Crónica de las experiencias vividas en Bo (Sierra Leona) por el misionero salesiano Antonio Gutiérrez
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sábado, 12 de mayo de 2018
12 de Mayo de 201
Sábado
Seguimos sin luz y
rezando a la luz de las linterna por la mañana. Voy a Madonna y no es que haya
mucha gente, pero sí pregunto al final de la misa los que han traído a alguien
nuevo y me dicen que se sienten contentos de lo que han hecho y así animo a los
otros a hacerlo otro día.
Traigo un buen
número de gente que viene a la parroquia o a los alrededores y aprovechan el
vehículo. Me desayuno con fruta que está muy buena y las sobras de la comida de
ayer, que como no hace calor no se pierde durante la noche… Y me voy a la
cárcel a rezar y a ver lo que ha sido del pozo desde ayer. También me paro en
el mercado a comprar arroz para los albañiles que pienso que se les está
acabando.
Cuando llego al
lado del pozo veo rostros sonrientes que me vienen a saludar, son los del
equipo del pozo que han encontrado agua y me dicen que en abundancia, pero que
me darán los resultados al final del día. Veo lo que me enseñan, la roca
granítica con una falla y ahí es donde estaba el gua…
Entro en la cárcel
para rezar y estoy un buen rato con ellos, algo muy agradable, pues les he
dicho que hoy he vivido dos cosas especiales, una es el anuncio del agua que
tendrán con seguridad y la otra algo que siempre me agrada cuando llego y es
que son capaces de sonreír y es verdad que el trato con ellos es muy agradable
en especial cuando me cuentan lo que han vivido durante la semana y que es la
amistad entre unos y otros y el que la gente no se pelea.
Me paso por el
taller del soldador, me da los pies de los bancos que quedan y en casa hago
tiempo antes de comer preparando lo que llevaré por la tarde a los pueblos y
leyendo un rato.
Me voy a los
pueblos después de la siesta y en el camino alguien me para y me dice que
quiere que venga a rezar a su pueblo con ellos… Le invito a contactar con el
catequista que conoce y le digo que recemos para que se allane el
camino y podamos llegar a convertir el deseo en realidad.
En Nagoyon hoy la
gente ni aparece. Me dicen que han ido a una ceremonia y otros a otros asuntos.
Me pongo pacientemente al lado del albañil para que vaya fijando las patas de
los bancos en el suelo, pues los bancos serán fijos y cuando están a punto de
acabar, voy a rezar el rosario con los que se presentan en la casa de Daniel.
Me he olvidado de
llevar camisetas de repuesto y la que tengo está empapada de sudor, así que
aguantaré mojado hasta que me la pueda cambiar en casa… En el camino me llaman
para decirme que la cantidad de agua del pozo de la cárcel es del alrededor de
treinta mil litros por día, lo que es más que suficiente para las necesidades
de la cárcel y me hace sentirme contento y agradecido.
La conexión a
medias y a ratos, pero por lo menos he podido recibir los correos y leer las
noticias.
Seguimos sin luz y
rezando a la luz de las linterna por la mañana. Voy a Madonna y no es que haya
mucha gente, pero sí pregunto al final de la misa los que han traído a alguien
nuevo y me dicen que se sienten contentos de lo que han hecho y así animo a los
otros a hacerlo otro día.
Traigo un buen
número de gente que viene a la parroquia o a los alrededores y aprovechan el
vehículo. Me desayuno con fruta que está muy buena y las sobras de la comida de
ayer, que como no hace calor no se pierde durante la noche… Y me voy a la
cárcel a rezar y a ver lo que ha sido del pozo desde ayer. También me paro en
el mercado a comprar arroz para los albañiles que pienso que se les está
acabando.
Cuando llego al
lado del pozo veo rostros sonrientes que me vienen a saludar, son los del
equipo del pozo que han encontrado agua y me dicen que en abundancia, pero que
me darán los resultados al final del día. Veo lo que me enseñan, la roca
granítica con una falla y ahí es donde estaba el gua…
Entro en la cárcel
para rezar y estoy un buen rato con ellos, algo muy agradable, pues les he
dicho que hoy he vivido dos cosas especiales, una es el anuncio del agua que
tendrán con seguridad y la otra algo que siempre me agrada cuando llego y es
que son capaces de sonreír y es verdad que el trato con ellos es muy agradable
en especial cuando me cuentan lo que han vivido durante la semana y que es la
amistad entre unos y otros y el que la gente no se pelea.
Me paso por el
taller del soldador, me da los pies de los bancos que quedan y en casa hago
tiempo antes de comer preparando lo que llevaré por la tarde a los pueblos y
leyendo un rato.
Me voy a los
pueblos después de la siesta y en el camino alguien me para y me dice que
quiere que venga a rezar a su pueblo con ellos… Le invito a contactar con el
catequista que conoce y le digo que recemos para que se allane el
camino y podamos llegar a convertir el deseo en realidad.
En Nagoyon hoy la
gente ni aparece. Me dicen que han ido a una ceremonia y otros a otros asuntos.
Me pongo pacientemente al lado del albañil para que vaya fijando las patas de
los bancos en el suelo, pues los bancos serán fijos y cuando están a punto de
acabar, voy a rezar el rosario con los que se presentan en la casa de Daniel.
Me he olvidado de
llevar camisetas de repuesto y la que tengo está empapada de sudor, así que
aguantaré mojado hasta que me la pueda cambiar en casa… En el camino me llaman
para decirme que la cantidad de agua del pozo de la cárcel es del alrededor de
treinta mil litros por día, lo que es más que suficiente para las necesidades
de la cárcel y me hace sentirme contento y agradecido.
La conexión a
medias y a ratos, pero por lo menos he podido recibir los correos y leer las
noticias.
Ubicación:
Bo, Sierra Leona
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