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jueves, 30 de junio de 2016

30 de Junio de 2016

Jueves

Y sin darnos cuenta nos presentamos en el último día del mes, y pensamos en Don Bosco y le pedimos que nos guíe y oriente en el trabajo que hacemos y que tenemos que dar forma y color en muchos aspectos; pero las cosas van, lentas a veces, pero seguras.
Voy a rezar con la gente de Mattru. Hay el grupito de costumbre y hoy en el rosario han rezado los misterios luminosos por primera vez desde que voy. Les he felicitado por el esfuerzo, pues lo hacían en su lengua, pero voy entendiendo al menos lo que anuncian en los misterios.
De vuelta y después del desayuno, me paso la mañana en la iglesia. Joseph tiene reuniones y queremos que haya un cura por si alguien viene a confesarse, algo que hoy no toca, pero por lo menos la experiencia de estar rezando tranquilamente y largo rato, es algo que merece la pena experimentar y me alegra poder vivirlo cada semana.
Cuando salgo hay alguien que me espera y me pide que mañana vaya a animar su grupo de gente que trabaja en los huertos. Quedamos en que lo haré. También alguien que me llama por mi nombre, pero a quien no conozco de nada; me dice que dije una vez la misa en la cárcel en la capital y que me recuerda de esa vez que fui. Ha salido de prisión y anda desorientado y sin saber qué hacer. Le escucho un buen rato y luego intento que desde la cáritas vean qué se puede hacer por él.
Vuelvo a la iglesia, pues Joseph sigue ocupado y me paso la tarde rezando. Día bastante completo. Viene a la misa la monja de la universidad y a la salida, nos entendemos para ver cómo hacer con una máquina de coser que va a dar a alguien.
Estamos sin luz, pero luego vuelve y tenemos la suerte de que hay conexión, lo que nos permite ver las noticias y leer los correos.

Creo haber vivido un mes intenso en muchos aspectos, sobre todo en el trabajo en las escuelas y la plantación de los árboles, además del catecismo. Hay muchas cosas pendientes aún, pero por lo menos la sensación de haber comenzado y haber dado unos cuantos pasos, está presente, así como las ganas de seguir en el camino iniciado. Que Dios nos ayude y nos acompañe en la ruta.

miércoles, 29 de junio de 2016

29 de Junio de 2016

Miércoles

Tenemos luz y la mañana es tranquila después de una noche de lluvia. Voy a rezar a Towama y espero que los que me prometieron venir el jueves pasado estén presentes, pro entre todos hay solamente una chica… Aunque en el pueblo la gente que viene va aumentando. Hoy estaba la monja de la uni con una señora que luego me dijo que era su hermana, que está en Estados Unidos y ha venido de vacaciones.
En casa, después del desayuno hablo un momento con Joseph y salgo a hacer algunas compras y a llevar un paquetito de galletas al mecánico por el trabajo que me hizo ayer. Son las galletas que han llegado en el contenedor y que aquí no se conocen casi por lo que son un regalo apreciado para todos.
Me doy una vuelta por el mercado viendo los puestos. Hay poca fruta, también veo que las verduras van aumentando en cantidad y también veo los paños, que han subido los precios a cuenta de los acontecimientos en Inglaterra… Y es que cualquier motivo es bueno para aumentar el precio de las cosas, y lo percibo en todos los artículos en general, que los precios van al alza de forma notable. No sé cómo se las apañarán los que tienen salario fijo. Y más difícil aún para los que no tienen salario, que son la mayoría.
Vuelvo a intentar pagar el mes en la conexión a internet y me vuelven a decir que vuelva de nuevo, pues siguen sin conexión ellos… Ya mejor tomarlo a cachondeo que preocuparse y a ver cuando puedes pagar… No me imagino la cosa si fuera que tienes que cobrar…
Tenemos noticias de la provincia que nos dicen que han aceptado una propuesta que nos ha hecho el obispo de retomar una estación de la parroquia, que es casi tan grande como la parroquia y con escuela alrededor. Eso quiere decir que el año que viene tendremos algún cura más para poder atenderla.
Después de comer hablo un momento con coco, el cooperante que construye escuelas en el norte y con quien tengo una muy buena relación. Nos veremos cuando estemos de vacaciones y también compartimos ideas y proyectos.
Me llama también Daniel, un señor de un pueblo que me necesita para unos papeles de un terreno que nos han dado a la Iglesia y que está preparando en la administración. Le acompaño a ver al encargado, alguien que conozco de otras veces que nos hemos visto y que ha hecho un buen trabajo. Le agradezco lo hecho y le prometo hacer lo que me corresponde con el obispo y devolverle los papeles  firmados para que luego él pueda acabar con el trabajo. Como llueve y no parece que vaya a parar pronto, llevo a Daniel a su pueblo, pues no tiene medio de transporte y hacer el recorrido en una moto, es difícil y se va a mojar.
En el camino tenemos tiempo de hablar de varios temas y veo su interés porque los papeles de la Iglesia y de la escuela estén arreglados y se pueda disponer del terreno que de otra forma no estaría seguro. Le agradezco también el trabajo y él se da cuenta de que el hecho de que le lleve a su casa es cosa que los curas de aquí no harán.

En casa la luz se va y viene y hoy la conexión es bastante débil, así que paciencia y a ver si mañana hay más suerte.

martes, 28 de junio de 2016

28 de Junio de 2016

Martes

Me levanto temprano y con ilusión. Salgo a las cinco y cuarto y calculo que estaré en Nagoyon con tiempo más que suficiente para la misa, a pesar de lo mal que se está poniendo el camino, pero al entrar en la pista comienzo a oír un ruido raro en una rueda y no logro identificar la causa, por lo que llego a Towama y aparco el vehículo. Como es muy pronto prefiero llamar al mecánico un rato más tarde y rezo con la gente de Towama, que se alegran de mi presencia.
Siento no poder estar con la gente de Nagoyon porque vienen numerosos y se van a encontrar que hoy les fallo. He tratado de llamar por teléfono, pero lo que pasa siempre, o no hay conexión o no tienen batería. Logro contactar con un maestro y me promete enviar noticias a los demás, con lo que quedo un poco tranquilo. La realidad será que las noticias no les han llegado… Esperemos que el domingo les explique las cosas y a ver si no vuelve a pasar.
Después de la misa en Towama llamo al mecánico que me promete que viene, pero tarda en llegar. Por suerte no es nada grave, hay unos tornillos que se han aflojado y en cuanto los aprieta la cosa está de nuevo en marcha y voy a la escuela de Balei, pues todavía estoy a tiempo para recoger los árboles. Encuentro a los maestros, me dan unos chavales y venimos a la búsqueda de los árboles. Primero comenzamos con la burocracia de ir de unos a otros y el tiempo va pasando. Luego logro ir al vivero y hay gente dispuesta a ayudarme, con lo que cargamos con cierta presteza. Hoy han sido casi quinientos los que he puesto en el vehículo.
El camino de vuelta se hace sin problemas, pero antes paso por la oficina de la reforestación y me encuentro con el encargado de del vivero, quien me escucha un rato y me propone árboles, pero los que tiene ahora son encargados y hay quienes van a venir a buscarlos. Por lo menos he conocido a la persona con la que tengo que tratar y volveré otro momento a ver lo que puedo sacar y lo que me ofrece. He aprovechado que el vehículo estaba cargado con los anacardos para que viera que hago las cosas en serio.
En el camino me paro también en la oficina de la ong en Tikonko y quiero contactar a su jefe, pero, como de costumbre no está y me sugieren que le llame por la noche cuando esté en su casa, pues será más fácil contactarle.
En la escuela nos paramos un rato a causa de la lluvia abundante que cae antes de descargar los árboles, y aprovecho para hablar con los maestros y sugerirles que tengan los nombres de los alumnos y número de árboles que cada uno de ellos y sus padres han plantado, paro poder ver  cómo van las cosas y mostrar números a los que nos dan los árboles.
Es más tarde de la una y salí de casa esta mañana poco después de la cinco. Creo que es tiempo suficiente para el trabajo en la escuela y pienso tomarme la tarde para pensar y organizar algo para los demás encuentros que tengo con otros grupos. En casa la cosa está en calma. Después de comer duermo un poco y la tarde se cierra en lluvia, lo que va mostrando que entramos en la estación de lleno. Los arroyos están con agua y el camino se hace cada vez más penoso de recorrer, pero se puede transitar y ejercitar un poco la paciencia.
Por la noche se nos va la luz, pero tengo las baterías cargadas y logro habar con Loli a través de Skype, algo que me da alegría, pues hacía tiempo que no nos hablábamos. Me da muchas noticias de unos y otros, pues está al corriente de lo que pasa y en especial me habla de Cinkassé y Valerio a quien han ido a ver a su pueblo ahora que está de vacaciones. También intenté llamar por teléfono al de la ong, pero no hubo manera de ocnectarle.

Como no hay luz y no hay mucho donde elegir, me voy a dormir, que ahora que no hace calor se duerme bien y, estar en buena forma es importante para cualquier cosa que quieras hacer.

lunes, 27 de junio de 2016

27 de Junio de 2016

Lunes

Amanecemos en la calma de un día después de la lluvia y el frescor de una temperatura de menos de veinticinco grados, que para aquí es frío. La gente está abrigada y bastantes con catarro. Cuando llueve se mojan con facilidad y la consecuencia posterior se hace notar en forma de toses y fiebre, que también suele estar acompañada de la malaria, algo crónico entre pequeños y mayores.
Es el momento en que ves a muchos niños con fiebre y tiritando de frío. Ayer mientras decía la misa en uno de los pueblos vi cómo una mujer iba recogiendo paños de otras para abrigar a uno que temblaba y, aunque llevo mucho tiempo por aquí y lo he visto muchas veces, la imagen se me quedó grabada y me hizo pensar en la necesidad de una educación de las madres y una prevención de los casos… Y sigo pensando en la presencia eficaz de unas monjas entre nosotros que trabajen con las mujeres… Educar a una mujer es educar a un pueblo…
Después de misa busco al profe y no le encuentro. No le había visto en la misa, pero ahora me doy cuenta de que no ha venido. Espero que no haya tenido ninguna cosa grave y que podamos seguir con los encuentros de las clases tan interesantes que recibo.
Una vez que hemos desayunado tenemos la reunión de comunidad en la que tratamos asuntos de todo tipo, desde los de la casa hasta los de la iglesia o los pueblos. Hoy uno en particular que hemos visto es la situación de los maestros en las escuelas. El descontrol y la falta de interés es notorio en muchos casos y responde a una falta de atención por parte de quienes tienen  que seguir a los maestros y no lo hacen. En todo lo que tocas ves que hay cosas que dejan que desear y que con paciencia tienes que tratar de enderezar y la educación es un terreno para el que quizás estamos más predispuestos por vocación, y por ello lo vemos con mayor sensibilidad y esperemos que cada año podamos ir interviniendo de forma que la calidad de la enseñanza se recupere un poco.
Acabada la reunión aparece Paul, que viene con su hermano y con quien hablamos un rato. Comemos juntos y seguimos compartiendo noticias sobre diversos asuntos y después se van y yo aprovecho, ya que hay conexión para leer algunos comentarios sobre los resultados de las elecciones y posibles coaliciones  a la hora de gobernar.
También dedico un rato a leer y preparar las cosas para mañana, que quiero llevar más anacardos a la escuela y encontrarme con gente que nos pueda ayudar. Son cosas que preparas y las pones en programa, pero luego habrá que ver lo que sale, pues no depende de ti el que las cosas sean como las piensas.


domingo, 26 de junio de 2016

26 de Junio de 2016

Domingo

La salida hacia los pueblos es temprano, como cada domingo y las condiciones de tiempo son favorables, pues aunque llovió durante la noche, por la mañana la carretera está un poco seca y, aunque hay charcos, se puede pasar sin mucho problema.
En el primer pueblo las cosas están preparadas antes de mi llegada y los de los otros pueblos de alrededor están llegando con antelación. Estamos en los días más largos del año y aunque no tengan reloj, como amanece temprano, se guían por la luz y están con tiempo, lo que me permite comenzar la misa antes de la hora, pues todos están presentes. Hoy lo hacemos en el pequeño recinto que sirve de iglesia y hay unos cuantos que están fuera. Para ellos hace fresco y amenaza lluvia, así que prefieren estar dentro aunque estén apretados. Hoy hay más de cien.
En la homilía intento no ser largo, pues cuando están apretados los niños lo notan y hacen ruido y lloran, pero siguen con interés cuando les hablo de tomar importantes decisiones, en especial haciendo referencia a parejas que han decidido venir a la reunión últimamente; pero también les sorprende el que les hable de plantar árboles como una decisión importante o de venir a la escuela los adultos.
Como después de la misa tengo tiempo, estoy un momento hablando con unos cuantos sobre lo de los árboles y con los maestros de la escuela en particular para ver de tener las cosas preparadas para el martes poder traer una nueva remesa de anacardos.
En Tikonko las cosas son bastante diferentes. Hoy no hay mucha gente y parece que hay la resaca de la lluvia de ayer y la no presencia al catecismo. Durante la misa se van añadiendo los que legan tarde y al final el número es aceptable, pero les hago ver que no han limpiado el terreno que les he pedido y les pregunto si quieren que esté con ellos… Y antes de que puedan responder ya les hago ver que la respuesta no es de palabra, sino de obra, y entienden que tienen que limpiar, algo que la mujer del jefe ha programado con unos cuantos que ha contratado para que hagan el trabajo. Me doy cuenta de su buena voluntad, pero les hago ver que el trabajo no lo hacen otros, sino los que vienen a la iglesia y les digo que espero que durante la semana lo vayan haciendo.
En el camino hacia el pueblo siguiente comienza a llover, por lo que preveo que no habrá mucha gente en la iglesia, ya que la lluvia es excusa suficiente para no venir, o por lo menos era lo que me encontré el año pasado, y hoy también veo que las cosas van por el mismo camino. Al final, antes de la hora de la misa la lluvia amaina y algunos más vienen y se arregla un poco la presencia, que hoy no es numerosa.
Les hablo de la llamada de Jesús a sus discípulos y de tomar decisiones como Jesús hizo. Creo que les sorprendo cuando les pregunto a los diferentes grupos qué resoluciones deberán tomar para hacer que las cosas vayan mejor y en especial la referencia a que los matrimonios recen juntos y en familia con los hijos. He insistido bastante en la preparación de los que vienen a comulgar, pero hoy también me refiero a los que no comulgan y les invito a prepararse, pues Jesús nos dice a todos que tenemos que comer de su Pan.
Me hacen ver también que hay algunos de los asiduos de cada domingo que han ido de vacaciones y que por eso no son muy numerosos hoy, pero sigo pensando que hay más de justificación en lo que me dicen que de realidad.
Al acabar la misa, la lluvia se vuelve a hacer presente y los que pueden entran en el vehículo para que les acerque a su destino, lo que hago con gusto, pues ofrecer un servicio es cosa a la que estoy siempre dispuesto y de manera especial cuando lo necesitan.
En casa las cosas han seguido su camino normal. Un cura ha venido a decir la primera misa y Joseph ha estado para la segunda. Además hoy tiene una especial a las dos de la tarde de una familia que celebra un aniversario y lo han querido hacer juntos y en la iglesia. También me he encontrado con Paul, el salesiano que es de aquí y que ha venido a visitar a la familia. Nos saludamos y, como me dice que va a estar varios días, nos citamos para otro momento.
Después de la siesta y leer un buen rato, me encuentro un momento con Joseph. Hablamos de su viaje, intercambiamos noticias y luego se va a dormir, pues no durmió bien durante la noche y está cansado del viaje y de las misas.
La oración de la tarde la tenemos con luz. Luego se va y estamos mucho tiempo a oscuras y a altas horas de la mañana vuelve, lo que me permite ver las noticias y seguir el resultado de las elecciones.


sábado, 25 de junio de 2016

25 de Junio de 2016

Sábado

Hemos amanecido con luz, cosa que no sucede todos los días, pero se ha ido y ha vuelto cuando ya había acabado el aseo. Por lo menos disfrutamos de ella en la iglesia y podemos leer los libros sin necesidad de linternas.
Es último sábado de mes, día de limpieza, y la gente no viene a la misa por la mañana. Joseph se ha ido temprano y yo dedico bastante tiempo a la colada que se ha ido acumulando y al estudio y preparación de las reuniones de la tarde.
En los pueblos las cosas son siempre una sorpresa. Hoy no encuentro a las parejas que solía llevar, pero aparecen otras que están empezando a venir. Me doy una vuelta por la escuela de Balei y veo los árboles que han ido saliendo de los que traje para plantar por parte de los alumnos, además de traer a algunos de los que están listos para el vehículo.
La reunión es animada y la presencia va en aumento. Había casi una veintena, pero la realidad es que no había más que media docena de parejas, el resto solos y con buenas razones para no estar acompañados. Por lo menos voy viendo que el número aumenta y las cosas van adelante a pesar de que también hay sus problemas.
En Tikonko la lluvia nos acompaña y los da la catequesis no se presentan. Voy a ver a la mujer del jefe que está cenando tranquilamente y le digo que no veo mucho interés en el personal que viene a la iglesia… Ella conoce la situación y me promete que actuará. Mañana lo podremos comprobar.
Sigue lloviendo y en el camino hacia casa la cosa se hace complicada y lleva su tiempo recorrer el camino mojado, pero lo hago sin mayores problemas.

En casa tenemos luz, la conexión es muy débil y al final la luz se nos va. Pero por lo menos nos había permitido ver las noticias y escribir la mayor parte de la crónica del día.

viernes, 24 de junio de 2016

24 de Junio de 2016

Viernes

Es el nacimiento del Bautista y al mismo tiempo conmemoración de María Auxiliadora, lo que hacemos ver en la misa dando la bendición de María Auxiliadora al final. La presencia de gente es lo ordinario de cada día y, finalizada la misa he esperado al profe, pero no se ha presentado.
Después del desayuno he dedicado un buen rato al estudio de la lengua, en particular a leer y creo que ya estoy seguro que la gente me entenderá cuando les lea el evangelio. También me encuentro un momento con Joseph que me dice que irá de viaje mañana para ver a alguien con quien ha tenido una estrecha relación y va a dejar el país.
Seguimos viendo los pasos para la instalación de la máquina de hacer formas y su mejor emplazamiento. Quizás lo hagamos el lunes.
Barro y friego la habitación, pues el viento que ha venido antes de la lluvia se ha encargado de hacer que todo esté lleno de polvo y sucio.
Por la tarde voy a los pueblos. Hoy toca los de lejos, y el camino se va haciendo cada vez más complicado a cuenta de las lluvias. Ahora ya se puede decir que los riachuelos que estaban secos han comenzado a correr, aunque en el río Sewa, en Cassama no se nota mucho aún la subida del caudal.
Tampoco hay una gran entrada  para la reunión de las parejas y sí tienen cualquier excusa que se les ocurre, pero les hago ver que en todos los sitios hay los mismos problemas y quien los quiere afrontar los resuelve y el que no lo hace, se queja, pero no hace. Y toca seguir teniendo paciencia y ver cuando es el momento en que van a reaccionar.
En el pueblo siguiente la situación no es muy diferente. La iglesia está aún cerrada y con los críos que vienen traigo los bancos de la escuela, pues en la iglesia no hay. Es una labor que se hace cada vez que nos juntamos y siempre hay críos disponibles para transportarlos, cosa a tener en cuenta y a agradecer, pues no es poco el esfuerzo que hacen.
La vuelta a casa es acompañada y cargado de carbón, lo que me hace llegar bastante tarde y, después de una frugal cena, tratar de irme a la cama pronto porque estoy cansado.


jueves, 23 de junio de 2016

23 de Junio de 2016

Jueves

He ido a rezar a Mattru y seguimos en la misma situación. Espero que acaben comprendiendo que voy donde ellos porque me interesan, no porque tengo otros intereses. Por lo menos los chavales que vienen a clase tienen sitio en el vehículo y están contentos.
Después de desayunar voy a la iglesia para que Joseph pueda ir a desayunar y luego salir a algunos recados. Me paso la mañana en la iglesia y recibiendo visitas de alumnos de la universidad que vienen a que les firme un papel para obtener ayudas… Lo que me cuesta hacerles comprender que no quiero firmar sin que sea verdad lo que firmo… La corrupción está en todos los niveles y alcanza a amplios sectores y poner una firma, no les parece importante, algo que para mí, si lo hago es conociendo a las personas… Como no han hecho el trabajo antes, me prometen hacerlo posteriormente.. Espero que no se quede en promesas.
También vienen a verme dos jóvenes que me abordaron ayer y que me hacen pensar qué hacer con tanta gente que no sabe qué hacer. Son universitarios que han acabado los estudios y no encuentran trabajo y se han decidido a hacer agricultura. Voy descubriendo que aquí el gobierno tiene ayudas para todos los que se organizan y hacen algo, desde personal técnico hasta subvenciones. Es la primera vez que veo algo así. En otros sitios nunca he encontrado algo tan bien organizado… Esto es la teoría. La realidad es mucho más prosaica y el tener que volver mañana y esperar a que otro venga y lo burocracia, también existen y desaniman.
El vehículo tiene una rueda pinchada. En la reparación aparece un inoportuno clavo que se cruzó en el camino. Los neumáticos son sin cámara, de los que según la teoría no se pueden reparar, pero aquí se reparan sin el menor problema, así que Samuel se encarga de llevarla al vulcanizador  y traer la rueda reparada.
Por la tarde me paso el tiempo rezando en la iglesia, donde poca gente viene, pero por lo menos algunos se confiesan, lo que nos indica que vamos adelantando. Para la misa también hay algunos más que otras veces, lo que nos da a entender también que con paciencia las cosas se irán normalizando.


miércoles, 22 de junio de 2016

22 de Junio de 2016

Miércoles


Voy a rezar a Towama, el pueblo que visito los miércoles. Aquí la gente va viniendo, pero no en gran número. Habrá que tener paciencia. He pensado en invitar a los universitarios también a venir a esta misa, pues cuando la decía para ellos por la tarde,  no venía aquí por la mañana. Veremos con el tiempo lo que va saliendo.
En casa las cosas siguen su curso. Los que vienen a misa son los de siempre y nos saludamos cuando salen. Después del desayuno estudio un rato y practico la lectura en lengua y más tarde salgo a hacer fotocopias y a pagar el internet de ayer… Y, para mi sorpresa, me piden que vuelva mañana, que siguen sin conexión…
Como me queda un poco de tiempo, me doy una vuelta por el ministerio de agricultura, los de los árboles y ya voy haciendo amigos, pues me reciben con agrado, en especial un musulmán que me dice que está de ayuno, pero que las galletas que le di el otro día, que son muy buenas. Me alegro de saberlo y también por donde puedo entrar con él. Los demás, seguimos a la espera, pues tampoco hoy están.
Después de comer tengo un rato de conversación con Joseph. Hablamos de muchas cosas y en particular sobre la marcha de la casa y lo que pensamos de los proyectos y lo que planificamos para el año que viene. Juntos vamos a ver el terreno de Tikonko. Están poniendo los bornes de cemento y limpiando, pero lo segundo se hace muy lentamente. Espero motivarles el domingo.
Más tarde voy a Towama, donde encuentro a unos cuantos haciendo lotes del terreno que piensan pedir que la gente limpie, pues con las lluvias crecen las hierbas y la maleza por todos los sitios y pide mantener el entorno de la iglesia limpio.
Después de rezar y cenar me conecto a internet. Hoy la conexión es muy débil, pero logro hablar un rato en skype con la hermana en América y con la otra en España a la que ella ha llamado por teléfono. Ha sido un momento muy agradable escuchar  a las hermanas.
Ya hace tiempo que no hablo de insectos, compañeros de viaje que siempre están presentes. Hoy les toca a unos que no había visto antes. Son como los escarabajos peloteros, con alas, y llegan en gran número a la ventana. La tengo bien cerrada, y espero que la malla de los mosquitos de la ventana resista, pues no sé qué haría si entraran.


martes, 21 de junio de 2016

21 de Junio de 2016

Martes

Estamos con la luna llena y no he dormido bien, además de que estoy pendiente de ir a decir la misa a Nagoyon y después volver aquí para decirla también, pues como Joseph no está, he preferido intentar decir las dos misas, aunque esté un poco apretado de tiempo, mejor que suprimir una de ellas, pues en los pueblos la gente se va acostumbrando y son muchos los que vienen y en la parroquia, mejor tener la misa, si es posible.
En Nagoyon la gente llega con un cierto retraso, y es que también he comenzado antes que otras veces. Son numerosos y en la misa rezamos por mi hermano que hoy celebra el aniversario de ordenación. Les llama la atención cuando les digo que mi hermano es cura y una de mis hermanas religiosa y aprovecho para animarles a que también aquí haya esos modelos en la familia.
En casa llego un tanto con retraso. Aunque quiero llegar pronto, el camino se va deteriorando con la lluvia y los que van a pie, siempre agradecen que les monte en el vehículo y… prefiero tener la sonrisa de esa gente que llegar unos minutos antes para decir la misa… Cuando hago el comentario en la iglesia, la gente sonríe y eso ayuda a una celebración más familiar.
Pensaba llevar árboles a la escuela para plantar, pero los alumnos no estaban preparados para ayudarme y no podía esperar, pues tenía la misa. Por eso después de misa estaba libre, he podido desayunar con una cierta calma y tratar de encontrarme con las personas que tengo que lidiar en lo de los árboles, cosa que lleva tiempo y requiere paciencia.
Por lo menos el jefe, que no le había reconocido, a quien había saludado la semana pasada, me vino a saludar y agradecer el trabajo que hago con lo de plantar árboles, algo que a los que estaban a su alrededor les ha sorprendido. Imagino que ha visto cómo me tomo las cosas en serio y cómo quiero cambiar la vida de la gente de los pueblos.
Después de mucho esperar, logro entablar conversación con alguien que llega en una moto y que es el encargado de la zona donde tenemos la escuela. Se sorprende de ver el interés que tengo por las cosas y me promete estar presente para un encuentro con la gente el lunes, cosa que tengo que concretar con los del pueblo, pues son ellos los primeros interesados en el tema de las plantaciones y los huertos.
También aparece por allí una señora que me dice que es católica y que es asesora en el tema de las escuelas de la zona. La escucho, me sorprende lo poco que conoce de las escuelas de las que habla, pues soy yo quien le da detalles de esas escuelas y luego el agrónomo me dice que esta señora no suele estar muy presente en el terreno. Yo escucho y el lunes veremos los que estamos presentes para el encuentro.
Me interesa encontrarme en el mismo sitio todavía con otra persona, pero no aparece y me debo ir, así que esperemos que otra vez pueda encontrar a quien busco que hoy no se ha presentado en el trabajo. Es posible que tenga otros compromisos que no conozco. Por eso no puedo juzgar de su no presencia.
Está lloviendo y la circulación es difícil y los accidentes, sobre todo de las motos, son muy fáciles y es lo que ves con demasiada frecuencia cada vez que hay agua. Voy a pagar el recibo de internet… Y me dicen que no tienen conexión, que vuelva mañana… Esta sí que no me la esperaba, yo que pensaba decirles que las cosas andan flojas en cuestión de conexión… Y ellos que en la central no la tienen…
Después de comer y echarme una buena siesta, salgo para los pueblos. Primero encuentro a los maestros y veo lo que van haciendo con los árboles. Luego hay catecismo, que también está pasado por agua, pero empezó a llover cuando la gente ya había venido y por eso no ha habido faltas como cuando llueve antes de comenzar la actividad.
Después me he reunido con un grupo de jóvenes de varios pueblos para hablarles de plantar árboles. He querido hacerlo y resaltarlo para que se den cuenta de que cuento con ellos por una parte y por otra darles motivos para trabajar la tierra, pues muchas veces les falta la ilusión de hacer algo, ya que ven el campo como un castigo más que como un reto.
Estoy con ellos alrededor de una hora, pasando fotos de varios temas y respondiendo a preguntas que me hacen. No hay muchos, pero sí están presentes de varios pueblos y algunos tienen problemas con el inglés, por lo que también les animo a venir a la escuela, que tienen a los maestros disponibles.
Al acabar la reunión varios vienen a agradecerme lo que les he dicho y les animo a que se lo hagan saber a los de sus pueblos que no han venido, para que así los que no estuvieron también puedan saber algo de lo que se ha dicho y sientan ganas de plantar árboles.
El camino a casa es largo y mojado, pues ha llovido abundantemente durante un buen rato, lo que me hace tener calma y llegar a casa tarde, pero contento del encuentro con la gente de la mañana y con los jóvenes por la tarde, además del catecismo, que hay una cuarentena que viene regularmente y se preparan para recibir el bautismo.
Joseph está de vuelta, cansado y con un buen catarro. Yo me alegro de encontrarle en casa y de las noticias que me da, además de que hay luz y conexión, que me permite recibir correos y enviar noticias.


lunes, 20 de junio de 2016

20 de Junio de 2016

Lunes

Amanecemos con luz, lo que me permite hacer la limpieza viendo lo que hago y organizarme con las dos manos, no con la linterna siempre colgada.
En la misa ha habido bastante gente, si bien buen número llega con retraso. El que haya llovido y refrescado un poco, además de que esté nublado, hace perder la orientación sobre la hora a muchos que no tienen reloj.
Joseph se va a llevar al diácono que ha estado de vacaciones a Lungi para coger el avión y visitar algunos amigos al mismo tiempo, lo que hace que tenga la mañana para organizarme y preparar lo primero la clase con el profe que hoy es más larga que otros días. No sé si es que la lectura es fácil o es que avanzo en ella o las dos cosas, pero por lo menos en lo que he leído el profe me ha felicitado y yo mismo me doy cuenta que voy comprendiendo algo más que antes.
También he estudiado largo rato y he hecho planes, en particular para mañana, que tendré día bastante ocupado y, si no se programa con cuidado, tienes el riesgo de olvidar algo importante.

Por la tarde tengo una reunión y trato de organizar los libros de la iglesia, reparando algunos que se van deteriorando. El clima que pasa de seco a muy húmedo, hace que los libros duren poco, pues cualquier cambio les afecta mucho.

domingo, 19 de junio de 2016

19 de Junio de 2016

Domingo

Como cada domingo repetimos la rutina de la salida pronto hacia los pueblos y hoy sin dificultad especial me presento en Nagoyon con bastante antelación y hablo un rato con Daniel, pues me ha pedido instrucciones a la hora de plantar árboles. Intento que algunos más estén presentes en la reunión de forma que todos puedan escuchar lo importante que es plantar los árboles de forma adecuada que nos permita luego cualquier labor entre ellos.
La misa da comienzo unos cuantos minutos antes de la hora, pues los que están presentes son los que suelen venir. El tema del domingo nos da para animarnos a rezar y a seguir los consejos de Jesús y lo vemos en lo que las parejas hacen en particular.
En Tikonko las cosas siguen su ritmo, la gente sigue llegando con retraso y hoy no son tan numerosos como otras veces, pero por lo menos algunos están presentes y son constantes. La limpieza de la tierra está empezada, pero aún queda mucho trabajo por hacer que prometen acabar esta semana, cosa que dudo, pero por lo menos el interés está en algunos.
Ha venido alguien nuevo que resulta ser uno de los jefes de la poli que controlan a la entrada del pueblo que los acaban de cambiar. Le damos la bienvenida y le seseamos buena estancia.
En el pueblo siguiente seguimos con la misma tónica, llegando tarde y sin mucha preparación, pero por lo menos la peregrinación que un buen grupo hicieron ayer, anima un poco a los demás, esperando que podamos hacer las cosas mejor.
En casa ha habido una celebración especial en la segunda misa y todavía quedan algunos de los últimos que me saludan a la llegada y me ayudan a bajar los trastos del vehículo.
Después de la comida una buena siesta ayuda a reponer fuerzas y dedico un rato a la colada, pues el alba entre otras cosas está bastante sucia y quiero tenerla a punto para mañana.
Hemos tenido la luz durante la tarde, pero luego se nos ha ido y estamos en tinieblas.


sábado, 18 de junio de 2016

18 de junio de 2016

Sábado

Esperaba que viniera la luz por la noche, pero no se presentó. Por la mañana seguimos sin luz y en la misa con velas. La asistencia es normal y nada que destacar.
Después del desayuno bajo a la iglesia, pues espero un grupo de gente de Towama que viene en peregrinación. Hay unos cuantos que están temprano y a quienes invito a entrar, pero están limpiando la iglesia y se quedan a la entrada. A la hora del comienzo, salimos a la entrada, leemos lo que hace referencia a la peregrinación y entramos en la iglesia. No hay muchos al principio, pero acaban siendo más de veinte.
Después de un ratito de charla de bienvenida y presentación, hay un tiempo de exposición y confesiones. Luego la misa pone fin a un rato vivido con intensidad y del que están contentos de haber vivido aquí.
Antes de irse, una litografía de María Auxiliadora y unas galletas de las que llegaron en el contenedor hacen las delicias de los que han venido. Les invito a guardar la imagen de María y rezarla cada día, cosa que prometen mientras se van comiendo las galletas.
Acto seguido estamos en la reunión del consejo pastoral de la parroquia, que nos juntamos una vez al mes. La presencia es buena y los temas tratados me parece que lo hacen con seriedad y solvencia. La presencia de los responsables en momentos de adoración no es grande y se lo hago ver, pero por lo demás las cosas están muy bien. La reunión acaba con una bebida y unas galletas… De nuevo vemos que son una solución muy socorrida, pues aquí no son nada corrientes y para la gente son un premio y para nosotros una solución que nos saca del apuro.
Después de la siesta voy a los pueblos, Hoy toca reunión de parejas y la cosa está animada, pues logro llevar tres parejas del primer pueblo y en Nagoyon hay cuatro, además de que algunas han venido por primera vez. La reunión resulta interesante y los asistentes están contentos de lo vivido. Les hago ver que una reunión de parejas no es sólo para tratar unos pocos temas, lo que hemos hecho hasta ahora, sino que debemos estar abiertos a muchas otras cosas y poner en común los problemas de cada pareja para ayudarnos a reflexionar sobre lo que vivimos y cómo lo vivimos, en particular la educación de los hijos. Creo que les pilla de nuevo y no reaccionan pronto.
Se les ve contentos después de haber acabado la reunión y no tienen prisa en partir, pero la hora se echa encima y tenemos que venir al pueblo siguiente donde nos espera el catecismo, que no está muy concurrido pero los que suelen estar se hacen presentes. Hoy les hablo de plantar árboles, lo mismo que he hecho en otros sitios, pues pienso que todos deben saber las ventajas que da el plantar árboles y así trato de que las noticias lleguen lo más lejos posible y que se difundan. Me siguen con interés y esperan que hagamos la demostración práctica en el terreno que tenemos alrededor de la iglesia y que se están esforzando por limpiar.

En casa hay luz y conexión y puedo leer las noticas, cosa que no he tenido tiempo de hacer durante el día y escribir la crónica después de haber cargado la batería del ordenador que se había vaciado en los pueblos.

viernes, 17 de junio de 2016

17 de Junio de 2016

Viernes

La luz brilla por su ausencia y en la misa tenemos el generador. Después el profe me da un rato de clase. Se le ve contento con la clase y le agradezco el entusiasmo, pero además me dice que ve cómo avanzo en la lectura, algo de lo que también soy consciente.
He tenido un buen rato de descanso, pues todavía no me sentía bien en forma y los sudores fríos de la malaria aún están presentes, pero trato de no hacerles demasiado casa e intento seguir la actividad normal.
Por la tarde, después de una buena siesta salgo hacia los pueblos. Hoy lo he hecho un poco antes para tener tiempo de preparar cosas en el camino, pues pienso pasar unas diapositivas sobre la plantación de árboles.
En el camino me encuentro con un maestro de la escuela de Gablehun a quien meto en el coche y tenemos tiempo de conversar sobre la situación en el pueblo y en la escuela, algo que no está claro es la falta de interés por parte de los padres de los alumnos, que desanima a los maestros; pero es la realidad que estamos viviendo y a la que hay que hacer frente.
En Cassama el nivel del río está subiendo lentamente y las parejas no están muy preparadas, pero hoy les hablo con diapositivas de plantar árboles y hay unos cuantos curiosos que han venido a seguir lo que les digo. Se ve que hay interés, pero no creo que llegue mucho más lejos. Les hablo y les motivo, pero el trabajo lo tienen que hacer ellos y me parece que están bastante acostumbrados a que les den las cosas hechas, cosa con la que no me avengo, pues los adultos deben ser tratados como adultos, no darles regalos como a niños.
En Gabalehun veo que han terminado los trabajos del pozo y han instalado una bomba manual, pero me preocupa que el péndulo me dice que el agua no es buena para beber. No sé qué solución encontrar… Tampoco los padres de alumnos vienen a las diapositivas, lo que me hace pensar que la cosa no va a ser fácil con ellos. Habrá que darles tiempo.

Vuelvo a casa acompañado de gente que se ha apuntado a viajar y por suerte no hay problemas en el camino y la lluvia nos respeta. Cayó por la noche y fue abundante, lo que nos hace ver que la estación de lluvias está llegando.

jueves, 16 de junio de 2016

16 de Junio de 2016

Jueves

Llovió durante la noche y ha refrescado bastante. La luz se fue y no ha venido en toda la noche, lo que nos permite ver los relámpagos de la tormenta y disfrutar del calorcito de estar en la cama a techo y sin mayores preocupaciones.
Voy a rezar a Mattru y no hay mucha gente, pero por lo menos los pocos que están lo hacen con unción. Hoy como es el día del niño africano, los estudiantes no han salido todavía. No sé si es que irán más tarde o les han dado libre.
Voy a la escuela de Balei con Samuel. Pretendemos estar por la mañana con ellos. Y de nuevo en el camino intento encontrarme con el responsable de la ong en Tikonko, y de nuevo no está presente. Lo intento de nuevo a la vuelta y no hay manera.
En la escuela ha habido animación y las maestras preparan la comida con ayuda de algunas alumnas, lo que les llevé el martes. Hay buen ambiente y se vive la fiesta. Primero Samuel ha hecho algo de animación con cantos y luego han jugado un rato a fútbol. Antes de que comience la comida nos venimos, pues nos esperan tareas a realizar en casa.
La comida, un poco de siesta y a la iglesia, que hoy por la mañana he dejado a Joseph solo con todo el trabajo. Por la tarde hay más bien muy pocos, aunque alguno viene a confesar y luego a la hora de la misa hay menos de la docena de personas. No sé si es que se han olido que la lluvia iba a venir y no se han hecho presentes, pues nos ha venido una lluvia abundante y con cierto viento que hacía entrar el agua en la iglesia por las rendijas y desplazarse de puesto a los que suelen tener sitio fijo o casi.

La lluvia sigue, es abundante, y durante mucho tiempo, lo que hará que finalmente los riachuelos que estaban a punto de manar, salgan de su letargo y nos ofrezcan agua abundante y de calidad. Aquí por ahora los riachuelos no están contaminados y el agua en la estación de lluvias es abundante.

miércoles, 15 de junio de 2016

15 de Junio de 2016

Miércoles

Voy a decir misa a otro pueblo, Towama. Aquí la gente que viene son personas mayores y hay una docena larga. Van aumentando, pues tenía alrededor de ocho otras veces. Habrá que darles tiempo y animarles, pues para mí es la forma de crear y afianzar las comunidades en los pueblos. Donde se reza regularmente, la comunidad crece y da testimonio.
En casa y después de acabada la misa, el profe de lengua me da la clase que no pudo darme el lunes y nos pasamos un buen rato leyendo y comentando el evangelio del domingo y algunos de entre semana. Veo que voy comprendiendo mejor las cosas y que lo que me resultaba incomprensible, se va abriendo a que entienda lo que leo cada vez mejor y el profe me lo hace ver que el progreso es bueno, aunque sé que me queda mucho, pero el avanzar anima.
Después del desayuno me siento cansado y con ganas de dormir y me echo un rato. Descansar es el secreto para el paludismo, así que por el esfuerzo que hice ayer, hoy toca descansar, y tengo que ser consciente de ello y no forzar la maquinaria. Me paso la mañana en casa, leyendo, estudiando, respondiendo y enviando correos y sudando de vez en cuando.
Después de comer me echo una buena siesta y cuando me levanto sigo con cansancio, por lo que sigo leyendo y escribiendo correos y no voy a los pueblos, pues no es urgente lo que tengo que hacer y saber reposarse cuando hay que hacerlo es importante.
Al acabar de de rezar el rosario y antes de cenar vamos a visitar al antiguo párroco que ha vuelto de la capital y está en la casa donde estábamos nosotros. Se alegra de nuestra visita y hace planes, pero está medio paralizado de la parte derecha del brazo y la pierna y hablar le cuesta.
En la cena tenemos luz. Luego se va, luego vuelve; luego tenemos una refrescante lluvia precedida de viento y leo las noticas y las respuestas que me van llegando de los correos que he enviado. Estoy contento de ver que he pasado el día sin mayores complicaciones y espero que mañana lo pueda disfrutar con los niños de la escuela que celebraremos el día del niño africano.

martes, 14 de junio de 2016

14 de Junio de 2016

Martes

Me levanto temprano, pues tengo que ir a decir la misa a Nagoyon, pero debo descargar antes los víveres en la escuela de Balei para la comida del jueves. La noche la he pasado bastante bien. He logrado dormir y estoy en una cierta buena forma, dentro de las posibilidades.
En el camino tengo mis dificultades con la niebla que es abundante y con los cristales del vehículo que se empañan por fuera y por dentro y que me hacen tardar más de lo que pensaba, por lo que llego justo de tiempo. Los maestros me ayudan a descargar lo que llevo en la escuela y acto seguido vamos a la misa, que hoy está concurrida. Le digo al catequista que cuente los presentes y me da setenta y cinco… Un martes, a las seis de la mañana… Más gente que en la parroquia… Por lo que doy gracias a Dios.
El camino de vuelta a Bo es con mucha gente, algunos que vienen al hospital, otros aprovechan el viaje y tres alumnos de la escuela que me ayudarán a cargar los anacardos que llevaremos de vuelta a la escuela.
En el camino me paro en la oficina de los ong que sigo hace tiempo, y todavía no están presentes los que me pueden atender. Lo mismo me pasa cuando llego para la cuestión de los árboles: antes de las nueve no se mueve nadie. Me voy al hospital, dejo a la gente y vuelvo a la oficina de agricultura donde encuentro quien me recibe amablemente e incluso me presenta al jefe, quien después de escuchar lo que le dice que hago plantando árboles, me da las gracias por lo que hago. Yo aprovecho para agradecerle el que pueda encontrar los árboles para plantar, pues en otros sitios he sido yo quien ha tenido que hacer el trabajo y ellos me lo dan hecho y eso es de agradecer. Creo que está sorprendido por la respuesta, pero contento de que también les reconozca el trabajo que hacen.
Después bajamos a la lucha por los arbolitos. Primero llevar a quien me va a permitir entrar en el vivero, que está de ayuno y me pide que le dé algo. Luego los que están allí que quieren también ver qué les voy a dar. Todos los presentes que miran cómo el blanco ha llegado con tres alumnos de escuela con uniforme y cómo están cargando pacientemente los árboles. Les sorprende verme ordenando precisamente los arbolitos en la caja de la furgoneta y ver que trabajo como cualquier otro. Nos lleva casi una hora el trabajo y al final hay casi quinientos anacardos que irán a la escuela para ser distribuidos y plantados por alumnos y padres de alumnos.
Al final todos esperan que les dé alguna cosa y, como por arte de magia, salen las galletas maría que llegaron en el contenedor, que tenía en la mochila, preparadas para los alumnos que me ayudan a cargar. Se las doy a los del vivero y están encantados; pero tengo que volver a casa, pues se me han acabado las que tenía y no me quedan para los alumnos. También es un alivio, pues me permite un momento de descanso y tomar las pastillas del paludismo que estoy a punto de acabar.
El viaje a la escuela es sin novedad. La descarga rápida, pues ya lo han hecho otra vez y tienen la experiencia de cómo hacerlo. Todos están contentos y hay ambiente de alegría en los alumnos. Se les ve motivados y con ganas de plantar los árboles.
La hora se me ha echado encima, pero aprovecho para pasar por la ong y ahora sí he podido ver a alguien que conozco y me ha prometido que el jueves podré encontrarme con el jefe, que está muy raramente en su despacho.
Cuando vengo a comer es tarde y estoy cansado, pero muy contento del trabajo de la mañana y en cuanto acabo la comida me echo un rato la siesta para reponer fuerzas. Se ve que el paludismo está presente, pero aparte de sudar, no hay muchos más efectos, lo que me anima a volver otra vez a la escuela y al catecismo que tienen por la tarde.
Estaba también dispuesto a dar una charla a los jóvenes del pueblo, pues no han participado en la sensibilización que he hecho a los otros y no quiero que se queden fuera, pero me han dicho que no han tenido tiempo de avisar a todos y que es mejor la semana que viene, con lo que vuelvo a casa lo antes posible y trato de no forzar las cosas, pues el paludismo sigue presente y la debilidad se nota.
Después de cenar leo un momento las noticas en internet y me acuesto, que el cansancio se deja sentir, pero la sensación es muy agradable el haber podido pasar un paludismo de pie y trabajar a buen ritmo durante todo el día. Creo que es una gracia de Dios el que haya podido pasar el paludismo así, pues me ha permitido hacer todo lo que tenía previsto sin causar contratiempos a las personas que contaban conmigo.


lunes, 13 de junio de 2016

13 de Junio de 2016

Lunes

He pasado la noche bastante bien. Sudo y me cambio la camiseta y logro dormir lo suficiente para estar en cierta forma por la mañana. Joseph se ha levantado para la misa, pero me deja presidir porque no está en forma para ello.
Después del desayuno tenemos un rato de reunión comunitaria. No me entero de mucho porque los efectos de las pastillas para la malaria se hacen notar en los oídos y no oigo bien. Viene Lothar, el salesiano que está en Freetown y que está a punto de partir de vacaciones y nos saludamos un momento. Tiene asuntos que resolver de los niños de la calle y por eso ha pasado por aquí, además de venir a despedirse.
Me paso el resto de la mañana planificando cosas que tengo que hacer durante la semana y tratando de no dormir para poder echar bien la siesta y ver si puedo vencer la malaria, cosa que logro. Después de comer duermo un buen rato y sudo abundantemente. La tarde la paso leyendo y de reposo, pues la malaria no te permite alegrías que luego pagas.
Después de cenar tengo una reunión con Joseph en la que tratamos de los jóvenes que están con nosotros, en particular de uno que ha pedido renovación de votos y de quien tenemos que enviar un informe a la provincia.
La luz viene y va y en los ratos intermedios trato de ponerme al día en las noticias, pero la conexión es tan débil que a duras penas veo alguna cosa en un periódico.

También preparo los víveres que llevaré mañana a la escuela de Balei, donde el jueves celebraremos con ellos el día del niño africano. Hemos pensado en estar con ellos y alegrarles un poco la vida con la comida que prepararán los maestros.

domingo, 12 de junio de 2016

12 de Junio de 2016

Domingo

He logrado dormir por la noche y me encuentro en relativa forma, lo que me permite afrontar la labor de decir las misas de cada domingo. Me acompaña Marta que tiene muy buena impresión del primer pueblo a donde vamos, donde estuvo ayer. Solemos decir la misa fuera de la iglesia, pues es pequeña y no hay sitio, pero hoy hay tanta humedad que las hojas de los árboles dejan caer abundantes gotas de agua y lo noto en los libros en especial… En un momento en la homilía les pregunto por qué lloran los árboles… Les digo que espero una respuesta ingeniosa la semana que viene.
En Tikonko la gente se hace de rogar, pero al final aparece un número aceptable, alrededor de los cincuenta y siento el cansancio de la malaria y me siento un rato antes de continuar, pero la cosa no va más lejos y puedo acabar sin mayores problemas.
Han limpiado una parte de la parcela, pero queda mucho trabajo por hacer y parece que  no hay mucha disponibilidad. Habrá que espolearles para que hagan lo que tienen que hacer en su terreno.
En Towama Marta se queda fuera, pues tres misas es demasiado para ella. La homilía la hago sentado, lo que me permite no estar tan cansado y hablarles largo y tendido de la confesión, pues la pecadora es quien está justificada y no el fariseo.
Volvemos a casa, comemos y me voy un rato a descansar, pues tengo que seguir luego con otra reunión de los responsables de las comunidades. Marta está a la espera de que vengan a recogerla los que vienen del pueblo y juntos ir hacia la capital.
Yo voy a la reunión y recojo a los que esperan. Joseph, que tiene que venir, tiene malaria y hace un enorme esfuerzo para estar presente. Habla a los responsables de la necesidad de informar y dar cuentas de las actividades que hacen en los diferentes pueblos y amonesta a los de Tikonko para que limpien le terreno. Creo que ha estado muy comedido, siendo también muy claro en lo que queremos hacer con ellos y que la gente de los pueblos tienen que ser conscientes de que tienen que colaborar y tener iniciativas y no esperar que todo se lo den.
La vuelta a casa para mí es aparcar el vehículo y marchar a acostarme. Joseph ha ido al hospital a ponerse una inyección. Esperemos que con ello las cosas vayan a mejor y el paludismo ceda.


sábado, 11 de junio de 2016

11 de Junio de 2016

Sábado

En la misa hoy hay dos bautizos de bebés, lo que hace que sea un poco más larga, pero por lo menos hay ambiente y participación y un poco más de gente que los otros días.
Después del desayuno voy a la habitación de las visitas, pues espero que venga Marta, la cooperante que trabaja en la capital y que se ha unido a un grupo que vienen para un funeral en un pueblo. Como vienen en el camión, es lento y además tienen problemas, pues un bache les  hizo perder bastante tiempo, pero finalmente llegaron y Marta comió con nosotros y después de un momento de reposo salimos hacia los pueblos.
Hoy el personal está retrasado y en Tikonko no encuentro a nadie disponible para la reunión de las parejas. En Nagoyon hay un grupo aceptable y una lluvia molesta que martillea en las chapas del tejado y que no permite que nos entendamos al hablar, pero acaba pasando y los comentarios que comparten son interesantes. Marta, la cooperante me dice que le ha gustado lo de las parejas, en particular la idea de rezar juntos y que se propone hacerlo con su novio.
La lluvia ha aminado un poco, pero luego se reaviva y cuando llego a Tikonko para el catecismo no hay nadie. Espero pacientemente un rato y aparece una persona, pero viendo que los otros no van a venir opto por una retirada a tiempo, antes de que anochezca y pueda tener problemas en camino con la lluvia.

En casa hablo un buen rato con Marta para que vea los proyectos que tenemos y se pueda hacer una idea de lo que debe hacer a la hora de formular peticiones. Ella me cuenta muchas de sus experiencias en la capital y los proyectos que tienen entre manos. Luego nos vamos a dormir, pues mañana nos espera día largo y además me siento que el paludismo se acerca, por lo que he comprado las medicinas en la farmacia y las empiezo a tomar.

viernes, 10 de junio de 2016

10 de Junio de 2016

Viernes

Amanecemos entre luces y sombras. En casa no hay luz, pero hay unas farolas solares en la calle que cuando hace viento los árboles de la avenida nos hacen ver unas sombras que nos dejan con las ganas de tener la luz más cerca. Joseph ha ido a altas horas de la mañana a Lungi y por la noche llueve y hace que el ambiente sea fresco y agradable el dormir con menos temperatura que  lo habitual.
Sin luz y con el generador tenemos la misa, donde me acompaña el diácono salesiano que está de vacaciones estos días y que se suele hacer presente de vez en cuando por casa.
A las diez tenemos la misa funeral por el señor que murió hace un par de semanas y que me toca oficiar. Los funerales son un acto bastante social y que muestran la manera de ser y de hacer de la gente de cada sitio. En el de hoy todos llevaban el traje igual y era de los comedidos. Suelo hacer el comentario que las ceremonias que se hacen para los muertos que matan a los vivos por las deudas que les hacen contraer no son cristianas, pero la fuerza de la tradición es grande mientras no haya un grupo consciente de hacer frente a algo que no tiene sentido, pero que no se discute, simplemente se acepta y se sufre.
Estamos dentro de los límites de la normalidad y trato de hacer lo mismo, incluso no ser largo. A la salida, como vamos a ir al cementerio de un pueblo, me encuentro el vehículo invadido de gente que ha subido sin decirme nada… Me siento en un apuro y les tengo que hacer bajar, pues ya había ofrecido el sitio a unos que habían venido del pueblo y a los que conozco bien…
En el pueblo el cementerio está lejos y por un sendero que, por suerte han arreglado un poco y podemos recorrer con cierto sol… No me lo imagino con lluvia… La ceremonia sigue la normalidad de las cosas y acabamos con el vehículo lleno con los que vuelven… Siempre que viajas hay voluntarios para desplazarse.
La madre de Daniel, el cura salesiano, nos ha traído la comida hoy, que la ha preparado ella, y es que la familia del fallecido le es cercana y tiene varias personas amigas en ella y por eso ha querido participar con ellas en ofrecernos la comida. Nos ha hecho un buen servicio, pues estando sin cocinera es algo que se agradece.
Por la tarde voy con ella a los pueblos, como solemos hacer cada viernes y hoy entre agua y sol, acabamos en Cassama donde hay bastante gente y parece que lo de las parejas se va empezando a recuperar, aunque habrá que dar tiempo al tiempo para ver lo que resulta. Por lo menos estiman positiva la visita de las parejas del otro pueblo de la semana pasada.
En Gbalehun hoy la cosa tarda y me da tiempo a visitar a algunos en sus casas. Parece que se hubieran puesto todos de acuerdo para contarme sus problemas, desde los que están enfermos, a los que se han peleado, o que la mujer no viene a rezar… Me pregunto qué hacer y por donde atacar. Se me ocurre contarles una historia y parece que la cosa tiene éxito, pues desde el que me traduce hasta los críos más pequeños me siguen y reaccionan a medida que se lo van traduciendo. Además me prometen que la semana que viene se van a acordar y que durante la semana practicarán la enseñanza…

Se nos ha hecho tarde y volvemos a casa casi a las diez, pero por lo menos no nos ha llovido y estoy esperanzado de lo obtenido. Otro día más y mejor…

jueves, 9 de junio de 2016

9 de Junio de 2016

Jueves

Por suerte amanecemos con luz, aunque se corte de vez en cuando. Voy a rezar a Mattru y la lluvia me acompaña, lo que hace que muy pocos estén presentes, pero por lo menos algunos participan. Y luego el transporte de gente que está dispuesta a viajar y que aprovechan el vehículo.
En casa no hay mucha actividad, aunque la iglesia está abierta. Como es jueves hay exposición, pero no muchos se hacen presentes. Habrá que tener paciencia y aprender a rezar por los que esperamos que un día vengan.
Al final de la adoración, para la misa ya había un grupo aceptable. Luego ha habido una misa de un velatorio, algo corriente por aquí, precedente de la misa de entierro que será mañana, un señor de un pueblo, Towama, que como la iglesia del pueblo es muy pequeña, buscan otra más grande y han acudido a nosotros por ser los que vamos a ese pueblo.

Por suerte tenemos luz, aunque haya habido muchos cortes durante el día.

miércoles, 8 de junio de 2016

8 de Junio de 2016

Miércoles

Voy a rezar a Towama. Hay la docena de otras veces, monja incluida, con la que estoy tratando de arreglar lo de la máquina para dar a la señora que tiene el hijo sin extremidades, pero sigo esperando, pues están acabando los exámenes en la universidad.
Me reúno un momento con Joseph que tiene un programa apretado y hablamos de varias cosas concernientes a la marcha de la casa. Estamos sin cocinera y nos las apañamos a la hora de la comida.
Por la tarde voy a Towama, pues en la uni todavía sigue la cuestión de los exámenes y luego habrá vacaciones, así que tardaremos un poco en volver a encontrarnos para rezar. En el pueblo me doy un paseo saludando a unos y otros. En los mismos lugares, las mismas cosas, en particular los estudiantes fumando y bebiendo… No sé cómo les podremos ofrecer algo mejor para hacer.

Como ayer seguimos sin luz y cuando a altas horas viene, leo las noticias y hago la crónica.

martes, 7 de junio de 2016

7 de junio de 2016

Martes

Hoy no tenemos luz para levantarnos y funcionamos con las linternas. Para la misa se enciende el generador y está con nosotros el diácono salesiano que está de vacaciones, que también desayuna con nosotros. El profe me da su clase con la competencia de siempre. Domina la lengua y la sabe explicar, lo que me hace disfrutar de algo que estoy aprendiendo.
En la reunión comunitaria seguimos viendo cosas a emprender y lo que nos queda a medio acabar, que van siendo los flecos que no llegan a concluirse. La habitación para poner la máquina de hacer las formas, el agua corriente para ducharnos y la cocinera, que sigue estando enferma y a quien no podemos seguir manteniendo, pues falta tanto tiempo que nos tenemos que hacer nosotros la comida con demasiada frecuencia.
Mientras Joseph está en una reunión yo llamo al obispo para ver si me puede firmar una carta de apoyo a una petición que hago de libros y me dice que si Joseph está disponible. Juntos vamos un rato más tarde y nos recibe con cariño y se muestra muy agradecido al trabajo que hacemos en la parroquia y en los pueblos.
Comemos sobras que han quedado de ayer, pues nos trajeron mucha comida y para la noche Joseph se ha encargado de pedir a alguien que nos prepare la cena, cosa que hacen bien.
La luz se va y vuelve. Un momento encendemos el generador, pero luego vuelve la luz y se vuelve a ir y así estamos durante bastante tiempo de la noche.

He tratado de contactar a los que me proporcionan los árboles, pero no ha habido manera. Habrá que seguir teniendo paciencia y ver cuando podemos recibir más.

lunes, 6 de junio de 2016

6 de Junio de 2016

Lunes

Hoy no tenemos luz para levantarnos y funcionamos con las linternas. Para la misa se enciende el generador y está con nosotros el diácono salesiano que está de vacaciones, que también desayuna con nosotros. El profe me da su clase con la competencia de siempre. Domina la lengua y la sabe explicar, lo que me hace disfrutar de algo que estoy aprendiendo.
En la reunión comunitaria seguimos viendo cosas a emprender y lo que nos queda a medio acabar, que van siendo los flecos que no llegan a concluirse. La habitación para poner la máquina de hacer las formas, el agua corriente para ducharnos y la cocinera, que sigue estando enferma y a quien no podemos seguir manteniendo, pues falta tanto tiempo que nos tenemos que hacer nosotros la comida con demasiada frecuencia.
Mientras Joseph está en una reunión yo llamo al obispo para ver si me puede firmar una carta de apoyo a una petición que hago de libros y me dice que si Joseph está disponible. Juntos vamos un rato más tarde y nos recibe con cariño y se muestra muy agradecido al trabajo que hacemos en la parroquia y en los pueblos.
Comemos sobras que han quedado de ayer, pues nos trajeron mucha comida y para la noche Joseph se ha encargado de pedir a alguien que nos prepare la cena, cosa que hacen bien.
La luz se va y vuelve. Un momento encendemos el generador, pero luego vuelve la luz y se vuelve a ir y así estamos durante bastante tiempo de la noche.

He tratado de contactar a los que me proporcionan los árboles, pero no ha habido manera. Habrá que seguir teniendo paciencia y ver cuando podemos recibir más.

domingo, 5 de junio de 2016

5 de Junio de 2016

Domingo

Como cada domingo salgo temprano hacia los pueblos. Hoy hace una mañana agradable y, como llovió un poco por la noche, hace un cierto frescor, sensación agradable para comenzar el día.
No he tenido ninguna interrupción en el viaje, lo que me permita llegar temprano al Balei y la gente ya estaba dispuesta a emprender el camino a pie. Cuando han visto el vehículo se han paresurado a montar y, cuando estaba lleno, les he traído al Nagoyon, el pueblo donde celebramos la misa.
La iglesia, en tierra, es demasiado pequeña y por eso celebramos la mis afuera, lo que permita a los niños moverse con más libertad y hacer menos ruido. A pesar de ser la primera misa, la gente se hace presente con antelación, lo que me permite comenzar antes de tiempo, pues me dicen que ya están todos.
Después de la misa tenemos un momento para hablar de los árboles a plantar en la escuela por los alumnos. Parece que las cosas funcionan y que hay candidatos para plantar en varios sitios. Creo que el trabajo de sensibilizar es largo y arduo, pero que puede dar buenos resultados a largo plazo.
En Tikonko la gente se hace esperar y algunos llegan tarde. A pesar de ello el ambiente es bueno y el número aceptable. Les hago ver que si quieren plantar árboles, cosa que me han pedido, tienen que preparar la tierra, lo que quiere decir limpiar y hacer hoyos, algo que prometen alegremente, pero que pienso controlar los resultados la próxima  vez que venga. Los que me prometieron ayer su presencia, hoy no estaban… Tendré que volver a la carga de nuevo y hacerles ver que les voy a seguir de cerca.
En Towama las cosas son un poco diferentes, pues hoy la iglesia está abierta y hay quienes están dentro, pero llegada la hora, los que tienen que leer no están y hay muy pocos en el coro, además de que los presentes son escasos. En la homilía, que ya han llegado, les hago ver la situación y les pido responsabilidad a la hora de relacionarnos con Dios. Les comento que me parece raro que a las siete la gente esté antes de la hora y a las once la gente llegue tarde… Pero así son las cosas. Habrá que seguir insistiendo, teniendo paciencia y haciendo catecismo. Al final de la misa tenemos una reunión y siguen pensando en programar la peregrinación para un sábado, día en que los que trabajan están más libres, pero no han decidido la fecha.
Cuando llego a casa todavía hay algunos en la iglesia, han tenido una reunión un grupo especial y están hasta media tarde. Yo voy a comer y me echo un rato la siesta, pues la mañana ha sido larga.
Por la tarde me doy una vuelta con Joseph por el chiringuito que tienen montado en el centro de pastoral los de las escuelas que están a nuestro alrededor y nos encontramos a muchos conocidos y gente de la parroquia, que nos saludan contentos.

sábado, 4 de junio de 2016

4 de Junio de 2016

Sábado

Parece que la semana pasada lo de la limpieza no se tomó muy en serio y este sábado la cosa se repite. No sé si hay gente que no lo sabía, pero por lo menos vienen a la misa en buen número. Después hay un retiro y varios que vienen a confesarse y más tarde una boda, algo que casi cada sábado se repite, con todo lo que lleva de preparativos y boato.
Yo me voy a pueblos. Hoy no tengo lo de las parejas porque lo tuvimos ayer, pero aprovecho para llevar víveres a una señora necesitada a la que llevamos regularmente, y luego visitar algunas de las parejas con las que trato de tener contacto y juntarlos para rezar. He logrado ver a cuatro y me han dado impresiones diferentes, pero todos me han prometido estar mañana en la oración de la mañana.
Lo del catecismo es otra cosa. Hoy había dos para empezar y luego vinieron algunos más. Como había llevado el ordenador, les estuve pasando algunas imágenes y también hablamos de plantar árboles, pues hay un terreno alrededor de la iglesia y queremos cultivarlo.

Después del catecismo vamos a rezar a la casa de uno de los que han venido al catecismo y cuya esposa no viene a la iglesia. La señora acepta nuestra presencia, cesa de trabajar en lo que estaba haciendo en la cocina, reza con nosotros, me da las gracias por haber venido y nos promete que mañana estará presente en la oración. Quizás María, en la fiesta de su Corazón, ha hecho el trabajo que de otra forma me parecía bastante improbable…

viernes, 3 de junio de 2016

3 de junio de 2016

Viernes
Es el Sagrado Corazón de Jesús y la misa es larga y hay mucha gente, pues están presentes los de la asociación que hoy, vestidos con su traje rojo, llaman la atención de todos. Después de misa, desayuno rápido y me pongo en camino hacia la escuela.
Hay reunión de padres de alumnos de la escuela de Balei y primero reúno a los maestros y a los alumnos mayores. Vemos las imágenes de los anacardos que tengo en el ordenador y voy explicando las características y cosas que conozco de este árbol que he plantado en gran cantidad en mi tiempo de estancia en Benín.
Veo que se conoce poco este árbol, pero creo que es del interés general y espero que alumnos y padres se decidan a plantar en sus campos. Por lo menos el interés está sembrado y pienso seguir sensibilizando a cuantos pueda para que planten árboles frutales.
A la vuelta me paso por las oficinas de la ong que quiero contactar desde hace varias semanas y hoy están en otro pueblo… Por lo menos eso es lo que me dicen los que deberían trabajar y están a la espera de que alguien les lleve en vehículo a Bo, cosa que me toca…
Después de la comida y un poco de siesta, salgo hacia los pueblos, pasando por el hospital para visitar a la señora que lleva un par de semanas y para llevar a su padre de vuelta al pueblo, que le traje esta mañana.
Hoy van a tener encuentro las parejas de dos pueblos y llevo las del uno hacia el otro. El vehículo está bien cargado, pero en el poco espacio hay buen humor y también tiempo para rezar el rosario, costumbre que han introducido cada vez que nos encontramos en el vehículo de viaje a cualquier sitio.
En Cassama la primera cosa que hacemos es visitar el río, que ha comenzado a subir un poco de nivel con las lluvias caídas. Hay unas barcas que son la atracción de los visitantes, pues hasta ahora sólo había piraguas, construidas vaciando el tronco de un árbol. Las de ahora son barcas que he visto construir al borde del agua y que hoy ya están operativas. No cabe duda que es un adelanto y una suerte el poder pasar de una parte a la otra del río en condiciones un poco más aceptables.
El encuentro entre las parejas es animado, pues se presentan problemas y se le trata de aplicar soluciones. Cuando me parece que se desvían de la realidad y tratan de buscar excusas, intervengo y les hago saber que si quieren estar unidos que se lo tienen que tomar muy en serio y rezar cada día, además de preocuparse por los demás cuando hay problemas. Me lo han oído muchas veces y me parece interesante que también algunos de entre ellos se lo digan a los otros. También me ha llamado la atención la referencia a los curas que estaban antes que yo, que venían raramente y que para venir había que prepararles comida y dinero para el vehículo… Me hace ver que están viviendo algo diferente y que son conscientes de que no durará siempre… Por eso también les hablo de tener un terreno alrededor de la iglesia y plantar árboles que les permitan tener los recursos que necesiten.
En Gbalehun hoy el maestro está muy desanimado y hay poco que hacer. Por lo menos las parejas hablan a los presentes, pero la mayoría son críos de escuela primaria, por lo que después de un rato de conversación ensayamos de aprender un canto y así acabamos.
La vuelta es sin mayores problemas, pero el llevarles a su pueblo me lleva el tiempo suficiente para llegar a casa bastante tarde, aunque estoy contento del encuentro y de la experiencia de unos y otros y a la vez que le doy las gracias a Dios, le pido que me ayude en el trabajo y me dé la paciencia suficiente para saber estar con ellos y acompañarles en su recorrido de hacerse una sola carne.


jueves, 2 de junio de 2016

2 de junio de 2016

Jueves

Voy a rezar con la gente de Mattru. Hay un grupito de adultos que son los que generalmente están presentes. Rezan los misterios luminosos. Les felicito, pues es la primera vez que lo hacen, aunque lo del catecismo seguiremos esperando. A la vuelta los estudiantes aprovechan el vehículo para hacer el viaje que de otra forma tendría que ser a pie.

Después del desayuno voy a la iglesia, pues hay exposición y queremos que haya un cura para los que vienen y se quieran confesar. Nos turnamos Joseph y yo y nos toca estar unas cuantas horas, pero es bueno tener un tiempo de reposo y rezar por unos y por otros. Veo que es un día que proporciona calma en medio de la actividad y te da tono en tu día a día.

miércoles, 1 de junio de 2016

1 de Junio de 2016

Miércoles

Durante la noche ha llovido y amanecemos con luz. Voy a rezar a Towama y hoy las cosas son un poco diferentes, el número de asistentes va en aumento y nos vamos haciendo a la oración como el medio de acercarnos a Dios y entre nosotros.
En casa hago limpieza, lavo ropa y preparo cosas para la tarde, que voy a tener una reunión en Towama con los monaguillos, que no les veo muy motivados, pero que pienso que algo les puedo ayudar. Después de la reunión vamos a visitar el cementerio donde la semana que viene enterraremos a alguien que murió… Está a cierta distancia del pueblo y por un sendero estrecho que espero que la semana que viene esté limpio y pido que no llueva cuando tengamos que hacer el entierro.
Después voy a otro pueblo, Mattru, donde seguimos con la misma situación y parece que las cosas van despacio, así que habrá que tener paciencia. En casa hoy hay conexión y he logrado hablar por Skype, algo que hacía un par de semanas que no lograba.

Por la noche llueve y refresca el ambiente y sudas menos que de costumbre, lo que te permite dormir y tener una sensación de haber descansado, cosa agradable.