Voy
a rezar a Mattru y el que hace de líder me promete que me espera en un sitio y…
no está. Por lo menos los que rezan son un grupito regular y con ellos hago un
ratito catecismo.
En
casa la oración de la mañana hoy es la misa porque están los jóvenes del
encuentro. Me uno a ellos y después del desayuno me voy al aeropuerto a buscar
al provincial que llega por la tarde. En Lungi me reciben a la vez que se
preparan para estar con nosotros mañana en la ordenación. El avión llega a la
hora y directamente del avión el provincial entra en el coche y partimos hacia
Bo. Me acompañan otros dos salesianos, uno de Nigeria y Paul, que acaban de
llegar también hoy de viaje. El camino es largo y en especial por la noche,
pero llegamos sin novedad a destino, aunque tarde y cansados, pero satisfechos
del trabajo.
Nos
vamos a dormir y hasta mañana.
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