He estado mucho tiempo despierto y he aprovechado para
leer y a la hora de levantarse no siento mucho el cansancio.
Para empezar tengo muy agua y desde la ducha viene a
cuentagotas, lo que no impide que intente con lo que llega valerme y
presentarme pronto en la iglesia para la exposición del Santísimo y el rezo de
laudes. Para la misa hoy no hay mucha gente, pero es que habrá una boda más
tarde y algunos vendrán entonces.
Me viene a ver Daniel, el que trabaja con la gente de
la madera y me trae una pieza de la motosierra que está gastada. Le doy el dinero
que necesita y va a comprarla y montarla. Al mismo tiempo pienso en los de la
cárcel que hace semanas que no puedo visitar, pero seguimos esperando…
Hay reunión del consejo en Madonna y participamos los
curas, creo que por primera vez estamos los tres, no así los jefes de los
grupos, que bastantes están ausentes. A pesar de no ser muchos, tratamos los
temas de la agenda y se propone contactar a los ausentes y hacerles ver su
compromiso de presencia.
En casa están en la boda y yo voy a comer y a dormir
que por la tarde tengo pueblos. Me piden que lleve a alguien al pueblo, cosa
que hago encantado, es un señor mayor que ha estado delicado y vuelve
recuperado.
En el camino me paro en la finca para ver el trabajo
que han hecho unos y otros y no veo que avancen mucho. A unos contacto por
teléfono y no están disponibles y a otros veo en el pueblo y me hacen saber que
les han robado la ropa que habían dejado en el campo cuanto desbrozaban… Les
digo que es su culpa, que no tienen que dejar las cosas fuera de su vista, pero
la realidad es que están desanimados y que no se lo esperaban, pero a ello hay
que irse haciendo y ser más previsor la próxima vez.
La reunión de parejas no va muy lejos, pero lo
suficiente para reconocer que la vida de pareja es muy interesante y digna de
vivirse unidos y lo que comparten se les ve que es algo que se dan cuenta
hablando de lo que viven y les invito a dar gracias a Dios y dar testimonio de
lo que están viendo y viviendo ellos.
En Tikonko hay una señora, la mujer del catequista con
unos cantos críos y en vista de que no aparece nadie más me pongo en marcha y
voy a visitar a una pareja que viven a la salida del pueblo. Les acompaño un
ratito, rezamos los presentes y luego salimos a la calle de nuevo y
me encuentro a Daniel de nuevo teniendo en la mano una pieza de la motosierra
que está gastada y me dice que vendrá mañana que hoy es demasiado tarde. Me
pregunto si mañana las cosas van a estar abiertas y me asegura que sí.
Salgo hacia casa ya sin luz y con polvo abundante en
la pista, Me paro en Towama y hablo con el líder de la comunidad que tampoco
está en muy buena forma. Llama al constructor de la iglesia, pero sigue en cama
y sin muchas posibilidades por ahora de que la cosa mejore.
En casa sin luz, pero aparece el generador, que nos
permite cenar viéndonos y comentando lo del día. Por lo menos hay conexión y el
correo funciona.
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