Celebramos a san Marcos. Digo la
misa en casa porque ayer la dije en Nagoyon. Joseph lo hace en Madonna y Sergej
ha salido pronto de viaje a Freetown y quedamos en casa dos. Nos encontramos en
el desayuno y programamos le día. Joseph anda un poco atareado, pues no tiene
ni al catequista ni a la que hace de secretaria y está atento a lo que pasa en
el despacho.
Me entretengo en reparar una rueda
pinchada del vehículo y luego también está pinchada la de recambio, así que
trabajo doble. Todavía el depósito del vehículo sigue con una fuga y ya es la
tercera vez. Esperemos que logren hacer una buena soldadura. El trabajo hoy lo
han hecho en casa porque como estaba pinchada la rueda tampoco se podía mover
el coche de sitio.
También se han entretenido en poner
de pie la hormigonera que se había inclinado y sigo un buen rato con las cosas
del contenedor, que ya vamos dando sitio definitivo
Para la comida el coci nos ha
preparado lentejas, que a los de aquí les gustan y están buenas de ver y de
sabor. También las he comido a la noche, pues esa comida que reposa está mucho
más sabrosa.
He estado en Nagoyon viendo el
trabajo de la construcción y animando a la gente, además de reunirme con ellos
y ver lo que nos puede hacer falta para que no estemos sin materiales. Hay buen
ambiente y los que trabajan están motivados y, si además les das un paquetito
de caramelos de los que han venido en el contenedor, la cosa se mejora mucho.
En casa estamos sin luz y en la
oración y en la cena nos valemos de linternas. La luz viene hoy mucho más
tarde.
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