Lunes normal, pero con luz, lo que nos
permite disfrutar de lo que es ordinario para otros y dar las gracias a Dios
por el milagro de la luz en el momento de levantarnos y de la oración y la
misa. Inmediatamente después el profe de
lengua me ayuda a leer el evangelio del domingo que prepararé durante la semana
y luego desayunamos y tenemos la reunión de comunidad de cada semana.
Sabemos con certeza que el provincial y el
ecónomo se harán presentes en el país en una semana y esperamos nos confirmen
las fechas de su presencia entre nosotros. También hay iniciativas con respecto
al año de la misericordia y seguimos a vueltas con los proyectos y las reformas
en la casa.
Más tarde voy a la cáritas donde
concretamos los pozos que se piensan perforar este año con el empresario de la
capital y luego le llamo para confirmarle que estamos disponibles y a la espera
de cuando puedan venir para comenzar el trabajo.
La tarde se pasa entre lecturas y preparativos de la
semana antes de que vayamos a rezar el rosario con la familia de un salesiano
local, hoy toca en la de la señora Cecilia, la madre de Daniel, que está
encantada y nos ha preparado la cena que nos traemos a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario