Voy a rezar a Mattru y hoy sí que
tienen la lista y van apuntando los nombres. Me alegro, les felicito y
esperemos que dure la cosa y podamos avanzar.
Paso la mañana rezando ante el
Santísimo y esperando una llamada que no llega. Cuando por la tarde he
intentado contactar a la persona, no hay cobertura en el teléfono… Más tarde me
llama y me dicen que la máquina que esperamos ha llegado… Vamos a
verla, nos damos cuenta que no es original, pero es un modelo aceptable dentro
de la calidad y el precio, siempre a discutir y a ver lo que te pueden rebajar.
Además de la motosierra hacen falta
otros accesorios que vamos adquiriendo y se nos echa a llover de forma
inesperada. Vamos por varias tiendas y tratamos de encontrar cada una de las
cosas que no son necesarias. El tiempo se me echa encima y, como hay algo que
lo tiene que hacer el soldador y no lo hará hasta mañana, prefiero ir a ver el
trabajo que han hecho los albañiles y volver para la hora de misa.
Por el camino la lluvia nos acompaña
todo el rato y al llegar al pueblo, lo mismo, de forma que no voy a ver lo que
han construido, porque además el tiempo apremia. Mañana será otro día.
En casa asisto a la misa y
bendición, participo en una reunión de preparación de la ordenación, cenamos y,
como hoy hay conexión trato de leer las noticias y enterarme de lo que pasa en
el mundo.
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