Me levanto temprano y voy a rezar a la iglesia
exponiendo el Santísimo. El grupito de los laudes se va consolidando, hoy
llegan a la quincena. Celebramos la misa de la cruz por ser viernes y recordar
la pasión y cuando vengo para el desayuno me encuentro con el correo de
Manolita que me hace saber la muerte de Faustino, mi hermano… Ha muerto en
España, la noticia va a América y vuelve a África…
Me paso el resto de la mañana en la capilla rezando
por Faustino en especial, pero con la serenidad que te da el saber que esto
llegaba y que estamos en las manos de Dios y disponibles para cuando nos llame.
Por la tarde viene el arquitecto que está haciendo
planos y vemos lo hecho hasta ahora y otras propuestas. Seguimos esperando algo
definitivo en la topografía para poder llegar al plan maestro de la
distribución de los edificios en el terreno.
Luego voy a la novena a Madonna donde hay un retiro
para la gente y estoy un buen rato confesando, lo que me ayuda a despejar
también la mente de lo que estoy viviendo y me mete en un baño de sudor con la
ropa empapada. Hace calor en especial en la iglesia que es baja y está mal ventilada.
Algunos que se han enterado de la noticia me escriben
mensajes de consuelo y de ánimo. Siempre es de agradecer. A través de Loli he
podido ver incluso la esquela del periódico.
Estoy sereno, pero la procesión va por dentro y creo
que no se trata de lamentarse, sino de rezar y aceptar lo que Dios nos manda.
Seguimos con los mismos problemas de conexión, pero
logro ver las noticias.
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