Me levanto a la hora de todos los días pero hoy tengo
menos prisa porque empezamos la misa a las siete en el primer pueblo, donde
apenas es de día. Hay bastantes que llegan tarde y algunos a los que echo de
menos, alguno también enfermo y pedimos por la recuperación de su salud. Al
finalizar la misa me prometen que van a venir a traer arena para la
construcción y será por la tarde.
Les hago ver la actualidad del mensaje de Jesús, que
se cumple en el momento presente y derivo hacia la relación entre las parejas,
cosa que reconocen y que aprovecho para animarles a seguir en el trabajo que
están haciendo.
En Tikonko las cosas pueden ser normales, desde que
hay algunos que llegan tarde a que tampoco son numerosos y les hago ver la
necesidad de rezar a Dios y comprometernos con los demás. Al acabar la misa
tienen una reunión los adultos mientras yo me vengo con los críos en la
furgoneta hasta el cruce del pueblo.
Llego a Towama con tiempo y hasta logro dormir un
ratito y así me siento mucho más en forma durante la misa. Les invito a rezar,
a tener fe en Jesús y a hacer algo durante la semana para mejorar nuestra
situación con respecto a Dios. Otra cosa es lo que ellos lleguen a entender.
Estamos a punto de comenzar la construcción de la
iglesia que ha estado largo tiempo aparcada en los cimientos y mi interés es el
poner a todos en danza y ver la colaboración que cada uno puede aportar. Parece
que hay buena voluntad, pero el tiempo irá diciendo lo que suceda. Por lo menos
en la reunión la gente parece animada y dispuesta a participar.
En casa me tomo hoy no el arroz, sino unos plátanos
fritos que están estupendos y un buen trozo de pollo. Me voy a dormir, pues
quiero estar por la tarde en el transporte de arena para la capilla.
Cuando salgo me encuentro con los otros que vienen a
casa. En el camino me hago con gente y a algunos les he ahorrado un buen
trecho, por lo que me alegro. En Nagoyon están trayendo arena un grupo
importante. He venido con el maestro de Balei que está de reposo en la casa del
jefe en Tikonko. Me he encontrado con el jefe y su esposa, nos hemos saludado y
le he felicitado por haber salido elegido entre los jefes para ser
representante en el parlamento.
Estoy un buen rato con los que traen arena y estoy
sudando sólo de ver el trabajo que hacen, así que algunos de ellos están
chorreando. A todos animo y les doy las gracias por el trabajo que hacen además
de concertar la visita de mañana para decirles la misa y traerles a la finca de
Towama para el trabajo de limpieza que van a comenzar.
La vuelta a casa es lo normal, dejo a los que llevé y
tengo algunos más voluntarios para entrar en el vehículo. En casa tenemos la
luz del generador, la conexión es muy floja y no puedo ni ver los correos ni
siquiera las noticias de los periódicos.
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