Como cada jueves voy a rezar a Mattru. Hoy hace menos
fresco que otros días y he podido ver las estrellas un momento porque no hay
mucho harmatán.
Después de la oración voy a visitar a dos personas que
me han pedido sus parejas que vaya a verlos. Parece que hay buenas perspectivas
de que se entiendan los matrimonios, o por lo menos eso me ha parecido y
trataré de acompañarles.
Vuelvo a la iglesia que está al lado de la escuela y
espero un poco a que los alumnos vayan llegando, que aquí también lo hacen con
retraso y luego me reúno con los maestros a los que voy conociendo y escuchando
sus problemas. También les invito a la sesión de compost. Después todavía me
presentan un caso que ya habíamos visto antes y aún está sin solución y una
petición de alguien que ya me había pedido lo mismo el año anterior. A todos
les hago pasar por el director de la escuela y que me presenten lo que
necesitan para que no sea un simple capricho.
Cuando vuelvo noto que el vehículo tiene problemas y
voy directamente al mecánico. Dejo el vehículo y vengo a casa en una moto. Lo
que queda de la mañana lo empleo en la adoración, lo mismo que la tarde. Siguen
viniendo pocos a la oración y tenemos que plantearnos qué solución dar a la
cosa. En la misa hay una veintena. Rezamos por la unidad de los cristianos,
aunque no me da que haya mucha tradición aquí de la semana de la unidad.
Vino el mecánico y hay una pieza a cambiar y el
vehículo estará con suerte mañana, así que paciencia y a otra cosa.
Sin luz, con el generador y la conexión a medias…
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