Crónica de las experiencias vividas en Bo (Sierra Leona) por el misionero salesiano Antonio Gutiérrez
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viernes, 30 de junio de 2017
30 de Junio de 2017
Viernes
Llegamos
a finales de mes sin darnos cuenta. El tiempo pasa a gran velocidad. Hoy no voy
a pueblos por la mañana y rezamos en la capilla al principio con luz, pero
luego se fue. En Madonna recuperamos la gente de la misa y les sigo hablando de
positividad en la figura de Abraham, el bendecido de Dios.
Sigo
bajo los efectos de la malaria y duermo un rato por la mañana. Sé que tengo que
tener paciencia y aguantas los efectos secundarios de las pastillas que he
tomado.
Por
la tarde, después de una buena siesta, voy a ver al mecánico. Seguimos en
tratos para encontrar las piezas de repuesto para el camión y la cosa va lenta,
además de que paree que la cosa es cara.
Voy
a Nagoyon y dejo al fontanero en el terreno que prepara leña para que se lo
traiga a su casa. Lo vende y le permite vivir. Cuando no hay trabajo se recurre
a cualquier cosa para sacar para vivir. Intento ayudar a quien tiene interés en
hacer algo.
El
coro está preparando cantos para la fiesta que se organizará cuando se acabe la
iglesia, y les propongo la misa de ángelis para que canten alguna cosa
original… Creo que no sé donde me he metido, pues para esta gente cantar en
latín es por lo pronto complicado y después veremos hasta donde somos capaces
de llegar. Yo ya me sé el Kirie de la misa que hasta lo canto mientras duermo…
Pero me lo paso bien con ellos y disfrutamos de lo que hacemos, algo importante
para todos.
Es
el final del mes y nos encomendamos a don Bosco al recordarle en su día, a la
vez que damos gracias por le mes que termina y por lo que hemos hecho en él.
jueves, 29 de junio de 2017
29 de Junio de 2017
Jueves
Celebraremos
san Pedro el domingo. Voy a Mattru y el grupito de siempre está presente.
Traigo a los estudiantes y una señora que viene cargada con carbón y en casa
nos vienen a ver Paul y Daniel, de Lungi, que han venido a unos
encuentros de los directores de escuelas que se tienen aquí en el centro de
pastoral.
Hago
colada en la máquina de lavar y me paso la mañana en la capilla en la
adoración, lo mismo que la tarde antes de ir a decir la misa a Madonna, donde
también hay la poca gente que suele haber los jueves; además como es por la
tarde y la iglesia ha estado cerrada, se suda abundantemente a causa del calor
que se acumula.
Mientras
estaba en la iglesia han estado revisando lo que hay en uno de los almacenes de
lo que vino en el contenedor. Veremos de darle el empleo oportuno.
Tenemos
luz y disfrutamos de podernos ver y movernos sin necesidad de linternas. La
conexión a Internet sigue siendo muy débil.
miércoles, 28 de junio de 2017
28 de Junio de 2017
Miércoles
Se
ha pasado la noche lloviendo y así sigue cuando me preparo para ir a Towama,
aunque no es muy intensa. Hoy no hay más de media docena de personas y el agua
sigue, lo mismo me pasa en Madonna, donde son pocos, en especial al comienzo.
A
unos y otros sigo hablando de Abraham como modelo de bendición de Dios y saber
que nosotros somos también esos bendecidos por Dios.
Después
de desayunar me voy un rato a dormir. Sigo con los efectos del paludismo y me
siento cansado y débil. Más tarde hago la colada y organizo cosas en
le habitación y veo el ordenador. Hay cosas que quiero descargar, pero es tan
lento que…
Hoy
es el cumpleaños de Joseph y lo celebraremos por la tarde, pero por la mañana
le hemos dado algunos regalos que le hacen ilusión.
Viene
a verme el catequista de Mattru y luego voy a ver al mecánico, que sigue con la
batalla de la pieza que necesita para el camión y que seguimos sin ver claro si
aparecerá. Y seguir teniendo paciencia juega un gran papel.
Después
de la oración de la tarde vamos a cenar a un restaurante que dirige una señora
cercana de la parroquia. Es un rato agradable la cena y la conversación. Yo
sigo con los problemas de los efectos secundarios del paludismo, pero por lo
menos no tengo fiebre y el dolor de cabeza no es muy intenso.
martes, 27 de junio de 2017
27 de Junio de 2017
Martes
Salgo
de estampida hacia Nagoyon. Quiero volver a tiempo para la misa en Madonna y el
camino es largo. Llevo la comida de los obreros de la semana y la descargo
antes de comenzar la oración. A pesar de lo temprano la gente está presente y
les hablo de lo que nos habla el Génesis que acabamos de comenzar, ser una
bendición para los demás, que es lo más positivo que podemos desear.
La
vuelta es rápida a pesar de los baches y logro estar a la hora en la segunda
misa. Al acabar estoy cansado, pero satisfecho de lo que he hecho, estar en dos
comunidades para compartir con ellos la fe en la oración.
La
mañana está llena de pequeñas cosas, desde el fontanero y el jardinero a
quienes indico que planten arbustos, a uno que sabe algo de ordenadores y
escoge unos cuantos de los que llegaron en el contenedor para llevar al
“college” para poner a disposición de los estudiantes.
Los profes están fuera
de sí de contentos por las carcasas que reciben, pero donde no hay otra cosa,
lo que llega es bueno.
Después
de comer y una buena siesta, pues sigo notando los efectos del paludismo, voy a
ver al mecánico. La lucha por tener la pieza del camión no es poquita cosa,
pues con el camión puedes reunir mucha arena ahora que llueve, pero aún seguimos
esperando.
Voy
a ver el catecismo a Nagoyon y les llevo para la coral lo que he grabado de
cantos en gregoriano y se lo graban en el teléfono. Están entusiasmados, pero
ven la dificultad de comenzar un nuevo idioma.
Las
obras están a la espera del camión para traer arena y del carpintero que vendrá
de donde vinieron los albañiles. Los ayudantes van a su campo a trabajar y los
albañiles descansan.
En
casa tenemos luz y algunas gotas de agua intermitentes.
lunes, 26 de junio de 2017
26 de Junio de 2017
Lunes
Hoy
es oficialmente festivo por ser el día después de acabar el ramadán. La
realidad es que en sitios oficiales es fiesta y en el mercado y las tiendas de
algunos particulares están abiertas. No hay mucha gente para la misa de la
mañana en Madonna. Aunque sea fiesta, también se duerme lo que se festejó ayer.
La
reunión comunitaria después del desayuno está llena de retos y propuestas,
reparaciones en la casa y alrededores, campamento de gente joven, salidas…
Alguna cosa acabaremos haciendo.
Organizo
los víveres que voy a dar a los que trabajan en la obra y descanso un rato, que
los efectos del paludismo se siguen haciendo notar, sudores fríos y cansancio
general, pero por lo menos no tengo fiebre y puedo seguir tirando.
Voy
a ver al mecánico y me arreglan una avería con las luces, pero el camión sigue esperando
a ver si la pieza necesaria puede aparecer.
Vuelve
a llover y volvemos a la sensación de humedad por todos los costados y olores
tan característicos que deja. Las lluvias se instalan por varios meses.
Hay
luz y la conexión es pobre, pero por lo menos los correos salen.
domingo, 25 de junio de 2017
25 de Junio de 2017
Domingo
Como
es domingo y no voy pronto a los pueblos no tengo que madrugar y puedo estar un
rato más en la cama. Durante la noche hubo luz y me las arreglé para
desbloquear el libro electrónico y he podido seguir leyendo
cuando no dormía.
Voy
a decir la misa a Madonna y, como de costumbre, muchos llegan tarde y les dejo
como propuesta el estar a la hora en su destino. Lo han aceptado pero habrá que
ver lo efectivo de la promesa la semana que viene.
Está
lloviendo y me voy a decir misa a Towama. Luego escampa y la gente va llegando,
bastantes con retraso, cosa que les hago ver en la homilía, además de otros
retos referentes a venir a misa o querer encontrarse con Dios. Creo que me han
seguido y han comprendido lo del reto, pero ya se lo he propuesto muchas veces
y hasta ahora seguimos en las mismas y nadie se mueve. Al final la iglesia
estaba casi llena.
Vengo
a casa a comer. Estoy cansado o por lo menos siento fatiga, efectos del
paludismo que acabo de pasar. Me tomo el plato de arroz y me echo un buen rato
la siesta. En casa, la misa de los jóvenes tienen folklore y acaba muy, muy
tarde. A pesar del ruido que arman, duermo largo rato y profundamente, de forma
que me levanto descansado y en forma para el trabajo de la tarde.
La
reunión en Towama ha pasado bajo los cauces de una más, aunque para mí ha sido
importante, pues hay nombrado secretario de las reuniones y se ha sugerido
tener un orden de temas a tratar.
Están
presentes gente de Nagoyon y Balei, además de los de Towama y luego aparecen
algunos de Tikonko en una moto. Imagino que los demás no han venido a cuenta de
la lluvia y también se les hace referencia como para advertirles de la
ausencia.
La
comida que han preparado es muchísima para los pocos que vienen, lo que hace
pensar que otros se habrán alegrado cuando les toque el reparto.
Salimos
de estampida, pues es muy tarde para la misa en Nagoyon. Llevo el vehículo
lleno y espero que no haya lluvia, o por lo menos que no sea muy fuerte.
En
el pueblo nos esperan en la iglesia, pues está lloviendo. Comenzamos la misa y
la participación de la gente es buena. Cualquier referencia en la homilía pasa
por la construcción que hacemos, el esfuerzo que ello cuesta y el que seamos
conscientes que estamos haciendo un trabajo para Dios.
Llevo
a un grupo de gente a Balei, pues la lluvia sigue y luego traigo otros al
poblado siguiente y al operador de la motosierra hasta Tikonko donde espera
encontrar solución a su problema de que no arranca bien.
En
casa estamos sin luz, cenamos a oscuras y luego la luz viene y se va con
frecuencia por lo que intento hacer lo que debo en el ordenador y que cargue
mientras trabajo.
Me
siento cansado, pero escribo para que no se me olvide lo vivido en el día.
sábado, 24 de junio de 2017
24 de Junio de 2017
Sábado
Por
ser último sábado de mes toca limpieza y nadie viaja antes de las diez.
Celebramos misa en casa, San Juan Bautista y también nos acordamos de María
Auxiliadora. En el desayuno hablamos de diferentes aspectos de los proyectos
con la presencia de Andreas, pero lo importante lo tenemos después del
desayuno, donde con la presencia de Jorge Ceisafulli, el director de Freetown,
y quien fuera provincial anteriormente, nos ayuda a comprender mejor los
objetivos que se tuvieron en cuenta a la hora de la apertura de la presencia de
Bo y los diversos cambios en unos y otros aspectos. Están también presentes el
argentino que vino ayer con nosotros y Alexis, que trabaja en nuestra ong en
Freetown.
Tenemos
esquemas más o menos claros y se trata de hacerlos pasar al papel y a croquis,
de forma que se vayan haciendo cada vez más precisos y podamos avanzar en los
pasos hacia la presentación de un proyecto unitario.
Después
de la reunión hablo unos minutos con Jorge y quedamos de seguir haciéndolo en
un mes cuando nos encontremos en Lungi. Lo mismo hago con Andreas, quien me
presenta un papel con las cuentas de gastos de retirada del puerto y envío de
contenedores a Bo y otros asuntos. Tienen poco tiempo y deben estar en una reunión
por la tarde en la capital, por eso salen de prisa.
El
encuentro ha sido positivo y vamos teniendo las cosas cada vez más claras en
relación a la presencia de Bo y nuestras posibilidades.
En
la comida tenemos la sensación de haber dado un paso importante con respecto a
nuestra situación y sabemos que nos queda plasmarlo en el papel.
Por
la tarde, y sin mucho tiempo para pensarlo, ya me encuentro en los pueblos y
para la reunión de los maestros hoy hay algunos más presentes, entre ellos
algunos de Lembema que hacía semanas que no venían.
La
reunión se nos pasa discutiendo temas de las escuelas y los maestros y algunos
hablan de sus impresiones y mejoras que han tenido en sus clases. Se ve el
ambiente de interés, pero también me dicen que la semana pasada a cuenta de la
lluvia no vinieron, y es cierto, pues llovió y les pilló en medio del camino, y
lo hacen a pie.
Las
parejas están en buen número y seguimos con el problema de los que vienen solos
que no sé la forma de tratarles, pues siempre hay casos particulares. Por lo
menos los que están emparejados dan buenos testimonios de lo que viven y animan
a los otros a hacer lo mismo. Yo percibo en algunas parejas el crecimiento que
están teniendo en su vida de relación y cómo se afianzan y son capaces de transmitirlo
a los demás.
Para
la vuelta siempre se apuntan voluntarios y en especial ahora que llueve a cada
momento y que el camino está cada vez peor.
En
casa sin luz y con el libro electrónico bloqueado, tengo tiempo para
reflexionar y rezar hasta que acabo durmiendo.
viernes, 23 de junio de 2017
23 de Junio de 2017
Viernes
Parece
que las cosas van a buen ritmo. No he dormido mucho, pero no puedo pedir más,
ayer dormí más de lo que suelo. Levantarse es costoso, pero no me siento mal
para no hacerlo. En la oración de la mañana tenemos luz y lo mismo en la misa,
presidida por Jorge, el director de Freetown.
Después
del desayuno salimos cuanto antes hacia Tormabum, el pueblo en el que están los
argentinos. Nos lleva casi tres horas hacer sesenta kilómetros donde
los veinte primeros son de asfalto y los siguientes, hoy con suerte, están
secos.
Los
carteles indicadores en el camino no existen y si quieres ir, a cada paso debes
preguntar y hacerlo de forma que no te respondan sí o no, porque siempre te van
a decir sí… Pero la gente es amable y te responden en el inglés que saben.
La
acogida es muy buena. Tenemos a alguien que nos lleva a pie por los diversos
edificios y vemos maquinaria y útiles que necesitan para trabajo. Es un
complejo enorme en el que unos cuantos comenzaron y hoy se ha hecho un gigante
en la ayuda a la gente.
Se
trata de un grupo de gente argentina que, teniendo una buena posición social,
han decidido colaborar un tiempo a sueldo bajo con un proyecto para mejorar la
producción de los agricultores y es amplio en materias, recursos, personas,
envolviendo a muchos hombres y mujeres de los pueblos. Al principio comenzó
como algo muy sencillo, pero ha ido tomando volumen y ahí está el reto de
responder a las esperanzas de los que con ellos están. Los que están allí viven
cercanos a los campesinos, los niños se les acercan, les saludan y les son
familiares, lo mismo que me pasa en los pueblos, lo que me parece el signo de
su entrega.
La
vuelta es más fácil, pues no es que hayamos dejado los granos de maíz en el
camino, sino que nos acompaña uno de ellos que tiene ocupaciones que hacer en
Bo y aprovechamos el viaje para compartir experiencias y distraernos así
también de lo pesado del viaje.
Cuando
llegamos a Bo, vamos directamente a los pueblos a ver el terreno que tenemos en
Towama y un posible sitio para un pozo en Lembema, así como la construcción en
Nagoyon, pues mañana queremos tener una reunión y después quieren marchar
cuanto antes puedan.
Deciden
ir a cenar a un restaurante pero no les acompaño. Me encuentro con paludismo.
He sudado abundantemente y creo que debo descansar en cuanto pueda, no sea que
me vuelva la cosa por esfuerzos no necesarios.
Estoy
satisfecho con el día y muy cansado y fuera de juego, pero espero poder dormir
y mañana estar en forma.
jueves, 22 de junio de 2017
22 de Junio de 2017
Jueves
Durante
la noche me despierto congelado de frío. Me cambio de ropa porque está mojada y
me abrigo. Me cuesta más de una hora volver a recuperar el calor y dejar de
temblar. Es lo que tiene el paludismo. Luego logro dormir y me recupero un
poco. Por la mañana no me encuentro en forma y me levanto más tarde que de
costumbre. He sudado y me siento cansado, pero es lo que pasa con el paludismo.
He
pasado la mañana desde que levanté en la iglesia, es jueves y estoy en la
adoración del santísimo. Sudo en abundancia, pero no me encuentro mal. Después
de comer duermo un buen rato la siesta y vuelvo a la iglesia. El tiempo se pasa
sin mayor dificultad hasta la hora de la misa. Me siento débil y los oídos me
zumban, pero digo la misa sin problemas.
Después
de cenar llegan desde Freetown Jorge, Andreas y un trabajador de la ong que
mañana irán a ver una granja que tienen unos argentinos en una zona no lejana
de aquí, pero que no hay carretera asfaltada. Les acompañaré para ver el
trabajo que hacen y aprender para ver si podemos hacer algo parecido en los
pueblos.
Cenan
y después tenemos un rato de animada conversación, en particular sobre lo que
tenemos entre manos como proyecto en Bo. Me siento a gusto y no parece que
hubiera pasado anoche lo que pasé. Esperemos que dure, pues la malaria es capaz
de volver cuando no te la esperas.
miércoles, 21 de junio de 2017
21 de Junio de 2017
Miércoles
Voy
a decir misa a Towama, pero el catequista, que suele estar para preparar las
coas no aparece y los otros llegan justo a la hora de comenzar o tarde. Como
tengo que venir a decir misa a la parroquia, les hago ver que no tengo tiempo y
tenemos un comentario de las lecturas con los pocos que están pues ha llovido
durante la noche y el que la gente aparezca por la mañana no suele ser normal.
En
casa también el número de asistentes en inferior al de otros días y creo que es
por motivo d la lluvia.
Después
de misa me encuentro cansado y con fiebre. Me voy un rato a dormir y a ver si
me recupero. Comienzo a tomar las pastillas del paludismo y tratar de reposar
un poco, aunque el hecho de que Marcos y Bárbara estén aquí me hace intentar
estar con ellos.
Después
de comer organizan el petate y ponen rumbo hacia su casa de nuevo. Yo trato de
dormir y aunque no lo logro, por lo menos me estoy tranquilo en la cama dando
tiempo a las pastillas para que actúen.
He
hablado un poco con el cocinero, pero hoy veo que no estoy en forma y de humor
para abordar temas que te llevan tiempo, así que lo dejamos para otro día.
Duermo
durante un buen rato y me despierto a la hora de la cena. Como un poco y me
tomo las pastillas y comienzo a sudar.
martes, 20 de junio de 2017
20 de Junio de 2017
Martes
He
dormido bastante poco y voy a decir misa a Nagoyon, donde la carretera es cada
vez más difícil. La gente a pesar de lo pronto de la mañana, está
presente y cuando acabo vuelvo para decir la misa en la parroquia. Logro
hacerlo a tiempo, aunque me tenga que tomar un momento antes de empezar la misa
para reponerme. Es un esfuerzo grande el estar en dos sitios para la misa, pero
creo que merece la pena, pues la gente lo aprecia.
Después
de desayunar me siento cansado y me echo un rato a dormir, pues el día es largo
y quiero hacer muchas cosas.
Ha
llovido y sigue lloviendo. Los arroyos que el año pasado empezaron a correr en
el mes de julio, ya hace tiempo que están corriendo este año.
Salgo
un momento al mercado y después hablo de nuevo con el cocinero. La hablo de
preparar pollo al ajillo y me sorprende que le ha puesto tomate… Tendré que
seguir hablando y estando con él cuando prepara la comida.
Vienen
a verme Marcos Portillo y Bárbara y vamos a ver la construcción que estamos
haciendo, pues los albañiles que allí trabajan han venido por su mediación. Les
gusta la construcción y elogian el trabajo. Yo también reconozco que los
albañiles están haciendo bien su trabajo.
El
mecánico está arreglando un vehículo y el viaje que teníamos programado tendrá
que aplazarse para otro día.
Por
la noche, después de cenar, tenemos un buen rato de sobremesa hablando de las
experiencias que cada uno estamos viviendo. Ellos están haciendo escuelas en la
zona norte del país y colaboran con los misioneros javerianos y están pensando
en ir a España en dos semanas para buscar fondos y seguir con el trabajo.
Quedamos de vernos en algún momento. A una hora conveniente nos vamos a
descansar.
Hemos
tenido luz por la noche y la conexión era muy precaria.
lunes, 19 de junio de 2017
19 de Junio de 2017
Lunes
Por
la noche ha llovido y la mañana es fresca. Bastante gente en la misa y llevando
ropa de abrigo, para ellos es momento de frío. Cuando acaba la misa el profe de
lengua está presente y nos entretenemos un buen rato leyendo el evangelio en
lengua local. Es lento y requiere paciencia, pero algo se avanza.
Después
del desayuno tenemos reunión comunitaria. Estamos a vueltas con los carpinteros,
fontaneros, pintores… Y no avanzamos mucho, pero por lo menos tenemos esperanza
de que algo se vaya haciendo. Hay problemas con el generador del centro de
pastoral, pero por lo menos tenemos luz a ratos. Hablo un buen rato con el
coci. No comprende las cosas que le digo y está nervioso. Tras un buen rato de
hablar creo que ha quedado más tranquilo y, habrá que seguir teniendo
paciencia.
Después
de comer me doy una vuelta por el garaje y el mecánico me hace ver que lo del
camión va a costar, pues buscan las piezas y no parece fácil encontrarlas. Se
desata la lluvia y estoy más de una hora leyendo tranquilamente en el vehículo
antes de que escampe y pueda salir sin mojarme.
Se
va la luz, rezamos y cenamos a oscuras, pero luego viene y podemos cargar las
baterías, pero no hay conexión a internet.
domingo, 18 de junio de 2017
18 de Junio de 2017
Domingo
Hoy
me toca la misa en casa y no tengo que madrugar. He intentado descansar lo que
puedo aunque no duerma. Siempre hay un libro a mano para leer.
Me
levanto con luz y rezo un rato antes de ir a la iglesia y ver los que van
llegando. Hoy, como es el Corpus, les animo a que los jueves se lo tomen como
algo personal el venir para la adoración. Después de la misa tenemos un rato de
adoración y casi todos los presentes se quedaron para ello, cosa que no me
esperaba.
En
la segunda misa hubo menos gente que de costumbre, pero estuvo bien animada por
la coral y los lectores. Cuando acabó me sentía cansado y me tomé un plato de
arroz y me fui a descansar. Leí un buen rato y luego me tomé otro poco de arroz
y salí para los pueblos. El camino está cada vez peor y por lo menos el ir sin
prisa te ayuda a no estar estresado.
En
Nagoyon vi lo que habían hecho ayer y luego en la misa, que la tuvimos dentro
porque amenazaba lluvia, la gente fue llegando en buen número, así como algunos
elementos nuevos. Estábamos alrededor de la centena.
Al
finalizar la misa tuve encuentro con los responsables para cambiar impresiones
y programar la semana. La gente está animada y contenta a pesar del gran
esfuerzo que están haciendo en la construcción.
La
vuelta a casa es con gente numerosa, en particular estudiantes que aprovechan
para traer lo que necesitan durante la semana.
En
el correo tengo noticias el homenaje que hicieron ayer a Valerio Zudaire en el
colegio de Pamplona los antiguos alumnos que tuvo hace muchos años. Por lo que
me cuentan; ha sido algo muy emotivo y bien organizado.
sábado, 17 de junio de 2017
17 de Junio de 2017
Sábado
Ha
llovido mucho durante la noche y la sensación es de frescor, pero tenemos más
de veinticinco grados en casa… Hay luz y resulta agradable levantarse y asearse
viendo lo que se hace.
La
oración y la misa, hoy con bastante gente, son las actividades de comienzo.
Después del desayuno y un rato de limpiar la habitación, voy a rezar con los de
la cárcel. Tengo la suerte de entrar sin problemas y la sorpresa de ver que lo
que les dije la semana pasada ha surtido su efecto. Les invité a rezar por
parejas y compartir como amigos. Hay una pareja que nos dice que han cambiado
mucho en esta semana y que sobre todo están alegres, mientras que antes estaban
tristes… Escucho y me alegro con ellos. Otros dos intervienen y dicen que las
peleas que había cada día en el patio, han disminuido y esto de forma my
sensible. Ellos han tenido una parte muy importante en este hecho. Les felicito
de nuevo y animo a todos a que sigan en la labor. También les anuncio que el
sábado próximo no vendré para que no me esperen, pero les animo a que sigan en
el trabajo que han comenzado.
Hoy
hay reunión del consejo parroquial y tengo una sensación my agradable de lo que
se hace y lo que se trata, aunque también les animo a pensar en temas
catequéticos y oracionales. Mi impresión es muy positiva y les felicito, en
particular ante el problema de la avería del coche de la parroquia que han querido
asumir el pagar lo que cuesta la reparación, una suma muy considerable para
aquí.
Después
de la comida y la siesta, me voy a los pueblos. Están trabajando en la
construcción. Llueve con intermitencia y cuando para de llover, siguen su
trabajo. Algunos maestros han venido, pero por la lluvia, llegan tarde y otros
trabajan en la obra, así que me lo tomo con calma y leo un rato. Más tarde
tenemos el encuentro de las parejas. Hay varios temas interesantes y lo que veo
como especial es que ellos van tomando conciencia de su responsabilidad y la
van asumiendo.
Cuando
vuelvo me encuentro a Christian que ha venido de Freetown y Joseph está fuera,
pues hay una velada de oración en una casa.
La
temperatura ha disminuido y no se suda y la sensación de frescor se nota. El
termómetro marca veintisiete grados.
viernes, 16 de junio de 2017
16 de Junio de 2017
Viernes
Seguimos
en la misa tónica. La noche sin luz y por la mañana lo mismo. El generador no
funciona y, como estamos en los días más largos del año a la hora de la misa ya
se ve un poco con la claridad del día.
Estamos
Joseph y yo en casa, Sergej fue de vacaciones y Christian ha ido a
la capital por algunos asuntos y tenemos dos sitios para decir la misa, menos
los días que tenemos tres y entonces andamos un poco apretados de tiempo, pero
nos las vamos apañando. Los de la cáritas tienen al grupo numeroso de los que
han venido a buscar víveres y cuando salgo me los encuentro en pleno trabajo de
reparto.
Hoy
es el día del niño africano y hemos ido a celebrarlo en las escuelas, yo a
Balei, donde les he repartido galletas y tarrinas de mermelada y Joseph en una
de las escuelas de la ciudad en la que ha repartido caramelos.
Joseph
tiene una reunión y viene tarde a comer. Yo me voy a ver al mecánico y ver si
logramos poner el camión en marcha, que hace falta arena para la construcción y
ahora durante las lluvias se puede recoger en los caminos. Tengo un plan para
juntar arena y estoy implicando a unos cuantos. Veremos a lo que llegamos.
También
he tenido tiempo de hablar con el coci. Seguimos en el trabajo de estar cerca y
acompañarle en lo que hace y creo que me llevará tiempo, pero la esperanza de
sacar algo bueno no la pierdo; lo mismo que con el fontanero, que todos los
arreglos que hizo, gotean; pero no le puedo culpar de todo a él porque la
calidad de los materiales es de los chinos de última generación, es decir, peor
calidad, imposible, o por lo menos difícil.
Tuvimos
un rato la luz y se fue y la conexión hoy no toca.
jueves, 15 de junio de 2017
15 de Junio de 2017
Jueves
Para
mí es un día especial, pues es la patrona de las adoratrices, de las
que una de mis hermanas forma parte, además de otros muchos lazos
que tenemos anudados durante mucho tiempo. Voy a rezar a Mattru, como cada
jueves. Ha llovido y el camino está mojado, pero la procesión sigue viniendo
hacia la ciudad cargados con cosas para vender. Los que están para rezar hoy no
son muchos, pero son los que suelen estar regularmente. Vienen también algunos
estudiantes interesados en venir en el coche a la ciudad y ahorrar el viaje a
pie. En el camino compro un saco de carbón y lo hago a un crío que venía bien
cargado. Me llama la atención que su padre que venía a su lado, le ha dicho que
se vuelva para casa. No he visto quién se ha quedado con lo que he pagado.
El
día está lluvioso y me paso la mañana en la iglesia ante el Santísimo, rezando
y pidiendo a la fundadora de las adoratrices un milagro, que ya se lo había
pedido por carta a la supe hace dos días, y es su presencia entre nosotros… Por
eso hablo de un milagro…
Tengo
herramientas de la obra que hay que reparar y las llevo al soldador en un
momento para que durante el día las arregle y las pueda recuperar a la tarde.
Por
la tarde en la adoración hay un grupito de mujeres y después en la misa algunos
más. Les cuesta acostumbrarse a esta manera de oración, pero espero que con el
tiempo las cosas vayan cambiando.
Doy
a los de la cáritas un lote de comida que van a repartir el viernes a la gente
que lo necesita. Están contentos con lo que les doy y me prometen intentar
comenzar con las parejas, algo que considera un milagro también en el día de
“la santa”, pues hasta ahora por más que he insistido, no he tenido
ninguna respuesta.
Sigo
con el coci y hoy no le he dedicado mucho tiempo, pero le veo que tiene
voluntad de hacer las cosas y me explica por qué hace una u otra cosa, positivo
avance.
La
luz nos visita un rato, pero pronto se va y pasamos la noche en la oscuridad.
miércoles, 14 de junio de 2017
14 de Junio de 2017
Miércoles
No
tenemos luz y ya parece que te habitúas a ello. Ha llovido por la noche y
cuando voy a Towama se ven los efectos, pero el camino ya está más o menos
oreado. En la oración la gente va aumentando en número, aunque sea poco a poco.
Lo mismo pasa en casa, donde llego antes de la hora, pues la distancia no es
grande entre los dos sitios.
Después
del desayuno hablo un rato con el cocinero. Le digo las cosas de nuevo, me dice
que me entiende, pero también le hago ver que me lo ha dicho varias veces y que
ahora quiero estar presente cuando prepare la comida, cosa que hace y por la
tarde tenemos una pizza aceptable y que comemos con agrado.
Hemos
tenido al fontanero arreglando grifos y limpiando el depósito que había creado
algas. Es un buen elemento con ganas de trabajar y con pocas posibilidades, por
lo que intento ayudarle en lo que puedo. También han estado el carpintero y un
pintor. Uno ha dicho que va a preparar un presupuesto y el otro ha estado
pintando el techo de la entrada, que estaba muy deteriorado. Con ello
intentamos hacer algo de reparación en la casa que bien lo necesita.
Voy
a visitar las obras y llevo cemento que estaba acabándose. Hablo un buen rato
con los que están allí una vez que han acabado el trabajo. Hay muchas
posibilidades y mucha ilusión por muchas cosas. Les hago ver que yo estoy
disponible y que me ven regularmente estar con ellos.
El
camino sigue deteriorándose y cada vez cuesta más el recorrerlo y siempre hay
viajeros en camino a los que llevar.
martes, 13 de junio de 2017
13 de Junio de 2017
Martes
Nos
levantamos con luz, hoy tengo prisa, pues voy a Nagoyon y el camino está en mal
estado y luego debo volver para la misa en casa. Llevo los víveres para la
gente que trabaja en la construcción y vuelvo a toda prisa. Por suerte había
encontrado otro cura que vino a decir la misa. Yo llegué unos minutos tarde y
ya habían comenzado.
Me
vinieron a ver después de la misa el mecánico y el fontanero. Los dos me
prometieron algo para mañana, pues hoy tenían faenas que hacer. También el
profe, pero era para pedirme víveres para la gente a la que atienden desde
cáritas.
Organizo
cosas del almacén y distribuyo lo que he pensado para cada grupo. Las hormigas
han aparecido a la busca de lo dulce y el insecticida marca las distancias
entre unos y otras.
Después
de comer y un rato de lectura, voy a Nagoyon a ver cómo van las
obras. Están acabando uno de los piñones de la iglesia. Están contentos de
finalizar ya la parte alta. Hablo con varios de los presentes durante un rato.
Es interesante verles en el tajo y escuchar sus comentarios. Yo les animo
siempre en el trabajo y lo agradecen.
Voy
a Balei a dejar la comida que prepararán para la fiesta del viernes, día del
niño africano, y también visito a los que están haciendo el catecismo en la
escuela. Y cuando vuelvo, una señora con una garrafa de aceite de veinticinco
kilos me pide ayuda. Cuando pienso lo que tenía que andar esa señora con la
carga, doce kilómetros, creo que hoy ha tenido suerte y disfruto con su sonrisa
cuando sube al vehículo.
En
casa rezamos y cenamos. Hoy he hablado con el coci y me dice que me comprende
cuando le hablo… Pero la comida que nos ha preparado me dice que mejor que
mañana intente estar cerca de él cuando cocine. No vale la pena contar
detalles.
He
podido hablar con la hermana de América y a través de su teléfono con la que
está en Barcelona, Me ha hecho ilusión que me felicitaran, lo mismo que han
hecho varios por correo.
Hemos
tenido luz a ratos y cenamos viendo lo que comemos. Después la luz se fue
pronto.
lunes, 12 de junio de 2017
12 de Junio de 2017
Lunes
Cuando
me levanté había luz, pero se fue muy pronto, y era antes de las cinco de la
mañana. Rezos y misa con las linternas y el generador y durante el día ha
funcionado a medias el generador del centro de pastoral.
Digo
la misa en casa. Hacía bastante tiempo que no estaba con la gente de
la parroquia por la mañana. Hay un buen número y caras conocidas la mayoría.
Les animo a leer el evangelio y a intentar vivir las bienaventuranzas que hemos
escuchado. Veo que hay mucha gente mayor, pero muy pocos jóvenes y críos.
Esperaba
al profe después de la misa pero no ha venido, lo que me permite un desayuno
sin prisas y luego la reunión comunitaria llena de retos y de cosas a realizar,
que no sabemos cuando va a ser posible, pero por lo menos lo deseamos.
Voy
a ver al mecánico en su taller de reparación. Hablo un buen rato con él. Me
cuesta seguirle porque me habla en criollo y tampoco estoy seguro de si
comprende todo lo que le digo en inglés. Por lo menos le hago saber que mi
interés es el desarrollo de la gente y no voy buscando ganancias económicas. Me
parece que le sorprende un poco, pero creo que acaba comprendiendo lo que le
digo y los planes que tengo con los vehículos que tengo en su taller, el
camión, el tractor, un remolque. Y le hago ver que busco ayudar a la gente,
pero sin regalar las cosas, sino haciendo ver que es posible conseguir algo con
esfuerzo por parte de todos.
Vuelvo
a la hora de comer. El coci tiene lumbago y le cuesta moverse, pero va saliendo
adelante. Por la tarde ordeno cajas en el almacén y preparo lo que les voy a
llevar mañana a los que trabajan en la construcción de la iglesia y lo que les
daré a los críos de la escuela para el viernes que es el día de niño africano.
El
teléfono me permite concertar citas con los que deberían venir y no vienen y me
prometen venir luego, fontanero, carpintero… Aquí el prometer cosas es libre,
el cumplir lo prometido es harina de otro costal. Y también se ejercita la
paciencia.
La
luz viene a primera hora de la noche. Aprovecho durante el tiempo que la
tenemos y me imagino que no tardará mucho en irse.
domingo, 11 de junio de 2017
11 de Junio de 2017
Domingo
Como
digo la misa en casa, no estoy con la presión de levantarme pronto. Amanece un
día agradable y bastante cálido. He sudado lo que he querido y he podido
cambiarme de ropa y estar seco al comienzo de cada misa, una en casa, otra en
un pueblo por la mañana y otra en otro pueblo por la tarde.
Explicar
el calendario litúrgico, ver que estamos en tiempo ordinario y celebrando la
fiesta de la Trinidad me llevan la mayor parte de la homilía, además de
presentar a la Trinidad como una familia y recordar el trabajo que hago con las
parejas, y también invitarles a leer la Palabra de forma sistemática.
A
Nagoyon me ha acompañado por la tarde el profe que me da clase. No conocía esa
zona y me hace el comentario que le ha llamado la atención lo que ha visto,
empezando por la construcción y siguiendo por la gente y su participación.
En
casa hay luz y cenamos y podemos ver las noticias y alegrarnos con la décima de
Nadal.
sábado, 10 de junio de 2017
10 de Junio de 2017
Sábado
Seguimos
amaneciendo sin luz y en Madonna preparamos algo especial
para colocar la estatua de la Virgen que nos llegó en el contenedor.
Desayuno y leo el periódico y sobre todo los correos que varios me han enviado.
Cuando
salgo para rezar con la gente de la cárcel me viene a ver el cura de otra
parroquia que necesita la furgoneta que quiere llevar un cadáver a un
pueblo. Como no hay forma de entendernos en los horarios, le digo que lo puedo
hacer yo después de rezar con los presos y eso es lo que hago. La oración en la
cárcel es sencilla y recordamos de nuevo lo que les dije la semana pasada y
prometen que harán esfuerzos por vivir el ambiente de amistad entre ellos.
El
transporte del cuerpo es sencillo, desde la morgue del hospital hasta un pueblo
que está al lado del asfalto. El cura va delante en su coche y yo le sigo con
el cuerpo y la viuda que hace de copiloto. No habla inglés, pero rezamos el
rosario en su lengua en el camino de ida. La vuelta es rápida pues la hora se
echa encima y no quiero llegar tarde a la reunión con los maestros.
Tengo
a gente que me encuentro en el camino. Ha comenzado a llover no con mucha
intensidad pero suficiente para calarte entero.
Las
reuniones de maestros y parejas en su ambiente. Hoy no han venido muchos
maestros y la lluvia sigue cayendo, lo que hace que se oiga muy poco la
conversación. Veo que avanzamos pero con lentitud. No me puedo quejar que las
cosas van adelante.
Terminada
la reunión de las parejas, me junto un momento con los encargados de la
construcción en la comunidad y me presentan lo que se necesita, así se lo iré
trayendo en veces cuando venga.
Ha
venido conmigo la señora Cecilia, la madre del salesiano que está en Lungi y ha
aprovechado para hacer acopio de leña.
Estamos
sin luz y espero que venga más tarde, cosa que sucede y me levanto a trabajar
un rato en el ordenador.
viernes, 9 de junio de 2017
9 de Junio de 2017
Viernes
Nos
levantamos sin luz y la oración es a la luz de las linternas. Voy a decir la
misa a Madonna. Hoy el grupo es más normal en número y siguen atentos la
celebración.
Después
del desayuno hablo un rato con el cocinero. Sigo viendo que hay bastantes cosas
que no entiende cuando le hablas y tener paciencia es importante en estos
casos. Me voy al taller del mecánico y les pido el aceite de los cambios en los
motores, pues es lo que usaré como preventivo en la madera de la iglesia y a la
vez me doy una vuelta por el mercado que está abarrotado.
Después
de comer voy a Nagoyon a ver los trabajos de la iglesia y suerte que llegué
pronto, pues el albañil pensaba hacer una pendiente en el tejado que ni en los
países nórdicos para que deslice la nieve. Hemos discutido un buen rato. Nos
hemos sentado y con papel y lápiz hemos hecho dibujos de pendientes y hemos
medido la pendiente de varios de los edificios en el pueblo. Para concluir,
tendremos unos piñones de una altura de alrededor de dos metros. El albañil
quería cuatro metros, pero me parece demasiado jaleo para poca cosa.
Vienen
a cenar Augustine, el salesiano que cantó misa hace poco, y su madre. Llueve y
agrada algo caliente. Estamos de sobremesa un buen rato y hablamos de los temas
más variados. Al final le damos unas galletas de las que vinieron en el contendor
y todos contentos.
Por
suerte acabamos teniendo luz y eso es algo que se agradece.
jueves, 8 de junio de 2017
8 de Junio de 2017
Jueves
Después
de una noche que ha llovido y que, con la temperatura baja te permite
descansar, me levanto con buenas sensaciones. Hago la gimnasia que suelo hacer
y el aseo y me voy a Mattru, el pueblo de difícil definición. El grupito de
siempre está presente y con ellos rezamos. Quiero ver al catequista y dejo
recado a uno de los maestros, pero el día se ha pasado y no tengo señales de
vida del catequista que es también jefe de los maestros de la escuela.
La
vuelta es con estudiantes y gente que trae cosas para el mercado y en casa
después del desayuno me paso la mañana en la iglesia rezando ante el Santísimo,
pero no por ello dejo de recibir a quienes vienen a verme o a confesarse.
También tengo tiempo para leer y preparar la homilía y lecturas de domingo y de
diario, sobre todo ahora que tengo al profe de lengua, me entreno para leer el
evangelio en lengua local.
Después
de comer me doy una vuelta por el terreno en Towama. Allí me encuentro con el
señor que limpia el interior y me dice que ha estado tres días en baja forma.
Le doy un paquete con alimentos y se pone muy contento.
En
Nagoyon los trabajos en la iglesia siguen. Están acabando el cincho de arriba y
les quedan los piñones y comenzar con el techo. He visto las cosas. He tratado
de poner la madera en buen orden de manera que seque y se ventile y me he
venido para casa, pues tengo que decir la misa en Madonna y, como de costumbre,
el jueves hay pocos en la cita.
En
casa tenemos luz, pero la conexión a internet es pobrísima. Skype no hay forma
de conectarse y lo que queda: paciencia e intentarlo más tarde.
miércoles, 7 de junio de 2017
7 de Junio de 2017
Miércoles
Voy
a rezar Towama. Hay un grupito que se va aumentando poco a poco.
Intento explicarles lo que acabamos de comenzar, el tiempo ordinario. Insistiré
el domingo porque me parece que no me siguen mucho.
Después
de la misa vengo a Madonna donde también me esperan para la misa. Hoy tengo
tiempo y no llego tarde como ayer. Les explico de nuevo lo del tiempo ordinario
y les animo a venir más gente, en especial el jueves que es por la tarde.
En
casa me encuentro con el profe de lengua que me ofrece darme clase, lo que
acepto sin pensar. Siempre que me ofrezca darme clase estaré disponible, pues
aprender con quien tiene ganas de enseñarte y sabe lo que enseña, es siempre
útil.
Hablo
un rato con el cocinero. Me da la impresión de que no comprende muchas de las
cosas que le digo y me parece importante que se sienta a gusto y que tenga
confianza en sí mismo y en el trabajo que hace. Por lo menos al final sonríe,
que no es poco.
Sigo
a vueltas con los libros y sigo teniendo que tener paciencia, pues por ahora no
se ve solución a lo que busco. También me traen el presupuesto para arreglar el
coche rojo que se ha averiado. Las cosas son serias, pues la suma que proponen
es para pensárselo y es lo que trataremos de hacer estos días entre nosotros y
buscar soluciones posibles.
Sigo
en el teléfono al carpintero y al fontanero que tenemos necesidad, pero que no
están disponibles. También Andreas me dice que vendrá, pero a finales de mes,
lo que me parece mucho tardar, pero es cuando puede venir.
Voy
al terreno a ver lo que están haciendo, pero se desata la lluvia y la mejor
opción es la vuelta a casa, pues la cosa no va a parar en un momento.
Rezamos
y cenamos sin luz y esperemos qua a alguna hora de la noche venga para poder
cargar las baterías. La conexión es demasiado débil y no pasa.
martes, 6 de junio de 2017
6 de Junio de 2017
Martes
Madrugo
para ir a Nagoyon a decir la misa, pues tengo que volver también para Madonna.
Llego un buen rato antes y ya hay gente rezando en la iglesia. Y son las cinco
y media. Comienzo un poco antes de la hora y al acabar estoy con prisa, pues me
queda camino para llegar a decir la otra misa, aunque siempre hay sitio para
unos cuantos que vienen a sus asuntos, desde inscribir a los críos en el
registro civil hasta visitar a familiares o venir al mercado.
Vengo
con dos críos de la escuela que están dispuestos a recoger bolsas de agua de
las que tiran por cualquier sitio después de usarlas. Nos servirán para hacer
el vivero de los frutales que queremos iniciar en las escuelas. A cualquier
sitio que voy me acompañan y mientras hago los recados ellos reúnen bolsas. Al
final del día llevamos a la escuela una buena carga en el vehículo.
He
estado en la finca, he ido a ver al mecánico que me ha dado un presupuesto para
el arreglo del tractor y me promete el del coche más tarde; también he visitado
a los de la reforestación y me han dicho que vuelva mañana…
Después
de comer y echar un rato la siesta, antes de ir a los pueblos, me he dado una
vuelta por el mercado con el cocinero. Hemos comprado unos pollos y un pescado,
además de algo de fruta.
Hoy
me ha acompañado a los pueblos Christian. Primero nos paramos en nuestro
terreno y después fuimos a Nagoyon. La iglesia sigue su marcha y comenzamos a
pensar en el techo. Luego voy a Balei donde dejo las bolsas de plástico y estoy
un rato con los críos que hacen catecismo.
Volvemos
a casa, cena, que hoy es con luz, aunque en ciertos momentos se corta y luego
tengo la suerte de poder comunicarme con mi hermana en América y con otra
hermana en Barcelona a través de ella. Así tengo noticias de la familia en
directo. Después hablé también un poco con Emiliano que está en Cinkassé y a
punto de salir de vacaciones.
lunes, 5 de junio de 2017
5 de Junio de 2017
Lunes
Comenzamos
semana y hay luz. En Madonna, donde voy a decir la misa hay un buen grupo de
gente. Algunos de los que recibieron la comunión ayer están presentes, otros ya
habían dicho que tienen que ir a clase y les es imposible venir. Les advierto
que mañana a lo mejor vengo tarde a la misa porque iré antes a un pueblo.
Después
del desayuno tenemos reunión comunitaria y seguimos con las planificaciones,
aunque sea a final de curso. Hay programas para los que se preparan para
casarse, para confirmación, para bautismo. Queremos comenzar por lo poco que
podemos, pero por lo menos hacer algo. Y lo mismo sucede en los pueblos.
Voy
donde el mecánico que tiene el camión y el tractor en el garaje. Pido
presupuestos de lo que hay que cambiar y pago el carburante que ninguno de los
dos tiene.
Visito
los despachos del centro de pastoral y sigo buscando la manera de que avancemos
con el libro de oraciones en mende, así como los otros libros para la librería,
pero estamos en espera.
Después
de comer voy a nuestro terreno. Estamos acondicionando las cosas para plantar
algo y limpiar es lo primero que hay que hacer. Nos cae una buena lluvia que me
pilla en el vehículo y ya había previsto la cosa, pues tenía conmigo un libro
para leer durante ese tiempo. Cuando escampa cargamos leña y la traigo con el
fontanero.
En
casa no hay luz y leo un rato hasta que al final la luz viene y hay conexión y
cargo las baterías.
domingo, 4 de junio de 2017
4 de Junio de 2017
Domingo
Duermo
bien y me levando descansado. No hay luz, pero como no tengo que madrugar me
puedo valer con la claridad del día para el aseo.
Después
de rezar un rato en casa, voy a Madonna para la misa. Pentecostés es una fiesta
importante y trato de realzarla en el sermón y otros detalles. Hay una docena
de niños y jóvenes que fueron bautizados el viernes y hoy reciben la
primera comunión. Resalto su presencia, hago que vengan con ellos los padres y
padrinos y les invito a venir a la misa durante la semana, cosa que prometen.
He
intentado hacer ver que pentecostés es la presencia del Espíritu entre nosotros
en las circunstancias normales de la vida ordinaria y es ahí donde tenemos que
descubrir su presencia y su eficacia. Concretando los retos les felicito por
venir, pero me pregunto por qué hay tantos que llegan con retraso. La misma
pregunta se repite para los que vienen y no comulgan, que son muchos. Creo que
se ha iniciado el camino de solución, que es hacer catecismo, aunque no sean
muchos por el momento los que lo hacen.
Voy
a Towama, donde no hay mucha gente, imagino que han ido a alguna celebración en
otra iglesia. Al final de la misa hay invitación a comer en casa de alguien que
celebra aniversario de defunción de su madre y todos van a comer…
En
casa hoy el plato de arroz de cada domingo es un pescado y ensalada de verduras
que está bien preparada y como con gusto antes de echarme un rato la siesta.
Con los otros no me veo, pues cada uno tiene sus compromisos.
Cargo
la comida de la semana para los que trabajan en la construcción de la iglesia y
pienso en los que van a transportar madera desde donde se ha cortado hasta el
sitio en el que un vehículo pueda llegar, que tendrán buen trabajo que hacer. A
esos también hay que darles de comer y necesitan un buen menú, pues acarrear
madera no es cosa fácil.
Digo
la misa en Nagoyon a las cinco. No hay mucha gente al principio y algunos más
van llegando. Empezamos fuera de la iglesia pero la lluvia nos hace entrar…Hace
tanto calor dentro que sudo lo que quiero y más, pero llueve y hay que aguantar
dentro y esperemos que refresque un poco sin tardar.
En
la homilía les hago ver la presencia del Espíritu en el trabajo que están
haciendo en la construcción y el ejemplo que les cuento es algo que ya habían
escuchado hace tres años y hoy se dan cuenta que los sueños pueden hacerse
realidad y se entusiasman con lo que estamos viviendo, que creo que es lo que
vale la pena, vivir la fe con ellos en la lucha de cada día.
Después
de la misa reunión para planificar la semana con los responsables y tener
claros los objetivos, algo que va saliendo cada vez mejor. Ellos están seguros
del trabajo que hacen y yo me puedo fiar porque el trabajo estará
bien hecho.
Vuelta
a casa con gente que te acompaña y algunos que encuentro en el camino y a los
que veo la sonrisa porque les he ahorrado una caminata.
Estamos
sin luz pero hay conexión y veo las noticias, aunque internet para
correos no está disponible. Cuando la batería se había terminado y me disponía
a leer en el libro electrónico, viene la luz, que me permite seguir con el
trabajo en el ordenador.
sábado, 3 de junio de 2017
3 de Junio de 2017
Sábado
Se
anuncia día movidito, pues cosas que no pude hacer ayer, espero hacerlas hoy.
Por lo menos tenemos luz y se puede rezar a gusto y tranquilo. Después voy a
misa a Madonna y me encuentro un grupo como el de ayer. Les animo a que sigan
llamando a otros a venir con ellos.
Hoy
he llevado el vehículo y cuando vuelvo a casa ya me están esperando los que
ayer llegaron con el tractor. No están muy animados a ir a buscar el camión que
tenemos averiado, pero les insisto y al final aceptan, con ayuda de alguna
propina. Mientras van saliendo a lo del camión, llega el carpintero que hacía
tiempo esperábamos. Le enseño el trabajo que le queda y va a buscar lo que
necesita, y en el tejado pasa bastante tiempo. Cuando llueva veremos el arreglo
que ha hecho. Queda para venir otro día a otra zona que tiene que poner
cemento.
Como
Sergej se ha ido de vacaciones, aprovecho para ir a la cárcel, donde él solía
ir, a rezar con los presos. Me reciben con agrado, entro sin mayores problemas,
estoy alrededor de una hora con ellos y les prometo venir la semana que viene.
Les animo a tener alguien como amigo especial, pues en la cárcel es importante
tener alguien con quien compartir lo que se vive. Me prometen hacerlo durante
esta semana. Veremos el resultado la próxima vez que nos encontremos.
Vuelvo
a casa y me tomo las cosas con una cierta calma, pues nada puedo hacer por los
que han ido a buscar el camión averiado y tardan. Después de comer duermo un
poco y sigo leyendo a la espera de noticias, que llegan positivas. Han traído
el camión al garaje y se preparan para cargar la hormigonera. Los aprendices
que han ido a cargar el camión están cansados y acostados en el suelo
esperando, pero el conductor del camión dice que para cargar la hormigonera le
hace falta una grúa y la va a buscar. En el tiempo que hace esto les doy a los
aprendices unas galletas y están encantados, pero algunos no comen porque son
musulmanes y están en el ramadán. Les pido disculpas, pues no había caído en la
cuenta. Los que son musulmanes y no ayunan, se comen las galletas con apetito y
les llevo a su taller, que está en la otra punta de la ciudad, así doy tiempo a
que el de la grúa venga y, el chofer que es perro viejo, le ha logrado sacar un
precio razonable por el trabajo que hace. Les doy a cada uno lo que les debo y
arrancamos todos rápido, pues todos tenemos prisa. Yo llego tarde para le reunión
de los maestros, pero ya les había avisado y comprenden el percance.
Yendo
hacia los pueblos paso por la finca, donde el fontanero con su hermano pequeño
están preparando leña para que se la traiga a casa en el vehículo a la vuelta
de los pueblos.
Recojo
a las parejas de Tikonko y nos vamos a la reunión a Nagoyon, que comienza con
los maestros, que también a ellos les gusta este encuentro. Seguimos con las
parejas, que hoy son un poco menos que la semana pasada, pero parece que todos
tienen ganas de hablar, como si fuera en la radio. Las intervenciones son
largas y tenemos tiempo para ello. Creo que es positivo el trabajo que estamos
haciendo, pero muy lenta la reacción.
Cuando
acabo con las parejas me doy una vuelta por la construcción y saco fotos, además
de alguna observación y retoque en lo que van haciendo, pero está bien hecho y
a punto de acabarse el trabajo, antes de atacar la madera del tejado, que ya
está preparada en el monte.
Dialogamos
un rato sobre las necesidades que tienen en cuanto a comida y materiales para
los que trabajan en la obra y luego me vuelvo a Tikonko donde dejo a los que
había llevado para las parejas y voy a la finca nuestra donde me esperan el
fontanero y su hermano para cargar el coche le laña y traerla a casa, cosa que
hacemos ya con la noche encima.
Voy
por primera vez a la casa del fontanero, que comparte con otros miembros de la
familia, vacían la furgoneta y vengo a casa, donde veo que Joseph ha vuelto del
viaje y está hablando con alguien en el despacho.
Después
de cenar tenemos un momento de encuentro y mañana tenemos las misas repartidas
y en las dos parroquias habrá primeras comuniones.
La
luz viene y se va con una cierta frecuencia, pero en general se queda. Puedo
hablar por Skype y el agua que se hace presente ayuda a una buena bajada de la
temperatura.
viernes, 2 de junio de 2017
2 de Junio de 2017
Viernes
Se
nos fue la luz y ya no volvió, así que a dos velas y rezando con linternas. Voy
a Madonna para la misa y hay un buen grupo. Les animo a ser misioneros como
Pablo y a seguir a Jesús como le pide a Pedro en el evangelio.
Vengo
a casa andando y alguien me compaña, sólo por venir conmigo… Hoy está el profe
de lengua y nos pasamos un rato leyendo el evangelio, antes de que tenga que
volver a Madonna para la misa de los alumnos de las escuelas, más de mil que
vienen a misa cada primer viernes de mes.
Es una experiencia y un espectáculo
ver desde los de la guardería hasta los más grandes de la secundaria junior. La
iglesia está llena y han preparado las cosas con bastante detalle. Les animo a
ser misioneros como Pablo y a seguir a Jesús como Pedro es invitado al final
del evangelio. He ido porque Joseph se va de viaje a un compromiso que tiene en
Lungi y para que pueda salir adelantar el viaje.
Al
salir de la misa, la directora de la guardería, persona con la que ya he tenido
mis contactos varias veces, me dice que a ver si les ayudo, que no debo
ocuparme sólo de los pueblos… Y me sugiere la necesidad de agua para la
guardería. Le prometo que haré lo que pueda por que tengan agua y, de allí no
vuelvo a casa, me voy a ver al mecánico porque me han prometido que hoy viene
un camión con el tractor, cosa que espero que nos ayude en el trabajo en los
pueblos y en el terreno.
No
sé cuándo van a llegar los del camión, por eso me tomo las cosas con calma y
vengo a casa a la espera de acontecimientos. Andreas llama que están en camino
y me cercioro y veo que tardarán en llegar, cosa que al fin hacen más tarde de
las seis y media.
Quiero
poner varias cosas juntas y creo que es difícil, si además se te ponen las
fichas del lado contrario, pues quiero que me trasporten el camión que está
averiado a unos kilómetros de Bo y primero tardan en descargar el tractor
porque da problemas y luego empieza a llover. Además tengo una rueda del
vehículo que tiene una punta clavada y comienza a perder aire… Tengo que ir a
arreglarla y en el intermedio los del camión han decidido ir a comer algo y me
dicen que el trabajo lo harán mañana. Esperemos que sea cierto. Mañana lo
veremos.
En
casa estamos sin luz hay un profundo silencio. Christian se ha acostado porque
no estaba muy en forma. Después de cenar me dedico a leer con paciencia hasta
que por fin nos llega la luz, avanzada la hora y me permite conectarme, ver las
noticias y recibir algunos correos.
jueves, 1 de junio de 2017
1 de Junio de 2017
Jueves
Nos
levantamos con luz. No he dormido bien y también he enviado correos y fotos de
madrugada, pero me encuentro en forma y voy a rezar a Mattru, donde me
encuentro el grupito de siempre, la mayoría mujeres que no hablan inglés.
El
camino de vuelta es con estudiantes y gente que viene con mercancías y al
llegar a casa, desayuno y trato de estar la mañana en la capilla rezando, pero
hay bastante gente que viene y la recibo, hasta los que se vienen a confesar.
Me da tiempo de rezar, leer, preparar la homilía para el domingo y estar un
buen rato rezando de forma que me siento diferente y cambiado.
Después
de comer sigo en la capilla, hasta me duermo un rato y cuando llega la hora voy
a Madonna, no sin antes rellenar unos papeles para apadrinar críos necesitados.
Hoy
en la otra parroquia hay poca gente, y es que un grupo han venido aquí porque
hay bautismos y se han celebrado juntos aquí. Después de la adoración aparecen
Augustine y Daniel, salesianos que concelebran y a quienes vuelvo a casa antes
de que se vayan donde su familia.
La
celebración aquí se alarga y vienen tarde a cenar. Durante la cena el
comentario es la falta de costumbre del catecismo y lo poco que saben de
religión, cosa que habrá que intentar mejorar con paciencia.
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