Hoy
con luz, rezamos un rato en la capilla y luego voy a buscar a los que ayer dejé
en los hermanos para que participen en la misa, a la que van llegando los
jóvenes con un cierto retraso. Hay también un bautismo de un bebé y al final se
presenta a los curas que concelebran, el provincial y otros venidos de Nigeria,
además del misacantano que celebrará su primera misa mañana aquí en la
parroquia.
Después
del desayuno tenemos consejo parroquial. Hay unas cuantas decisiones que tomar,
pero con respecto a la fiesta de mañana las cosas ya están preparadas y
esperamos que todo se desarrolle según lo previsto.
Después
del consejo vengo a comer. Los otros han ido a visitar al obispo y luego comen
en casa del misacantano. Yo voy a los pueblos y como cada sábado, me reúno con
los maestros y las parejas. Los maestros están tomando bien conciencia de lo
que hacen y las intervenciones en la reunión son positivas y apropiadas. Las
parejas se hacen esperar, pues estábamos más de una docena y no había ninguna
pareja. Luego acabaron estando siete y las intervenciones en su punto y dando
gracias a Dios por la experiencia que viven.
Vino
luego la visita a la construcción. Las cosas van avanzando y ya casi lo tenemos
cerrado. Han traído arena y ahora me queda el traerla a mí, pero les digo que
espero que sea el lunes y con el camión que vino en el contenedor. También
escucho lo que me dicen de los que preparan la madera para el tejado y lo que
necesitan, así como que los albañiles que son musulmanes y van a comenzar el
mes de ayuno, lo que quiere decir que habrá cosas que van a cambiar, y hago ver
a la gente que son ellos los que se tienen que adaptar al trabajo del albañil,
que él les dirá lo que puede hacer y hasta donde.
En
Tikonko no encuentro a nadie en la iglesia y vengo a Towama, pues el rosario es
a una hora muy tarde para esperar. En Towama hay gente del coro en la iglesia y
hablo con ellos para decirles que mañana no habrá un cura para decirles la
misa. Luego voy a ver al líder de la comunidad y le recuerdo lo que ya le había
dicho el miércoles. Por lo menos un día el misacantano estará rodeado de amigos
y conocidos durante su primera misa.
En
casa ya han cenado y por suerte hay luz, lo que me permite ver el correo y las
noticias, además de hacer la crónica y preparar lo que haré mañana en Madonna.
Luego llevo a los visitantes a su sitio de descanso antes de que una abundante
lluvia se desate.
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