Voy a rezar con la gente de Mattru. Hay un grupito de
adultos que son los que generalmente están presentes. Rezan los misterios
luminosos. Les felicito, pues es la primera vez que lo hacen, aunque lo del
catecismo seguiremos esperando. A la vuelta los estudiantes aprovechan el
vehículo para hacer el viaje que de otra forma tendría que ser a pie.
Después del desayuno voy a la iglesia, pues hay exposición
y queremos que haya un cura para los que vienen y se quieran confesar. Nos
turnamos Joseph y yo y nos toca estar unas cuantas horas, pero es bueno tener
un tiempo de reposo y rezar por unos y por otros. Veo que es un día que
proporciona calma en medio de la actividad y te da tono en tu día a día.
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