Llegamos
a finales de mes sin darnos cuenta. El tiempo pasa a gran velocidad. Hoy no voy
a pueblos por la mañana y rezamos en la capilla al principio con luz, pero
luego se fue. En Madonna recuperamos la gente de la misa y les sigo hablando de
positividad en la figura de Abraham, el bendecido de Dios.
Sigo
bajo los efectos de la malaria y duermo un rato por la mañana. Sé que tengo que
tener paciencia y aguantas los efectos secundarios de las pastillas que he
tomado.
Por
la tarde, después de una buena siesta, voy a ver al mecánico. Seguimos en
tratos para encontrar las piezas de repuesto para el camión y la cosa va lenta,
además de que paree que la cosa es cara.
Voy
a Nagoyon y dejo al fontanero en el terreno que prepara leña para que se lo
traiga a su casa. Lo vende y le permite vivir. Cuando no hay trabajo se recurre
a cualquier cosa para sacar para vivir. Intento ayudar a quien tiene interés en
hacer algo.
El
coro está preparando cantos para la fiesta que se organizará cuando se acabe la
iglesia, y les propongo la misa de ángelis para que canten alguna cosa
original… Creo que no sé donde me he metido, pues para esta gente cantar en
latín es por lo pronto complicado y después veremos hasta donde somos capaces
de llegar. Yo ya me sé el Kirie de la misa que hasta lo canto mientras duermo…
Pero me lo paso bien con ellos y disfrutamos de lo que hacemos, algo importante
para todos.
Es
el final del mes y nos encomendamos a don Bosco al recordarle en su día, a la
vez que damos gracias por le mes que termina y por lo que hemos hecho en él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario