Voy a rezar a Mattru y como cada vez, la procesión de
los que vienen a la ciudad cargados es lo que me sigue haciendo pensar. Para la
oración hoy hay algunos más y después como de costumbre visito para rezar las
casas de los que se preparan para el matrimonio y algunos más que ya se van
haciendo familiares a ello.
Me acompañan viajeros que dejo en el cruce y vengo a
casa donde después de desayunar voy a la capilla como hago los jueves. Tengo la
sensación de que la iglesia está sucia. Hay una señora que limpia durante un
buen rato, Después viene un señor que limpia el polvo. He visto la suciedad
cuando he ido a confesar a alguien que ha venido.
Los que me vienen a ver son recibidos en la parte de
atrás y sigo con la adoración. Luego vino el masajista y me tuvo un buen rato
bajo el ventilador que por lo menos no hacía calor, aunque él sudaba como de
costumbre.
Cuando volví a la iglesia se puso oscuro y se levantó
el viento antes de que acabara con una pequeña lluvia… Tengo la misma sensación
de la mañana, que la iglesia está sucia, y es que en cuanto hay un poco de
viento, todo se llena de polvo y otros residuos que es lo que suele pasar en
este momento. Por lo menos la lluvia hace refrescar el ambiente y esta noche se
podrá dormir un poco mejor.
Hay muy poca gente para la adoración y pienso que es a
cuenta de la lluvia que nos ha caído. Tenemos luz y estamos sorprendidos pues
no es lo normal., aunque la conexión hoy deja que desear.
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