Amanecemos sin luz y en el silencio
de la mañana me paso un buen rato en la capilla rezando y preparando las cosas
para la tarde. Luego viene Joseph y hacemos lo mismo.
Sigo la preparación de las cosas que
necesitaré por la tarde y resolviendo algunos pequeños asuntos sin importancia
hasta que se aproxima la hora de comer.
Por la tarde voy pronto a los
pueblos. Comienzo en Towama donde vienen haciendo el viacrucis y algunos vienen
a confesarse. Luego, finalizado el viacrucis, comenzamos con la liturgia propia
del día. No hay mucha gente pero sí más que ayer.
Intento explicar cada una de las
partes de la liturgia y hacer comprender lo que significa cada una, en
particular hoy el silencio y la presencia de la cruz en medio de nosotros.
Cuando acabamos, la gente sale en silencio y ordenadamente y yo me hoy a
Gbalehun donde ya han comenzado el viacrucis en el pueblo de al lado y vienen
hacia la capilla y aunque es un poco antes de la hora no les hago esperar, pues
se les ve cansados. Como liturgia de la palabra les pongo el texto que tengo
grabado sobre la pasión de Jesús en su lengua y siguen con atención y me dicen
que comprenden bien lo que oyen.
Después hago un pequeño comentario
sobre la importancia de la semana que estamos viviendo para ayudarnos en
nuestra fe y rezamos una decena del rosario a María al pie de la cruz.
He logrado hacerme con carbón, cosa
que no resulta fácil en estos momentos y luego, como me acompaña la madre de
Daniel, también compramos leña para ella, con lo que la furgoneta viene
cargada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario