Domingo
Salgo pronto para los pueblos, como cada domingo, mientras en casa
también la cosa está cargada de actividades en la misa y antes y después, en
particular las normas del cura para pertenecer al consejo de la parroquia y las
reformas que se piensan hacer en la iglesia y en la casa y que son
urgentes.
En los pueblos es jornada normal. La gente va viniendo cada vez más
numerosa. En Nagoyon les cuesta estar a la hora, pro es que tienen que salir de
sus pueblos sin amanecer, ya que ahora amanece muy poco antes del comienzo de la
misa. El ambiente se prepara para la celebración del matrimonio de dos parejas
que se han estado preparando conmigo durante dos años.
En Tikonko la situación está cambiando, pues el miércoles tuvimos reunión
y los que me pidieron el bautismo, un grupo de jóvenes, me han presentado un
reto, y es acompañarles, pues me doy cuenta de sus buenos deseos, pero de la
falta de quien esté con ellos. Se lo he sugerido en la iglesia y me han
respondido con entusiasmo. Creo que puede ser el principio de un volver a crear
una comunidad que, según me dicen, existió, pero que por ahora aún no ha
despertado de su letargo. Estoy dispuesto a estar con ellos y a ver hasta donde
llegamos en nuestro compromiso, pues veo que no tienen costumbre de ser
acompañados por los padrinos ni a los
padres se les implica en la recepción de los sacramentos. Es algo que hay
que crear la costumbre y eso lleva tiempo, pero estoy preparado para hacerlo con
ellos y cambiar la situación de la comunidad en un sitio donde es necesario el
que se les acompañe.
En Towama las cosas son ordinarias. Los estudiantes de la uni van
llegando y asistiendo a misa el domingo y se les llama y se les invita a
participar en las actividades. Yo por mi parte también invito a la comunidad a
tomar conciencia de la necesidad de hacer catecismo y de realizar otras
actividades además de asistir a la misa el domingo.
En la parroquia hay reuniones y encuentros. Los que nos visitan están en
la comida, que hoy nos viene de la gente que nos lo prepara tanto en los pueblos
como en la parroquia y después de comer me voy a una reunión que por primera vez
he convocado de los responsables de las comunidades cristianas, el presidente y
el catequista, para ver de programar las ceremonias de la semana santa en los
pueblos y también para conocerse y saber lo que cada pueblo es y lo que hacen.
Cuando estamos en la reunión nos visita Joseph que ha acabado una reunión
y va hacia otra, pero que ha querido venir a saludar a los líderes de los
pueblos. Están gratamente sorprendidos.
La asistencia ha sido buena, pues de todos los pueblos había gente
presente y en el reparto hemos querido dar a cada uno según lo que quería,
teniendo en cuenta el problema de que estoy solo como cura y no puedo estar en
todos los pueblos a la vez, cosa que comprenden y la distribución se hace sin
mayor problema. Sí me doy cuenta de lo muy acostumbrados que están a obedecer y
no a organizar…
A la vuelta cenamos y
estamos un rato de sobremesa. Está encendido el generador, pues parece
que los problemas de falta de carburante van disminuyendo y la luz sigue
ausente. Creo que ha sido un día lleno de actividades y el cansancio nos ayuda a
un buen sueño.