Madrugo
para ir a Nagoyon a decir la misa, pues tengo que volver también para Madonna.
Llego un buen rato antes y ya hay gente rezando en la iglesia. Y son las cinco
y media. Comienzo un poco antes de la hora y al acabar estoy con prisa, pues me
queda camino para llegar a decir la otra misa, aunque siempre hay sitio para
unos cuantos que vienen a sus asuntos, desde inscribir a los críos en el
registro civil hasta visitar a familiares o venir al mercado.
Vengo
con dos críos de la escuela que están dispuestos a recoger bolsas de agua de
las que tiran por cualquier sitio después de usarlas. Nos servirán para hacer
el vivero de los frutales que queremos iniciar en las escuelas. A cualquier
sitio que voy me acompañan y mientras hago los recados ellos reúnen bolsas. Al
final del día llevamos a la escuela una buena carga en el vehículo.
He
estado en la finca, he ido a ver al mecánico que me ha dado un presupuesto para
el arreglo del tractor y me promete el del coche más tarde; también he visitado
a los de la reforestación y me han dicho que vuelva mañana…
Después
de comer y echar un rato la siesta, antes de ir a los pueblos, me he dado una
vuelta por el mercado con el cocinero. Hemos comprado unos pollos y un pescado,
además de algo de fruta.
Hoy
me ha acompañado a los pueblos Christian. Primero nos paramos en nuestro
terreno y después fuimos a Nagoyon. La iglesia sigue su marcha y comenzamos a
pensar en el techo. Luego voy a Balei donde dejo las bolsas de plástico y estoy
un rato con los críos que hacen catecismo.
Volvemos
a casa, cena, que hoy es con luz, aunque en ciertos momentos se corta y luego
tengo la suerte de poder comunicarme con mi hermana en América y con otra
hermana en Barcelona a través de ella. Así tengo noticias de la familia en
directo. Después hablé también un poco con Emiliano que está en Cinkassé y a
punto de salir de vacaciones.
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