Crónica de las experiencias vividas en Bo (Sierra Leona) por el misionero salesiano Antonio Gutiérrez
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viernes, 18 de mayo de 2018
18 de Mayo de 2018
Viernes
Amanecemos sin luz
o a la luz de las linternas, pero para el rezo de la oración de la mañana ya
funciona el generador. Ayer llovió y hoy se nota en la iglesia que hay muy poca
gente en la celebración.
Voy a Nagoyon donde
están cimentando el suelo de la iglesia. Lo que estaba pensado para hacerse en
dos días, han logrado acabarlo en uno solo y ha sido debido al enorme esfuerzo
que han hecho en el trabajo. He llevado cemento, he estado atento si
necesitaban alguna otra cosa y les he llevado caramelos de los que vinieron en
el contenedor, era la última caja que me quedaba. La han recibido contentos.
He estado con ellos
largo rato y les he acompañado en el trabajo para hacer que las cosas sean más
fáciles, en especial las previsiones, que no suelen estar atentos a lo que se
acaba.
Los albañiles son
musulmanes y han comenzado el ramadán. No se les ha notado un gesto de
cansancio a lo largo de la jornada y todos contentos con el trabajo realizado.
Les he llevado unos dulces que es lo que suelen pedir cuando ayunan y estaban
contentos con ello.
He rezado el
rosario en Nagoyon con un grupo de adultos, que han estado en el trabajo en la
iglesia. Algunos se dormían, y es que el cansancio hace mella y
se nota. He terminado a tiempo para venir a Tikonko y me he
encontrado con alguien de la comunidad y hemos rezado el rosario en una casa.
El grupo era reducido, pero había devoción en la oración.
Vuelta a casa
tarde, cansado, con amenaza de lluvia, pero hasta ahora nada ha caído. La
conexión, responder correos, leer el periódico y hacer la crónica es lo que me
ha llevado el tiempo.
Amanecemos sin luz
o a la luz de las linternas, pero para el rezo de la oración de la mañana ya
funciona el generador. Ayer llovió y hoy se nota en la iglesia que hay muy poca
gente en la celebración.
Voy a Nagoyon donde
están cimentando el suelo de la iglesia. Lo que estaba pensado para hacerse en
dos días, han logrado acabarlo en uno solo y ha sido debido al enorme esfuerzo
que han hecho en el trabajo. He llevado cemento, he estado atento si
necesitaban alguna otra cosa y les he llevado caramelos de los que vinieron en
el contenedor, era la última caja que me quedaba. La han recibido contentos.
He estado con ellos
largo rato y les he acompañado en el trabajo para hacer que las cosas sean más
fáciles, en especial las previsiones, que no suelen estar atentos a lo que se
acaba.
Los albañiles son
musulmanes y han comenzado el ramadán. No se les ha notado un gesto de
cansancio a lo largo de la jornada y todos contentos con el trabajo realizado.
Les he llevado unos dulces que es lo que suelen pedir cuando ayunan y estaban
contentos con ello.
He rezado el
rosario en Nagoyon con un grupo de adultos, que han estado en el trabajo en la
iglesia. Algunos se dormían, y es que el cansancio hace mella y
se nota. He terminado a tiempo para venir a Tikonko y me he
encontrado con alguien de la comunidad y hemos rezado el rosario en una casa.
El grupo era reducido, pero había devoción en la oración.
Vuelta a casa
tarde, cansado, con amenaza de lluvia, pero hasta ahora nada ha caído. La
conexión, responder correos, leer el periódico y hacer la crónica es lo que me
ha llevado el tiempo.
Ubicación:
Bo, Sierra Leona
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