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viernes, 30 de junio de 2017

FOTOS DEL MES DE JUNIO 2017

30 de Junio de 2017

Viernes

Llegamos a finales de mes sin darnos cuenta. El tiempo pasa a gran velocidad. Hoy no voy a pueblos por la mañana y rezamos en la capilla al principio con luz, pero luego se fue. En Madonna recuperamos la gente de la misa y les sigo hablando de positividad en la figura de Abraham, el bendecido de Dios.

Sigo bajo los efectos de la malaria y duermo un rato por la mañana. Sé que tengo que tener paciencia y aguantas los efectos secundarios de las pastillas que he tomado.

Por la tarde, después de una buena siesta, voy a ver al mecánico. Seguimos en tratos para encontrar las piezas de repuesto para el camión y la cosa va lenta, además de que paree que la cosa es cara.

Voy a Nagoyon y dejo al fontanero en el terreno que prepara leña para que se lo traiga a su casa. Lo vende y le permite vivir. Cuando no hay trabajo se recurre a cualquier cosa para sacar para vivir. Intento ayudar a quien tiene interés en hacer algo.

El coro está preparando cantos para la fiesta que se organizará cuando se acabe la iglesia, y les propongo la misa de ángelis para que canten alguna cosa original… Creo que no sé donde me he metido, pues para esta gente cantar en latín es por lo pronto complicado y después veremos hasta donde somos capaces de llegar. Yo ya me sé el Kirie de la misa que hasta lo canto mientras duermo… Pero me lo paso bien con ellos y disfrutamos de lo que hacemos, algo importante para todos.


Es el final del mes y nos encomendamos a don Bosco al recordarle en su día, a la vez que damos gracias por le mes que termina y por lo que hemos hecho en él.

jueves, 29 de junio de 2017

29 de Junio de 2017

Jueves

Celebraremos san Pedro el domingo. Voy a Mattru y el grupito de siempre está presente. Traigo a los estudiantes y una señora que viene cargada con carbón y en casa nos vienen a ver Paul y Daniel, de Lungi, que han venido a  unos encuentros de los directores de escuelas que se tienen aquí en el centro de pastoral.

Hago colada en la máquina de lavar y me paso la mañana en la capilla en la adoración, lo mismo que la tarde antes de ir a decir la misa a Madonna, donde también hay la poca gente que suele haber los jueves; además como es por la tarde y la iglesia ha estado cerrada, se suda abundantemente a causa del calor que se acumula.

Mientras estaba en la iglesia han estado revisando lo que hay en uno de los almacenes de lo que vino en el contenedor. Veremos de darle el empleo oportuno.


Tenemos luz y disfrutamos de podernos ver y movernos sin necesidad de linternas. La conexión a Internet sigue siendo muy débil.

miércoles, 28 de junio de 2017

28 de Junio de 2017

Miércoles

Se ha pasado la noche lloviendo y así sigue cuando me preparo para ir a Towama, aunque no es muy intensa. Hoy no hay más de media docena de personas y el agua sigue, lo mismo me pasa en Madonna, donde son pocos, en especial al comienzo.

A unos y otros sigo hablando de Abraham como modelo de bendición de Dios y saber que nosotros somos también esos bendecidos por Dios.

Después de desayunar me voy un rato a dormir. Sigo con los efectos del paludismo y me siento cansado y débil.  Más tarde hago la colada y organizo cosas en le habitación y veo el ordenador. Hay cosas que quiero descargar, pero es tan lento que…

Hoy es el cumpleaños de Joseph y lo celebraremos por la tarde, pero por la mañana le hemos dado algunos regalos que le hacen ilusión.

Viene a verme el catequista de Mattru y luego voy a ver al mecánico, que sigue con la batalla de la pieza que necesita para el camión y que seguimos sin ver claro si aparecerá. Y seguir teniendo paciencia juega un gran papel.


Después de la oración de la tarde vamos a cenar a un restaurante que dirige una señora cercana de la parroquia. Es un rato agradable la cena y la conversación. Yo sigo con los problemas de los efectos secundarios del paludismo, pero por lo menos no tengo fiebre y el dolor de cabeza no es muy intenso.

martes, 27 de junio de 2017

27 de Junio de 2017

Martes

Salgo de estampida hacia Nagoyon. Quiero volver a tiempo para la misa en Madonna y el camino es largo. Llevo la comida de los obreros de la semana y la descargo antes de comenzar la oración. A pesar de lo temprano la gente está presente y les hablo de lo que nos habla el Génesis que acabamos de comenzar, ser una bendición para los demás, que es lo más positivo que podemos desear.

La vuelta es rápida a pesar de los baches y logro estar a la hora en la segunda misa. Al acabar estoy cansado, pero satisfecho de lo que he hecho, estar en dos comunidades para compartir con ellos la fe en la oración.

La mañana está llena de pequeñas cosas, desde el fontanero y el jardinero a quienes indico que planten arbustos, a uno que sabe algo de ordenadores y escoge unos cuantos de los que llegaron en el contenedor para llevar al “college” para poner a disposición de los estudiantes.

Los profes están fuera de sí de contentos por las carcasas que reciben, pero donde no hay otra cosa, lo que llega es bueno.

Después de comer y una buena siesta, pues sigo notando los efectos del paludismo, voy a ver al mecánico. La lucha por tener la pieza del camión no es poquita cosa, pues con el camión puedes reunir mucha arena ahora que llueve, pero aún seguimos esperando.

Voy a ver el catecismo a Nagoyon y les llevo para la coral lo que he grabado de cantos en gregoriano y se lo graban en el teléfono. Están entusiasmados, pero ven la dificultad de comenzar un nuevo idioma.

Las obras están a la espera del camión para traer arena y del carpintero que vendrá de donde vinieron los albañiles. Los ayudantes van a su campo a trabajar y los albañiles descansan.


En casa tenemos luz y algunas gotas de agua intermitentes.

lunes, 26 de junio de 2017

26 de Junio de 2017

Lunes

Hoy es oficialmente festivo por ser el día después de acabar el ramadán. La realidad es que en sitios oficiales es fiesta y en el mercado y las tiendas de algunos particulares están abiertas. No hay mucha gente para la misa de la mañana en Madonna. Aunque sea fiesta, también se duerme lo que se festejó ayer.

La reunión comunitaria después del desayuno está llena de retos y propuestas, reparaciones en la casa y alrededores, campamento de gente joven, salidas… Alguna cosa acabaremos haciendo.
Organizo los víveres que voy a dar a los que trabajan en la obra y descanso un rato, que los efectos del paludismo se siguen haciendo notar, sudores fríos y cansancio general, pero por lo menos no tengo fiebre y puedo seguir tirando.

Voy a ver al mecánico y me arreglan una avería con las luces, pero el camión sigue esperando a ver si la pieza necesaria puede aparecer.

Vuelve a llover y volvemos a la sensación de humedad por todos los costados y olores tan característicos que deja. Las lluvias se instalan por varios meses.


Hay luz y la conexión es pobre, pero por lo menos los correos salen.

domingo, 25 de junio de 2017

25 de Junio de 2017

Domingo

Como es domingo y no voy pronto a los pueblos no tengo que madrugar y puedo estar un rato más en la cama. Durante la noche hubo luz y me las arreglé para desbloquear el libro electrónico y he podido seguir leyendo cuando  no dormía.

Voy a decir la misa a Madonna y, como de costumbre, muchos llegan tarde y les dejo como propuesta el estar a la hora en su destino. Lo han aceptado pero habrá que ver lo efectivo de la promesa la semana que viene.

Está lloviendo y me voy a decir misa a Towama. Luego escampa y la gente va llegando, bastantes con retraso, cosa que les hago ver en la homilía, además de otros retos referentes a venir a misa o querer encontrarse con Dios. Creo que me han seguido y han comprendido lo del reto, pero ya se lo he propuesto muchas veces y hasta ahora seguimos en las mismas y nadie se mueve. Al final la iglesia estaba casi llena.

Vengo a casa a comer. Estoy cansado o por lo menos siento fatiga, efectos del paludismo que acabo de pasar. Me tomo el plato de arroz y me echo un buen rato la siesta. En casa, la misa de los jóvenes tienen folklore y acaba muy, muy tarde. A pesar del ruido que arman, duermo largo rato y profundamente, de forma que me levanto descansado y en forma para el trabajo de la tarde.

La reunión en Towama ha pasado bajo los cauces de una más, aunque para mí ha sido importante, pues hay nombrado secretario de las reuniones y se ha sugerido tener un orden de temas a tratar.

Están presentes gente de Nagoyon y Balei, además de los de Towama y luego aparecen algunos de Tikonko en una moto. Imagino que los demás no han venido a cuenta de la lluvia y también se les hace referencia como para advertirles de la ausencia.

La comida que han preparado es muchísima para los pocos que vienen, lo que hace pensar que otros se habrán alegrado cuando les toque el reparto.

Salimos de estampida, pues es muy tarde para la misa en Nagoyon. Llevo el vehículo lleno y espero que no haya lluvia, o por lo menos que no sea muy fuerte.

En el pueblo nos esperan en la iglesia, pues está lloviendo. Comenzamos la misa y la participación de la gente es buena. Cualquier referencia en la homilía pasa por la construcción que hacemos, el esfuerzo que ello cuesta y el que seamos conscientes que estamos haciendo un trabajo para Dios.

Llevo a un grupo de gente a Balei, pues la lluvia sigue y luego traigo otros al poblado siguiente y al operador de la motosierra hasta Tikonko donde espera encontrar solución a su problema de que no arranca bien.

En casa estamos sin luz, cenamos a oscuras y luego la luz viene y se va con frecuencia por lo que intento hacer lo que debo en el ordenador y que cargue mientras trabajo.


Me siento cansado, pero escribo para que no se me olvide lo vivido en el día.

sábado, 24 de junio de 2017

24 de Junio de 2017

Sábado

Por ser último sábado de mes toca limpieza y nadie viaja antes de las diez. Celebramos misa en casa, San Juan Bautista y también nos acordamos de María Auxiliadora. En el desayuno hablamos de diferentes aspectos de los proyectos con la presencia de Andreas, pero lo importante lo tenemos después del desayuno, donde con la presencia de Jorge Ceisafulli, el director de Freetown, y quien fuera provincial anteriormente, nos ayuda a comprender mejor los objetivos que se tuvieron en cuenta a la hora de la apertura de la presencia de Bo y los diversos cambios en unos y otros aspectos. Están también presentes el argentino que vino ayer con nosotros y Alexis, que trabaja en nuestra ong en Freetown.
Tenemos esquemas más o menos claros y se trata de hacerlos pasar al papel y a croquis, de forma que se vayan haciendo cada vez más precisos y podamos avanzar en los pasos hacia la presentación de un proyecto unitario.
Después de la reunión hablo unos minutos con Jorge y quedamos de seguir haciéndolo en un mes cuando nos encontremos en Lungi. Lo mismo hago con Andreas, quien me presenta un papel con las cuentas de gastos de retirada del puerto y envío de contenedores a Bo y otros asuntos. Tienen poco tiempo y deben estar en una reunión por la tarde en la capital, por eso salen de prisa.

El encuentro ha sido positivo y vamos teniendo las cosas cada vez más claras en relación a la presencia de Bo y nuestras posibilidades.

En la comida tenemos la sensación de haber dado un paso importante con respecto a nuestra situación y sabemos que nos queda plasmarlo en el papel.

Por la tarde, y sin mucho tiempo para pensarlo, ya me encuentro en los pueblos y para la reunión de los maestros hoy hay algunos más presentes, entre ellos algunos de Lembema que hacía semanas que no venían.

La reunión se nos pasa discutiendo temas de las escuelas y los maestros y algunos hablan de sus impresiones y mejoras que han tenido en sus clases. Se ve el ambiente de interés, pero también me dicen que la semana pasada a cuenta de la lluvia no vinieron, y es cierto, pues llovió y les pilló en medio del camino, y lo hacen a pie.

Las parejas están en buen número y seguimos con el problema de los que vienen solos que no sé la forma de tratarles, pues siempre hay casos particulares. Por lo menos los que están emparejados dan buenos testimonios de lo que viven y animan a los otros a hacer lo mismo. Yo percibo en algunas parejas el crecimiento que están teniendo en su vida de relación y cómo se afianzan y son capaces de transmitirlo a los demás.

Para la vuelta siempre se apuntan voluntarios y en especial ahora que llueve a cada momento y que el camino está cada vez peor.


En casa sin luz y con el libro electrónico bloqueado, tengo tiempo para reflexionar y rezar hasta que acabo durmiendo.

viernes, 23 de junio de 2017

23 de Junio de 2017

Viernes

Parece que las cosas van a buen ritmo. No he dormido mucho, pero no puedo pedir más, ayer dormí más de lo que suelo. Levantarse es costoso, pero no me siento mal para no hacerlo. En la oración de la mañana tenemos luz y lo mismo en la misa, presidida por Jorge, el director de Freetown.

Después del desayuno salimos cuanto antes hacia Tormabum, el pueblo en el que están los argentinos. Nos lleva casi tres horas  hacer sesenta kilómetros donde los veinte primeros son de asfalto y los siguientes, hoy con suerte, están secos.

Los carteles indicadores en el camino no existen y si quieres ir, a cada paso debes preguntar y hacerlo de forma que no te respondan sí o no, porque siempre te van a decir sí… Pero la gente es amable y te responden en el inglés que saben.

La acogida es muy buena. Tenemos a alguien que nos lleva a pie por los diversos edificios y vemos maquinaria y útiles que necesitan para trabajo. Es un complejo enorme en el que unos cuantos comenzaron y hoy se ha hecho un gigante en la ayuda a la gente.

Se trata de un grupo de gente argentina que, teniendo una buena posición social, han decidido colaborar un tiempo a sueldo bajo con un proyecto para mejorar la producción de los agricultores y es amplio en materias, recursos, personas, envolviendo a muchos hombres y mujeres de los pueblos. Al principio comenzó como algo muy sencillo, pero ha ido tomando volumen y ahí está el reto de responder a las esperanzas de los que con ellos están. Los que están allí viven cercanos a los campesinos, los niños se les acercan, les saludan y les son familiares, lo mismo que me pasa en los pueblos, lo que me parece el signo de su entrega.

La vuelta es más fácil, pues no es que hayamos dejado los granos de maíz en el camino, sino que nos acompaña uno de ellos que tiene ocupaciones que hacer en Bo y aprovechamos el viaje para compartir experiencias y distraernos así también de lo pesado del viaje.

Cuando llegamos a Bo, vamos directamente a los pueblos a ver el terreno que tenemos en Towama y un posible sitio para un pozo en Lembema, así como la construcción en Nagoyon, pues mañana queremos tener una reunión y después quieren marchar cuanto antes puedan.

Deciden ir a cenar a un restaurante pero no les acompaño. Me encuentro con paludismo. He sudado abundantemente y creo que debo descansar en cuanto pueda, no sea que me vuelva la cosa por esfuerzos no necesarios.


Estoy satisfecho con el día y muy cansado y fuera de juego, pero espero poder dormir y mañana estar en forma.

jueves, 22 de junio de 2017

22 de Junio de 2017

Jueves

Durante la noche me despierto congelado de frío. Me cambio de ropa porque está mojada y me abrigo. Me cuesta más de una hora volver a recuperar el calor y dejar de temblar. Es lo que tiene el paludismo. Luego logro dormir y me recupero un poco. Por la mañana no me encuentro en forma y me levanto más tarde que de costumbre. He sudado y me siento cansado, pero es lo que pasa con el paludismo.

He pasado la mañana desde que levanté en la iglesia, es jueves y estoy en la adoración del santísimo. Sudo en abundancia, pero no me encuentro mal. Después de comer duermo un buen rato la siesta y vuelvo a la iglesia. El tiempo se pasa sin mayor dificultad hasta la hora de la misa. Me siento débil y los oídos me zumban, pero digo la misa sin problemas.

Después de cenar llegan desde Freetown Jorge, Andreas y un trabajador de la ong que mañana irán a ver una granja que tienen unos argentinos en una zona no lejana de aquí, pero que no hay carretera asfaltada. Les acompañaré para ver el trabajo que hacen y aprender para ver si podemos hacer algo parecido en los pueblos.


Cenan y después tenemos un rato de animada conversación, en particular sobre lo que tenemos entre manos como proyecto en Bo. Me siento a gusto y no parece que hubiera pasado anoche lo que pasé. Esperemos que dure, pues la malaria es capaz de volver cuando no te la esperas.

miércoles, 21 de junio de 2017

21 de Junio de 2017

Miércoles

Voy a decir misa a Towama, pero el catequista, que suele estar para preparar las coas no aparece y los otros llegan justo a la hora de comenzar o tarde. Como tengo que venir a decir misa a la parroquia, les hago ver que no tengo tiempo y tenemos un comentario de las lecturas con los pocos que están pues ha llovido durante la noche y el que la gente aparezca por la mañana no suele ser normal.
En casa también el número de asistentes en inferior al de otros días y creo que es por motivo d la lluvia.

Después de misa me encuentro cansado y con fiebre. Me voy un rato a dormir y a ver si me recupero. Comienzo a tomar las pastillas del paludismo y tratar de reposar un poco, aunque el hecho de que Marcos y Bárbara estén aquí me hace intentar estar con ellos.

Después de comer organizan el petate y ponen rumbo hacia su casa de nuevo. Yo trato de dormir y aunque no lo logro, por lo menos me estoy tranquilo en la cama dando tiempo a las pastillas para que actúen.

He hablado un poco con el cocinero, pero hoy veo que no estoy en forma y de humor para abordar temas que te llevan tiempo, así que lo dejamos para otro día.


Duermo durante un buen rato y me despierto a la hora de la cena. Como un poco y me tomo las pastillas y comienzo a sudar.

martes, 20 de junio de 2017

20 de Junio de 2017

Martes

He dormido bastante poco y voy a decir misa a Nagoyon, donde la carretera es cada vez más difícil. La gente  a pesar de lo pronto de la mañana, está presente y cuando acabo vuelvo para decir la misa en la parroquia. Logro hacerlo a tiempo, aunque me tenga que tomar un momento antes de empezar la misa para reponerme. Es un esfuerzo grande el estar en dos sitios para la misa, pero creo que merece la pena, pues la gente lo aprecia.

Después de desayunar me siento cansado y me echo un rato a dormir, pues el día es largo y quiero hacer muchas cosas.

Ha llovido y sigue lloviendo. Los arroyos que el año pasado empezaron a correr en el mes de julio, ya hace tiempo que están corriendo este año.

Salgo un momento al mercado y después hablo de nuevo con el cocinero. La hablo de preparar pollo al ajillo y me sorprende que le ha puesto tomate… Tendré que seguir hablando y estando con él cuando prepara la comida.

Vienen a verme Marcos Portillo y Bárbara y vamos a ver la construcción que estamos haciendo, pues los albañiles que allí trabajan han venido por su mediación. Les gusta la construcción y elogian el trabajo. Yo también reconozco que los albañiles están haciendo bien su trabajo.

El mecánico está arreglando un vehículo y el viaje que teníamos programado tendrá que aplazarse para otro día.

Por la noche, después de cenar, tenemos un buen rato de sobremesa hablando de las experiencias que cada uno estamos viviendo. Ellos están haciendo escuelas en la zona norte del país y colaboran con los misioneros javerianos y están pensando en ir a España en dos semanas para buscar fondos y seguir con el trabajo. Quedamos de vernos en algún momento. A una hora conveniente nos vamos a descansar.

Hemos tenido luz por la noche y la conexión era muy precaria.


lunes, 19 de junio de 2017

19 de Junio de 2017

Lunes

Por la noche ha llovido y la mañana es fresca. Bastante gente en la misa y llevando ropa de abrigo, para ellos es momento de frío. Cuando acaba la misa el profe de lengua está presente y nos entretenemos un buen rato leyendo el evangelio en lengua local. Es lento y requiere paciencia, pero algo se avanza.

Después del desayuno tenemos reunión comunitaria. Estamos a vueltas con los carpinteros, fontaneros, pintores… Y no avanzamos mucho, pero por lo menos tenemos esperanza de que algo se vaya haciendo. Hay problemas con el generador del centro de pastoral, pero por lo menos tenemos luz a ratos. Hablo un buen rato con el coci. No comprende las cosas que le digo y está nervioso. Tras un buen rato de hablar creo que ha quedado más tranquilo y, habrá que seguir teniendo paciencia.

Después de comer me doy una vuelta por el garaje y el mecánico me hace ver que lo del camión va a costar, pues buscan las piezas y no parece fácil encontrarlas. Se desata la lluvia y estoy más de una hora leyendo tranquilamente en el vehículo antes de que escampe y pueda salir sin mojarme.

Se va la luz, rezamos y cenamos a oscuras, pero luego viene y podemos cargar las baterías, pero no hay conexión a internet.

domingo, 18 de junio de 2017

18 de Junio de 2017

Domingo

Hoy me toca la misa en casa y no tengo que madrugar. He intentado descansar lo que puedo aunque no duerma. Siempre hay un libro a mano para leer.

Me levanto con luz y rezo un rato antes de ir a la iglesia y ver los que van llegando. Hoy, como es el Corpus, les animo a que los jueves se lo tomen como algo personal el venir para la adoración. Después de la misa tenemos un rato de adoración y casi todos los presentes se quedaron para ello, cosa que no me esperaba.

En la segunda misa hubo menos gente que de costumbre, pero estuvo bien animada por la coral y los lectores. Cuando acabó me sentía cansado y me tomé un plato de arroz y me fui a descansar. Leí un buen rato y luego me tomé otro poco de arroz y salí para los pueblos. El camino está cada vez peor y por lo menos el ir sin prisa te ayuda a no estar estresado.

En Nagoyon vi lo que habían hecho ayer y luego en la misa, que la tuvimos dentro porque amenazaba lluvia, la gente fue llegando en buen número, así como algunos elementos nuevos. Estábamos alrededor de la centena.

Al finalizar la misa tuve encuentro con los responsables para cambiar impresiones y programar la semana. La gente está animada y contenta a pesar del gran esfuerzo que están haciendo en la construcción.

La vuelta a casa es con gente numerosa, en particular estudiantes que aprovechan para traer lo que necesitan durante la semana.


En el correo tengo noticias el homenaje que hicieron ayer a Valerio Zudaire en el colegio de Pamplona los antiguos alumnos que tuvo hace muchos años. Por lo que me cuentan; ha sido algo muy emotivo y bien organizado.

sábado, 17 de junio de 2017

17 de Junio de 2017

Sábado

Ha llovido mucho durante la noche y la sensación es de frescor, pero tenemos más de veinticinco grados en casa… Hay luz y resulta agradable levantarse y asearse viendo lo que se hace.

La oración y la misa, hoy con bastante gente, son las actividades de comienzo. Después del desayuno y un rato de limpiar la habitación, voy a rezar con los de la cárcel. Tengo la suerte de entrar sin problemas y la sorpresa de ver que lo que les dije la semana pasada ha surtido su efecto. Les invité a rezar por parejas y compartir como amigos. Hay una pareja que nos dice que han cambiado mucho en esta semana y que sobre todo están alegres, mientras que antes estaban tristes… Escucho y me alegro con ellos. Otros dos intervienen y dicen que las peleas que había cada día en el patio, han disminuido y esto de forma my sensible. Ellos han tenido una parte muy importante en este hecho. Les felicito de nuevo y animo a todos a que sigan en la labor. También les anuncio que el sábado próximo no vendré para que no me esperen, pero les animo a que sigan en el trabajo que han comenzado.

Hoy hay reunión del consejo parroquial y tengo una sensación my agradable de lo que se hace y lo que se trata, aunque también les animo a pensar en temas catequéticos y oracionales. Mi impresión es muy positiva y les felicito, en particular ante el problema de la avería del coche de la parroquia que han querido asumir el pagar lo que cuesta la reparación, una suma muy considerable para aquí.

Después de la comida y la siesta, me voy a los pueblos. Están trabajando en la construcción. Llueve con intermitencia y cuando para de llover, siguen su trabajo. Algunos maestros han venido, pero por la lluvia, llegan tarde y otros trabajan en la obra, así que me lo tomo con calma y leo un rato. Más tarde tenemos el encuentro de las parejas. Hay varios temas interesantes y lo que veo como especial es que ellos van tomando conciencia de su responsabilidad y la van asumiendo.

Cuando vuelvo me encuentro a Christian que ha venido de Freetown y Joseph está fuera, pues hay una velada de oración en una casa.

La temperatura ha disminuido y no se suda y la sensación de frescor se nota. El termómetro marca veintisiete grados.


viernes, 16 de junio de 2017

16 de Junio de 2017

Viernes

Seguimos en la misa tónica. La noche sin luz y por la mañana lo mismo. El generador no funciona y, como estamos en los días más largos del año a la hora de la misa ya se ve un poco con la claridad del día.

Estamos Joseph y yo en casa, Sergej  fue de vacaciones y Christian ha ido a la capital por algunos asuntos y tenemos dos sitios para decir la misa, menos los días que tenemos tres y entonces andamos un poco apretados de tiempo, pero nos las vamos apañando. Los de la cáritas tienen al grupo numeroso de los que han venido a buscar víveres y cuando salgo me los encuentro en pleno trabajo de reparto.

Hoy es el día del niño africano y hemos ido a celebrarlo en las escuelas, yo a Balei, donde les he repartido galletas y tarrinas de mermelada y Joseph en una de las escuelas de la ciudad en la que ha repartido caramelos.

Joseph tiene una reunión y viene tarde a comer. Yo me voy a ver al mecánico y ver si logramos poner el camión en marcha, que hace falta arena para la construcción y ahora durante las lluvias se puede recoger en los caminos. Tengo un plan para juntar arena y estoy implicando a unos cuantos. Veremos a lo que llegamos.

También he tenido tiempo de hablar con el coci. Seguimos en el trabajo de estar cerca y acompañarle en lo que hace y creo que me llevará tiempo, pero la esperanza de sacar algo bueno no la pierdo; lo mismo que con el fontanero, que todos los arreglos que hizo, gotean; pero no le puedo culpar de todo a él porque la calidad de los materiales es de los chinos de última generación, es decir, peor calidad, imposible, o por lo menos difícil.


Tuvimos un rato la luz y se fue y la conexión hoy no toca.

jueves, 15 de junio de 2017

15 de Junio de 2017

Jueves

Para mí es un día especial, pues es la patrona de las adoratrices, de las que  una de mis hermanas forma parte, además de otros muchos lazos que tenemos anudados durante mucho tiempo. Voy a rezar a Mattru, como cada jueves. Ha llovido y el camino está mojado, pero la procesión sigue viniendo hacia la ciudad cargados con cosas para vender. Los que están para rezar hoy no son muchos, pero son los que suelen estar regularmente. Vienen también algunos estudiantes interesados en venir en el coche a la ciudad y ahorrar el viaje a pie. En el camino compro un saco de carbón y lo hago a un crío que venía bien cargado. Me llama la atención que su padre que venía a su lado, le ha dicho que se vuelva para casa. No he visto quién se ha quedado con lo que he pagado.

El día está lluvioso y me paso la mañana en la iglesia ante el Santísimo, rezando y pidiendo a la fundadora de las adoratrices un milagro, que ya se lo había pedido por carta a la supe hace dos días, y es su presencia entre nosotros… Por eso hablo de un milagro…

Tengo herramientas de la obra que hay que reparar y las llevo al soldador en un momento para que durante el día las arregle y las pueda recuperar a la tarde.

Por la tarde en la adoración hay un grupito de mujeres y después en la misa algunos más. Les cuesta acostumbrarse a esta manera de oración, pero espero que con el tiempo las cosas vayan cambiando.

Doy a los de la cáritas un lote de comida que van a repartir el viernes a la gente que lo necesita. Están contentos con lo que les doy y me prometen intentar comenzar con las parejas, algo que considera un milagro también en el día de “la santa”, pues hasta ahora por más que he insistido,  no he tenido ninguna respuesta.

Sigo con el coci y hoy no le he dedicado mucho tiempo, pero le veo que tiene voluntad de hacer las cosas y me explica por qué hace una u otra cosa, positivo avance.

La luz nos visita un rato, pero pronto se va y pasamos la noche en la oscuridad.


miércoles, 14 de junio de 2017

14 de Junio de 2017

Miércoles

No tenemos luz y ya parece que te habitúas a ello. Ha llovido por la noche y cuando voy a Towama se ven los efectos, pero el camino ya está más o menos oreado. En la oración la gente va aumentando en número, aunque sea poco a poco. Lo mismo pasa en casa, donde llego antes de la hora, pues la distancia no es grande entre los dos sitios.

Después del desayuno hablo un rato con el cocinero. Le digo las cosas de nuevo, me dice que me entiende, pero también le hago ver que me lo ha dicho varias veces y que ahora quiero estar presente cuando prepare la comida, cosa que hace y por la tarde tenemos una pizza aceptable y que comemos con agrado.

Hemos tenido al fontanero arreglando grifos y limpiando el depósito que había creado algas. Es un buen elemento con ganas de trabajar y con pocas posibilidades, por lo que intento ayudarle en lo que puedo. También han estado el carpintero y un pintor. Uno ha dicho que va a preparar un presupuesto y el otro ha estado pintando el techo de la entrada, que estaba muy deteriorado. Con ello intentamos hacer algo de reparación en la casa que bien lo necesita.

Voy a visitar las obras y llevo cemento que estaba acabándose. Hablo un buen rato con los que están allí una vez que han acabado el trabajo. Hay muchas posibilidades y mucha ilusión por muchas cosas. Les hago ver que yo estoy disponible y que me ven regularmente estar con ellos.


El camino sigue deteriorándose y cada vez cuesta más el recorrerlo y siempre hay viajeros en camino a los que llevar.

martes, 13 de junio de 2017

13 de Junio de 2017

Martes

Nos levantamos con luz, hoy tengo prisa, pues voy a Nagoyon y el camino está en mal estado y luego debo volver para la misa en casa. Llevo los víveres para la gente que trabaja en la construcción y vuelvo a toda prisa. Por suerte había encontrado otro cura que vino a decir la misa. Yo llegué unos minutos tarde y ya habían comenzado.

Me vinieron a ver después de la misa el mecánico y el fontanero. Los dos me prometieron algo para mañana, pues hoy tenían faenas que hacer. También el profe, pero era para pedirme víveres para la gente a la que atienden desde cáritas.

Organizo cosas del almacén y distribuyo lo que he pensado para cada grupo. Las hormigas han aparecido a la busca de lo dulce y el insecticida marca las distancias entre unos y otras.

Después de comer y un rato de  lectura, voy a Nagoyon a ver cómo van las obras. Están acabando uno de los piñones de la iglesia. Están contentos de finalizar ya la parte alta. Hablo con varios de los presentes durante un rato. Es interesante verles en el tajo y escuchar sus comentarios. Yo les animo siempre en el trabajo y lo agradecen.

Voy a Balei a dejar la comida que prepararán para la fiesta del viernes, día del niño africano, y también visito a los que están haciendo el catecismo en la escuela. Y cuando vuelvo, una señora con una garrafa de aceite de veinticinco kilos me pide ayuda. Cuando pienso lo que tenía que andar esa señora con la carga, doce kilómetros, creo que hoy ha tenido suerte y disfruto con su sonrisa cuando sube al vehículo.

En casa rezamos y cenamos. Hoy he hablado con el coci y me dice que me comprende cuando le hablo… Pero la comida que nos ha preparado me dice que mejor que mañana intente estar cerca de él cuando cocine. No vale la pena contar detalles.

He podido hablar con la hermana de América y a través de su teléfono con la que está en Barcelona, Me ha hecho ilusión que me felicitaran, lo mismo que han hecho varios por correo.


Hemos tenido luz a ratos y cenamos viendo lo que comemos. Después la luz se fue pronto.

lunes, 12 de junio de 2017

12 de Junio de 2017

Lunes

Cuando me levanté había luz, pero se fue muy pronto, y era antes de las cinco de la mañana. Rezos y misa con las linternas y el generador y durante el día ha funcionado a medias el generador del centro de pastoral.

Digo la misa en casa. Hacía bastante tiempo que  no estaba con la gente de la parroquia por la mañana. Hay un buen número y caras conocidas la mayoría. Les animo a leer el evangelio y a intentar vivir las bienaventuranzas que hemos escuchado. Veo que hay mucha gente mayor, pero muy pocos jóvenes y críos.

Esperaba al profe después de la misa pero no ha venido, lo que me permite un desayuno sin prisas y luego la reunión comunitaria llena de retos y de cosas a realizar, que no sabemos cuando va a ser posible, pero por lo menos lo deseamos.

Voy a ver al mecánico en su taller de reparación. Hablo un buen rato con él. Me cuesta seguirle porque me habla en criollo y tampoco estoy seguro de si comprende todo lo que le digo en inglés. Por lo menos le hago saber que mi interés es el desarrollo de la gente y no voy buscando ganancias económicas. Me parece que le sorprende un poco, pero creo que acaba comprendiendo lo que le digo y los planes que tengo con los vehículos que tengo en su taller, el camión, el tractor, un remolque. Y le hago ver que busco ayudar a la gente, pero sin regalar las cosas, sino haciendo ver que es posible conseguir algo con esfuerzo por parte de todos.

Vuelvo a la hora de comer. El coci tiene lumbago y le cuesta moverse, pero va saliendo adelante. Por la tarde ordeno cajas en el almacén y preparo lo que les voy a llevar mañana a los que trabajan en la construcción de la iglesia y lo que les daré a los críos de la escuela para el viernes que es el día de niño africano.

El teléfono me permite concertar citas con los que deberían venir y no vienen y me prometen venir luego, fontanero, carpintero… Aquí el prometer cosas es libre, el cumplir lo prometido es harina de otro costal. Y también se ejercita la paciencia.


La luz viene a primera hora de la noche. Aprovecho durante el tiempo que la tenemos y me imagino que no tardará mucho en irse.

domingo, 11 de junio de 2017

11 de Junio de 2017

Domingo

Como digo la misa en casa, no estoy con la presión de levantarme pronto. Amanece un día agradable y bastante cálido. He sudado lo que he querido y he podido cambiarme de ropa y estar seco al comienzo de cada misa, una en casa, otra en un pueblo por la mañana y otra en otro pueblo por la tarde.

Explicar el calendario litúrgico, ver que estamos en tiempo ordinario y celebrando la fiesta de la Trinidad me llevan la mayor parte de la homilía, además de presentar a la Trinidad como una familia y recordar el trabajo que hago con las parejas, y también invitarles a leer la Palabra de forma sistemática.

A Nagoyon me ha acompañado por la tarde el profe que me da clase. No conocía esa zona y me hace el comentario que le ha llamado la atención lo que ha visto, empezando por la construcción y siguiendo por la gente y su participación.


En casa hay luz y cenamos y podemos ver las noticias y alegrarnos con la décima de Nadal.

sábado, 10 de junio de 2017

10 de Junio de 2017

Sábado

Seguimos amaneciendo sin luz y en Madonna preparamos algo especial para  colocar la estatua de la Virgen que nos llegó en el contenedor. Desayuno y leo el periódico y sobre todo los correos que varios me han enviado.

Cuando salgo para rezar con la gente de la cárcel me viene a ver el cura de otra parroquia que necesita la furgoneta que quiere llevar un cadáver a un pueblo. Como no hay forma de entendernos en los horarios, le digo que lo puedo hacer yo después de rezar con los presos y eso es lo que hago. La oración en la cárcel es sencilla y recordamos de nuevo lo que les dije la semana pasada y prometen que harán esfuerzos por vivir el ambiente de amistad entre ellos.

El transporte del cuerpo es sencillo, desde la morgue del hospital hasta un pueblo que está al lado del asfalto. El cura va delante en su coche y yo le sigo con el cuerpo y la viuda que hace de copiloto. No habla inglés, pero rezamos el rosario en su lengua en el camino de ida. La vuelta es rápida pues la hora se echa encima y no quiero llegar tarde a la reunión con los maestros.

Tengo a gente que me encuentro en el camino. Ha comenzado a llover no con mucha intensidad pero suficiente para calarte entero.

Las reuniones de maestros y parejas en su ambiente. Hoy no han venido muchos maestros y la lluvia sigue cayendo, lo que hace que se oiga muy poco la conversación. Veo que avanzamos pero con lentitud. No me puedo quejar que las cosas van adelante.

Terminada la reunión de las parejas, me junto un momento con los encargados de la construcción en la comunidad y me presentan lo que se necesita, así se lo iré trayendo en veces cuando venga.

Ha venido conmigo la señora Cecilia, la madre del salesiano que está en Lungi y ha aprovechado para hacer acopio de leña.


Estamos sin luz y espero que venga más tarde, cosa que sucede y me levanto a trabajar un rato en el ordenador.

viernes, 9 de junio de 2017

9 de Junio de 2017

Viernes

Nos levantamos sin luz y la oración es a la luz de las linternas. Voy a decir la misa a Madonna. Hoy el grupo es más normal en número y siguen atentos la celebración.

Después del desayuno hablo un rato con el cocinero. Sigo viendo que hay bastantes cosas que no entiende cuando le hablas y tener paciencia es importante en estos casos. Me voy al taller del mecánico y les pido el aceite de los cambios en los motores, pues es lo que usaré como preventivo en la madera de la iglesia y a la vez me doy una vuelta por el mercado que está abarrotado.

Después de comer voy a Nagoyon a ver los trabajos de la iglesia y suerte que llegué pronto, pues el albañil pensaba hacer una pendiente en el tejado que ni en los países nórdicos para que deslice la nieve. Hemos discutido un buen rato. Nos hemos sentado y con papel y lápiz hemos hecho dibujos de pendientes y hemos medido la pendiente de varios de los edificios en el pueblo. Para concluir, tendremos unos piñones de una altura de alrededor de dos metros. El albañil quería cuatro metros, pero me parece demasiado jaleo para poca cosa.

Vienen a cenar Augustine, el salesiano que cantó misa hace poco, y su madre. Llueve y agrada algo caliente. Estamos de sobremesa un buen rato y hablamos de los temas más variados. Al final le damos unas galletas de las que vinieron en el contendor y todos contentos.


Por suerte acabamos teniendo luz y eso es algo que se agradece.

jueves, 8 de junio de 2017

8 de Junio de 2017

Jueves

Después de una noche que ha llovido y que, con la temperatura baja te permite descansar, me levanto con buenas sensaciones. Hago la gimnasia que suelo hacer y el aseo y me voy a Mattru, el pueblo de difícil definición. El grupito de siempre está presente y con ellos rezamos. Quiero ver al catequista y dejo recado a uno de los maestros, pero el día se ha pasado y no tengo señales de vida del catequista que es también jefe de los maestros de la escuela.

La vuelta es con estudiantes y gente que trae cosas para el mercado y en casa después del desayuno me paso la mañana en la iglesia rezando ante el Santísimo, pero no por ello dejo de recibir a quienes vienen a verme o a confesarse. También tengo tiempo para leer y preparar la homilía y lecturas de domingo y de diario, sobre todo ahora que tengo al profe de lengua, me entreno para leer el evangelio en lengua local.

Después de comer me doy una vuelta por el terreno en Towama. Allí me encuentro con el señor que limpia el interior y me dice que ha estado tres días en baja forma. Le doy un paquete con alimentos y se pone muy contento.

En Nagoyon los trabajos en la iglesia siguen. Están acabando el cincho de arriba y les quedan los piñones y comenzar con el techo. He visto las cosas. He tratado de poner la madera en buen orden de manera que seque y se ventile y me he venido para casa, pues tengo que decir la misa en Madonna y, como de costumbre, el jueves hay pocos en la cita.


En casa tenemos luz, pero la conexión a internet es pobrísima. Skype no hay forma de conectarse y lo que queda: paciencia e intentarlo más tarde.

miércoles, 7 de junio de 2017

7 de Junio de 2017

Miércoles

Voy a rezar  Towama. Hay un grupito que se va aumentando poco a poco. Intento explicarles lo que acabamos de comenzar, el tiempo ordinario. Insistiré el domingo porque me parece que no me siguen mucho.

Después de la misa vengo a Madonna donde también me esperan para la misa. Hoy tengo tiempo y no llego tarde como ayer. Les explico de nuevo lo del tiempo ordinario y les animo a venir más gente, en especial el jueves que es por la tarde.

En casa me encuentro con el profe de lengua que me ofrece darme clase, lo que acepto sin pensar. Siempre que me ofrezca darme clase estaré disponible, pues aprender con quien tiene ganas de enseñarte y sabe lo que enseña, es siempre útil.

Hablo un rato con el cocinero. Me da la impresión de que no comprende muchas de las cosas que le digo y me parece importante que se sienta a gusto y que tenga confianza en sí mismo y en el trabajo que hace. Por lo menos al final sonríe, que no es poco.

Sigo a vueltas con los libros y sigo teniendo que tener paciencia, pues por ahora no se ve solución a lo que busco. También me traen el presupuesto para arreglar el coche rojo que se ha averiado. Las cosas son serias, pues la suma que proponen es para pensárselo y es lo que trataremos de hacer estos días entre nosotros y buscar soluciones posibles.

Sigo en el teléfono al carpintero y al fontanero que tenemos necesidad, pero que no están disponibles. También Andreas me dice que vendrá, pero a finales de mes, lo que me parece mucho tardar, pero es cuando puede venir.

Voy al terreno a ver lo que están haciendo, pero se desata la lluvia y la mejor opción es la vuelta a casa, pues la cosa no va a parar en un momento.


Rezamos y cenamos sin luz y esperemos qua a alguna hora de la noche venga para poder cargar las baterías. La conexión es demasiado débil y no pasa.

martes, 6 de junio de 2017

6 de Junio de 2017

Martes

Madrugo para ir a Nagoyon a decir la misa, pues tengo que volver también para Madonna. Llego un buen rato antes y ya hay gente rezando en la iglesia. Y son las cinco y media. Comienzo un poco antes de la hora y al acabar estoy con prisa, pues me queda camino para llegar a decir la otra misa, aunque siempre hay sitio para unos cuantos que vienen a sus asuntos, desde inscribir a los críos en el registro civil hasta visitar a familiares o venir al mercado.

Vengo con dos críos de la escuela que están dispuestos a recoger bolsas de agua de las que tiran por cualquier sitio después de usarlas. Nos servirán para hacer el vivero de los frutales que queremos iniciar en las escuelas. A cualquier sitio que voy me acompañan y mientras hago los recados ellos reúnen bolsas. Al final del día llevamos a la escuela una buena carga en el vehículo.

He estado en la finca, he ido a ver al mecánico que me ha dado un presupuesto para el arreglo del tractor y me promete el del coche más tarde; también he visitado a los de la reforestación y me han dicho que vuelva mañana…

Después de comer y echar un rato la siesta, antes de ir a los pueblos, me he dado una vuelta por el mercado con el cocinero. Hemos comprado unos pollos y un pescado, además de algo de fruta.

Hoy me ha acompañado a los pueblos Christian. Primero nos paramos en nuestro terreno y después fuimos a Nagoyon. La iglesia sigue su marcha y comenzamos a pensar en el techo. Luego voy a Balei donde dejo las bolsas de plástico y estoy un rato con los críos que hacen catecismo.


Volvemos a casa, cena, que hoy es con luz, aunque en ciertos momentos se corta y luego tengo la suerte de poder comunicarme con mi hermana en América y con otra hermana en Barcelona a través de ella. Así tengo noticias de la familia en directo. Después hablé también un poco con Emiliano que está en Cinkassé y a punto de salir de vacaciones.

lunes, 5 de junio de 2017

5 de Junio de 2017

Lunes

Comenzamos semana y hay luz. En Madonna, donde voy a decir la misa hay un buen grupo de gente. Algunos de los que recibieron la comunión ayer están presentes, otros ya habían dicho que tienen que ir a clase y les es imposible venir. Les advierto que mañana a lo mejor vengo tarde a la misa porque iré antes a un pueblo.

Después del desayuno tenemos reunión comunitaria y seguimos con las planificaciones, aunque sea a final de curso. Hay programas para los que se preparan para casarse, para confirmación, para bautismo. Queremos comenzar por lo poco que podemos, pero por lo menos hacer algo. Y lo mismo sucede en los pueblos.

Voy donde el mecánico que tiene el camión y el tractor en el garaje. Pido presupuestos de lo que hay que cambiar y pago el carburante que ninguno de los dos tiene.

Visito los despachos del centro de pastoral y sigo buscando la manera de que avancemos con el libro de oraciones en mende, así como los otros libros para la librería, pero estamos en espera.

Después de comer voy a nuestro terreno. Estamos acondicionando las cosas para plantar algo y limpiar es lo primero que hay que hacer. Nos cae una buena lluvia que me pilla en el vehículo y ya había previsto la cosa, pues tenía conmigo un libro para leer durante ese tiempo. Cuando escampa cargamos leña y la traigo con el fontanero.


En casa no hay luz y leo un rato hasta que al final la luz viene y hay conexión y cargo las baterías.

domingo, 4 de junio de 2017

4 de Junio de 2017

Domingo

Duermo bien y me levando descansado. No hay luz, pero como no tengo que madrugar me puedo valer con la claridad del día para el aseo.

Después de rezar un rato en casa, voy a Madonna para la misa. Pentecostés es una fiesta importante y trato de realzarla en el sermón y otros detalles. Hay una docena de niños y jóvenes que fueron bautizados el viernes  y hoy reciben la primera comunión. Resalto su presencia, hago que vengan con ellos los padres y padrinos y les invito a venir a la misa durante la semana, cosa que prometen.
He intentado hacer ver que pentecostés es la presencia del Espíritu entre nosotros en las circunstancias normales de la vida ordinaria y es ahí donde tenemos que descubrir su presencia y su eficacia. Concretando los retos les felicito por venir, pero me pregunto por qué hay tantos que llegan con retraso. La misma pregunta se repite para los que vienen y no comulgan, que son muchos. Creo que se ha iniciado el camino de solución, que es hacer catecismo, aunque no sean muchos por el momento los que lo hacen.

Voy a Towama, donde no hay mucha gente, imagino que han ido a alguna celebración en otra iglesia. Al final de la misa hay invitación a comer en casa de alguien que celebra aniversario de defunción de su madre y todos van a comer…
En casa hoy el plato de arroz de cada domingo es un pescado y ensalada de verduras que está bien preparada y como con gusto antes de echarme un rato la siesta. Con los otros no me veo, pues cada uno tiene sus compromisos.

Cargo la comida de la semana para los que trabajan en la construcción de la iglesia y pienso en los que van a transportar madera desde donde se ha cortado hasta el sitio en el que un vehículo pueda llegar, que tendrán buen trabajo que hacer. A esos también hay que darles de comer y necesitan un buen menú, pues acarrear madera no es cosa fácil.

Digo la misa en Nagoyon a las cinco. No hay mucha gente al principio y algunos más van llegando. Empezamos fuera de la iglesia pero la lluvia nos hace entrar…Hace tanto calor dentro que sudo lo que quiero y más, pero llueve y hay que aguantar dentro y esperemos que refresque un poco sin tardar.

En la homilía les hago ver la presencia del Espíritu en el trabajo que están haciendo en la construcción y el ejemplo que les cuento es algo que ya habían escuchado hace tres años y hoy se dan cuenta que los sueños pueden hacerse realidad y se entusiasman con lo que estamos viviendo, que creo que es lo que vale la pena, vivir la fe con ellos en la lucha de cada día.

Después de la misa reunión para planificar la semana con los responsables y tener claros los objetivos, algo que va saliendo cada vez mejor. Ellos están seguros del trabajo que hacen y yo me puedo fiar  porque el trabajo estará bien hecho.

Vuelta a casa con gente que te acompaña y algunos que encuentro en el camino y a los que veo la sonrisa porque les he ahorrado una caminata.


Estamos sin luz pero hay conexión y veo las  noticias, aunque internet para correos no está disponible. Cuando la batería se había terminado y me disponía a leer en el libro electrónico, viene la luz, que me permite seguir con el trabajo en el ordenador.

sábado, 3 de junio de 2017

3 de Junio de 2017

Sábado

Se anuncia día movidito, pues cosas que no pude hacer ayer, espero hacerlas hoy. Por lo menos tenemos luz y se puede rezar a gusto y tranquilo. Después voy a misa a Madonna y me encuentro un grupo como el de ayer. Les animo a que sigan llamando a otros a venir con ellos.

Hoy he llevado el vehículo y cuando vuelvo a casa ya me están esperando los que ayer llegaron con el tractor. No están muy animados a ir a buscar el camión que tenemos averiado, pero les insisto y al final aceptan, con ayuda de alguna propina. Mientras van saliendo a lo del camión, llega el carpintero que hacía tiempo esperábamos. Le enseño el trabajo que le queda y va a buscar lo que necesita, y en el tejado pasa bastante tiempo. Cuando llueva veremos el arreglo que ha hecho. Queda para venir otro día a otra zona que tiene que poner cemento.

Como Sergej se ha ido de vacaciones, aprovecho para ir a la cárcel, donde él solía ir, a rezar con los presos. Me reciben con agrado, entro sin mayores problemas, estoy alrededor de una hora con ellos y les prometo venir la semana que viene. Les animo a tener alguien como amigo especial, pues en la cárcel es importante tener alguien con quien compartir lo que se vive. Me prometen hacerlo durante esta semana. Veremos el resultado la próxima vez que nos encontremos.

Vuelvo a casa y me tomo las cosas con una cierta calma, pues nada puedo hacer por los que han ido a buscar el camión averiado y tardan. Después de comer duermo un poco y sigo leyendo a la espera de noticias, que llegan positivas. Han traído el camión al garaje y se preparan para cargar la hormigonera. Los aprendices que han ido a cargar el camión están cansados y acostados en el suelo esperando, pero el conductor del camión dice que para cargar la hormigonera le hace falta una grúa y la va a buscar. En el tiempo que hace esto les doy a los aprendices unas galletas y están encantados, pero algunos no comen porque son musulmanes y están en el ramadán. Les pido disculpas, pues no había caído en la cuenta. Los que son musulmanes y no ayunan, se comen las galletas con apetito y les llevo a su taller, que está en la otra punta de la ciudad, así doy tiempo a que el de la grúa venga y, el chofer que es perro viejo, le ha logrado sacar un precio razonable por el trabajo que hace. Les doy a cada uno lo que les debo y arrancamos todos rápido, pues todos tenemos prisa. Yo llego tarde para le reunión de los maestros, pero ya les había avisado y comprenden el percance.

Yendo hacia los pueblos paso por la finca, donde el fontanero con su hermano pequeño están preparando leña para que se la traiga a casa en el vehículo a la vuelta de los pueblos.
Recojo a las parejas de Tikonko y nos vamos a la reunión a Nagoyon, que comienza con los maestros, que también a ellos les gusta este encuentro. Seguimos con las parejas, que hoy son un poco menos que la semana pasada, pero parece que todos tienen ganas de hablar, como si fuera en la radio. Las intervenciones son largas y tenemos tiempo para ello. Creo que es positivo el trabajo que estamos haciendo, pero muy lenta la reacción.

Cuando acabo con las parejas me doy una vuelta por la construcción y saco fotos, además de alguna observación y retoque en lo que van haciendo, pero está bien hecho y a punto de acabarse el trabajo, antes de atacar la madera del tejado, que ya está preparada en el monte.
Dialogamos un rato sobre las necesidades que tienen en cuanto a comida y materiales para los que trabajan en la obra y luego me vuelvo a Tikonko donde dejo a los que había llevado para las parejas y voy a la finca nuestra donde me esperan el fontanero y su hermano para cargar el coche le laña y traerla a casa, cosa que hacemos ya con la noche encima.
Voy por primera vez a la casa del fontanero, que comparte con otros miembros de la familia, vacían la furgoneta y vengo a casa, donde veo que Joseph ha vuelto del viaje y está hablando con alguien en el despacho.

Después de cenar tenemos un momento de encuentro y mañana tenemos las misas repartidas y en las dos parroquias habrá primeras comuniones.

La luz viene y se va con una cierta frecuencia, pero en general se queda. Puedo hablar por Skype y el agua que se hace presente ayuda a una buena bajada de la temperatura.

viernes, 2 de junio de 2017

2 de Junio de 2017

Viernes

Se nos fue la luz y ya no volvió, así que a dos velas y rezando con linternas. Voy a Madonna para la misa y hay un buen grupo. Les animo a ser misioneros como Pablo y a seguir a Jesús como le pide a Pedro en el evangelio.

Vengo a casa andando y alguien me compaña, sólo por venir conmigo… Hoy está el profe de lengua y nos pasamos un rato leyendo el evangelio, antes de que tenga que volver a Madonna para la misa de los alumnos de las escuelas, más de mil que vienen a misa cada primer viernes de mes. 

Es una experiencia y un espectáculo ver desde los de la guardería hasta los más grandes de la secundaria junior. La iglesia está llena y han preparado las cosas con bastante detalle. Les animo a ser misioneros como Pablo y a seguir a Jesús como Pedro es invitado al final del evangelio. He ido porque Joseph se va de viaje a un compromiso que tiene en Lungi y para que pueda salir adelantar el viaje.

Al salir de la misa, la directora de la guardería, persona con la que ya he tenido mis contactos varias veces, me dice que a ver si les ayudo, que no debo ocuparme sólo de los pueblos… Y me sugiere la necesidad de agua para la guardería. Le prometo que haré lo que pueda por que tengan agua y, de allí no vuelvo a casa, me voy a ver al mecánico porque me han prometido que hoy viene un camión con el tractor, cosa que espero que nos ayude en el trabajo en los pueblos y en el terreno.

No sé cuándo van a llegar los del camión, por eso me tomo las cosas con calma y vengo a casa a la espera de acontecimientos. Andreas llama que están en camino y me cercioro y veo que tardarán en llegar, cosa que al fin hacen más tarde de las seis y media.

Quiero poner varias cosas juntas y creo que es difícil, si además se te ponen las fichas del lado contrario, pues quiero que me trasporten el camión que está averiado a unos kilómetros de Bo y primero tardan en descargar el tractor porque da problemas y luego empieza a llover. Además tengo una rueda del vehículo que tiene una punta clavada y comienza a perder aire… Tengo que ir a arreglarla y en el intermedio los del camión han decidido ir a comer algo y me dicen que el trabajo lo harán mañana. Esperemos que sea cierto. Mañana lo veremos.


En casa estamos sin luz hay un profundo silencio. Christian se ha acostado porque no estaba muy en forma. Después de cenar me dedico a leer con paciencia hasta que por fin nos llega la luz, avanzada la hora y me permite conectarme, ver las noticias y recibir algunos correos.

jueves, 1 de junio de 2017

1 de Junio de 2017

Jueves

Nos levantamos con luz. No he dormido bien y también he enviado correos y fotos de madrugada, pero me encuentro en forma y voy a rezar a Mattru, donde me encuentro el grupito de siempre, la mayoría mujeres que no hablan inglés.
El camino de vuelta es con estudiantes y gente que viene con mercancías y al llegar a casa, desayuno y trato de estar la mañana en la capilla rezando, pero hay bastante gente que viene y la recibo, hasta los que se vienen a confesar. Me da tiempo de rezar, leer, preparar la homilía para el domingo y estar un buen rato rezando de forma que me siento diferente y cambiado.
Después de comer sigo en la capilla, hasta me duermo un rato y cuando llega la hora voy a Madonna, no sin antes rellenar unos papeles para apadrinar críos necesitados.
Hoy en la otra parroquia hay poca gente, y es que un grupo han venido aquí porque hay bautismos y se han celebrado juntos aquí. Después de la adoración aparecen Augustine y Daniel, salesianos que concelebran y a quienes vuelvo a casa antes de que se vayan donde su familia.

La celebración aquí se alarga y vienen tarde a cenar. Durante la cena el comentario es la falta de costumbre del catecismo y lo poco que saben de religión, cosa que habrá que intentar mejorar con paciencia.