Crónica de las experiencias vividas en Bo (Sierra Leona) por el misionero salesiano Antonio Gutiérrez
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domingo, 27 de mayo de 2018
27 de Mayo de 2018
Domingo
Ha llovido durante
la noche y es algo muy positivo, Hace tiempo que no llovía y se nota la falta
de agua y se disfruta del ambiente fresco y que no sudas tanto. Me levanto a la
hora de todos los días, tengo tiempo de preparar las cosas y rezar. Voy a decir
la misa a Madonna donde en los anuncios tardan lo increíble y salgo hacia
Mattru con prisa porque no quiero llegar tarde.
Si en
Madonna no había mucha gente, en Mattru me llevo la sorpresa de que
hay muy pocos y es que como ha llovido, bastantes se han ido al
campo, o por lo menos ese es el comentario que me hacen los presentes.
Les hablo de la
Trinidad como misterio, pero como realidad cercana a nosotros y espero que
comprendan algo, aunque no estoy muy seguro. Me ha acompañado un joven que
conocí hace tiempo, pero que ahora no vive aquí y se ha ofrecido a hacerlo. Así
me entero de que está cuidando a la abuela en otra ciudad y que cuando esté
libre seguirá sus estudios en la universidad.
Me encuentro con
Mireia, la chica que va a supervisar la plantación de las moringas para
preparar lo que necesitamos para mañana y después me voy a la reunión que
tenemos cada último domingo de mes, Hoy es en Tikonko y les pido que hablen de
lo que hacen para rezar el rosario en las casas y se ve que al lado de los que
lo hacen con regularidad, hay otros que lo hacen menos.
Les presento el
trabajo del proyecto moringa que tenemos entre manos y buen número de los
invitados prometen que mañana estarán en el tajo. Quiero sobre todo que
aprendan a plantar los maestros para que dirijan a sus discípulos y que puedan
ir a la escuela secundaria. La cosa es lenta, pero llegará.
En la reunión vamos
saltando de un tema a otro y viendo aspectos de cada una de las comunidades de
los diferentes pueblos y tratando de destacar lo positivo y rechazar lo
negativo.
Han preparado una
buena perola de arroz y todos comen contentos mientras yo voy hablando una
palabrita al oído de los que van a venir a trabajar mañana, para animar al
personal.
En casa cenamos y
hablamos un rato, además de seguir pensando y compartiendo aspectos del trabajo
de mañana.
Ha llovido durante
la noche y es algo muy positivo, Hace tiempo que no llovía y se nota la falta
de agua y se disfruta del ambiente fresco y que no sudas tanto. Me levanto a la
hora de todos los días, tengo tiempo de preparar las cosas y rezar. Voy a decir
la misa a Madonna donde en los anuncios tardan lo increíble y salgo hacia
Mattru con prisa porque no quiero llegar tarde.
Si en
Madonna no había mucha gente, en Mattru me llevo la sorpresa de que
hay muy pocos y es que como ha llovido, bastantes se han ido al
campo, o por lo menos ese es el comentario que me hacen los presentes.
Les hablo de la
Trinidad como misterio, pero como realidad cercana a nosotros y espero que
comprendan algo, aunque no estoy muy seguro. Me ha acompañado un joven que
conocí hace tiempo, pero que ahora no vive aquí y se ha ofrecido a hacerlo. Así
me entero de que está cuidando a la abuela en otra ciudad y que cuando esté
libre seguirá sus estudios en la universidad.
Me encuentro con
Mireia, la chica que va a supervisar la plantación de las moringas para
preparar lo que necesitamos para mañana y después me voy a la reunión que
tenemos cada último domingo de mes, Hoy es en Tikonko y les pido que hablen de
lo que hacen para rezar el rosario en las casas y se ve que al lado de los que
lo hacen con regularidad, hay otros que lo hacen menos.
Les presento el
trabajo del proyecto moringa que tenemos entre manos y buen número de los
invitados prometen que mañana estarán en el tajo. Quiero sobre todo que
aprendan a plantar los maestros para que dirijan a sus discípulos y que puedan
ir a la escuela secundaria. La cosa es lenta, pero llegará.
En la reunión vamos
saltando de un tema a otro y viendo aspectos de cada una de las comunidades de
los diferentes pueblos y tratando de destacar lo positivo y rechazar lo
negativo.
Han preparado una
buena perola de arroz y todos comen contentos mientras yo voy hablando una
palabrita al oído de los que van a venir a trabajar mañana, para animar al
personal.
En casa cenamos y
hablamos un rato, además de seguir pensando y compartiendo aspectos del trabajo
de mañana.
Ubicación:
Bo, Sierra Leona
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