Llovió durante la noche y ha refrescado
bastante. La luz se fue y no ha venido en toda la noche, lo que nos permite ver
los relámpagos de la tormenta y disfrutar del calorcito de estar en la cama a
techo y sin mayores preocupaciones.
Voy a rezar a Mattru y no hay mucha gente,
pero por lo menos los pocos que están lo hacen con unción. Hoy como es el día
del niño africano, los estudiantes no han salido todavía. No sé si es que irán
más tarde o les han dado libre.
Voy a la escuela de Balei con Samuel.
Pretendemos estar por la mañana con ellos. Y de nuevo en el camino intento
encontrarme con el responsable de la ong en Tikonko, y de nuevo no está
presente. Lo intento de nuevo a la vuelta y no hay manera.
En la escuela ha habido animación y las
maestras preparan la comida con ayuda de algunas alumnas, lo que les llevé el
martes. Hay buen ambiente y se vive la fiesta. Primero Samuel ha hecho algo de
animación con cantos y luego han jugado un rato a fútbol. Antes de que comience
la comida nos venimos, pues nos esperan tareas a realizar en casa.
La comida, un poco de siesta y a la
iglesia, que hoy por la mañana he dejado a Joseph solo con todo el trabajo. Por
la tarde hay más bien muy pocos, aunque alguno viene a confesar y luego a la
hora de la misa hay menos de la docena de personas. No sé si es que se han
olido que la lluvia iba a venir y no se han hecho presentes, pues nos ha venido
una lluvia abundante y con cierto viento que hacía entrar el agua en la iglesia
por las rendijas y desplazarse de puesto a los que suelen tener sitio fijo o
casi.
La lluvia sigue, es abundante, y durante
mucho tiempo, lo que hará que finalmente los riachuelos que estaban a punto de
manar, salgan de su letargo y nos ofrezcan agua abundante y de calidad. Aquí
por ahora los riachuelos no están contaminados y el agua en la estación de
lluvias es abundante.
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