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Crónica de las experiencias vividas en Bo (Sierra Leona) por el misionero salesiano Antonio Gutiérrez
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jueves, 31 de mayo de 2018
31 de Mayo de 2018
Jueves
Y llegamos al final
de mes y se lo encomendamos a María en su visitación para que como ella seamos
capaces de visitar y servir a los otros.
Como no hay misa
por la mañana salgo temprano, pero no muy en forma. Conduzco con
cierta parsimonia, pues además me da sueño. Me tomo una bebida con cafeína y se
arreglaron los problemas de sueño.
En el camino monto
a un militar que esperaba y me llama la atención que con su uniforma me pide
dinero para ayudar a su madre…
En Freetown tenemos
la reunión y acabada ésta celebramos la misa, luego comida y salimos de
estampida para pasar en el ferry de las dos, al que llegamos justos a cuenta
del denso tráfico, pero por suerte hay espacio y entramos con el vehículo.
Solía haber dos
ferrys, pero uno se ha averiado y ahora sólo queda uno y haciendo un trabajo
que le desborda, pero eso es lo que hay.
Cuando llegamos a
Lungi lo primero que hago es dormir un rato. Tengo el cansancio de los días
anteriores y el del viaje de hoy y me siento muy flojo. Por suerte un rato de
sueño arregla bien las cosas y me permite ir al rosario a la iglesia donde un
grupo de unos cincuenta reza con devoción a María.
Hay un hermano de
la congregación de los hermanos “Cristian Breothers” que está con nosotros y
también viaja mañana y hablamos un rato, pues ha estado en Bo y conoce el
ambiente que se vive
Después de cenar
fregamos los platos y me voy a la habitación a seguir con la crónica, aunque el
sueño es algo que sigue presente.
Cansado y con
sueño, me voy a la cama. Amenizado por los mosquitos, duermo un buen rato, pero
al final tengo que ponerles el insecticida aporque si no me comen.
Dispuesto para un
viaje que me llevará lejos, me entrego en las manos de Morfeo esperando soñar
en nuevas singladuras durante mi ausencia y en nuevas acciones a mi vuelta.
Un mes para dar
gracias a Dios y a María a la que hemos intentado honrar con el rosario en los
pueblos además de otras muchas maneras. Que Ella nos lo tenga en cuenta y nos
guíe hacia su Hijo. Y que don Bosco, que nos dice que es Ella la que lo ha
hecho todo, nos dé la fe y confianza que nos hacen falta.
Y llegamos al final
de mes y se lo encomendamos a María en su visitación para que como ella seamos
capaces de visitar y servir a los otros.
Como no hay misa
por la mañana salgo temprano, pero no muy en forma. Conduzco con
cierta parsimonia, pues además me da sueño. Me tomo una bebida con cafeína y se
arreglaron los problemas de sueño.
En el camino monto
a un militar que esperaba y me llama la atención que con su uniforma me pide
dinero para ayudar a su madre…
En Freetown tenemos
la reunión y acabada ésta celebramos la misa, luego comida y salimos de
estampida para pasar en el ferry de las dos, al que llegamos justos a cuenta
del denso tráfico, pero por suerte hay espacio y entramos con el vehículo.
Solía haber dos
ferrys, pero uno se ha averiado y ahora sólo queda uno y haciendo un trabajo
que le desborda, pero eso es lo que hay.
Cuando llegamos a
Lungi lo primero que hago es dormir un rato. Tengo el cansancio de los días
anteriores y el del viaje de hoy y me siento muy flojo. Por suerte un rato de
sueño arregla bien las cosas y me permite ir al rosario a la iglesia donde un
grupo de unos cincuenta reza con devoción a María.
Hay un hermano de
la congregación de los hermanos “Cristian Breothers” que está con nosotros y
también viaja mañana y hablamos un rato, pues ha estado en Bo y conoce el
ambiente que se vive
Después de cenar
fregamos los platos y me voy a la habitación a seguir con la crónica, aunque el
sueño es algo que sigue presente.
Cansado y con
sueño, me voy a la cama. Amenizado por los mosquitos, duermo un buen rato, pero
al final tengo que ponerles el insecticida aporque si no me comen.
Dispuesto para un
viaje que me llevará lejos, me entrego en las manos de Morfeo esperando soñar
en nuevas singladuras durante mi ausencia y en nuevas acciones a mi vuelta.
Un mes para dar
gracias a Dios y a María a la que hemos intentado honrar con el rosario en los
pueblos además de otras muchas maneras. Que Ella nos lo tenga en cuenta y nos
guíe hacia su Hijo. Y que don Bosco, que nos dice que es Ella la que lo ha
hecho todo, nos dé la fe y confianza que nos hacen falta.
miércoles, 30 de mayo de 2018
30 de Mayo de 2018
Miércoles
Digo la misa en
Madonna y nos encomendamos a san José por ser miércoles especialmente dedicado
a este santo. Sigue habiendo un buen número de gente que participa en la misa.
Cuando vuelvo,
desayuno y me voy con Mireia al trabajo de la finca. Han venido los de ayer,
pero con una actitud muy diferente, hoy trabajan y están motivados. Seguimos
plantando estacas y haciendo hoyos y plantando moringas. Voy a buscar otro
viaje con la furgoneta y estoy a la espera de que visite la escuela
de Balei una señora que viene de América y lo hace cuando estoy acabando de
comer, por lo que no tengo tiempo de echar la siesta y salgo a toda prisa hacia
la escuela para encontrarme con ella. Tenía interés de ver si se podría
colaborar en el trabajo, pero veo que las decisiones las tienen tomadas con
respecto a lo que van a hacer y las ayudas a dar por lo que no hay mucho que
rascar en cuestión de colaboración. Veremos si se puede llegar a algo concreto
más adelante.
Seguimos en el
trabajo de la finca, plantando moringas y voy a buscar el último viaje de
plantones. En total nos falta poco para llegar a los cinco mil arbolitos
traídos del semillero y esperemos que la cosa se arregle y vayan adelante con
éxito.
Terminamos le
trabajo antes de las cinco y hoy la gente está cansada del trabajo, pero
también contentos y satisfechos de lo que han hecho y además les animo a pensar
en lo que van a hacer en los espacios comunitarios de sus pueblos, iglesia,
escuela… y en sus fincas particulares.
Traigo a Mireia
hasta la entrada de la universidad donde encuentra una moto para venir a Bo y
yo voy a llevar en un primer viaje a los que están más cercanos y luego voy con
los de más lejos a Balei y en Nagoyon me paro para rezar con la madre de
Daniel que ha perdido el deseo de vivir y se extingue lentamente.
Rezamos el rosario
varias veces en el camino y al volver entro en la finca donde Daniel el
fontanero está preparando leña para que le traiga en el vehículo. Hoy sí ha
llenado la furgoneta y con leña de buena calidad.
En casa cenamos y
unos ven la tale y yo hago la crónica. Hay luz del generador y refresca un poco
porque ha llovido, que es la última cosa que le estaba pidiendo a Dios para
nuestras plantas.
Estoy cansado del
día, de no haber echado la siesta y me pongo a hacer la maleta, que mañana
saldré pronto para la reunión que hay en Freetown de las comunidades de los
salesianos en Sierra Leona.
Digo la misa en
Madonna y nos encomendamos a san José por ser miércoles especialmente dedicado
a este santo. Sigue habiendo un buen número de gente que participa en la misa.
Cuando vuelvo,
desayuno y me voy con Mireia al trabajo de la finca. Han venido los de ayer,
pero con una actitud muy diferente, hoy trabajan y están motivados. Seguimos
plantando estacas y haciendo hoyos y plantando moringas. Voy a buscar otro
viaje con la furgoneta y estoy a la espera de que visite la escuela
de Balei una señora que viene de América y lo hace cuando estoy acabando de
comer, por lo que no tengo tiempo de echar la siesta y salgo a toda prisa hacia
la escuela para encontrarme con ella. Tenía interés de ver si se podría
colaborar en el trabajo, pero veo que las decisiones las tienen tomadas con
respecto a lo que van a hacer y las ayudas a dar por lo que no hay mucho que
rascar en cuestión de colaboración. Veremos si se puede llegar a algo concreto
más adelante.
Seguimos en el
trabajo de la finca, plantando moringas y voy a buscar el último viaje de
plantones. En total nos falta poco para llegar a los cinco mil arbolitos
traídos del semillero y esperemos que la cosa se arregle y vayan adelante con
éxito.
Terminamos le
trabajo antes de las cinco y hoy la gente está cansada del trabajo, pero
también contentos y satisfechos de lo que han hecho y además les animo a pensar
en lo que van a hacer en los espacios comunitarios de sus pueblos, iglesia,
escuela… y en sus fincas particulares.
Traigo a Mireia
hasta la entrada de la universidad donde encuentra una moto para venir a Bo y
yo voy a llevar en un primer viaje a los que están más cercanos y luego voy con
los de más lejos a Balei y en Nagoyon me paro para rezar con la madre de
Daniel que ha perdido el deseo de vivir y se extingue lentamente.
Rezamos el rosario
varias veces en el camino y al volver entro en la finca donde Daniel el
fontanero está preparando leña para que le traiga en el vehículo. Hoy sí ha
llenado la furgoneta y con leña de buena calidad.
En casa cenamos y
unos ven la tale y yo hago la crónica. Hay luz del generador y refresca un poco
porque ha llovido, que es la última cosa que le estaba pidiendo a Dios para
nuestras plantas.
Estoy cansado del
día, de no haber echado la siesta y me pongo a hacer la maleta, que mañana
saldré pronto para la reunión que hay en Freetown de las comunidades de los
salesianos en Sierra Leona.
martes, 29 de mayo de 2018
29 de Mayo de 2018
Martes
Digo la misa en
Madonna después de la oración en casa a la luz de las linternas y el generador.
Hay bastante gente y como es martes y lo dedicamos a los enfermos, todos vienen
a que se les unja con aceite, cosa que hago al final de la misa.
Hay algunos que me
acompañan en el vehículo para venir a ver a alguien en la parroquia y yo
desayuno rápido para ir con Mireia a la finca y encontrarnos con que hoy han
venido más gente, que ayer invitamos a que vinieran nuevos.
Repartimos el
trabajo y las tareas y cada uno a lo suyo. Mireia controla la plantación de
estacas y el comienzo de la realización de los hoyos y la plantación de las
moringas y yo sigo trayendo plantas del semillero.
El final del día ha
sido interesante y el balance positivo, incluyendo la diferente forma de
trabajar de los que ya estaban antes y los nuevos, que se nota que no están
sensibilizados con el trabajo que llevamos haciendo durante tiempo.
Un detalle interesante:
Ayer había una sola mujer, una maestra, y uno de los participantes me preguntó
si podría venir su mujer, a lo que le dije que encantado y hoy había varias
mujeres trabajando y por cierto que lo han hecho con acierto y dedicación.
A la tarde estamos
cansados del trabajo del día y contentos de la experiencia y de forma
particular lo está Mireia que no se esperaba encontrar a gente tan motivada.
Digo la misa en
Madonna después de la oración en casa a la luz de las linternas y el generador.
Hay bastante gente y como es martes y lo dedicamos a los enfermos, todos vienen
a que se les unja con aceite, cosa que hago al final de la misa.
Hay algunos que me
acompañan en el vehículo para venir a ver a alguien en la parroquia y yo
desayuno rápido para ir con Mireia a la finca y encontrarnos con que hoy han
venido más gente, que ayer invitamos a que vinieran nuevos.
Repartimos el
trabajo y las tareas y cada uno a lo suyo. Mireia controla la plantación de
estacas y el comienzo de la realización de los hoyos y la plantación de las
moringas y yo sigo trayendo plantas del semillero.
El final del día ha
sido interesante y el balance positivo, incluyendo la diferente forma de
trabajar de los que ya estaban antes y los nuevos, que se nota que no están
sensibilizados con el trabajo que llevamos haciendo durante tiempo.
Un detalle interesante:
Ayer había una sola mujer, una maestra, y uno de los participantes me preguntó
si podría venir su mujer, a lo que le dije que encantado y hoy había varias
mujeres trabajando y por cierto que lo han hecho con acierto y dedicación.
A la tarde estamos
cansados del trabajo del día y contentos de la experiencia y de forma
particular lo está Mireia que no se esperaba encontrar a gente tan motivada.
lunes, 28 de mayo de 2018
28 de Mayo de 2018
Lunes
Me levanto a la
hora de siempre y antes de las seis estoy en Nagoyon para la m isa y después
traer a la finca a los que hoy van a trabajar. Son diecisiete y uno más que se
suma más tarde.
Hoy hemos comenzado
el trabajo en la tierra para plantar moringa. Primero hacen palos para plantar
donde van a ir los hoyos y después se trata de marcar el sitio donde van a ir
los hoyos. Hemos logrado plantar dos mil palos mientras que con la furgoneta
traemos las plantas desde el semillero.
El trabajo ha sido
intenso y la jornada completa desde antes de las ocho a las cinco pasadas y en
la reunión que tuvimos al final tenemos que destacar el aspecto positivo del
trabajo en equipo y la fuerza que tiene el grupo cuando se trata de trabajo.
Ha estado con
nosotros Mireia, una chica paraguaya que es técnico agrónomo y ha sido ella la
que dirigía el plantado de los palos mientras yo con otros traía las plantas
del semillero. Y mañana la cosa va a seguir.
Después del trabajo
les llevé a sus pueblos, rezamos el rosario en Nagoyon que estaban disponibles
y a la vuelta me paso por la finca y resulta que el fontanero, sin decirme nada
ha preparado un viaje de leña… No sé por qué tuve la intuición de pasar y
encontrarle. Estaba muy contento de ello, pues era consciente de que no me
había dicho nada.
Cenamos y me pongo
a leer las noticias, pero me duermo y comienzo con la crónica porque no quiero
que se me atrase.
Estoy satisfecho
del día, primero del trabajo hecho, que no me esperaba que se pudiera hacer
tanto; y luego de la respuesta de la gente que ha venido que está muy motivada
para aprender a hacer algo que luego les ve a servir como una fuente de
ingresos. Y mañana seguimos.
Me levanto a la
hora de siempre y antes de las seis estoy en Nagoyon para la m isa y después
traer a la finca a los que hoy van a trabajar. Son diecisiete y uno más que se
suma más tarde.
Hoy hemos comenzado
el trabajo en la tierra para plantar moringa. Primero hacen palos para plantar
donde van a ir los hoyos y después se trata de marcar el sitio donde van a ir
los hoyos. Hemos logrado plantar dos mil palos mientras que con la furgoneta
traemos las plantas desde el semillero.
El trabajo ha sido
intenso y la jornada completa desde antes de las ocho a las cinco pasadas y en
la reunión que tuvimos al final tenemos que destacar el aspecto positivo del
trabajo en equipo y la fuerza que tiene el grupo cuando se trata de trabajo.
Ha estado con
nosotros Mireia, una chica paraguaya que es técnico agrónomo y ha sido ella la
que dirigía el plantado de los palos mientras yo con otros traía las plantas
del semillero. Y mañana la cosa va a seguir.
Después del trabajo
les llevé a sus pueblos, rezamos el rosario en Nagoyon que estaban disponibles
y a la vuelta me paso por la finca y resulta que el fontanero, sin decirme nada
ha preparado un viaje de leña… No sé por qué tuve la intuición de pasar y
encontrarle. Estaba muy contento de ello, pues era consciente de que no me
había dicho nada.
Cenamos y me pongo
a leer las noticias, pero me duermo y comienzo con la crónica porque no quiero
que se me atrase.
Estoy satisfecho
del día, primero del trabajo hecho, que no me esperaba que se pudiera hacer
tanto; y luego de la respuesta de la gente que ha venido que está muy motivada
para aprender a hacer algo que luego les ve a servir como una fuente de
ingresos. Y mañana seguimos.
domingo, 27 de mayo de 2018
27 de Mayo de 2018
Domingo
Ha llovido durante
la noche y es algo muy positivo, Hace tiempo que no llovía y se nota la falta
de agua y se disfruta del ambiente fresco y que no sudas tanto. Me levanto a la
hora de todos los días, tengo tiempo de preparar las cosas y rezar. Voy a decir
la misa a Madonna donde en los anuncios tardan lo increíble y salgo hacia
Mattru con prisa porque no quiero llegar tarde.
Si en
Madonna no había mucha gente, en Mattru me llevo la sorpresa de que
hay muy pocos y es que como ha llovido, bastantes se han ido al
campo, o por lo menos ese es el comentario que me hacen los presentes.
Les hablo de la
Trinidad como misterio, pero como realidad cercana a nosotros y espero que
comprendan algo, aunque no estoy muy seguro. Me ha acompañado un joven que
conocí hace tiempo, pero que ahora no vive aquí y se ha ofrecido a hacerlo. Así
me entero de que está cuidando a la abuela en otra ciudad y que cuando esté
libre seguirá sus estudios en la universidad.
Me encuentro con
Mireia, la chica que va a supervisar la plantación de las moringas para
preparar lo que necesitamos para mañana y después me voy a la reunión que
tenemos cada último domingo de mes, Hoy es en Tikonko y les pido que hablen de
lo que hacen para rezar el rosario en las casas y se ve que al lado de los que
lo hacen con regularidad, hay otros que lo hacen menos.
Les presento el
trabajo del proyecto moringa que tenemos entre manos y buen número de los
invitados prometen que mañana estarán en el tajo. Quiero sobre todo que
aprendan a plantar los maestros para que dirijan a sus discípulos y que puedan
ir a la escuela secundaria. La cosa es lenta, pero llegará.
En la reunión vamos
saltando de un tema a otro y viendo aspectos de cada una de las comunidades de
los diferentes pueblos y tratando de destacar lo positivo y rechazar lo
negativo.
Han preparado una
buena perola de arroz y todos comen contentos mientras yo voy hablando una
palabrita al oído de los que van a venir a trabajar mañana, para animar al
personal.
En casa cenamos y
hablamos un rato, además de seguir pensando y compartiendo aspectos del trabajo
de mañana.
Ha llovido durante
la noche y es algo muy positivo, Hace tiempo que no llovía y se nota la falta
de agua y se disfruta del ambiente fresco y que no sudas tanto. Me levanto a la
hora de todos los días, tengo tiempo de preparar las cosas y rezar. Voy a decir
la misa a Madonna donde en los anuncios tardan lo increíble y salgo hacia
Mattru con prisa porque no quiero llegar tarde.
Si en
Madonna no había mucha gente, en Mattru me llevo la sorpresa de que
hay muy pocos y es que como ha llovido, bastantes se han ido al
campo, o por lo menos ese es el comentario que me hacen los presentes.
Les hablo de la
Trinidad como misterio, pero como realidad cercana a nosotros y espero que
comprendan algo, aunque no estoy muy seguro. Me ha acompañado un joven que
conocí hace tiempo, pero que ahora no vive aquí y se ha ofrecido a hacerlo. Así
me entero de que está cuidando a la abuela en otra ciudad y que cuando esté
libre seguirá sus estudios en la universidad.
Me encuentro con
Mireia, la chica que va a supervisar la plantación de las moringas para
preparar lo que necesitamos para mañana y después me voy a la reunión que
tenemos cada último domingo de mes, Hoy es en Tikonko y les pido que hablen de
lo que hacen para rezar el rosario en las casas y se ve que al lado de los que
lo hacen con regularidad, hay otros que lo hacen menos.
Les presento el
trabajo del proyecto moringa que tenemos entre manos y buen número de los
invitados prometen que mañana estarán en el tajo. Quiero sobre todo que
aprendan a plantar los maestros para que dirijan a sus discípulos y que puedan
ir a la escuela secundaria. La cosa es lenta, pero llegará.
En la reunión vamos
saltando de un tema a otro y viendo aspectos de cada una de las comunidades de
los diferentes pueblos y tratando de destacar lo positivo y rechazar lo
negativo.
Han preparado una
buena perola de arroz y todos comen contentos mientras yo voy hablando una
palabrita al oído de los que van a venir a trabajar mañana, para animar al
personal.
En casa cenamos y
hablamos un rato, además de seguir pensando y compartiendo aspectos del trabajo
de mañana.
sábado, 26 de mayo de 2018
26 de Mayo de 2018
Sábado
Sé que me han
prometido que van a venir los técnicos para hacer el trabajo de la moringa en
la finca, pero no sé a qué hora van a llegar y sigo mi horario normal. Después
de la misa que he dicho un trozo en lengua local, voy a desayunar y a rezar con
los de la cárcel y me detiene un poli porque tengo caducada la licencia del
coche…. Acabamos siendo amigos y dándonos el teléfono…
En la cárcel hay
problemas para entrar porque el que vigila no me conoce y no está el jefe, pero
luego me dejan pasar. La oración con esta gente es cada vez más agradable y los
testimonios que dan son muy bonitos, de amistad entre unos y otros y cuando
acaban de hablar los otros les aplauden y se crea un ambiente muy positivo.
En casa me dicen
que uno de los que vienen ha tenido problemas con el vehículo y que viene en
transporte público…Llegará, pero veremos cuando. El otro tardará un rato en
venir y se me presenta el masajista que me da una sesión que creo que era l que
necesitaba, pues cuando acabo salgo a ver al mecánico y después nos encontramos
los que van a trabajar en la moringa en el campo y vemos lo que hay que hacer y
el sitio para plantar, así como la profundidad de los hoyos y la distancia
entre ellos.
Con las cosas un
poco en pañales, voy a los pueblos para encontrarme con los interesados, además
de intentar rezar el rosario, pero no están a punto y, como tengo a gente que
espera, quiero hacerles esperar. Rezo el rosario en una casa en Tikonko y
venimos a casa donde me entero del resultado de la “champions” y me alegro
porque ha ganado el equipo español.
Sé que me han
prometido que van a venir los técnicos para hacer el trabajo de la moringa en
la finca, pero no sé a qué hora van a llegar y sigo mi horario normal. Después
de la misa que he dicho un trozo en lengua local, voy a desayunar y a rezar con
los de la cárcel y me detiene un poli porque tengo caducada la licencia del
coche…. Acabamos siendo amigos y dándonos el teléfono…
En la cárcel hay
problemas para entrar porque el que vigila no me conoce y no está el jefe, pero
luego me dejan pasar. La oración con esta gente es cada vez más agradable y los
testimonios que dan son muy bonitos, de amistad entre unos y otros y cuando
acaban de hablar los otros les aplauden y se crea un ambiente muy positivo.
En casa me dicen
que uno de los que vienen ha tenido problemas con el vehículo y que viene en
transporte público…Llegará, pero veremos cuando. El otro tardará un rato en
venir y se me presenta el masajista que me da una sesión que creo que era l que
necesitaba, pues cuando acabo salgo a ver al mecánico y después nos encontramos
los que van a trabajar en la moringa en el campo y vemos lo que hay que hacer y
el sitio para plantar, así como la profundidad de los hoyos y la distancia
entre ellos.
Con las cosas un
poco en pañales, voy a los pueblos para encontrarme con los interesados, además
de intentar rezar el rosario, pero no están a punto y, como tengo a gente que
espera, quiero hacerles esperar. Rezo el rosario en una casa en Tikonko y
venimos a casa donde me entero del resultado de la “champions” y me alegro
porque ha ganado el equipo español.
viernes, 25 de mayo de 2018
25 de Mayo de 2018
Viernes
La luz nos sigue
faltando y las linternas están a punto tanto en el aseo como en la oración. Hay
un buen grupo para la misa y cuando salgo me encuentro al joven que ha venido
desde Lungi para pintar los rótulos en los pozos… Ya sé que me tengo que pasar
el día con el y meter las otras cosas en ese trabajo…
Primero le llevo a
que vea un modelo y luego se fabrica él uno personal, lo que le lleva tiempo y
me permite ir al mercado y comprar lo que necesito para los albañiles que se
van porque han acabado el trabajo.
Cuando tiene las
plantillas hechas le llevo a pintar las que están en los pueblos, pues así
puedo también traer a los albañiles y cuando vengo con ellos a casa me espera
el de los pozos para hacer cuantas. Una vez dejados a los albañiles en su sitio
de coger el autobús vuelvo a casa me entiendo con el de los pozos y volvemos a
comenzar el trabajo con el pintor de los rótulos, que me lleva toda la tarde,
pero que es provechoso, pues he estado esperando esta oportunidad por meses.
Ha pintado los
rótulos en seis pozos distintos en seis lugares distintos. Estoy cansado y
estoy contento porque el trabajo que esperaba desde hace meses se ha hecho y
porque el lumbago se ha clamado un poco. Por la tarde me da tiempo de estar en
el rosario en dos pueblos porque he llevado materiales de construcción a
alguien que los necesitaba en un pueblo y ya he aprovechado para también rezar
con ellos. El mozo se queda con nosotros, pero saldrá pronto por la mañana
hacia su destino.
Leo las noticias a
la luz del generador y hay conexión.
La luz nos sigue
faltando y las linternas están a punto tanto en el aseo como en la oración. Hay
un buen grupo para la misa y cuando salgo me encuentro al joven que ha venido
desde Lungi para pintar los rótulos en los pozos… Ya sé que me tengo que pasar
el día con el y meter las otras cosas en ese trabajo…
Primero le llevo a
que vea un modelo y luego se fabrica él uno personal, lo que le lleva tiempo y
me permite ir al mercado y comprar lo que necesito para los albañiles que se
van porque han acabado el trabajo.
Cuando tiene las
plantillas hechas le llevo a pintar las que están en los pueblos, pues así
puedo también traer a los albañiles y cuando vengo con ellos a casa me espera
el de los pozos para hacer cuantas. Una vez dejados a los albañiles en su sitio
de coger el autobús vuelvo a casa me entiendo con el de los pozos y volvemos a
comenzar el trabajo con el pintor de los rótulos, que me lleva toda la tarde,
pero que es provechoso, pues he estado esperando esta oportunidad por meses.
Ha pintado los
rótulos en seis pozos distintos en seis lugares distintos. Estoy cansado y
estoy contento porque el trabajo que esperaba desde hace meses se ha hecho y
porque el lumbago se ha clamado un poco. Por la tarde me da tiempo de estar en
el rosario en dos pueblos porque he llevado materiales de construcción a
alguien que los necesitaba en un pueblo y ya he aprovechado para también rezar
con ellos. El mozo se queda con nosotros, pero saldrá pronto por la mañana
hacia su destino.
Leo las noticias a
la luz del generador y hay conexión.
jueves, 24 de mayo de 2018
24 de Mayo de 2018
Jueves
Me fui a la cama
con una amenaza de lumbago y me despierto con la sensación de no poder moverme,
me doy media vuelta y sigo durmiendo y celebrando la fiesta se María
Auxiliadora.
Tengo lumbago, pero
puedo moverme, aunque lo hago encorvado y despacio. Desayuno y me voy a la
iglesia a rezar y llamo al masajista que viene el final de la mañana y me da un
buen masaje, Cuando acaba, estoy como nuevo, pero el problema es cuando se
enfría que vuelve el dolor y el problema de desplazarse.
Me vienen a ver
varias personas y con ellas tengo un tiempo de encuentro y al final tenemos el
rosario a María, la bendición y la misa que creo que es algo fuera de lo
corriente, pues hay unos sesenta presentes, algo que para una misa por la tarde
es fuera de lo normal.
Les hablamos de la
familia salesiana, de la asociación de María Auxiliadora de cómo pertenecer y
les damos una imagen de María traída de Pamplona que es la alegría de todos.
Después a la salida hay una bolsita con una bebida y un bocadillo para los que
han participado.
Seguimos con el
lumbago y a ver si va decreciendo… Y Gracias a la Madre.
Me fui a la cama
con una amenaza de lumbago y me despierto con la sensación de no poder moverme,
me doy media vuelta y sigo durmiendo y celebrando la fiesta se María
Auxiliadora.
Tengo lumbago, pero
puedo moverme, aunque lo hago encorvado y despacio. Desayuno y me voy a la
iglesia a rezar y llamo al masajista que viene el final de la mañana y me da un
buen masaje, Cuando acaba, estoy como nuevo, pero el problema es cuando se
enfría que vuelve el dolor y el problema de desplazarse.
Me vienen a ver
varias personas y con ellas tengo un tiempo de encuentro y al final tenemos el
rosario a María, la bendición y la misa que creo que es algo fuera de lo
corriente, pues hay unos sesenta presentes, algo que para una misa por la tarde
es fuera de lo normal.
Les hablamos de la
familia salesiana, de la asociación de María Auxiliadora de cómo pertenecer y
les damos una imagen de María traída de Pamplona que es la alegría de todos.
Después a la salida hay una bolsita con una bebida y un bocadillo para los que
han participado.
Seguimos con el
lumbago y a ver si va decreciendo… Y Gracias a la Madre.
miércoles, 23 de mayo de 2018
23 de Mayo de 2018
Miércoles
Seguimos la rutina
de levantarnos sin luz, lo mismo que la oración en la capilla y después se
enciende el generador. Hoy el número parece mayor, pero es sólo la
distribución.
Después del
desayuno aparece por aquí Andreas con quien tenemos una reunión para fijar
puntos sobre el proyecto de la moringa y otras actividades de la finca. Acabada
la reunión vamos a la finca a ver el trabajo del muro y el terreno para plantar
la moringa.
Quedamos en que el
fin de semana o el lunes a más tardar, las cosas van a ponerse en marcha.
Esperemos que así sea-
Me voy a Nagoyon,
porque el camión ha traído madera para los bancos de la iglesia y quiero
comprobar la calidad y cantidad. Los albañiles están dispuestos a irse y Daniel
les pide que se queden un par de días, a lo que acceden sin dificultad.
Cuando vuelvo a
casa ya es tarde, pero tampoco los otros han comido, lo hago con Chris y
después de la siesta otra vez vuelta a la finca, donde voy viendo el trabajo
que hacen y controlando por donde podremos plantar los frutales. Hace calor y
sudo abundante, lo que no me impide estar un rato leyendo a la
sombra de una palmera.
Me voy a Nagoyon,
aunque sin el carpintero que me promete que vendrá el viernes y veo los
acabados en varios detalles. La babotina de cemento que han echado les ha
quedado muy mal distribuida y ahora hay poco que hacer con esa falta de
precisión y así habrá que asumir que el trabajo ha sido de poca calidad.
Rezamos le rosario
con unos pocos porque otros han ido a otro pueblo a rezar y vengo a
Tikonko donde rezamos también en una casa y donde hay muchos críos y poca
escuela. Pidamos que haya los colaboradores requeridos a la hora de empezar
algo nuevo.
El generador nos da
luz y además hay conexión, así que contentos.
Seguimos la rutina
de levantarnos sin luz, lo mismo que la oración en la capilla y después se
enciende el generador. Hoy el número parece mayor, pero es sólo la
distribución.
Después del
desayuno aparece por aquí Andreas con quien tenemos una reunión para fijar
puntos sobre el proyecto de la moringa y otras actividades de la finca. Acabada
la reunión vamos a la finca a ver el trabajo del muro y el terreno para plantar
la moringa.
Quedamos en que el
fin de semana o el lunes a más tardar, las cosas van a ponerse en marcha.
Esperemos que así sea-
Me voy a Nagoyon,
porque el camión ha traído madera para los bancos de la iglesia y quiero
comprobar la calidad y cantidad. Los albañiles están dispuestos a irse y Daniel
les pide que se queden un par de días, a lo que acceden sin dificultad.
Cuando vuelvo a
casa ya es tarde, pero tampoco los otros han comido, lo hago con Chris y
después de la siesta otra vez vuelta a la finca, donde voy viendo el trabajo
que hacen y controlando por donde podremos plantar los frutales. Hace calor y
sudo abundante, lo que no me impide estar un rato leyendo a la
sombra de una palmera.
Me voy a Nagoyon,
aunque sin el carpintero que me promete que vendrá el viernes y veo los
acabados en varios detalles. La babotina de cemento que han echado les ha
quedado muy mal distribuida y ahora hay poco que hacer con esa falta de
precisión y así habrá que asumir que el trabajo ha sido de poca calidad.
Rezamos le rosario
con unos pocos porque otros han ido a otro pueblo a rezar y vengo a
Tikonko donde rezamos también en una casa y donde hay muchos críos y poca
escuela. Pidamos que haya los colaboradores requeridos a la hora de empezar
algo nuevo.
El generador nos da
luz y además hay conexión, así que contentos.
martes, 22 de mayo de 2018
22 de Mayo de 2018
Martes
Nos levantamos sin
luz y lo mismo pasa en la iglesia. A la hora de la oración ya viene la luz y la
misa a ratos con luz y a ratos a oscuras. Hay buen número de personas, pero
poca gente joven.
Hablo del tiempo
ordinario y a su alrededor del calendario litúrgico a la vez que les invito a
leer la biblia y conocerla mejor.
Hablo por teléfono
con unos y otros intentando poner a cada uno en su trabajo, pero no con todos
acierto. El carpintero vendrá más tarde, el fontanero no irá a trabajar a la
finca, pero ha mandado a otros…
Me voy a dar una
vuelta por el mercado intentando llevar algo a la familia cuando vaya de
vacaciones. La realidad es que me vuelvo sin comprar nada y le encargo unos
cacahuetes a una moza que está aquí en casa.
Después de la
siesta me llama el carpintero y viene a visitarme, le propongo el trabajo de
los bancos de Nagoyon y lo acepta sin problemas. Ahora nos falta traer unas
cuantas tablas desde otro sitio que es donde las han cortado.
Me voy a los
pueblos y aterrizo en Nagoyon. Los albañiles están en su trabajo y los acabados
no es su fuerte, pero es lo que tenemos. Me doy una vuelta por el pueblo
esperando el tiempo de salir hacia Dandabu para rezar el rosario.
Dandabu es otro de
los pueblos que no tienen carretera y vamos a pie. Nos lleva el recorrido unos
45 minutos. Saludo a los presentes, en particular al grupo que está pelando la
mandioca y viendo el resto del pueblo veo que no tienen agua y me dicen que lo
buscan en el arroyo no a mucha distancia.
Poco a poco los
asistentes fueron subiendo de número y al final estábamos más de treintaicinco.
Les doy la bendición y les hablo de que puedo conseguirles agua si están
dispuestos a colaborar. Me responden que sí y les contesto que habrá que
decirlo viendo lo que están dispuestos a colaborar en el trabajo.
La vuelta lleva
tiempo y esfuerzo y sudo bastante. Me paro en Tikonko donde hay ya gente
preparada para la oración y cuando acabamos me vengo hacia casa con el polvo de
los vehículos que pasan.´
Ceno, me conecto a
internet, leo las noticias , respondo correos y cuando estoy cansado me voy a
la cama y mañana será otro día.
Nos levantamos sin
luz y lo mismo pasa en la iglesia. A la hora de la oración ya viene la luz y la
misa a ratos con luz y a ratos a oscuras. Hay buen número de personas, pero
poca gente joven.
Hablo del tiempo
ordinario y a su alrededor del calendario litúrgico a la vez que les invito a
leer la biblia y conocerla mejor.
Hablo por teléfono
con unos y otros intentando poner a cada uno en su trabajo, pero no con todos
acierto. El carpintero vendrá más tarde, el fontanero no irá a trabajar a la
finca, pero ha mandado a otros…
Me voy a dar una
vuelta por el mercado intentando llevar algo a la familia cuando vaya de
vacaciones. La realidad es que me vuelvo sin comprar nada y le encargo unos
cacahuetes a una moza que está aquí en casa.
Después de la
siesta me llama el carpintero y viene a visitarme, le propongo el trabajo de
los bancos de Nagoyon y lo acepta sin problemas. Ahora nos falta traer unas
cuantas tablas desde otro sitio que es donde las han cortado.
Me voy a los
pueblos y aterrizo en Nagoyon. Los albañiles están en su trabajo y los acabados
no es su fuerte, pero es lo que tenemos. Me doy una vuelta por el pueblo
esperando el tiempo de salir hacia Dandabu para rezar el rosario.
Dandabu es otro de
los pueblos que no tienen carretera y vamos a pie. Nos lleva el recorrido unos
45 minutos. Saludo a los presentes, en particular al grupo que está pelando la
mandioca y viendo el resto del pueblo veo que no tienen agua y me dicen que lo
buscan en el arroyo no a mucha distancia.
Poco a poco los
asistentes fueron subiendo de número y al final estábamos más de treintaicinco.
Les doy la bendición y les hablo de que puedo conseguirles agua si están
dispuestos a colaborar. Me responden que sí y les contesto que habrá que
decirlo viendo lo que están dispuestos a colaborar en el trabajo.
La vuelta lleva
tiempo y esfuerzo y sudo bastante. Me paro en Tikonko donde hay ya gente
preparada para la oración y cuando acabamos me vengo hacia casa con el polvo de
los vehículos que pasan.´
Ceno, me conecto a
internet, leo las noticias , respondo correos y cuando estoy cansado me voy a
la cama y mañana será otro día.
lunes, 21 de mayo de 2018
21 de Mayo de 2018
Lunes
Comenzamos el
tiempo ordinario, pero celebramos la fiesta de María madre de la Iglesia que el
papa acaba de instituir. No hay mucha gente, pero es que se supone que los
confirmando estarán en la catedral.
Después del
desayuno tenemos reunión como cada semana. Varios temas, entre otros la fiesta
de María Auxiliadora que celebraremos el jueves y la visita que
voy a hacer al obispo, que me recibe amablemente y que está
preocupado porque tiene problemas para la obtención del visado para hacer la visita
ad límina… Me da pena pensar la política que Europa está haciendo hacia los
africanos… Que Dios nos perdone.
Visito el pozo de
la guardería y me confirman que siguen teniendo agua y que todos están
contentos con ello. Varias personas vienen a agradecerme el pozo del que
disfrutan. Les digo que sólo soy el transmisor, que los que colaboran son los
que merecen ser tenidos en la memoria y rezar por ellos.
Después de comer
voy a Nagoyon a ver el trabajo y les llevo unas bolsas de cal. Los albañiles
están a punto de acabar el trabajo y queda encalar las paredes. En la pintura
definitiva pensaremos más tarde. El trabajo es bueno en general, pero los
acabados dejan bastante que desear, pero las cosas son así por aquí y tener
paciencia también entra en las actitudes a reforzar.
Voy con Daniel a
visitar a su madre, que está desmotivada de vivir y rezamos con ella. Hoy ha
hecho gestos y movimientos, cosa que otros días no suele hacer. El
resto del tiempo lo paso saludando a unos y otros y acompañado por los críos
antes de que vayamos a “Potehun” uno de los pueblos circundantes de la zona que
no tienen carretera y que tienes que ir a pie. El camino está
limpio, nos lleva unos veinte minutos y en el pueblo bastantes críos me conocen
porque me han visto en la escuela. Los adultos vienen a rezar, pero se les ve
que no tienen costumbre de hacerlo.
Hay en el pueblo
una capilla de los pentecostales, pero está semiderruida y descuidada de todo.
Me dicen que el pastor se fue y las cosas se han ido deteriorando.
Tanto a la ida como
a la vuelta me han acompañado el catequista y un cierto número de críos que en
el pueblo han dirigido el rosario y en el camino también hemos rezado el
rosario por los del pueblo.
En Nagoyon me
cargan sacos de tapioca y los traigo a Bo, donde Daniel los va a comercializar.
Es un servicio que suelo hacer siempre que puedo y en especial a los
colaboradores de la causa de la iglesia.
Hay luz y conexión
por lo que puedo ver las noticias y enviar algún mensaje.
Comenzamos el
tiempo ordinario, pero celebramos la fiesta de María madre de la Iglesia que el
papa acaba de instituir. No hay mucha gente, pero es que se supone que los
confirmando estarán en la catedral.
Después del
desayuno tenemos reunión como cada semana. Varios temas, entre otros la fiesta
de María Auxiliadora que celebraremos el jueves y la visita que
voy a hacer al obispo, que me recibe amablemente y que está
preocupado porque tiene problemas para la obtención del visado para hacer la visita
ad límina… Me da pena pensar la política que Europa está haciendo hacia los
africanos… Que Dios nos perdone.
Visito el pozo de
la guardería y me confirman que siguen teniendo agua y que todos están
contentos con ello. Varias personas vienen a agradecerme el pozo del que
disfrutan. Les digo que sólo soy el transmisor, que los que colaboran son los
que merecen ser tenidos en la memoria y rezar por ellos.
Después de comer
voy a Nagoyon a ver el trabajo y les llevo unas bolsas de cal. Los albañiles
están a punto de acabar el trabajo y queda encalar las paredes. En la pintura
definitiva pensaremos más tarde. El trabajo es bueno en general, pero los
acabados dejan bastante que desear, pero las cosas son así por aquí y tener
paciencia también entra en las actitudes a reforzar.
Voy con Daniel a
visitar a su madre, que está desmotivada de vivir y rezamos con ella. Hoy ha
hecho gestos y movimientos, cosa que otros días no suele hacer. El
resto del tiempo lo paso saludando a unos y otros y acompañado por los críos
antes de que vayamos a “Potehun” uno de los pueblos circundantes de la zona que
no tienen carretera y que tienes que ir a pie. El camino está
limpio, nos lleva unos veinte minutos y en el pueblo bastantes críos me conocen
porque me han visto en la escuela. Los adultos vienen a rezar, pero se les ve
que no tienen costumbre de hacerlo.
Hay en el pueblo
una capilla de los pentecostales, pero está semiderruida y descuidada de todo.
Me dicen que el pastor se fue y las cosas se han ido deteriorando.
Tanto a la ida como
a la vuelta me han acompañado el catequista y un cierto número de críos que en
el pueblo han dirigido el rosario y en el camino también hemos rezado el
rosario por los del pueblo.
En Nagoyon me
cargan sacos de tapioca y los traigo a Bo, donde Daniel los va a comercializar.
Es un servicio que suelo hacer siempre que puedo y en especial a los
colaboradores de la causa de la iglesia.
Hay luz y conexión
por lo que puedo ver las noticias y enviar algún mensaje.
domingo, 20 de mayo de 2018
20 de Mayo de 2018
Domingo
Me despierto a la
hora de todos los días, pero hoy no tengo prisa y dedico un rato a leer
mensajes del teléfono y luego, cuando amanece me levanto con la luz del día.
Día de Pentecostés,
la venida del Espíritu Santo que celebraremos en casa con una misa solemne y
luego en la catedral con los confirmandos de la ciudad. Abro la iglesia y van
llegando los fieles. El catequista viene con retraso y ya hay muchas cosas
hechas cuando él aparece. También ha venido el anterior párroco, el que tiene
problemas de movilidad y aprovecho para confesarme.
No sé qué ha pasado
hoy que no vienen los monaguillos y el coro está bajo mínimos, pero la gente
llega y en general a la hora. El número de participantes no es grandísimo,
pero es importante y nos habla también de los que hacen el
catecismo y la necesidad de encontrar un punto de referencia.
Cuando acaba la
misa me cambio la ropa que está empapada y me voy a la misa de la catedral en
la que serán confirmados más de cien de nuestra parroquia y cuasi parroquia. El
total pasa de los cuatrocientos.
La misa es lo que
tiene que ser, empieza a las diez y acaba a la una y media, con el sermón del
obispo en buena forma y las colectas y ofrendas y lo necesario, pero bastante
bien hecho y organizado. He saludado al obispo y me ha invitado a que hablemos
mañana en su despacho.
Cuando vuelvo a
casa otra vez estoy empapado y me cambio. Comemos, porque los otros han llegado
de las misas de los pueblos. Hoy no como arroz, porque hay unas patatas fritas
y buñuelos, además de la carne de pollo y los mangos que están estupendos.
Retiro la colada de
ayer, duermo un rato la siesta y me voy a Nagoyon a ver lo que están haciendo y
les veo acabar el cimentado del suelo, y además dos de la comunidad están
encalando las paredes. Me paso un buen rato con ellos, discuto lo que haremos
durante la semana, les llevo el dinero del trabajo que han hecho en la finca y
para acabar rezamos le rosario. A los albañiles les he llevado miel y
mermelada, como son musulmanes y están haciendo el ayuno me han pedido cosas
dulces.
En Tikonko
encuentro a la gente en el camino y vamos a la casa donde rezamos. No hay mucha
gente, pero sí los que quiero ver, para proponerles trabajo y así ver si son
capaces de trabajar juntos como un equipo. Me dan buena impresión y creo que
estoy atacando por el flanco que se les puede hacer reaccionar. Esperemos que
sea cierto.
Cuando llego a casa
es más tarde de las nueve. Día completo y con buenas sensaciones que esperemos
se confirmen en la semana. Hay luz de la ciudad y me conecto y veo los
periódicos y escribiendo la crónica nos quedamos a dos velas.
Me despierto a la
hora de todos los días, pero hoy no tengo prisa y dedico un rato a leer
mensajes del teléfono y luego, cuando amanece me levanto con la luz del día.
Día de Pentecostés,
la venida del Espíritu Santo que celebraremos en casa con una misa solemne y
luego en la catedral con los confirmandos de la ciudad. Abro la iglesia y van
llegando los fieles. El catequista viene con retraso y ya hay muchas cosas
hechas cuando él aparece. También ha venido el anterior párroco, el que tiene
problemas de movilidad y aprovecho para confesarme.
No sé qué ha pasado
hoy que no vienen los monaguillos y el coro está bajo mínimos, pero la gente
llega y en general a la hora. El número de participantes no es grandísimo,
pero es importante y nos habla también de los que hacen el
catecismo y la necesidad de encontrar un punto de referencia.
Cuando acaba la
misa me cambio la ropa que está empapada y me voy a la misa de la catedral en
la que serán confirmados más de cien de nuestra parroquia y cuasi parroquia. El
total pasa de los cuatrocientos.
La misa es lo que
tiene que ser, empieza a las diez y acaba a la una y media, con el sermón del
obispo en buena forma y las colectas y ofrendas y lo necesario, pero bastante
bien hecho y organizado. He saludado al obispo y me ha invitado a que hablemos
mañana en su despacho.
Cuando vuelvo a
casa otra vez estoy empapado y me cambio. Comemos, porque los otros han llegado
de las misas de los pueblos. Hoy no como arroz, porque hay unas patatas fritas
y buñuelos, además de la carne de pollo y los mangos que están estupendos.
Retiro la colada de
ayer, duermo un rato la siesta y me voy a Nagoyon a ver lo que están haciendo y
les veo acabar el cimentado del suelo, y además dos de la comunidad están
encalando las paredes. Me paso un buen rato con ellos, discuto lo que haremos
durante la semana, les llevo el dinero del trabajo que han hecho en la finca y
para acabar rezamos le rosario. A los albañiles les he llevado miel y
mermelada, como son musulmanes y están haciendo el ayuno me han pedido cosas
dulces.
En Tikonko
encuentro a la gente en el camino y vamos a la casa donde rezamos. No hay mucha
gente, pero sí los que quiero ver, para proponerles trabajo y así ver si son
capaces de trabajar juntos como un equipo. Me dan buena impresión y creo que
estoy atacando por el flanco que se les puede hacer reaccionar. Esperemos que
sea cierto.
Cuando llego a casa
es más tarde de las nueve. Día completo y con buenas sensaciones que esperemos
se confirmen en la semana. Hay luz de la ciudad y me conecto y veo los
periódicos y escribiendo la crónica nos quedamos a dos velas.
sábado, 19 de mayo de 2018
19 de Mayo de 2018
Sábado
Buena parte de la noche
hubo luz, pero no amaneció con nosotros. La adoración también fue con linternas
y para la oración ya funcionaba el generador. Hoy no hubo mucha gente en misa.
Habrá vigilia por la tarde y confirmaciones en la catedral.
Voy a rezar a la
cárcel y seguimos con experiencias agradables y amables. Se les ve contentos y
sonrientes, lo que no quiere decir que no tengan problemas, pero por lo menos
no se encuentran hundidos.
Me comunican que
por fin han comenzado la alfabetización y que lo piensan hacer regularmente
varios días a la semana. Les animo a que lo hagan pues es una forma de dejar
los pensamientos que te arrullan en la cárcel.
En casa tenemos
consejo pastoral y se ha comenzado a la hora y hemos acabado antes de la hora,
lo que me permite comer y dormir rápido para salir hacia Nagoyon a ver por
donde andan hoy los albañiles.
Lo hago con una
tonelada de cemento por si les hace falta. El trabajo que han hecho hoy es de
acabados, lo que no consume mucho cemento, además de que hay otros en la
comunidad que se dedican a encalar las paredes.
Tengo un buen rato
de reunión con un maestro y el catequista. Leemos varios capítulos de la Biblia
y hablamos de temas ecológicos, que no les veo que estén muy al tanto al
respecto. Luego visito a los albañiles de nuevo y me voy a Tikonko donde espero
a las parejas para la reunión.
Nadie aparece y
cuando me voy a marchar viene una pareja, a los que invito a venir a rezar el
rosario en Gbalehun donde no puede estar ayer. Me acompañan y en el
pueblo al que vamos no hay ni maestros ni líderes de la oración. Lo hacemos
como podemos en la casa de una mujer cuyo esposo está fuera.
La vuelta a casa es
animada y acompañada por el grupo que nos encontramos en el camino y que me
conocen. Nos paramos en Tikonko donde rezamos en una casa de una señora mayor y
no había mucha gente.
Volviendo a casa
recordaba lo vivido por la mañana en la cárcel a la vez que pedía al Espíritu
Santo de venir a nosotros y quedarse con nosotros.
En casa tienen una
vigilia de largo porte, pero que no tiene muchos efectivos.
Buena parte de la noche
hubo luz, pero no amaneció con nosotros. La adoración también fue con linternas
y para la oración ya funcionaba el generador. Hoy no hubo mucha gente en misa.
Habrá vigilia por la tarde y confirmaciones en la catedral.
Voy a rezar a la
cárcel y seguimos con experiencias agradables y amables. Se les ve contentos y
sonrientes, lo que no quiere decir que no tengan problemas, pero por lo menos
no se encuentran hundidos.
Me comunican que
por fin han comenzado la alfabetización y que lo piensan hacer regularmente
varios días a la semana. Les animo a que lo hagan pues es una forma de dejar
los pensamientos que te arrullan en la cárcel.
En casa tenemos
consejo pastoral y se ha comenzado a la hora y hemos acabado antes de la hora,
lo que me permite comer y dormir rápido para salir hacia Nagoyon a ver por
donde andan hoy los albañiles.
Lo hago con una
tonelada de cemento por si les hace falta. El trabajo que han hecho hoy es de
acabados, lo que no consume mucho cemento, además de que hay otros en la
comunidad que se dedican a encalar las paredes.
Tengo un buen rato
de reunión con un maestro y el catequista. Leemos varios capítulos de la Biblia
y hablamos de temas ecológicos, que no les veo que estén muy al tanto al
respecto. Luego visito a los albañiles de nuevo y me voy a Tikonko donde espero
a las parejas para la reunión.
Nadie aparece y
cuando me voy a marchar viene una pareja, a los que invito a venir a rezar el
rosario en Gbalehun donde no puede estar ayer. Me acompañan y en el
pueblo al que vamos no hay ni maestros ni líderes de la oración. Lo hacemos
como podemos en la casa de una mujer cuyo esposo está fuera.
La vuelta a casa es
animada y acompañada por el grupo que nos encontramos en el camino y que me
conocen. Nos paramos en Tikonko donde rezamos en una casa de una señora mayor y
no había mucha gente.
Volviendo a casa
recordaba lo vivido por la mañana en la cárcel a la vez que pedía al Espíritu
Santo de venir a nosotros y quedarse con nosotros.
En casa tienen una
vigilia de largo porte, pero que no tiene muchos efectivos.
viernes, 18 de mayo de 2018
18 de Mayo de 2018
Viernes
Amanecemos sin luz
o a la luz de las linternas, pero para el rezo de la oración de la mañana ya
funciona el generador. Ayer llovió y hoy se nota en la iglesia que hay muy poca
gente en la celebración.
Voy a Nagoyon donde
están cimentando el suelo de la iglesia. Lo que estaba pensado para hacerse en
dos días, han logrado acabarlo en uno solo y ha sido debido al enorme esfuerzo
que han hecho en el trabajo. He llevado cemento, he estado atento si
necesitaban alguna otra cosa y les he llevado caramelos de los que vinieron en
el contenedor, era la última caja que me quedaba. La han recibido contentos.
He estado con ellos
largo rato y les he acompañado en el trabajo para hacer que las cosas sean más
fáciles, en especial las previsiones, que no suelen estar atentos a lo que se
acaba.
Los albañiles son
musulmanes y han comenzado el ramadán. No se les ha notado un gesto de
cansancio a lo largo de la jornada y todos contentos con el trabajo realizado.
Les he llevado unos dulces que es lo que suelen pedir cuando ayunan y estaban
contentos con ello.
He rezado el
rosario en Nagoyon con un grupo de adultos, que han estado en el trabajo en la
iglesia. Algunos se dormían, y es que el cansancio hace mella y
se nota. He terminado a tiempo para venir a Tikonko y me he
encontrado con alguien de la comunidad y hemos rezado el rosario en una casa.
El grupo era reducido, pero había devoción en la oración.
Vuelta a casa
tarde, cansado, con amenaza de lluvia, pero hasta ahora nada ha caído. La
conexión, responder correos, leer el periódico y hacer la crónica es lo que me
ha llevado el tiempo.
Amanecemos sin luz
o a la luz de las linternas, pero para el rezo de la oración de la mañana ya
funciona el generador. Ayer llovió y hoy se nota en la iglesia que hay muy poca
gente en la celebración.
Voy a Nagoyon donde
están cimentando el suelo de la iglesia. Lo que estaba pensado para hacerse en
dos días, han logrado acabarlo en uno solo y ha sido debido al enorme esfuerzo
que han hecho en el trabajo. He llevado cemento, he estado atento si
necesitaban alguna otra cosa y les he llevado caramelos de los que vinieron en
el contenedor, era la última caja que me quedaba. La han recibido contentos.
He estado con ellos
largo rato y les he acompañado en el trabajo para hacer que las cosas sean más
fáciles, en especial las previsiones, que no suelen estar atentos a lo que se
acaba.
Los albañiles son
musulmanes y han comenzado el ramadán. No se les ha notado un gesto de
cansancio a lo largo de la jornada y todos contentos con el trabajo realizado.
Les he llevado unos dulces que es lo que suelen pedir cuando ayunan y estaban
contentos con ello.
He rezado el
rosario en Nagoyon con un grupo de adultos, que han estado en el trabajo en la
iglesia. Algunos se dormían, y es que el cansancio hace mella y
se nota. He terminado a tiempo para venir a Tikonko y me he
encontrado con alguien de la comunidad y hemos rezado el rosario en una casa.
El grupo era reducido, pero había devoción en la oración.
Vuelta a casa
tarde, cansado, con amenaza de lluvia, pero hasta ahora nada ha caído. La
conexión, responder correos, leer el periódico y hacer la crónica es lo que me
ha llevado el tiempo.
jueves, 17 de mayo de 2018
17 de Mayo de 2018
Jueves
Fiel a su tarea, el
despertador me llama hacia las cinco de la mañana. No es que haya dormido mucho
pero no me puedo quejar porque tengo la sensación de haber descansado y un
nuevo día me espera para darle forma y sentido.
Voy a rezar a
Mattru. Los de siempre están presentes y después vamos a visitar las familias
que ellos me sugieren, media docena, que van acostumbrándose a la visita a casa
y la oración. Se ve los que van madurando con vistas al matrimonio o lo que
tienen la cosa menos preparada.
Vengo con gente,
como regularmente, y en casa me apresuro con el desayuno para ir luego a la
adoración a la iglesia, cosa que hago en cuanto puedo. No hay muchos en la
iglesia y pronto acabo quedándome solo. La adoración del Santísimo es algo que
tenemos que seguir insistiendo en la parroquia, pero siempre se tiene la
esperanza.
Me han enviado
varios correos y voy dando respuesta a lo que me piden a la vez que
voy preparando nuestros instrumentos. La mañana se pasa sin mayores
sobresaltos. Rezo, leo, preparo le sermón de domingo…
Después de comer
viene el masajista y me da una buena sesión que me pone en forma. Sigo rezando
en la iglesia. Hoy hace calor y los ventiladores no funcionan por lo que se
suda sin querer.
Aparecen críos
vestidos de blando y es que habrá sacramentos hoy para que puedan luego recibir
la confirmación de manos del obispo y vienen a confesarse. Si para unos es
difícil, para otros no hay manera, sobre todo de entender.
En la misa de la
tarde hay un número extra comparado con otras veces y la terminamos más tarde
que de costumbre. Ha habido un bautismo. Cuando acabamos me voy en
vehículo a Mattru para rezar el rosario con ellos. Otros se preparan para
aprovechar el viaje.
Me llama la
atención la presencia abundante de críos y adultos en la rezo del rosario, Hoy
Ha habido más de cincuenta y a todos he dado una estampa para que le recen en
el momento en que se van a encontrar a solas con Ella.
Vuelta a casa y
generador y conectarse y escribir la crónica para que no se olvide.
Fiel a su tarea, el
despertador me llama hacia las cinco de la mañana. No es que haya dormido mucho
pero no me puedo quejar porque tengo la sensación de haber descansado y un
nuevo día me espera para darle forma y sentido.
Voy a rezar a
Mattru. Los de siempre están presentes y después vamos a visitar las familias
que ellos me sugieren, media docena, que van acostumbrándose a la visita a casa
y la oración. Se ve los que van madurando con vistas al matrimonio o lo que
tienen la cosa menos preparada.
Vengo con gente,
como regularmente, y en casa me apresuro con el desayuno para ir luego a la
adoración a la iglesia, cosa que hago en cuanto puedo. No hay muchos en la
iglesia y pronto acabo quedándome solo. La adoración del Santísimo es algo que
tenemos que seguir insistiendo en la parroquia, pero siempre se tiene la
esperanza.
Me han enviado
varios correos y voy dando respuesta a lo que me piden a la vez que
voy preparando nuestros instrumentos. La mañana se pasa sin mayores
sobresaltos. Rezo, leo, preparo le sermón de domingo…
Después de comer
viene el masajista y me da una buena sesión que me pone en forma. Sigo rezando
en la iglesia. Hoy hace calor y los ventiladores no funcionan por lo que se
suda sin querer.
Aparecen críos
vestidos de blando y es que habrá sacramentos hoy para que puedan luego recibir
la confirmación de manos del obispo y vienen a confesarse. Si para unos es
difícil, para otros no hay manera, sobre todo de entender.
En la misa de la
tarde hay un número extra comparado con otras veces y la terminamos más tarde
que de costumbre. Ha habido un bautismo. Cuando acabamos me voy en
vehículo a Mattru para rezar el rosario con ellos. Otros se preparan para
aprovechar el viaje.
Me llama la
atención la presencia abundante de críos y adultos en la rezo del rosario, Hoy
Ha habido más de cincuenta y a todos he dado una estampa para que le recen en
el momento en que se van a encontrar a solas con Ella.
Vuelta a casa y
generador y conectarse y escribir la crónica para que no se olvide.
miércoles, 16 de mayo de 2018
16 de Mayo de 2018
Miércoles
Voy a rezar a
Towama y después de la misa nos ponemos de acuerdo para reunirnos con el
constructor y la gente por la tarde. Después de desayunar voy a buscar al
fontanero y le llevo a la finca donde va a continuar su trabajo de ayer de
plantar cacahuetes y luego me voy a Nagoyon a ver lo que da de sí la traída de
arena y me encuentro con que han mandado a los críos de la escuela, porque no
hay forma de encontrar a los adultos.
Por lo menos
les he llevado una bolsa de caramelos a los que han participado que el maestro
reparte al acabar el trabajo. También hay otros que han comenzado a encalar las
celosías mientras otros albañiles siguen con los acabados de las paredes.
Vuelvo a casa
pasando por la finca para ver el trabajo y dejarles unos caramelos
y veo que siguen con su trabajo. En casa cargo los diferentes
aparatos, pues todos andan bajos de batería y hay que aprovechar que hay luz.
Me voy a ver al
mecánico, pero están haciendo trabajos de conducción de aguas y la zanja que
pasa por delante de su taller me impide llegar hasta él. Echo carburante y me
voy a Towama donde tendremos una reunión con el constructor que no llega. Sí
aprovecho para rezar el rosario en una familia y luego a Nagoyon de nuevo a ver
el trabajo que han realizado. La arena no se nota mucho, pero sí lo que han
encalado que da una nueva luz al interior de la iglesia. Me prometen que mañana
más y mejor.
Rezamos el rosario
en la puerta de la casa de Daniel y salgo hacia casa, la lluvia amenaza como
ayer y, como ayer, tampoco ha caído en zona por donde paso.
Me desbloquean el
teléfono y me entran más de cincuenta mensajes que a ver cómo
contestar ahora… Hablo un rato con Loli en el whatsapp y me pongo a hacer la
crónica no sea que se me olvide lo vivido hoy. Por lo menos le puedo dar
gracias a Dios de lo que he visto y lo que he disfrutado en todos los sitios y
con las personas que he encontrado…. Y se me olvidaba, destacar las sonrisas de
las personas que he llevado en el vehículo en los desplazamientos que he hecho.
Voy a rezar a
Towama y después de la misa nos ponemos de acuerdo para reunirnos con el
constructor y la gente por la tarde. Después de desayunar voy a buscar al
fontanero y le llevo a la finca donde va a continuar su trabajo de ayer de
plantar cacahuetes y luego me voy a Nagoyon a ver lo que da de sí la traída de
arena y me encuentro con que han mandado a los críos de la escuela, porque no
hay forma de encontrar a los adultos.
Por lo menos
les he llevado una bolsa de caramelos a los que han participado que el maestro
reparte al acabar el trabajo. También hay otros que han comenzado a encalar las
celosías mientras otros albañiles siguen con los acabados de las paredes.
Vuelvo a casa
pasando por la finca para ver el trabajo y dejarles unos caramelos
y veo que siguen con su trabajo. En casa cargo los diferentes
aparatos, pues todos andan bajos de batería y hay que aprovechar que hay luz.
Me voy a ver al
mecánico, pero están haciendo trabajos de conducción de aguas y la zanja que
pasa por delante de su taller me impide llegar hasta él. Echo carburante y me
voy a Towama donde tendremos una reunión con el constructor que no llega. Sí
aprovecho para rezar el rosario en una familia y luego a Nagoyon de nuevo a ver
el trabajo que han realizado. La arena no se nota mucho, pero sí lo que han
encalado que da una nueva luz al interior de la iglesia. Me prometen que mañana
más y mejor.
Rezamos el rosario
en la puerta de la casa de Daniel y salgo hacia casa, la lluvia amenaza como
ayer y, como ayer, tampoco ha caído en zona por donde paso.
Me desbloquean el
teléfono y me entran más de cincuenta mensajes que a ver cómo
contestar ahora… Hablo un rato con Loli en el whatsapp y me pongo a hacer la
crónica no sea que se me olvide lo vivido hoy. Por lo menos le puedo dar
gracias a Dios de lo que he visto y lo que he disfrutado en todos los sitios y
con las personas que he encontrado…. Y se me olvidaba, destacar las sonrisas de
las personas que he llevado en el vehículo en los desplazamientos que he hecho.
martes, 15 de mayo de 2018
15 de Mayo de 2018
Martes
Voy a rezar a
Nagoyon. Han preparado la oración en el presbiterio de la nueva iglesia y todos
cabemos sin apreturas.
Traigo a un grupo
de gente para trabajar en la finca y ya hay otros que también están en el tajo.
Es bonito verles cómo siembran los cacahuetes y cómo preparan la tierra y
remueven lo que les es posible.
Han venido algunos
más que han participado en una ceremonia tradicional y les he traído con los
trabajadores. En casa hago fotocopias de los documentos que necesito para mi
viaje y se me echa la hora encima, pero la siesta no la perdono porque de otra
forma estaría muy cansado por la tarde.
Hoy el fontanero va
a la granja a trabajar y ha llevado a un equipo de gente joven que planta
cacahuetes y limpia la tierra a la vez. Los de la otra limpieza están a lo suyo
y yo paso con el chófer de un camión para hacerle ver el camino por donde
tendrá que pasar con la madera. Está de buen humor y el viaje se hace corto,
pero el tiempo pasa para todos y los de la finca están cansados y con hambre.
Dejo al chófer en
sitio habitable y vuelvo con los del equipo a su pueblo donde estoy un rato con
los albañiles programando el trabajo para mañana, que es traer arena desde la
zona pantanosa.
Me voy a Balei
donde el maestro mayor está haciendo catecismo con un grupito no muy grande de
catecúmenos jóvenes a los que tratamos de dar a entender la vida de don Bosco.
Hablo con uno de
los maestros y le hago ver que plantar moringa es una costumbre que debemos
aceptar porque nos va a cambiar la vida. Cuando acaba el catecismo están ya los
bancos dispuestos para el rezo del rosario. Traigo a los de Nagoyon que han ido
a Balei para el catecismo y rezamos también el rosario en Nagoyon.
Se ha puesto oscuro
y la lluvia se anuncia, pero recorro el camino y vengo a la granja y la lluvia
sigue sin molestarnos. Esperemos que mañana no nos falle.
Traigo al fontanero
a casa desde la granja con una carga de leña que ha preparado mientras
esperaba. Al llegar a su casa su mujer está encantada con lo que ve.
En casa seguimos
con el generador y la conexión es pasable.
Voy a rezar a
Nagoyon. Han preparado la oración en el presbiterio de la nueva iglesia y todos
cabemos sin apreturas.
Traigo a un grupo
de gente para trabajar en la finca y ya hay otros que también están en el tajo.
Es bonito verles cómo siembran los cacahuetes y cómo preparan la tierra y
remueven lo que les es posible.
Han venido algunos
más que han participado en una ceremonia tradicional y les he traído con los
trabajadores. En casa hago fotocopias de los documentos que necesito para mi
viaje y se me echa la hora encima, pero la siesta no la perdono porque de otra
forma estaría muy cansado por la tarde.
Hoy el fontanero va
a la granja a trabajar y ha llevado a un equipo de gente joven que planta
cacahuetes y limpia la tierra a la vez. Los de la otra limpieza están a lo suyo
y yo paso con el chófer de un camión para hacerle ver el camino por donde
tendrá que pasar con la madera. Está de buen humor y el viaje se hace corto,
pero el tiempo pasa para todos y los de la finca están cansados y con hambre.
Dejo al chófer en
sitio habitable y vuelvo con los del equipo a su pueblo donde estoy un rato con
los albañiles programando el trabajo para mañana, que es traer arena desde la
zona pantanosa.
Me voy a Balei
donde el maestro mayor está haciendo catecismo con un grupito no muy grande de
catecúmenos jóvenes a los que tratamos de dar a entender la vida de don Bosco.
Hablo con uno de
los maestros y le hago ver que plantar moringa es una costumbre que debemos
aceptar porque nos va a cambiar la vida. Cuando acaba el catecismo están ya los
bancos dispuestos para el rezo del rosario. Traigo a los de Nagoyon que han ido
a Balei para el catecismo y rezamos también el rosario en Nagoyon.
Se ha puesto oscuro
y la lluvia se anuncia, pero recorro el camino y vengo a la granja y la lluvia
sigue sin molestarnos. Esperemos que mañana no nos falle.
Traigo al fontanero
a casa desde la granja con una carga de leña que ha preparado mientras
esperaba. Al llegar a su casa su mujer está encantada con lo que ve.
En casa seguimos
con el generador y la conexión es pasable.
lunes, 14 de mayo de 2018
14 de Mayo de 2018
Lunes
Me levanto con
ánimos y ganas de rezar. Tengo un rato de tranquilidad antes de que otros
vengan y a la luz de la linterna voy leyendo las lecturas de hoy y del domingo
que viene, como de costumbre.
A la misa no viene
mucha gente y se nota un poco que es lunes y las cosas se van abriendo camino.
Una sonrisa siempre ayuda, en especial saludando a los que han venido y no
tienen prisa.
Después del
desayuno tenemos la reunión comunitaria en la que hablamos de proyectos y
propuestas para la finca y de la celebración para el día 24, además de otros
temas de la parroquia.
Me doy una vuelta
por la ciudad, compro algunos materiales que necesito y vengo a la hora de
comer. Tras la siesta salgo para pueblos, pues quiero seguir el trabajo de los
albañiles y llevo sacos de cal para comenzar a dar la primera mano de pintura a
las paredes. Están con acabados en varios sitios fuera y dentro de la iglesia.
La cosa no se ve que avance, pero es que le trabajo también es lento.
Voy a saludar a la
señora a la que ayer dimos la unción y rezo un poco con ella y después voy con
varios más a rezar a un pueblo distante unos veinte minutos y vamos a pie
porque no hay carretera… Nos reciben amablemente y les hago algunas fotos antes
de comenzar el rosario. Ya había estado en este pueblo antes y los críos me
conocen porque van a la escuela a Balei y allí sí que voy regularmente.
Cuando vuelvo
rezamos el rosario en Nagoyon con los pocos que hay presentes y con compañía
vuelvo a Bo que ya es noche bien cerrada.
Hay conexión, pero
debo tener algún problema porque no me llegan los whatsapps y de lo otro hay
poco movimiento. Por o menos leo las noticias.
Me levanto con
ánimos y ganas de rezar. Tengo un rato de tranquilidad antes de que otros
vengan y a la luz de la linterna voy leyendo las lecturas de hoy y del domingo
que viene, como de costumbre.
A la misa no viene
mucha gente y se nota un poco que es lunes y las cosas se van abriendo camino.
Una sonrisa siempre ayuda, en especial saludando a los que han venido y no
tienen prisa.
Después del
desayuno tenemos la reunión comunitaria en la que hablamos de proyectos y
propuestas para la finca y de la celebración para el día 24, además de otros
temas de la parroquia.
Me doy una vuelta
por la ciudad, compro algunos materiales que necesito y vengo a la hora de
comer. Tras la siesta salgo para pueblos, pues quiero seguir el trabajo de los
albañiles y llevo sacos de cal para comenzar a dar la primera mano de pintura a
las paredes. Están con acabados en varios sitios fuera y dentro de la iglesia.
La cosa no se ve que avance, pero es que le trabajo también es lento.
Voy a saludar a la
señora a la que ayer dimos la unción y rezo un poco con ella y después voy con
varios más a rezar a un pueblo distante unos veinte minutos y vamos a pie
porque no hay carretera… Nos reciben amablemente y les hago algunas fotos antes
de comenzar el rosario. Ya había estado en este pueblo antes y los críos me
conocen porque van a la escuela a Balei y allí sí que voy regularmente.
Cuando vuelvo
rezamos el rosario en Nagoyon con los pocos que hay presentes y con compañía
vuelvo a Bo que ya es noche bien cerrada.
Hay conexión, pero
debo tener algún problema porque no me llegan los whatsapps y de lo otro hay
poco movimiento. Por o menos leo las noticias.
domingo, 13 de mayo de 2018
13 de Mayo de 2018
Domingo
Me levanto un poco
más tarde, pero pronto salgo hacia los pueblos. Es por la noche y no recuerdo
si había luz esta mañana… Puede que el día haya sido largo.
Como primera
constatación veo que hay poca gente en la misa… Ayer fue la ceremonia de
presentación del presidente en el estadio de deportes de la capital y hay
muchos que se han desplazado. No sé si también los de los pueblos, pero por lo
menos los de la ciudad sí que lo han hecho.
En Nagoyon tienen
el reto de traer arena para rellenar y cuando voy por la tarde algo han hecho,
pero queda aún un buen esfuerzo que hacer. Tenemos la misa fuera por cuestiones
de que la iglesia está empantanada con el trabajo que se está haciendo.
Tenemos la misma
experiencia en Tikonko donde además de ser pocos en número, llegan tarde. Les
animo a participar en la oración de la mañana y en el rosario de la tarde y a
rezar en casa preparando la venida del Espíritu.
En Towama hay
también poca asistencia y les animo a hacer lo mismo, rezar personalmente y en
las oraciones que hacen los diversos grupos de oración.
Cuando vuelvo a
casa es más de la una y me tomo un plato de ensalada y un trozo de pescado,
además de un mango que los hay muy buenos.
En cuanto acabo la
siesta me voy a ver el trabajo de los albañiles y veo que trabajan bien, aunque
me parezca un poco lento, pero vale más lento que mal. Estoy un rato con ellos,
les animo en lo que hacen, me doy una vuelta por el pueblo y Daniel, que
pensaba ir a ver al de la madera, me dice que la moto que le llevaba tiene
problemas y como me parece que hay tiempo, le propongo ir a visitar el pueblo
de la persona que me invitó ayer a venir.
La experiencia es
interesante, estamos a bastantes kilómetros al interior, por camino que a veces
es aceptable, pero con frecuencia deja que desear y tras un buen rato de marcha
y haber dejado atrás tres pueblos, llegamos a “Sami”, ese es el nombre del
pueblo. Nos reciben con interés, no se esperaban nuestra visita y tenemos un
encuentro con los jefes del pueblo, que por lo que me comenta el catequista,
están muy contentos con nuestra presencia. Les pedimos la lista de la gente
dispuesta a venir a rezar y les prometemos que alguno irá viniendo de vez en
cuando a rezar.
En el camino de
vuelta me voy fijando en los sitios complicados para pasar, Hay dos puentecitos
que les he fotografiado a la ida. Pero no sólo son los puentes, hay otros
muchos sitios que durante las lluvias no será fácil el pasarlos. Veremos a ver
cómo evolucionan las cosas. Por lo menos hemos rezado por ellos a la ida y a la
vuelta y algo que me ha sorprendido que cuando hemos comenzado la
reunión han rezado los musulmanes y luego los cristianos, viendo que la
convivencia de unos y otros en el pueblo es pacífica.
El tiempo se ha
pasado y el camino es de los que llevan su tiempo, por lo que llegamos a
Nagoyon muy tarde, pero por lo menos damos la unción de enfermos a una señora
mayor que habíamos programado de hacerlo antes, pero la visita a Sami nos lo
impidió. La señora está consciente y ha sido ella la que ha pedido la unción,
que rodeada por algunos de la familia sigue en lo que puede entender, pues no
sé bastante lengua local para hacer las cosas traduciendo desde el inglés.
Cuando acabo hablo
un rato con los albañiles. Poco a poco les voy conociendo y apreciando el
esfuerzo que hacen y, como la noche es clara, vemos un rato las estrellas, cosa
de la que ignoran todo. Les sorprende que sepa orientarme por la noche y que
conozca el nombre de algunas estrellas y después de un ratito de conversación,
veo que es hora para volver a casa y siempre acompañado. Son más de las nueve
cuando he vuelto y esta mañana salí a las cinco y media, muchas horas pasadas
fuera, pero contento de lo vivido durante el día y del cansancio por la tarde y
dando gracias a Dios en el día del aniversario de Fátima. Es a Ella a quien he
encomendado la nueva posible presencia en Sami.
Me levanto un poco
más tarde, pero pronto salgo hacia los pueblos. Es por la noche y no recuerdo
si había luz esta mañana… Puede que el día haya sido largo.
Como primera
constatación veo que hay poca gente en la misa… Ayer fue la ceremonia de
presentación del presidente en el estadio de deportes de la capital y hay
muchos que se han desplazado. No sé si también los de los pueblos, pero por lo
menos los de la ciudad sí que lo han hecho.
En Nagoyon tienen
el reto de traer arena para rellenar y cuando voy por la tarde algo han hecho,
pero queda aún un buen esfuerzo que hacer. Tenemos la misa fuera por cuestiones
de que la iglesia está empantanada con el trabajo que se está haciendo.
Tenemos la misma
experiencia en Tikonko donde además de ser pocos en número, llegan tarde. Les
animo a participar en la oración de la mañana y en el rosario de la tarde y a
rezar en casa preparando la venida del Espíritu.
En Towama hay
también poca asistencia y les animo a hacer lo mismo, rezar personalmente y en
las oraciones que hacen los diversos grupos de oración.
Cuando vuelvo a
casa es más de la una y me tomo un plato de ensalada y un trozo de pescado,
además de un mango que los hay muy buenos.
En cuanto acabo la
siesta me voy a ver el trabajo de los albañiles y veo que trabajan bien, aunque
me parezca un poco lento, pero vale más lento que mal. Estoy un rato con ellos,
les animo en lo que hacen, me doy una vuelta por el pueblo y Daniel, que
pensaba ir a ver al de la madera, me dice que la moto que le llevaba tiene
problemas y como me parece que hay tiempo, le propongo ir a visitar el pueblo
de la persona que me invitó ayer a venir.
La experiencia es
interesante, estamos a bastantes kilómetros al interior, por camino que a veces
es aceptable, pero con frecuencia deja que desear y tras un buen rato de marcha
y haber dejado atrás tres pueblos, llegamos a “Sami”, ese es el nombre del
pueblo. Nos reciben con interés, no se esperaban nuestra visita y tenemos un
encuentro con los jefes del pueblo, que por lo que me comenta el catequista,
están muy contentos con nuestra presencia. Les pedimos la lista de la gente
dispuesta a venir a rezar y les prometemos que alguno irá viniendo de vez en
cuando a rezar.
En el camino de
vuelta me voy fijando en los sitios complicados para pasar, Hay dos puentecitos
que les he fotografiado a la ida. Pero no sólo son los puentes, hay otros
muchos sitios que durante las lluvias no será fácil el pasarlos. Veremos a ver
cómo evolucionan las cosas. Por lo menos hemos rezado por ellos a la ida y a la
vuelta y algo que me ha sorprendido que cuando hemos comenzado la
reunión han rezado los musulmanes y luego los cristianos, viendo que la
convivencia de unos y otros en el pueblo es pacífica.
El tiempo se ha
pasado y el camino es de los que llevan su tiempo, por lo que llegamos a
Nagoyon muy tarde, pero por lo menos damos la unción de enfermos a una señora
mayor que habíamos programado de hacerlo antes, pero la visita a Sami nos lo
impidió. La señora está consciente y ha sido ella la que ha pedido la unción,
que rodeada por algunos de la familia sigue en lo que puede entender, pues no
sé bastante lengua local para hacer las cosas traduciendo desde el inglés.
Cuando acabo hablo
un rato con los albañiles. Poco a poco les voy conociendo y apreciando el
esfuerzo que hacen y, como la noche es clara, vemos un rato las estrellas, cosa
de la que ignoran todo. Les sorprende que sepa orientarme por la noche y que
conozca el nombre de algunas estrellas y después de un ratito de conversación,
veo que es hora para volver a casa y siempre acompañado. Son más de las nueve
cuando he vuelto y esta mañana salí a las cinco y media, muchas horas pasadas
fuera, pero contento de lo vivido durante el día y del cansancio por la tarde y
dando gracias a Dios en el día del aniversario de Fátima. Es a Ella a quien he
encomendado la nueva posible presencia en Sami.
sábado, 12 de mayo de 2018
12 de Mayo de 201
Sábado
Seguimos sin luz y
rezando a la luz de las linterna por la mañana. Voy a Madonna y no es que haya
mucha gente, pero sí pregunto al final de la misa los que han traído a alguien
nuevo y me dicen que se sienten contentos de lo que han hecho y así animo a los
otros a hacerlo otro día.
Traigo un buen
número de gente que viene a la parroquia o a los alrededores y aprovechan el
vehículo. Me desayuno con fruta que está muy buena y las sobras de la comida de
ayer, que como no hace calor no se pierde durante la noche… Y me voy a la
cárcel a rezar y a ver lo que ha sido del pozo desde ayer. También me paro en
el mercado a comprar arroz para los albañiles que pienso que se les está
acabando.
Cuando llego al
lado del pozo veo rostros sonrientes que me vienen a saludar, son los del
equipo del pozo que han encontrado agua y me dicen que en abundancia, pero que
me darán los resultados al final del día. Veo lo que me enseñan, la roca
granítica con una falla y ahí es donde estaba el gua…
Entro en la cárcel
para rezar y estoy un buen rato con ellos, algo muy agradable, pues les he
dicho que hoy he vivido dos cosas especiales, una es el anuncio del agua que
tendrán con seguridad y la otra algo que siempre me agrada cuando llego y es
que son capaces de sonreír y es verdad que el trato con ellos es muy agradable
en especial cuando me cuentan lo que han vivido durante la semana y que es la
amistad entre unos y otros y el que la gente no se pelea.
Me paso por el
taller del soldador, me da los pies de los bancos que quedan y en casa hago
tiempo antes de comer preparando lo que llevaré por la tarde a los pueblos y
leyendo un rato.
Me voy a los
pueblos después de la siesta y en el camino alguien me para y me dice que
quiere que venga a rezar a su pueblo con ellos… Le invito a contactar con el
catequista que conoce y le digo que recemos para que se allane el
camino y podamos llegar a convertir el deseo en realidad.
En Nagoyon hoy la
gente ni aparece. Me dicen que han ido a una ceremonia y otros a otros asuntos.
Me pongo pacientemente al lado del albañil para que vaya fijando las patas de
los bancos en el suelo, pues los bancos serán fijos y cuando están a punto de
acabar, voy a rezar el rosario con los que se presentan en la casa de Daniel.
Me he olvidado de
llevar camisetas de repuesto y la que tengo está empapada de sudor, así que
aguantaré mojado hasta que me la pueda cambiar en casa… En el camino me llaman
para decirme que la cantidad de agua del pozo de la cárcel es del alrededor de
treinta mil litros por día, lo que es más que suficiente para las necesidades
de la cárcel y me hace sentirme contento y agradecido.
La conexión a
medias y a ratos, pero por lo menos he podido recibir los correos y leer las
noticias.
Seguimos sin luz y
rezando a la luz de las linterna por la mañana. Voy a Madonna y no es que haya
mucha gente, pero sí pregunto al final de la misa los que han traído a alguien
nuevo y me dicen que se sienten contentos de lo que han hecho y así animo a los
otros a hacerlo otro día.
Traigo un buen
número de gente que viene a la parroquia o a los alrededores y aprovechan el
vehículo. Me desayuno con fruta que está muy buena y las sobras de la comida de
ayer, que como no hace calor no se pierde durante la noche… Y me voy a la
cárcel a rezar y a ver lo que ha sido del pozo desde ayer. También me paro en
el mercado a comprar arroz para los albañiles que pienso que se les está
acabando.
Cuando llego al
lado del pozo veo rostros sonrientes que me vienen a saludar, son los del
equipo del pozo que han encontrado agua y me dicen que en abundancia, pero que
me darán los resultados al final del día. Veo lo que me enseñan, la roca
granítica con una falla y ahí es donde estaba el gua…
Entro en la cárcel
para rezar y estoy un buen rato con ellos, algo muy agradable, pues les he
dicho que hoy he vivido dos cosas especiales, una es el anuncio del agua que
tendrán con seguridad y la otra algo que siempre me agrada cuando llego y es
que son capaces de sonreír y es verdad que el trato con ellos es muy agradable
en especial cuando me cuentan lo que han vivido durante la semana y que es la
amistad entre unos y otros y el que la gente no se pelea.
Me paso por el
taller del soldador, me da los pies de los bancos que quedan y en casa hago
tiempo antes de comer preparando lo que llevaré por la tarde a los pueblos y
leyendo un rato.
Me voy a los
pueblos después de la siesta y en el camino alguien me para y me dice que
quiere que venga a rezar a su pueblo con ellos… Le invito a contactar con el
catequista que conoce y le digo que recemos para que se allane el
camino y podamos llegar a convertir el deseo en realidad.
En Nagoyon hoy la
gente ni aparece. Me dicen que han ido a una ceremonia y otros a otros asuntos.
Me pongo pacientemente al lado del albañil para que vaya fijando las patas de
los bancos en el suelo, pues los bancos serán fijos y cuando están a punto de
acabar, voy a rezar el rosario con los que se presentan en la casa de Daniel.
Me he olvidado de
llevar camisetas de repuesto y la que tengo está empapada de sudor, así que
aguantaré mojado hasta que me la pueda cambiar en casa… En el camino me llaman
para decirme que la cantidad de agua del pozo de la cárcel es del alrededor de
treinta mil litros por día, lo que es más que suficiente para las necesidades
de la cárcel y me hace sentirme contento y agradecido.
La conexión a
medias y a ratos, pero por lo menos he podido recibir los correos y leer las
noticias.
viernes, 11 de mayo de 2018
11 de Mayo de 2018
Viernes
Me levanto como los
otros días y hoy también sin luz. Joseph y Christopher se van a la capital y se
han levantado temprano para llegar pronto. Voy a decir la misa a Madonna y aquí
viene otro cura.
Cuando vuelvo de la
misa hay un grupo que aún está por aquí después de la misa entre ellos mi profe
de lengua que me pide que le enseñe castellano y nos pasamos un rato leyendo
aunque la verdad es que le cuesta leer y por supuesto que no entiende lo que
lee. Cuando se cansa nos despedimos hasta la próxima.
Estoy solo y salgo
a los pueblos, así que voy con cemento y clavos para los albañiles que hoy no
trabajan porque son musulmanes. Los otros han metido la arena que hacía falta y
veremos mañana lo que se hace.
Cuando estoy de
camino me llama Andreas que viene y le invito a que nos encontremos y en el
viaje podemos hablar, cosa que hacemos y a la vuelta nos pasamos por la finca y
la recorremos en los límites. Estamos a punto de comenzar la plantación de
moringa y aún quedan varias cosas por hacer.
Volvemos a Bo y
visitamos al mecánico donde está el tractor esperando un apero para trabajar en
la granja. Dejo allí el vehículo para que le pongan el panel de las luces
traseras y con Andreas visitamos el pozo de la cárcel y luego al señor que
prepara la moringa que la tiene en semillero y hay unos cuantos miles de
plantas preparadas.
Venimos a casa,
comemos y nos ponemos a trabajar, cosa nada fácil el programar actividades, en
especial cuando tienes que combinar elementos difíciles de poner juntos, pero
acabamos intentando llegar a un entendimiento. A mí no me queda tiempo material
para encargarme de limpiezas en la finca y veremos a ver quien lo puede hacer.
Sí me da tiempo de intentar plantar la moringa antes de viajar para la
propaganda de las misiones y eso tataré de hacer.
Me está pidiendo
que me quede para ver de reunirnos cuando los otros regresen, aparecen de forma
inesperada y nos reunimos un rato, intentamos dar trabajo a unos y otros y
acabamos a tiempo para salir hacia los pueblos. Hoy tengo especial interés de
ir a los pueblos porque voy a uno que no suelo ser frecuente y además llevo al
chófer del camión para que vea de donde queremos traer madera.
Mohamed, así se
llama mi amigo el chofer, está interesado en ver el estado del camino que ha de
recorrer con el camión y le llevo contento. El tiempo empieza a oscurecerse y
esperamos una abundante lluvia que acaba cayendo muy desigualmente repartida. Y
como detalle concreto, nuestro viaje acaba antes de llegar a un pueblo que se
llama Mokumba. El viento que precede a la lluvia ha cruzado un árbol de
considerable tamaño en el camino y no hay forma de pasar, así que media vuelta…
y suerte que el árbol estaba en el camino de ida, que si está en el de vuelta,
a lo mejor nos toca dormir en el camino, porque muy pocos se aventuran a
transitar por la noche parajes no muy concurridos.
En el pueblo
siguiente no están preparados para rezar y me dicen que hoy no lo harán a no
ser que pare la lluvia y como tengo la impresión de que va a durar, pues nos
volvemos para casa antes de que sea muy tarde.
He visto bastantes
ramas de palmera en el camino, pero por suerte ninguna nos ha impedido pasar y
hemos llegado a casa con lluvia desigualmente repartida en el camino y un
cierto cansancio porque hoy no ha habido siesta y la hemos sustituido por
trabajo. Espero que la lluvia refresque el ambiente y nos permita dormir
tranquilamente un sueño reparador.
Me levanto como los
otros días y hoy también sin luz. Joseph y Christopher se van a la capital y se
han levantado temprano para llegar pronto. Voy a decir la misa a Madonna y aquí
viene otro cura.
Cuando vuelvo de la
misa hay un grupo que aún está por aquí después de la misa entre ellos mi profe
de lengua que me pide que le enseñe castellano y nos pasamos un rato leyendo
aunque la verdad es que le cuesta leer y por supuesto que no entiende lo que
lee. Cuando se cansa nos despedimos hasta la próxima.
Estoy solo y salgo
a los pueblos, así que voy con cemento y clavos para los albañiles que hoy no
trabajan porque son musulmanes. Los otros han metido la arena que hacía falta y
veremos mañana lo que se hace.
Cuando estoy de
camino me llama Andreas que viene y le invito a que nos encontremos y en el
viaje podemos hablar, cosa que hacemos y a la vuelta nos pasamos por la finca y
la recorremos en los límites. Estamos a punto de comenzar la plantación de
moringa y aún quedan varias cosas por hacer.
Volvemos a Bo y
visitamos al mecánico donde está el tractor esperando un apero para trabajar en
la granja. Dejo allí el vehículo para que le pongan el panel de las luces
traseras y con Andreas visitamos el pozo de la cárcel y luego al señor que
prepara la moringa que la tiene en semillero y hay unos cuantos miles de
plantas preparadas.
Venimos a casa,
comemos y nos ponemos a trabajar, cosa nada fácil el programar actividades, en
especial cuando tienes que combinar elementos difíciles de poner juntos, pero
acabamos intentando llegar a un entendimiento. A mí no me queda tiempo material
para encargarme de limpiezas en la finca y veremos a ver quien lo puede hacer.
Sí me da tiempo de intentar plantar la moringa antes de viajar para la
propaganda de las misiones y eso tataré de hacer.
Me está pidiendo
que me quede para ver de reunirnos cuando los otros regresen, aparecen de forma
inesperada y nos reunimos un rato, intentamos dar trabajo a unos y otros y
acabamos a tiempo para salir hacia los pueblos. Hoy tengo especial interés de
ir a los pueblos porque voy a uno que no suelo ser frecuente y además llevo al
chófer del camión para que vea de donde queremos traer madera.
Mohamed, así se
llama mi amigo el chofer, está interesado en ver el estado del camino que ha de
recorrer con el camión y le llevo contento. El tiempo empieza a oscurecerse y
esperamos una abundante lluvia que acaba cayendo muy desigualmente repartida. Y
como detalle concreto, nuestro viaje acaba antes de llegar a un pueblo que se
llama Mokumba. El viento que precede a la lluvia ha cruzado un árbol de
considerable tamaño en el camino y no hay forma de pasar, así que media vuelta…
y suerte que el árbol estaba en el camino de ida, que si está en el de vuelta,
a lo mejor nos toca dormir en el camino, porque muy pocos se aventuran a
transitar por la noche parajes no muy concurridos.
En el pueblo
siguiente no están preparados para rezar y me dicen que hoy no lo harán a no
ser que pare la lluvia y como tengo la impresión de que va a durar, pues nos
volvemos para casa antes de que sea muy tarde.
He visto bastantes
ramas de palmera en el camino, pero por suerte ninguna nos ha impedido pasar y
hemos llegado a casa con lluvia desigualmente repartida en el camino y un
cierto cansancio porque hoy no ha habido siesta y la hemos sustituido por
trabajo. Espero que la lluvia refresque el ambiente y nos permita dormir
tranquilamente un sueño reparador.
jueves, 10 de mayo de 2018
10 de Mayo de 2018
Jueves
Nos levantamos sin
luz como de costumbre. Voy a rezar a Mattru donde hay un grupito de adultos y
después de la oración seguimos con el recorrido por las casas donde nos vamos
haciendo cada vez más familiares y la oración es lo que nos une.
Vuelvo acompañado y
después del desayuno rezo un rato en la iglesia hasta que vienen los críos de
la escuela a misa y la iglesia se llena y yo aprovecho para dar una vuelta por
el soldador a ver lo que hace con las patas de los bancos de la iglesia de
Nagoyon y el pozo de la cárcel y el mecánico y la parroquia para pedir los
libros de bautismo y cuando vuelvo aún no ha acabado la misa y estoy un rato
con los críos, que se acercan al millar.
Cuando acaba la
misa voy a la sacristía y sigo la oración y a la hora de comer vengo a casa.
Hace calor y se suda mucho. Tenemos como fruta unos mangos muy buenos y de
plato fuerte mandioca con salsa hecha con verduras que se parece a los mocos,
pero que tiene buen sabor.
Ha venido el
masajista y me da una sesión que me hace sentir mejor, en especial el hombro
que me costaba mover. Lo que siempre hace después de la sesión, él
mismo se sienta y descansa y a mí me tiene descansando o relajando.
En cuanto he
terminado he salido hacia el taller de soldadura y he visto que no han acabado
el trabajo para la iglesia, pero me llevo unas cuantas de las patas que han
acabado y me entretengo un buen rato con los albañiles para ver cómo fijarlas
en el sitio adecuado, pues los bancos serán fijos.
Se me hace la hora
y vuelvo para la misa. Hoy celebramos la ascensión y han venido unos cuantos
más que otras veces y en especial siendo por la tarde y sigo sudando y
cambiando camisetas.
Cuando acabo la
misa voy a Mattru de nuevo, pues como es mayo rezan el rosario por las casas y
no suelen hacerlo puntuales, así que llego y pregunto y voy de un sitio a otro
y al final se reúnen una buena cantidad de gente, especialmente menuda que
siguen el rosario con devoción. Lo hacen en lengua local.
A la vuelta también
estoy acompañado y en casa generador y conexión que funciona no muy bien, pero
funciona.
Nos levantamos sin
luz como de costumbre. Voy a rezar a Mattru donde hay un grupito de adultos y
después de la oración seguimos con el recorrido por las casas donde nos vamos
haciendo cada vez más familiares y la oración es lo que nos une.
Vuelvo acompañado y
después del desayuno rezo un rato en la iglesia hasta que vienen los críos de
la escuela a misa y la iglesia se llena y yo aprovecho para dar una vuelta por
el soldador a ver lo que hace con las patas de los bancos de la iglesia de
Nagoyon y el pozo de la cárcel y el mecánico y la parroquia para pedir los
libros de bautismo y cuando vuelvo aún no ha acabado la misa y estoy un rato
con los críos, que se acercan al millar.
Cuando acaba la
misa voy a la sacristía y sigo la oración y a la hora de comer vengo a casa.
Hace calor y se suda mucho. Tenemos como fruta unos mangos muy buenos y de
plato fuerte mandioca con salsa hecha con verduras que se parece a los mocos,
pero que tiene buen sabor.
Ha venido el
masajista y me da una sesión que me hace sentir mejor, en especial el hombro
que me costaba mover. Lo que siempre hace después de la sesión, él
mismo se sienta y descansa y a mí me tiene descansando o relajando.
En cuanto he
terminado he salido hacia el taller de soldadura y he visto que no han acabado
el trabajo para la iglesia, pero me llevo unas cuantas de las patas que han
acabado y me entretengo un buen rato con los albañiles para ver cómo fijarlas
en el sitio adecuado, pues los bancos serán fijos.
Se me hace la hora
y vuelvo para la misa. Hoy celebramos la ascensión y han venido unos cuantos
más que otras veces y en especial siendo por la tarde y sigo sudando y
cambiando camisetas.
Cuando acabo la
misa voy a Mattru de nuevo, pues como es mayo rezan el rosario por las casas y
no suelen hacerlo puntuales, así que llego y pregunto y voy de un sitio a otro
y al final se reúnen una buena cantidad de gente, especialmente menuda que
siguen el rosario con devoción. Lo hacen en lengua local.
A la vuelta también
estoy acompañado y en casa generador y conexión que funciona no muy bien, pero
funciona.
miércoles, 9 de mayo de 2018
9 de Mayo de 2018
Miércoles
Amanecemos sin luz
para variar. Ya los días van siendo más largos y amanece bastante antes y se
nota. La oración de la mañana es con las linternas y luego viene el generador.
Digo la misa en Madonna y después del desayuno rápido me prepara para mañana de
ajetreo.
Primero voy a ver a
los del pozo y me dicen que hay problemas. Les animo a que sigan profundizando que
vamos a encontrar agua, pero no paree que las tengan todas consigo y a demás
les falla uno de los aparatos que utilizan, de forma que se les va el día en
esperar a ver si l arreglan.
Voy a comprar
materiales para la iglesia de Nagoyon, hoy es para los bancos y me acompaña el
que va a hacer el trabajo de soldadura. Traer los materiales es una aventura,
pero acaban legando al taller. Lo que no me esperaba era que no hicieran nada
de trabajo, con lo que no he podido llevar nada como modelo a los albañiles,
por lo que la paciencia también aquí se ejercita.
Pienso en llevar
cemento, pero veo que amenaza lluvia y prefiero dejarlo para otro día, no sea
que me pille el agua en el camino. Por l menos hubo gente que tuvo suerte, Me
pidieron en la ciudad que les llevara y era un grupo de crías que habían venido
a vender cosas en el mercado. Muy contentas de tener viaje gratis y yo de poder
hacerlo.
Los albañiles
siguen con su trabajo y esperamos que mañana la comunidad aporte la arena
necesaria para comenzar el cimentado del suelo. Espero poder llevarles lo que
necesitan en su labor.
He visitado a la
madre de Daniel que está enferma y mayor, Hemos rezado juntos y me han hablado
de darle la unción de enfermos. Les he sugerido que busque el día y el momento,
que estoy disponible. Quizás el sábado.
Voy a Balei a rezar
el rosario, que hacemos en la escuela y sigo a Tikonko, donde visito a los que
visité ayer, pero hoy ninguno de ellos está en casa ni vienen a rezar..
En el camino hay
alguien con una rueda pinchada y m e agradece le que le traiga hasta el
reparador más cercano.
La luz del
generador y hoy toca conexión, aunque lenta, pero funciona.
Amanecemos sin luz
para variar. Ya los días van siendo más largos y amanece bastante antes y se
nota. La oración de la mañana es con las linternas y luego viene el generador.
Digo la misa en Madonna y después del desayuno rápido me prepara para mañana de
ajetreo.
Primero voy a ver a
los del pozo y me dicen que hay problemas. Les animo a que sigan profundizando que
vamos a encontrar agua, pero no paree que las tengan todas consigo y a demás
les falla uno de los aparatos que utilizan, de forma que se les va el día en
esperar a ver si l arreglan.
Voy a comprar
materiales para la iglesia de Nagoyon, hoy es para los bancos y me acompaña el
que va a hacer el trabajo de soldadura. Traer los materiales es una aventura,
pero acaban legando al taller. Lo que no me esperaba era que no hicieran nada
de trabajo, con lo que no he podido llevar nada como modelo a los albañiles,
por lo que la paciencia también aquí se ejercita.
Pienso en llevar
cemento, pero veo que amenaza lluvia y prefiero dejarlo para otro día, no sea
que me pille el agua en el camino. Por l menos hubo gente que tuvo suerte, Me
pidieron en la ciudad que les llevara y era un grupo de crías que habían venido
a vender cosas en el mercado. Muy contentas de tener viaje gratis y yo de poder
hacerlo.
Los albañiles
siguen con su trabajo y esperamos que mañana la comunidad aporte la arena
necesaria para comenzar el cimentado del suelo. Espero poder llevarles lo que
necesitan en su labor.
He visitado a la
madre de Daniel que está enferma y mayor, Hemos rezado juntos y me han hablado
de darle la unción de enfermos. Les he sugerido que busque el día y el momento,
que estoy disponible. Quizás el sábado.
Voy a Balei a rezar
el rosario, que hacemos en la escuela y sigo a Tikonko, donde visito a los que
visité ayer, pero hoy ninguno de ellos está en casa ni vienen a rezar..
En el camino hay
alguien con una rueda pinchada y m e agradece le que le traiga hasta el
reparador más cercano.
La luz del
generador y hoy toca conexión, aunque lenta, pero funciona.
martes, 8 de mayo de 2018
8 de Mayo de 2018
Martes
Seguimos con las
linternas para variar tanto en casa como en la iglesia, pero ello no impide la
oración devota. Para la oración de la mañana hay un grupito de gente que van
viniendo regularmente y de vez en cuando alguno más se suma.
Voy a decir la misa
a Madonna y cuando llamo a los estudiantes de ayer, aunque no todos están, por
lo menos los que están han presentado a alguien y les felicitamos. Les doy una
estampa de María Auxiliadora y la mar de contentos todos. También los martes es
la misa por los enfermos y los que quieren vienen a recibir el aceite, que aquí
son todos. Es bueno, porque crea ambiente y todos están invitados a participar.
Paso la mañana
corriendo de un sitio para otro, desde hacer fotocopias a comprar medicamentos,
acercarme a ver lo del pozo de la cárcel y encontrarme con no sé cuanta gente
que me piden agua también para la cárcel de mujeres que está próxima a la de
los hombre y me da que se puede hacer, pero que por el momento no tengo fondos,
así que habrá que esperar, pero está en cartera la petición.
Hoy me he
entrevistado un buen rato con el responsable, me ha mostrado la piedra que
están cascando y les he animado porque he visto que les queda un poco más de un
metro para llegar a la nueva capa de agua abundante. Me voy con el contratista
a pagar las celosías que han hecho y luego voy al mecánico a que cambie unas
luces en el vehículo.
También me han
venido a ver para cuestión de escribir algo en los pozos que estamos haciendo,
pero la persona que ha venido ha sido incapaz de darme un contacto con quien
busco, así que sigo esperando.
Hoy hemos llegado
todos a comer antes de la hora, en particular tenía hambre porque desayuné poco
y después me eché una buena siesta a la sombra del ventilador. Me llama Daniel
que quiere que le lleve cemento y aprovecho para llevar también para la iglesia
y ver que han puesto una capa enorme de cobertura y han gastado más cemento de
lo que podía imaginar.
Estoy tomando
medidas y haciendo cálculos un buen rato para mañana llevar lo que los
albañiles necesitan para continuar el trabajo hasta que llega la hora del
rosario que rezamos unos poquitos porque los otros han ido a otro pueblo y
cuando acabamos salgo pitando hacia Tikonko y me encuentro a la gente que lleva
la estatua hacia la casa en la que vamos a rezar. Aprovecho que aún vamos a
esperar un poco y voy a visitar a dos hombres que sé que están en casa y no
suelen venir a rezar… Creo que no se esperaban mi visita, pero a pesar de la
invitación, no han venido a rezar. Esperemos a ver si mañana hay más suerte.
Tengo compañía en
el viaje de vuelta y llego a casa más de las nueve. Hay una ensalada de fruta
fresca y deliciosa que me reconforta y luego me pongo al ordenador para leer
las noticias, ver los correos y hacer la crónica. Hoy hay conexión.
Estoy cansado del
día, porque con el calor las cosas se hacen más pesadas, pero satisfecho de lo
realizado y esperando mañana hacer más y mejor.
Seguimos con las
linternas para variar tanto en casa como en la iglesia, pero ello no impide la
oración devota. Para la oración de la mañana hay un grupito de gente que van
viniendo regularmente y de vez en cuando alguno más se suma.
Voy a decir la misa
a Madonna y cuando llamo a los estudiantes de ayer, aunque no todos están, por
lo menos los que están han presentado a alguien y les felicitamos. Les doy una
estampa de María Auxiliadora y la mar de contentos todos. También los martes es
la misa por los enfermos y los que quieren vienen a recibir el aceite, que aquí
son todos. Es bueno, porque crea ambiente y todos están invitados a participar.
Paso la mañana
corriendo de un sitio para otro, desde hacer fotocopias a comprar medicamentos,
acercarme a ver lo del pozo de la cárcel y encontrarme con no sé cuanta gente
que me piden agua también para la cárcel de mujeres que está próxima a la de
los hombre y me da que se puede hacer, pero que por el momento no tengo fondos,
así que habrá que esperar, pero está en cartera la petición.
Hoy me he
entrevistado un buen rato con el responsable, me ha mostrado la piedra que
están cascando y les he animado porque he visto que les queda un poco más de un
metro para llegar a la nueva capa de agua abundante. Me voy con el contratista
a pagar las celosías que han hecho y luego voy al mecánico a que cambie unas
luces en el vehículo.
También me han
venido a ver para cuestión de escribir algo en los pozos que estamos haciendo,
pero la persona que ha venido ha sido incapaz de darme un contacto con quien
busco, así que sigo esperando.
Hoy hemos llegado
todos a comer antes de la hora, en particular tenía hambre porque desayuné poco
y después me eché una buena siesta a la sombra del ventilador. Me llama Daniel
que quiere que le lleve cemento y aprovecho para llevar también para la iglesia
y ver que han puesto una capa enorme de cobertura y han gastado más cemento de
lo que podía imaginar.
Estoy tomando
medidas y haciendo cálculos un buen rato para mañana llevar lo que los
albañiles necesitan para continuar el trabajo hasta que llega la hora del
rosario que rezamos unos poquitos porque los otros han ido a otro pueblo y
cuando acabamos salgo pitando hacia Tikonko y me encuentro a la gente que lleva
la estatua hacia la casa en la que vamos a rezar. Aprovecho que aún vamos a
esperar un poco y voy a visitar a dos hombres que sé que están en casa y no
suelen venir a rezar… Creo que no se esperaban mi visita, pero a pesar de la
invitación, no han venido a rezar. Esperemos a ver si mañana hay más suerte.
Tengo compañía en
el viaje de vuelta y llego a casa más de las nueve. Hay una ensalada de fruta
fresca y deliciosa que me reconforta y luego me pongo al ordenador para leer
las noticias, ver los correos y hacer la crónica. Hoy hay conexión.
Estoy cansado del
día, porque con el calor las cosas se hacen más pesadas, pero satisfecho de lo
realizado y esperando mañana hacer más y mejor.
lunes, 7 de mayo de 2018
7 de Mayo de 2018
Lunes
Me levanto con luz
y bien contento me pongo a hacer el aseo, pero la luz se fue y volví a la
linterna. Lo mismo en la iglesia hasta que vino la luz del generador. Fui a
decir la misa a Madonna y había un buen grupo, entre ellos varios estudiantes y
al final de la misa les invité a venir cerca del altar y les propuse que mañana
vengan con uno más cada uno… Me lo prometieron, les dimos la bendición y todos
nos despedimos hasta mañana.
Después de la
reunión comunitaria de cada lunes en la que tratamos temas de la finca, entre
otros, salgo a hacer algunos recados a la ciudad y entre ellos visito el pozo
de la cárcel, pero el encargado se encuentra en plena faena, dentro del pozo.
Veremos a ver lo que me dice mañana.
Hace calor y se
suda abundantemente. Cuando vuelvo a casa la camiseta está empapada y el calor
también se nota en casa. Se logra dormir a la sombra del ventilador y siento
sensación de haber descansado bien.
Salgo con el
vehículo a comprar cemento y lo llevo a Nagoyon donde también ha habido otros
aportes y donde están comenzando el cimentado del suelo. Es duro y no hay mucha
gente y además están cansados…
Espero hasta que se
acaba le trabajo y están tan cansados que se quieren ir a descansar y lo veo
lógico. Yo me voy a rezar el rosario a Tikonko que sé la casa en la que vamos a
rezar y allí nos reunimos al final una quincena y eso habiendo comenzado muy
tarde, por lo que llego a casa casi a las nueve.
Han puesto para
cenar una ensalada que como con gusto, sobre todo por estar fresca. Tenemos luz
de nuestro generador y la conexión a internet hoy parece que no toca.
Me levanto con luz
y bien contento me pongo a hacer el aseo, pero la luz se fue y volví a la
linterna. Lo mismo en la iglesia hasta que vino la luz del generador. Fui a
decir la misa a Madonna y había un buen grupo, entre ellos varios estudiantes y
al final de la misa les invité a venir cerca del altar y les propuse que mañana
vengan con uno más cada uno… Me lo prometieron, les dimos la bendición y todos
nos despedimos hasta mañana.
Después de la
reunión comunitaria de cada lunes en la que tratamos temas de la finca, entre
otros, salgo a hacer algunos recados a la ciudad y entre ellos visito el pozo
de la cárcel, pero el encargado se encuentra en plena faena, dentro del pozo.
Veremos a ver lo que me dice mañana.
Hace calor y se
suda abundantemente. Cuando vuelvo a casa la camiseta está empapada y el calor
también se nota en casa. Se logra dormir a la sombra del ventilador y siento
sensación de haber descansado bien.
Salgo con el
vehículo a comprar cemento y lo llevo a Nagoyon donde también ha habido otros
aportes y donde están comenzando el cimentado del suelo. Es duro y no hay mucha
gente y además están cansados…
Espero hasta que se
acaba le trabajo y están tan cansados que se quieren ir a descansar y lo veo
lógico. Yo me voy a rezar el rosario a Tikonko que sé la casa en la que vamos a
rezar y allí nos reunimos al final una quincena y eso habiendo comenzado muy
tarde, por lo que llego a casa casi a las nueve.
Han puesto para
cenar una ensalada que como con gusto, sobre todo por estar fresca. Tenemos luz
de nuestro generador y la conexión a internet hoy parece que no toca.
domingo, 6 de mayo de 2018
6 de Mayo de 2018
Domingo
Paso el día fuera…
Me levanto temprano y antes de las seis ya estoy en Nagoyon para la misa y para
preparar el trabajo de los albañiles y la colaboración de la comunidad. Hoy no
hay mucha gente en la misa en los pueblos. Hay veces que las cosas salen así.
En Nagoyon un cuarto de los que suelen estar hoy no han venido. En Tikonko las
cosas son parecidas y lo mismo pasa en Towama. El evangelio nos habla de
amarnos y les pregunto si les amo y si me aman y si nos amamos. Variadas
respuestas en los diferentes pueblos. En general reconocen que estoy presente y
cercano pero lo que yo me pregunto es cómo hacer para que se sientan amados, el
reto de Don Bosco para nosotros salesianos.
Tanto en Nagoyon
como en Towama estamos construyendo y en ello estamos implicados todos, por lo
que a todos animo a colaborar en la ejecución de los trabajos que se realizan
en cada sitio. La colaboración local es fundamental para hacer que la gente
sienta las cosas como suyas.
Vuelvo a casa más
tarde de la una. Me tomo el correspondiente plato de arroz, hoy le he puesto
salsa de tomate que tengo en lata, pues la salsa local estaba muy picante.
Después de un rato de siesta en el que he tenido la sensación de descansar
bien, me levanto y recibo a Daniel que ha venido a hacer recados. Le ofrezco el
plato de arroz que yo también he comido y me lo agradece, pues tenía hambre.
Voy a ver el
trabajo de los poceros en la cárcel y luego a comprar unos listones para los
albañiles y por suerte encuentro una serrería que está abierta. En el camino a
los pueblos rezamos el rosario en lengua local, para algo estamos en el mes de
mayo. En Nagoyon los albañiles han terminado el trabajo por hoy. Hay unas
cuantas cosas que corregir, pero no me puedo quejar, creo que ponen interés en
lo que hacen. Les he llevado la comida para la semana y el dinero para comprar
los condimentos.
A la tarde rezamos
el rosario con unos pocos, pues otros han ido con la estatua de la Virgen a
rezar a otro pueblo que no tienen carretera.
Y la vuelta a casa
la aprovecho para traer al fontanero que hoy ha ido a la finca y ha reunido
leña para le fuego además de plantar cacahuetes.
En casa con la luz
del generador y sin conexión.
Paso el día fuera…
Me levanto temprano y antes de las seis ya estoy en Nagoyon para la misa y para
preparar el trabajo de los albañiles y la colaboración de la comunidad. Hoy no
hay mucha gente en la misa en los pueblos. Hay veces que las cosas salen así.
En Nagoyon un cuarto de los que suelen estar hoy no han venido. En Tikonko las
cosas son parecidas y lo mismo pasa en Towama. El evangelio nos habla de
amarnos y les pregunto si les amo y si me aman y si nos amamos. Variadas
respuestas en los diferentes pueblos. En general reconocen que estoy presente y
cercano pero lo que yo me pregunto es cómo hacer para que se sientan amados, el
reto de Don Bosco para nosotros salesianos.
Tanto en Nagoyon
como en Towama estamos construyendo y en ello estamos implicados todos, por lo
que a todos animo a colaborar en la ejecución de los trabajos que se realizan
en cada sitio. La colaboración local es fundamental para hacer que la gente
sienta las cosas como suyas.
Vuelvo a casa más
tarde de la una. Me tomo el correspondiente plato de arroz, hoy le he puesto
salsa de tomate que tengo en lata, pues la salsa local estaba muy picante.
Después de un rato de siesta en el que he tenido la sensación de descansar
bien, me levanto y recibo a Daniel que ha venido a hacer recados. Le ofrezco el
plato de arroz que yo también he comido y me lo agradece, pues tenía hambre.
Voy a ver el
trabajo de los poceros en la cárcel y luego a comprar unos listones para los
albañiles y por suerte encuentro una serrería que está abierta. En el camino a
los pueblos rezamos el rosario en lengua local, para algo estamos en el mes de
mayo. En Nagoyon los albañiles han terminado el trabajo por hoy. Hay unas
cuantas cosas que corregir, pero no me puedo quejar, creo que ponen interés en
lo que hacen. Les he llevado la comida para la semana y el dinero para comprar
los condimentos.
A la tarde rezamos
el rosario con unos pocos, pues otros han ido con la estatua de la Virgen a
rezar a otro pueblo que no tienen carretera.
Y la vuelta a casa
la aprovecho para traer al fontanero que hoy ha ido a la finca y ha reunido
leña para le fuego además de plantar cacahuetes.
En casa con la luz
del generador y sin conexión.
sábado, 5 de mayo de 2018
5 de Mayo de 2018
Sábado
El nuevo gobierno
ha decretado que el día de limpieza sea el primer sábado de mes en lugar del
último y hoy de siete a doce no pasaba nadie por la calle, todos estaban cada
uno en su zona limpiando y poniendo en orden lo necesario.
No ha habido misa
por la mañana y a la tarde han venido muy pocos. He pasado la mañana en casa
haciendo cosas, entre otras, la colada y enviar correos a los que hace tiempo
que no escribo.
Ha venido el
mecánico y ha tocado un poquito el coche que tenía una fuga en un empalme. He
ido a Lembema donde he tenido reunión con los maestros. Ha habido algunos que
no estaban presentes por lo que hemos dejado las cosas para otra vez. He
llevado a los que habían venido a pie a su pueblo, he visitado el trabajo de
los albañiles en la capilla y he visitado a uno de los maestros de Balei que
ayer vi que estaba muy cansado. He venido a Tikonko para la reunión con las
parejas y el rosario, pero se ha puesto a llover y cuando pasa algo así, lo
mejor es dejarlo para otro día, cosa que he hecho y venido para casa y al
llegar a la ciudad veo que aquí no había llovido. Es normal en estos momentos
esas tormentas localizadas.
Rezamos el rosario
con tres jóvenes que estaban por aquí y con la luz del generador cenamos y leo las
noticias, que hoy sí que hay conexión.
El nuevo gobierno
ha decretado que el día de limpieza sea el primer sábado de mes en lugar del
último y hoy de siete a doce no pasaba nadie por la calle, todos estaban cada
uno en su zona limpiando y poniendo en orden lo necesario.
No ha habido misa
por la mañana y a la tarde han venido muy pocos. He pasado la mañana en casa
haciendo cosas, entre otras, la colada y enviar correos a los que hace tiempo
que no escribo.
Ha venido el
mecánico y ha tocado un poquito el coche que tenía una fuga en un empalme. He
ido a Lembema donde he tenido reunión con los maestros. Ha habido algunos que
no estaban presentes por lo que hemos dejado las cosas para otra vez. He
llevado a los que habían venido a pie a su pueblo, he visitado el trabajo de
los albañiles en la capilla y he visitado a uno de los maestros de Balei que
ayer vi que estaba muy cansado. He venido a Tikonko para la reunión con las
parejas y el rosario, pero se ha puesto a llover y cuando pasa algo así, lo
mejor es dejarlo para otro día, cosa que he hecho y venido para casa y al
llegar a la ciudad veo que aquí no había llovido. Es normal en estos momentos
esas tormentas localizadas.
Rezamos el rosario
con tres jóvenes que estaban por aquí y con la luz del generador cenamos y leo las
noticias, que hoy sí que hay conexión.
viernes, 4 de mayo de 2018
4 de Mayo de 2018
Viernes
Amanecemos sin luz
y usamos las linternas, pero a la hora de la misa ya funciona el generador. Hoy
se recuperan los números de asistencia y se nota que es primer viernes.
Después de misa y
desayunar voy a la cárcel a ver si están dispuestos a recibir al equipo de poceros
que vienen a profundizar en un pozo, paso por la parroquia de san Pío para ver
lo de los carnets de bautismo y me reciben amablemente, pero pocas soluciones
se pueden ofrecer.
Voy a echar
carburante y a Lembema donde hay una misa funeral por alguien que ha muerto y
que es de ese pueblo, un pueblo en el que hay una escuela católica y no hay
comunidad que rece en el pueblo… Estoy en la misa que dice el párroco del sitio
donde ha muerto el finado y el sepelio siguiente. Por lo menos no ha sido muy
largo.
Vengo a casa
acompañado y después de comer y de intentar un poco la siesta, me voy de
tiendas, que están cerradas. Por lo menos logro comprar en una el cemento que
me han pedido y lo llevo en la furgoneta.
Me encuentro en el
camino a los alumnos de la escuela que han venido a hacer un examen de prueba.
Con el calor y el cansancio que llevaban han visto el cielo abierto cuando
aparecí y encantado de poderlo hacer.
Dejado el encargo
en Nagoyon, veo el trabajo de los albañiles que me parece bueno y meritorio y
voy a Balei a llevar a unos cuantos críos y a beber un trago de agua en el pozo
que tiene un sabor muy agradable.
Me voy a Gbalehun
donde llego con tiempo suficiente para darme una vuelta por el pueblo, saludar
a gente conocida y estar acompañado de críos todo el rato. Acabamos rezando el
rosario un poco antes que otros días y no hay mucha gente, una veintena, pero
eso es lo que hay. Se manifiestan contentos de mi visita.
La vuelta sin
novedad y en casa con la luz del generador y hay conexión que me permite leer
las noticias.
Amanecemos sin luz
y usamos las linternas, pero a la hora de la misa ya funciona el generador. Hoy
se recuperan los números de asistencia y se nota que es primer viernes.
Después de misa y
desayunar voy a la cárcel a ver si están dispuestos a recibir al equipo de poceros
que vienen a profundizar en un pozo, paso por la parroquia de san Pío para ver
lo de los carnets de bautismo y me reciben amablemente, pero pocas soluciones
se pueden ofrecer.
Voy a echar
carburante y a Lembema donde hay una misa funeral por alguien que ha muerto y
que es de ese pueblo, un pueblo en el que hay una escuela católica y no hay
comunidad que rece en el pueblo… Estoy en la misa que dice el párroco del sitio
donde ha muerto el finado y el sepelio siguiente. Por lo menos no ha sido muy
largo.
Vengo a casa
acompañado y después de comer y de intentar un poco la siesta, me voy de
tiendas, que están cerradas. Por lo menos logro comprar en una el cemento que
me han pedido y lo llevo en la furgoneta.
Me encuentro en el
camino a los alumnos de la escuela que han venido a hacer un examen de prueba.
Con el calor y el cansancio que llevaban han visto el cielo abierto cuando
aparecí y encantado de poderlo hacer.
Dejado el encargo
en Nagoyon, veo el trabajo de los albañiles que me parece bueno y meritorio y
voy a Balei a llevar a unos cuantos críos y a beber un trago de agua en el pozo
que tiene un sabor muy agradable.
Me voy a Gbalehun
donde llego con tiempo suficiente para darme una vuelta por el pueblo, saludar
a gente conocida y estar acompañado de críos todo el rato. Acabamos rezando el
rosario un poco antes que otros días y no hay mucha gente, una veintena, pero
eso es lo que hay. Se manifiestan contentos de mi visita.
La vuelta sin
novedad y en casa con la luz del generador y hay conexión que me permite leer
las noticias.
jueves, 3 de mayo de 2018
3 de Mayo de 2018
Jueves
Como cada jueves
voy a rezar a Mattru y ya me llama la atención que unos críos me piden que les
lleve… Y es que han venido cargados con leña y ya vuelven a su pueblo. Me
pregunto a qué hora se han levantado… La oración transcurre por los cauces
normales. Hoy la presencia no es mucha y les hago catecismo sobre la fiesta de
los apóstoles que celebramos como columnas de nuestra fe. Después como cada vez
que voy, vamos a rezar por las casas con resultado desigual, aunque se ve que
avanzamos, pues ya se van adquiriendo hábitos en algunas personas, aunque otros
no están presentes y algunos se hacen esperar.
Vuelta a casa,
intento ir a la iglesia cuanto antes y me paso un buen rato rezando antes de
que vaya a llevar el vehículo al mecánico para algunos arreglos, pero no está
en el taller y me dicen que ha ido a una ceremonia. Aprovecho para ir a ver lo
que hacen en la iglesia en Towama y veo que el que hace las celosías está en el
tajo. Vuelta a casa y sigamos rezando. También tengo bloqueado uno de los
números de teléfono y tendré que ir a la central a ver lo que pasa.
Viene el masajista
y me llama la atención como suda, pero la realidad es que yo sin hacer nada
empapo las camisetas, así que él que trabaja… Por lo menos me parece que las
cosas avanzan y me siento más en forma y ciertos dolores articulares van
aflojando. Sigo rezando en la iglesia y recibiendo a los que vienen a verme
hasta la hora de la misa, que de nuevo subo a la habitación a cambiar la
camiseta empapada. Hoy ha venido muy poca gente a la adoración.
Después de la misa
voy a rezar el rosario a Mattru, que aunque dicen que comienzan a las siete, lo
hacen sin prisa y me da tiempo de estar un buen rato esperando para que al
final una quincena de personas aparezcan.
En casa tenemos la
luz del generador y un poco de conexión, pero luego se acabó y no hay forma de
enviar o recibir correos.
Como cada jueves
voy a rezar a Mattru y ya me llama la atención que unos críos me piden que les
lleve… Y es que han venido cargados con leña y ya vuelven a su pueblo. Me
pregunto a qué hora se han levantado… La oración transcurre por los cauces
normales. Hoy la presencia no es mucha y les hago catecismo sobre la fiesta de
los apóstoles que celebramos como columnas de nuestra fe. Después como cada vez
que voy, vamos a rezar por las casas con resultado desigual, aunque se ve que
avanzamos, pues ya se van adquiriendo hábitos en algunas personas, aunque otros
no están presentes y algunos se hacen esperar.
Vuelta a casa,
intento ir a la iglesia cuanto antes y me paso un buen rato rezando antes de
que vaya a llevar el vehículo al mecánico para algunos arreglos, pero no está
en el taller y me dicen que ha ido a una ceremonia. Aprovecho para ir a ver lo
que hacen en la iglesia en Towama y veo que el que hace las celosías está en el
tajo. Vuelta a casa y sigamos rezando. También tengo bloqueado uno de los
números de teléfono y tendré que ir a la central a ver lo que pasa.
Viene el masajista
y me llama la atención como suda, pero la realidad es que yo sin hacer nada
empapo las camisetas, así que él que trabaja… Por lo menos me parece que las
cosas avanzan y me siento más en forma y ciertos dolores articulares van
aflojando. Sigo rezando en la iglesia y recibiendo a los que vienen a verme
hasta la hora de la misa, que de nuevo subo a la habitación a cambiar la
camiseta empapada. Hoy ha venido muy poca gente a la adoración.
Después de la misa
voy a rezar el rosario a Mattru, que aunque dicen que comienzan a las siete, lo
hacen sin prisa y me da tiempo de estar un buen rato esperando para que al
final una quincena de personas aparezcan.
En casa tenemos la
luz del generador y un poco de conexión, pero luego se acabó y no hay forma de
enviar o recibir correos.
miércoles, 2 de mayo de 2018
2 de Mayo de 2018
Miércoles
No tenemos luz,
pero ya nos hemos acostumbrado también a las linternas y salimos
adelante con los faroles. Hay alguien que ha encargado un novenario de misas y
es conocido por lo que hay un cierto ambientillo cuando se presenta el
novenario y aprovecho para decirles que la misa tiene que ser alegre y festiva
y en especial en este tiempo de pascua. Están el grupo de siempre y les animo a
que vengan numerosos mañana también que tenemos adoración y la misa es por la
tarde.
Saludo y hablo un
rato a los que han venido a misa, confieso a otros y después de desayunar me
voy a ver lo que hay de trabajo. En Towama no hay nadie, en la finca hay un
señor preparando la tierra, en Nagoyon descansan porque tienen problemas en las
manos por tocar el cemento sin guantes… Me vuelvo a casa y trato de encontrar
motivos para tener paciencia. Leo un rato, preparo catecismo en los pueblos,
duermo un rato antes de comer y así puedo salir antes hacia los
pueblos.
Salgo pronto y me
doy una vuelta por la ciudad. Compro un saco de arroz y varios de cemento y me
paro en la finca para saludar al que trabaja y darle unos caramelos.
En Nagoyon descargo
con la ayuda de los estudiantes que he encontrado en el camino y les he subido
al vehículo y me voy a Balei para la reunión de los maestros, que en realidad
se ve que no la han preparado.
Tengo tiempo
suficiente para ir al pueblo del líder de la comunidad que ha estado enfermo y
no le he podido visitar, pero se trata de ir a pie… Unos críos me siguen por su
propia iniciativa y más de veinte minutos nos lleva el ir al pueblo donde no
encuentro al que busco, pues ya ha ido a hacer alguna cosa fuera.
Me reciben con
cariño, especialmente las mujeres, pues es el pueblo en el que el
año pasado les pusimos una bomba de agua que les ahorra el ir hasta el arroyo y
les da salud. No hay mucha gente, pero los que están cada uno está a sus
menesteres. Voy a ver la bomba y está en buen estado y funcionando
bien. Me ofrecen unos mangos y los reparto entre los críos que me
acompañan. También están algunos de los albañiles que han ido en la misma
dirección y volvemos juntos.
He sudado lo que he
querido y estoy empapado, Me cambio la camiseta, pero es que estoy empapado y
con los pies sucios de andar el camino. Voy a Balei donde me han prometido que
rezarán el rosario pronto y cuando llego ya están las cosas preparadas y unos
cuantos van viniendo siendo al final una treintena. Sigo llevando a gente de un
sitio a otro. En Nagoyon están ya rezando el rosario y rezo con ellos. Acaban
siendo más de cuarenta, la mayoría críos.
Vuelvo al camino
con compañía y desde la granja con el fontanero y la leña que ha preparado
después de haber trabajado todo el día. Venimos a casa y descargamos la leña y
me vengo para la parroquia donde funciona la luz del generador y me
conecto a internet, donde no hay nada de especial.
No tenemos luz,
pero ya nos hemos acostumbrado también a las linternas y salimos
adelante con los faroles. Hay alguien que ha encargado un novenario de misas y
es conocido por lo que hay un cierto ambientillo cuando se presenta el
novenario y aprovecho para decirles que la misa tiene que ser alegre y festiva
y en especial en este tiempo de pascua. Están el grupo de siempre y les animo a
que vengan numerosos mañana también que tenemos adoración y la misa es por la
tarde.
Saludo y hablo un
rato a los que han venido a misa, confieso a otros y después de desayunar me
voy a ver lo que hay de trabajo. En Towama no hay nadie, en la finca hay un
señor preparando la tierra, en Nagoyon descansan porque tienen problemas en las
manos por tocar el cemento sin guantes… Me vuelvo a casa y trato de encontrar
motivos para tener paciencia. Leo un rato, preparo catecismo en los pueblos,
duermo un rato antes de comer y así puedo salir antes hacia los
pueblos.
Salgo pronto y me
doy una vuelta por la ciudad. Compro un saco de arroz y varios de cemento y me
paro en la finca para saludar al que trabaja y darle unos caramelos.
En Nagoyon descargo
con la ayuda de los estudiantes que he encontrado en el camino y les he subido
al vehículo y me voy a Balei para la reunión de los maestros, que en realidad
se ve que no la han preparado.
Tengo tiempo
suficiente para ir al pueblo del líder de la comunidad que ha estado enfermo y
no le he podido visitar, pero se trata de ir a pie… Unos críos me siguen por su
propia iniciativa y más de veinte minutos nos lleva el ir al pueblo donde no
encuentro al que busco, pues ya ha ido a hacer alguna cosa fuera.
Me reciben con
cariño, especialmente las mujeres, pues es el pueblo en el que el
año pasado les pusimos una bomba de agua que les ahorra el ir hasta el arroyo y
les da salud. No hay mucha gente, pero los que están cada uno está a sus
menesteres. Voy a ver la bomba y está en buen estado y funcionando
bien. Me ofrecen unos mangos y los reparto entre los críos que me
acompañan. También están algunos de los albañiles que han ido en la misma
dirección y volvemos juntos.
He sudado lo que he
querido y estoy empapado, Me cambio la camiseta, pero es que estoy empapado y
con los pies sucios de andar el camino. Voy a Balei donde me han prometido que
rezarán el rosario pronto y cuando llego ya están las cosas preparadas y unos
cuantos van viniendo siendo al final una treintena. Sigo llevando a gente de un
sitio a otro. En Nagoyon están ya rezando el rosario y rezo con ellos. Acaban
siendo más de cuarenta, la mayoría críos.
Vuelvo al camino
con compañía y desde la granja con el fontanero y la leña que ha preparado
después de haber trabajado todo el día. Venimos a casa y descargamos la leña y
me vengo para la parroquia donde funciona la luz del generador y me
conecto a internet, donde no hay nada de especial.
martes, 1 de mayo de 2018
1 de Mayo de 2018
Martes
Nos levantamos con
luz y en la capilla rezamos un buen número. Intento hacer la celebración
festiva porque me parece que muchas veces las misas son demasiado respetables y
poco cálidas y alegres.
Es la fiesta del
trabajo, pero poco se celebra por aquí y poca conciencia hay de la fiesta
porque la mayoría de los comercios están abiertos y los críos van a la escuela,
por lo menos algunas escuelas, no sé si todas.
Hay gente
trabajando en la finca y me voy a visitarlos. Estoy con ellos un rato y vemos
el trabajo que queda y posibilidades de hacerlo cuanto antes, pero hay
compromisos que también apremian.
He llevado el
vehículo al mecánico y le he dicho que me es necesario a las tres de la tarde..
Eso de la hora aquí es relativo y trabajan a su bola… Cuando a las dos me
vienen con piezas que han desmontado y les hablo de las tres, se asombran y no
comprenden de qué les hablo… Eso de tener un horario no es para
gente de por aquí… Estoy esperando hasta las cinco y media a que acaben de
montar el vehículo y levo a los que trabajaban en la finca a su pueblo. Están
muy cansados, pero les explico que las cosas salen como salen sin quererlo a
veces. Por lo menso tienen paciencia.
En el pueblo
intento a ver si están dispuestos para rezar el rosario y al final en uno hay
un grupito dirigido por le catequista. Por lo menos en un pueblo comenzamos le
rosario el primero de mayo, que me parece que en los otros se hará más tarde.
Vuelvo a casa
acompañado por pasajeros que encuentro en el camino y hay luz del generador y
la conexión funciona.
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