Llovió un poquito por la noche y ha refrescado, pero
es muy superficial la cosa. Estamos sin luz y voy a rezar a Mattru como cada
jueves. Hoy parece que hay un poco más de gente que otras veces.
Al finalizar la oración, como cada jueves, vamos a
rezar a varias casas, en particular las de aquellos que se preparan para
celebrar el matrimonio. Son dos hombres cuyas mujeres son musulmanas. Como ya
se repite muchas veces, nos acogen de forma diferente a como lo hacían las
primeras veces. Así nos vamos preparando para que un día vengan a la iglesia
sin miedo a conversiones forzadas.
Seguimos con el tema de la adoración. Cuando vengo no
hay mucha gente. Desayuno y me presento en le iglesia. Alguno que otro pasa un
rato en la iglesia y hasta alguien viene a confesarse. También respondo al
teléfono y hago algunas llamadas. El argentino que me había prometido venir, me
dice que ha tenido problemas con el vehículo y que no sabe si podrá ponerse en
camino…
Al final de la mañana voy a hablar con el obispo, me
ha dado cita en su casa y compartimos un rato de conversación. No estará
presente cuando venga el provincial, así que paciencia y a otra cosa. Hablamos
de la parroquia, de los pueblos, que se toma con interés y nos dice que estará
en semana santa en nuestra parroquia, cosa que le agradecemos y con la que
estamos encantados.
Hoy para comer hay lentejas, que además están bien
preparadas y de un sabor muy agradable. Son de cuaresma o ecológicas, como se
prefiera, con pepino y cebolla. Me pongo un buen plato y pienso en el resto
para la tarde.
Hace calor y en la iglesia han encendido un
ventilador, que es un cierto alivio, pero también se fue la luz y sudar y
sudar…
En la misa rezamos por la paz en el país. La segunda
vuelta de las elecciones no da ninguna seguridad y parece que ha habido
incidentes en varios sitios.
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