Amanece una nueva semana y estamos en la
víspera de la fiesta de la Madre. Desde por la mañana estamos pensando en cómo lo vamos a celebrar, en casa y en los
pueblos. En la reunión comunitaria acordamos que el provincial, que acaba de
llegar al país, pueda estar presente con nosotros y animar la misa. Para ello
uno de nosotros irá a buscarle y mañana estará entre nosotros.
Joseph ha ido a visitar al obispo para
comunicarle que el provincial llega y a la vez nos trae unas cuantas propuestas
que también el provincial deberá decidir, pues el obispo nos sigue ofreciendo
más actividades en la diócesis.
El profe me ha dado un rato de clase y me
encanta ver cómo domina su lengua y lo bien que la explica. La entonación y el
sentido de las frases es algo que me ayuda mucho a la hora de hacerme
comprender cuando leo en los pueblos y es lo que el maestro me enseña con gran
acierto y por lo que se lo agradezco y le sigo con atención.
Después de comer me voy a buscar los
árboles, pero sigo teniendo que esperar y hoy he llegado hasta el sitio donde
el vivero está implantado… Imposible llegar con el coche al lado de los
árboles… Tengo que traer gente, pues los que están por allí esperan pedirme una
gran cantidad de dinero que no estoy dispuesto a darles, pues pienso que los
alumnos de la escuela se van a sentir premiados de que les traiga a la ciudad y
encantados de cargar los árboles en mi vehículo.
Tengo un ratito de tiempo y visito a la
señora que está en el hospital. Hoy está más animada y me dice que su marido me
quiere acompañar mañana al pueblo. Después vuelvo a casa, preparo cosas para
mañana, en particular las imágenes que me han dado en Pamplona de los
calendarios, que pensamos dar mañana a los que vengan a misa y también otras
para los pueblos y luego voy a rezar el rosario en Towama, donde no hay mucha
gente. Hoy es en una casa y allí me lleva el catequista.
Cuando acabamos aquí salgo hacia Tikonko y
primero saludo al jefe y a su esposa, que hoy están en casa. Les digo que
mañana tendremos la misa de la fiesta de
la iglesia y que también estoy en la campaña de los árboles. Sigo a la búsqueda
del sitio donde vamos a rezar el rosario y me doy una vuelta por bastantes
sitios del pueblo. Observo que la gente me conoce y me saludan con cariño,
especialmente los niños.
Abu, el catequista, se hace esperar antes
de llegar y comenzar el rosario en una casa, lo que me permite también visitar
las casas de los alrededores y encontrarme con unos y con otros, conocidos y quienes no conozco, pero a los que quiero
encontrar, maridos de señoras que vienen a la iglesia y a los que invito a
rezar en familia. Uno me ha prometido que mañana va a estar en la misa… Hace
siglos que no le veía por la iglesia, pero creo que le ha sorprendido el que me
presente en su casa y le pida que rece con su mujer. Él me ha dicho que va a
venir a rezar y me acompaña al rezo del rosario en una casa cercana.
En casa hay luz y conexión. Recibo coreos
y leo noticas, pero la conexión en skype no hay manera, así que paciencia y a
ver cuando tenemos más suerte.
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