Voy a rezar a Towama. Están a la hora los
pocos que suelen estar y a la vuelta preparo las cosas para estar disponible
para el encuentro con el técnico de los pozos , que viene más de las nueve y
cuando vamos a la cáritas el que tenía que llevarnos a los lugares no está
disponible, lo que me hace ver que llevaré al técnico a los sitios que conozco y después veremos lo que se decide.
Empezamos por la catedral, pues me pide comprar pilas y están en esa dirección.
El cura de la catedral está presente y nos
muestra la antigua bomba y el sitio donde la habían tenido. El técnico dice que
estudiará la cosa a ver si se puede hacer algo con lo que tienen sin necesidad
de buscar un emplazamiento nuevo.
A continuación vamos a una escuela de la
parroquia que tiene casi quinientos alumnos y hace tres años, por lo que dice
la maestra, que no funciona una bomba que tenían los vecinos… Vemos la
necesidad clara de agua y esperamos que les podamos dar lo que necesitan.
Seguimos con la escuela que hay en
Gondama. Cuando estuvimos allí para ver la situación, nos dijeron que les
faltaba el agua y siguen con el mismo problema, por eso nos reciben con alegría
y nos prometen hacer las cosas rápidamente para estar dispuestos para cuando
venga el técnico para comenzar el trabajo. Nos ha llevado su tiempo, pues hemos
visitado a las autoridades y a los alumnos, que ahora mismo están distribuidos
en tres sitios diferentes a la espera de que se acabe de construir el nuevo
edificio que está a la altura de los cinchos de arriba.
En el sitio que nos queda ya había estado
el técnico, es Tikonko, donde vamos a hacer el jardín de infancia. Aquí parece
que las cosas no son complicdas, lo mismo la profundidad que la dureza del
terreno, parece que son fáciles a la hora de la ejecución.
Volvemos a casa cerca de la una y no hay
nadie en la cáritas y el técnico dice que debe partir, con lo que dejamos los
pozos que había que marcar para la próxima vez. Por lo menos lo que va de mi
parte, he tratado de hacerlo y estoy cansado de la mañana, pero contento de que
las cosas van tomando cuerpo y los pozos pueden estar hechos en poco tiempo.
Por la tarde tengo tiempo para organizarme
y preparar cuentas. Después vamos a rezar el rosario a la casa de la familia de
un salesiano y después aún voy a Mattru para rezar con ellos. Aquí no tienen
prisa en comenzar, pero la presencia es buena, hay una cuarentena de personas,
muchos de ellos niños.
En casa sin luz y con las linternas, pero
hay conexión y me entero de las noticias.
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