Estamos en tiempo de
lluvias, así que es normal que llueva y llueva y también lo ha hecho por la
noche, aunque no sé la intensidad, pues cuando llueve refresca y puedes dormir mejor y levantarte en forma.
He ido a la capilla a rezar
y poco a poco han ido viniendo los demás y hoy para la misa contando con la
presencia de los catequistas nos acercábamos al centenar. Presidida por Don
Américo y deseándole un buen viaje, además de prometerle nuestra oración.
Inmediatamente después da la
misa hemos tenido la lectura de las conclusiones que nos ha llevado un buen
rato y seguido el desayuno y unas fotos de recuerdo en la entrada antes de
partir hacia las nueve. Le lleva Joseph.
He estado poniendo cosas en
orden, viendo a los catequistas, hablando con el salesiano estudiante que ha venido para el cursillo y después de
comer y un poquito de siesta, me voy a la finca a trabajar en la plantación de
las moringas.
He hecho un trabajo de
acondicionamiento y limpieza y poda, pero sólo de una parte, pues son ya muchas
las plantadas como para que las siga una sola persona. Otros estaban limpiando
el terreno de malas hierbas. También entre los que estaban reunieron leña y les
traje una cargan a casa para que la puedan vender y así sacar algo más del
trabajo que hacen.
Cuando llegué los otros ya
habían cenado y al acabar de cenar volvió Joseph de Lungi con un cierto
cansancio, pero animado.
Tenemos la electricidad del
generador y así puedo seguir las noticias de la prensa y leer los correos que
me han enviado, además de hacer la crónica del día.
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