Por ser la conmemoración de María
Auxiliadora nos acordamos de Ella en la oración y en la misa. Digo la misa en
Nagoyon y luego traigo a los maestros que están en la última semana de sus
clases de primavera. Hay ambiente y ganas de trabajar.
Además de los maestros vienen
también los que van a preparar el permiso oficial para poder usar la máquina de
serrar, que no quieren exponerse a que les molesten. Veo que tienen razón y les
adelanto el costo de la licencia.
Después del desayuno tenemos reunión
comunitaria y hablamos de diversas cosas que nos conciernen. Viene el
carpintero y sigue el trabajo que había dejado a medias en la casa. Hay chapas
del tejado que sustituir y muchos interiores atacados por las termitas que
piden un recambio. Dice que volverá mañana porque no ha acabado el trabajo.
También viene el fontanero, pues el
lavabo de mi habitación tiene una fuga y trata de arreglarla. Me da muy buena
impresión y veo que tiene buena voluntad, aunque no conozca mucho de su oficio.
Van varios días que intento
organizar las fotos para enviar para el blog y hoy me decido a hacerlo y,
cuando la conexión es algo imposible, acaba funcionando durante el
tiempo que lo he dejado para ir a rezar.
En la oración de la tarde aparece
Augustine, el diácono que será ordenado cura en el mes de mayo. Le damos la
bienvenida, cena con nosotros y compartimos un rato de amena
conversación. Luego Joseph le lleva a su casa.
Henos tenido un rato luz, pero ya se
ha vuelto a ir. A pesar de que ha comenzado a llover otra vez, todavía no tiene
fuerza el río para que haya electricidad hidráulica.
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