Voy a rezar a Towama y el día está nublado. Los de
siempre se hacen presentes. Celebramos la misa sin prisa y tratando de explicar
cómo Lucas hace una catequesis a partir del relato que ha escuchado de los que
iban a la campiña.
Cuando salgo me encuentro con el líder de la comunidad
y me dice que está disponible, pero el constructor no ha aparecido. Habíamos
quedado ayer de ir juntos a ver donde nos ofrecen arena para la construcción.
Después del desayuno voy a la ciudad y tengo que echar
carburante, pero al mismo tiempo voy a un cíber y por más que lo intento los
correos no pasan. No hay conexión desde hace varios días. Me vuelvo para casa
con la prensa leída, pero sin los correos.
Llamo el constructor que me dice que por la tarde
estará disponible. En casa hay una misa funeral a la que asiste mucha gente.
Después de comer llamo de nuevo al constructor quien
me dice que sigue en cama, lo que hará que vayamos a ver lo de la arena otro
día. También me han llamado de la embajada, alguien que está en Freetown
interesándose por la situación que estamos viviendo y recomendando que no se
viaje. Le he sugerido que sería mejor que tuviéramos más fácil acceso a la
embajada, que cuando quise renovar el pasaporte lo hice yendo a España porque
aquí ir a la embajada que está en Abidján es más que complicado.
Voy a Towama para la reunión de parejas y de nuevo
volvemos de vacío, así que seguiremos esperando con paciencia a ver si algo
sale un día.
Han dado el resultado de las elecciones y ha ganado la
oposición… Esperemos tener la fiesta en paz.
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