Crónica de las experiencias vividas en Bo (Sierra Leona) por el misionero salesiano Antonio Gutiérrez
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jueves, 31 de marzo de 2016
31 de Marzo de 2016
Jueves
nos plantamos en el último día del mes, y recordamos a Don Bosco. Voy a rezar con las familias de Balei, los que se acaban de casar y están muy contentos de la visita. También intento preparar la situación para el comienzo del trabajo en el pozo de riego y el maestro que se ocupa me hace ver que están dispuestos.
En casa la vida sigue. La cocinera ha venido y dice que tiene que ir a una reunión de la escuela de uno de sus hijos y, los trienales siguen cocinando, mientras yo sigo con el trabajo comenzado ayer de poner en orden paquetes de comida. La cosa va estando clara y la sudada se acaba en la ducha antes de comer.
Me envía un mensaje la monja clarisa que va a pasar por aquí y nos podemos encontrar. La realidad es que sigo buscando la presencia de monjas en los pueblos para trabajar en la promoción de la mujer y la oferta está hecha. Parece ser que ganas de venir no faltan, pero lo que falta es personal. Esperemos que el terreno se allane y ese día llegue.
Después me encuentro con el que va a trabajar en el pozo de riego y preparamos las cosas necesarias. Espero que podamos comenzar el trabajo el lunes, pero para empezar hace falta tener todas bien preparadas, los moldes en particular, que no son fáciles de encontrar en cualquier momento. Creo que se podrá hacer el pozo en la semana.
Luego voy a Matru, como cada jueves. Saludo a las personas que están por las casas y tengo el correspondiente cortejo de críos que me acompañan y a quienes encanta el que les haga caso y nos movamos juntos de un sitio para otro. Pero la realidad es que seguimos con dificultades de diálogo y no parece que las cosas vayan a avanzar.
En casa tenemos la adoración y la misa. Todavía no hay costumbre de la misa por la tarde y no son muchos los que vienen, así como la mentalidad de estar en la semana de pascua y hacer resaltar la alegría de la resurrección de Jesús; pero ya me encargo yo de remover un poco la cosa y, si no se enteran mucho de qué va, por lo menos algunos sonríen y cantan.
Hoy sí que hay luz, aunque la conexión a internet es tan débil que no hay forma de recibir correos ni ver las noticias. Paciencia y mañana será otro mes…
Por lo menos agradecer a Dios lo vivido este mes ya es algo interesante y pensar que muchas cosas pueden cambiar en poco tiempo también es un reto al que hay que saber enfrentarse con cariño y dedicación. Jesús resucitado nos puede hacer vivir esto de otra manera y así se lo pedimos en la oración.
miércoles, 30 de marzo de 2016
30 de Marzo de 2016
Miércoles
Hoy la lluvia ha hecho una simple amenaza, pues han caído unas cuantas gotas, ni siquiera ha mojado el suelo, pero es suficiente para que haya menos gente en la misa. En cuanto baja un poco la temperatura, se nota que la gente duerme mucho más y este es el caso hoy.
Nos sigue costando hacernos a la idea de la misa y la resurrección y tiempo pascual, pero sigo insistiendo y tratando de que todos vivamos con la alegría pascual.
Después de dedicar un rato a la clase en la que el profe de lengua me ayuda a leer con sentido el evangelio del domingo, voy a desayunar, dedico un tiempo a hacer limpieza, pues hay mucho polvo y voy a una entrevista con el obispo. Hace tiempo que no nos encontramos y quiero comentarla la situación en los pueblos, en especial después de los sacramentos que acaban de recibir. Se muestra muy contento por la información y me anima a seguir con paciencia en el trabajo.
También hablamos de otros temas, como son la preocupación de enviar críos a la escuela, de fijarlos a la tierra desde temprana edad con actividades extraescolares ayudados por los maestros, ayudar a los maestros comunitarios a obtener el título que no poseen... El clima es cordial y las ideas pasan fáciles. También hablamos de libros en mende y en inglés para que todos puedan tener algo entre las manos a la hora de hacer catecismo y en el momento de la oración y que aprendan a leer en su lengua.
Vuelvo a casa a la hora de la comida. He comprado un par de bombillas que alumbren, pues aunque en muchos momentos no hay luz, por lo menos que cuando la haya se vea que alumbra y brilla, que estamos en pascua.
También dedico un tiempo a reorganizar paquetes de comida del contenedor, lo que me hace sudar en abundancia y luego voy a los pueblos, hoy a visitar a los recién casados de Towama, pues los alumnos de la uni están aún de vacaciones. La vida sigue y los encuentro en el huerto regando las plantas, y al lado están quemando un campo de palmeras que será el sitio donde se levanten nuevos edificios. Towama es un pueblo que está en plena expansión y cualquier sitio es bueno para construir.
Rezamos la oración de la tarde y el rosario y seguimos sin luz. La cena es a la luz de la linterna y después un rato trabajo con la batería del ordenador y luego me voy pronto a dormir en espera de que la luz venga en algún momento y podamos de nuevo cargar las baterías que ya están vacías.
martes, 29 de marzo de 2016
29 de Marzo de 2016
Martes
Podemos pensar en el día después. La misa por la mañana en la
parroquia es tranquila, la gente me da la impresión que tiene bastante resaca de
las celebraciones y no están muy animados. Intento hacer que la misa sea
diferente de los días precedentes, pero la inercia es algo que se apodera de la
situación… Por lo menos cantamos y movemos el ambiente de forma que algo sea
distinto y a ver si durante la semana acabamos haciendo que algo más
cambie.
Estoy diciendo misa en la parroquia porque no hemos encontrado un
cura para que lo haga, pues mi intención es estar con los que han recibido
sacramentos en los pueblos y acompañar estas comunidades nacientes. Con
paciencia llegaremos donde podamos.
La cocinera no está y se dedican a preparar de comer los jóvenes
salesianos. Por lo menos han ocupado el tiempo y lo que han presentado se puede
comer, que no es poco.
A la tarde voy de nuevo a los pueblos y es que hoy toca
catecismo, algo a lo que quiero estar presente para ir ambientando a los que
acaban de recibir sacramentos como los que van a ser los padrinos de los que se
van a bautizar y la necesidad de acompañarles en la preparación y seguirles
después de recibir el sacramento, algo a lo que por aquí no están acostumbrados,
pero que creo que es fundamental en la vida de fe de los cristianos para formar
comunidades vivientes y actuantes.
El encuentro con los recién casados es agradable y todos están
contentos de la celebración. Además trato de ver cuando podemos comenzar el pozo
para regadío que pensamos hacer en la escuela y la disponibilidad de los equipos
de trabajo, lo que me lleva un buen rato, ya que hay quienes no están en el
pueblo, pero al final las cosas están más o menos
dispuestas.
Estamos sin luz y tenemos un rato la conexión, lo que me permite
ver los mensajes y consultar las noticias y me voy pronto a la cama, pues la
cosa no da para mucho más.
lunes, 28 de marzo de 2016
28 de Marzo de 2016
Lunes
Amanecemos sin luz y a buscar la linterna y a apañarse con ella
toca. En casa en la parroquia hay dos bodas y yo también tengo lo mismo en un
pueblo. Salgo temprano y lo primero digo la misa en el sitio donde ayer
celebramos el matrimonio. No hay mucha gente, pero los que ayer se casaron están
presentes y comulgan devotamente.
Ya no vuelvo a casa, pues estoy en el camino hacia Nagoyon-Balei
los pueblos en los que vamos a tener la celebración hoy y llego con tiempo, pues
hay mucho que organizar antes de que comience la ceremonia.
Para empezar me encuentro con los que se van a casar y ensayamos
lo que tienen que hacer y leer. Las cosas van marchando, pero tengo también
bautizos. Hay una mujer de las parejas que no está bautizada y hay que
administrarle el bautismo antes de la boda y otros que no están confirmados, lo
que hace que haya varios sacramentos en la misma celebración, bautismo para seis
personas, dos adultos y cuatro niños, confirmación para cuatro y matrimonio para
dos parejas y primera comunión para dos adultos.
Con todo esto la ceremonia se alarga un poco, pero no se llegan a
cansar. Estamos al aire libre y, aunque hay bastante gente, hay espacio
suficiente, lo que hace que los niños no hagan mucho ruido, ni siquiera los que
han venido a ver lo que pasa. Hago que los que se casan hablen de la experiencia
que han vivido durante el tiempo de preparación que hemos hecho juntos durante
los dos años que nos hemos reunido y los demás siguen con interés y después la
pregunta cae de su peso, lo mismo que ayer… ¿Quién va a ser el próximo que se
anime?... Y hay varios candidatos. Eso me hace ver que seguiré teniendo trabajo
que hacer con ellos.
Hay mucha más gente que otros días, pues además de los familiares
que han venido de fuera, se juntan los curiosos que han venido a ver lo que pasa
y aprovecho para invitar a todos a que participen en las reuniones, pues rezar a
todos nos ayuda en la convivencia con los demás, especialmente si se la oración
se hace juntos.
Al final de la misa hay una cosa tradicional, que es la
presentación de regalos a las parejas. Los familiares y los amigos vienen en
procesión a traerles los regalos que han preparado y que aquí se dan al final de
la misa. La procesión con los regalos, los cantos y la danza siguen dando
ambiente a la fiesta y todos se muestran contentos de vivir la ceremonia en la
iglesia.
Después de la misa hay la mesa, en el pueblo de al lado y todos
piensan si les voy a llevar en el coche, cosa que me es imposible, pues también
pienso en encontrarme con Joseph antes de que salga de viaje de vacaciones y
para el capítulo, pero aún así, viniendo en el sentido contrario de donde se va
a comer, el vehículo está lleno de pasajeros.
Cuando vengo a Casa Joseph ya se ha ido, me ha dejado unas
cuantas notas manuscritas y me llama también por teléfono para aclarar algunos
puntos de lo que ha quedado pendiente, las obras de algunos sectores en
particular. Se hará lo que se pueda.
Después de comer y un rato de siesta para recuperarme del
cansancio, vuelvo otra vez al pueblo a visitar a la gente y a saludar a los
familiares que han venido. La fiesta ya ha terminado y la situación es de calma.
Acaban de comenzar un partido de fútbol y uno de los que se ha casado hace de
árbitro. Bromeo con él diciendo que espero que no tenga que correr al final del
partido. Me ofrecen comida, pero les doy las gracias y no lo traigo, pues en
casa tenemos y creo que les puede hacer más falta a ellos.
Para la fiesta de la boda les he regalado la comida, lo que
quiere decir arroz y alubias, de lo que vino en el contendor, además de pescado
y condimentos. Es algo que suelo hacer siempre que puedo con los que tienen
problemas económicos y el banquete les resulta imposible de pagar y por ello no
se deciden a casarse.
En casa rezamos, cenamos y, por sorpresa, nos viene la luz, lo
que nos permite estar comunicados con el exterior y seguir lo que pasa en el
mundo, además de cargar las baterías de los diferentes
aparatos.
Creo que ha sido un
día intenso lo que he vivido y lo que hemos compartido con otros, en especial
las parejas que se han casado. A partir de ahora las cosas serán diferentes. Hay
algo nuevo que ha comenzado y esperamos que se vaya desarrollando y llegando a
madurez y que nuevas comunidades cristianas que viven su fe, vayan surgiendo por
el testimonio de los otros. Ello me hace sentirme muy agradecido a Dios por lo
que estoy viviendo con esta gente y por los extraordinarios ejemplos que están
dando a los demás.
domingo, 27 de marzo de 2016
27 de Marzo de 2016
Domingo
Amanecemos sin luz y salgo de casa temprano para encontrarme con
la gente de Gbalehun para celebrar la misa, por lo menos una vez de pasada, pues
este año hace tiempo que no les he acompañado en la oración el
domingo.
Me presento en el pueblo antes de las siete de la mañana, y la
oración está prevista para las ocho, lo que me permite darme una vuelta por las
casas y saludar a los conocidos, que veo que están un poco adormilados. Peter,
el maestro, me invita a ir al pueblo de al lado, donde hay gente que viene cada
domingo a rezar y así los podemos traer. Allí veo que ha habido una fiesta de
difuntos en la que han participado los de los pueblos circundantes y me explico
la somnolencia de los de Gbalehun, con lo que colijo que no habrá mucho que
celebrar en la misa en nuestra capilla.
A la hora prevista no tenemos público y más tarde algunos van
acudiendo. Visto lo cual ni me revisto. Comenzamos con los que estamos presentes
y vamos esperando a los que a cuenta gotas van llegando y que se caen de sueño
después de un momento de estar sentados.
Es una experiencia que no es nueva y que se repite cada vez que
hay una fiesta de este tipo en los pueblos y es algo que con mucha paciencia
tienes que ir haciendo saber que participar en una fiesta es algo normal, pero
pasarte la noche entera en una fiesta y al día siguiente querer estar en forma
para rezar no van juntos…
En Towama las cosas son diferentes. Hoy se prepara una gran
fiesta, pues se casa el que es el líder en la iglesia, se casa en la iglesia,
que casado ha estado por cincuenta años con su mujer… Pero son las cosas de
aquí… Casarse cuesta mucho dinero y no lo puedo hacer…
Para mí es la culminación de una preparación semanal de una
pareja que ha manifestado el deseo de casarse por la iglesia y a quienes he
acompañado cada semana en rezar juntos y en compartir cosas que viven, hasta que
hemos puesto una fecha a la ceremonia.
La experiencia en la iglesia ha sido bonita, lo mismo que antes
la preparación en casa y la confesión, donde experimentas la bondad de Dios con
cada uno de nosotros y ellos se manifiestan dando gracias por sus vidas. He
aprovechado para invitar a los que aún no están en regla y les he hecho ver que
estoy disponible y puedo seguir a quien me lo pida, siempre que esté dispuesto a
ello.
La ceremonia, sencilla y familiar, ha estado acompañada de los
vítores y aclamaciones de unos y otros y mis repetidas invitaciones han sido
bien oídas por los presentes, siempre en un clima de familia y de comentario
entre serio y jocoso que les ha hecho ver que mis indicaciones van en serio y mi
ser cura se define no en el hecho de venir a decirles la misa, sino en ayudarles
en sus vidas a vivirlas de la mejor forma posible y en paz, pues cuando hombre y
mujer rezan juntos, la paz llega a la casa.
Después de la ceremonia en la iglesia hubo una gran invitación de
la gente que había participado a una comida organizada por las mujeres, en la
que he querido que los gastos no se disparen, pero que no es fácil de controlar.
Por lo menos por mi parte he intentado no causarles gastos y facilitar el que
otros emprendan el mismo camino. Y también hasta aquí han legado las cosas del
contenedor…
En casa, en la parroquia, ha habido una gran fiesta en la misa, con
la participación del obispo, que ha venido a abrir la puerta del perdón. Ha
querido hacerlo en cada una de las parroquias para celebrar el año de la
misericordia y hoy nos ha tocado a nosotros.
Cuando he vuelto a casa ya habían terminado la misa, pero todavía
había gente que pululaba por los alrededores y algunos que comían en la planta
baja, invitados por el párroco. El obispo había ido a bendecir la casa de una
familia y cuando volvió, compartimos un rato en la mesa de animada conversación
y se le ve que está muy contento del trabajo que estamos haciendo en la
parroquia y así lo manifiesta. También estaban presentes algunos otros curas y
varios seminaristas, y cuando se fueron, me tomé un rato para descansar, pues la
mañana había sido larga.
Después comencé a preparar las cosas para el día siguiente, que
también tiene su trabajo y así acabó la cosa con la oración y la cena y,
seguimos sin luz.
sábado, 26 de marzo de 2016
26 de Marzo de 2016
Sábado
Tenemos la oración de la mañana y luego un rato de reunión
comunitaria. Joseph, que se va a ir al capítulo, quiere dejar las cosas
organizadas y llevar las ideas claras sobre lo que tenemos como proyectos y
prioridades tanto en la casa, como en el terreno y los
pueblos.
Después paso la mañana preparando las cosas de la tarde, pues
tengo la vigilia en dos pueblos, y aquí también están de preparativos, como es
normal.
Salgo pronto después de comer y me paso un momento en Towama para
ver lo que han preparado y si les hace falta alguna cosa y en el camino me
encuentro un grupo de mujeres que me dicen que van a Nagoyon. La realidad es que
son de un pueblo cercano y que no vienen a rezar con nosotros, porque no las
conozco, pero como veo que están cargadas las llevo hasta su destino y así me
encuentro con los de las parejas, que hoy habíamos suspendido para mejor
preparar las cosas en los otros sitios.
Cuando vuelvo a Tikonko me doy cuenta de que aquí las cosas no
están preparadas para la vigilia y que la gente tampoco son muchos. Por lo menos
los que han comenzado el catecismo conmigo, la mayoría están presentes y algunos
han traído a sus padrinos, pero para el resto hay que esperar y ver que la cosa
tiene que ir más lenta de lo que podemos pensar. De nuevo la paciencia es algo
que tienes que seguir ejercitando y saber que el camino de acompañar es lento y
largo.
Los presentes están muy contentos en la celebración y la siguen
con interés y los que leen las lecturas lo hacen con entonación y gracia y eso
ayuda a que todos sigamos mejor la ceremonia. Al acabar les traigo a la mayoría
en el vehículo y tratan de cantar y dar ambiente.
En Towama la situación es diferente. Las cosas están preparadas
y, aunque no hay mucha gente, por lo menos ves que saben donde están y siguen la
ceremonia. La parte de la luz se hace en torno al fuego que han encendido fuera.
El catequista tiene el cirio que les ha traído la monja y la entrada es de forma
ordenada y lenta, algo que no había
visto antes, por lo que les felicito.
Para las lecturas han hecho una selección y, aunque los que leen
no tienen mucha voz, por lo menos es claro y tiene sentido lo que leen. En la
homilía intento ser breve y después me doy cuenta de que están cansados, por lo
que procuro acabar la celebración cuanto antes, incluso quitando algún canto.
Acabamos y nos despedimos con un “hasta mañana” que nos habla de lo boda que
celebraremos y que a todos nos tiene enganchados.
En casa cuando llego aún no han acabado la celebración, están en
la iglesia; pero como estoy cansado y es tarde y mañana tengo que madrugar, me
voy a la cama para así el domingo poder estar en buena
forma.
viernes, 25 de marzo de 2016
25 de Marzo de 2016
Viernes
Me levanto temprano, hago un rato de oración en la capilla y
salgo para Tikonko antes de que los demás vengan a rezar, pues aquí la ceremonia
de hoy están junto con el viacrucis y será más tarde.
El camino es tranquilo y hay pocos que circulan a esa hora en la
dirección que llevo. Sí los hay que vienen cargados, mujeres en particular, con
productos del campo para vender en el mercado.
Aparco el vehículo cerca de la iglesia y aparece Abu, el que hace
de catequista, y juntos nos vamos hacia el otro extremo del pueblo, donde
empezaremos el recorrido hacia la iglesia. Vamos saludando a los que nos
encontramos. Los críos en particular lo hacen con sus voces chillonas que
interrumpen la calma de la mañana.
Estamos en el sitio donde nos reuníamos antes de tener la iglesia
que tenemos ahora y que la utiliza un grupo protestante. Allí nos han ofrecido
poder comenzar con los críos las clases en el jardín de infancia que queremos
abrir, y allí esperamos hasta que es la hora y arrancamos de vuelta hacia la
iglesia. Han puesto unas cruces de palo en los diferentes sitios y nos van
marcando el camino que llevamos.
La cosa se hace con calma y una cierta alegría, amenizada por la
presencia de los críos que desde las casas me saludan y dan ambiente a la
peregrinación. Hemos comenzado una veintena y otros se nos van juntando. Al
final hay tres veces más de los que comenzamos y, como les veo que están
cansados, no merece la pena forzar y meterles la ceremonia de la tarde, por lo
que opto por estar un rato hablando con ellos, explicando lo que celebraremos
mañana por la tarde y lo que tienen que preparar. Traerán leña para hacer el
fuego, vendrán con sus velitas. Yo traeré el cirio pascual del año pasado, pues
encontrar un cirio aquí no es posible, y así nos vamos enterando de las partes
de la celebración de mañana, a la vez que voy ambientando a los catecúmenos para
que traigan a los padrinos y a los adultos su esposa o su
marido.
El ambiente es tranquilo. Los críos se meten en el coche para que
les traiga un tramo del camino, hasta el cruce, mientras los adultos se quedan
preparando lo que tienen que tener para la ceremonia. El camino está concurrido
y también hay quienes se apuntan a subir al vehículo. No sé qué clase de
apostolado es, pero la gente que sube a bordo tiene una amplia sonrisa de
felicidad que me hace pensar que también es hace catecismo por los
caminos.
No he sacado fotos y creo que es un poco una necesidad que voy
dejando atrás, pero las fotos es algo que vemos en los reportajes y el vivir las
cosas a veces se tiene que hacer sin necesidad de tener las imágenes en el
congelador, sino viviendo lo que tienes y guardándolo en tu corazón, como
María…
En casa me echo un rato a dormir, pues anoche no dormí bien y
después preparo lo que me hace falta para la tarde y a la hora de comer, me
encuentro con los otros salesianos. Hoy
no ha venido la cocinera. Como es día de ayuno nos las apañamos para
comer algo de lo que había en el frigo y se van al viacrucis que comienza acto
seguido. Hay mucha gente y está bien organizado. Dan la vuelta a la manzana y,
antes de que salga para los pueblos, ya están de regreso y preparados para la
liturgia en la iglesia.
Mi experiencia en Mattru no es un éxito, pero por lo menos
empezamos bien, pues he ido cargando mujeres que volvían del mercado y al final
había una quincena que se habían instalado con sus palanganas y demás en la
parte trasera del vehículo. Por lo menos seguimos con el apostolado de la
ruta.
Después de esperar largo tiempo, lo que me ha permitido visitar a
unos cuantos en sus casas, van apareciendo algunos y hoy sí está el encargado que ha venido
en su moto desde fuera. La realidad es que empezamos una docena de personas y al
final no hay muchos más. Como en lo que están haciendo como iglesia hace calor
insoportable, nos sentamos en las gradas de la entrada y allí, con los presentes
y dirigidos por el catequista, hacemos el viacrucis.
Aquí hay que seguir tomando las cosas con calma y ver lo que
puedes hacer con unos y con otros. Me siguen pidiendo que venga a decir la misa
el domingo a las ocho y sigo pensando que no es la buena solución, pues tengo
otros dos pueblos que tendría que dejar y no estoy seguro de que los de aquí van
a venir, pues las promesas no suelen se realidades.
Les propongo a los que quieran, que me den los nombres, si están
interesados en que venga a decirles misa el domingo a la una y no les agrada
mucho, pero es lo que les puedo ofrecer por ahora; así como para los dirigentes,
quiero un encuentro semanal con ellos para hacer catecismo, algo que creo que no
se esperaban, pero que me parece que es lo que necesitan. Veremos en qué
terminan las cosas, pues las palabras se las lleva el
viento.
Tienen serios problemas en lo que han construido como iglesia y
les digo que estoy dispuesto a ayudarles, si les interesa, pues hasta ahora han
preferido hacer por su cuenta. Dar tiempo al tiempo y ver lo que van decidiendo
es lo que tengo que hacer y con esas nos despedimos.
En casa seguimos sin luz, pero ponemos un rato el generador y nos
permite al menos vernos y comentar el día que ha sido largo y cargado. Me voy a
la cama pronto y pienso que si por la noche viene la luz, me puedo entretener en
hacer la crónica y leer, cosa que es lo que estoy haciendo.
jueves, 24 de marzo de 2016
24 de Marzo de 2016
Jueves
Es la conmemoración de María Auxiliadora y es seguro que habrá
algo especial con Ella. Por lo menos comienzo el día en Mattru, donde después de
la oración espero encontrarme con los líderes de la comunidad, pero no han
venido. Incluso el primer encargado llega tarde… No es la primera vez que pasa y
hay que tener paciencia y ver a donde vamos a llegar. Por lo menos a la vuelta
traigo a algunos que vienen a Bo, hoy hay pocos estudiantes, pues la mayoría ya
están de vacaciones.
Me traen un prospecto sobre un colegio universitario que funciona
aquí cerca de casa y me llevo la gran sorpresa, pues pensaba que era algo
difícil de encontrar y hoy sé que lo tengo a la puerta, y es que estoy pensando
en la promoción de los maestros comunitarios que no tienen oficio ni beneficio.
Me informaré mejor, pero creo que es un buen trabajo que Ella ha hecho el día de
su fiesta. Ha venido un cura a verme que está en el equipo de los que organizan
este colegio y me ha dado buenas perspectivas, lo que me llena de alegría el
poder ofrecer algo cercano y asequible a nuestros maestros de los pueblos que no
tienen título.
Por la tarde voy a Nagoyon para la oración. Me acerco a Balei
para ver el trabajo en la escuela y el campo y me doy cuenta de que una rueda
está pinchada… El trabajo de cambiarla lleva su tiempo, pero siempre hay
personas amables que te ayudan y te evitan la sudada que te vas a dar haciendo
tú el trabajo.
Para la oración hay menos gente que otras veces, pero los que
están asisten con fervor. En las ofrendas hay un saco de gari, la mandioca
rallada que nos ofrecen, un auténtico lujo y se lo agradezco. Es una comida que
por aquí algunos no aprecian mucho, pero que he aprendido a comer y me resulta
agradable.
Siempre hay gente que se apunta a viajar y así estoy acompañado.
En Towama, el segundo destino de hoy, hay menos gente que los domingos, pero
están bien representados. Al comenzar la oración encienden el generador y unos
minutos después, las termitas son cientos alrededor de cada luz, lo que nos hace
cambiar de táctica, apagar las luces de dentro, cerrar la puerta, cambiarse de
sitio… La realidad es que no hay forma de poder con ellas.
Cuando intento leer el evangelio, hay tantas en el libro, en la
luz de la linterna, en mi cara, en las gafas… Que no puedo seguir. Me paro un
poco, apagan de nuevo las luces y, cuando la cosa amaina, sigo leyendo. Durante
la homilía todos estamos a oscuras, pues les digo que para escuchar no
necesitamos luz. A algunos les cuesta, pues tienen el teléfono y aquí todos los
teléfonos tienen luz y siguen encendiendo y atrayendo termitas… Cuando al final
estamos un rato sin luz y logro exponerles algo sobre lo que conmemoramos el
jueves, las cosas cambian, pues la ola de termitas ya se ha ido y podemos
proseguir la oración sin mayor problema y hoy el generador ha funcionado sin
pararse, cosa también no corriente hasta ahora.
En casa y antes de cenar voy a dejar la rueda pinchada para que
la reparen. Son los neumáticos sin cámara, que en teoría no se reparan, pero
aquí todo es reparable y cuando vuelvo después de cenar tengo que esperar un
rato, pues han tenido otros clientes y mientras alguien esté presente, no te van
a hacer el trabajo de quien está ausente, con lo que me presento tarde para
hacer las cosas y preparar lo de mañana, pero por lo menos hay conexión y recibo
unos correos, además de leer las noticias.
Creo que María Auxiliadora a lo largo del día ha hecho su trabajo
y me ha manifestado su cariño y su dedicación hacia nosotros y por ello doy las
gracias.
miércoles, 23 de marzo de 2016
23 de Marzo de 2016
Miércoles
La noche ha sido tranquila y hoy no hemos tenido lluvia, pero se
notan los efectos de la anterior que ha sido abundante y todavía quedan charcos
en el camino.
Voy a rezar a Balei, el pueblo de la escuela en el que los
maestros se van a casar en pascua. Por lo menos estar con ellos alguna vez y
animarles en lo que hacen. La oración la hacen en la escuela, pues no hay
capilla. Se juntan una veintena, entre ellos varios maestros y su familia. Es
algo bien organizado, pues uno de los maestros dirige y lo hace preparándose
antes.
Cuando vuelvo traigo unos cuantos estudiantes que encuentro en el
camino y en Tikonko entra el jefe de la poli, que ha ido pronto a dar una vuelta
y le traigo hasta el cuartel. Está al corriente de lo que hacemos por la gente y
lo agradece, lo mismo que el que le lleve hasta el cuartel.
En casa, después del desayuno, leo las noticias y me preparo para
ir con Joseph al retiro que tenemos los curas de la diócesis. Es en casa de los
espiritanos y lo predica un cura SMA que está en la capital y a quien ha
invitado el obispo.
Después de la comida volvemos a casa, echo un rato la siesta y me
preparo para la misa crismal que tendrá lugar en la catedral a las cinco. Son
las misas de tres horas y ya sabes que es mejor estar en la iglesia que en
cualquier otro sitio, y por lo menos puedes rezar sin que nadie te interrumpa.
Bueno eso es también un decir porque hoy al final había más insectos que fieles
y es que como han empezado las lluvias, toca insectos, hoy las termitas aladas
grandes. Había a miles por todos los sitios y la gente estaba en la calle al
lado de las farolas recogiendo, pues se las comen y parece ser que tienen buen
sabor.
Al venir hacia casa, al lado de cada farola había gente con boles
o cubos recogiendo termitas y las enormes alas, que se les caen, sobre el
asfalto, con los reflejos de la luz, producen una impresión como si fuera
granizo que acaba de caer… Es algo que lo ves una vez y luego tarda en
repetirse, por eso la experiencia de hoy es algo para fijar en la retina y luego
recordar por largo tiempo.
martes, 22 de marzo de 2016
22 de Marzo de 2016
Martes
La lluvia ha caído mansamente y abundante durante la noche. Es la
segunda lluvia, pero en los pueblos se ha notado su efecto, pues los riachuelos
que estaban completamente secos han vuelto a recobrar vida y se ve que el agua
ha corrido abundante.
Para la misa están las personas habituales a las que invito otra
vez más a venir con más gente, sacando la idea de la primera lectura en la que
Isaías nos habla de traer a los rescatados de Israel y ser luz de las
naciones…
Salgo a pagar la factura de internet y me doy una vuelta por el
mercado y el barrio. Siempre es interesante ver lo que pasa en la calle, a pesar
de que hace calor y la humedad se nota. También estoy con el mecánico y
compartimos un rato de charla. Es alguien que me parece que es una persona seria
y de quien me puedo fiar, cosa que no abunda por estos
lares.
Después de comer me voy a los pueblos, donde hay catecismo. Hablo
un rato con la mujer del jefe de la zona, quien está muy interesada en la
apertura de la preescolar de la que hemos hablado y nos ofrece ideas para
comenzar. Me parece muy bueno lo que nos sugiere y sobre todo el interés que
pone en colaborar con nosotros.
El catecismo es la actividad que tienen en Nagoyon los martes por
la tarde. Comienzo visitando el pueblo de la escuela, donde hemos hecho el pozo.
Veo lo que pasa y aprovecho para traer a los que vienen de ese pueblo para el
catecismo. Hay una cuarentena presentes y la mayoría son escolares, cosa
interesante, pues serán los maestros que les dan clase quienes les sigan en su
andadura de cristianos.
En casa rezamos y, como no hay luz, ponemos un rato el generador,
así se cargan las baterías y podemos consultar las noticias y los correos. Con
Bruselas en la mente, pedimos por la paz y para que logremos entendernos y no a
golpes.
Joseph está de vuelta. Hablamos un ratito mientras cena y
preparamos las cosas para mañana. Él dirá la misa en casa y eso me permitirá ir
a rezar a un pueblo con la gente.
lunes, 21 de marzo de 2016
21 de Marzo de 2016
Lunes
Y con la llegada de la primavera también nos visitó la lluvia.
Por primera vez ha venido una lluvia por la noche, mansa, tranquila y
persistente que ha mojado todo y ha limpiado el ambiente de polvo, además de
refrescarlo. Por la mañana la sensación es de limpieza de la atmósfera, de
humedad y de tranquilidad.
Joseph ha ido de viaje a Lungi donde tiene asuntos que solucionar
y digo la misa a los presentes, que son más o menos los de todos los días y a
los que vamos conociendo cada vez más. Les animo a ser los modelos que hemos
preferido en el evangelio de hoy, pues cuando les he hablado han elegido el
gesto de María con Jesús de ungirle los pies.
El profe me dice que
hoy tiene un compromiso y nos ponemos de acuerdo para tener la clase mañana, lo
que me permite después del desayuno ir a una escuela a ver lo que pasa y
llevarles unas galletas de las que han venido en el contenedor. La experiencia
es buena y los críos están encantados con lo que les llevo, así como los profes,
pues para todos hay.
En el camino me llaman para decirme que hay una señora que ha
muerto en un pueblo y preguntarme si puedo estar para el entierro, que será a
las dos. Hago todo lo posible, pues estar presente en esos momentos es la manera
de hacer ver a la gente que quieres estar con ellos y mostrar tu
cercanía.
Después de comer salgo hacia Mattru, el pueblo donde ha muerto
una señora, que me parece que tenía cáncer. La realidad es que las enfermedades
se viven sin que las cosas estén muy claras y en el hospital no te suelen dar
muchos detalles al respecto o tampoco la gente está acostumbrada a que se los
den.
En el entierro hay una gran afluencia de gente y las cosas ya
están preparadas. Llego y vamos directamente a la casa donde la gente ya espera.
Rezamos las oraciones que se suelen rezar y vamos hacia el cementerio donde la
tumba está dispuesta y, en medio de un calor que nos hace sudar a todos,
enterramos a la señora en una tumba cercana a otras y donde no hay distinción de
credos o de estatus.
Al acabar, otra señora me lleva hacia la tumba de su marido, que
han acondicionado con cariño. Es el anterior entierro en el que he participado
en ese pueblo y ahora la tumba está enmarcada en unos azulejos decorados con
bastante gusto, y ante ella rezamos un responso, como lo hemos hecho varias
veces en la casa de la señora, pues cada vez que voy al pueblo suelo darme una
vuelta por las casas de los enfermos o los mayores.
La lluvia que cayó anoche se va diluyendo y donde esta mañana
había frescor y atmósfera limpia, ahora se nota que la cosa está cargada de
humedad y el ambiente a cuenta del calor, se va resecando y las nubes nos hacen
pensar en algo que nos va a visitar por la noche.
La lluvia nos visita de nuevo mansa y persistente y como la de
ayer, van preparando el camino para que la siembra pueda realizarse, aunque aquí
la estación de lluvias es larga y da tiempo a pensar las cosas, no es como en
otros sitios donde he estado que a la primera lluvia la gente ya está
sembrando.
domingo, 20 de marzo de 2016
20 de Marzo de 2016
Domingo
Domingo de Ramos. Salgo tan pronto como puedo, pues quieren hacer
procesión con los ramos y no hay mucho margen. Llego a Nagoyon y aún sin
amanecer ya tienen las cosas preparadas fuera de la capillita. Venimos en
procesión desde la entrada del pueblo y seguimos la misa con la lectura de la
pasión. La gente está atenta y es numerosa. Parece que para las fiestas se hacen
más presentes, incluso hay quienes han venido de fuera.
Todavía siguen los ecos de la fiesta que vivieron en la escuela
el viernes y los comentarios sobre el pozo y la bomba de agua. El ambiente se va
preparando también para la celebración de la boda de dos de los maestros y el
comienzo de otras actividades en la escuela.
En Tikonko la procesión se hace desde cerca de la iglesia y nos
da tiempo para preparar las cosas y recibir a la gente que hoy son también más
numerosos que otros días. Los que ayer estaban en el catecismo, hoy están
presentes en la iglesia, pero aún queda terreno por andar, pues hace falta la
presencia de otras personas, como los padrinos, las esposas o los padres de
algunos de los catecúmenos, pero con paciencia todo se
andará.
En Towama las cosas están preparadas. Vamos a una esquina del
campo de fútbol y desde allí venimos en procesión a la iglesia. Lo que al
principio no eran muchos, acaban siendo numerosos de forma que hay problemas de
sitio en la iglesia. Hay bastantes que vienen a comulgar y les recuerdo que la
confesión es también un sacramento, algo que me hace ver también la necesidad de
catequesis.
Entre otras anécdotas, no saben lo que es un burro, pues por aquí
no hay… Y trato de explicar a un pueblo de ascendencia guerrera la diferencia
entre el caballo, animal para la guerra, y el burro, animal de la paz, y cómo
Jesús entra en Jerusalén en son de paz, montado sobre el
pollino.
El ambiente es animado y se ve que hay ganas de festejar y de que
acabe el tiempo de penitencia. Siempre están dispuestos a festejar cualquier
cosa y se les nota los deseos de también hacerlo en la iglesia con cantos y
danzas que durante la cuaresma hemos puesto en sordina para resaltar el tiempo
pascual.
La tarde es tranquila, en lo que cabe. Joseph ha recibido a gente
que viene a verle y ha ido a Kenema con ellos. Los trienales han ido a una misa
en la catedral que el obispo celebraba con los jóvenes y ha sido de tres horas,
como otras veces, pero sí que ha sido interesante y muy concurrida, por lo que
me han comentado.
Rezamos antes de que se vaya el día y cenamos a la luz de la
linterna. Después ponemos un rato el generador y nos ponemos al día en noticias
y correos.
sábado, 19 de marzo de 2016
19 de Marzo de 2016
Sábado
San José. Celebramos la misa solemne y la fiesta comienza. Me
dedico a felicitar a los Josés que puedo y, también hay reunión del consejo de
la parroquia, donde hay elecciones y se renueva el consejo, además de preparar las cosas para mañana,
que se presenta ajetreado.
A ratos hay luz, a ratos no. Va y viene. Por la noche no hemos
tenido luz y tampoco al levantarnos. Sí en la misa, pero ahora estamos con el
generador del centro de pastoral.
La comida es animada y, aunque la coci no se ha lucido
especialmente en el menú, por lo menos hay buen ambiente y comemos con
gusto.
Joseph tiene invitados, es su santo y hay gente que viene a
verle. Le dejamos con ellos y me voy a echar un rato la siesta antes de
emprenderla en los pueblos, donde me acompañan Samuel y la señora Cecilia, que
también será la madrina de algún bautizo, pues en la zona no hay mucho para
elegir.
Para empezar tenemos a los chinos que están haciendo obras de
conducción del agua y se ponen en cualquier sitio de la carretera, donde no hay
ninguna señal y te encuentras a veces con tapones de vehículos que no pueden
girar… Perdemos un rato de tiempo antes de salir de la ciudad, pero es “pecata
minuta”. Cuando llegamos al pueblo, las parejas ya están presentes y el ambiente
se vive y se palpa… A lo mejor es que yo me siento también muy dentro de la
celebración, pues soy bien consciente de que muchas cosas van a cambiar en un
pueblo donde hay gente que van a recibir regularmente la comunión y a los que
quiero acompañar diciendo la misa siempre que pueda.
En Tikonko también hay un grupo que está esperando y algunos
llegan más tarde, con lo que para el catecismo acaban siendo numerosos, casi el
doble que la semana pasada. Algunos, los menos, han venido con los padrinos, los
demás me dicen que siguen buscando las personas adecuadas.
La clase de catecismo se pasa entre recomendaciones, preguntas y
respuestas, recordarles lo que tienen que hacer, pedirles que repitan lo que les
digo para que me entere bien de que han comprendido… Y así también se va creando
un ambiente de familia en el que cada uno manifiesta su situación y lo que vive.
Es interesante ver que hay varios adultos que prometen que vendrán con su media
naranja, esposo o esposa, cosa que me hace pensar en un posible grupo de parejas
con los que trabajar y que será muy interesante por la estabilidad que darán a
la comunidad.
Volvemos a casa contentos de la experiencia, rezando el rosario
en el polvoriento camino y pensando en lo que nos espera mañana, que además de
las misas, habrá procesiones y que espero no sean muy largas y me dé tiempo para
llegar a todos los sitios.
En casa seguimos con la celebración de san José. Hay una señora
que desde Lungi ha venido a ver a Joseph y después aparece el cura que es
capellán militar y tenemos un rato de agradable conversación, hablando en
particular de los cambios en el consejo parroquial, pues él conoce bien a los
feligreses de la parroquia, ya que ha vivido aquí tiempo.
Estamos sin luz, pero el generador nos da la luz que nos hace
disfrutar mientras cenamos y luego seguir las noticias y enviar
correos.
viernes, 18 de marzo de 2016
18 de MArzo de 2016
Viernes
Samuel y Edison van a la uni a rezar con los estudiantes. Antonio
dice la misa en casa y Joseph la dice más tarde a un grupo de la parroquia, los
de cáritas. Antonio y Samuel van a Balei a la escuela, pues hoy celebran una
fiesta y les acompañan un rato. Hay animación y una comida preparada por las
maestras y la colaboración de todos. El ambiente es de fiesta y todos participan
en la celebración. Y hasta aquí han llegado los frutos del
contenedor…
Por la tarde tenemos misa de acción de gracias en la catedral.
Cada parroquia presenta ofrendas al obispo y se organiza una procesión después
de la comunión en la que cada parroquia aporta lo que trae en procesión y
danzando. Es algo que se solía hacer junto con la misa crismal, pero creo que es
mejor lo que han hecho de separarlo, pues son dos cosas diferentes y así queda
mejor, cada una tiene su sitio.
Hemos estado tres horas en la iglesia. Por lo menos no me puedo
quejar, pues ya estoy acostumbrado a esas cosas que no sabes cuando va a acabar
y hoy tampoco hacía demasiado calor como para que resultara
inaguantable.
En casa seguimos sin luz y encendemos el generador. Por lo menos
podemos cenar con luz y después leer y consultar el correo y las
noticias.
jueves, 17 de marzo de 2016
17 de Marzo de 2016
Jueves
No hay misa por la mañana en casa y voy a una reunión a un
pueblo, donde se juntan para rezar. El principal encartado en la reunión llega
muy tarde y las cosas quedan un poco en el aire, esperando que la semana que
viene puedan estar más claras, pues se deben tomar decisiones que afectan a
muchos y todos debemos estar al corriente y bien informados.
En casa, después del desayuno van llegando los otros salesianos
desde la capital y Lungi y les acompaña el ecónomo de la provincia que ha venido
para conocer la situación, es nuevo y viene para una primera toma de contacto,
pues no conocía las presencias de Sierra Leona. Me da muy buena impresión y me
parece que tiene ideas claras en lo que quiere hacer. Esperemos que se le pueda
seguir en su cometido para bien de todos.
Tenemos un primer momento de retiro, con una charla que nos da el
ecónomo, seguido de tiempo para reflexionar y confesiones antes de la misa que
celebramos en la capilla. Después viene la comida, que han preparado varias
señoras de la parroquia y que, además de ser variada, está bien hecha, cosa que
todos agradecemos.
Finalizada la comida, bajamos a la planta baja y comenzamos la
reunión de desarrollo en la que nos vamos acostumbrando a las cosas de los
proyectos de la oficina de desarrollo y a los objetivos y programas de cada una
de las comunidades y a ponerlos en común para conocimiento de los demás. Es
larga y lleva tiempo, y al final estamos contentos de que se termine. Será la
última antes del capítulo provincial que tendrá lugar en el mes de abril.
Terminada la reunión, se tiene un pequeño refrigerio y, vuelta al
vehículo cada uno camino de su destino. Nosotros tenemos un poco de tiempo para
prepararnos para la misa en la parroquia que tenemos por la tarde precedida de
la adoración y las confesiones. No hay mucha gente, pero creo que necesitamos
tiempo para que se vayan acostumbrando a la nueva forma de estar disponibles que
tenemos los curas a la hora de las confesiones.
Por la noche se nos nota cansados, pues el día ha sido largo,
pero contentos del encuentro con los demás salesianos, estábamos diez y seis, y
satisfechos de lo realizado en la reunión y con la acogida que les hemos podido
ofrecer.
miércoles, 16 de marzo de 2016
16 de Marzo de 2016
Miércoles
Seguimos sin luz, algo a lo que ya nos vamos acostumbrando. No sé
qué es lo que pasa, pero la luz sigue ausente y disfrutamos de ella el rato que
está funcionando el generador del centro de pastoral. Tanto para la oración como
para la misa nos valemos de las linternas.
Mañana tendremos encuentro de los salesianos de Sierra Leona y
nos estamos preparando, primero poniendo la casa en condiciones y luego viendo
la forma de acogerles, pues es la primera vez que nos vamos a encontrar en la
nueva casa.
Por la tarde voy a la uni a decir la misa y a encontrarme con los
del catecismo de la semana pasada. Muchos llegan tarde a la cita, y me dicen que
es que tienen clase a esa hora… Además estamos en el fin de trimestre y las
cosas se precipitan. Vengo con unos cuantos catecismos de los que les había
enseñado y los acogen con gusto, además de decirme que la semana que viene
estarán de vacaciones, lo que implica que no nos veremos en semanas. Las
vacaciones se sabe cuando comienzan, pero la vuelta se suele hacer
esperar.
Finalizada la misa en la uni me voy al pueblo a encontrarme con
los que se preparan para el matrimonio. Les doy las hojas que he fotocopiado y
las leemos con calma para que nos sirva de preparación y entrenamiento. Están
contentos y expectantes ante lo que se avecina y trato de ayudarles a vivir el
momento en que se encuentran y hacerles ver el ejemplo que dan a los demás en la
comunidad.
De vuelta en casa rezamos, cenamos y pasamos un rato compartiendo
noticias, entre otras los preparativos para mañana. La casa está más o menos
ordenada y limpia, y la comida se la hemos distribuido a varias personas para
que así haya donde elegir y el menú sea variado.
Seguimos sin luz y a la espera de que aparezca, pero se hace
esperar y se va pronto.
martes, 15 de marzo de 2016
15 de Marzo de 2016
Martes
Pues para variar, seguimos sin luz en casa y en la
iglesia y nos apañamos con linternas que es la solución más socorrida a la hora
de leer, tanto en la capilla como en la iglesia.
Después de la mis ay el desayuno tengo un rato de clase
con el profe. Leemos el evangelio que nos toca y veo la necesidad que tengo de
que alguien me ayude en la pronunciación correcta de las palabras, algunas en
particular. El profes es muy amable y me ayuda con paciencia hasta que acabo
dando el tono correcto no sólo a cada palabra, sino a las frases. El resultado
es que cuando voy a los pueblos y leo, todos me dicen que han entendido y, es
verdad porque son capaces de repetir lo que han entendido.
Tenía en programa ir a la escuela y llevar víveres, pero
tenemos una reunión comunitaria que no tuvimos ayer y al final se hace tarde y
no puedo ir, pero se podrá hacer después de comer, pues aunque no haya la
escuela, sí que se hace catecismo y eso también es interesante que lo sigamos en
una comunidad que empieza.
Después de comer y echar un poco la siesta, me dispongo
a ir a la escuela, pues quiero llevar los víveres para celebrar la fiesta que
vamos a tener el viernes; pero al mismo tiempo también llevo la comida que van a
preparar las mujeres para el día de las bodas en Towama y Balei, así aprovecho
el viaje y mato dos pájaros de un tiro y sin llamar mucho la
atención.
Me acompañan los trienales, Samuel que va a hacer
animación el viernes antes de la comida y Edison que acaba de llegar y está
ambientándose en los pueblos.
Durante el tiempo de catecismo me doy una vuelta por el
pueblo y saludo a los que por allí están, entre ellos a un par de jóvenes que
solían venir a rezar con nosotros, pero que hace tiempo que no les veo… Acaban
viniendo conmigo a visitar el cementerio, algo que hago con cierta frecuencia
cuando estoy en el pueblo, pues rezo por los difuntos y les pido que bendigan al
pueblo en el que ellos vivieron. Hoy, y debido a que los dos jóvenes están
conmigo, les invito a rezar y, a partir de ahí, acabamos viniendo a una
conversación personal en la que los dos jóvenes se comprometen a ayudarse en su
trabajo y a venir a rezar juntos y llamarse el uno al otro para la oración,
además de prometer que van a rezar con sus esposas… Es algo que no me esperaba y
que ha surgido de forma imprevista, pero el ir a rezar a las tumbas de los del
pueblo, también creo que tiene que tener sus efectos y quizás estos son los
primeros resultados. Esperemos ver la reacción que tienen en la próxima reunión
que tengamos.
Volvemos a casa, rezamos, cenamos, se va la luz, vuelve,
y se vuelve a marchar… Y aquí estamos a la espera de que pueda
volver.
lunes, 14 de marzo de 2016
14 de Marzo de 2016
Lunes
Estamos sin luz. Andreas es el que más madruga y a las
seis ya emprende camino hacia la capital donde le espera trabajo. Se toma un
café para despertarse y mientras compartimos un rato de conversación. La misa es
también sin luz, pues hay un problema en unos cables y esperamos que en la
mañana se pueda solucionar. Coco prepara las cosas con parsimonia y a conciencia
y después del desayuno tiene organizado su petate y en la moto, se encamina
hacia sus lares del norte del país
donde construye escuelas.
Se me pasa la mayoría de la mañana en preparaciones de
unas cosas y otras, sobre todo en las ceremonias de la semana santa en los
diferentes pueblos y ver cómo me las apaño para la fiesta que tendremos en la
escuela el viernes y la comida de los que se casan, que será en la iglesia y
preparada por las mujeres, que así no les cuesta nada a los matrimonios, pues
aquí parece que la canción es “no me caso porque no tengo dinero para la boda”…
Ya he celebrado muchas bodas sin que los novios gasten nada… Y espero seguir
haciéndolo.
Después de comer voy a hacer unas fotocopias y a darme
una vuelta por el mercado. Siempre es interesante estar en el ambiente, aunque a
veces, si hay mucha gente, resulta problemático el moverse, pero hoy no había
los agobios que suele haber los fines de semana.
Joseph ya estaba de vuelta cuando vine del mercado y nos
saludamos e intercambiamos noticias. Viene cansado y contento de lo que ha hecho
y veremos lo que vamos pudiendo emprender con respecto a construcciones y
arreglos en la casa y alrededores.
Samuel y Edison van a la uni, pues hay deporte
organizado y participan. También más tarde viene un trienal desde Liberia que va
camino de la capital y van a recibirle.
Estábamos sin luz, pero finalmente nos ha venido y
estamos contentos cargando baterías y estableciendo conexiones que antes no
teníamos.
domingo, 13 de marzo de 2016
13 de Marzo de 2016
Domingo
Joseph ha ido a una reunión y ha encontrado a un cura
que le sustituya en las misas mientras que yo sigo en los pueblos y la situación
se va consolidando, tanto los horarios como las presencias y es que no hay nada
mejor que la regularidad, y cuando se acostumbran a ser regulares las cosas les
son más fáciles.
En Nagoyon les sigue costando estar a la hora, pero los
que van llegando son cada vez más numerosos y se vive el ambiente de los
matrimonios que haremos en pascua como un acontecimiento en la zona, y la verdad
es que hace mucho tiempo que no hay matrimonios porque “casarse cuesta mucho
dinero”… Y es algo que espero que a partir de ahora no sea una realidad, sino
algo del pasado.
Hablamos de la preparación de las ceremonias de la
semana santa, además del tema del día: Donde todos estamos dispuestos a
condenar, Dios está presente para perdonar… Algo que es la realidad que cada uno
de nosotros vivimos a diario.
En Tikonko la situación es un poco diferente, pues ayer
empezamos un grupo de catecismo con vistas a un cercano bautismo, pero creo que
hay que tomarse su tiempo, pues ni padres ni padrinos están presentes hoy en la
misa, aunque las promesas de que vendrán no faltan.
En Towama hay cada vez más estudiantes de la uni que
vienen a la celebración y aprovecho para invitarles al catecismo de los
miércoles y después de la misa tenemos un encuentro con las mujeres para ver de
preparar las cosas, especialmente lo que van a comer, el día de pascua, después
de la boda de los que se casan en el pueblo.
Por la tarde aparecen Andreas y Coco que vienen de
Liberia y que pasan aquí la noche. Tenemos tiempo de encontrarnos y ver cosas
que se pueden ir haciendo y programar encuentros y acciones con respecto a
posibles proyectos.
Se van a ver el partido del Madrid que juega con Las
Palmas porque el equipo canario ha donado dinero para construir una escuela a
Coco y quiere por lo menos saber los nombres de los jugadores y algo del equipo
para poder agradecerles la colaboración.
A la vuelta del partido estamos un rato hablando y
compartiendo noticias y experiencias, en particular de lo que han vivido estos
días en Liberia y también de las posibilidades de futuro que se presentan de una
colaboración de Coco en Tikonko. Soñar siempre es posible.
sábado, 12 de marzo de 2016
12 de Marzo de 2016
Sábado
Hoy es el día de la peregrinación diocesana y la
concentración comienza en los alrededores de nuestra parroquia, pero antes ya he
ido a Towama a rezar, aunque no con mucho éxito, pues han aparecido dos señoras
y no hemos abierto la puerta de la iglesia. He rezado el rosario mientras
esperaba y luego me he vuelto para casa. Aquí ya hay un cierto ambiente que va
aumentando a medida que pasa el tiempo. Lo que estaba previsto para las siete se
va haciendo más cerca de las ocho y los peregrinos salen a pie hacia el
santuario que los espiritanos tienen a la salida de la ciudad hacia
Kenema.
No participo porque no me encuentro my en forma y una
caminata así me va a dejar sin fuerzas para mañana, domingo, y prefiero
reservarme para esta en forma en los pueblos con la gente.
Además de rezar un buen rato, también tengo tiempo para
organizar algunos paquetes que tengo en lo que es el almacén, de lo que llegó en
el contenedor y que preparo para dar salida. Por la tarde, después de la siesta,
salgo hacia Nagoyon. Ahora suelo visitar Balei, el pueblo que está cerca y donde
tenemos la escuela y el pozo que acabamos de construir. Beber agua de la bomba
del pozo es un gusto y escuchar los comentarios muy favorables que la gente hace
es alentador y nos anima a proseguir el trabajo.
La reunión con las parejas está animada por los que se
preparan para el matrimonio en pascua, además de otros temas, como la
preparación de una fiesta que vamos a tener en la escuela y a la que nosotros
vamos a aportar los víveres para preparar la comida. Además vuelve a salir el tema del pozo y
la alegría que todos tienen y les digo que es el comienzo de algo que queremos
que siga y que veremos a ver hasta donde llega y que se enmarca en nuestra
presencia como salesianos en medio de la gente de los pueblos y no es diferente
de las reuniones que tenemos las parejas, sino una actividad más dentro de un
plan amplio de desarrollo que intentamos llevar a efecto. Están contentos y
felices de escuchar lo que les digo y dispuestos a colaborar en lo que
puedan.
Hoy también hemos tenido la reunión un poco antes y es
que queremos comenzar un catecismo de forma sistemática en Tikonko, donde no hay
muchos bautizados y la comunidad cristiana es algo que hay que construir. Tienen
la iglesia, pero hay que hacer la comunidad. Es algo que no me asusta y que sé
que lleva tiempo, pero es un reto al que estoy dispuesto a responder y poner
todo el empeño que pueda en ello sabiendo que el esfuerzo que haga, será la
cosecha que pueda encontrar.
Cuando llegamos hay gente que nos está esperando. A la
hora convenida comenzamos con el rezo del Ave María, como Don Bosco hizo cuando
comenzó su oratorio, cosa que todos hacemos con devoción delante de la estatua
de la Virgen que hay en la iglesia.
Después pasamos a lo que es el catecismo, algo que
intento hacer que sea vital y no simplemente escuchar o aprender cosas de
memoria. Los presentes no son muchos y las edades varían desde los niños a
adultos, pero la mayoría son gente joven, a los que invito primero a pensar en
que busquen unos padrinos. Algo que será un reto, pero que hará que a lo mejor
esos cristianos de hace mucho tiempo y que parece que no se han despertado,
puedan acabar viniendo.
La idea les parece posible y se comprometen a tener la
semana que viene a sus padrinos con ellos. También está el problema de los
padres de los catecúmenos, que no vienen a rezar, lo que nos dice que no son
católicos. Es otra cosa en la que hay que pensar, pero primero tengamos los
padrinos, que luego ellos les acompañarán para ver de arreglar la situación
entre los diversos credos familiares.
En casa me encuentro a los salesianos jóvenes que acaban
de volver de la peregrinación. Están cansados y no tenemos coci ni nada
preparado, por lo que nos vamos a cenar
un sitio que ya conocemos y que está apañadito de precio.
Después no tardamos mucho en irnos a descansar, pues
mañana nos espera otro día lleno de actividad. Esperábamos a Coco y Andreas que
iban a pasar por aquí de vuelta de Liberia, pero nos han dicho que lo harán
mañana.
viernes, 11 de marzo de 2016
11 de Marzo de 2016
Viernes
Voy temprano a rezar a Nagoyon, y es que me han pedido
si puedo traer a Bo a una señora de ese pueblo que va a viajar a la capital.
Como es una persona mayor y muy asidua a la oración, por eso me lo han pedido y
por eso accedo y rezo con ellos; pero después el vehículo se transforma en un
mercado de bultos y personas que con alegría se desplaza a través del
polvoriento camino. Dejo al personal en la estación y vengo a casa donde me
espera el profesor de lengua. Hemos tomado las clases en serio y veo los
progresos que me permite hacer quien me enseña con interés.
Puedo leer el evangelio con la certeza de dar los tonos
en el sitio adecuado y conocer las palabras que utilizo, además de darle el
sentido, de forma que cuando leo me entero de lo que voy leyendo y estoy seguro
de que los que me escuchan entienden.
Los albañiles siguen trabajando en los diversos frentes
que tienen en casa y en la iglesia y las obras avanzan. El calor, la sequía y el
polvo se hacen notar en el ambiente y sudas lo que quieres. Sigue habiendo
problemas de carburante, pero Joseph ha conseguido un bidón de repuesto y nos
soluciona el problema.
Voy a los pueblos, hoy me acompaña la señora Cecilia, la
madre de Daniel, y en Cassama no hay mucha gente, pero hay esperanzas de que
alguna cosa vaya cambiando, pues un maestro que no venía a rezar hace semanas, y
a quien he enviado a buscar, ha aparecido y me dice que su mujer, de la que ha
estado separado años y con la que tiene cinco hijos, puede volver a casa. Todo
son comentarios de parte de los presentes y a todos les invito a que recemos por
que la situación se resuelva a favor y gusto de la pareja y que les acompañemos
con nuestra oración y presencia cuando sea necesario. No se me ocultan los
problemas que el señor tiene con la bebida y lo que ello suele llevar consigo de
peleas, por lo que animo a todos a que recemos y estemos cercanos cuando sea
necesario.
Estos comentarios les hacen ver que una comunidad
cristiana es una realidad no cuando se junta en la iglesia, sino en todos los
momentos de la vida y ellos van descubriendo esta realidad que no han tenido
presente hasta ahora y que es fundamental para que las cosas funcionen y haya
algo más que rezar en la iglesia.
En Gbalehun me encuentro con los responsables de la
escuela. He traído a un carpintero que me hace un presupuesto de los arreglos
que el tejado de la escuela necesita y que está más ajustado que el que me había
hecho el carpintero del pueblo la semana pasada y quedamos en que van a
colaborar aportando materiales de madera que tienen a disposición en el
bosque.
La oración está en la tónica de los otros días. Leo el
evangelio y lo entienden y tratamos de explicar cómo, cuando todos estamos
dispuestos a condenar, Dios se hace presente para perdonarnos siempre y por eso
le damos gracias y le pedimos que nos ayude a perdonarnos.
La vuelta a casa rezando el rosario y transportando a
gente que vuelven del campo, es lo que solemos hacer también cada vez que vamos
a estos sitios y hoy no es excepción.
Cuando llego a casa y logro conectarme a internet, me
encuentro con que mis hermanos me han estado esperando largamente. Hoy es el
cumpleaños de uno de ellos y otros han venido a estar con él y el poder
comunicarnos en Skype es una experiencia my agradable.
Tengo también un rato de charla con Joseph que mañana va
a salir temprano hacia la capital donde tiene una reunión y otros asuntos varios
que ventilar. El día ha sido largo y estoy cansado, lo que me permite un buen
sueño a pesar del calor y lo que sudas, pero no me puedo quejar, pues en sitios
más difíciles he estado.
jueves, 10 de marzo de 2016
10 de Marzo de 2016
Hoy no tenemos misa por la mañana, pues los jueves vamos
a intentar poner un rato de adoración y confesiones y después la misa, por la
tarde. Es algo que pensamos que nos puede ayudar a cambiar rutinas y hacer que
la gente venga más numerosa a la misa y también ofrecer la posibilidad de la
confesión.
Yo voy a rezar a Mattru, el pueblo al que suelo ir los
jueves. Allí están los asiduos a la oración y con ellos rezo y aprovecho también
para traer a Bo a unos cuantos estudiantes que de otra forma lo harían a
pie.
Paso la mañana preparando cosas que tengo que organizar,
en particular para semana santa y otras más en pueblos y escuelas. Como no
tenemos coci, los salesianos jóvenes preparan la comida. Por lo menos está
comestible y lo mismo nos pasa por la noche, aunque también se abren
latas.
Por la tarde vuelvo a Mattru y encuentro poca gente en
casa; sí está el río muy animado, pues cuando por la sequía el agua ha dejado de
correr, las mujeres se han echado a los charcos que quedan y con redes tratan de
hacerse con los peces. Hay ambiente, sobre todo cada vez que se pesca alguno de
tamaño apreciable.
La adoración, las confesiones y la misa por la tarde es
algo que se ve que aún está en los comienzos, pero la esperanza se anuncia.
Vienen unos cuantos a confesar durante la adoración y, aunque el número de los presentes no es
extraordinario, por lo menos me parece que te da esperanzas de que pueda
aumentar sin tardar.
Después de cenar vamos a visitar al cura que estuvo aquí
antes que nosotros. Estaba enfermo y parece ser que las cosas no van a mejor.
Hoy le hemos visto con dificultades para hablar, pero por lo menos se puede
desplazar, no sin dificultad.
miércoles, 9 de marzo de 2016
9 de Marzo de 2016
Miércoles
Digo la misa después de haber rezado en la capilla a
oscuras. Bastante gente presente a
que animo a vivir cada día en la presencia de dios y en la consciencia de
las múltiples gracias que de Él recibimos.
La coci ha ido unos días a aprender algo de cocina y
seguimos teniendo que prepararnos nosotros la comida, pero no es mayor problema,
pues siempre hay latas.
Después de la comida voy a hacer unas fotocopias para la
escuela y me doy una vuelta por el mercado, pero la fruta que hay no es algo que
valga la pena.
Cuando vuelvo veo el coche de Joseph que ha vuelto de
viaje. Estamos un ratito intercambiando experiencias de estos días pasados y
después voy a la universidad para el encuentro con los estudiantes. Me acompaña
Edison, pues Samuel no se encuentra en forma y cuando llegamos tropezamos a la
monja que da clases en el campus, a la que invitamos a presentarnos también a
otros profesores. Nos sugiera alguno de los profes que son residentes en la
zona, pues los otros generalmente están en sus casas y les encuentras en el
campus. Dejamos la cosa para otro momento, pues es casi la hora y nos centramos
en el encuentro con los estudiantes, que hoy no son muchos, pero por lo menos
los que han venido se muestran interesados.
Es el primer día que vamos a hacer catecismo y lo que
hemos hecho es elegir el libro de catecismo que l papa Benedicto entregó a los
jóvenes en la jornada de la juventud en Madrid en 2011. Nos ha parecido un texto
interesante, a pesar de las críticas que también se le han hecho, pero por lo
menos es una referencia y tienes algo entre las manos.
Los estudiantes están un poco sorprendidos por ser el
primer día, por ser la clase una mesa redonda más que algo magistral, pero a
medida que avanza la clase se van sintiendo a gusto y las intervenciones son
frecuentes. Mañana tienen una reunión general y tomarán resoluciones al respecto
de horarios y distribuciones de la clase.
Después visito al matrimonio que se prepara para la
celebración en pascua. Rezamos y leemos el ritual; además saludo a unos cuantos
conocidos, además de a los estudiantes que se juntan para beber en un patio
cercano.
En casa hay luz y rezamos en la capilla y después de
cenar compartimos un rato a la vez que también sigo las noticas en los
periódicos, antes de irnos a dormir.
martes, 8 de marzo de 2016
8 de Marzo de 2016
Martes
Volvemos a la normal falta de luz y al generador en la
iglesia, donde trato de recordar a los dos hermanos de san Juan de Dios que
murieron en Liberia y en Sierra Leona, además de otros muchos sanitarios.
Rezamos por ellos y les damos gracias a Dios por encontrar personas generosas
dispuestas a dar su vida por sus hermanos como han hecho tantos sanitarios en
los momentos del ébola.
Hoy sí que ha venido el profe y nos encontramos un buen
rato. Leemos juntos el evangelio del domingo y me doy cuenta de lo bueno que es
el profe cuando me ayuda en la pronunciación y en la entonación de las frases y
las palabras. Es jubilado, pero lleno de iniciativas y de ganas de hacer algo
por los demás.
Después de la clase preparo las cosas para la visita que
quiero hacer a la escuela y al catecismo de los que se preparan para el bautismo
y, como hay conexión, también envío un escrito y unas cuantas fotos a Loli para
que las pueda poner en el blog.
Después de comer salimos para la escuela. Samuel se
queda en casa, pues están los obreros trabajando y es bueno que alguien les siga
de cerca; mientras yo voy con el nuevo trienal, Edison, para que conozca los
pueblos, pues no ha estado nunca en esa zona.
Cuando llegamos, la escuela está cerrada… Han oído por
la radio que es el día internacional de la mujer y que el presidente ha dicho
que es fiesta y… Eso ya es motivo suficiente para que la mayoría de los críos no
vengan a clase … Esta vez ya no me he enfadado, pues no vale la pena, pero es
que es tal la costumbre de no asistir a la escuela que, cualquier motivo es
suficiente para dejar la clase. Los maestros se han dado bien cuenta de que no
estoy encantado, pero qué le vamos a hacer más que tener paciencia… Por lo menos
he ido al pozo que acabamos de hacer en la escuela a beber agua de la nueva
bomba, de la que todo el mundo se deshace en elogios…
En casa hoy tenemos luz y después de unos cuantos
intentos hay conexión, lo que me deja ver las noticias y enviar algún
correo.
lunes, 7 de marzo de 2016
7 de marzo de 2016
Lunes
Amanecemos con luz, lo que nos permite estar en la
capilla y leer, algo que no se da todos los días. A la misa en la parroquia
viene la gente habitual y hoy celebramos treinta y cuatro años de profesión de
una monja que trabaja en el centro de pastoral y ha pedido la misa de acción de
gracias, lo que nos hace estar un poco más alegres en el ambiente de
cuaresma.
Hoy no he visto en la misa al profe que suele venir cada
día, por eso me he dedicado a leer el texto del evangelio en lengua local yo solo esperando que mañana haya más
suerte y aparezca.
A media mañana aparece Joseph con Clara, la arquitecto
que trabaja en Makeni y tenemos un rato de intercambio para después ver lo que
queremos hacer en la casa y nos da la opinión favorable, de forma que podemos
contactar con quien lo pueda hacer y empezar por pedir presupuesto.
Clara me ha dado muy buena impresión, está empeñada en
la cooperación y trata de hacer lo que puede en su terreno, además de mostrarse
disponible para todo lo que podamos necesitar y ella nos pueda hacer. Es cosa
muy de agradecer encontrar personas tan dispuestas.
Después de comer sigo hablando un rato con ella y me
cuenta la situación de la familia, cómo su padre no está muy contento con que
ella esté por aquí, pero la realidad es que ella está contenta y me dice que en
España hoy no hay trabajo para un arquitecto como lo que ella tiene aquí y que
además ha encontrado a un chico con quien sale y se encuentra a gusto en el
sitio y con lo que hace.
Hacia las tres Joseph ha finalizado una reunión y sale
de nuevo con Clara hacia Makeni. Hace calor, se suda bastante y viene a verme el
mecánico, que ha reparado el coche. Tengo otros asuntos para hablar con él y
pasamos un rato en conversación.
Por la tarde, al anochecer, llega el nuevo salesiano
trienal que estará con nosotros este curso. Edison. Ha estado unos días con su
familia y ahora se incorpora a la comunidad. No hay luz y tampoco tenemos
cocinera, pero se hace lo que se puede. Por lo menos la habitación que le
ofrecemos está en el piso alto y, aunque no tiene baño, por lo menos está en
buenas condiciones y a la espera de un arreglo, como las demás de la
casa.
Pasamos la noche sin luz, por lo que me dedico a dormir
a rezar cuando estoy despierto, pues el libro electrónico que tenía no me
funciona desde hace un par de semanas y no tengo otra cosa a qué engancharme.
Por lo menos muchos momentos de luz utilicé el libro y me leí una buena cantidad
en momentos que no había luz.
domingo, 6 de marzo de 2016
6 de marzo de 2016
Domingo
Para empezar el coche no ha querido arrancar… Es algo
que le ha pasado varias veces y es simple, pero necesita la mano del mecánico…
Me voy a los pueblos en un taxi-moto, pues llamar a quien te lo arregle te hace
llegar tarde. Tengo la suerte de encontrar una que me lleva y me trae sin
problemas, que ya es mucho. Su principal preocupación es pasar el control de la
poli, pues no tiene los papeles en regla, pero le tranquilizo porque si me lleva
a mí, los polis no le van a pedir los papeles… Y no es que no me controlen, es que les he
llevado tantas veces en mi coche, que el día que me ven en una moto me dejan
pasar sin más porque saben que el coche ha tenido problemas.
Pasar el control de la poli fue una verdadera aventura,
pues llegamos y la cuerda estaba puesta, pero, por supuesto antes de las seis de
la mañana no había nadie para bajarla… Fui al garito que tienen y llamé varias
veces… No hubo respuesta. Quien estaba dentro dormía profundamente… Finalmente
apareció una señora que vive allí cerca y, como me conoce, me bajó la cuerda y
me dijo que pasara… Y a la vuelta, nadie nos puso ninguna dificultad. Un saludo
amable nos permitió pasar sin más protocolos.
Los que vienen a misa se extrañan de no verme en el
vehículo, pero les hago ver que también las averías pueden llegar al coche del
cura. La misa en Nagoyon está concurrida y el ambiente es bueno. No hay
comuniones y explico que dentro de unas semanas esperemos que las haya y que
comencemos a crear una comunidad cristiana con adultos que comulgan y que serán
los padrinos de los que quieran bautizarse siguiendo el camino de Jesús. Es la
catequesis que tienes que ir haciendo donde no se ha hecho antes y que dará sus
frutos más adelante.
En Tikonko hay algo más de gente y algunos venidos de
paso. Fijamos el momento de la catequesis para los que quieren recibir el
bautismo y con quienes me he comprometido y, a partir del sábado estaremos en la
iglesia con ellos para comenzar el camino hacia el bautismo. Será un trabajo de
encontrar los padrinos, de buscar a los que no vienen, de crear comunidad donde
parece que antes la hubo y ahora no aparecen los que antes venían… Un reto que
espero que junto a ellos podamos afrontar y que nos hará fuertes en la fe en
Jesús.
En Towama las cosas para la celebración de la eucaristía
no están preparadas y después de la misa tengo un encuentro con los líderes de
los diversos grupos. Pienso que el problema no es la mala voluntad, sino el
abandono que durante mucho tiempo han tenido. Una comunidad en la que no se hace
catecismo no puede ser una comunidad viviente y algo de eso es lo que les pasa
aquí, son cristianos de domingo y luego no da para mucho más. Así que con
paciencia habrá también que estar con ellos y ayudarles a comprender que es la
forma de cambiar.
Se
muestran muy sorprendidos cuando el presidente les dice que durante más de seis
meses he estado con él y su esposa cada miércoles preparándoles para celebrar el
matrimonio en la iglesia, algo que van a hacer en pascua y que intento hacerles
ver que quiero que sea un modelo, pues aquí la gente no se casa porque es muy
caro casarse… Y es la realidad, pero me las arreglaré para que no haya gastos,
empezando por hacer la ceremonia sencilla y después no se irá a comer a casa de
los que se casan, sino que las mujeres que vienen a misa se encargarán de
preparar la comida que yo les llevaré, pues para algo he recibido la comida del
contendor, y todos tendremos lo que haya que compartir en el patio de la
iglesia.
Soñar es posible y hacerlo realidad un reto, que espero
se repita, pues ya lo he hecho en otros sitios antes de aquí.
En casa las misas han sido como siempre y las reuniones
de diversos grupos también han estado presentes. Después de comer me echo un
rato la siesta, pues la mañana ha sido larga y Joseph se va a la capital a una
reunión y esperemos que mañana venga con Clara, una española, arquitecto, que trabaja en Sierra Leona y con la que
hemos contactado para que nos ayude en los trabajos que queremos hacer en
casa.
No hay conexión. Me paso la tarde escribiendo, lavando
ropa y organizando cosas de la habitación. Por la noche la conexión llega y
puedo recibir correos y noticias de unos y de otros. Y la luz nos acompaña
durante la tarde y la noche, cosa inusual, pero estamos contentos con
ella.
sábado, 5 de marzo de 2016
5 de Marzo de 2016
Sábado
Nos vamos adentrando en el mes de marzo y seguimos sin
luz por la mañana y luego tampoco el generador del centro de pastoral funciona,
lo que me permite leer mucho rato, además de ver las obras que van avanzando
lentamente. Joseph tiene reuniones con los que se encargan de acomodar en la
iglesia y los monaguillos. Samuel sigue con el paludismo y vuelve al
hospital.
Seguimos sin cocinera y comemos de lata, aunque también
alguien nos ha preparado comida local, arroz y salsa de hojas de mandioca. La
tendremos para comida y cena.
Después de comer voy a cambiar las ruedas del vehículo,
pues están my gastadas y ponemos las nuevas que han venido en el contendor.
Estoy mucho rato hablando con los que por allí pasan mientras me hacen el
trabajo, pues es manual y lleva su tiempo, aunque son expertos en el manejo de
la técnica.
Después voy a los pueblos y hoy voy lleno, pues hay
muchos caminantes en pleno calor que agradecen el que les lleves un trozo del
camino.
Voy a visitar Balei, el pueblo donde hemos instalado la
bomba en la escuela y el comentario es que el agua es estupenda y que además
está fría… Y es la realidad, pues para el calor que hace, el agua que viene de
veinte metros de profundidad está a unos cuantos grados menos que el ambiente y
la sensación de de frescor.
Las parejas están en su punto. El ambiente en la reunión
es bueno y se vive la proximidad de los que se preparan para el matrimonio en
pascua y eso anima también a los demás
presentes.
En casa cenamos a la luz de la linterna y luego con el
generador trabajamos un rato.
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