Tenemos luz y la mañana es tranquila
después de una noche de lluvia. Voy a rezar a Towama y espero que los que me
prometieron venir el jueves pasado estén presentes, pro entre todos hay
solamente una chica… Aunque en el pueblo la gente que viene va aumentando. Hoy
estaba la monja de la uni con una señora que luego me dijo que era su hermana,
que está en Estados Unidos y ha venido de vacaciones.
En casa, después del desayuno hablo un
momento con Joseph y salgo a hacer algunas compras y a llevar un paquetito de
galletas al mecánico por el trabajo que me hizo ayer. Son las galletas que han
llegado en el contenedor y que aquí no se conocen casi por lo que son un regalo
apreciado para todos.
Me doy una vuelta por el mercado viendo
los puestos. Hay poca fruta, también veo que las verduras van aumentando en
cantidad y también veo los paños, que han subido los precios a cuenta de los
acontecimientos en Inglaterra… Y es que cualquier motivo es bueno para aumentar
el precio de las cosas, y lo percibo en todos los artículos en general, que los
precios van al alza de forma notable. No sé cómo se las apañarán los que tienen
salario fijo. Y más difícil aún para los que no tienen salario, que son la
mayoría.
Vuelvo a intentar pagar el mes en la
conexión a internet y me vuelven a decir que vuelva de nuevo, pues siguen sin
conexión ellos… Ya mejor tomarlo a cachondeo que preocuparse y a ver cuando
puedes pagar… No me imagino la cosa si fuera que tienes que cobrar…
Tenemos noticias de la provincia que nos
dicen que han aceptado una propuesta que nos ha hecho el obispo de retomar una
estación de la parroquia, que es casi tan grande como la parroquia y con
escuela alrededor. Eso quiere decir que el año que viene tendremos algún cura
más para poder atenderla.
Después de comer hablo un momento con
coco, el cooperante que construye escuelas en el norte y con quien tengo una
muy buena relación. Nos veremos cuando estemos de vacaciones y también
compartimos ideas y proyectos.
Me llama también Daniel, un señor de un
pueblo que me necesita para unos papeles de un terreno que nos han dado a la
Iglesia y que está preparando en la administración. Le acompaño a ver al
encargado, alguien que conozco de otras veces que nos hemos visto y que ha
hecho un buen trabajo. Le agradezco lo hecho y le prometo hacer lo que me
corresponde con el obispo y devolverle los papeles firmados para que luego él pueda acabar con
el trabajo. Como llueve y no parece que vaya a parar pronto, llevo a Daniel a
su pueblo, pues no tiene medio de transporte y hacer el recorrido en una moto,
es difícil y se va a mojar.
En el camino tenemos tiempo de hablar de
varios temas y veo su interés porque los papeles de la Iglesia y de la escuela
estén arreglados y se pueda disponer del terreno que de otra forma no estaría
seguro. Le agradezco también el trabajo y él se da cuenta de que el hecho de
que le lleve a su casa es cosa que los curas de aquí no harán.
En casa la luz se va y viene y hoy la
conexión es bastante débil, así que paciencia y a ver si mañana hay más suerte.
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