Hoy es fiesta y en el centro de pastoral no se trabaja y estamos sin luz, experiencia no muy agradable por el mucho tiempo que llevamos sin ella. Para la misa hemos tenido el generador y después por la mañana a última hora ha venido la luz y hemos aprovechado para hacer que las baterías se recarguen y leer el correo y las noticias.
Yo he ido a decir la misa a la otra parroquia, pues dije la misa ayer allí y sigue la semana donde dices la misa el domingo. No hay mucha gente y en especial veo que no han reaccionado mucho a la invitación que les he hecho ayer en la homilía.
Vino a visitarnos un cura a migo de Sergej, un polaco que está en la diócesis de Makeni y cuya familia ha venido a verle y comen con nosotros. El ambiente es bueno, pero la lengua en la que hablan para entenderse es ruso, así que le digo a Christian que se vaya preparando que dentro de poco tendremos que entrenarnos a prender español durante un mes, pues los que me van a venir a ver me han dicho que no saben inglés… Y nos echamos a reír.
Viene el carpintero y acaba de organizar las mesas que estaban maltrechas y seguimos dando lugar a los víveres que había en el almacén de abaja para tenerle libre para los nuevos que nos van a venir y la antesala de mi habitación se va llenando cada vez más, pero aún hay sitio.
Salgo a dar una vuelta por el mercado y preparar los materiales necesarios para la construcción. Contacto con vendedores y consulto precios. Es la forma de saber lo que vas a comprar y los precios, a la vez que consulto el cambio de la moneda en la calle.
Seguimos sin luz, pues como vino se fue, pero las baterías cargadas nos permiten conectarnos y ver las noticias y los correos.
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