Seguimos en la misma tónica, sin luz y con calor.
Oración con linternas y misa en Madonna donde les animo como ayer, pero con las
palabras del papa de una homilía del año pasado que nos invita a ser
agradecidos con Dios por habernos dado a su Hijo.
Vengo a casa con un ex futbolista que es masajista y
me da una sesión. Llevo varios días con dolores y calambres. No es sólo una vez
que hay que recibir el masaje para notarlo, pero por lo menos me
hace ilusión pensar en que algo pueda cambiar. Cuando acabó el trabajo sudaba
abundantemente.
Fui a ver a los poceros y después al chófer que nos ha
traído la arena para encargarle grava, cosa que ha hecho en el día. Nos vamos
conociendo y nos vamos haciendo amigos. Se ha dado cuenta de que el dinero no
es lo más importante, al menos eso le he dicho y me ha comenzado a mirar de una
forma distinta.
Voy a ver al fontanero, pero hoy me dice que está
demasiado cansado para llevar las plataneras a la finca, que mejor hacerlo
mañana…
Salgo para ir a la finca y me encuentro a un
catequista. Me lleva a visitar a una señora mayor que quiere prepararse a bien
morir. Está lejos el sitio y es complicado llegar, pero hasta la casa vamos y
rezamos con ella. Le prometo que vendré, siempre que tenga alguien que me
traiga hasta casa, que yo solo no acertaré.
Han traído la grava para Towama y voy a ver al chófer
que tiene el camión reparando en el garaje. Le pago el trabajo realizado y le
prometo seguir contando con él cuando tenga necesidad.
En casa me doy cuenta de que tengo que echar
carburante y voy a la estación que acaban de renovar donde siempre me he
encontrado a gusto porque no te hacen trampas como en otras muchas…
He recibido los billetes de avión para
viajar a USA. Me llama la atención que el de España a América es low cost y no
tiene derecho a comida… Me llevaré un bocata para el camino.
La conexión es aceptable, aunque no extraordinaria.
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