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jueves, 31 de marzo de 2016

31 de Marzo de 2016

Jueves nos plantamos en el último día del mes, y recordamos a Don Bosco. Voy a rezar con las familias de Balei, los que se acaban de casar y están muy contentos de la visita. También intento preparar la situación para el comienzo del trabajo en el pozo de riego y el maestro que se ocupa me hace ver que están dispuestos. En casa la vida sigue. La cocinera ha venido y dice que tiene que ir a una reunión de la escuela de uno de sus hijos y, los trienales siguen cocinando, mientras yo sigo con el trabajo comenzado ayer de poner en orden paquetes de comida. La cosa va estando clara y la sudada se acaba en la ducha antes de comer. Me envía un mensaje la monja clarisa que va a pasar por aquí y nos podemos encontrar. La realidad es que sigo buscando la presencia de monjas en los pueblos para trabajar en la promoción de la mujer y la oferta está hecha. Parece ser que ganas de venir no faltan, pero lo que falta es personal. Esperemos que el terreno se allane y ese día llegue. Después me encuentro con el que va a trabajar en el pozo de riego y preparamos las cosas necesarias. Espero que podamos comenzar el trabajo el lunes, pero para empezar hace falta tener todas bien preparadas, los moldes en particular, que no son fáciles de encontrar en cualquier momento. Creo que se podrá hacer el pozo en la semana. Luego voy a Matru, como cada jueves. Saludo a las personas que están por las casas y tengo el correspondiente cortejo de críos que me acompañan y a quienes encanta el que les haga caso y nos movamos juntos de un sitio para otro. Pero la realidad es que seguimos con dificultades de diálogo y no parece que las cosas vayan a avanzar. En casa tenemos la adoración y la misa. Todavía no hay costumbre de la misa por la tarde y no son muchos los que vienen, así como la mentalidad de estar en la semana de pascua y hacer resaltar la alegría de la resurrección de Jesús; pero ya me encargo yo de remover un poco la cosa y, si no se enteran mucho de qué va, por lo menos algunos sonríen y cantan. Hoy sí que hay luz, aunque la conexión a internet es tan débil que no hay forma de recibir correos ni ver las noticias. Paciencia y mañana será otro mes… Por lo menos agradecer a Dios lo vivido este mes ya es algo interesante y pensar que muchas cosas pueden cambiar en poco tiempo también es un reto al que hay que saber enfrentarse con cariño y dedicación. Jesús resucitado nos puede hacer vivir esto de otra manera y así se lo pedimos en la oración.

miércoles, 30 de marzo de 2016

30 de Marzo de 2016

Miércoles Hoy la lluvia ha hecho una simple amenaza, pues han caído unas cuantas gotas, ni siquiera ha mojado el suelo, pero es suficiente para que haya menos gente en la misa. En cuanto baja un poco la temperatura, se nota que la gente duerme mucho más y este es el caso hoy. Nos sigue costando hacernos a la idea de la misa y la resurrección y tiempo pascual, pero sigo insistiendo y tratando de que todos vivamos con la alegría pascual. Después de dedicar un rato a la clase en la que el profe de lengua me ayuda a leer con sentido el evangelio del domingo, voy a desayunar, dedico un tiempo a hacer limpieza, pues hay mucho polvo y voy a una entrevista con el obispo. Hace tiempo que no nos encontramos y quiero comentarla la situación en los pueblos, en especial después de los sacramentos que acaban de recibir. Se muestra muy contento por la información y me anima a seguir con paciencia en el trabajo. También hablamos de otros temas, como son la preocupación de enviar críos a la escuela, de fijarlos a la tierra desde temprana edad con actividades extraescolares ayudados por los maestros, ayudar a los maestros comunitarios a obtener el título que no poseen... El clima es cordial y las ideas pasan fáciles. También hablamos de libros en mende y en inglés para que todos puedan tener algo entre las manos a la hora de hacer catecismo y en el momento de la oración y que aprendan a leer en su lengua. Vuelvo a casa a la hora de la comida. He comprado un par de bombillas que alumbren, pues aunque en muchos momentos no hay luz, por lo menos que cuando la haya se vea que alumbra y brilla, que estamos en pascua. También dedico un tiempo a reorganizar paquetes de comida del contenedor, lo que me hace sudar en abundancia y luego voy a los pueblos, hoy a visitar a los recién casados de Towama, pues los alumnos de la uni están aún de vacaciones. La vida sigue y los encuentro en el huerto regando las plantas, y al lado están quemando un campo de palmeras que será el sitio donde se levanten nuevos edificios. Towama es un pueblo que está en plena expansión y cualquier sitio es bueno para construir. Rezamos la oración de la tarde y el rosario y seguimos sin luz. La cena es a la luz de la linterna y después un rato trabajo con la batería del ordenador y luego me voy pronto a dormir en espera de que la luz venga en algún momento y podamos de nuevo cargar las baterías que ya están vacías.

martes, 29 de marzo de 2016

29 de Marzo de 2016

Martes

Podemos pensar en el día después. La misa por la mañana en la parroquia es tranquila, la gente me da la impresión que tiene bastante resaca de las celebraciones y no están muy animados. Intento hacer que la misa sea diferente de los días precedentes, pero la inercia es algo que se apodera de la situación… Por lo menos cantamos y movemos el ambiente de forma que algo sea distinto y a ver si durante la semana acabamos haciendo que algo más cambie.
Estoy diciendo misa en la parroquia porque no hemos encontrado un cura para que lo haga, pues mi intención es estar con los que han recibido sacramentos en los pueblos y acompañar estas comunidades nacientes. Con paciencia llegaremos donde podamos.
La cocinera no está y se dedican a preparar de comer los jóvenes salesianos. Por lo menos han ocupado el tiempo y lo que han presentado se puede comer, que no es poco.
A la tarde voy de nuevo a los pueblos y es que hoy toca catecismo, algo a lo que quiero estar presente para ir ambientando a los que acaban de recibir sacramentos como los que van a ser los padrinos de los que se van a bautizar y la necesidad de acompañarles en la preparación y seguirles después de recibir el sacramento, algo a lo que por aquí no están acostumbrados, pero que creo que es fundamental en la vida de fe de los cristianos para formar comunidades vivientes y actuantes.
El encuentro con los recién casados es agradable y todos están contentos de la celebración. Además trato de ver cuando podemos comenzar el pozo para regadío que pensamos hacer en la escuela y la disponibilidad de los equipos de trabajo, lo que me lleva un buen rato, ya que hay quienes no están en el pueblo, pero al final las cosas están más o menos dispuestas.

Estamos sin luz y tenemos un rato la conexión, lo que me permite ver los mensajes y consultar las noticias y me voy pronto a la cama, pues la cosa no da para mucho más.

lunes, 28 de marzo de 2016

28 de Marzo de 2016

Lunes

Amanecemos sin luz y a buscar la linterna y a apañarse con ella toca. En casa en la parroquia hay dos bodas y yo también tengo lo mismo en un pueblo. Salgo temprano y lo primero digo la misa en el sitio donde ayer celebramos el matrimonio. No hay mucha gente, pero los que ayer se casaron están presentes y comulgan devotamente.
Ya no vuelvo a casa, pues estoy en el camino hacia Nagoyon-Balei los pueblos en los que vamos a tener la celebración hoy y llego con tiempo, pues hay mucho que organizar antes de que comience la ceremonia.
Para empezar me encuentro con los que se van a casar y ensayamos lo que tienen que hacer y leer. Las cosas van marchando, pero tengo también bautizos. Hay una mujer de las parejas que no está bautizada y hay que administrarle el bautismo antes de la boda y otros que no están confirmados, lo que hace que haya varios sacramentos en la misma celebración, bautismo para seis personas, dos adultos y cuatro niños, confirmación para cuatro y matrimonio para dos parejas y primera comunión para dos adultos.
Con todo esto la ceremonia se alarga un poco, pero no se llegan a cansar. Estamos al aire libre y, aunque hay bastante gente, hay espacio suficiente, lo que hace que los niños no hagan mucho ruido, ni siquiera los que han venido a ver lo que pasa. Hago que los que se casan hablen de la experiencia que han vivido durante el tiempo de preparación que hemos hecho juntos durante los dos años que nos hemos reunido y los demás siguen con interés y después la pregunta cae de su peso, lo mismo que ayer… ¿Quién va a ser el próximo que se anime?... Y hay varios candidatos. Eso me hace ver que seguiré teniendo trabajo que hacer con ellos.
Hay mucha más gente que otros días, pues además de los familiares que han venido de fuera, se juntan los curiosos que han venido a ver lo que pasa y aprovecho para invitar a todos a que participen en las reuniones, pues rezar a todos nos ayuda en la convivencia con los demás, especialmente si se la oración se hace juntos.
Al final de la misa hay una cosa tradicional, que es la presentación de regalos a las parejas. Los familiares y los amigos vienen en procesión a traerles los regalos que han preparado y que aquí se dan al final de la misa. La procesión con los regalos, los cantos y la danza siguen dando ambiente a la fiesta y todos se muestran contentos de vivir la ceremonia en la iglesia.
Después de la misa hay la mesa, en el pueblo de al lado y todos piensan si les voy a llevar en el coche, cosa que me es imposible, pues también pienso en encontrarme con Joseph antes de que salga de viaje de vacaciones y para el capítulo, pero aún así, viniendo en el sentido contrario de donde se va a comer, el vehículo está lleno de pasajeros.
Cuando vengo a Casa Joseph ya se ha ido, me ha dejado unas cuantas notas manuscritas y me llama también por teléfono para aclarar algunos puntos de lo que ha quedado pendiente, las obras de algunos sectores en particular. Se hará lo que se pueda.
Después de comer y un rato de siesta para recuperarme del cansancio, vuelvo otra vez al pueblo a visitar a la gente y a saludar a los familiares que han venido. La fiesta ya ha terminado y la situación es de calma. Acaban de comenzar un partido de fútbol y uno de los que se ha casado hace de árbitro. Bromeo con él diciendo que espero que no tenga que correr al final del partido. Me ofrecen comida, pero les doy las gracias y no lo traigo, pues en casa tenemos y creo que les puede hacer más falta a ellos.
Para la fiesta de la boda les he regalado la comida, lo que quiere decir arroz y alubias, de lo que vino en el contendor, además de pescado y condimentos. Es algo que suelo hacer siempre que puedo con los que tienen problemas económicos y el banquete les resulta imposible de pagar y por ello no se deciden a casarse.
En casa rezamos, cenamos y, por sorpresa, nos viene la luz, lo que nos permite estar comunicados con el exterior y seguir lo que pasa en el mundo, además de cargar las baterías de los diferentes aparatos.

 Creo que ha sido un día intenso lo que he vivido y lo que hemos compartido con otros, en especial las parejas que se han casado. A partir de ahora las cosas serán diferentes. Hay algo nuevo que ha comenzado y esperamos que se vaya desarrollando y llegando a madurez y que nuevas comunidades cristianas que viven su fe, vayan surgiendo por el testimonio de los otros. Ello me hace sentirme muy agradecido a Dios por lo que estoy viviendo con esta gente y por los extraordinarios ejemplos que están dando a los demás.

domingo, 27 de marzo de 2016

27 de Marzo de 2016

Domingo

Amanecemos sin luz y salgo de casa temprano para encontrarme con la gente de Gbalehun para celebrar la misa, por lo menos una vez de pasada, pues este año hace tiempo que no les he acompañado en la oración el domingo.
Me presento en el pueblo antes de las siete de la mañana, y la oración está prevista para las ocho, lo que me permite darme una vuelta por las casas y saludar a los conocidos, que veo que están un poco adormilados. Peter, el maestro, me invita a ir al pueblo de al lado, donde hay gente que viene cada domingo a rezar y así los podemos traer. Allí veo que ha habido una fiesta de difuntos en la que han participado los de los pueblos circundantes y me explico la somnolencia de los de Gbalehun, con lo que colijo que no habrá mucho que celebrar en la misa en nuestra capilla.
A la hora prevista no tenemos público y más tarde algunos van acudiendo. Visto lo cual ni me revisto. Comenzamos con los que estamos presentes y vamos esperando a los que a cuenta gotas van llegando y que se caen de sueño después de un momento de estar sentados.
Es una experiencia que no es nueva y que se repite cada vez que hay una fiesta de este tipo en los pueblos y es algo que con mucha paciencia tienes que ir haciendo saber que participar en una fiesta es algo normal, pero pasarte la noche entera en una fiesta y al día siguiente querer estar en forma para rezar no van juntos…
En Towama las cosas son diferentes. Hoy se prepara una gran fiesta, pues se casa el que es el líder en la iglesia, se casa en la iglesia, que casado ha estado por cincuenta años con su mujer… Pero son las cosas de aquí… Casarse cuesta mucho dinero y no lo puedo hacer…
Para mí es la culminación de una preparación semanal de una pareja que ha manifestado el deseo de casarse por la iglesia y a quienes he acompañado cada semana en rezar juntos y en compartir cosas que viven, hasta que hemos puesto una fecha a la ceremonia.
La experiencia en la iglesia ha sido bonita, lo mismo que antes la preparación en casa y la confesión, donde experimentas la bondad de Dios con cada uno de nosotros y ellos se manifiestan dando gracias por sus vidas. He aprovechado para invitar a los que aún no están en regla y les he hecho ver que estoy disponible y puedo seguir a quien me lo pida, siempre que esté dispuesto a ello.
La ceremonia, sencilla y familiar, ha estado acompañada de los vítores y aclamaciones de unos y otros y mis repetidas invitaciones han sido bien oídas por los presentes, siempre en un clima de familia y de comentario entre serio y jocoso que les ha hecho ver que mis indicaciones van en serio y mi ser cura se define no en el hecho de venir a decirles la misa, sino en ayudarles en sus vidas a vivirlas de la mejor forma posible y en paz, pues cuando hombre y mujer rezan juntos, la paz llega a la casa.
Después de la ceremonia en la iglesia hubo una gran invitación de la gente que había participado a una comida organizada por las mujeres, en la que he querido que los gastos no se disparen, pero que no es fácil de controlar. Por lo menos por mi parte he intentado no causarles gastos y facilitar el que otros emprendan el mismo camino. Y también hasta aquí han legado las cosas del contenedor…
En casa, en la parroquia,  ha habido una gran fiesta en la misa, con la participación del obispo, que ha venido a abrir la puerta del perdón. Ha querido hacerlo en cada una de las parroquias para celebrar el año de la misericordia y hoy nos ha tocado a nosotros.
Cuando he vuelto a casa ya habían terminado la misa, pero todavía había gente que pululaba por los alrededores y algunos que comían en la planta baja, invitados por el párroco. El obispo había ido a bendecir la casa de una familia y cuando volvió, compartimos un rato en la mesa de animada conversación y se le ve que está muy contento del trabajo que estamos haciendo en la parroquia y así lo manifiesta. También estaban presentes algunos otros curas y varios seminaristas, y cuando se fueron, me tomé un rato para descansar, pues la mañana había sido larga.

Después comencé a preparar las cosas para el día siguiente, que también tiene su trabajo y así acabó la cosa con la oración y la cena y, seguimos sin luz.

sábado, 26 de marzo de 2016

26 de Marzo de 2016

Sábado

Tenemos la oración de la mañana y luego un rato de reunión comunitaria. Joseph, que se va a ir al capítulo, quiere dejar las cosas organizadas y llevar las ideas claras sobre lo que tenemos como proyectos y prioridades tanto en la casa, como en el terreno y los pueblos.
Después paso la mañana preparando las cosas de la tarde, pues tengo la vigilia en dos pueblos, y aquí también están de preparativos, como es normal.
Salgo pronto después de comer y me paso un momento en Towama para ver lo que han preparado y si les hace falta alguna cosa y en el camino me encuentro un grupo de mujeres que me dicen que van a Nagoyon. La realidad es que son de un pueblo cercano y que no vienen a rezar con nosotros, porque no las conozco, pero como veo que están cargadas las llevo hasta su destino y así me encuentro con los de las parejas, que hoy habíamos suspendido para mejor preparar las cosas en los otros sitios.
Cuando vuelvo a Tikonko me doy cuenta de que aquí las cosas no están preparadas para la vigilia y que la gente tampoco son muchos. Por lo menos los que han comenzado el catecismo conmigo, la mayoría están presentes y algunos han traído a sus padrinos, pero para el resto hay que esperar y ver que la cosa tiene que ir más lenta de lo que podemos pensar. De nuevo la paciencia es algo que tienes que seguir ejercitando y saber que el camino de acompañar es lento y largo.
Los presentes están muy contentos en la celebración y la siguen con interés y los que leen las lecturas lo hacen con entonación y gracia y eso ayuda a que todos sigamos mejor la ceremonia. Al acabar les traigo a la mayoría en el vehículo y tratan de cantar y dar ambiente.
En Towama la situación es diferente. Las cosas están preparadas y, aunque no hay mucha gente, por lo menos ves que saben donde están y siguen la ceremonia. La parte de la luz se hace en torno al fuego que han encendido fuera. El catequista tiene el cirio que les ha traído la monja y la entrada es de forma ordenada y lenta, algo que  no había visto antes, por lo que les felicito.
Para las lecturas han hecho una selección y, aunque los que leen no tienen mucha voz, por lo menos es claro y tiene sentido lo que leen. En la homilía intento ser breve y después me doy cuenta de que están cansados, por lo que procuro acabar la celebración cuanto antes, incluso quitando algún canto. Acabamos y nos despedimos con un “hasta mañana” que nos habla de lo boda que celebraremos y que a todos nos tiene enganchados.

En casa cuando llego aún no han acabado la celebración, están en la iglesia; pero como estoy cansado y es tarde y mañana tengo que madrugar, me voy a la cama para así el domingo poder estar en buena forma.

viernes, 25 de marzo de 2016

25 de Marzo de 2016

Viernes
Me levanto temprano, hago un rato de oración en la capilla y salgo para Tikonko antes de que los demás vengan a rezar, pues aquí la ceremonia de hoy están junto con el viacrucis y será más tarde.
El camino es tranquilo y hay pocos que circulan a esa hora en la dirección que llevo. Sí los hay que vienen cargados, mujeres en particular, con productos del campo para vender en el mercado.
Aparco el vehículo cerca de la iglesia y aparece Abu, el que hace de catequista, y juntos nos vamos hacia el otro extremo del pueblo, donde empezaremos el recorrido hacia la iglesia. Vamos saludando a los que nos encontramos. Los críos en particular lo hacen con sus voces chillonas que interrumpen la calma de la mañana.
Estamos en el sitio donde nos reuníamos antes de tener la iglesia que tenemos ahora y que la utiliza un grupo protestante. Allí nos han ofrecido poder comenzar con los críos las clases en el jardín de infancia que queremos abrir, y allí esperamos hasta que es la hora y arrancamos de vuelta hacia la iglesia. Han puesto unas cruces de palo en los diferentes sitios y nos van marcando el camino que llevamos.
La cosa se hace con calma y una cierta alegría, amenizada por la presencia de los críos que desde las casas me saludan y dan ambiente a la peregrinación. Hemos comenzado una veintena y otros se nos van juntando. Al final hay tres veces más de los que comenzamos y, como les veo que están cansados, no merece la pena forzar y meterles la ceremonia de la tarde, por lo que opto por estar un rato hablando con ellos, explicando lo que celebraremos mañana por la tarde y lo que tienen que preparar. Traerán leña para hacer el fuego, vendrán con sus velitas. Yo traeré el cirio pascual del año pasado, pues encontrar un cirio aquí no es posible, y así nos vamos enterando de las partes de la celebración de mañana, a la vez que voy ambientando a los catecúmenos para que traigan a los padrinos y a los adultos su esposa o su marido.
El ambiente es tranquilo. Los críos se meten en el coche para que les traiga un tramo del camino, hasta el cruce, mientras los adultos se quedan preparando lo que tienen que tener para la ceremonia. El camino está concurrido y también hay quienes se apuntan a subir al vehículo. No sé qué clase de apostolado es, pero la gente que sube a bordo tiene una amplia sonrisa de felicidad que me hace pensar que también es hace catecismo por los caminos.
No he sacado fotos y creo que es un poco una necesidad que voy dejando atrás, pero las fotos es algo que vemos en los reportajes y el vivir las cosas a veces se tiene que hacer sin necesidad de tener las imágenes en el congelador, sino viviendo lo que tienes y guardándolo en tu corazón, como María…
En casa me echo un rato a dormir, pues anoche no dormí bien y después preparo lo que me hace falta para la tarde y a la hora de comer, me encuentro con los otros salesianos. Hoy  no ha venido la cocinera. Como es día de ayuno nos las apañamos para comer algo de lo que había en el frigo y se van al viacrucis que comienza acto seguido. Hay mucha gente y está bien organizado. Dan la vuelta a la manzana y, antes de que salga para los pueblos, ya están de regreso y preparados para la liturgia en la iglesia.
Mi experiencia en Mattru no es un éxito, pero por lo menos empezamos bien, pues he ido cargando mujeres que volvían del mercado y al final había una quincena que se habían instalado con sus palanganas y demás en la parte trasera del vehículo. Por lo menos seguimos con el apostolado de la ruta.
Después de esperar largo tiempo, lo que me ha permitido visitar a unos cuantos en sus casas, van apareciendo algunos  y hoy sí está el encargado que ha venido en su moto desde fuera. La realidad es que empezamos una docena de personas y al final no hay muchos más. Como en lo que están haciendo como iglesia hace calor insoportable, nos sentamos en las gradas de la entrada y allí, con los presentes y dirigidos por el catequista, hacemos el viacrucis.
Aquí hay que seguir tomando las cosas con calma y ver lo que puedes hacer con unos y con otros. Me siguen pidiendo que venga a decir la misa el domingo a las ocho y sigo pensando que no es la buena solución, pues tengo otros dos pueblos que tendría que dejar y no estoy seguro de que los de aquí van a venir, pues las promesas no suelen se realidades.
Les propongo a los que quieran, que me den los nombres, si están interesados en que venga a decirles misa el domingo a la una y no les agrada mucho, pero es lo que les puedo ofrecer por ahora; así como para los dirigentes, quiero un encuentro semanal con ellos para hacer catecismo, algo que creo que no se esperaban, pero que me parece que es lo que necesitan. Veremos en qué terminan las cosas, pues las palabras se las lleva el viento.
Tienen serios problemas en lo que han construido como iglesia y les digo que estoy dispuesto a ayudarles, si les interesa, pues hasta ahora han preferido hacer por su cuenta. Dar tiempo al tiempo y ver lo que van decidiendo es lo que tengo que hacer y con esas nos despedimos.

En casa seguimos sin luz, pero ponemos un rato el generador y nos permite al menos vernos y comentar el día que ha sido largo y cargado. Me voy a la cama pronto y pienso que si por la noche viene la luz, me puedo entretener en hacer la crónica y leer, cosa que es lo que estoy haciendo.

jueves, 24 de marzo de 2016

24 de Marzo de 2016

Jueves

Es la conmemoración de María Auxiliadora y es seguro que habrá algo especial con Ella. Por lo menos comienzo el día en Mattru, donde después de la oración espero encontrarme con los líderes de la comunidad, pero no han venido. Incluso el primer encargado llega tarde… No es la primera vez que pasa y hay que tener paciencia y ver a donde vamos a llegar. Por lo menos a la vuelta traigo a algunos que vienen a Bo, hoy hay pocos estudiantes, pues la mayoría ya están de vacaciones.
Me traen un prospecto sobre un colegio universitario que funciona aquí cerca de casa y me llevo la gran sorpresa, pues pensaba que era algo difícil de encontrar y hoy sé que lo tengo a la puerta, y es que estoy pensando en la promoción de los maestros comunitarios que no tienen oficio ni beneficio. Me informaré mejor, pero creo que es un buen trabajo que Ella ha hecho el día de su fiesta. Ha venido un cura a verme que está en el equipo de los que organizan este colegio y me ha dado buenas perspectivas, lo que me llena de alegría el poder ofrecer algo cercano y asequible a nuestros maestros de los pueblos que no tienen título.
Por la tarde voy a Nagoyon para la oración. Me acerco a Balei para ver el trabajo en la escuela y el campo y me doy cuenta de que una rueda está pinchada… El trabajo de cambiarla lleva su tiempo, pero siempre hay personas amables que te ayudan y te evitan la sudada que te vas a dar haciendo tú el trabajo.
Para la oración hay menos gente que otras veces, pero los que están asisten con fervor. En las ofrendas hay un saco de gari, la mandioca rallada que nos ofrecen, un auténtico lujo y se lo agradezco. Es una comida que por aquí algunos no aprecian mucho, pero que he aprendido a comer y me resulta agradable.
Siempre hay gente que se apunta a viajar y así estoy acompañado. En Towama, el segundo destino de hoy, hay menos gente que los domingos, pero están bien representados. Al comenzar la oración encienden el generador y unos minutos después, las termitas son cientos alrededor de cada luz, lo que nos hace cambiar de táctica, apagar las luces de dentro, cerrar la puerta, cambiarse de sitio… La realidad es que no hay forma de poder con ellas.
Cuando intento leer el evangelio, hay tantas en el libro, en la luz de la linterna, en mi cara, en las gafas… Que no puedo seguir. Me paro un poco, apagan de nuevo las luces y, cuando la cosa amaina, sigo leyendo. Durante la homilía todos estamos a oscuras, pues les digo que para escuchar no necesitamos luz. A algunos les cuesta, pues tienen el teléfono y aquí todos los teléfonos tienen luz y siguen encendiendo y atrayendo termitas… Cuando al final estamos un rato sin luz y logro exponerles algo sobre lo que conmemoramos el jueves, las cosas cambian, pues la ola de termitas ya se ha ido y podemos proseguir la oración sin mayor problema y hoy el generador ha funcionado sin pararse, cosa también no corriente hasta ahora.
En casa y antes de cenar voy a dejar la rueda pinchada para que la reparen. Son los neumáticos sin cámara, que en teoría no se reparan, pero aquí todo es reparable y cuando vuelvo después de cenar tengo que esperar un rato, pues han tenido otros clientes y mientras alguien esté presente, no te van a hacer el trabajo de quien está ausente, con lo que me presento tarde para hacer las cosas y preparar lo de mañana, pero por lo menos hay conexión y recibo unos correos, además de leer las noticias.
Creo que María Auxiliadora a lo largo del día ha hecho su trabajo y me ha manifestado su cariño y su dedicación hacia nosotros y por ello doy las gracias.


miércoles, 23 de marzo de 2016

23 de Marzo de 2016

Miércoles

La noche ha sido tranquila y hoy no hemos tenido lluvia, pero se notan los efectos de la anterior que ha sido abundante y todavía quedan charcos en el camino.
Voy a rezar a Balei, el pueblo de la escuela en el que los maestros se van a casar en pascua. Por lo menos estar con ellos alguna vez y animarles en lo que hacen. La oración la hacen en la escuela, pues no hay capilla. Se juntan una veintena, entre ellos varios maestros y su familia. Es algo bien organizado, pues uno de los maestros dirige y lo hace preparándose antes.
Cuando vuelvo traigo unos cuantos estudiantes que encuentro en el camino y en Tikonko entra el jefe de la poli, que ha ido pronto a dar una vuelta y le traigo hasta el cuartel. Está al corriente de lo que hacemos por la gente y lo agradece, lo mismo que el que le lleve hasta el cuartel.
En casa, después del desayuno, leo las noticias y me preparo para ir con Joseph al retiro que tenemos los curas de la diócesis. Es en casa de los espiritanos y lo predica un cura SMA que está en la capital y a quien ha invitado el obispo.
Después de la comida volvemos a casa, echo un rato la siesta y me preparo para la misa crismal que tendrá lugar en la catedral a las cinco. Son las misas de tres horas y ya sabes que es mejor estar en la iglesia que en cualquier otro sitio, y por lo menos puedes rezar sin que nadie te interrumpa. Bueno eso es también un decir porque hoy al final había más insectos que fieles y es que como han empezado las lluvias, toca insectos, hoy las termitas aladas grandes. Había a miles por todos los sitios y la gente estaba en la calle al lado de las farolas recogiendo, pues se las comen y parece ser que tienen buen sabor.

Al venir hacia casa, al lado de cada farola había gente con boles o cubos recogiendo termitas y las enormes alas, que se les caen, sobre el asfalto, con los reflejos de la luz, producen una impresión como si fuera granizo que acaba de caer… Es algo que lo ves una vez y luego tarda en repetirse, por eso la experiencia de hoy es algo para fijar en la retina y luego recordar por largo tiempo.

martes, 22 de marzo de 2016

22 de Marzo de 2016

Martes

La lluvia ha caído mansamente y abundante durante la noche. Es la segunda lluvia, pero en los pueblos se ha notado su efecto, pues los riachuelos que estaban completamente secos han vuelto a recobrar vida y se ve que el agua ha corrido abundante.
Para la misa están las personas habituales a las que invito otra vez más a venir con más gente, sacando la idea de la primera lectura en la que Isaías nos habla de traer a los rescatados de Israel y ser luz de las naciones…
Salgo a pagar la factura de internet y me doy una vuelta por el mercado y el barrio. Siempre es interesante ver lo que pasa en la calle, a pesar de que hace calor y la humedad se nota. También estoy con el mecánico y compartimos un rato de charla. Es alguien que me parece que es una persona seria y de quien me puedo fiar, cosa que no abunda por estos lares.
Después de comer me voy a los pueblos, donde hay catecismo. Hablo un rato con la mujer del jefe de la zona, quien está muy interesada en la apertura de la preescolar de la que hemos hablado y nos ofrece ideas para comenzar. Me parece muy bueno lo que nos sugiere y sobre todo el interés que pone en colaborar con nosotros.
El catecismo es la actividad que tienen en Nagoyon los martes por la tarde. Comienzo visitando el pueblo de la escuela, donde hemos hecho el pozo. Veo lo que pasa y aprovecho para traer a los que vienen de ese pueblo para el catecismo. Hay una cuarentena presentes y la mayoría son escolares, cosa interesante, pues serán los maestros que les dan clase quienes les sigan en su andadura de cristianos.
En casa rezamos y, como no hay luz, ponemos un rato el generador, así se cargan las baterías y podemos consultar las noticias y los correos. Con Bruselas en la mente, pedimos por la paz y para que logremos entendernos y no a golpes.
Joseph está de vuelta. Hablamos un ratito mientras cena y preparamos las cosas para mañana. Él dirá la misa en casa y eso me permitirá ir a rezar a un pueblo con la gente.


lunes, 21 de marzo de 2016

21 de Marzo de 2016

Lunes

Y con la llegada de la primavera también nos visitó la lluvia. Por primera vez ha venido una lluvia por la noche, mansa, tranquila y persistente que ha mojado todo y ha limpiado el ambiente de polvo, además de refrescarlo. Por la mañana la sensación es de limpieza de la atmósfera, de humedad y de tranquilidad.
Joseph ha ido de viaje a Lungi donde tiene asuntos que solucionar y digo la misa a los presentes, que son más o menos los de todos los días y a los que vamos conociendo cada vez más. Les animo a ser los modelos que hemos preferido en el evangelio de hoy, pues cuando les he hablado han elegido el gesto de María con Jesús de ungirle los pies.
 El profe me dice que hoy tiene un compromiso y nos ponemos de acuerdo para tener la clase mañana, lo que me permite después del desayuno ir a una escuela a ver lo que pasa y llevarles unas galletas de las que han venido en el contenedor. La experiencia es buena y los críos están encantados con lo que les llevo, así como los profes, pues para todos hay.
En el camino me llaman para decirme que hay una señora que ha muerto en un pueblo y preguntarme si puedo estar para el entierro, que será a las dos. Hago todo lo posible, pues estar presente en esos momentos es la manera de hacer ver a la gente que quieres estar con ellos y mostrar tu cercanía.
Después de comer salgo hacia Mattru, el pueblo donde ha muerto una señora, que me parece que tenía cáncer. La realidad es que las enfermedades se viven sin que las cosas estén muy claras y en el hospital no te suelen dar muchos detalles al respecto o tampoco la gente está acostumbrada a que se los den.
En el entierro hay una gran afluencia de gente y las cosas ya están preparadas. Llego y vamos directamente a la casa donde la gente ya espera. Rezamos las oraciones que se suelen rezar y vamos hacia el cementerio donde la tumba está dispuesta y, en medio de un calor que nos hace sudar a todos, enterramos a la señora en una tumba cercana a otras y donde no hay distinción de credos o de estatus.
Al acabar, otra señora me lleva hacia la tumba de su marido, que han acondicionado con cariño. Es el anterior entierro en el que he participado en ese pueblo y ahora la tumba está enmarcada en unos azulejos decorados con bastante gusto, y ante ella rezamos un responso, como lo hemos hecho varias veces en la casa de la señora, pues cada vez que voy al pueblo suelo darme una vuelta por las casas de los enfermos o los mayores.
La lluvia que cayó anoche se va diluyendo y donde esta mañana había frescor y atmósfera limpia, ahora se nota que la cosa está cargada de humedad y el ambiente a cuenta del calor, se va resecando y las nubes nos hacen pensar en algo que nos va a visitar por la noche.

La lluvia nos visita de nuevo mansa y persistente y como la de ayer, van preparando el camino para que la siembra pueda realizarse, aunque aquí la estación de lluvias es larga y da tiempo a pensar las cosas, no es como en otros sitios donde he estado que a la primera lluvia la gente ya está sembrando.

domingo, 20 de marzo de 2016

20 de Marzo de 2016

Domingo

Domingo de Ramos. Salgo tan pronto como puedo, pues quieren hacer procesión con los ramos y no hay mucho margen. Llego a Nagoyon y aún sin amanecer ya tienen las cosas preparadas fuera de la capillita. Venimos en procesión desde la entrada del pueblo y seguimos la misa con la lectura de la pasión. La gente está atenta y es numerosa. Parece que para las fiestas se hacen más presentes, incluso hay quienes han venido de fuera.
Todavía siguen los ecos de la fiesta que vivieron en la escuela el viernes y los comentarios sobre el pozo y la bomba de agua. El ambiente se va preparando también para la celebración de la boda de dos de los maestros y el comienzo de otras actividades en la escuela.
En Tikonko la procesión se hace desde cerca de la iglesia y nos da tiempo para preparar las cosas y recibir a la gente que hoy son también más numerosos que otros días. Los que ayer estaban en el catecismo, hoy están presentes en la iglesia, pero aún queda terreno por andar, pues hace falta la presencia de otras personas, como los padrinos, las esposas o los padres de algunos de los catecúmenos, pero con paciencia todo se andará.
En Towama las cosas están preparadas. Vamos a una esquina del campo de fútbol y desde allí venimos en procesión a la iglesia. Lo que al principio no eran muchos, acaban siendo numerosos de forma que hay problemas de sitio en la iglesia. Hay bastantes que vienen a comulgar y les recuerdo que la confesión es también un sacramento, algo que me hace ver también la necesidad de catequesis.
Entre otras anécdotas, no saben lo que es un burro, pues por aquí no hay… Y trato de explicar a un pueblo de ascendencia guerrera la diferencia entre el caballo, animal para la guerra, y el burro, animal de la paz, y cómo Jesús entra en Jerusalén en son de paz, montado sobre el pollino.
El ambiente es animado y se ve que hay ganas de festejar y de que acabe el tiempo de penitencia. Siempre están dispuestos a festejar cualquier cosa y se les nota los deseos de también hacerlo en la iglesia con cantos y danzas que durante la cuaresma hemos puesto en sordina para resaltar el tiempo pascual.
La tarde es tranquila, en lo que cabe. Joseph ha recibido a gente que viene a verle y ha ido a Kenema con ellos. Los trienales han ido a una misa en la catedral que el obispo celebraba con los jóvenes y ha sido de tres horas, como otras veces, pero sí que ha sido interesante y muy concurrida, por lo que me han comentado.

Rezamos antes de que se vaya el día y cenamos a la luz de la linterna. Después ponemos un rato el generador y nos ponemos al día en noticias y correos.

sábado, 19 de marzo de 2016

19 de Marzo de 2016

Sábado

San José. Celebramos la misa solemne y la fiesta comienza. Me dedico a felicitar a los Josés que puedo y, también hay reunión del consejo de la parroquia, donde hay elecciones y se renueva el consejo,  además de preparar las cosas para mañana, que se presenta ajetreado.
A ratos hay luz, a ratos no. Va y viene. Por la noche no hemos tenido luz y tampoco al levantarnos. Sí en la misa, pero ahora estamos con el generador del centro de pastoral.
La comida es animada y, aunque la coci no se ha lucido especialmente en el menú, por lo menos hay buen ambiente y comemos con gusto.
Joseph tiene invitados, es su santo y hay gente que viene a verle. Le dejamos con ellos y me voy a echar un rato la siesta antes de emprenderla en los pueblos, donde me acompañan Samuel y la señora Cecilia, que también será la madrina de algún bautizo, pues en la zona no hay mucho para elegir.
Para empezar tenemos a los chinos que están haciendo obras de conducción del agua y se ponen en cualquier sitio de la carretera, donde no hay ninguna señal y te encuentras a veces con tapones de vehículos que no pueden girar… Perdemos un rato de tiempo antes de salir de la ciudad, pero es “pecata minuta”. Cuando llegamos al pueblo, las parejas ya están presentes y el ambiente se vive y se palpa… A lo mejor es que yo me siento también muy dentro de la celebración, pues soy bien consciente de que muchas cosas van a cambiar en un pueblo donde hay gente que van a recibir regularmente la comunión y a los que quiero acompañar diciendo la misa siempre que pueda.
En Tikonko también hay un grupo que está esperando y algunos llegan más tarde, con lo que para el catecismo acaban siendo numerosos, casi el doble que la semana pasada. Algunos, los menos, han venido con los padrinos, los demás me dicen que siguen buscando las personas adecuadas.
La clase de catecismo se pasa entre recomendaciones, preguntas y respuestas, recordarles lo que tienen que hacer, pedirles que repitan lo que les digo para que me entere bien de que han comprendido… Y así también se va creando un ambiente de familia en el que cada uno manifiesta su situación y lo que vive. Es interesante ver que hay varios adultos que prometen que vendrán con su media naranja, esposo o esposa, cosa que me hace pensar en un posible grupo de parejas con los que trabajar y que será muy interesante por la estabilidad que darán a la comunidad.
Volvemos a casa contentos de la experiencia, rezando el rosario en el polvoriento camino y pensando en lo que nos espera mañana, que además de las misas, habrá procesiones y que espero no sean muy largas y me dé tiempo para llegar a todos los sitios.
En casa seguimos con la celebración de san José. Hay una señora que desde Lungi ha venido a ver a Joseph y después aparece el cura que es capellán militar y tenemos un rato de agradable conversación, hablando en particular de los cambios en el consejo parroquial, pues él conoce bien a los feligreses de la parroquia, ya que ha vivido aquí tiempo.

Estamos sin luz, pero el generador nos da la luz que nos hace disfrutar mientras cenamos y luego seguir las noticias y enviar correos.

viernes, 18 de marzo de 2016

18 de MArzo de 2016

Viernes

Samuel y Edison van a la uni a rezar con los estudiantes. Antonio dice la misa en casa y Joseph la dice más tarde a un grupo de la parroquia, los de cáritas. Antonio y Samuel van a Balei a la escuela, pues hoy celebran una fiesta y les acompañan un rato. Hay animación y una comida preparada por las maestras y la colaboración de todos. El ambiente es de fiesta y todos participan en la celebración. Y hasta aquí han llegado los frutos del contenedor…
Por la tarde tenemos misa de acción de gracias en la catedral. Cada parroquia presenta ofrendas al obispo y se organiza una procesión después de la comunión en la que cada parroquia aporta lo que trae en procesión y danzando. Es algo que se solía hacer junto con la misa crismal, pero creo que es mejor lo que han hecho de separarlo, pues son dos cosas diferentes y así queda mejor, cada una tiene su sitio.
Hemos estado tres horas en la iglesia. Por lo menos no me puedo quejar, pues ya estoy acostumbrado a esas cosas que no sabes cuando va a acabar y hoy tampoco hacía demasiado calor como para que resultara inaguantable.

En casa seguimos sin luz y encendemos el generador. Por lo menos podemos cenar con luz y después leer y consultar el correo y las noticias.

jueves, 17 de marzo de 2016

17 de Marzo de 2016

Jueves

No hay misa por la mañana en casa y voy a una reunión a un pueblo, donde se juntan para rezar. El principal encartado en la reunión llega muy tarde y las cosas quedan un poco en el aire, esperando que la semana que viene puedan estar más claras, pues se deben tomar decisiones que afectan a muchos y todos debemos estar al corriente y bien informados.
En casa, después del desayuno van llegando los otros salesianos desde la capital y Lungi y les acompaña el ecónomo de la provincia que ha venido para conocer la situación, es nuevo y viene para una primera toma de contacto, pues no conocía las presencias de Sierra Leona. Me da muy buena impresión y me parece que tiene ideas claras en lo que quiere hacer. Esperemos que se le pueda seguir en su cometido para bien de todos.
Tenemos un primer momento de retiro, con una charla que nos da el ecónomo, seguido de tiempo para reflexionar y confesiones antes de la misa que celebramos en la capilla. Después viene la comida, que han preparado varias señoras de la parroquia y que, además de ser variada, está bien hecha, cosa que todos agradecemos.
Finalizada la comida, bajamos a la planta baja y comenzamos la reunión de desarrollo en la que nos vamos acostumbrando a las cosas de los proyectos de la oficina de desarrollo y a los objetivos y programas de cada una de las comunidades y a ponerlos en común para conocimiento de los demás. Es larga y lleva tiempo, y al final estamos contentos de que se termine. Será la última antes del capítulo provincial que tendrá lugar en el mes de abril.
Terminada la reunión, se tiene  un pequeño refrigerio y, vuelta al vehículo cada uno camino de su destino. Nosotros tenemos un poco de tiempo para prepararnos para la misa en la parroquia que tenemos por la tarde precedida de la adoración y las confesiones. No hay mucha gente, pero creo que necesitamos tiempo para que se vayan acostumbrando a la nueva forma de estar disponibles que tenemos los curas a la hora de las confesiones.

Por la noche se nos nota cansados, pues el día ha sido largo, pero contentos del encuentro con los demás salesianos, estábamos diez y seis, y satisfechos de lo realizado en la reunión y con la acogida que les hemos podido ofrecer.

miércoles, 16 de marzo de 2016

16 de Marzo de 2016

Miércoles

Seguimos sin luz, algo a lo que ya nos vamos acostumbrando. No sé qué es lo que pasa, pero la luz sigue ausente y disfrutamos de ella el rato que está funcionando el generador del centro de pastoral. Tanto para la oración como para la misa nos valemos de las linternas.
Mañana tendremos encuentro de los salesianos de Sierra Leona y nos estamos preparando, primero poniendo la casa en condiciones y luego viendo la forma de acogerles, pues es la primera vez que nos vamos a encontrar en la nueva casa.
Por la tarde voy a la uni a decir la misa y a encontrarme con los del catecismo de la semana pasada. Muchos llegan tarde a la cita, y me dicen que es que tienen clase a esa hora… Además estamos en el fin de trimestre y las cosas se precipitan. Vengo con unos cuantos catecismos de los que les había enseñado y los acogen con gusto, además de decirme que la semana que viene estarán de vacaciones, lo que implica que no nos veremos en semanas. Las vacaciones se sabe cuando comienzan, pero la vuelta se suele hacer esperar.
Finalizada la misa en la uni me voy al pueblo a encontrarme con los que se preparan para el matrimonio. Les doy las hojas que he fotocopiado y las leemos con calma para que nos sirva de preparación y entrenamiento. Están contentos y expectantes ante lo que se avecina y trato de ayudarles a vivir el momento en que se encuentran y hacerles ver el ejemplo que dan a los demás en la comunidad.
De vuelta en casa rezamos, cenamos y pasamos un rato compartiendo noticias, entre otras los preparativos para mañana. La casa está más o menos ordenada y limpia, y la comida se la hemos distribuido a varias personas para que así haya donde elegir y el menú sea variado.
Seguimos sin luz y a la espera de que aparezca, pero se hace esperar y se va pronto.

martes, 15 de marzo de 2016

15 de Marzo de 2016

Martes

Pues para variar, seguimos sin luz en casa y en la iglesia y nos apañamos con linternas que es la solución más socorrida a la hora de leer, tanto en la capilla como en la iglesia.
Después de la mis ay el desayuno tengo un rato de clase con el profe. Leemos el evangelio que nos toca y veo la necesidad que tengo de que alguien me ayude en la pronunciación correcta de las palabras, algunas en particular. El profes es muy amable y me ayuda con paciencia hasta que acabo dando el tono correcto no sólo a cada palabra, sino a las frases. El resultado es que cuando voy a los pueblos y leo, todos me dicen que han entendido y, es verdad porque son capaces de repetir lo que han entendido.
Tenía en programa ir a la escuela y llevar víveres, pero tenemos una reunión comunitaria que no tuvimos ayer y al final se hace tarde y no puedo ir, pero se podrá hacer después de comer, pues aunque no haya la escuela, sí que se hace catecismo y eso también es interesante que lo sigamos en una comunidad que empieza.
Después de comer y echar un poco la siesta, me dispongo a ir a la escuela, pues quiero llevar los víveres para celebrar la fiesta que vamos a tener el viernes; pero al mismo tiempo también llevo la comida que van a preparar las mujeres para el día de las bodas en Towama y Balei, así aprovecho el viaje y mato dos pájaros de un tiro y sin llamar mucho la atención.
Me acompañan los trienales, Samuel que va a hacer animación el viernes antes de la comida y Edison que acaba de llegar y está ambientándose en los pueblos.
Durante el tiempo de catecismo me doy una vuelta por el pueblo y saludo a los que por allí están, entre ellos a un par de jóvenes que solían venir a rezar con nosotros, pero que hace tiempo que no les veo… Acaban viniendo conmigo a visitar el cementerio, algo que hago con cierta frecuencia cuando estoy en el pueblo, pues rezo por los difuntos y les pido que bendigan al pueblo en el que ellos vivieron. Hoy, y debido a que los dos jóvenes están conmigo, les invito a rezar y, a partir de ahí, acabamos viniendo a una conversación personal en la que los dos jóvenes se comprometen a ayudarse en su trabajo y a venir a rezar juntos y llamarse el uno al otro para la oración, además de prometer que van a rezar con sus esposas… Es algo que no me esperaba y que ha surgido de forma imprevista, pero el ir a rezar a las tumbas de los del pueblo, también creo que tiene que tener sus efectos y quizás estos son los primeros resultados. Esperemos ver la reacción que tienen en la próxima reunión que tengamos.

Volvemos a casa, rezamos, cenamos, se va la luz, vuelve, y se vuelve a marchar… Y aquí estamos a la espera de que pueda volver.

lunes, 14 de marzo de 2016

14 de Marzo de 2016

Lunes

Estamos sin luz. Andreas es el que más madruga y a las seis ya emprende camino hacia la capital donde le espera trabajo. Se toma un café para despertarse y mientras compartimos un rato de conversación. La misa es también sin luz, pues hay un problema en unos cables y esperamos que en la mañana se pueda solucionar. Coco prepara las cosas con parsimonia y a conciencia y después del desayuno tiene organizado su petate y en la moto, se encamina hacia sus lares del  norte del país donde construye escuelas.
Se me pasa la mayoría de la mañana en preparaciones de unas cosas y otras, sobre todo en las ceremonias de la semana santa en los diferentes pueblos y ver cómo me las apaño para la fiesta que tendremos en la escuela el viernes y la comida de los que se casan, que será en la iglesia y preparada por las mujeres, que así no les cuesta nada a los matrimonios, pues aquí parece que la canción es “no me caso porque no tengo dinero para la boda”… Ya he celebrado muchas bodas sin que los novios gasten nada… Y espero seguir haciéndolo.
Después de comer voy a hacer unas fotocopias y a darme una vuelta por el mercado. Siempre es interesante estar en el ambiente, aunque a veces, si hay mucha gente, resulta problemático el moverse, pero hoy no había los agobios que suele haber los fines de semana.
Joseph ya estaba de vuelta cuando vine del mercado y nos saludamos e intercambiamos noticias. Viene cansado y contento de lo que ha hecho y veremos lo que vamos pudiendo emprender con respecto a construcciones y arreglos en la casa y alrededores.
Samuel y Edison van a la uni, pues hay deporte organizado y participan. También más tarde viene un trienal desde Liberia que va camino de la capital y van a recibirle.

Estábamos sin luz, pero finalmente nos ha venido y estamos contentos cargando baterías y estableciendo conexiones que antes no teníamos.

domingo, 13 de marzo de 2016

13 de Marzo de 2016

Domingo

Joseph ha ido a una reunión y ha encontrado a un cura que le sustituya en las misas mientras que yo sigo en los pueblos y la situación se va consolidando, tanto los horarios como las presencias y es que no hay nada mejor que la regularidad, y cuando se acostumbran a ser regulares las cosas les son más fáciles.
En Nagoyon les sigue costando estar a la hora, pero los que van llegando son cada vez más numerosos y se vive el ambiente de los matrimonios que haremos en pascua como un acontecimiento en la zona, y la verdad es que hace mucho tiempo que no hay matrimonios porque “casarse cuesta mucho dinero”… Y es algo que espero que a partir de ahora no sea una realidad, sino algo del pasado.
Hablamos de la preparación de las ceremonias de la semana santa, además del tema del día: Donde todos estamos dispuestos a condenar, Dios está presente para perdonar… Algo que es la realidad que cada uno de nosotros vivimos a diario.
En Tikonko la situación es un poco diferente, pues ayer empezamos un grupo de catecismo con vistas a un cercano bautismo, pero creo que hay que tomarse su tiempo, pues ni padres ni padrinos están presentes hoy en la misa, aunque las promesas de que vendrán no faltan.
En Towama hay cada vez más estudiantes de la uni que vienen a la celebración y aprovecho para invitarles al catecismo de los miércoles y después de la misa tenemos un encuentro con las mujeres para ver de preparar las cosas, especialmente lo que van a comer, el día de pascua, después de la boda de los que se casan en el pueblo.
Por la tarde aparecen Andreas y Coco que vienen de Liberia y que pasan aquí la noche. Tenemos tiempo de encontrarnos y ver cosas que se pueden ir haciendo y programar encuentros y acciones con respecto a posibles proyectos.
Se van a ver el partido del Madrid que juega con Las Palmas porque el equipo canario ha donado dinero para construir una escuela a Coco y quiere por lo menos saber los nombres de los jugadores y algo del equipo para poder agradecerles la colaboración.

A la vuelta del partido estamos un rato hablando y compartiendo noticias y experiencias, en particular de lo que han vivido estos días en Liberia y también de las posibilidades de futuro que se presentan de una colaboración de Coco en Tikonko. Soñar siempre es posible.

sábado, 12 de marzo de 2016

12 de Marzo de 2016

Sábado

Hoy es el día de la peregrinación diocesana y la concentración comienza en los alrededores de nuestra parroquia, pero antes ya he ido a Towama a rezar, aunque no con mucho éxito, pues han aparecido dos señoras y no hemos abierto la puerta de la iglesia. He rezado el rosario mientras esperaba y luego me he vuelto para casa. Aquí ya hay un cierto ambiente que va aumentando a medida que pasa el tiempo. Lo que estaba previsto para las siete se va haciendo más cerca de las ocho y los peregrinos salen a pie hacia el santuario que los espiritanos tienen a la salida de la ciudad hacia Kenema.
No participo porque no me encuentro my en forma y una caminata así me va a dejar sin fuerzas para mañana, domingo, y prefiero reservarme para esta en forma en los pueblos con la gente.
Además de rezar un buen rato, también tengo tiempo para organizar algunos paquetes que tengo en lo que es el almacén, de lo que llegó en el contenedor y que preparo para dar salida. Por la tarde, después de la siesta, salgo hacia Nagoyon. Ahora suelo visitar Balei, el pueblo que está cerca y donde tenemos la escuela y el pozo que acabamos de construir. Beber agua de la bomba del pozo es un gusto y escuchar los comentarios muy favorables que la gente hace es alentador y nos anima a proseguir el trabajo.
La reunión con las parejas está animada por los que se preparan para el matrimonio en pascua, además de otros temas, como la preparación de una fiesta que vamos a tener en la escuela y a la que nosotros vamos a aportar los víveres para preparar la comida.  Además vuelve a salir el tema del pozo y la alegría que todos tienen y les digo que es el comienzo de algo que queremos que siga y que veremos a ver hasta donde llega y que se enmarca en nuestra presencia como salesianos en medio de la gente de los pueblos y no es diferente de las reuniones que tenemos las parejas, sino una actividad más dentro de un plan amplio de desarrollo que intentamos llevar a efecto. Están contentos y felices de escuchar lo que les digo y dispuestos a colaborar en lo que puedan.
Hoy también hemos tenido la reunión un poco antes y es que queremos comenzar un catecismo de forma sistemática en Tikonko, donde no hay muchos bautizados y la comunidad cristiana es algo que hay que construir. Tienen la iglesia, pero hay que hacer la comunidad. Es algo que no me asusta y que sé que lleva tiempo, pero es un reto al que estoy dispuesto a responder y poner todo el empeño que pueda en ello sabiendo que el esfuerzo que haga, será la cosecha que pueda encontrar.
Cuando llegamos hay gente que nos está esperando. A la hora convenida comenzamos con el rezo del Ave María, como Don Bosco hizo cuando comenzó su oratorio, cosa que todos hacemos con devoción delante de la estatua de la Virgen que hay en la iglesia.
Después pasamos a lo que es el catecismo, algo que intento hacer que sea vital y no simplemente escuchar o aprender cosas de memoria. Los presentes no son muchos y las edades varían desde los niños a adultos, pero la mayoría son gente joven, a los que invito primero a pensar en que busquen unos padrinos. Algo que será un reto, pero que hará que a lo mejor esos cristianos de hace mucho tiempo y que parece que no se han despertado, puedan acabar viniendo.
La idea les parece posible y se comprometen a tener la semana que viene a sus padrinos con ellos. También está el problema de los padres de los catecúmenos, que no vienen a rezar, lo que nos dice que no son católicos. Es otra cosa en la que hay que pensar, pero primero tengamos los padrinos, que luego ellos les acompañarán para ver de arreglar la situación entre los diversos credos familiares.
En casa me encuentro a los salesianos jóvenes que acaban de volver de la peregrinación. Están cansados y no tenemos coci ni nada preparado, por lo que nos vamos a cenar  un sitio que ya conocemos y que está apañadito de precio.

Después no tardamos mucho en irnos a descansar, pues mañana nos espera otro día lleno de actividad. Esperábamos a Coco y Andreas que iban a pasar por aquí de vuelta de Liberia, pero nos han dicho que lo harán mañana.

viernes, 11 de marzo de 2016

11 de Marzo de 2016

Viernes

Voy temprano a rezar a Nagoyon, y es que me han pedido si puedo traer a Bo a una señora de ese pueblo que va a viajar a la capital. Como es una persona mayor y muy asidua a la oración, por eso me lo han pedido y por eso accedo y rezo con ellos; pero después el vehículo se transforma en un mercado de bultos y personas que con alegría se desplaza a través del polvoriento camino. Dejo al personal en la estación y vengo a casa donde me espera el profesor de lengua. Hemos tomado las clases en serio y veo los progresos que me permite hacer quien me enseña con interés.
Puedo leer el evangelio con la certeza de dar los tonos en el sitio adecuado y conocer las palabras que utilizo, además de darle el sentido, de forma que cuando leo me entero de lo que voy leyendo y estoy seguro de que los que me escuchan entienden.
Los albañiles siguen trabajando en los diversos frentes que tienen en casa y en la iglesia y las obras avanzan. El calor, la sequía y el polvo se hacen notar en el ambiente y sudas lo que quieres. Sigue habiendo problemas de carburante, pero Joseph ha conseguido un bidón de repuesto y nos soluciona el problema.
Voy a los pueblos, hoy me acompaña la señora Cecilia, la madre de Daniel, y en Cassama no hay mucha gente, pero hay esperanzas de que alguna cosa vaya cambiando, pues un maestro que no venía a rezar hace semanas, y a quien he enviado a buscar, ha aparecido y me dice que su mujer, de la que ha estado separado años y con la que tiene cinco hijos, puede volver a casa. Todo son comentarios de parte de los presentes y a todos les invito a que recemos por que la situación se resuelva a favor y gusto de la pareja y que les acompañemos con nuestra oración y presencia cuando sea necesario. No se me ocultan los problemas que el señor tiene con la bebida y lo que ello suele llevar consigo de peleas, por lo que animo a todos a que recemos y estemos cercanos cuando sea necesario.
Estos comentarios les hacen ver que una comunidad cristiana es una realidad no cuando se junta en la iglesia, sino en todos los momentos de la vida y ellos van descubriendo esta realidad que no han tenido presente hasta ahora y que es fundamental para que las cosas funcionen y haya algo más que rezar en la iglesia.
En Gbalehun me encuentro con los responsables de la escuela. He traído a un carpintero que me hace un presupuesto de los arreglos que el tejado de la escuela necesita y que está más ajustado que el que me había hecho el carpintero del pueblo la semana pasada y quedamos en que van a colaborar aportando materiales de madera que tienen a disposición en el bosque.
La oración está en la tónica de los otros días. Leo el evangelio y lo entienden y tratamos de explicar cómo, cuando todos estamos dispuestos a condenar, Dios se hace presente para perdonarnos siempre y por eso le damos gracias y le pedimos que nos ayude a perdonarnos.
La vuelta a casa rezando el rosario y transportando a gente que vuelven del campo, es lo que solemos hacer también cada vez que vamos a estos sitios y hoy no es excepción.
Cuando llego a casa y logro conectarme a internet, me encuentro con que mis hermanos me han estado esperando largamente. Hoy es el cumpleaños de uno de ellos y otros han venido a estar con él y el poder comunicarnos en Skype es una experiencia my agradable.

Tengo también un rato de charla con Joseph que mañana va a salir temprano hacia la capital donde tiene una reunión y otros asuntos varios que ventilar. El día ha sido largo y estoy cansado, lo que me permite un buen sueño a pesar del calor y lo que sudas, pero no me puedo quejar, pues en sitios más difíciles he estado.

jueves, 10 de marzo de 2016

10 de Marzo de 2016

Hoy no tenemos misa por la mañana, pues los jueves vamos a intentar poner un rato de adoración y confesiones y después la misa, por la tarde. Es algo que pensamos que nos puede ayudar a cambiar rutinas y hacer que la gente venga más numerosa a la misa y también ofrecer la posibilidad de la confesión.
Yo voy a rezar a Mattru, el pueblo al que suelo ir los jueves. Allí están los asiduos a la oración y con ellos rezo y aprovecho también para traer a Bo a unos cuantos estudiantes que de otra forma lo harían a pie.
Paso la mañana preparando cosas que tengo que organizar, en particular para semana santa y otras más en pueblos y escuelas. Como no tenemos coci, los salesianos jóvenes preparan la comida. Por lo menos está comestible y lo mismo nos pasa por la noche, aunque también se abren latas.
Por la tarde vuelvo a Mattru y encuentro poca gente en casa; sí está el río muy animado, pues cuando por la sequía el agua ha dejado de correr, las mujeres se han echado a los charcos que quedan y con redes tratan de hacerse con los peces. Hay ambiente, sobre todo cada vez que se pesca alguno de tamaño apreciable.
La adoración, las confesiones y la misa por la tarde es algo que se ve que aún está en los comienzos, pero la esperanza se anuncia. Vienen unos cuantos a confesar durante la adoración y, aunque  el número de los presentes no es extraordinario, por lo menos me parece que te da esperanzas de que pueda aumentar sin tardar.

Después de cenar vamos a visitar al cura que estuvo aquí antes que nosotros. Estaba enfermo y parece ser que las cosas no van a mejor. Hoy le hemos visto con dificultades para hablar, pero por lo menos se puede desplazar, no sin dificultad.

miércoles, 9 de marzo de 2016

9 de Marzo de 2016

Miércoles

Digo la misa después de haber rezado en la capilla a oscuras. Bastante gente presente a  que animo a vivir cada día en la presencia de dios y en la consciencia de las múltiples gracias que de Él recibimos.
La coci ha ido unos días a aprender algo de cocina y seguimos teniendo que prepararnos nosotros la comida, pero no es mayor problema, pues siempre hay latas.
Después de la comida voy a hacer unas fotocopias para la escuela y me doy una vuelta por el mercado, pero la fruta que hay no es algo que valga la pena.
Cuando vuelvo veo el coche de Joseph que ha vuelto de viaje. Estamos un ratito intercambiando experiencias de estos días pasados y después voy a la universidad para el encuentro con los estudiantes. Me acompaña Edison, pues Samuel no se encuentra en forma y cuando llegamos tropezamos a la monja que da clases en el campus, a la que invitamos a presentarnos también a otros profesores. Nos sugiera alguno de los profes que son residentes en la zona, pues los otros generalmente están en sus casas y les encuentras en el campus. Dejamos la cosa para otro momento, pues es casi la hora y nos centramos en el encuentro con los estudiantes, que hoy no son muchos, pero por lo menos los que han venido se muestran interesados.
Es el primer día que vamos a hacer catecismo y lo que hemos hecho es elegir el libro de catecismo que l papa Benedicto entregó a los jóvenes en la jornada de la juventud en Madrid en 2011. Nos ha parecido un texto interesante, a pesar de las críticas que también se le han hecho, pero por lo menos es una referencia y tienes algo entre las manos.
Los estudiantes están un poco sorprendidos por ser el primer día, por ser la clase una mesa redonda más que algo magistral, pero a medida que avanza la clase se van sintiendo a gusto y las intervenciones son frecuentes. Mañana tienen una reunión general y tomarán resoluciones al respecto de horarios y distribuciones de la clase.
Después visito al matrimonio que se prepara para la celebración en pascua. Rezamos y leemos el ritual; además saludo a unos cuantos conocidos, además de a los estudiantes que se juntan para beber en un patio cercano.

En casa hay luz y rezamos en la capilla y después de cenar compartimos un rato a la vez que también sigo las noticas en los periódicos, antes de irnos a dormir.

martes, 8 de marzo de 2016

8 de Marzo de 2016

Martes

Volvemos a la normal falta de luz y al generador en la iglesia, donde trato de recordar a los dos hermanos de san Juan de Dios que murieron en Liberia y en Sierra Leona, además de otros muchos sanitarios. Rezamos por ellos y les damos gracias a Dios por encontrar personas generosas dispuestas a dar su vida por sus hermanos como han hecho tantos sanitarios en los momentos del ébola.
Hoy sí que ha venido el profe y nos encontramos un buen rato. Leemos juntos el evangelio del domingo y me doy cuenta de lo bueno que es el profe cuando me ayuda en la pronunciación y en la entonación de las frases y las palabras. Es jubilado, pero lleno de iniciativas y de ganas de hacer algo por los demás.
Después de la clase preparo las cosas para la visita que quiero hacer a la escuela y al catecismo de los que se preparan para el bautismo y, como hay conexión, también envío un escrito y unas cuantas fotos a Loli para que las pueda poner en el blog.
Después de comer salimos para la escuela. Samuel se queda en casa, pues están los obreros trabajando y es bueno que alguien les siga de cerca; mientras yo voy con el nuevo trienal, Edison, para que conozca los pueblos, pues no ha estado nunca en esa zona.
Cuando llegamos, la escuela está cerrada… Han oído por la radio que es el día internacional de la mujer y que el presidente ha dicho que es fiesta y… Eso ya es motivo suficiente para que la mayoría de los críos no vengan a clase … Esta vez ya no me he enfadado, pues no vale la pena, pero es que es tal la costumbre de no asistir a la escuela que, cualquier motivo es suficiente para dejar la clase. Los maestros se han dado bien cuenta de que no estoy encantado, pero qué le vamos a hacer más que tener paciencia… Por lo menos he ido al pozo que acabamos de hacer en la escuela a beber agua de la nueva bomba, de la que todo el mundo se deshace en elogios…

En casa hoy tenemos luz y después de unos cuantos intentos hay conexión, lo que me deja ver las noticias y enviar algún correo.

lunes, 7 de marzo de 2016

7 de marzo de 2016

Lunes

Amanecemos con luz, lo que nos permite estar en la capilla y leer, algo que no se da todos los días. A la misa en la parroquia viene la gente habitual y hoy celebramos treinta y cuatro años de profesión de una monja que trabaja en el centro de pastoral y ha pedido la misa de acción de gracias, lo que nos hace estar un poco más alegres en el ambiente de cuaresma.
Hoy no he visto en la misa al profe que suele venir cada día, por eso me he dedicado a leer el texto del evangelio en lengua local  yo solo esperando que mañana haya más suerte y aparezca.
A media mañana aparece Joseph con Clara, la arquitecto que trabaja en Makeni y tenemos un rato de intercambio para después ver lo que queremos hacer en la casa y nos da la opinión favorable, de forma que podemos contactar con quien lo pueda hacer y empezar por pedir presupuesto.
Clara me ha dado muy buena impresión, está empeñada en la cooperación y trata de hacer lo que puede en su terreno, además de mostrarse disponible para todo lo que podamos necesitar y ella nos pueda hacer. Es cosa muy de agradecer encontrar personas tan dispuestas.
Después de comer sigo hablando un rato con ella y me cuenta la situación de la familia, cómo su padre no está muy contento con que ella esté por aquí, pero la realidad es que ella está contenta y me dice que en España hoy no hay trabajo para un arquitecto como lo que ella tiene aquí y que además ha encontrado a un chico con quien sale y se encuentra a gusto en el sitio y con lo que hace.
Hacia las tres Joseph ha finalizado una reunión y sale de nuevo con Clara hacia Makeni. Hace calor, se suda bastante y viene a verme el mecánico, que ha reparado el coche. Tengo otros asuntos para hablar con él y pasamos un rato en conversación.
Por la tarde, al anochecer, llega el nuevo salesiano trienal que estará con nosotros este curso. Edison. Ha estado unos días con su familia y ahora se incorpora a la comunidad. No hay luz y tampoco tenemos cocinera, pero se hace lo que se puede. Por lo menos la habitación que le ofrecemos está en el piso alto y, aunque no tiene baño, por lo menos está en buenas condiciones y a la espera de un arreglo, como las demás de la casa.

Pasamos la noche sin luz, por lo que me dedico a dormir a rezar cuando estoy despierto, pues el libro electrónico que tenía no me funciona desde hace un par de semanas y no tengo otra cosa a qué engancharme. Por lo menos muchos momentos de luz utilicé el libro y me leí una buena cantidad en momentos que no había luz.

domingo, 6 de marzo de 2016

6 de marzo de 2016

Domingo

Para empezar el coche no ha querido arrancar… Es algo que le ha pasado varias veces y es simple, pero necesita la mano del mecánico… Me voy a los pueblos en un taxi-moto, pues llamar a quien te lo arregle te hace llegar tarde. Tengo la suerte de encontrar una que me lleva y me trae sin problemas, que ya es mucho. Su principal preocupación es pasar el control de la poli, pues no tiene los papeles en regla, pero le tranquilizo porque si me lleva a mí, los polis no le van a pedir los papeles… Y  no es que no me controlen, es que les he llevado tantas veces en mi coche, que el día que me ven en una moto me dejan pasar sin más porque saben que el coche ha tenido problemas.
Pasar el control de la poli fue una verdadera aventura, pues llegamos y la cuerda estaba puesta, pero, por supuesto antes de las seis de la mañana no había nadie para bajarla… Fui al garito que tienen y llamé varias veces… No hubo respuesta. Quien estaba dentro dormía profundamente… Finalmente apareció una señora que vive allí cerca y, como me conoce, me bajó la cuerda y me dijo que pasara… Y a la vuelta, nadie nos puso ninguna dificultad. Un saludo amable nos permitió pasar sin más protocolos.
Los que vienen a misa se extrañan de no verme en el vehículo, pero les hago ver que también las averías pueden llegar al coche del cura. La misa en Nagoyon está concurrida y el ambiente es bueno. No hay comuniones y explico que dentro de unas semanas esperemos que las haya y que comencemos a crear una comunidad cristiana con adultos que comulgan y que serán los padrinos de los que quieran bautizarse siguiendo el camino de Jesús. Es la catequesis que tienes que ir haciendo donde no se ha hecho antes y que dará sus frutos más adelante.
En Tikonko hay algo más de gente y algunos venidos de paso. Fijamos el momento de la catequesis para los que quieren recibir el bautismo y con quienes me he comprometido y, a partir del sábado estaremos en la iglesia con ellos para comenzar el camino hacia el bautismo. Será un trabajo de encontrar los padrinos, de buscar a los que no vienen, de crear comunidad donde parece que antes la hubo y ahora no aparecen los que antes venían… Un reto que espero que junto a ellos podamos afrontar y que nos hará fuertes en la fe en Jesús.
En Towama las cosas para la celebración de la eucaristía no están preparadas y después de la misa tengo un encuentro con los líderes de los diversos grupos. Pienso que el problema no es la mala voluntad, sino el abandono que durante mucho tiempo han tenido. Una comunidad en la que no se hace catecismo no puede ser una comunidad viviente y algo de eso es lo que les pasa aquí, son cristianos de domingo y luego no da para mucho más. Así que con paciencia habrá también que estar con ellos y ayudarles a comprender que es la forma de cambiar.
 Se muestran muy sorprendidos cuando el presidente les dice que durante más de seis meses he estado con él y su esposa cada miércoles preparándoles para celebrar el matrimonio en la iglesia, algo que van a hacer en pascua y que intento hacerles ver que quiero que sea un modelo, pues aquí la gente no se casa porque es muy caro casarse… Y es la realidad, pero me las arreglaré para que no haya gastos, empezando por hacer la ceremonia sencilla y después no se irá a comer a casa de los que se casan, sino que las mujeres que vienen a misa se encargarán de preparar la comida que yo les llevaré, pues para algo he recibido la comida del contendor, y todos tendremos lo que haya que compartir en el patio de la iglesia.
Soñar es posible y hacerlo realidad un reto, que espero se repita, pues ya lo he hecho en otros sitios antes de aquí.
En casa las misas han sido como siempre y las reuniones de diversos grupos también han estado presentes. Después de comer me echo un rato la siesta, pues la mañana ha sido larga y Joseph se va a la capital a una reunión y esperemos que mañana venga con Clara, una española, arquitecto,  que trabaja en Sierra Leona y con la que hemos contactado para que nos ayude en los trabajos que queremos hacer en casa.

No hay conexión. Me paso la tarde escribiendo, lavando ropa y organizando cosas de la habitación. Por la noche la conexión llega y puedo recibir correos y noticias de unos y de otros. Y la luz nos acompaña durante la tarde y la noche, cosa inusual, pero estamos contentos con ella.

sábado, 5 de marzo de 2016

5 de Marzo de 2016

Sábado

Nos vamos adentrando en el mes de marzo y seguimos sin luz por la mañana y luego tampoco el generador del centro de pastoral funciona, lo que me permite leer mucho rato, además de ver las obras que van avanzando lentamente. Joseph tiene reuniones con los que se encargan de acomodar en la iglesia y los monaguillos. Samuel sigue con el paludismo y vuelve al hospital.
Seguimos sin cocinera y comemos de lata, aunque también alguien nos ha preparado comida local, arroz y salsa de hojas de mandioca. La tendremos para comida y cena.
Después de comer voy a cambiar las ruedas del vehículo, pues están my gastadas y ponemos las nuevas que han venido en el contendor. Estoy mucho rato hablando con los que por allí pasan mientras me hacen el trabajo, pues es manual y lleva su tiempo, aunque son expertos en el manejo de la técnica.
Después voy a los pueblos y hoy voy lleno, pues hay muchos caminantes en pleno calor que agradecen el que les lleves un trozo del camino.
Voy a visitar Balei, el pueblo donde hemos instalado la bomba en la escuela y el comentario es que el agua es estupenda y que además está fría… Y es la realidad, pues para el calor que hace, el agua que viene de veinte metros de profundidad está a unos cuantos grados menos que el ambiente y la sensación de de frescor.
Las parejas están en su punto. El ambiente en la reunión es bueno y se vive la proximidad de los que se preparan para el matrimonio en pascua y eso anima también a los demás  presentes.

En casa cenamos a la luz de la linterna y luego con el generador trabajamos un rato.