19 de Abril de 2016

Martes Hoy a la luz le ha tocado descanso. No ha habido luz en toda la noche y por la mañana tampoco. La oración a la luz de la linterna y la misa con el generador, y así nos arreglamos. El profe ha venido y la clase de lengua ha sido interesante y provechosa. Me doy cuenta de lo mucho que conoce la lengua y lo bien que la sabe enseñar, en particular la entonación y las cadencias en las frases, lo que hace que cuando lees, te enteres de lo que lees y los que te escuchan entiendan sin dificultad. Joseph tiene misa en las monjas y, después de haber programado el ir juntos a la escuela de Balei, acabo yendo solo. Llevo comida para los maestros y quiero colocar las losetas que el grupo de los rocieros han enviado para el pozo, pero la operación no es un éxito. Por lo menos lo he intentado y si esta vez no ha salido, esperemos que la próxima salga mejor. Después de la siesta estoy un rato a la sombra del ventilador porque se suda en todas partes y trato de organizar lo que tengo que hacer en la semana, en particular entrevistas y visitas a las escuelas. Me voy a rezar un rato a la iglesia y con las oraciones de la tarde, el rosario y la cena se acaba la jornada que seguimos sin tener luz, pero que al final llega y disfrutamos un rato de su presencia, pues luego se va de nuevo.