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sábado, 31 de octubre de 2015

31 de Octubre de 2015

Sábado

    Último día del mes y memoria de D Bosco. Después de rezar hago un rato de limpieza, pues es el día en que también se hace en la ciudad y espero al profe de mende, que al final no se presenta. Por lo menos he estudiado un buen rato y he tenido tiempo para leer.
       El coci ha preparado unos plátanos fritos y, después de la siesta, salgo para la reunión con las parejas. Me encuentro con gente que me esperaba y vamos a saludar a dos de las parejas que están en la ciudad, uno porque está enfermo y la otra porque quien está enferma es la hija, que ya lleva una semana. Ambos se alegran mucho de la visita y juntos rezamos y les doy la bendición.
      La llegada al pueblo es un poco justa y ya ha gente que nos está esperando. La reunión de las parejas es una experiencia agradable y un momento en el que se comparte lo que se ha vivido durante la semana.
      Además de la reunión, voy a visitar a gente del pueblo. El jefe, que ha estado bastante enfermo, hoy se pasea por la calle y nos saludamos con gran alegría de que esté recuperado. Voy a ver a una de las chavalas que van a la escuela. Está tumbada en la estera con un serio paludismo y no se puede levantar. Rezamos un momento y seguimos visitando a otras personas. El cansancio del trabajo en las granjas es manifiesto.
        Además están preparando la función que van a tener esta noche, con motivo de los cuarenta días de la muerte de uno de los ancianos del pueblo. Es el musulmán que vivía solo y que murió durante mi estancia en vacaciones.
      La alegría, los preparativos para la fiesta, el cansancio por el trabajo, la enfermedad que afecta lo mismo a grandes que a pequeños, son realidades que se viven continuamente y juntas y a la vez; y es en este medio donde nos movemos y así es como nos encontramos con la gente en los pueblos, tratando de estar cercanos a ellos y viviendo su día a día juntos.
       Tengo un encuentro con el catequista y algunos más, que por falta de tiempo propongo que sigamos la semana que viene, pues está a punto de anochecer y no quiero pasar el puente del agujero de noche, no sea que entre en el hoyo.
       Esto me permite estar en Tikonko a la hora de rezar el rosario. Hoy lo hacemos en casa del catequista y la mayoría están con catarro… La última lluvia les pilló de camino a casa y ahora pagan las consecuencias. Y para finalizar, vamos como ya hemos hecho otras veces a rezar un momento a casa de Thomas, cuya mujer es musulmana, pero con quien hemos comenzado a rezar en casa, para que acaben rezando juntos.
        Llego a casa y no hay luz, por lo que la cena es con la linterna y después me echo un rato en espera de que la luz venga. Hacia media noche la luz se hace presente y aprovecho para ver las noticias y escribir la crónica.

        Hace poco más de tres semanas que llegué y ya me parece un largo periodo de tiempo que llevo por aquí. Las experiencias vividas son muchas y el tiempo se pasa rápido. Espero que tenga fuerzas para seguir en la brecha y caminar al lado de esta gente tan extraordinaria con la que me ha tocado vivir y que podamos seguir soñando con Don Bosco en hacer algo bueno y grande para ellos.

viernes, 30 de octubre de 2015

30 de Octubre de 2015

Viernes

   Temprano voy a rezar a la capilla. Después estudio un rato y voy a ver al profe de lengua local que me espera en la uni. Nos pasamos el rato viendo el esquema de los verbos en inglés que le he presentado y me promete tener algo parecido para el próximo encuentro que tengamos.
      Llamo a la señora Cecilia para ver si me acompaña como suele hacer otros viernes a Cassama, pero me dice que está ocupada, lo que me hace ir solo. El camino es largo y complicado, pero el pensar que me voy a encontrar con la gente que me espera, me anima en el recorrido.
      Ha habido una lluvia local bastante abundante y los efectos se hacen notar. Me lleva dos horas recorrer los veinticinco kilómetros que nos separan. No hay mucha gente, pues algunos están enfermos y otros participan en una ceremonia por un familiar difunto. Pero por lo menos los que están se alegran de verme, lo mismo que yo con ellos. La reunión de las parejas pasa sin grandes confidencias y esperando que la semana que viene seamos más numerosos.
      En la vuelta, cuando llego a  Gbalehun, la lluvia cae con cierta intensidad. Es de noche y busco donde están rezando, pues lo hacen por las casas. Hay un grupo que se cobija de la lluvia en la entrada de una casa y allí me junto con ellos y rezamos.
       Cuando terminamos ya ha dejado de llover y emprendo el camino de vuelta, pero siempre acompañado, porque hay gente que a pesar de la lluvia y la noche, sigue andando por los caminos y se alegran de que les lleve hasta el pueblo en el coche.

      En casa, después de cenar y rezar y leer un rato, me voy a dormir, que el esfuerzo del viaje se hace notar. Por lo menos tenemos luz.

jueves, 29 de octubre de 2015

29 de Octubre de 2015

Jueves

Conmemoramos a D Rua. Llevo a Samuel a coger un vehículo para ir a la capital, que se va a un encuentro de trienales y después voy a Mattru. Ya han acabado la oración, pero yo voy a dar la unción de enfermos a un señor que me dijeron ayer que no está bien. Es la persona a la que sigo hace tiempo y que se debate contra la enfermedad y a quien trato de acompañar de la mejor forma que puedo estando un buen rato con él, llevándole víveres y dinero, pues pasan necesidad, y haciendo lo que puedo por acompañarle en estos momentos.
       Paso la mañana leyendo y estudiando y por la tarde tenemos un encuentro para ver de organizar la presencia en la nueva parroquia que nos han confiado mientras el salesiano que va a ser el párroco se hace presente, pues ha perdido a su madre y vendrá con cierto retraso.
       Vuelvo de nuevo a Matru, donde estuve por la mañana y ahora le llevo al enfermo unos víveres y un poco de dinero, a la vez que trato de estar con él un tiempo para acompañarle y también rezar juntos.
      A la hora del rosario hoy hay bastante más gente que ayer y algunos están especialmente cansados, fruto del trabajo agotador que hacen en las granjas. Cuando concluye el rezo, les hablo de la disponibilidad que tengo para poder rezar con ellos los domingos por la tarde. No es algo que les entusiasme, pues prefieren las mañanas, pero visto que no hay otra posibilidad, aceptan el que vaya a rezar con ellos por la tarde, así que espero que el domingo nos encontremos para rezar por la tarde con ellos.

       Hemos tenido luz y conexión todo el día, raro fenómeno que no se daba hace tiempo de forma tan continuada. Esperemos que dure.

miércoles, 28 de octubre de 2015

28 de Octubre de 2015

Miércoles

    La oración es lo primero que hacemos. Nos encontramos en la capilla, pero la misa la tendremos por la tarde con los universitarios. Samuel va a comprar cosas al mercado y yo me paso el rato estudiando y poniendo en orden los apuntes de las clases que he recibido.
       Se nos ha ido la luz desde la mañana y estamos esperando a ver si viene, pero vamos a la misa con los estudiantes y todavía no ha venido. Hay un buen grupo y participan en los cantos y oraciones. Con la misa concluida, Samuel se queda saludando a algunos estudiantes y yo voy a rezar el rosario en el pueblo en Towama, donde vamos a visitar a una familia en un barrio alejado de la capilla. Les llevo en el coche y nos encontramos en la casa una decena de personas. Algo es para empezar, pues en mayo no iban por las casas.

       Desde aquí nos vamos a Mattru para rezar el rosario también con la gente. Hay muy pocos adultos y unos cuantos niños. Se hace en la iglesia que está a medio construir y en plena oscuridad, a la luz de una vela. 

martes, 27 de octubre de 2015

27 de Octubre de 2015

Martes

Rezamos por la mañana y en el desayuno tratamos de programar lo que vamos a hacer. Llama Uba pidiendo ayuda para la parroquia y le digo que estoy disponible. Vendrá Edwin y tendremos una entrevista para ver de organizar cómo podemos responder a lo que nos pide la parroquia hasta que el párroco venga.
       Voy a clase. Me he encontrado un profe en la uni y parece que tiene buena pinta. Hemos estado trabajando un par de horas y por lo menos me ha hacheo ver algo de la gramática que me resultaba difícil de comprender.
       La reunión con Edwin nos entendemos para tener un encuentro con los responsables de la parroquia de Santa Teresa el jueves por la tarde. Allí aceptaremos lo que nos propongan, que puede ser las misas de la mañana entre semana y alguien que vendrá a decir las misas del domingo. Es posible que se nos pida que nos encarguemos también de un sierto horario d despacho parroquial.
         Samuel se va con Edwin y yo, después de un rato de descanso, salgo hacia los pueblos. Quiero ir a visitar Nagoyon, pues tienen catecismo… Pero seguimos con el trago de pasar el puente con el boquete… Cosa que hasta ahora no me ha causado problemas. Les veo, se alegran de mi llegada. Daniel está con paludismo y le animo a prepararse unas hierbas y los demás empiezan el catecismo.
     El cielo se está poniendo oscuro y sigo pensando en el puente que debo atravesar de nuevo y me decido a hacerlo antes d que anochezca. Rezo en rosario en Tikonko y vengo a casa con una señora que me ha cargado tres sacos de gari (tapioca). Como el cielo amenaza lluvia le hago el comentario de qué hacer si llueve, pues el gari no se debe mojar.. Me dice con toda confianza: vamos a rezar para que no llueva… Y creo que lo hizo con fe, pues la lluvia llegó después de haberla dejado en destino y con el gari a techo.

      Hoy ni luz ni conexión a internet.

lunes, 26 de octubre de 2015

26 de Octubre de 2015

Lunes

    Samuel va por la mañana a rezar con los estudiantes de la uni y luego tenemos la misa juntos. Un rato de reunión nos ayuda a ver lo que vamos a hacer durante el día y luego salimos juntos a llevar los sobres de la colecta del domingo de misiones que nos han dado más tarde y a cambiar algo de dinero. También pasamos por el supermercado, pero no hay género.
       Se ha ido la luz y hoy durante el día ya nos falta. A lo bueno nos acostumbramos pronto. Vamos a saludar a la monja, sister Angela,  que trabaja en la uni y desde allí tenemos ánimos de ir a rezar el rosario en dos comunidades, pero una abundante lluvia nos devuelve a casa, pues cuando llueve no suelen venir a rezar… Lo bueno es que cuando venimos a casa por aquí apenas han caído unas gotas. Y ya tenemos luz, pero no hay internet. Una abundante lluvia en varios momentos de la noche nos acompaña y refresca el ambiente, lo que nos permite también un mejor sueño.

domingo, 25 de octubre de 2015

25 de Octubre de 2015

Domingo
Salgo temprano hacia los pueblos. Samuel se queda para asistir a la misa en la parroquia. De nuevo me enfrento al paso del puente con problemas y de nuevo logro salir airoso. Algunos de los que estaban lavando ropa aplauden cuando he pasado…
       En Nagoyon la gente va llegando con parsimonia, pero al final los números llegan a los normales de cada domingo. En Tikonko ha subido el número un poco y también están presentes el jefe y su esposa. En Towama hay mucha gente retrasada y algunos de los que tienen que intervenir no están. Quizás hay que retrasar un poco la hora de la misa.

      Samuel está hablando largo rato con un par de jóvenes y yo, después de la siesta voy a Towama, visito algunas familias y rezamos el rosario antes de ir a Mattru, donde de nuevo rezamos el rosario y tengo una reunión con los responsables de la comunidad. La realidad es que han invitado a todos los que quieran venir y la reunión  no es muy de su agrado, pues les hago ver que pienso que están mucho más interesados en dinero que en lo que de espiritual les pueda traer un cura; y se lo digo con un ejemplo del evangelio de hoy, el ciego pide a Jesús no unas monedas, sino un milagro, que es mucho más complicado y nos pide tener fe. No estoy convencido de que me hayan entendido, pero por lo menos yo se lo he dicho y hemos quedado de encontrarnos de nuevo el domingo que viene.

sábado, 24 de octubre de 2015

24 de Octubre de 2015

Sábado

Nos acordamos de María Auxiliadora y le pedimos ayuda y protección en lo que traemos entre manos.
       Me viene el profe de lengua a casa, pero hoy soy yo quien le trato de mostrar la tabla de las estructuras de los verbos, pues no lo tiene claro, y le pido que me haga algo parecido en su lengua. Ya tiene trabajo para la semana, puesto que tendrá también una reunión en otro sitio y no podremos vernos el martes.
       Voy al mercado a comprar algunas cosas. Hay mitin de un candidato a las elecciones y mucho ambiente y colorido en la calle. El fontanero vuelve a completar lo que no acabó ayer y tampoco lo acaba hoy. Estamos sin agua, pero con la esperanza de que pronto la tengamos sin problemas.
        Por la tarde Samuel va a Tikonko y yo a Nagoyon, donde para pasar el puente que tiene problemas hay que hacer verdaderos equilibrios, pero la reunión de las parejas merece la pena el riesgo. Hay una pareja que tiene los críos en el hospital y rezamos por ellos. El resto, me permite ver que las cosas van marchando y que se van asentando y consolidando las relaciones entre unos y otros. Vuelvo a rezar el rosario a Tikonko, pues quiero pasar el puente de los  problemas antes que sea de noche y no vea por donde pasar.

       Para el rosario se van juntando unos cuantos y, aunque amenaza la lluvia, se va conteniendo y nos alcanza cuando llegamos a casa y hoy sí tenemos luz y hay conexión, aunque sea de forma intermitente.

viernes, 23 de octubre de 2015

23 de Octubre de 2015

Viernes

Al mismo tiempo que dedico un rato al estudio, espero al fontanero. Por fin hemos encontrado a alguien que puede venir y esperemos que nos arregle los diferentes problemas que tenemos de fugas y grifos que no funcionan.
        Por la tarde voy a Cassama y Ghalehun. El camino se hace largo por su estado de deterioro y la gente está presente. En el primero las parejas se van recuperando y hay más de setenta presentes a la oración, siendo la mayoría críos. En el segundo hay unos cincuenta para el rezo del rosario que lo hacemos en la casa de uno de los maestros.
        Las parejas van marchando, aunque la realidad es que el camino a recorrer en la vida compartida es largo, pero son de destacar los esfuerzos que se hacen. Hoy por ejemplo el matrimonio del que el hombre me había confesado que compartir su dinero no lo haría nunca, ha aceptado que su mujer, que encontró una pequeña cantidad, lo haya compartido sin mayor problema y los dos están contentos.

     La vuelta a casa se hace larga y nos acompaña la lluvia en los últimos momentos. Tampoco tenemos luz a la hora de la cena, pero por suerte viene más tarde.

jueves, 22 de octubre de 2015

22 de Octubre de 2015

Jueves

Ha llovido casi toda la noche y por la mañana no vamos a los pueblos pues los caminos no están transitables y la gente no se presenta a rezar. Lo hacemos tranquilamente en casa. Viene el fontanero. Hay unas cuantas cosas que reparar. Esperemos que encuentre lo que hace falta y lo pueda ir haciendo poco a poco.
       Samuel se va a una reunión con los universitarios y Antonio sigue en su tiempo de estudio y lectura. Viene a verme alguien que está pensando en hacerse salesiano. Le recomiendo trabajo serio en el estudio y dedicarle un tiempo diario a la oración, además de tener un director espiritual que le ayude en el discernimiento.
       El calor es de nuevo agobiante y puede volver a llover en cualquier momento. Se suda copiosamente y se busca un poco de corriente de aire para tener la sensación de refrescarte.
     Antonio va a Mattru para una reunión con los dirigentes de la comunidad y lleva víveres a una familia en la que el hombre está enfermo. Por suerte parece que se va recuperando un poco. La lluvia amenaza en varios momentos.

       Al final la reunión no se hace, pues no han acudido las personas convocadas. Se trata de dar excusas, pero la realidad es que no han venido. Quedamos que se pospone para el domingo después del rezo del rosario por la tarde. Cuando algo así pasa, tienes que tener paciencia y saber aceptar la situación, aunque no por eso transigir con cualquier cosa que hagan.

miércoles, 21 de octubre de 2015

21 de Octubre de 2015

Miércoles

Me levanto temprano y tratamos de organizar el desayuno de los que están de paso hacia la capital. Hoy el cansancio es menor y el tramo que les queda todo de asfalto agradable. Después del desayuno se despiden contentos y esperando acabar pronto el camino.
      Estudio un buen rato, después me reúno unos minutos con Samuel para ver de programar algunas cosas y la hora de la comida se nos echa encima. Después Samuel va a cambiar algo de dinero a los cambistas y Antonio echa la siesta.
       Puntuales nos hacemos presentes en la uni para decir la misa al grupo de estudiantes. Una veintena están presentes. Trato de que la misa sea una celebración y algo atractivo para los estudiantes. Espero que lo vaya consiguiendo.
        Estoy tratando de contactar con los profesores que dan clase de mende en la uni y hoy he logrado encontrar a uno. Hemos quedado que el martes nos veremos de nuevo y a ver qué me puede presentar como libros y método de aprendizaje.
       Mientras Samuel se queda en la uni, voy al pueblo, saludo a gente y a algunos estudiantes en particular, que acaban viniendo a rezar el rosario con nosotros en la casa del jefe del pueblo. Como acaba pronto, nos podemos ir a Tikonko y rezar también con ellos. Están contentos cuando nos ven venir.
       Nos han acompañado dos estudiantes de la uni y la experiencia les resulta interesante, por lo que prometen que volverán a repetir lo hecho hoy.

        En casa hay luz a ratos y la conexión también nos permite leer los periódicos y enterarnos de lo que pasa. Varios chaparrones sucesivos nos hacen bajar la temperatura y esperemos que se pueda dormir sin sudar mucho. 

martes, 20 de octubre de 2015

20 de Octubre de 2015

Martes

Después de los rezos y el desayuno me voy al mercado, echar carburante y finalmente a clase con el nuevo profe, que me da buena impresión, pero no estoy muy seguro de sus conocimientos en cuanto a gramática. Por lo menos me ha dado unas cuantas frases hechas que trataré de aprender y luego veremos cómo se desenvuelve en los esquemas que le daré.

Llaman los que fueron a Monrovia, que llegarán por la tarde. Me quedo en casa para prepararles la acogida. Hoy no voy a los pueblos. Su llegada es bastante tarde y la cara es de cansancio en todos. Se lavan, cenan y se van a dormir en la situación que tenemos, de poco espacio y menores disponibilidades, pero se acepta lo que se encuentra y todos se van a dormir.

lunes, 19 de octubre de 2015

19 de Octubre de 2015


Lunes

Después del desayuno y un rato de estudio, voy a entregar la colecta de las misiones y a ver al cura que anda haciendo algo en un libro de oraciones en lengua local. Las cosas van lentas, pero por lo menos da esperanzas de que algo se pueda hacer. También veo al que me cambia dinero en la calle. Los precios están cambiando continuamente y se muestra desconcertado.

Después visito a los protestantes que trabajan en la lengua local y alguien me dice estar dispuesto a enseñarme lengua local con gramática. Nos ponemos de acuerdo y mañana empezaremos la experiencia. Esperemos que sea positiva.

En casa hace calor y no sabes donde meterte. La humedad se respira por todas partes. Las camisetas se mojan de sudor y cada día tienes de ocho a diez para lavar, pero aún así, esto me parece más llevadero que los calores que he vivido en anteriores sitios.

Por la tarde, seguimos en el mes de octubre, y acompaño a la gente de los pueblos en el rosario. Hoy he ido a Towama porque empiezan un rato antes y eso me permite seguir a otro pueblo, y he ido a Tikonko. Es los dos se nota el que no están muy acostumbrados a esta clase de rezo, en particular ir por las casas; pero cuando lo hacen todos están contentos, tanto los que van a rezar, como los de la casa en que se reza, y así esperemos que se vayan haciendo a la costumbre.

Hoy me ha acompañado un estudiante universitario que me ha dicho que quiere apuntarse a alguna actividad. Le ha gustado la experiencia y piensa volver a hacerla. 

Al acabar el rosario en Tikonko hemos ido a ver a la mujer de Thomas, uno de los que vienen regularmente a rezar con nosotros, con la intención de invitarla a participar en las reuniones de parejas… Cuando he estado en su casa, me he dado cuenta de que hay mucha tela aún que cortar antes de dar los pasos que pensaba. Thomas nunca me ha dicho una palabra de su mujer, aunque le he preguntado varias veces por ella. Hoy es ella la que me dice que es musulmana y que es Thomas quien la deja en casa y se va… Todo esto me lo traducen, pues ella no habla una palabra de inglés. Esperemos a ver cómo evolucionan las cosas. Por lo menos ahora sé donde está la casa de la mujer de Thomas y podré saludarla de cuando en cuando.

Esta mañana hubo conexión a internet durante un rato, pero el resto del día lo hemos pasado desconectados y en esas seguimos. Por lo menos hay luz que nos permite escribir y la lavadora centrifuga la ropa para que pueda secar más rápido en medio de la humedad.

AYUDA , para un bebé de 10 meses

Esta semana he tenido varios encuentros con gente en los pueblos de lo más especial. Uno de ellos es el que comparto hoy: una criatura de diez meses, es lo que me han dicho, que no tiene ni brazos ni piernas.
      Ante esta situación, me pregunto qué se puede hacer… Lo comparto con vosotros… Y espero sugerencias.

     Gracias por adelantado. Antonio.





domingo, 18 de octubre de 2015

18 de Octubre de 2015

Domingo

Es el domund, algo que aquí tiene otro sentido del que por lo regular vivimos en otros sitios. Estar en tierra de misión no impide el tratar de colaborar orando y económicamente. Las colectas suman más del doble que la semana pasada…
       Salgo temprano, pues el camino es difícil de recorrer y estoy en tres pueblos: Nagoyon, Tikonko y Towama. El ambiente es bueno y el número de asistentes se va estabilizando.
        En Tikonko han asistido el jefe y su mujer, con quienes estuve un momento ayer por la tarde en su casa y están muy abiertos a la colaboración en el trabajo, en particular ahora que las actividades después del ébola se vuelven a normalizar.
       Cuando vuelvo a casa tengo empapada la ropa y el alba. Hace calor y el ambiente es muy húmedo, lo que hace que llueva con cierta frecuencia.

      Por la tarde voy un rato antes a Towama, donde me encuentro con una criatura que no tiene ni brazos ni piernas. Saco unas fotos y las hago ver para pedir ayuda. Después rezamos el rosario y me marcho a otro pueblo, Mattru, donde también estuve la semana pasada. Aquí los números van aumentando un poco y les encanta que esté con ellos. He tenido tiempo de ir a visitar al enfermo al que llevé víveres. Sigue en la misma situación. Por lo menos hemos rezado un momento juntos y se han quedado más tranquilos.

sábado, 17 de octubre de 2015

17 de Octubre de 2015

Sábado

Después de la oración de la mañana me dedico un rato a corregir los trabajos que han hecho los alumnos de la escuela. Se ve que hay un progreso aceptable y la conclusión se impone: donde las clases se dan y no se falta, los alumnos responden.
       Un rato más tarde tengo un encuentro con jóvenes universitarios en el centro de pastoral donde han venido a solicitar becas y tienen que tener una carta de recomendación firmada por el capellán. Estoy contento de poder hacer este servicio y de ir tomando contacto directo con el grupo de estudiantes católicos de la uni.
       Voy al mercado a comprar unos neumáticos para el coche, pues los que tiene están en bastante mal estado y después voy a los que reparan los pinchazos para la operación de recambio… Bajo un sol picante, trabajan más de una hora para ponerme el vehículo a punto y todo ello por menos de cinco euros, cantidad que les doy con gusto, aunque les tenga que decir que es caro… Porque si no la próxima me van a subir el precio.
      La visita a los pueblos esta tarde tiene dos objetivos, por una parte la reunión de las parejas y por otra pagar a los maestros de la escuela de Balei, donde he estado haciendo los controles. Con los maestros me entretengo un rato y la conversación es muy agradable pensando en qué podemos hacer para motivar a los alumnos y que el trabajo que hacen sea mejor. Veo que me siguen con gusto y que les agrada la propuesta. Queda el ver a qué llegamos en concreto. Por lo menos hay algo en el aire.
        Con las parejas la reunión es un tanto especial, pues ha habido un serio desacuerdo en una de ellas y hoy ya las aguas han vuelto a su cauce, pero la reflexión es siempre la misma, darnos cuenta de lo que hemos hecho mal y enderezar. Y saber que donde no se reza juntos, los problemas llegan.
       A la hora del rosario prefiero venir a Tikonko, pues por una parte está el agujero del puente que es mejor atravesar con la luz del día y por otra, la comunidad de Tikonko no es tan sólida a la hora de rezar y necesitan más ser acompañados.
       Abu, el que hace de animador, acaba de llegar de la granja, está cansado, pero al vernos sonríe y se prepara con presteza para llevarnos al sito de la oración, que es una casita pequeña en proximidad de un bar con música a buen volumen.
       En cuanto comenzamos le rosario, comienza una agradable lluvia que acalla la música del bar y nos hace refugiarnos a techo a la entrada de la casa, donde estamos un poco apretados. Pero el rosario se reza con toda calma y las estampas que reparto hacen la delicia de la casi treintena de los presentes.

      En casa seguimos teniendo luz y conexión a Internet, todo un triunfo para lo que estamos acostumbrados.

viernes, 16 de octubre de 2015

16 de Octubre de 2015

Viernes

Me levanto temprano y voy a rezar con los estudiantes de la uni. Hay una veintena que vienen, lo que me hace ver que merece la pena estar y animarles a que sigan viniendo y trayendo a otros compañeros. El camino está deteriorado y lleva su tiempo el recorrerlo. En casa rezo y desayuno, antes de salir a llevar comida a la pareja de ancianos que visité ayer en Mattru. Es algo que debería hacer el grupo de la cáritas, pero hasta ahora no hay nada que funcione y tienes que hacerlo tú, hasta que el grupo esté funcional.
      Hay una rueda baja de aire y hay que repararla antes que llegue la hora del viaje de la tarde. Un clavo bien grande es la causa del problema que nos resuelven los vulcanizadores.
      Hoy toca viaje al pueblo más alejado y el camino es largo debido a su mal estado. Las lluvias deterioran la pista fácilmente y el tránsito se hace costoso, pero aunque te lleve casi dos horas el recorrido, por lo menos ves que cuando llegas la gente se alegra y te esperan. Hoy ha habido las parejas, no tan numerosas como esperaba, y los niños a quienes ha dado el catecismo la señora Cecilia, que me acompaña regularmente.
        Me doy cuenta muy claramente de la necesidad que tienen de ser acompañados y alentados en el trabajo que hacen. También veo el interés qu tienen en que les venga a visitar y con ello les pido también a ellos que se esfuercen por venir, lo mismo que hago yo para llegar a su pueblo. Y el rosario es algo que todavía no tienen muy de costumbre, así que toca volver a insistir hasta que la cosa entre.
        En el pueblo siguiente rezamos el rosario en una casa. Cuando llegamos ya nos están esperando, y también hay un grupo aceptable, muchos de los cuales son críos de la escuela. Hoy el maestro no estaba, pero siempre hay alguien que sabe dirigir el rosario, aunque se confundieron en los misterios, pero como no domino su lengua, lo dejé pasar y ya veremos de arreglarlo cuando sepa un poco más de su lengua.

        La vuelta a casa es larga y cansada, pero una buena cena de lo que quedó del mediodía y un descanso reparador, a pesar del calor húmedo abundante, hacen milagros para el día siguiente.

jueves, 15 de octubre de 2015

15 de Octubre de 2015

Jueves

   Los que esperábamos llegaron de madrugada. Les recibimos, les ofrecimos la cena y cama como se pudo y salieron de nuevo por la mañana camino de Liberia. Buen viaje.
       Dije la misa en la parroquia y conmemoramos a santa Teresa en su quinientos aniversario. De vuelta a casa y con el desayuno acabado, organizamos almacenes, voy a comprar formas y después visito a un amigo de un pueblo con serios problemas de salud, antes de participar en una reunión en la universidad con los nuevos dirigentes del grupo de los estudiantes católicos. Al principio hay una veintena, pero acaban siendo más del doble.
       Como llegué un poco antes de tiempo, me pasé por el “instituto de lenguas” y hablé con alguien para que me encuentre quien domine la gramática en mende, cosa que me prometió y algo que no me esperaba, se nos presenta una madre con su criatura de meses, sin brazos y con unos muñones por piernas… Me informo de donde viven y, como es en el pueblo y en sitio que conozco, espero encontrarlos de muevo en su casa, en lugar de sacarle fotos delante de muchos curiosos.
      La reunión con los universitarios dura largo tiempo, pero es muy interesante, al manos por lo que hablan; el nuevo grupo tiene proyectos de moverse y hacer participar a todos los que quieran en actividades variadas, empezando por las estrictamente religiosas. Les he ofrecido la posibilidad si quieren venir conmigo a los pueblos para rezar.
       En casa, como y echo la siesta, y luego salgo para Mattru, el pueblo al que voy los jueves. Sé que hay gente que está enferma y voy a verlos los primeros. Lo que me encuentro no es muy alentador. Una pareja que me hablaba de que se quieren casar, hoy me ha hecho pensar mucho más en entierro que en otra cosa, tal como he visto al pobre hombre, a quien su mujer prodiga delicados cuidados.
       Mientras estoy con este matrimonio en su casa, viene una señora y me invita a ir a ver a su marido, que también está enfermo y que no es la primera vez. En esta casa, como en las demás, después del saludo de rigor, rezamos por los enfermos y por los que los cuidan.
       También esta misma señora me lleva por unas cuantas casas para ir saludando a la gente a la que aún no he saludado. En cada casa que entramos, saludamos a los presentes, rezamos y nos citamos para el rosario que rezaremos en la iglesia más tarde. Y la misma señora me lleva a unas cuantas casas del pueblo en las que hay gente que viene a rezar con nosotros, para animarles a que sigan viniendo y que ellos mismo traigan a alguno más.
      Aquí el viento se llevó el techo de la tejavana que nos hacía de iglesia y están haciendo una nueva construcción parcheando lo que ya tenían de antes. No es que sea algo extraordinario, pero es posible que sirva de sitio para rezar por unos cuantos años más.
       En el rosario se va notando que el número de fieles aumenta, los niños en particular y buen número saben rezar en su lengua. Les doy la estampa de recuerdo que tanto les gusta, aunque esté escrita en español, pues son las estampas que he recibido de la librería de Pamplona.

       En este pueblo la pobreza es grande y los recursos pocos. Y me sigo preguntando la forma de actuar con ellos para poder hacer que esto cambie… Y habrá que seguir teniendo paciencia con ellos para que sean ellos los que reaccionen y no yo quien les mueva, pues si es así, cuando yo no esté, ellos se pararán.

miércoles, 14 de octubre de 2015

14 de Octubre de 2015

Miércoles

  Digo la misa en la parroquia, pues el cura que la dice ha ido de viaje. En la misa pedimos por el eterno descanso de la madre del cura que estará con nosotros el año que viene encargándose de la parroquia. Acaba de morir en la India y tenía ciento cuatro años. Parece que bien contados, pues el hijo tiene setenta y cinco. Por lo menos ha sido una vida llena de la gracia de Dios y esperemos que esté disfrutando en su presencia.
        Después de la misa me viene a hablar Gabriel, un señor de Guinea que tiene muchas dificultades en hablar inglés, por lo que nos entendemos en francés.
        Cuando vuelvo a casa el coci ya está organizando las cosas en otro almacén y yo me preparo para ir a visitar la escuela en la que tenemos compromiso con el trabajo de los profesores. Quiero hacer un control para ver lo que han avanzado los alumnos, pero también tengo que atravesar el puente del agujero… Cuando llego, como el día está claro, veo que la cosa es pasable, aunque tienes que ver que el agua esté clara para no entrar en el hueco.
      En la escuela los maestros están en su trabajo y los alumnos hacen el examen sin mayor dificultad. No me ha dado tiempo aún a la corrección, pero la sensación es que las cosas han progresado bastante.
        Después de comer y echar la siesta, me viene a ver el profe de lengua local y me cuenta que ha perdido a su madre. Le doy el pésame y seguimos en nuestro trabajo.
       Voy a decir misa a los alumnos de la uni y me encuentro con un grupo numeroso para lo que solía tener antes. Hay unos cuarenta. También les animo a que traigan a amigos y conocidos a la celebración. Hay buen ambiente.
        De allí me voy al pueblo, rezamos el rosario, y el grupo va aumentado en número cada día. Después voy a Mattru para rezar también el rosario, y aquí la cosa va lenta y hay que tener paciencia con lo que van haciendo.
       Durante el día no ha habido conexión a internet, pero por la noche la hay, además de la luz, que va durando cada vez más tiempo.
      Me han dicho que vienen a dormir los que desde Freetown se dirigen a Liberia para la fiesta de la ordenación del domingo, un cura salesiano, y les espero hasta media noche, pero luego ya me voy a dormir, pues no sabes cuando van a llegar.


martes, 13 de octubre de 2015

13 de Octubre de 2015

Martes

  Después de a misa y desayuno, Samuel se va a la capital a arreglar cuestiones del billete para la reunión que cada año los clérigos tienen en Ghana. Yo me dedico un buen rato a estudiar mientras el coci sigue limpiando y organizando rincones de la casa. Después voy a Tikonco y aquí la gente va viniendo del campo y nos encontramos en una casa unos pocos. Hay buena voluntad y habrá que darles tiempo.
        Un camión bien cargado ha dejado un puente en mal estado y me dicen que no se puede pasar. Aunque es de noche, me acerco y veo que el hueco que ha dejado no es tan grande que no se pueda evitar… Veremos a ver si lo paso mañana.

       La conexión a internet que nos han dejado por la tarde, me permite ver los correos que me esperaban desde hace día y a los que trato de responder, no sea que la conexión falle de nuevo, lo que me hace estar en el ordenador hasta tarde.

lunes, 12 de octubre de 2015

12 de Octubre de 2015

Domingo

En España es el Pilar, pero aquí es un día ordinario. Después de la mis ay desayuno nos reunimos un rato para ver las cosas que podemos hacer en la semana. Samuel se siente mejor y piensa en ir a la capital por cuestiones de prepara el encuentro de clérigos.
      Peter, el cocinero, se organiza y comienza por limpiar, hacer las listas de lo que necesita comprar y preparar la comida, mientras hay visitas que vienen a saludarnos y también le dedico un buen rato a los libros.
      Después de comer y dormir un rato, el ambiente es sumamente cálido y húmedo, de forma que acaba lloviendo abundantemente mientras brilla el sol con esplendor.
       Vamos a los pueblos a rezar el rosario. Todavía nos acompaña la lluvia y eso hace que el ambiente se refresque y se respira mejor. Por el momento hemos dejado de sudar.
        Cuando llueve baja la temperatura unos diez grados y eso hace que sientas la sensación de alivio que provoca un descenso de temperatura, aunque sigamos teniendo veinticuatro grados y cien por cien de humedad.
        Vamos a rezar el rosario a Towama, como ayer, Hoy es en una casa y hay algunos más que ayer. Luego vamos a Nagoyon, donde ya han comenzado y aquí el número ronda los cincuenta, siendo muchos los críos pequeños.

       De vuelta  casa siempre hay viajeros que se apuntan al vehículo. En casa la cena está preparada y… Seguimos sin conexión, aunque tenemos luz.

domingo, 11 de octubre de 2015

11 de Octubre de 2015

Domingo

Samuel ha dormido regular, pero le han llamado para decirle que un cura irá a decir misa a Mattru y se queda para acompañarle. Yo voy a Nagoyon, Tikonko y Towama, con suerte diferente en los varios sitios. En el primero la gente llega en el número que lo suelen hacer otras veces, en el segundo hay bastantes menos y en el tercero, como hay una fiesta de final de curso de los universitarios, hay algunos más que de costumbre.
       El reencuentro es agradable. Todos estamos contentos de vernos de nuevo y de volver a la rutina de mi presencia entre ellos. Me doy cuenta de que el tiempo que han estado solos ha hecho que algunos dejen de venir. Esperemos que las cosas cambien a partir de ahora.
       Nos han preparado comida en Towama, lo que nos permite tener un plato bien cocinado y con bastante picante, pero a todo nos vamos acostumbrando.
        Después de comer viene Paul, el salesiano que ha dicho la misa en la parroquia acompañado por su hermano. Juntos salen con Samuel y yo me voy a dormir la siesta, pues esta mañana me levanté temprano.
      No han pasado diez minutos y me despierta el claxon de un vehículo, es Almudena, una chica que me encontré en el avión y que trabaja en un proyecto aquí por unos meses. Nos saludamos, nos damos los teléfonos y prometemos vernos otro día.
       Nos vienen a ver más visitas y acabamos saliendo de casa para ir a rezar el rosario a Towama, donde hay un pequeño grupo. Finalizado el rosario, tenemos tiempo de ir a otro pueblo y vamos a Mattrru; así me permite saludarles, pues hasta ahora no he tenido ocasión de encontrarlos. También son un grupito reducido a la hora de rezar. Y lo mismo me han dicho de la presencia a la misa por la mañana. Esperemos que la tendencia cambie.
        Por lo menos los que he encontrado me han saludado con alegría, incluido un trío que venía del bar y estaban bastante cargados. Durante el rosario dos de ellos acabaron dormidos. Otros encuentros con conocidos durante el paso por el pueblo, fueron también de alegría por verme y manifestando buenos deseos por mi llegada.
       Volvemos a casa por el camino en bastante mal estado, pero nos lo ameniza un mutilado que nos cuenta su experiencia de pertenecer a un equipo de fútbol que sale a jugar contra gente de otros países, cosa que no conocía y que me admira las historias que cuenta.
       En casa nos encontramos con que Peter, el coci, ha vuelto y que ya se ha puesto a hacer limpieza en la cocina, incluso siendo domingo.

       Tenemos luz, pero seguimos sin conexión, ausentes de lo que pasa en el exterior.

sábado, 10 de octubre de 2015

10 de Octubre de 2015

Sábado

Samuel ha dormido mal y el catarro le hace sentir malestar general. Rezamos en casa y después del desayuno se acuesta un rato, mientras yo salgo a hacer encargos en la ciudad. Tenemos luz pero internet no funciona. Varias personas nos vienen a visitar y volvemos a comer fuera, pues seguimos sin el cocinero.
        Como Samuel se encuentra mejor me acompaña a los pueblos. Él se queda en Tikonco, donde les acompaña en el rezo del rosario y yo voy a Nagoyon, donde hay una reunión de parejas muy especial, pues ha habido una disensión seria en una de ellas, lo que ha hecho que los demás se sientan afectados y el grupo se sienta débil.
      Les digo abiertamente que yo no estoy aquí para solucionar problemas de este tipo, que ellos son adultos y que tienen que ser capaces de resolver estas situaciones ellos mismos, algo que me parece fundamental para hacerles sentirse adultos y capaces de tomar las cosas en sus manos sin necesidad de que yo intervenga.
        Creo que lo han comprendido y me prometen dar de nuevo los pasos que han dado para ver si ahora surte los efectos que hasta ahora no ha dado.
       No he querido saber nada del problema que tiene la pareja para que se den bien cuenta que no vengo a administrar justicia, sino que estoy con ellos para acompañarles y esto creo que se nota y lo veo yo mismo, que en el tiempo que no he estado con ellos se han sentido solos. Pero una cosa es que estén solos y otra que no se les trate como los adultos que son.
        Con la promesa de que volverán a hacer un esfuerzo por que se resuelva el problema nos despedimos y voy a rezar el rosario a Balei a la vez que llevo en el vehículo a los maestros de la escuela que han venido a la reunión de las parejas.
       Allí está la mujer que no ha venido a la reunión de las parejas y me encuentro con que sus dos hijos de corta edad vienen a saludarme efusivamente. Les acojo con cariño y puedo ver en sus rostros el reflejo del problema que viven sus padres.
      Su madre me viene a saludar y la recibo con respeto y creo que ella se da bien cuenta de la situación aunque no hagamos referencia al problema que están viviendo las parejas.
       Como he venido a rezar el rosario vamos a la casa en que están preparados los bancos y los dos hijos de la pareja con problemas, están conmigo, en mis brazos durante largo rato hasta que se quedan dormidos, pues la noche ha llegado mientras rezamos.
      Al finalizar el rosario, cuando vuelvo hacia el coche acompañado de unos cuantos que vienen en la misma dirección, la madre de los dos críos me dice que quiere volver conmigo a su casa… Es algo que no me esperaba, pero que me llena de alegría, el pensar que lo que era un problema enorme, ha entrado en vías de solución.
        Samuel me esperaba hacía rato en Tikonko donde rezaron el rosario y él se encuentra bastante mejor.

        En casa tenemos luz, pero no hay internet. La comunicación no es siempre evidente.

viernes, 9 de octubre de 2015

9 de Octubre de 2015

Viernes

Anoche había luz, pero en casa se había agotado el cupo y la habían cortado, así que estuvimos a la luz de la linterna y durante un rato con la luz del generador.
       Por la mañana, después de la oración y el desayuno, hacemos planes para ir al banco, cambiar dinero en la calle, que es mucho más lo que te dan que en el banco y hacer compras para la casa, que no tiene nada de comida y además el cocinero no está, pues ha ido a pasar unos exámenes a Freetown.
       También vamos a visitar al vicario del obispo, pero no le encontramos en casa, pues asiste a una misa por una persona que ha muerto.
      Como hay electricidad y también tenemos conexión, envío algunos mensajes de correo para los que no contacté ayer. Esperemos que dure la conexión.
        Vamos a comer a un restaurante, pues como no tenemos cocinero y tampoco hemos tenido tiempo de preparar las cosas, se nos echa la hora encima; así también sabemos los sitios de comidas que merecen la pena ser visitados en la ciudad.
       Después de comer viene Edwin a vernos y hablamos un rato, hasta que se nos echa encima la hora de salir hacia los pueblos, que hoy nos toca el más alejado.
       Los caminos dejan bastante que desear a causa de las lluvias y además nos paramos a saludar a la gente de los otros pueblos, lo que nos hace llegar a Cassama justo a la hora y, aunque les había dicho que llegaba, siempre esperaban que la cosa se retrasara y por eso manifestaban su sorpresa al verme, acompañada de un grito de alegría porque estoy de regreso.
       Las parejas estaban presentes, aunque no en gran número, pero por lo menos se les ve contentos y me reciben efusivamente. Les animo a seguir en el trabajo y les motivo para que recemos el rosario en el mes de octubre, cosa que hasta ahora no han hecho y aprovecho para darles una hoja que encontré en América, con las indicaciones para el rezo del rosario.
        Hay una cincuentena de asistentes a la oración y dos tercios son niños, lo que hace que a veces el rosario sea ruidoso, pero bastante agradable, en especial los cantos animados por la señora Cecilia, la madre del salesiano que me acompaña a los pueblos.
       La despedida es alegre y nos prometemos vernos el viernes que viene y me dicen que los que no han venido hoy estarán presentes el viernes.
       En el sitio siguiente, Gbalehun, no está la iglesia abierta, porque nos están esperando y es que aquí sí rezan el rosario en el mes de octubre y lo hacen por las casas. Hoy lo hacemos en la capilla y les animo a que lo hagan por las casas, pues es María la que va a traer a sus hijos hacia su casa.
       La vuelta a Bo nos lleva largo tiempo. Las carreteras están en muy mal estado. Y Samuel está con catarro y se va pronto a la cama.

         Ahora no hay conexión… Ya me parecía que duraba mucho la comunicación a través de internet… Pero por lo menos tenemos luz de la ciudad.

jueves, 8 de octubre de 2015

8 de Octubre de 2015

Jueves

Retomo lo que había dejado en agosto. He estado de vacaciones, o buscando fondos para el mantenimiento de la misión que estamos abriendo.
      Durante este tiempo ha habido algunos cambios importantes. La parroquia que nos habían ofrecido se hace ya una realidad aceptada y esperamos que se haga presente el salesiano designado para encargarse de ella, que está hasta ahora en Liberia y vendrá en noviembre.
       Los pueblos han estado bastante abandonados a su suerte por unas y otras razones, lo que provoca un gran entusiasmo el verme llegar de nuevo hacia ellos, pues se sienten de nuevo acompañados por alguien que conocen. El tiempo nos irá diciendo la realidad que vivimos.
        Samuel, el clérigo que estará conmigo por el momento, ha estado en la comunidad de Freetown, lo que le ha provocado un deseo de venir lo antes posible y en los pueblos su ausencia una mayor sensación de abandono.
       Así se produce mi llegada al aeropuerto de Lungi y allí me están esperando Samuel y Edwin, un salesiano cura, nativo de Bo, que estará en Freetown este curso. Ambos están dispuestos a llevarme hasta Bo si no estoy muy cansado, cosa que acepto gustoso, pues es mucho más sencillo llegar a casa que hacer alto en la comunidad de Lungi y viajar al día siguiente.
       No me ha llegado una de las maletas y me lleva bastante tiempo reclamar. Esperemos que no tarde en venir. Esto nos ha retrasado la salida, pero aún así los que viajamos estamos contentos del desplazamiento, en el que nos sorprende la noche y hacemos un buen trecho del camino en las tinieblas. Dos veces nos caen buenos chaparrones y los controles del ébola siguen estando presentes en la carretera y se hacen menos exigentes en la  noche y con la lluvia cayendo.
       Edwin nos ha conducido y lo hace rápido y seguro. Se queda en casa de la familia y Samuel y yo venimos a la nuestra, que lleva tiempo sin abrir y huele a humedad y moho cosa fina, lo que me hace pensar en la necesidad del deshumidificador que pedía en la lista del contenedor.
       A pesar de la humedad, logro dormir bastante bien, pues tampoco hace mucho calor. No llegamos a los treinta grados y aunque se suda, no es muy intensa la sensación.
      Con la luz del generador y la conexión a internet, logro enviar unos cuantos correos para decir que he llegado sin novedad.
      Nos vamos a la cama llenos de planes para el día siguiente.