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viernes, 31 de agosto de 2018

Dar las gracias...

Queridos todos:

Este año he tenido oportunidad de vivir una experiencia muy especial y de forma repetida.

Todos sabemos la importancia de la familia y lo bueno de encontrarse de vez en cuando.

Este año me he podido encontrar dos veces de una manera muy especial con la familia, una en América cuando Manoli ha reunido a sus hijos y nietos en una casa en las montañas para pasar unos días de asueto y encuentro...

Ha sido la primera vez que he vivido esta experiencia de cerca. Ya sabía que existía y que era muy positiva, pero lo que he podido constatar este año es el ambiente de familia que se vive y cómo las relaciones entre unos y otros son extremadamente cordiales y cercanas. Por eso quiero decir una palabra de gracias a todos y cada uno de los que han hecho posible que estuviera presente y experimentara este ambiente de familia.

Me ha pasado lo mismo en Bárago, donde cada 15 de agosto nos encontramos en familia y este año de una manera especial recordando a quien fue el impulsor del encuentro y que ya no estaba físicamente entre nosotros.

Desde aquí, Bo, en Sierra Leona, quiero agradecer a todos y cada uno lo que año tras año se me está ofreciendo: cariño, cercanía, familiaridad, colaboración... 

Me siento abrumado por las continuas muestras de afecto que veo en todos hacia mi persona y hacia el trabajo que estoy realizando en África... 

Sé que para muchos de vosotros África tiene el rostro de Antonio. Sé lo cerca que me tenéis cada día y os lo quiero agradecer y deciros que lo noto y que yo también os tengo presentes cada día en mi oración ante el Señor.

Pido a Dios la bendición para todos y cada uno de nosotros y que nos permita encontrarnos en familia muchas veces aquí y un día también disfrutar con Él todos juntos en el cielo.

Recordando a Faustino...mi hermano fallecido hace un año


Estando en casa de Faustino encontré un cuaderno en el que había escrito varias frases a manera de sentencias o pensamientos...

Comparto algunas que me parecen interesantes...


Vete, olvida, y ojalá

Su auxilio el Señor te preste.

Y el olvidar no te cueste

Lo que a mí me costará


Tengo lagunas… Pero sin agua



La mayor parte de la gente

Vive con las promesas máximas

Y con el sueldo mínimo



No merecemos la pena

Merecemos la alegría



El amor nos pone el corazón

Como un campanario en manos de un loco



Las guerras es donde crujen

Las costuras del mundo



El genio compite con el mal genio



Dicen que Castro arde y Laredo llora

porque no se haya quemado antes de ahora



El sentirte abandonado te hace comprender

La sensación de los muelles al alba



Estoy llamando a la muerte

Y ella no me responde.

Seguro que llegará

Sin saber cuándo ni dónde



Si escuchamos al otro

Puede ser que nos convenza…

Y, hasta ahí podíamos llegar…



En tiempos de guerra…

Mentiras por mar y tierra



He bebido a la salud de tanta gente,

Que he llegado a perder la mía



Los políticos tienen poca eslora y ancha manga



Vida sana y achuchón, no tiene comparación



Persona de 80 años es madura tirando a podrida



El que sufre una injuria, suele tener siempre

Mejor memoria que el que la cometió



Pedid y se os dará…

Lo que no han dicho es por donde



Dicen que casarse en martes trae mala suerte…

¿Por qué el martes iba a ser una excepción?



Recuerdo muy personal...

Ricardo para mí fue mi tío, mi padrino y mi amigo,

y como tal le quise, y su recuerdo permanecerá en mi memoria hasta mi propio final

Que confío sea como el suyo: sereno, coherente y fortalecido y amparado

por la virtud teologal de la esperanza

31 de Agosto de 2018

Viernes


Nos levantamos con luz y la adoración y los laudes son del ordinario de cada día. Vienen algunos menos que otros días, imagino que el frescor hace que se peguen las sábanas, o la estera, que es lo que se usa por aquí.

Voy a decir misa a la otra parroquia y también hay menos asistencia que los otros días. Al final de la misa les recuerdo su falta de palabra de ayer y alguno se disculpa.

Visito a los maestros en los exámenes y les digo que les espero cuando acaben para juntos ir a los pueblos y vengo a casa y escribo correos y otras cosas hasta que es la hora de comer. Creo haber enviado algo que hace tiempo quería hacer, un correo para dar las gracias a todos en general y a cada uno en particular por la amabilidad y disponibilidad que todos manifiestan hacia mí.

Ha habido un retiro para las mujeres en la parroquia y estoy un buen rato confesando en la iglesia. Intento ver las cosas en positivo y hacer que quien venga a confesarse, se vaya con una sonrisa y eso sin ser la penitencia.

Cuando después de comer me dispongo a echarme un rato de siesta, resulta que los maestros se presentan y se colgó la siesta, pero a cambio tuvimos un rato de reunión en el que compartimos muchas cosas interesantes y al mismo tiempo intento motivar a todos y cada uno en el trabajo que están haciendo.

Vienen los argentinos y me van a hacer preguntas sobre el proyecto de las moringas. Veo que es para llevar un control en los objetivos y fijar calendario.

Después de la entrevista, los maestros me están esperando y juntos vamos  a sus pueblos. Estoy en Lembema donde les animo a preparar la tierra para poder plantar las moringas y luego en Balei donde saludo al maestro retirado que está enfermo y también me doy una vuelta por el terreno de la escuela, hay árboles con necesidad de que se limpien las malas hierbas y han comenzado una fosa con compost y les felicito.

En el camino me he encontrado con un conocido que se ha apuntado a venir conmigo y le agradezco la compañía y la conversación, además de las noticias que me da del pueblo.

Vuelvo a casa cansado  y sudoroso y una ducha antes de la oración regenera y descansa. Después de cenar leo las noticias, veo algunos correos que han respondido y hago la crónica entre otras cosas.
Final de mes y agradecemos a Don Bosco el estar cercano a nosotros, además de la presencia maternal de María.

jueves, 30 de agosto de 2018

30 de Agosto de 2018

Jueves


Y llover, llover, llover…

Durante la noche ha llovido y no voy al pueblo que suelo ir porque no sé el estado de la pista y no quiero exponer cuando no hay necesidad.

Rezamos los laudes y con la exposición me paso el día en la iglesia, lo que no quiere decir que no me encuentre con los que vienen y en particular con Joseph que hemos hablado largo rato.

Después de comer sigo en la iglesia y seguimos con muy poca asistencia y a la hora de la misa en la otra parroquia me voy con el vehículo, pues la lluvia se anuncia.

Cuando llego a la otra parroquia, un rato antes de la misa, la lluvia intensa se desata y ya ni misa ni adoración, vinieron cuatro contados y ni el que traía las llaves se presentó, así que paciencia y a esperar mejores tiempos.

La lluvia seguía cuando vine a casa y se hizo más intensa un rato después, con lo que tenemos un poco de frescor y humedad para rato. Pero esto es lo normal de la estación de lluvias.

miércoles, 29 de agosto de 2018

29 de Agosto de 2018

Miércoles


Me voy acostumbrando a la levata con humedad y frescor y así ha sido  hoy, pero con luz y con tiempo.

La adoración del Santísimo es el siguiente paso acompañado de los laudes y salgo pitando para la misa en la otra parroquia y llego tarde pues están intentando meter el agua por algunos sitios y la calle que utilizo está cortada por una zanja y por supuesto, sin ninguna indicación… Un rodeo para llegar al asfalto es el motivo de la tardanza.

Después del desayuno visito a los maestros en su “college” que están de exámenes y luego vamos a ver al obispo para entregarle los planes de la casa que vamos a hacer en la otra parroquia y luego me doy una vuelta por el mercado para comparar precios de paneles solares y accesorios.

Volviendo a casa visito a la monja, pero no está presente. Los que sí están son los que organizan la radio de la diócesis y me invitan a hablar en la radio. No sé si se creían que iba a aceptar, pero he aprovechado para hablar del catecismo, del sermón que hice el domingo sobre el tema de la decisión para seguir a Jesús y comentar la experiencia de las parejas de matrimonios, que en total ha sido más de media hora en directo. Les  ha parecido bien y me han invitado a volver. Les he dicho que estoy disponible cuando me llamen y me he ido sin ver a la monja.

Después de la comida y la siesta tengo la suerte de encontrarme con la monja para concertar los catequistas que puedo enviar a la sesión que preparan y después voy a ver a los maestros, pero hoy han acabado antes y me marcho a la finca con la esperanza de poder encontrar a los que allí estén trabajando.

La tarde se ha metido en agua y no encuentro a nadie, lo mismo que me pasa en un pueblo en el que habíamos quedado de reunirnos y en casa y la lluvia cayendo, rezamos en comunidad vísperas y el rosario, todo en la capilla, que el agua sigue y cenamos con la luz del generador.

Hoy durante el día no ha habido conexión y ahora sigo con problemas de enviar los correos que había preparado Esperemos que acaben saliendo.

martes, 28 de agosto de 2018

28 de Agosto de 2018

Martes


Los viajeros llegaron, pero lo suficiente tarde como para decir que fue ya hoy… Por lo menos llegaron sin novedad.

Por la noche llovió y la temperatura por la mañana es fresca, quizás más la humedad que la temperatura. La gente va llegando para la adoración y otra vez vuelve a llover pero cuando voy a la otra parroquia para la misa ya se ha calmado.

Me llama la atención el que en la otra parroquia, Madonna, el número de asistentes a la misa va aumentando, algo que no me esperaba tan pronto.

Desayuno esperando la llegada de los argentinos, que al final se demoran y aprovecho el tiempo para planchar la ropa que lleva dos días en la cuerda y así tratar de reducir la humedad.

Voy a ver a los maestros que están en exámenes y luego a visitar el vivero de las moringas antes de encontrarme con los argentinos  en la finca, donde nos pasamos un par de horas viendo lo que se ha hecho y planificando las cosas que nos quedan por hacer, tarea ardua, pero que me motiva, pues  ante el trabajo lo que hay que hacer no es tener miedo, sino acometer su realización.

Los argentinos vienen a comer con nosotros y después de comer tenemos un buen rato de reunión para ver de poner en claro los puntos que tenemos que tratar de llevar adelante juntos, las moringas, el maíz, la limpieza de la tierra…

Después me echo un rato la siesta, pues el paseíto por la finca me ha cansado y veo que también me ha pillado el sol en los brazos, no la cara porque tengo un sombrero de paja de arroz.

Me encuentro un buen rato con uno de los maestros que están haciendo los exámenes y tengo un intercambio de ideas y veo que hay buenas sensaciones entre ellos, comparto ideas y preocupaciones y me siento agradablemente sorprendido por las respuestas que me va dando.

Voy a visitar a la monja que se ocupa de las reuniones de los catequistas, pero no logro dar con ella, esperemos que mañana haya más suerte.

Leo un rato en la iglesia y también preparo el plan para llevar a cabo los trabajos que tendremos que realizar en la granja a la vez que pienso también en la visita que el regional nos hará a principios del mes de septiembre.

La oración de la tarde, la cena y un rato de leer las noticias completan la jornada.


lunes, 27 de agosto de 2018

27 de Agosto de 2018

Lunes


Ha llovido durante la noche y me ha costado dormir, con lo que levantarme es también un problema de decisión. De todas formas estoy en la iglesia a tiempo de hacer la exposición del Santísimo y rezar los laudes. Para la misa voy a la otra parroquia y después estoy un rato con el líder de la parroquia, le llevo a donde trabaja en vistas a vernos luego para visitar al obispo, quien nos da cita para el miércoles.

Después de desayunar voy a ver a los maestros que han comenzado los exámenes de su segundo año de estudios. Las sensaciones son buenas y están contentos de que les haya ido a visitar.
El fontanero que me había prometido que estaríamos por la mañana en la finca, me dice que hay alguien que ha muerto y que quizás lo hagamos por la tarde. Sigue lloviendo y la ropa de la cuerda sigue sin secar.

Me paso un rato en la iglesia preparando sermones y otras cosas y también por estar cerca del despacho porque Christopher ha ido a buscar a Joseph que llega de Ghana a Lungi.

Después de comer voy al taller del mecánico donde siguen los arreglos del coche y la lluvia nos acompaña. Voy a ver al fontanero y ahora sí viene conmigo a la finca y allí nos pasamos más de tres horas intentando poner orden en lo que hay por allí. Recorro los diferentes sitios en los que se está haciendo algo, que hoy está en calma y me entretengo en el campo de las moringas y veo la necesidad de limpieza que tienen y de reponer las que no han prendido. También hay otros espacios limpios a la espera de que vengan los argentinos para empezar a sembrar, cosa que según hemos concertado en el teléfono, piensan hacer mañana.

Me he puesto las botas y he recorrido bastante parte del terreno, lo que me ha hecho sudar en abundancia y recordar otras veces que lo he hecho también. Por lo menos hay la sensación de que se está haciendo algo, pues los cimientos del centro de procesamiento de la moringa están puestos y la valla de la finca avanza a buen ritmo.

Ceno solo a la espera de que lleguen los que vienen de Lungi


domingo, 26 de agosto de 2018

26 de Agosto de 2018

Domingo


He dormido bien y me encuentro en forma. No tengo prisa en levantarme, pues no hay misa pronto, lo que me permite deshacer la maleta y colocar cosa en su sitio, además de rezar un rato y desayunar las sobras de la cena de ayer.

En la iglesia van viniendo algunos parroquianos y me entretengo leyendo el boletín hasta que es la  hora para ir a la otra parroquia donde ya hay un buen número de gente y donde están preparando la celebración en la que me acompaña un cura espiritano que nos suele ayudar de vez en cuando.

La misa es larga, especialmente por los anuncios, pero yo también he dedicado un buen momento en el sermón a hablar de la decisión que debemos tomar en nuestras vidas, en particular de seguir a Jesús y seguirle llegando a la hora a misa y sobre todo participando en la comunión, lo que nos habla de una necesidad de hacer catecismo y así se lo propongo a algunos grupos y a los matrimonios en particular, sacando la referencia de la segunda lectura.

Después de la misa en Madonna me voy a Towama donde comenzamos con la misma tónica el sermón, y es que es la realidad que estamos viviendo que hay mucha gente que viene a misa pero que no comulga porque no esté en regla. Después de la misa algunos me vienen a hablar personalmente y les digo que no se trata de romper con cosas de manera drástica, pero que sí necesitamos una decisión a tomar comenzando por un tiempo de oración confiada al Señor. El líder me habla de que tiene una lista de jóvenes y otra de adultos para el catecismo.

En casa a la hora de comer estoy solo y un plato de arroz con bastante picante me ayuda a mantenerme despierto durante el rato en que pensaba dormir. La realidad es que no tengo mucho tiempo porque hay reunión de los dirigentes de los pueblos y hoy es en Gbalehun, lo que hace que recorrer el camino a cuenta de las lluvias nos lleve más de una hora andar los quince quilómetros que nos separan.

Por lo menos la asistencia ha sido numerosa y los temas, aunque no era exactamente lo que me esperaba nos han entretenido largo rato, en particular la situación de las escuelas que tenemos en la comarca y que tenemos que continuar con el trabajo.

Después de un arroz bien picante, nos volvemos a poner de nuevo en ruta y esta vez hemos tenido un camión que transportaba leña que nos precedía y  algo que me llamó la atención: a la ida cruzamos un puente y para mayor seguridad lo pasé con la furgoneta vacía porque no estaba seguro de su resistencia, pero a la vuelta, con el camión delante, no me preocupaba, aunque sí se bajaron los que venían en la parte trasera del camión…

Fui a Nagoyon donde no pude decir misa porque era demasiado tarde y nos volvimos con los maestros que también han asistido a la reunión, pero que mañana comienzan los exámenes del segundo curso que han seguido durante las vacaciones.

El día ha estado medio lluvioso, la ropa en la cuerda no seca y esperemos que mañana haya sol para que no coja olor a humedad.

Estoy cansado por el trabajo del día y contento de ver que hay buenas esperanzas, pues por ahora no puedes ver las realizaciones.


sábado, 25 de agosto de 2018

25 de Agosto de 2018

Sábado


Por la noche ha llovido y hace fresco que es agradable por la mañana. La adoración en la iglesia es lo primero que hago y después la misa y un rato de estar saludando a los que han venido antes de desayunar y salir hacia la cárcel para la oración.

En el camino la poli que está a la caza me paran y el poli viejo envía al joven conmigo en el coche al cuartel donde  el jefe me conoce y les dice que me dejen en paz.. El jovencito no se lo podía creer, pues además le había invitado a ir a la cárcel conmigo… Ya me había pasado otra vez con una mujer, pero las cosas se repiten y es que cada vez la poli busca cazar a alguno para ponerle una multa y… por el momento me he salvado.

La experiencia en la cárcel es muy agradable, excepto la entrada donde el poli vigilante me pide de manera muy descarada que le dé dinero, cosa que no consigue. Dentro hay gente que me conoce y los saludos son efusivos, seguidos de un rato de canto y lectura del evangelio para llegar a los testimonios de lo vivido y me llama la atención lo contentos y sonrientes que están a pesar de las dificultades que tienen.  La realidad es que se me pasa el tiempo muy rápido y tengo que acabar porque debo asistir a una reunión del consejo de la parroquia en Madonna, donde llego un poco tarde, cosa que también van haciendo los participantes. La reunión es animada y hay muchos temas y al final les pregunto por temas espirituales, que no he visto que traigan… Acabamos pensando en tener un rato de retiro en la reunión siguiente.

La lluvia nos acompaña y voy a dejar el vehículo donde le mecánico para que ajuste alguna cosa. Siempre hay algo que arreglar y las piezas a cambiar son caras, por lo que mantener un vehículo es muy caro, pero no tienes otra opción donde no hay taxis o autobuses disponibles.

Vengo a casa a la hora de comer y en la iglesia hay una boda, los que confesé ayer. Está el obispo y algún otro cura, conocidos del novio. No hay mucha gente, pero sí los coches que impiden el paso.
Mientras como y echo la siesta han venido a limpiar la habitación y a lavar la ropa… Todo en la habitación huele a humedad y una lavada cambiará el olor, pero como sigue lloviendo no hay forma de que la colada seque.

Sigue lloviendo y sigo esperando a que el vehículo venga del taller. No acaban a la hora, pero también me doy cuenta de que si llueve la gente en los pueblos no estará presente, por lo que si añadimos el estado del camino, creo que es más razonable quedarse en casa y así veo lo que pasa en la parroquia los sábados por la tarde, Visito varios grupos en particular el de los monaguillos a los que hablo un ratito y les animo a que vengan con otros amigos.

Finalmente aparece el mecánico con el vehículo y cuando le vuelo a su taller aprovecho para echar carburante… El precio del gasoil ha subido de forma increíble, pues de estar el año pasado a medio dólar, se ha puesto ahora a dólar el litro y a este paso las bicis tomarán el espacio de las motos.
De vuelta a casa me da tiempo de rezar un rato antes de la oración de la tarde y el rosario. Luego la cena y la luz del generador esperando que nos llegue la de la ciudad.


viernes, 24 de agosto de 2018

24 de Agosto de 2018



Viernes
Llegué ayer por la tarde a Bo, me trajo Victor, un salesiano de Nigeria que pasa unos días de vacaciones en Lungi.

Conmemoración de María Auxiliadora y  fiesta de un apóstol. Me levanto temprano y expongo el Santísimo. Después en la misa me acompaña un cura de Guinea que apenas sabe inglés.  Me reúno con una pareja que se prepara para casarse y después de un rato de encuentro con ellos les confieso. Después voy a visitar a los maestros que siguen cursos acelerados de formación y más tarde tenemos misa con los que hacen el campamento en Madonna y como hoy se acaba nos acompaña el obispo, que está encantado del ambiente de los alrededor de doscientos chavales y animadores que han estado durante dos semanas de campamento.

Nos acompaña  el obispo en la comida y es bastante picante, de forma que cuando vengo a casa bebo agua abundante para neutralizar los efectos del picante. Nos visita una buena chaparrada, que para eso estamos en estación de lluvias. Una buena siesta me pone en forma para llevar a los maestros a sus pueblos. La carretera está en mal estado a cuenta de las lluvias, pero han hecho un trabajo de desmonte a ambos lados de ella que me hace pensar que quizás un día tengamos asfalto en ella.

El primer saludo a los pueblos a la hora que la gente vuelve del campo es bonito y se ve que el personal está cansado del trabajo, pero el encuentro con ellos es alegre. Tengo prisa porque vamos a tener rosario en casa y les prometo que mañana vuelvo…. El camino es largo debido a su mal estado, pero llego a tiempo para rezar el rosario con los pocos que han venido. Les damos una estampa de María Auxiliadora y la bendición y esperamos que el mes que viene haya algunos más.
Un rato con Christopher me hace ver lo cansado que está y le animo a que descanse y ya veremos de planificar más cosas mañana.

Tenemos luz y hay buena coordinación entre lo que nos viene de la ciudad y el generador, porque ahora como hay agua abundante, la luz que nos dan suele ser regular en las horas que hay.
Me dan las tantas, pero he querido poner le correo al día y responder a algunas encuestas que tenía pendientes.

Con el pensamiento puesto en María que nos ha acompañado durante el día me voy a dormir.