Sábado y con poca actividad de comienzo.
La luz nos acompaña y nos permite disfrutar de ella. Es una experiencia bonita
el tener algo que cuando te falta, ves los beneficios que te ofrece y que
quizás no aprecias por tenerlo siempre…
Después del desayuno organizo la
habitación. Me traen agua, que esta semana también hemos tenido problemas con
su falta y hago la colada además de limpiar. Hay mucho polvo, pero bastante
menos que cuando no llovía.
Saco el coche del garaje en previsión de
lo que viene: hay un funeral en la parroquia por una señora, hermana de una
monja y han venido tres obispos y una veintena de curas y todo lo demás se
puede imaginar. Cuando hay estos eventos, se pone la cosa de vehículos que no
hay forma de organizarlo y la salida es estrecha… Por eso lo de poner el
vehículo fuera.
Voy a la parroquia a buscar los papeles de
los que se bautizaron, pero sigue tocando esperar, pues no encuentro a nadie.
También echo gasolina, trabajo no despreciable cuando hay problemas de
carburante…
Voy a los pueblos. Hoy toca reunión de
parejas y hay una que me ha prometido que va a venir por primera vez y es del
pueblo anterior… Y los voy a buscar a casa… Y acaban viniendo y la experiencia
es agradable para todos los participantes.
El grupo de catecismo en Tikonko hoy no
están presentes. Toca seguir armándose de paciencia y a ver lo que sale la
semana que viene. Vamos a rezar el rosario a una casa donde hay una treintena
de personas, más de la mitad críos.
En casa no hay mucho que ver. Estamos sin
luz, cenamos con la linterna y después de leer un rato me voy a dormir, que
mañana espera día largo.
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