un poco, desde los matrimonios bien centrados y con las ideas claras, hasta la mujer que ha traído a su marido, musulmán, y que le ha dicho delante de los demás que no quería saber nada con la reunión… Son cosas que ellos saben resolver y a ellos les digo que lo hagan, pues aún no conozco suficientemente las costumbres y no quiero intervenir sin saber.
        También había otro matrimonio que el marido había prometido venir hace tiempo y hoy finalmente se han decidido. Con estos la cosa fue más sencilla. También había otro a quien la esposa le ha dejado y se ha vuelto a casa de su madre… Otro tema para tratar con calma y ver de parlamentar para encontrar una solución viable. Como no es la primera vez que algo así sucede, también ellos saben los pasos a dar.
       Por lo menos hoy hemos visto nuevas caras y que el grupo de las parejas, a pesar de los inconvenientes del ébola, puede seguir aumentando.

        También hemos tenido la noticia que no hay elementos en cuarentena en los pueblos a los que vamos y que parece que por aquí la situación de la enfermedad está bajo control. Veremos si el tiempo nos dice que es así, pues las noticias que se oyen de otros sitios no son tan alentadoras.

viernes, 14 de noviembre de 2014

14 de Noviembre de 2014

Viernes

Uba y Coco, el cooperante van a Lunsar a un encuentro para ver qué se puede hacer con afectados por el ébola, especialmente niños desubicados, Tienen una experiencia bonita al ver a gente de iglesia, religiosos especialmente, que dan testimonio de lo que tratan de hacer en estas circunstancias tan especiales. Además de la certeza de que la situación está fuera de control y no sabemos por cuanto tiempo.
        Nosotros hacemos trabajos de limpieza en casa y también viene a verme el catequista de Mattru que me ayuda en la lengua mende, Estamos viendo lo que podemos hacer para mejorar la pronunciación y tratamos de hacer un programa de encuentros regulares, pero no es fácil, pues la semana que viene habrá unos días de toque de queda y no se podrá desplazar… Veremos después si se puede organizar algo regularmente. Por lo menos la impresión que tengo es que podemos trabajar.
       Después de comer estamos sin luz, pero es que ahora no hemos pagado el recibo y cuando van a pagarlo hay tanta cola que después de esperar largo tiempo, tienen que abandonar. Mejor intentarlo mañana.
       Cenamos con la luz del grupo y después paso una peli a algunos que vienen. Intento hacerles ver películas de forma reflexiva y buscando lo que quieren decir, no sólo por divertirse. Les llama la atención, pues no suelen hacer las cosas de esta forma.

        La lluvia, que durante la tarde había amenazado, se nos presenta de la misma forma que ayer, una tormenta con viento y truenos que nos deja un rato envueltos en el ruido que hace el agua al caer en las chapas del tejado. Después de la tempestad viene la calma y el ambiente fresco tan agradable después de hacer sudado durante todo el día.

jueves, 13 de noviembre de 2014

13 de Noviembre de 2014

Jueves

Hoy celebramos Artémides Zatti, el patrono de la Inspectoría. Vamos por la mañana a trabajar a la finca, como todos los días. Sigue sin llover y se nota que la pista está seca y empieza a haber polvo, cosa que hasta ahora no  ocurría. Celebramos la misa en honor del patrono y después de comer voy con uno de los chavales a Mattru, él para la reunión con los monaguillos y yo para encontrarme con los que quieran venir.
      Es algo que tratamos de hacer para que la gente se vaya acostumbrando a vernos en la nueva presencia y que sepan que queremos estar con ellos. Hemos llegado con bastante tiempo y nos damos un paseo por las casas de los alrededores. Muchos están aún en el campo y los monaguillos van viniendo con parsimonia.
      Estoy leyendo un libro mientras los monaguillos ensayan las ceremonias de la misa. Después de un buen rato vienen a verme el catequista y el constructor para informar de los pasos que están dando en relación a la obtención de nuevo terreno para la parroquia. Están animados y tienen buenas perspectivas, pero por ahora nada hay de concreto aún.
      La vuelta a casa sigue siendo problemática a la hora de encontrar la moto-taxi que nos conduzca, pues a esa hora ya no circulan.
      Después de la oración de la tarde celebramos la fiesta en la cena, algo especial que han preparado entre varios de los chavales. El ambiente es agradable y la celebración se vive con alegría.

       La luz, que había estado presente la mayor parte del día, se va y nos visita la lluvia con viento. Tiene el aspecto de las últimas lluvias de la estación, pero aquí estoy poco acostumbrado a esto, pues llueve más del doble que en los sitios donde he estado antes y eso me tiene un poco descontrolado. Por lo menos refresca y puedes dormir.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

12 de Noviembre de 2014

Miércoles

Como los chavales están cansados no vamos a trabajar en la finca, pero sí lo hacemos en cosas de los alrededores de la casa. Uba va a llevar a los que trabajan en la iglesia en Tikonko, pues han tenido problemas con su vehículo, y nosotros percibimos bien el cansancio de los chavales, pues incluso aquí se sientan a veces a descansar.
      Por la tarde vamos a los pueblos, Cassama y Valehun. Hace dos días que no llueve y la carretera comienza a secarse. Como hemos salido pronto, llegamos a destino antes que otros días y vemos a la gente volver del campo y prepararse para venir a rezar. Me doy una vuelta por la escuela, aulas abiertas, buena construcción, pero sin mobiliario. El ébola tiene todo paralizado y no sabemos hasta cuando.
       Poco a poco van llegando y nos reunimos en el aula de clase. El número es el mismo, una veintena en total, y nos vamos conociendo y tratamos de hacer que el encuentro sea algo agradable y ameno. Hay gente que no ha venido porque están en el campo acabando de recoger la cosecha.
       En Valehun el que tiene la llave de la iglesia no ha vuelto del campo y estamos un rato esperando a que nos abran. Por fin nos juntamos y tratamos de recordar el evangelio que han leído por la mañana en la oración que hacen cada día, pero les cuesta acordarse.
       Les invito a rezar en cada casa, marido y mujer con los hijos. Hay varios que lo prometen y veremos a ver si la semana que viene lo han hecho y podemos pensar en comenzar la reunión con las parejas también aquí.
       El hecho de esperar, nos ha retrasado y llegamos a casa muy tarde, casi las nueve, pues el camino está en mal estado. Aquí nos encontramos con Coco, el cooperante que había ido la semana pasada a ver los sitios en los que ha trabajado y que ha vuelto y está dispuesto a trabajar con nosotros.
       También se han reintegrado los muchachos que habían ido a la capital a cuenta de los problemas de alojamiento del barrio enfrente de nuestra casa. Parece ser que las cosas se han calmado y no habrá desalojos, al menos por ahora.

       Después de cenar estoy hablando un rato con el cooperante  y manifiesta su preocupación por la situación que se vive en el país, pero sus ganas de trabajar en ayudar a los que pueda están muy presentes y le animo a hacer lo que pueda por unos y por otros.  

martes, 11 de noviembre de 2014

11 de Noviembre de 2014

Martes

   En la fiesta de san Martín vamos a trabajar al terreno. Seguimos limpiando la maleza. Lleva tiempo y vamos despacio, pero por lo menos se ve lo que hacemos y los chavales están orgullosos del trabajo que hacen. Acabaremos pidiendo ayuda a la gente de los pueblos, pero más adelante, pues aún está lloviendo y los campesinos están en sus granjas haciendo la cosecha.
      Por la tarde estoy un rato con los chavales y me percato del bajísimo nivel que tienen, pues leen con dificultad. Alguno incluso hablar inglés le resulta muy difícil, pero es que tampoco ha ido a la escuela… Y entre todos nos proponemos hablar en inglés en nuestra conversación ordinaria, pues eso  nos ayuda a mejorar una lengua que necesitamos y luego intentar cada día tener un poco de trabajo intelectual, en especial ahora que no hay clase.
       Después de cenar nos juntamos los que queremos y vemos lo que les queda de ver de la película “Los diez mandamientos” que habían comenzado a ver la semana pasada. Cuando acaba, nos retiramos cada uno con nuestro calor a tratar de dormir, pues mañana nos espera otro día de trabajo.

       Trato de escribir la crónica de lo que ha pasado cada día, o de lo que hemos vivido y también al final acabamos preocupados por las noticias del ébola que sigue aumentando y parece que no hay camas suficientes en el país para acoger a los enfermos. Y también nos llega la noticia que alguien ha muerto en uno de nuestros pueblos…

lunes, 10 de noviembre de 2014

10 de Noviembre de 2014

Lunes

La noche ha sido tranquila y cálida, pudiendo sudar ampliamente. Por la mañana temprano vamos al campo con los chavales a trabajar. Uba se va a llevar a los obreros de la construcción, pues tienen el vehículo averiado, pero está a la hora para volvernos a casa, haciendo la limpieza, y con la misa y la comida ponemos fin a una mañana intensa de trabajo.
       Por la tarde vienen de Mattru el catequista y el contratista de las obras. Nos encontramos durante un buen rato con ellos intercambiando ideas y al final llegamos a la conclusión de que necesitamos buscar más terreno para la nueva parroquia y que lo que tenemos que hacer en principio no es la iglesia, sino una construcción que sirva para celebrar la misa esperando a que sepamos cómo evolucionan las cosas y tengamos idea del número de fieles que tendremos para poder pensar en construir una iglesia de las dimensiones adecuadas a las necesidades.
       Uba se va a buscar a los trabajadores a Tikonko y nosotros nos despedimos sabiendo que por una parte van a dar los pasos para saber si se puede obtener más terreno y por otra nos presentarán presupuesto para la construcción de una sala grande para celebrar la misa en espera de que un día se construya la nueva iglesia.

       El calor húmedo sigue y la lluvia no acaba de caer. Duermo una buena parte de la noche en el suelo, pues como está fresco, no sudas y puedes dormir, cosa difícil en el colchón que está muy caliente.

domingo, 9 de noviembre de 2014

9 de Noviembre de 2014

Domingo

Uba se va pronto a los pueblos y yo voy a Mattru en taxi-moto. Llego con antelación y veo lo que pasa antes de la celebración y a la hora a la que la gente llega nos vamos saludando y voy tratando de estar cercano a ellos.
       La misa transcurre por los cauces normales y al final les anuncian la reunión que tuvimos el jueves. Después de la misa tengo un momento de encuentro con el catequista. Hablar es bueno y a todos nos gusta que nos escuchen y me hace falta estar cerca de la gente y que vean que quiero estar con ellos.
       También hoy hay problemas con las motos a la vuelta y junto con el catequista nos recorremos un buen trecho del camino antes de encontrar una, pero hemos podido hablar un buen rato de muchas cosas, lo que nos ayuda a los dos en nuestra relación personal.

       Hay luz y he logrado lavar la ropa en la lavadora. Por lo menos el domingo parece que la corriente está mejor y hasta la lavadora funciona, cosa que durante la semana no logra encenderse a cuenta de la poca potencia. También hace calor suficiente como para pensar en una lluvia, lo mismo que hizo anoche dos veces.

sábado, 8 de noviembre de 2014

8 de Noviembre de 2014

Sábado

Nos levantamos un rato más tarde y vamos a desayunar. Después hay labores en casa y preparación de alguna cosa para mañana. Al final de la mañana tenemos la misa y la comida. Después de un rato de descanso han preparado una competición deportiva, mientras Uba y yo vamos a los pueblos para la reunión con las parejas a Nyargorhun, el pueblo del catequista.
       Por lo menos la buena noticia es que por ahora no ha habido nuevos casos de ébola y los que estaban en cuarentena, ya circulan libremente. Esperemos que la cosa se mantenga así.

        Pero en cuanto a las parejas se ve que la circunstancia no invita a que la cosa avance, pues el hecho de no estar en relación con los otros, no te invita a ir a la casa de otra persona a rezar y eso no permite que el grupo aumente. Esperemos que también aquí la situación cambie y podamos volver a la normalidad de las relaciones interpersonales sin tener miedo a saludarse con un apretón de manos y dejar que los niños se te acerquen y te manchen la ropa como lo hacían hasta ahora.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Una experiencia para vivirla..

Ambientación: Estamos en SIERRA LEONA… Sí, el país donde hay tanto ébola… Y otras muchas cosas más.
Los salesianos contamos en Sierra Leona con varias presencias, Una de ellas en Freetown, la capital, donde entre otras actividades tenemos una parroquia, un centro juvenil, una escuela, un programa con niños de la calle…; también estamos en Lungi, cerca del aeropuerto, donde ahora mismo, como no hay escuela y a petición del Gobierno, tenemos un programa de acogida de niños cuyas familias han sido afectadas por el ébola, (huérfanos y otros). Finalmente estamos en Bo, ciudad al interior del país, donde queremos comenzar una presencia en los poblados de los alrededores.
En Bo tenemos un par de casitas alquiladas provisionalmente, pues queremos empezar el trabajo en los pueblos, pero aún no hay un sitio de residencia y desde aquí vamos regularmente a visitar los diferentes pueblos.
En esta situación estamos viviendo una experiencia gratificante, pues al lado de los casos de contaminación por ébola, que menudean en varios pueblos, tenemos un grupo de muchachos que nos acompañan y con los que compartimos nuestras casitas de pequeñas dimensiones. Pero esto no es un problema, pues siempre nos podemos estrechar y acoger alguno más.
La idea ha sido del padre Uba, que ha estado largos años trabajando en el país y que conoce cantidad de jóvenes, en particular a muchos de los que han sido rescatados de la calle y reintegrados a su entorno familiar pasando por Don Bosco Fambul, y con muchos de los cuales tenemos una estrecha relación, pues son miembros integrantes del grupo que frecuenta el centro juvenil en la capital.
Ahora estos jóvenes no tienen nada que hacer, pues no hay escuela y tampoco tienen muchas posibilidades de elección, sino el estar desocupados todo el día… Y como el centro juvenil no puede abrirse porque no se permiten reuniones, pues tampoco se les puede ofrecer este servicio que les resulta familiar y cercano.
Visto lo que tenemos y como solución aceptable, Uba ha invitado personalmente a algunos jóvenes del centro juvenil a pasar un tiempo, dos o tres semanas, con nosotros. La noticia se ha extendido y todos los que pueden, que son muchos, se ponen en contacto con nosotros y nos solicitan plaza en nuestra casa.
El que no haya más que diez plazas nos limita mucho en el número, pero no podemos ir contra las normas; y también el que sean pocos favorece las relaciones personales y los encuentros y nos permite organizar las cosas para que el ambiente sea bueno y positivo.
Lo primero que tienes que hacer cuando tienes un grupo así, es organizar el horario y llenarlo de actividades para que estén entretenidos y se sientan motivados en lo que hacen, cosa no muy fácil con estos que han pasado por muchas experiencias y no todas positivas. Por eso hemos pensado en un tiempo de trabajo manual por la mañana y un tiempo de clase-estudio y actividades culturales y deportivas por la tarde.
Así hemos puesto trabajo en la granja de siete a diez de la mañana. Es tiempo suficiente para hacer algo que preste y no cansarse demasiado y es a una hora en que se puede trabajar, pues a partir de las diez el sol calienta demasiado y cualquier actividad requiere un sobreesfuerzo adicional que no merece la pena.
Nos levantamos temprano, salimos en el coche hacia la granja, rezamos un poquito al principio del día y empezamos el trabajo. Después de hora y media tomamos el bocadillo del desayuno y proseguimos le trabajo.
Limpiando el campo de maleza

Un momento para el desayuno

Limpiar el campo de maleza no es algo a lo que estén acostumbrados, pero lo hacen porque son capaces de adaptarse a todo y, aunque la superficie a limpiar es muy grande, también vamos viendo los progresos en lo que estamos haciendo.
De vuelta en casa, nos lavamos, hacemos la limpieza de la casa y otras dependencias, preparamos la comida, celebramos la misa y comemos; y con eso la mañana ya está completa.
Después de comer hay un rato de reposo, descanso, deporte, que cada uno organiza de la manera que quiere. Tenemos un campo de fútbol pequeñito en la casa de los vecinos, el centro para niños huérfanos, y allí nos solemos encontrar para jugar y para hablar con los críos que están en el centro.
A continuación tenemos un rato de estudio y también encuentro formativo sobre varios temas, desde la experiencia y el conocimiento que tienen de los salesianos a entrenarse en un mapa de África mudo a identificar los diferentes países, algo que no tienen costumbre, pero que les distrae y les motiva.
Después hay otras actividades musicales, tocar instrumentos, preparación de cantos, danzas, etc., hasta el momento de la oración de la tarde y la cena; y después de cenar y lavar los platos, los que quieren participan en alguna actividad, la mayoría de las veces una proyección.
Los miércoles por la tarde hay salida los pueblos para la catequesis y nos suelen acompañar, así como los jueves hay reunión con los monaguillos en Mattru y también suelen venir.
El fin de semana es más elástico y con mayor libertad, pero siempre conscientes de por dónde anda cada uno y, mucho cuidado con contactos que puedan ser peligrosos, pues el virus está presente en cualquier sitio que no nos esperamos. Sábado y domingo nos suelen acompañar a donde vamos para nuestras incumbencias pastorales.
Hasta ahora han pasado por aquí más de una veintena de muchachos que han tenido una oportunidad de vivir y compartir de cerca nuestra vida como salesianos y tener la experiencia de estar y trabajar juntos, algo que no todos tenían en su haber. Entre ellos hay estudiantes y aprendices, aspirantes salesianos, cristianos no católicos  y musulmanes convencidos. Todos estamos con un único deseo: vivir y compartir un tiempo juntos y ayudarnos a pasar el trago que se nos presenta, de la mejor forma que podamos.
Nos parece una experiencia positiva para nosotros salesianos y para ellos, pues nosotros sin los muchachos no tenemos mucho sentido, y ellos, ahora sin clase y sin otra ocupación, se aburren sin saber qué hacer.
Creemos que es un intento de respuesta positiva a la situación en la que estamos viviendo, amenazados por la enfermedad, paralizados en las actividades escolares y sin nada que les pueda sustituir, ofrecemos un tiempo de estancia entre nosotros a un grupo de jóvenes en riesgo a los que acompañamos y damos una oportunidad de tener algo en momentos en los que no se ofrece nada desde las instituciones.
Somos conscientes de la situación de riesgo en la que estamos y de la posibilidad de que el ébola nos alcance y para ello tomamos todas las precauciones necesarias; pero también somos conscientes del trabajo de prevención que estamos haciendo con estos jóvenes, muchos de los cuales han vivido también la enfermedad muy de cerca, (varios tienen familiares y amigos entre los enfermos fallecidos), ofreciéndoles en un momento vacío, la posibilidad de estar con nosotros, de conocernos mejor, de tener una experiencia comunitaria y poder llenar un tiempo que de otra forma estaría vacío y sin mucho sentido.
Controlando la fiebre

Controlando la fiebre en el camino

Hemos comenzado el segundo mes con esta experiencia. Seguiremos adelante mientras la situación y las circunstancias nos lo permitan, sostenidos por la generosidad de personas que nos financian y a quienes agradecemos su colaboración.

Damos gracias a Dios por la oportunidad que nos da de vivir esta experiencia en un momento delicado de la vida del país, a la vez que le pedimos su protección sobre cada uno de nosotros y sobre los enfermos de manera particular.

7 de Noviembre de 2014

Viernes

Por la noche ha llovido y lo ha hecho de forma intensa un par de veces. La mañana está nublada, pero acaba imponiéndose el sol y el trabajo en la finca se sigue. Hoy estrenan botas y guantes y están contentos, aunque el trabajo les supera por todos los costados.    
       Después de comer nos vienen a ver el empresario que construye la iglesia en Tikonko y su ayudante. Nos presentan unos papeles en los que hay un intento de presupuesto para una construcción y para un pozo. Ninguno de los dos está puesto al día, lo que nos hace pedirle que los ponga al día y que podamos saber lo que las construcciones y los pozos nos pueden costar, cosa que nos promete hacer y enviarlo lo antes posible.

        De nuevo estamos con el grupo electrógeno y la luz nos viene por la noche, bastante tarde, pero contentos de que nos venga.

jueves, 6 de noviembre de 2014

6 de Noviembre de 2014


Jueves


Hoy me he quedado en casa mientras los otros han ido al campo… Y es que necesitamos cambiar dinero y me lo vienen a cambiar a casa, pero más tarde de la hora en que nos vamos a trabajar. Me he quedado guardando la casa a la espera del cambista, pues aquí se cambia dinero de persona a persona, sin necesidad de ir al banco y te lo suelen dar en mayor cuantía que lo que te dan en el bando.
       Anoche no llovió y hoy hace día muy luminoso y se suda lo que se quiere y más. En el campo se nota en el trabajo. A la vuelta del  campo se hace la limpieza y tenemos la misa, seguida de la comida.
       Después de comer vamos a Mattru. Tenemos reunión con los monaguillos y con los responsables de la comunidad, que hoy también nos presentan al constructor que les ha hecho los edificios que tienen y que además es el antiguo jefe local.
        En la reunión lo primero nos presentamos y luego intercambiamos ideas sobre lo que puede llegar a ser un día no lejano Mattru: una parroquia. Es algo que les agrada escuchar y, después, analizamos las cosas que son necesarias en una parroquia y lo primero que vemos es que tiene que tener mucha gente, lo que nos invita a pensar en hacer venir a los que no vienen y a invitar a otros nuevos.
       Después pensamos también en la necesidad de tener más espacio y tratar de agrandar el terreno, cosa que para unos parece imposible, pero otros hablan de posibilidades reales de obtener más terreno. Dejamos al constructor y a otros dos que le acompañen y que den los pasos para la obtención de más terreno. Ellos vendrán a informarnos de los pasos dados y los resultados obtenidos.
        Sugerimos que en el plano del terreno haya un esquema de la ubicación de las construcciones que se quieren hacer y también lo más detallado posible los diferentes espacios y ambientes de la parroquia. Esto es un primer esbozo, pero algo que es necesario tener en cuenta desde el principio.
       Luego venimos a las construcciones, entre las que presentan la primera la iglesia. Les sugiero que quizás sería mejor pensar en una sala polivalente que luego servirá de sitio de reuniones y dejar la iglesia para más adelante, por la dificultad que tenemos de pensar e imaginar ahora cuantos seremos dentro de unos años.
       Cuando lo oyen la primera vez están un poco sorprendidos, pues no se esperaban una tal proposición, pero luego uno detrás de otro van viniendo a la idea de la sala. Y la verdad es que es lo que solemos hacer en todos los sitios en los que he estado. Se comienza por una sala que sirve de iglesia, pero al cabo de unos años esta sala resulta pequeña y se piensa en la construcción de la iglesia y la sala se queda como biblioteca o salón de actividades y encuentros.
        El tiempo se pasa con rapidez y la noche se echa encima. Concluimos la reunión y acordamos encontrarnos de nuevo con el constructor y el catequista el lunes y seguir pensando en las cosas posibles a tener en el recinto de la parroquia.
        La vuelta a casa es rápida, pues hoy tenemos el coche y llevamos al constructor a su residencia. Así sabemos donde vive en caso de necesidad de visitarle.
         Cenamos a la luz del grupo electrógeno y nos retiramos a la espera de que la luz vuelva, cosa que hace antes de la media noche.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

5 de Noviembre de 2014

Miércoles

    Comenzamos ya la monotonía de trabajar en el terreno desde por la mañana temprano, de siete a diez. No hay mucho sol pero al final acaba viniendo. El trabajo que hay que hacer es inmenso, pero por lo menos estamos enfrentados  a un esfuerzo por doblegar a una naturaleza salvaje que se despliega por todas partes.
      A la vuelta tenemos la limpieza, la misa, la comida y la ida a los pueblos de la tarde. Salimos a pronto, pero el camino es malo y nos entretenemos en la construcción en Tikonko, lo que nos hace llegar a destino, Cassama, a las cinco y media.
       Aquí la gente nos va conociendo y se van acostumbrando a nosotros y nosotros a ellos. Hoy nos han traído plátanos como regalo y hemos rezado un rato con ellos. El  encuentro. 
       Les decimos que vendremos los miércoles, pero que ello no quita que alguna vez podamos venir el domingo. Ellos rezan por la mañana temprano, antes de ir a trabajar al campo. Tienen un coro que funciona bastante bien. Preocupados por la hora avanzada para nsotros, reducimos la oración, pero esperamos hacerlo mejor en próximas veces llegando primero.
       En Valehun ya nos esperan y están cantando en la iglesia, aquí ya ha oscurecido cuando llegamos y buen número de los críos presentes dormitan en el banco, pero los adultos están contentos de encontrarnos y de que recemos juntos.

Ellos lo hacen cada día por la mañana. Se reúnen en la capilla antes de ir a trabajar y hoy lo hacen por la tarde porque venimos nosotros. Aquí la relación es mucho más cercana, ya que nos conocemos y nos hemos encontrado muchas veces. Los maestros siguen siendo los animadores de la oración y la comunidad va aumentando en número.

martes, 4 de noviembre de 2014

4 de Noviembre de 2014

Martes

Durante la noche ha habido lluvia abundante casi hasta el amanecer, pero cuando vamos a la finca a trabajar comienza el sol radiante y no nos acordamos más de la lluvia de la noche.
      Los nuevos chavales que han venido se van adaptando bien a la situación. Alguno me ha comentado su experiencia en la calle y la acogida por parte de los salesianos y está muy agradecido.
       Coco ha salido de viaje y me llama por la tarde para decirme que ha logrado llegar hasta el colegio de las monjas… Y es que viajar ahora no es fácil, se hace bajo control de las carreteras y no abren los controles antes de las nueve y se cierran a las cinco de la tarde… Y te quedas a dormir donde te toque si no has programado bien el desplazamiento.
       Hoy el trabajo ha estado más organizado y las cosas han ido mejor que ayer. Los chavales son responsables y el trabajo se hace a conciencia, aunque no son capaces de hacer mucho, pues no tienen experiencia de esta clase de trabajos.

       Las otras actividades se van poniendo en marcha y la situación funciona. Tenemos la impresión que desde el primer momento los nuevos chavales se han adaptado bien y están a gusto en la experiencia que están viviendo con nosotros.

lunes, 3 de noviembre de 2014

3 de Noviembre de 2014

Lunes

Hemos propuesto a los que han venido nuevos participar en la limpieza del campo que tenemos antes de llegar a Bo y así lo hacemos. Vamos por la mañana temprano, así no nos molesta el sol y tomamos el desayuno en una pausa del trabajo.
       Durante un rato del trabajo voy con Uba a saludar al jefe del poblado y al señor que nos cedió los terrenos y allí vemos que el ébola sigue bien presente, pues en el pueblo hay casas en cuarentena y al volver de la finca vemos que la gente se amontona alrededor de una casa donde hay una ambulancia y un vehículo de la cruz roja.
      En casa hacemos la limpieza, tenemos la misa y comemos. Coco ha estado la mañana preparando su viaje al norte, donde ha estado antes también como cooperante. Mañana saldrá para visitar y poner al día asuntos que tiene por allí.

       Por la tarde los chavales hacen deporte y vamos a verlos, están en el campo de al lado de casa, donde los niños huérfanos. También aquí hay efectos de la enfermedad, pues algunos de los acogidos han pasado por la experiencia y la han vivido de cerca.

domingo, 2 de noviembre de 2014

2 de Noviembre de 2014

Domingo

Vamos en las moto-taxi. Me acompañan Coco, el cooperante, y otros dos más. El camino está mojado, pues por la noche ha habido lluvia, pero se hace sin dificultad y aunque llegamos con bastante antelación, ya hay quienes han venido antes que nosotros.
      Coco (Marcos), cámara en mano, va sacando fotos de todo lo que se le presenta por delante, edificios o personas, mientras yo voy saludando a unos y otros a medida que van llegando y también voy viendo lo que tienen preparado como cantos y lecturas para la celebración.
      Voy reconociendo algunos rostros y tratando de familiarizarme con formas de hacer y acercarme a la gente que hoy son más numerosos que la otra vez que estuve. Y  al final de la misa nos reunimos con los responsables de grupos y animadores con el objetivo de pensar en lo que podemos hacer para la construcción de una iglesia.
La situación es que lo que han tratado de hacer como edificio de la iglesia, es algo muy pequeño y que además no tiene una buena orientación, así que tendremos que pensar en qué es lo que se  puede ofrecer como solución.
       Para la vuelta tenemos problemas de encontrar la moto-taxi que nos traiga y andamos un buen trecho del camino, que ahora con el sol ya está seco, y acabamos encontrando primero una y luego, después de un buen rato de andar, aparece la segunda moto que nos trae a casa.
       La tarde la dedico a leer y contestar correos, además de hablar un rato con los chavales que acaban de llegar y con Coco que se va preguntando por su puesto en el nuevo esquema en el que acaba de entrar. Creo que tiene las cosas claras y, después de un momento de duda, se ha decidido por trabajar con nosotros, siempre que no surja algún contratiempo.

     La oración de la tarde es la adoración, como cada domingo, y varios de los chavales recién llegados participan, incluso algunos que son musulmanes, pero es la experiencia que han tenido cuando estaban en el hogar para los niños de la calle, lo que les hace sentirse cercanos a nosotros y rezar con nosotros también. Después de cenar nos visita la lluvia, que ahora parece que viene de forma regular durante la noche; y la luz, que había venido un momento, se vuelve a ir.