Y hemos llegado al final del mes y… henos aquí dispuestos a celebrar la
fiesta de nuestro fundador Don Bosco.
La ocasión es admirable y la suerte es inmensa. Pensar que por primera
vez el sucesor de Don Bosco va a celebrar esta fiesta fuera de Turín y que ha
querido celebrarla con nosotros… Y le damos las gracias a Dios y a Don Bosco por
tanta bendición como recibimos.
Por la mañana tenemos la oración en la capilla y a continuación el
desayuno, y después nos vamos hacia la iglesia en la parroquia donde ya la gente
nos espera. Hoy la iglesia es pequeña para tanta gente que está presente y nos
acompaña a los salesianos en nuestra fiesta. Todos los salesianos trabajando en
el país estamos presentes. Somos catorce. Además del provincial que acaba y el
que comienza. También ha venido un salesiano de Nigeria y el Rector Mayor y su
secretario.
La misa dura tres horas, pero como dice el Rector Mayor, es aquí en
África donde eso pasa y no ocurre nada: los críos aguantan sin moverse y los
adultos no nos damos cuenta de que el tiempo pasa, porque estamos celebrando
nuestra fe y lo hacemos sin prisa.
El Rector Mayor ha presidido la eucaristía y lo ha hecho por primera vez
en inglés. Bastante conseguido para mi modo de ver, pues tengo la experiencia de
haber vivido la misma situación en varias lenguas y en distintos lugares y es
algo que recuerdo con cierta nitidez… Mi primera misa en francés un domingo ante
los catecúmenos en Parakou… La primera vez que intenté decir misa en baribá en
Parakou… La primera misa en mokolé en Kandi… La primera vez que dije misa en
moba en un pueblo del norte del Togo… La primera misa en mende en Tikonko aquí
en Sierra Leona… Son sensaciones que conservo muy nítidas a pesar del paso del
tiempo…
Cuando tienes un texto delante de ti para leer en voz alta y ves todos
los problemas a los que tienes que hacer frente, y a medida que vas leyendo, te
va faltando el aliento y te quedas sin aire en los pulmones y te sientes sin
fuerzas, y sudas y ves que, a pesar de las veces que lo has repetido y lo has
preparado, no es aún suficiente, y la cosa no te da para más y te ves como David
contra Goliat…
Pero cuando acabas la misa, tienes la sensación de haber dado un paso
importante en tu relación con la comunidad, pues hasta los críos que te tenían
un cierto miedo, ahora se te acercan y te abrazan; y los adultos te toman como
uno de los suyos… Es algo que tengo grabado en la memoria y que podría dar
muchos detalles de cada una de estas experiencias inolvidables que sólo vives
aquí…
Después de la misa nos sacamos la foto los salesianos presentes y luego
hubo comida en el terreno de la iglesia para todos los presentes y los
salesianos vinimos a casa y comimos juntos en el comedor. Fue también un rato
muy agradable de compartir experiencias. En la mesa se intenta hablar italiano,
pero los anglófonos entienden bastante poco y se opta por hablar español y
traducir un poco.
Hubo un rato de descanso que aproveché para ver el correo y las noticias.
Me decían que en Pamplona nos han recordado y han pensado en nosotros, la fiesta
de Valdocco… Y, como decía el Rector Mayor en la homilía, hay ciento treinta y
dos Valdoccos en el mundo (los países en los que los salesianos estamos
presentes) y cada uno está celebrando la presencia de Don Bosco con nosotros y
tratando de hacer realidad su sueño.
Nos encontramos luego los salesianos con los demás miembros de la familia
salesiana, los cooperadores, los antiguos alumnos y los cooperantes. Es una
realidad que la familia es aún pequeña, pero hay que darle tiempo para que
crezca y las cosas irán apareciendo.
Junto con los miembros de la familia salesiana rezamos el rosario en
procesión y delante de la estatua de María Auxiliadora nos dio las buenas noches
y después compartimos también la cena en el patio de atrás de la casa. Alrededor
de sesenta nos encontramos presentes. A medida que se iba acabando, nos fuimos
dispersando, unos por tener que ir al ferry para ir a La capital y otros hacia
sus casas.
Estuve hablando un momento con el secretario del Rector Mayor y le hice
ver una cierta preocupación por su salud, pues me da que la habitación en la que
duerme es un centro de energía negativa y eso le puede afectar a la salud. Me
dijo que se lo comunicará mañana y yo le prometí tenerles presentes de forma
especial en la oración.
Final de un día, final de un mes en el que hemos vivido tantas
experiencias y tanas sensaciones que nos invitan a agradecer a Dios lo que de Él
recibimos, lo que estamos viviendo y las ilusiones que tenemos de seguir en la
brecha en la familia de Don Bosco.