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viernes, 25 de septiembre de 2020

El niño de la calle que pedía juguetes…



He estado unos días en el nuevo emplazamiento que tenemos de los niños de la calle a

las afueras de la capital y, además de aprender mucho, también he tenido una relación

de afecto con ellos a la vez que me voy enterando entre lo que unos y otros me

cuentan, de la situación concreta de cada uno de los que están presentes en el centro

y hay variedad de estilos y enfoques.

Hoy quiero venir sobre una historia en particular, se trata de un crío de unos diez años

con características bastante especiales y un cierto retraso general. Y traigo este caso

porque me impresionó la forma en que pedía juguetes…

Estaba con Jorge, el salesiano que está al frente del centro, y se acercó uno de los

monitores con el niño y comenzaron la conversación referente a que ya había estado

el tiempo suficiente en la acogida y ahora le tocaba volver a casa para su reintegración

en la familia.

El niño estaba un tanto ausente en la conversación que Jorge mantenía con el monitor

y una señora, imagino su abuela, pero entró de una manera mu y activa cuando Jorge se

dirigió a él preguntándole si estaba dispuesto para la vuelta a la familia. A lo que

respondió con mucha claridad “sí, pero necesito juguetes”.

Me sorprendió la respuesta y después tuve la ocasión de comentarle a Jorge que no

me esperaba una tal salida de un crío como él. Me explicó que había tenido una

experiencia traumática, puesto que los padres por falta de recursos, se lo habían dado

a unos familiares en la capital y que el niño desde la edad de tres años había estado

rompiendo piedras (es la manera de hacer grava aquí), lo que le había impedido tener

la experiencia de la infancia y del juego, algo que había experimentado en nuestro

centro cuando había podido jugar…

El pobre crío tiene un retraso evolutivo notorio, pero es algo que en la propia familia

se puede mejorar, ahora que va a ser seguido por un agente social que, bajo la

cobertura de Don Bosco, le permitirá tener comida y educación en su ambiente y le

abre a nuevas posibilidades de las que antes nunca disfrutó.

Pero para él la cosa importante es el juego, faceta que ha descubierto en el tiempo que

ha pasado con nosotros y de la que nunca había disfrutado antes y con la que se sintió

tan a gusto que era lo que pedía como condición para su vuelta a la familia.

Cuando Jorge le preguntó qué juguetes quería le dijo muy claramente un camión y una

excavadora, los juguetes con los que pasaba gran parte de su tiempo cuando estaba en

el recreo en el centro.


Jorge me explicó que era también lo que había visto cuando picaba piedra, el camión

que venía para llevarse las piedras cascadas, la grava, y la máquina que rompía la roca

de la que luego con las mazas los picapedreros iban a hacer la grava.

https://youtu.be/DE5lYtCYagA

Lo que para él fue un trabajo penoso, ahora se había convertido en su juego

preferido… El camión y la excavadora.

Me quedé pensativo y con la imaginación en el trabajo penoso que el crío de tan corta

edad y durante años había realizado y me producía una sensación de tristeza, pero a la

vez me causaba gran alegría verle animado a emprender su nueva etapa y ahora con la

seguridad de ser un niño que puede asistir regularmente a la escuela y que puede

jugar con los juguetes que en otro tiempo había sido su “tortura” y se me ocurría dar

gracias a Dios por Don Bosco y por el trabajo que en su nombre estamos haciendo para

que esos niños de la calle puedan recuperar su infancia y vivir como seres humanos y

no como esclavos.

Esta es una historia sencilla. Cada uno de los más de sesenta que están en este

momento en el centro tiene su propia historia y a veces mucho más penosa… y no digo

nada de las niñas, también en número semejante que se encuentran en el otro

pabellón y… para qué contar…

El estar con ellos es un trabajo exigente y te pide ser una persona muy especial, pero

ellos se dan cuenta rápido de que los que están trabajando con ellos en el centro son

esas personas tan especiales que ellos necesitan y que están al pie del cañón siempre

que les hace falta.

Te doy gracias Señor por la experiencia que me has permitido vivir unos días con estos

críos, te doy gracias por la idea genial de Don Bosco y por tantos salesianos que

quieren seguir siendo su imagen para estos jóvenes necesitados en tantos y tantos

sitos en nuestro mundo de hoy.




Antonio, agosto 2020.

lunes, 14 de septiembre de 2020

Proceso de hacer carbón vegetal... Y... vuelta de nuevo





































ANILLADO,  técnica para hacer que los aguacateros echen flores rápidamente.         Se hace una incisión en la corteza...  Y a ver qué resulta.





Reponiendo las plataneras que estaban libres o las que habían fallado







 

viernes, 4 de septiembre de 2020

Algunas fotos del trabajo de la semana..

Plantas de cacao... la una con compost, la otra sin compost


El mozo que se sube a las palmeras y extrae el vino de Palma... Toda una técnica
 













Todo un arte, subir,preparar lo necesario, retirar la savia y... el descenso.



Papayas compost... Las papayas comienzan a crecer... El compost va madurando y con abundantes lombrices.