La patrona de la parroquia. Tenemos
luz y las cosas parecen marchar viento en popa. Aunque no hay muchos para la
oración, luego van llegando otros más y
a final parecemos un número importante. Además celebramos la patrona de Nigeria
y siempre hay en la iglesia alguien de Nigeria. Entre otras cosas les invito al
rezo del rosario que lo haremos en la iglesia por la tarde y también les digo
que lo pueden hacer en las casas… Quiero pensar que han rezado en las casas,
porque por la tarde había un adulto de los que habían estado por la mañana y el
resto era gente joven.
Mañana seguiremos insistiendo. Hemos tenido
retiro en el que hemos leído la llamada a la santidad que se nos hace desde el
aguinaldo del Rector Mayor y después de un rato de reflexión y oración
concluimos con el rezo del oficio. Me llama una señora para ir al banco a
realizar la operación que no pudo ser el viernes… Pocas veces he visto tanta
gente esperando. Por suerte hemos ido directamente al despacho del jefe y nos
han atendido sin mucha espera y sin hacer la cola que había.
La lluvia amenaza y me vengo a casa
cuanto antes, pues desde que me mojé el viernes estoy con un catarro que me
ronda. Procuro dormir y no forzar las cosas, leer, rezar y recibir a quienes me vienen a ver, en
particular alguien que viene para confesarse y con quien quiero comenzar el
trabajo de las parejas.
Tenemos el rosario a las seis, con
antelación estoy un buen rato en el patio con la gente joven que ha venido con
una cierta despreocupación y se sienten a gusto de estar con nosotros.
Después de cenar llueve un poco, se
para, vuelve a llover, la luz va y viene, el generador renquea, pero por lo
menos, aunque con interrupciones, tenemos luz. Quiero ir pronto a cama y ver si
me despejo de la fiebre y mañana estoy más en forma.
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