Vistas de página en total

domingo, 30 de septiembre de 2018

30 de Septiembre de 2018

Domingo


El último día del mes y nos acordamos de Don Bosco. Me levanto con luz, pero sin prisa, pues no tengo que ir rápido a ningún pueblo. Bajo a rezar un rato en la iglesia y me despido de Christopher que se va a los pueblos. Desayuno y me doy vueltas por la iglesia leyendo a ratos y saludando a gente que viene.

Va a celebrar la misa Edwin, salesiano que está de vacaciones y a la vez que le espero, saludo a los que llegan. Me ha llamado la atención que he saludado a tres ciegos, que antes no había notado su presencia. También he tenido tiempo para confesarme con el cura que viene a concelebrar la misa, que está medio paralizado y que fue nuestro predecesor en la parroquia.

Después de un buen rato de comenzar la misa y viendo que hay gente que sigue llegando y a quienes saludo amablemente, me decido a salir hacia pueblos, Hoy me toca Mattru y lo hago con bastante antelación, lo que me permite cuando llego visitar las casas de las personas mayores o enfermas, más de media docena con resultado dispar, pues algunos no estaban en casa, pero lo presentes estaban muy contentos de la visita. Rezamos y les doy la bendición

Espero un rato antes de comenzar la misa, bastante concurrida y en la que les leo el evangelio en su lengua (he hecho serios esfuerzos para prepararlo durante la semana) y para mi sorpresa me dicen que lo han comprendido bien.

La homilía es corta y les invito a considerar a los otros mejores que nosotros y a rezar por todos y cada uno de los presentes y de los que no han venido. Hay una buena cantidad de ofrendas de frutos del campo, mandioca, plátanos, pepinos, pomelos…

En la vuelta a casa traigo al catequista, entre otras personas y una carga de leña y se la llevo hasta su casa. En la parroquia las cosas han terminado y no veo a Edwin que ya se ha ido a su casa.
Cuando vengo al comedor hay diversas opciones de arroz, una con pollo que está muy sabroso y no demasiado picante. Me siento cansado y duermo un buen rato. Cuando me levanto saludo a Christopher que ha venido de los pueblos y acaba de comer y me voy para la reunión de los líderes de los pueblos que hoy es en Towama.

Llegamos bien antes de la hora y llueve, por lo que esperamos en el vehículo ya que la puerta de la iglesia a causa de la lluvia aún no está abierta. Pronto llegan y la abren y los diferentes participantes van llegando. Ha estado bastante concurrida y el tema estrella ha sido la reunión de los maestros que desde la vez pasada no hemos logrado ponernos de acuerdo. Ahora han decidido reunirse el domingo que viene. A ver si es verdad.

La vuelta a casa es con la gente que llevé y les dejo en su sitio antes de venir más tarde de las siete. Christopher está en la entrada con algunos de los que quedan de la reunión que también ha tenido con los jóvenes y también se ha acabado la novena a la patrona de la parroquia y mañana celebraremos la fiesta.

Hay luz y conexión y me entero de las noticias. Un final de mes para dar gracias a Dios por lo vivido y para pedirle que el que viene, contando con la protección de nuestra patrona, santa Teresita, lo comencemos con buen pie.

sábado, 29 de septiembre de 2018

29 de Septiembre de 2018

Sábado


Festejamos a los arcángeles y la misa es concurrida, y con la luz del generador. Ha llovido y refrescado por la noche y a la hora de lavarme no hay agua…

Después del desayuno voy a comprar unas medicinas a la farmacia y luego a rezar a la cárcel. Ahora se trata de entrar con papeles. Me lo tomo con calma y acabo entrando después de un rato de espera.

Poco a poco van viniendo los asiduos y hoy el ambiente es diferente, pues no están presentes los que dirigen, pero siempre hay alguien que comienza. Leemos el evangelio y les comento que todos estamos admitidos a participar en la oración y en el bien que hace Jesús y tenemos que hacer el bien en su nombre. Vuelvo a insistir en la idea de ser amigos y de la alfabetización como dos pilares para vivir una buena experiencia en la cárcel.

Veo que esta semana no han hecho alfabetización y me dicen que no tienen tizas; creo que les tengo que traer de nuevo cuadernos y lo intentaré hacer durante la semana en el momento que pueda. Me siguen preguntando por el pozo y les digo que aún no tengo fechas para que vengan para la instalación. Voy a ver al mecánico en el taller, pues me tiene que traer unas facturas y no llegan.
Me siento flojo y estoy un rato sentado en casa leyendo antes de comer y que me vengan a ver los de una escuela con problemas que no puedo resolver porque no hay unión entre las diversas escuelas. Veremos si mañana en la reunión mensual llegamos a algo concreto.

Voy para los pueblos y estoy un rato en Balei viendo lo que limpiaron ayer en la escuela. El maestro jubilado está delicado de salud. En Nagoyon las parejas llegan con retraso y uno de los hombres ha bebido y se le nota… A pesar de ello el ambiente es positivo y las comunicaciones buenas. Dominan sobre todo los comentarios sobre el proyecto que tenemos entre manos y parece que la gente está motivada. Me ha acompañado uno de los animadores del proyecto que participa en la reunión y me hace ver que percibe la motivación positiva de los que intervienen.

Acabamos el encuentro para irnos a Tikonko, el sitio siguiente y a quienes habíamos dado hora hoy por la tarde porque no son una escuela y los campesinos durante la semana están en el campo trabajando. Hay un grupo no muy grande, algunas parejas, cosa que me agrada y les hablo un rato de los objetivos de plantar moringa. Parece que aceptan las cosas y, como se hace de noche y amenaza lluvia, les dejamos con los papeles para escribir los nombres de los que quieren participar y nos volvemos para casa. Por suerte la lluvia no se desata y llegamos a casa sin novedad.

Christopher está a punto de decir una misa que se suele hacer el día antes de la misa funeral y me dedico a cenar y consultar el correo hasta que acaba la misa. Hablamos un momento y sigo en mi tarea de leer las noticias y hacer la crónica.

He llamado a varias personas durante la tarde y el teléfono no ha funcionado, cosa que puede pasar de vez en cuando. Por lo menos hay luz del generador y funciona la conexión.

viernes, 28 de septiembre de 2018

28 de Septiembre de 2018

Viernes


Me he levantado sin luz, pero es porque había que cambiar el registro, así que en la iglesia ha habido luz para la oración, que ha sido animada, pero al principio poco concurrida. Para la misa los de siempre.

Después de misa desayuno con una cierta prisa y me preparo para los pueblos y salimos con un cierto retraso, pero soy yo el que lo nota.

Somos seis en el vehículo. Dos trabajadoras de WARC, tres animadores sociales y yo, que voy de chófer. Recorrer el camino lleva su tiempo, pero llegamos a destino, la escuela de Balei antes de que los padres se presenten. Sí están los críos limpiando los alrededores de la escuela, cosa que tienen que hacer cuando no lo hacen los mayores…

Van llegando algunos padres y un rato después comenzamos la reunión. Tenemos los nombres de unos cuantos y al final se han doblado los apuntados. Es un primer intento. Más tarde tendremos las cosas más en serio, pero por algo hay que empezar. Se nos echa el tiempo encima y vamos a otra escuela, Lembema, y cuando llegamos nos dicen que la gente está en otra reunión. Les damos un poco de tiempo para que acudan y mientras vamos a ver la bomba del pozo que tanto nos costó conseguir la temporada pasada. Funciona y está bien limpia.

Cuando comenzamos la reunión no han venido muchos, pero tampoco queremos tardar y otros se van sumando. Mientras estamos hablando comienza la lluvia y nos acogemos en las clases hasta que amaina un poco y emprendemos camino de casa con promesa de encontrarnos en mejor momento y de que nos darán los nombres mañana en la reunión de los maestros.

En la vuelta a casa sigue la lluvia y nos acompaña largo rato después, pues voy a hacer unas gestiones en la ciudad y al banco y llueve y llueve y voy al colegio de cerca del obispado y llueve y llueve y los alumnos se meten en el vehículo, incluso atrás y abierto, que se mojan, pero es la única forma de volver a casa… Y sigue lloviendo y para un momento y sale el sol y vuelve a llover con intensidad y para y vuelve a llover y en la novena no hay mucha gente por lo de la lluvia, pero ha escampado un poco para volver a la lluvia de nuevo y ahora seguimos en las mismas.

Se han ido las chicas de Warc a Freetown y tenemos la sensación de estar en casa sin mayor preocupación o sobresalto. Y es que tenemos una casa que no ofrece buenas condiciones de acogida y esperamos que la podamos reformar un poco y mejorar lo poco que tenemos.


jueves, 27 de septiembre de 2018

27 de Septiembre de 218

Jueves


No tenemos luz, pero no me impide levantarme con ánimo y rezar durante un buen rato, aunque he tenido sueño porque por la noche no dormí y leí bastante tiempo. Para la oración hay un grupito que después de acabada desaparece  y queda una señora en la adoración.

Después de desayunar, me voy a la iglesia y me paso la mañana en la adoración. Muy poca gente viene a interrumpirme, por lo que tengo tiempo para muchas cosas, hasta para contestar algún mensaje que me envían.

A la hora de comer aparece Anthea que viene desde Freetown y que coordina a los animadores de los pueblos. Con ella tenemos después de comer un rato de encuentro preparando el encuentro que con los campesinos tendremos mañana en las escuelas y luego prosigo mi estancia en la iglesia hasta la hora de la novena que hoy tiene un cierto número y es que están también los del grupo de “caritas” que celebran su santo protector, Vicente de Paul.

En la novena les he hablado un momento al comentario de la lectura. Como el día precedente les he animado a que traigan a alguno de la mano…

Tenemos la luz del generador, y conexión a ratos. Nos acompañan dos mozas del WARC, Anni y Anthea.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

26 de Septiembre de 2018

Miércoles


Me levanto con ánimo y sin luz. Voy a rezar a Towama, donde no hay mucha gente. El camino que habían comenzado a reparar, pronto se han parado de hacerlo. La lluvia ha sido intensa durante la  noche.

En casa hay un buen número de personas para la misa y yo, como he ido a un pueblo y es más pronto, puedo ver lo que pasa en la iglesia de casa desde atrás.

Desayuno y me doy una vuelta por abajo, donde alguien me viene a pedir una bendición especial porque ha tenido un mal sueño… Es metodista, pero viene aquí a rezar porque la iglesia a la que va el domingo está lejos. Tiene un nuevo testamento y un libro de oraciones en sus manos… Y me doy cuenta de que no es capaz de leer… ¿? Por lo menos le doy la bendición y le explico lo que quiere decir su nombre, Moisés, salvado de las aguas… Hay otro que ha venido a misa y que necesita una buena sesión de catecismo. Como somos amigos y hoy estoy con Moisés, le digo que nos veremos otro día.

Aparece Andreas y comenzamos la reunión. Una cosa detrás de otras, discusiones, acuerdos, desacuerdos, de todo hay y para todos, pero por lo menos las cosas se van aclarando y cada uno va sabiendo lo que le corresponde y debe hacer. Y así esperamos que las cosas se vayan haciendo por parte de cada uno.

Nos hemos pasado la mañana para ponernos de acuerdo en temas como la limpieza del terreno, la plantación de moringas, la plantación de maíz, el seguimiento de las construcciones, cómo tomar decisiones que todos nos sintamos responsables…

Después de comer  y un momento de siesta, Andreas, Ibrahim y Marta se van a ver la finca y desde allí directamente a la capital y yo con la otra que queda, Anni, y los animadores, vamos a casa del “doctor moringa” que nos recibe amablemente y él y su esposa que está cerca, nos van respondiendo a las diferentes preguntas que les hacemos. Cuando acabamos la reunión y como estamos cerca del río, llevo a la finlandesa a ver el río y el puente que están construyendo y volvemos a casa para la hora de la novena a la patrona de la parroquia que estamos celebrando.

Me encuentro con Edwin, un salesiano que está en Liberia y que ha venido a casa unos días. Fue a este a quien quisimos llevar el año pasado hasta la frontera y todavía nos acordamos de la aventura del mal camino, pero nos dice que ahora ya está mucho mejor y que pronto estará acabada la construcción de la carretera. Se queda a cenar con nosotros y luego, como llueve, Christopher le lleva en el vehículo a su casa.

Hablo un rato con la finlandesa, Anni, y luego consulto el correo, las noticias y hago la crónica. El día positivo en general y con muchos retos en todos los aspectos y agradecido a Dios que nos permite vivir esta experiencia.

martes, 25 de septiembre de 2018

25 de Septiembre de 2018

Martes


Ha llovido durante la noche y se ha ido la luz, pero por suerte vuelve antes de la hora de levantarme. Me he despertado antes y he leído un rato y en la iglesia para la oración hay el grupito de siempre y después para la misa van llegando algunos más.

Después de la misa y desayuno me encuentro un buen rato con los que van a ser los  animadores en los pueblos. Les he mostrado el mapa de la región y los diferentes pueblos a los que deberán ir, algunos de las cuales no tienen camino… Por lo menos les ha parecido interesante y ahora saben situarse en el mapa.

He recibido algunos correos que intento responder y a la vez preparo las cosas para los que van a venir por la tarde, entre otras estoy buscando en el almacén un vibrador de hormigón que nos hace falta para la obra.

Hablo de nuevo con el fontanero y le sugiero que me proponga algo para el trabajo de la granja, pero le veo callado y reservado. Habrá que darle tiempo.

Después de la siesta me llaman los que vienen de Freetown que van a la finca directamente. Les esperamos en casa y llegan casi a las cinco. A los que se alojan aquí les ofrecemos las habitaciones y los que duermen fuera van a sus sitios respetivos. Nos vemos a las siete para cenar.

Han venido Andreas, que está cansado y se va a descansar, Ibrahim, que estará más cerca de nosotros para seguir le proyecto moringa, una chica enviada por WARC para hacer un estudio de mercado y Marta, una voluntaria de España que se vuelve el domingo y que ha querido venir a decirnos adiós.

Después de cenar tenemos un rato de conversación y trato de ver cuáles son los objetivos de la chica que ha venido para hacer el estudio de mercado, primero para enterarme de lo que quiere hacer y luego para ver si de alguna forma le puedo ser útil. Lo mismo he hecho con Ibrahim y con Marta y con Andreas intentaré tener el encuentro personal mañana.

He logrado comunicarme con los que van a venir en navidad y me ha hecho ilusión ver lo animados que están y los deseos que tienen de venir.

Hay conexión y luz del generador y ha comenzado a llover con un buen relámpago seguido de correspondiente trueno. Por lo menos refresca y puedes dormir sin sudar.

lunes, 24 de septiembre de 2018

24 de Septiembre de 2018

Lunes


En la conmemoración de María Auxiliadora y la Virgen de la Merced,  me levanto con ánimo, aunque la espalda siento que flojea, lo que no me impide un buen rato de oración por la mañana y después de la misa y desayuno, organizar las cosas para que el mecánico se lleve el vehículo y tengamos la reunión comunitaria de cada lunes. Hoy siendo dos, las cosan han ido más rápidas, pero hemos tratado un buen número de temas, en particular sobre las moringas y como mañana vendrán de Freetown, tendremos tiempo de aclarar cosas.

Escribo varios correos, en particular a los que van a venir en navidades y por suerte al final del día acabamos hablando en el whatsapp, lo que me da una gran alegría saber que están animados a venir y que ya lo preparan.

El mecánico me viene con el vehículo y con la factura de las piezas y además me huelo que se pasará el día en el taller, por lo que me lo tomo con paciencia sabiendo que hoy no toca salir.

A la hora de la comida me viene el masajista y en cuanto acabo de comer tengo una buena sesión que me pone la espalda a tono. Me llama la atención cómo suda por el esfuerzo que hace. Le agradezco el trabajo y quedamos de vernos otra vez, ya decidiremos cuando.

Ha estado lloviendo un buen rato, es algo que se repite cada día.  Leo un rato en la iglesia, respondo a correos para lo que vamos a hacer mañana y como es 24 y estamos en la novena a la patrona de la parroquia, voy al rosario y a la novena, también pasados por agua y después tenemos la misa a última hora donde hay un buen número.

La cena, la luz del generador y la conexión que hoy funciona, y me permite hablar con los que van a venir a visitarnos en diciembre. A todos nos ha hecho ilusión el poder hablarnos y hacer planes.

Como es 24 de una forma especial quiero agradecer a María Auxiliadora el haber disfrutado de un hermoso día y de unas experiencias agradables.

domingo, 23 de septiembre de 2018

23 de Septiembre de 2018

Domingo


Me levanto a la misma hora de todos los días y preparo las cosas antes de salir hacia los pueblos. Ahora lleva tiempo recorrer la pista y tienes que salir temprano. Llego a Nagoyon antes de la hora y algunos están levantados, pero la iglesia aún está cerrada. Poco a poco van llegando mientras se reza el rosario.

Los asistentes no son numerosos, pero entra dentro de la normalidad. Les invito a hacer algo durante la semana a favor de los demás para cumplir con el evangelio y también les hago ver que la iglesia puede estar más limpia y ordenada, así como los alrededores limpios y plantando árboles. No es que se lo diga por primera vez, pero hasta ahora no lo han hecho.

Vehículo con pasajeros, llego a Tikonko y no hay muchos, pero comenzamos esperando que otros vengan. Al final hay algunos más, pero no numerosos. Hay dos señoras que me traen el libro de bautismo y las felicito por el esfuerzo. Nos veremos el sábado por la tarde para hablar de su situación, lo mismo que les he sugerido encontrarnos también a la misma hora para hablar del proyecto moringa.

En Towama hay un buen número de gente y repito las mismas ideas. Hablo sentado,  porque me encuentro cansado. Después de la misa tenemos una reunión con un grupo de gente que quiere saber dónde estamos con la construcción de la iglesia que comenzamos y por ciertas causas se paró. Les digo que no tengo prisa en volver a empezar, cosa que no parece que les agrade mucho, pero quiero que sepan que  no estoy dispuesto a que de nuevo cualquiera venga a decir lo que se le ocurre y haya que parar de nuevo. Insisten de nuevo, pero les vuelvo a decir que no tengo prisa hasta que se dan cuenta que no pienso cambiar la decisión y quedamos de vernos otra vez.

Estoy cansado de toda la mañana y cuando llego a casa tengo más ganas de quitarme la ropa sudada y dormir que de otra cosa, pero hay una buena pata de pollo y un trozo de pescado que como con agrado y luego me voy a dormir.
La siesta me ha recuperado y llamo por teléfono, pero la gente no está disponible, concierto el mantenimiento del vehículo para mañana pronto por la mañana y después de leer un rato voy a la novena a la patrona de la parroquia que comenzó ayer. No hay mucha gente, pero por lo menos se les ve interesados a los que participan.

Me viene a hablar un carpintero con quien tengo negocios en varios sitios y no ha acabado el trabajo. Me dice que ahora tiene tiempo y lo va a hacer. Veremos si son sólo palabras o esta vez pasamos a los hechos.

Cenamos. Hay unas verduras aceptables. Está lloviendo y tenemos la luz del generador. Hay conexión y puedo seguir las noticias y recibir correos.

sábado, 22 de septiembre de 2018

22 de Septiembre de 2018

Sábado


Sigue lloviendo y tenemos luz, lo que permite hacer el aseo y la oración con una cierta dignidad. Al comienzo hay pocos, pues cuando ha llovido, cuesta despegarse de la estera… Pero al final hay un buen número. Se anuncia que habrá el funeral más tarde.

Después del desayuno voy a ver al fontanero. Tenemos algo pendiente y… qué difícil es entender las reacciones de algunos… Esperemos que con el tiempo las cosas cambien. Me acompaña a la cárcel, pero no le dejan entrar.

En la cárcel ya han comenzado a rezar y estoy un rato con ellos en la oración de alabanza. Cuando me ofrecen la posibilidad de hablar leo el evangelio y les hago ver que es algo que está pasando en nuestra vida de hoy y que si lo mismo que los discípulos, tenemos miedo a sufrir, por lo menos nosotros somos amigos y no nos peleamos por saber quién es el mejor… Se echan a reír y se ve el buen ambiente que hay en la reunión. Les animo a que continúen así y les prometo que rezaré por ellos y a la vez les pido que recen por mí y con ello salgo hacia casa donde el funeral se prepara. Hay cantos y música mientras preparo lo que tengo que llevar por la tarde a los pueblos y también me doy una vuelta por los alrededores para ver el ambiente y saludar.

Voy a la finca a ver cómo van las cosas y en los pueblos lo primero que tengo que hacer es esperar, pues la gente no tiene prisa. Si en principio no ha habido muchas comunicaciones, por lo menos han estado ocho parejas, que es todo un éxito de número.

Salen diversos temas, la escuela, la plantación de moringa, el trabajo en  el terreno alrededor de la iglesia, la colaboración con el cura que viene a decir la misa… No se ofrecen soluciones, pero por lo menos van oyendo algo.

Para mi gran sorpresa han comenzado a reparar la pista, es sólo el comienzo, casi un kilómetro, pero por algo se empieza.

Para la vuelta hay voluntarios para viajar. Nos paramos en Tikonko donde no hay quórum y quedamos de ver las cosas mañana y lo veremos más claro que comienza a anochecer.

La pista se hace dificultosa y siempre hay sitio en el vehículo para los que regresan del campo y vienen cansados. Recorrer diez kilómetros me cuesta treinta y siete minutos. Sueño el día en que esto esté asfaltado…

Cenamos juntos y  Christopher se va recuperando del paludismo. Luego los correos, la crónica y leer los periódicos llenan el resto de la jornada.

viernes, 21 de septiembre de 2018

21 de Septiembre de 2018

Viernes


También ha llovido durante la noche y la temperatura es agradable y no sudas y puedes dormir, aunque me he pasado mucho tiempo despierto y me he dedicado a leer.

Preside la misa Joseph que se va y se despide. Le deseamos buena experiencia de renovación, al mismo tiempo que le prometemos nuestra oración.

Seguido del desayuno me voy con Mireia y los animadores del proyecto a ver a la gente de los pueblos. En el camino nos paramos un momento para ver el trabajo que realizamos ayer en la finca y es muy bueno, aunque hay algunas cosas que arreglar, pues el agua ha arroyado y hay plantas que están sacadas o torcidas. Buscaremos quien lo pueda hacer.

Visitamos la escuela de Balei donde unos cuantos padres de alumnos nos esperan. Les hablamos del proyecto moringa y les decimos que la semana que viene volveremos para ver los nombres de los que quieren participar. Les presentamos a los que van a ser los animadores del proyecto en contacto con ellos y  animamos a todos a traer algunos más el viernes.

Pasamos por Nagoyon donde hay gente siguiendo un cursillo de un grupo que viene de Bo y a la vuelta nos pasamos por Tikonko donde no encontramos a nadie. Ha habido problemas de conexión y el teléfono no funcionaba… Esperemos que la próxima estén, pues manifestaban bastante interés.

Recorrer los caminos lleva su tiempo, pero a todo llegamos. Nos presentamos luego en la escuela de Lembema, donde los críos, dirigidos por los profesores están limpiando el patio. Estamos un rato con ellos, saludando a algunos que hacía tiempo que no veíamos y les decimos que el viernes que viene vendremos para encontrarnos con los que estén interesados en la moringa. Nos prometen que habrá muchos.

De nuevo en camino y de nuevo lentos a causa de los hoyos. Llegamos a casa un poco antes de comer y después de echar una siesta me voy a ver a un enfermo que está en su casa y a quien conozco. Se lleva una gran alegría.

Estoy un rato con Mireia preparando el trabajo que los animadores van a hacer la semana que viene y leo un rato en la iglesia antes de salir a dar una vuelta y rezar el rosario. Para entonces vuelve  Christopher de llevar a  Joseph al avión. Yo me preparo para decir la misa de víspera de funeral que se hace el día antes del funeral con el cuerpo presente. Hay un buen número y trato de serles cercano a amigos y familiares del difunto.

Hoy funciona internet y puedo leer la prensa y recibir el correo. Se valora más cuando el día anterior ha sido del todo imposible la conexión.

jueves, 20 de septiembre de 2018

20 de Septiembre de 2018

Jueves


Nos levantamos con luz y un poco más tarde, pues tenemos la misa por la tarde y la oración de la mañana está concurrida, y han venido varios pronto. Ha llovido durante la noche, no mucho rato, pero con una gran intensidad y fuertes truenos. Se ven los efectos en los caminos y en la pista, que hay trechos que ha cambiado de aspecto a cuenta de la riada.

Después de la oración y un desayuno raudo, me voy con Mireia, la agrónomo,  a la finca donde ya nos esperan más de treinta personas dispuestas a trabajar en las moringas. No me esperaba ni tantas ni tan motivadas, pero a lo largo del día nos han demostrado su interés en el trabajo y su tenacidad, pues hemos finalizado un trabajo que en principio pensábamos que podía ser para dos días.

Se comenzó haciendo grupos, unos limpiaban, otros hacían palos para poner en los sitios vacíos, otros medían y cuando las cosas estaban organizadas fuimos al vivero a buscar las moringas. No había las que esperábamos, pero cargamos las que pudimos y se plantaron después de concienzuda limpieza de hierbas.

Los animadores del proyecto estuvieron con ellos y las cosas funcionaron bastante bien de forma que a las cuatro, ya pudimos dar por terminado el trabajo y además urgidos porque la lluvia se anunciaba, algo que puede ser una bendición especial, pues el agua de la noche había dejado la tierra mullida y el agua de la tarde, después de la plantación, asegura que lo que se ha plantado, va a agarrar bien.

Cuando venimos a casa, tengo una conversación muy agradable con  Mireia, la agrónomo que me hace ver que se encuentra satisfecha del trabajo y de la forma en la que se ha hecho y ve la motivación de la gente como algo muy positivo y que el proyecto es una cosa que le resulta agradable porque ve que va a cambiar la vida de muchas personas. Estaba cansado, pero oyendo esto me he sentido satisfecho del cansancio del día porque veo que otros aprecian y valoran lo que haces.

Me he duchado y puesto ropa nueva porque estaba empapado de sudor y cuando he querido ir a la iglesia lo he tenido que hacer con el paraguas porque jarreaba. En la tranquilidad de la iglesia y con el rumor de la lluvia, he dado gracias a Dios por el trabajo realizado y por lo vivido con tanta gente, a la vez que soñaba en tantos a los que vamos a ayudar con las moringas.

Ha llegado la hora de la misa y había cuatro personas, por lo que ha sido muy familiar, Estaban los otros dos salesianos y he tratado de ser muy cercano a la gente esperando que otro día tengamos algunos más.

Joseph se va mañana para el curso de renovación y le vienen a decir adiós dos curas, por lo que la cena se retrasa un poco. Después de la cena tengo un momento de conversación personal con él y le deseo una buena estancia en Roma.

Para el internet hoy no toca conexión, así que escribo la crónica y las noticias y los correos será otro día, que hoy no toca. Me siento cansado por el trajín del día y satisfecho de lo realizado dando las gracias a Dios que me permite vivir esta experiencia.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

19 de Septiembre de 2018

Miércoles


Me sigo despertando un rato antes y sigo leyendo y hoy tenemos luz tanto para la levata como para la oración. Hay unos pocos para los aludes, pero para la misa el número es bastante mayor, aunque algunos llegan con retraso.

Christopher ha ido a decir misa a un pueblo y viene un poco  más tarde, la pista deja mucho que desear.

Después de desayunar vienen los críos de la escuela a misa, y como cada año al comenzar, llegan solos y la entrada es un desorden. Llamo a los maestros, vuelven a salir y con los maestros entran en orden…

Estamos un rato reunidos Andreas, Christopher y yo tratando sobre el proyecto moringa y diversas cosas que nos conciernen, en particular cuestiones económicas y luego con los que van a ser animadores de los pueblos vamos a la finca y  vemos la plantación y lo que se está limpiando y vamos poniéndonos de acuerdo en temas de construcción y de plantaciones. Nos lleva un buen rato el llegar a acuerdos, pues hay cosas que no hemos visto antes y tenemos que negociar a base de comprender las cosas. Por lo menos parece que se puede avanzar.

En casa y después de comer, a una hora tardía, seguimos con las reuniones y tratando de ponernos de acuerdo en cosas concretas del proyecto, como la gente que va a trabajar durante un tiempo, las cosas que dependen de nosotros y que tenemos que suministrar, las fechas y los lugares.

Después de echarme un ratito la siesta, nos encontramos de nuevo con los animadores, vemos el contrato y les damos tiempo para leerlo con calma en casa mientras salgo con Mireia a ver las plantas de moringa que tenemos en el semillero y a buscar unas tijeras de podar, cosa que no hay forma de encontrar.

Volvemos a casa, la oración, la cena y hoy hay conexión y sigo las noticias y los correos.

martes, 18 de septiembre de 2018

18 de Septiembre de 2018

Martes

De nuevo me despierto un rato antes de la hora y de nuevo leo y después de la ducha en la que el agua sigue estando fresca, voy a la capilla para la oración. Hay un buen grupo y les invito a tener durante el día la compasión que tiene Jesús en el evangelio con la viuda de Naín.

Saludo a algunos a la salida y me voy a desayunar. Hoy tocan sobras de ayer. Estoy acostumbrado y me agrada. Christopher se ha levantado más tarde, pues está con el paludismo a cuestas y Joseph se ha ido a Freetown a llevar a los que habían venido de Ghana.

Estoy un buen rato en el despacho parroquial leyendo y recibiendo a los que vienen y a las once hay un funeral que celebra Christopher con entierro posterior y aquí se lleva ir al cementerio a pie con banda de música incorporada. Han vuelto muy tarde cuando ya me levantaba de la siesta.

He estado esperando la llegada de Andreas y han aparecido un poco antes de las siete. Imagino que mañana tendremos tiempo para discutir y ponernos de acuerdo sobre las diferentes cosas del proyecto y lo que se está haciendo en la finca.

Ha venido Mireia, la agrónomo de WARC que mañana encontrará a los animadores. Está un poco cansada y después de la cena se va a descansar para mañana estar en forma.


Por la mañana ha habido conexión durante un tiempo, pero luego toda la tarde y hasta ahora no hay forma, así que ni noticias ni correos. A ver si mañana hay más suerte.

lunes, 17 de septiembre de 2018

17 de Septiembre de 2018

Lunes


Me despierto un rato antes y leo. Ahora se puede dormir, porque refresca cuando llueve. Tengo la sensación de haber descansado y, aunque el agua está un poco fresca, se puede aguantar una ducha sin problema.

Para la oración hay luz, cosa que antes no hubo y lo mismo para la misa en la que estamos juntos los tres salesianos, cosa que hacía mucho tiempo que no pasaba, ya que siempre uno iba a Madonna. Volvemos a la normalidad de la semana y al número regular de los que vienen, entre cincuenta y sesenta.

Después de misa hay saludos especiales, pues los alumnos pasan por delante de casa camino de la escuela que hoy comienza. Hay caras para todos los gustos.

Después del desayuno tenemos la reunión comunitaria de cada semana, larga y amplia de temas que nos ocupa buena parte de la mañana. El resto lo dedico a preparar lo que tengo que hacer para encontrar a la gente de los pueblos y sensibilizar para que participen en el proyecto.

Después de la siesta me toca teléfono. Me paso un par de horas con unos y con otros para ponernos de acuerdo con respecto al proyecto, los animadores, los que van a plantar, los que van a limpiar, los nombres de los campesinos, los animadores, el encuentro que vamos a tener mañana. Creo que me ha quedado claro lo que tengo que hacer y a las personas con las que tengo que contactar.

Más tarde digo una misa a un grupo de la parroquia que se han reunido y piden la misa. Aprovecho para animarles a que vengan regularmente y a hacer catecismo a aquellos que no comulgan de forma que puedan arreglar la situación que no les permite comulgar.

Más tarde vienen para una misa funeral un buen grupo, pues ha muerto un feligrés de la parroquia y aquí se estila decir una misa por la tarde el día antes del funeral.

La conexión es regular, pero por lo menos he podido conectarme y enviar correos, además de leer las noticas. El día se ha mantenido sin casi llover.

domingo, 16 de septiembre de 2018

16 de Septiembre de 2018

Domingo


Me levanto un tanto más tarde, pues me toca la primera misa a las ocho en Madonna. Desayuno con tranquilidad, rezo un rato en la capilla y veo que el vehículo no marca la cantidad de carburante, echo un poco por precaución y me voy a la iglesia conde hoy tenemos la ceremonia de pasación de servicio a la otra parroquia. Las cosas se hacen con calma y sosiego. Desde ahora serán los curas de la catedral los que se van a encargar de decir la misa, ellos son dos y tienen una sola iglesia y nosotros somos dos y tenemos la parroquia y los pueblos, por eso el obispo les pasa esta cuasi parroquia.

Personalmente me encuentro a gusto con ellos, pero la realidad es que otros les  pueden servir mejor y de eso es de lo que se trata, por lo que todos contentos.

Desde allí me voy a Mattru, el pueblo que no está lejos, pero cuyo camino es malo y para colmo hoy han decidió arreglar el puente, con lo que no hay forma de poder pasar… Dejo el vehículo aparcado y me busco una moto que pasa, que me lleva a destino antes de la hora, que era lo que me preocupaba, no llegar tarde.

Les explico el problema, pues les llama la atención verme llegar sin vehículo. La misa es participada, no hay mucha gente y les sorprende el que les lea el evangelio en su lengua… Y para estar seguro de que han comprendido lo repito una segunda vez y me dicen que han comprendido mejor.

En la homilía intento estar cercano y hablarles de nuestro problema con el sufrimiento y cómo mirando a Jesús podremos durante la semana comprendernos mejor y hacer lo mismo con  otros que sufren y estar cerca de ellos.

Para la vuelta estamos en las mismas, no me puedo traer las ofrendas porque no tengo vehículo y, aunque me las quieren traer, veo que va a ser mucho gasto y les digo que la semana que viene espero estar con el vehículo.
Por suerte encuentro una moto que me vuelve hacia el vehículo. La gente sigue arreglando el puente y vuelvo sin novedad a casa, donde hay ambiente, pues se ha celebrado la admisión de nuevos miembros al grupo de santa Teresita, la patrona de la parroquia y hay fiesta. Ha estado el obispo y le encuentro en casa a la mesa con otros invitados. Hay buen ambiente.

Me echo un rato la siesta, pues me siento cansado. Duermo y leo y cuando intento el teléfono, hoy no funciona. Más tarde hay más suerte, pero los llamados no están disponibles, con lo que me paso el resto de la tarde en casa leyendo tranquilo. Que también es algo positivo.

Rezos, cena, noticias, a última hora, pues al principio no había conexión y un rayo y un potente trueno nos sacan de la monotonía de la lectura hasta que comienza la lluvia.

sábado, 15 de septiembre de 2018

15 de Septiembre de 2018

Sábado


Hoy amanecemos con luz y  dura todo el tiempo de la oración. Hay unos poquitos para la oración de la mañana, pero para la misa el número ha crecido bastante. Hay un cierto buen ambiente y trato de que sea familiar, otra cosa es lo que consiga.

Inmediatamente después de misa tengo confesiones y luego, acabado el desayuno, me voy a rezar a la cárcel, donde hoy no puedo entrar porque van a tener traslados. Por lo menos puedo sacar algunas fotos del pozo y alrededores para ver cómo poner la bomba y los paneles solares que alguien traerá desde España.

En casa hay reunión del consejo pastoral y además de comenzar con un cierto retraso, no hay mucha gente presente, pero por lo menos me da la impresión de que estamos intentando hacer un buen trabajo y los presentes participan con interés. Una comida picante se sirve a los presentes, y yo que subo a comer la que han preparado en casa, descubro que también está bien especiada.

Un rato de siesta y salida hacia los pueblos con carga que me ha puesto el catequista, una cama y otros muebles, que a lo largo del camino tortuoso nos hace bajar varias veces para ajustar la carga. Entre unas y otras cosas nos ha llevado más de hora y media el recorrido. Por lo menos hemos tenido compañía, gente a la que hemos encontrado en el camino y que está contenta de montar.

Voy con el catequista y una de las maestras de la escuela y cambiamos impresiones sobre varios temas. Parecen estar contentos de lo que han aprendido en el “colloge” y también de la sesión de catequesis a la que han asistido.

En Nagoyon hay un grupito de gente que más tarde va aumentando y aparecen  unos y otros interesados en temas varios. Lo primero que abordamos son las parejas, que  acaban siendo cuatro y entre los que han venido sin pareja hay casos en los que nos fijamos y comentamos. El ambiente es positivo y esperanzador.

Después venimos a los temas de desarrollo y trabajos en los varios sitios y quedamos de que seguiremos pensando en cómo organizarnos, pues tampoco yo tengo instrucciones precisas al respecto.

Sí que hay gente interesado y hacen preguntas variadas, lo que nos lleva mucho rato, pero no tengo prisa sabiendo que en Tikonko me esperan. Voy a Balei a llevar a la gente, pero sobre todo a visitar a uno de las parejas que está enfermo. Creo que lo agradece, en especial cuando ve un grupo numeroso rezando en torno a su casa.

Ya es de noche y vengo a  Tikonko donde me esperan tres, contados. Una pareja y otro más. Después de hablar un rato con ellos les hago ver que me esperaba la presencia de más gente y que lo que me piden, que esté con ellos, lo tienen que manifestar con su presencia, cosa que no pasa hoy. Y sin poder hacer mucho más, nos ponemos en camino con alguien que ha aprovechado el vehículo para traer dos sacos de mandioca al mercado. El camino es largo y tortuoso y llegamos a casa cerca de las nueve, creo que la tarde ha sido bien empleada y que he visto interés en unos y otros, pero habrá que clarificar posiciones y esperanzas.

Christopher está en su habitación sudando el paludismo y Joseph está fuera con un grupo de la parroquia. La cena la hago leyendo y luego como hay luz y conexión, leo las noticias y hago la crónica.

viernes, 14 de septiembre de 2018

14 de Septiembre de 2018

Viernes

Amanecemos en calma y sin  luz, pero luego viene cuando estamos en la iglesia y hay un buen número de asistentes, entre ellos una asociación de la Santa Cruz que hoy celebran su fiesta patronal.

Hace sol, pero a media mañana ya se ha nublado y vuelve el sol y se vuelve a nublar y al final el agua llega a la noche. Han venido los de WARC, el grupo argentino a vernos y a entrevistarse con dos candidatos que hemos presentado para la animación de los campesinos que van a plantar moringas. Les dan una buena impresión y esperan que colaboren bien en el trabajo.

Después de comer vamos un rato a ver el terreno de las moringas y lo demás que hay que hacer en nuestra finca. Las cosas avanzan, pero con una cierta calma, aunque la realidad es que avanzamos más de lo que me esperaba. También sé que soy yo quien tiene que estar ahí presente y poner mi mejor esfuerzo para que salga adelante el proyecto que intentamos implantar.

Por la tarde el teléfono no funciona, no hay conexión, cosa que se repite con cierta frecuencia. Me voy a cortar el pelo, cargo el teléfono y luego ya hay línea. Llamo a unos y otros con desigual suerte, ni a los maestros logro reunir, ni a los que trabajan en el campo poner de acuerdo para ver cuando van…


Después de leer un rato y la oración de la tarde, cenamos y Christopher me dice que tiene malaria y se acuesta pronto. Joseph ha ido a buscar a unos que vienen de Ghana y ahora el agua sigue cayendo en abundancia.


jueves, 13 de septiembre de 2018

13 de Septiembre de 2018

Jueves


Amanecemos sin luz y con lluvia. Voy a rezar un rato a la iglesia. Hay un buen número de gente que viene, pero pronto la iglesia se queda vacía, aunque algunos han venido a confesarse.

Después del desayuno bajo a rezar ante el Santísimo y luego tenemos un rato de reunión comunitaria para continuar con la adoración cuando acabamos la reunión. Aunque estoy en la iglesia, me vienen a ver varias personas, entre ellas uno que conocí en la cárcel y me dice que recuerda lo que vivió y que incluso fuera sigue tratando de tener amigos de la forma que aprendió a hacerlos en la cárcel. Me agrada escuchar algo tan positivo y ver a una persona contenta a pesar de que anda buscando algo que hacer, pues no tiene trabajo.

También me viene a ver alguien que me cuenta una historia un poco rara, y me dice que ha sido bautizado aquí en la parroquia, cosa que compruebo que es verdad, consultando el libro de los bautismos. Está rezando un rato y le doy un poco de dinero para que por lo menos pueda comer. Me sonríe agradecido.

Para estas alturas ya ha llovido varias veces, chaparrones cortos, pero intensos. Cuando voy a comer la cosa está en calma y la iglesia vacía. Lo mismo la encuentro cuando vuelvo de nuevo después de la siesta. Hoy han aparecido casi al final un grupo que vienen a hacer una novena y son los que van a formar el grueso de los presentes a la misa, porque sigue lloviendo durante la tarde. Para la hora de la misa hay una veintena de gente a quienes felicito por haber venido con la lluvia.

La cocinera hoy no estaba muy en forma y nos ha preparado tan poco para cenar que nos hemos tenido que apañar con lo que teníamos en el armario y el frigo. Le cuesta manejar la proporción, prepara la misma cantidad para dos que para cinco y además hoy estaba un poco indispuesta y se fue mucho antes de la hora. Por lo menos no me he quedado con hambre, ni tampoco los demás.

La lluvia continua nos sigue acompañando y con ella nos vamos a la cama. He pasado un buen rato en la iglesia y he rezado por todos y cada uno de los amigos, familiares, conocidos, bienhechores, colaboradores…

miércoles, 12 de septiembre de 2018

12 de Septiembre de 2018

Miércoles


Volvemos a las andadas y a las linternas, pues no hay luz, pero sí llueve. A pesar de ello hay un buen número de gente que viene a rezar y les animo, o nos animamos  todos a cumplir las bienaventuranzas  que hemos escuchado en el evangelio.

Tenemos reunión de comunidad a las ocho y encuentro con el obispo en su oficina a las diez. En una y otro intentamos tener las cosas claras para todos y cada uno. No hay mayor problema en las decisiones tomadas y tratamos de seguir las directrices que nos dan.

Sigo hablando un buen rato con Anthea, lo mismo que hice ayer, para intentar comprender mejor el sentido del proyecto moringa y las concreciones de cada uno de los diferentes aspectos a la hora de las realizaciones. Veo que tenemos que seguir pensando a la hora de utilizar medios y personas para el bien de todos.

Después de comer y un rato de siesta sigo leyendo, pues pensaba ir a la finca, pero ha comenzado a llover con intensidad y me dedico, además de a leer, a responder correos y a poner al día lo que se va quedando atrasado.

Me da la hora de la oración en el ordenador, pero creo que he logrado ponerme a tono en lo que tenía pendiente.

Después del rosario venimos a cenar y otra vez se ha puesto a llover y lo hace con intensidad durante largo rato. Por lo menos se podrá dormir sin sudar,

martes, 11 de septiembre de 2018

11 de Septiembre de 2018

Martes


Nos levantamos con luz y en la iglesia seguimos siendo numerosos, siempre acompañados de los catequistas. Les invito a rezar como Jesús lo hace en el evangelio que hemos escuchado.

Justo después de la misa intento desayunar para estar a punto para la reunión que tendremos a las ocho, que en realidad comienza más tarde, que tratan de informarnos sobre los diferentes aspectos del proyecto de las moringas con respecto a los que van a trabajar como animadores. Más tarde llegan otros que han tenido problemas con el vehículo y seguimos la reunión informativa.

Voy un momento a encontrarme con el obispo que me recibe con amabilidad y estamos charlando un buen rato, para entre otras cosas encontrarnos a la comunidad mañana y darme orientaciones sobre la manera de recibir unos libros que nos envían desde “Church in need” y que será el catecismo para los críos de las escuelas.

En casa comenzamos las entrevistas con los candidatos a animadores del proyecto moringa y nos dan las tantas, y a esa hora comemos, me echo un rato la siesta y me voy a los pueblos con  Anthea, la trabajadora de Warc para encontrarnos con los primeros candidatos a colaborar en el proyecto. Por supuesto que nos pilla el agua en el camino, tanto a la ida como a la vuelta, pero en el pueblo ha dejado de llover un ratito.

Tanto después de las entrevistas como por la tarde, tengo ciertos reparos a la hora de ver la ejecución del proyecto y espero que las podamos esclarecer.

A esta hora ya sin luz y con no mucha batería intento acabar cuanto antes con la crónica del día.

lunes, 10 de septiembre de 2018

10 de Septiembre de 2018

Lunes


Hoy he dormido bien y me levanto con ganas. Lo primero me paso el tiempo de la oración de la iglesia con luz y luego se va en algún momento, pero siempre hay a mano una linterna. Siguen siendo muchos los que vienen, pero es que los catequistas siguen en sesión.

Después del desayuno nos reunimos como cada lunes y tratamos de poner en orden lo que hemos vivido durante la semana, además de hacer un programa para poner en práctica las recomendaciones de nuestro regional.

Hablo con el provincial y con el obispo para concertar y concretar encuentros y con Andreas, el encargado de la oficina de desarrollo porque piensa venir hoy para tener una reunión con nosotros y otros agentes del proyecto moringa mañana por la mañana.

Veo por donde andan las cosas en la finca y trato de ir a visitar a los que trabajan, pero por una parte el vehículo está esperando al mecánico y por otra se pone a llover, con lo que acabo pasando mucho rato de la tarde leyendo o rezando ante el sagrario.

Llegan Andreas y una de las trabajadores del proyecto y pasamos un rato juntos comentando diferentes aspectos de lo que trataremos mañana, además de ver los pasos para contactar los interesados en los pueblos.

Andreas se va a su sitio y la chica se queda con nosotros en casa. Cenamos con dos salesianos jóvenes que han venido desde Freetown y después dedico un rato a leer las noticias, que hoy sí que hay conexión y enviar correos.

domingo, 9 de septiembre de 2018

9 de Septiembre de 2018

Domingo


No he logrado conciliar el sueño y me paso la mayor parte de la noche leyendo, aunque la verdad es que por la mañana no me encuentro muy cansado. La realidad es que como voy a decir la misa en casa también puedo estar un rato más en la cama.

Después de desayunar bajo con mucho tiempo a la iglesia, que abro porque el catequista aún no ha llegado y estoy un buen rato rezando antes de que aparezcan los primeros que se ponen a limpiar el polvo. Poco después van llegando otros, se reza el rosario, se hacen otras devociones y aún queda tiempo que empleo en saludar a los que llegan por la puerta de atrás.

Hoy hay procesión con incienso y además buen número de monaguillos, que estrenan sotanas y a quienes presentamos ante la asamblea con un compromiso de servir a Dios y a la comunidad parroquial, todo ello acompañado de la fanfarria que da ambiente de fiesta a la celebración.

Además de los monaguillos hay también otros que se presentan, con lo que los anuncios llevan un tiempo grande, pero aquí la gente es paciente.

Nos acompañan también los catequistas de la diócesis que están en sesión y a quienes deseamos buena estancia entre nosotros. Y si a estos les sumamos los que cumplen los años y los que han pedido una misa por un difunto, te salen no sé cuantas bendiciones y rociadas con agua bendita y nos dan más de dos horas y media de misa.

En la homilía les hablé bien claro de abrir los oídos para escuchar la palabra de Dios y de proclamar con nuestra boca sus maravillas, lo mismo que hacía el sordomudo del evangelio. Di un interés especial a los catequistas presentes animando a todos en general y a cada uno en particular a proclamar la palabra durante la semana.

A la salida estuve un buen rato saludando a las que salían y luego haciendo fotos con los monaguillos y quien te pedía que le acompañaras, me subí a casa a cambiar la ropa empapada de sudor, bajé y estuve un rato con los que aún quedaban, con lo que se llegó la hora de comer y, como los que fueron a los pueblos estaban lejos de venir, por eso comí y me eché un rato la siesta.

Salí a cargar el teléfono y me encuentro a tres de la parroquia, de los cuales ninguno ha venido a la misa… No es que los conozca, pero como hablamos, al final me acaban confesando que se sienten mal y que van a venir la semana que viene. Por lo menos entre bromas y veras, se enteraron de qué iba el evangelio y me prometieron venir el domingo que viene… Y habrá que ver hasta dónde llegan esas promesas.

Me llaman los catequistas, que mañana tienen controles en las escuelas y así les llevo a destino antes de que se desate la lluvia, que me pilla en el camino de vuelta, abundante y refrescante, pero difícil a la hora de recorrer el camino con ella.

En casa ya están cenando los demás, intento darles alcance y después compruebo que no hay conexión hoy. Así que paciencia y buena letra.