Antes de las cinco y media ya estoy en la
calle y camino de Nagoyon. En Balei la gente está dispuesta y se llena el
vehículo. La misa empieza antes de las siete, pero es que quince minutos antes
ya están casi todos presentes en el lugar, y digo el lugar porque celebramos
fuera de la iglesia, que es muy pequeña y estaríamos muy apretados.
En la fiesta de la Trinidad les hablo de
Dios que vive como una familia y les animo a seguir en la experiencia de las
parejas, que son el reflejo de la familia de Dios, algo que reconocen y ven
bien clara la diferencia entre el concepto de familia en la tradición africana
y lo que nos da la idea cristiana.
Tikonko es el sitio siguiente y hay
algunos esperando. Rezan el rosario antes de que comience la misa y en la misa
no somos muy largos porque el coro no está bien entrenado y hay cantos que no
saben cantar. Al final hablamos del
catecismo, del pozo que se va a hacer pronto, de plantar árboles en el terreno
y de la reunión que tendremos por la tarde.
En Towama hoy las cosas no están muy
preparadas y además hay alguien que ha muerto, lo que hace que haya quienes no
están presentes. Al final de la misa tenemos un rato de reunión con
responsables de la construcción y otros grupos más que preparan sus fiestas. La
cosa se alarga y la vuelta a casa es más tarde de la una.
Cuando llego como, echo un rato la siesta
y de nuevo me pongo en ruta, pues tengo reunión con los líderes de las
comunidades de los pueblos y quiero estar puntual.
El agua se hace presente en el camino,
pero de forma intermitente. Hay sitios en los que llueve torrencialmente y
otros en los que no llega. Durante la reunión estamos un par de veces atascados
por el ruido de la lluvia en las chapas del techo que no nos deja oír nada de
lo que intentamos hablar.
Me parece interesante el esfuerzo que
hacen los líderes de los diferentes pueblos por estar presentes el intercambio
de pareceres que tenemos. Les he propuesto una peregrinación con motivo del año
de la misericordia, pero veo que no están muy acostumbrados a este tipo de
eventos y dejamos la respuesta para cada comunidad que tomará la decisión
oportuna y buscará la fecha conveniente.
La lluvia sigue, dejo Tikonko, vuelvo a
Towama donde rezamos el rosario en familia, somos menos de una docena y luego,
como el rosario aquí es a las seis, voy con Peter, que ha venido de Mattru y es
su primera vez, le llevo a su pueblo y también allí rezo con ellos el rosario.
Aquí hoy son muchos más, especialmente críos y pasan de los noventa.
En casa cenamos con luz y trato de venir a
escribir la crónica, pues no quiero que se me acumulen días. Además tenemos luz
y hay conexión, cosa que no sucede todos los días y hay que aprovechar.
Me siento cansado, pues salí pronto por la
mañana y vuelvo tarde a la noche, pero creo que el día ha merecido la pena. El
estar en contacto con la gente y el rezar con ellos me parece que es una
oportunidad increíble de comunicarme y compartir la fe que juntos tratamos de
vivir. Además, en las reuniones cada vez veo cómo aumenta su participación y
las intervenciones que tienen me ayudan a tomar decisiones y compruebo que
ellos se sienten también en su ambiente. Hoy hemos hablado, además de las cosas
de la iglesia, de las escuelas, tema que tengo que tener muy presente, pues
educar es un reto importante y la situación de la educación en el país no es de
lo más brillante.
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