Vistas de página en total

martes, 21 de julio de 2020

Resumiendo unos meses de corona virus…

Creo que a todos nos ha pillado una situación inesperada y cada uno ha tratado de hacerse a la idea de lo que hay y responder de la mejor manera que se pueda.

Aquí se cerraron las escuelas en el mes de marzo y seguimos con ellas cerradas, esperando que no dure mucho la situación. Pero es que estamos en lo mismo con otras cosas. Se puede viajar. Hay sitios donde hay control y te piden que lleves mascarilla, pero los lugares de culto permanecen también cerrados y no se permiten ceremonias con multitudes.

Estamos cerca del aeropuerto y los aviones que salen pasan por un sitio muy cercano a nuestra presencia, lo que nos permite ver los aparatos y escuchar su ruido. Durante varios meses hemos estado sin los tales ruidos y esta semana han comenzado a oírse de vez en cuando. Hay que tener en cuenta que aquí no hay aviones, sólo los que están de paso.

La cosa es que  nos hemos ido acostumbrando a esta situación, de tener las escuelas cerradas, de no poder ir a la iglesia, de contactos restringidos y seguimos a la espera de que las cosas se abran. Por el momento hay alrededor de 60 muertos, 430 activos, 869 recuperados y 1354 casos. Esto son las estadísticas… A ver qué fiabilidad tienen, que esa es otra.

En este tiempo me he dedicado a labores agrícolas en la escuela y alrededores. Había comenzado una campaña para plantar frutales y estábamos en la preparación cuando se cerraron las escuelas. Durante el me de abril esperé con cierta impaciencia y en el mes de mayo, visto que los alumnos no podían colaborar, me lancé en solitario a preparar las bolsas que habían dejado presentadas, para organizar los viveros. Cuando tenía más de tres mil organizadas ya me pareció suficiente y esperé pacientemente la primera lluvia para comenzar a poner las semillas de papaya en las bolsitas de plástico y sólo tuvimos necesidad de regar las bolsas tres o cuatro veces, pues ahora cuando las semillas ya han crecido, se mantienen con lo que llueve.

También hice un esfuerzo notable para preparar compost en los sitios en los que pensaba plantar las papayas, alrededor de la finca muy cerca de la tapia. Esto me ha llevado su tiempo, pero finalmente hay unos cuantos metros de tapia con los lombillos preparados para darles vuelta y que el compost acabe por formarse después de reposar durante más de un mes. A esto me ayudan algunos chavales que vienen de vez en cuando y a quienes doy un poco de guita para que vuelvan y porque les viene muy bien, pues la cosa no está boyante por aquí.

También he comenzado un trabajo de acondicionamiento de frutales que hay en los alrededores de la casa. Es algo que había hecho alguna vez, pero que ahora intento ponerme al día siguiendo las indicaciones de internet y por el momento en ello estamos. Hay un buen número de naranjos y limoneros que no se han podado por años y ahora lleva un tiempo enorme, pero hay que hacer la poda si quieres tener fruto. Lo mismo he hecho con algunos aguacateros y también con otros plantados no hace mucho. Esto me entretiene y me mantiene en forma, pues haces esfuerzos continuos y sudas, pero es algo que me resulta muy llevadero y en especial después de haber pasado unos cuantos días con fiebre que me ha dejado malparado a la hora de volver a la vida ordinaria, pues los efectos secundarios de los medicamentos para mí son peores que el tiempo que estoy enfermo.

Suelo salir a hacer alguna cosa porque así me olvido de lo que tengo y me despejo la cabeza. Creo que hasta ahora me ha dado buen resultado y esta vez no podía ser diferente.

Una cosa que me pasó y que me tuvo preocupado fue que planté las semillas de papaya y… el tiempo pasaba y no se veía que germinasen… Armarse de paciencia y esperar era la única solución. Después de dos semanas largas, las nuevas plántulas comenzaron a aparecer. Pero para esas alturas ya estaba con la fiebre y se las encomendé a san Antonio y parece que me escuchó, pues sobra cualquier comentario viendo las fotos de los viveros.

Y hablando de fotos. Desde que comencé el trabajo, me tomé como tarea el hacerme con un buen número de fotos de las diferentes actividades. Tenía en el teléfono más de doscientas fotos sacadas en diversos momentos, pero todas se perdieron cuando le pasé el teléfono al que me recarga  el crédito. No sé qué hizo, que me dejó despejado el almacén. Ahí tenía fotos de la preparación del compost, de las diferentes fases por las que iba pasando el vivero, desde preparar las bolsas a plantar las semillas, pasando por un caso de una cría que tiene polio y a quien esperamos poder ayudar en el momento que se presenten los médicos en la clínica que los Hermanos de san Juan de Dios tienen en Lunsar.

Poco a poco me voy recuperando y haciendo fotos nuevas que espero poder acompañar del texto que envío.

Proyectos hay unos cuantos, pero veremos a ver los que acabamos poniendo en marcha. El de las papayas, espera la presencia de los alumnos en la escuela para que cada uno reciba un par de plantas y que las vaya a poner en el huerto o en los alrededores de la casa.

El motivo de plantar papayas fue que Ramón, un amigo, secretario del ayuntamiento de Arnuero en Cantabria, me preguntó si podía plantar árboles. Le di respuesta afirmativa y me puse a pensar en qué árboles podía elegir. Mangos, aguacates y anacardos tardan varios años en dar fruto y la espera es larga. Por eso me decidí por las papayas que todos conocen y todos saben que la espera para conseguir el fruto son meses, no años, con lo que nos lanzamos al trabajo con ánimos.

Todas las papayas que venían a casa, eran controladas regularmente y me hacía con las semillas, que después pacientemente secaba en la terraza. Ya tenía varios miles de semillas y me hacía la ilusión de plantar en varias escuelas y muchos miles de papayos, pero con el cierre de las escuelas, nos quedamos en muchas menos. Quizás así estemos mejor preparados para el año que viene, que por supuesto pienso seguir para que se mejore la alimentación de las familias y que coman fruta.

Aparte de las papayas también tengo semillas de moringa que distribuiré, pues localmente se come mucho pescado, vivimos a la orilla del mar, pero la carne es menos frecuente y en algunos momentos ni aparece. Por ello la planta de moringa (la carne vegetal) es una de las opciones y que también tarda meses en crecer antes de que se puedan utilizar las hojas como reemplazante de la carne.

También tenemos dos pozos en la finca, el de la comunidad y el de los seminaristas que tienen bombas para sacar el agua y funcionan con los generadores que usan diesel. Además de contaminante es costoso y creo que podremos sustituir los generadores por paneles solares. Espero que nos salgan las cosas y podamos tener agua abundante sin mayores contratiempos, si es que los paneles vienen en el contenedor…

En ello estamos. Soñar es posible y creo que esta vez, aunque con un poco de retraso, las cosas saldrán ciertas y seguras.

Pienso enviar fotos a Loli para que las ponga en el blog y así los que tengan interés podrán visitar el blog y ver las fotos.

 Nota: Esto lo tenía hecho hace días a la espera del envío… Hoy, primero de julio, se han abierto las escuelas. Han venido a clase el 9 por ciento de los alumnos, los que tienen exámenes de grado…
He hablado con los profes y alguno me ha ofrecido muy buenas perspectivas e ideas… La cosa sigue adelante y esperamos hacer algo bueno con los que vienen y quieren hacer algo positivo por los demás.