Me despierto a la hora de todos los días, pero me
permito un rato más de sueño, pues no tengo prisa, ya que la misa comienza a
las ocho, pero antes ya me he encontrado con el chófer del camión de la arena y
le he dado lo suyo por el trabajo de ayer y ajustamos el de hoy. Es musulmán y
no le importa trabajar el domingo y no hay problema en que lo haga antes de que
nos lleguen las lluvias.
Después de la misa en Madonna voy a Mattru, el pueblo
que hace tiempo que no decimos misa porque no hay gente preparada para
comulgar, pero vamos dando los pasos para hacerlo posible.
De vuelta a casa intento comunicar con Ibrahim, pero
hoy la conexión no es como ayer. Me ducho y me cambio que estoy empapado y tomo
un plato de arroz antes de echarme una siesta que necesito.
Voy a ver a los que trabajan en el pozo que después de
las elecciones parece que tienen ganas de recuperar el tiempo de espera y les
encuentro en el tajo.
Voy a casa del fontanero que me ha prometido más
plataneras, pero ni rastro. Visito el terreno y tampoco encuentro nada, Veo al
líder de la iglesia de Towama, vamos a ver celosías que queremos poner en la
nueva construcción y me encuentro con el camión de la arena. Han
hecho cuatro viajes y aún queda algo del montón. Le pago y nos ponemos de
acuerdo para el siguiente trabajo.
Voy con Ibrahim a ver a un señor de la parroquia que
es topógrafo y ver de poner los detalles de los mojones del terreno en buen
orden. Nos promete que lo hará y con esas nos volvemos.
La luz del generador y la conexión hoy a ratos, es lo
que tenemos en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario