Como estamos sin luz, le dedico un
buen rato a rezar en la iglesia en el silencio de la mañana y luego de
desayunar preparo lo que voy a hacer por la tarde, por una parte la ceremonia
de la vigilia y también las reuniones con los maestros y las parejas, además de
la limpieza, pues el polvo es algo que siempre está presente invadiendo lo que
alcanza.
Sigo también organizando las cosas
del contenedor y buscando espacio en lo que cada vez está más lleno, pero como
pasa en África, siempre hay sitio para algo más.
En Nagoyon tenemos encuentro con los
maestros. Intento hacerles ver que las reuniones son necesarias y programar y
motivar es lo fundamental para saber lo que queremos y hacia donde vamos, cosa
que no estoy seguro si todos lo tenemos claro. Para le catecismo insisto en que
se lean el libro que les he dado y que pregunten, pero veo que la simple
lectura les es fuerte, porque hay muchas palabras que no comprenden el
significado.
Para le reunión de parejas hay poco
número hoy porque hay un funeral en un pueblo cercano y muchas de las mujeres
están en el entierro.
En Tikonko seguimos con la misma
tónica, algunos presentes, incluso alguien que viene con su vela esperando la
vigilia… En Towama, como llego con mucho tiempo y estoy empapado de sudor,
vengo a casa, me ducho y me preparo para estar bien en forma para la vigilia,
bastante concurrida, pero no todo lo que me esperaba.
Cuando vuelvo a casa aún no han
concluido y me voy a la cama, pues mañana me toca madrugar.
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