He
dormido bien y me encuentro en forma. No tengo prisa en levantarme, pues no hay
misa pronto, lo que me permite deshacer la maleta y colocar cosa en su sitio,
además de rezar un rato y desayunar las sobras de la cena de ayer.
En
la iglesia van viniendo algunos parroquianos y me entretengo leyendo el boletín
hasta que es la hora para ir a la otra parroquia donde ya hay un
buen número de gente y donde están preparando la celebración en la que me
acompaña un cura espiritano que nos suele ayudar de vez en cuando.
La
misa es larga, especialmente por los anuncios, pero yo también he dedicado un
buen momento en el sermón a hablar de la decisión que debemos tomar en nuestras
vidas, en particular de seguir a Jesús y seguirle llegando a la hora a misa y
sobre todo participando en la comunión, lo que nos habla de una necesidad de
hacer catecismo y así se lo propongo a algunos grupos y a los matrimonios en
particular, sacando la referencia de la segunda lectura.
Después
de la misa en Madonna me voy a Towama donde comenzamos con la misma tónica el
sermón, y es que es la realidad que estamos viviendo que hay mucha gente que
viene a misa pero que no comulga porque no esté en regla. Después de la misa
algunos me vienen a hablar personalmente y les digo que no se trata de romper
con cosas de manera drástica, pero que sí necesitamos una decisión a tomar
comenzando por un tiempo de oración confiada al Señor. El líder me habla de que
tiene una lista de jóvenes y otra de adultos para el catecismo.
En
casa a la hora de comer estoy solo y un plato de arroz con bastante picante me
ayuda a mantenerme despierto durante el rato en que pensaba dormir. La realidad
es que no tengo mucho tiempo porque hay reunión de los dirigentes de los
pueblos y hoy es en Gbalehun, lo que hace que recorrer el camino a cuenta de
las lluvias nos lleve más de una hora andar los quince quilómetros que nos
separan.
Por
lo menos la asistencia ha sido numerosa y los temas, aunque no era exactamente
lo que me esperaba nos han entretenido largo rato, en particular la situación
de las escuelas que tenemos en la comarca y que tenemos que continuar con el
trabajo.
Después
de un arroz bien picante, nos volvemos a poner de nuevo en ruta y esta vez
hemos tenido un camión que transportaba leña que nos precedía y algo
que me llamó la atención: a la ida cruzamos un puente y para mayor seguridad lo
pasé con la furgoneta vacía porque no estaba seguro de su resistencia, pero a
la vuelta, con el camión delante, no me preocupaba, aunque sí se bajaron los
que venían en la parte trasera del camión…
Fui
a Nagoyon donde no pude decir misa porque era demasiado tarde y nos volvimos
con los maestros que también han asistido a la reunión, pero que mañana
comienzan los exámenes del segundo curso que han seguido durante las
vacaciones.
El
día ha estado medio lluvioso, la ropa en la cuerda no seca y esperemos que
mañana haya sol para que no coja olor a humedad.
Estoy
cansado por el trabajo del día y contento de ver que hay buenas esperanzas,
pues por ahora no puedes ver las realizaciones.
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