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viernes, 28 de febrero de 2020

Preparando el terreno



Desde mi llegada a Lungi, mi nuevo destino, he intentado ponerme en contacto con la gente de los pueblos y los maestros y alumnos de las escuelas. Lo voy consiguiendo, pues no es fácil llegar a los diferentes puntos y menos cuando no dispones de movilidad adecuada. Nuestros vehículos están uno a la espera de las placas y otro debe ser reparado en condiciones. Para más problemas, el cura de la parroquia de al lado, alguien que se siente muy cercano a nosotros y que me llevó a visitar algunos sitios, ha tenido una avería seria en su coche y le tiene aparcado en casa en espera de la pieza que le falta y también de encontrar el dinero que la pieza cuesta. 


El tiempo va pasando y un día por otro lo vamos dejando, pero ya me decidí a ir a conocer las escuelas en las que el miércoles de ceniza estaré presente y también, con el cura, que se ha buscado quien le lleve, hemos visitado otro sitio en el que se puede hacer un pozo. Una zona en el campo, donde no hay agua y varias familias se pueden beneficiar. 

He visto el sitio donde se ubica el poblado, he ido a ver a donde van a buscar agua, por cierto, bastante alejado; me han enseñado el trozo de zona pantanosa que quieren plantar y nos hemos pasado un rato juntos. 
El sitio de donde cogen el agua para beber

El sendero para ir a buscar agua...

Mis acompañantes en el camino

El ambiente era muy familiar, empezando por las señoras con críos pequeños, otros que ya caminan y otros más de diferentes edades; otros que van a la escuela secundaria, caminantes que van y vienen y se paran para saludar. Y alrededor los perros, los gatos, las gallinas, los patos, las cabras… yendo de un sitio para otro alrededor de la cocina donde una chica está preparando la comida de la tarde. 
Madre e hijo

Otros críos

La cocina...


Nos quedamos un buen rato, pues primero me llevan a ver un pozo que han hecho en otro sitio no lejos de allí y luego van a buscar aceite rojo que quiere el cura y les lleva su tiempo, lo que me permite entretenerme en hacer fotos de todo lo que se presenta por delante, desde las personas a los animales 

Hemos quedado en reunirnos de nuevo y que en ese momento estarán presentes todos los interesados en el tema del agua y la plantación y así nos despedimos con la noche que se nos viene encima. El camino no es difícil y el asfalto está cerca, lo que nos permite llegar a casa sin sobresaltos. El que nos ha llevado en su coche me dice que a partir de ahora seremos amigos… Le doy un poco de dinero para que por lo menos ponga gasolina en el coche y lo recibe contento. También me siento agradecido por el servicio que nos ha prestado a mí que no sé aún por donde ando y al cura que no tienen vehículo. 

Las fotos nos pueden ayudar a comprender un poco el ambiente.
El árbol de la KOLA , que mastica el personal
Este alimento ha sido consumido por numerosas culturas del África Occidental gracias a su capacidad para aumentar el estado de ánimo de las personas y por su gran capacidad para reducir y saciar el apetito. Es algo que se busca cuando se quiere perder peso. Intentar que el hambre no acabe contigo en las épocas de pérdida de peso es lo mejor que se puede hacer. Gracias a la nuez de cola muchas personas lo han logrado.

Varios animales

Animales

Donde se queman los residuos

Residuos para hacer compost

El sitio que piensan plantar  en el pantano

Preparando la cena

Pescado para la cena

3 piedras . La vitrocerámica africana

Dos fuegos...

El vehículo que nos trajo

Gato con...

Otra familia preparando la cena

Todos echan una mano

Pozo que fuimos a ver

jueves, 27 de febrero de 2020

Uf… Me han quitado un peso de encima… en la peluquería



El letrero dice que es el paraíso...  La realidad... es otra cosa
No es nada especial, es simplemente que he ido a la peluquería y me han cortado el pelo, pero aquí siempre es una aventura cuando un blanco se presenta en una peluquería para cortarse el pelo, ya que por lo general el peluquero nunca se ha visto en otra igual y el pelo de los locales, bien áspero y rizado, tiene poco que ver con el pelo liso y lacio que tengo, y a la hora de cortarte el pelo no tienen la costumbre que nosotros tenemos y “afeitarse” la cabeza es algo que suelen hacer con toda naturalidad, por lo que no saben dejarte una cantidad razonable… 


Cuando vas a la peluquería ya sabes que te expones a un rapado más o menos intenso, pero siempre es agradable el quitarte el peso de encima. Y es que cuando vine ya tenía una cierta necesidad de cortarme el pelo, pero a cuenta del frío, siempre me pareció una protección contra cualquier posible catarro; pero ahora aquí con más de treinta grados y sudando, el pelo largo es un engorro, así que acabas buscando el momento para presentarte ante el esquilador y… a lo que salga. 

No he sacado fotos del corte, creo que no es lo importante, aunque sí he intentado presentar el sitio, con fotos de la peluquería y del ambiente. También decir que el joven que me recibió me conocía de haber venido a la iglesia, lo cual ya era para mí un signo de poder estar tranquilo y no esperar más que el corte, aunque fuera al cero. 

Sí tengo que decir que el mozo fue sumamente amable y se tomó todo el tiempo conmigo. Me pasó y repasó minuciosamente cada una de las zonas con el resultado de dejar la parte en pendiente totalmente despejada y la zona lisa, como tenía la mano encima, no entraba dentro de las posibilidades. 
La peluquería,  el interior... puso el generador en marcha y limpió a conciencia la silla de pelos

La realidad es que después de uno y otro pase, no me ha dejado un pelo más largo que otro y todo está bien igualado. Cuando acabó me puse la gorra para protegerme del sol o para cubrir el desaguisado y en casa me metí en la ducha y me deshice de los últimos pelos que me quedaban. 

El resultado es que ahora ya tengo la cabeza despejada y estoy libre de preocupaciones de cortes de pelo para varios meses, dependiendo del calor que haga y lo que sudes. Y la verdad, es que la sensación de estar despejado es quitarte un peso de encima y sentir la brisa agradable que viene del mar por la mañana y por la tarde es un lujo que se puede disfrutar mejor ahora que con el pelo largo. 

Las fotos ayudan a ver lo que es el reducido espacio de la peluquería y la cara amable del peluquero indica la amabilidad con la que me trató… Y no es lo menos importante el precio. Todo por menos de un euro, propina incluida.
Sonriente me dice que puede comenzar.

La peluquería al exterior.  Modelos de corte de pelo para gente local...No hay un modelo para mí

domingo, 16 de febrero de 2020

Hoy la visita fue en la otra dirección…


Amanece el domingo, me despierto sin necesidad de despertador, me paso un tiempo rezando y haciendo ejercicios físicos antes de lavarme un poco como los gatos, pues no tenemos agua. Hay una fuga en algún sitio y aún no hemos dado con ella. 

Después de rezar y desayunar, me pongo en ruta. Una moto me lleva a destino y llego con bastante antelación. Me hago presente, pues estamos en la casa de las monjas, pero me voy a dar una vuelta a conocer los alrededores. 

La casa que las monjas han heredado es una antigua misión de los Javerianos, con un buen número de instalaciones que ahora mismo no hacen servir las monjas, porque lo han convertido en noviciado; pero el emplazamiento es envidiable y el estar cerca del mar lo hace un paraíso, si no es por el peligro que tiene de que un día el mar se lo lleve por delante, pues estamos en un acantilado con más de cincuenta metros de desnivel con respecto a la playa y donde el terreno no es rocoso, sino tierra fácilmente movible y aquí el mar hace su trabajo eficaz y constante. 

Cerca de la misión hay una escuela católica y en el patio están jugando un partido de fútbol en el que participa buen número de gente joven. Aún no he visitado a los maestros y espero que en la semana pueda darme una vuelta para conocer a profesores y alumnos. 

En mi paseo por los contornos, doy con varias posibles sendas de descenso a la playa, pero son demasiado abruptas. Luego llego al acceso practicable y me presento en la arena. Hay actividad, pues los pescadores están a su trabajo. Veo que hay barcas que han llevado las redes mar adentro y luego, desde tierra, con ayuda de cuerdas enroscadas a los cocoteros, cobran redes y pesca, tarea muy lenta y trabajosa, pues se hace a pura fuerza y lentamente y se tira un poco cada vez. 
La playa...

Me da tiempo para ver al personal y saludar a las mujeres que están con el pescado en la orilla. Hay unas gambitas que me dan ganas de comprar, pero pensando en que luego voy a estar en la misa y que rápido empezarán a oler… prefiero dejar la operación para otro día. El resto del pescado eran peces muy pequeños y el agua en esta zona está muy, muy sucia, lo mismo que la arena…Parece ser que lo que no se filtra en la capital llega hasta aquí… Aunque pienso que sería un lugar ideal para instalar una zona turística en unos cuantos años, pues el clima es ideal en esta estación y la distancia al aeropuerto no es más de veinte minutos… Hoy el cielo estaba un tanto cubierto y la brisa desde el mar convertía la sombra en un sitio muy agradable. 
La playa  sucia..

La playa,  la gente
El camino a la playa... sucio...

A playa...

La playa y los restos..

Pescadores cobrando la red con ayuda del cocotero

La playa...la cuerda de la red... la gente...

Más playa,  más suciedad,  más gente..

Tirando de la cuerda para cobrar la red

Se tira de la cuerda... a intervalos

En estas reflexiones y vaivenes me paso el tiempo, se acerca la hora de la misa y me pongo en marcha. Un grupo de críos me viene a pedir algo de comer… Vengo a la iglesia y ya se prepara la celebración. Las monjas tienen adoración un rato antes de la misa y también rezan el rosario. Estoy presente para si la gente se quiere confesar y a la hora comenzamos la misa. 
Crío con su pesca



Les hago una sugerencia, lo que suelo decir a la gente de los pueblos. Estoy disponible, siempre que ellos quieran, y pueden contar conmigo para lo que se les ofrezca, siempre que estén dispuestos a ser constantes en la presencia y tengan deseos de hacer algo útil. La propuesta está hecha y esperaremos la reacción. 

En la homilía les he invitado a hacerse cercanos unos a otros y a vernos como amigos y les he dado tarea para la semana; además me han prometido que van a tomarse en serio la sugerencia y que me dirán lo que han hecho la próxima vez que vuelva. 

Estoy un rato hablando con una de las monjas y le digo lo que he dicho a los demás, que estoy disponible siempre que me necesiten y les parezca oportuno. Aprovecho el momento para sacar fotos de las pinturas que hay en la capilla. Algún comentario haré cuando las presente. 

Cuando salgo de la iglesia veo que hay un grupo numeroso de adultos que están sentados en uno de los lugares de reunión. Les saludo y percibo que no están acostumbrados a que el cura esté con ellos. Todo se andará. 

Me vuelve a casa otra moto. Estoy con ganas de llegar, pues el paseo que me he dado se nota y además. Ahora tengo la ropa empapada y las ganas de ponerte una nueva y seca, se hacen notar. 

Comida, siesta y tarde de retiro y oración, concluyen el día del Señor. 



16-2-20. Lungi
La entrada de la iglesia al interior...debo cerrar la puerta para sacar la foto,  si no sólo sale la luz que entra por la puerta

La otra parte de la iglesia,  la cabecera

Más de cerca... Y la luz de las ventanas no te deja ver lo que hay alrededor

El retablo de cerca

El retablo por la otra parte

viernes, 14 de febrero de 2020

El domingo en la misa


Este domingo he comenzado mi experiencia en los pueblos. Fui a dos en los que ya había estado durante la semana y visité el centro médico que los Hermanos de San Juan de Dios tienen de camino.

Me llevaron, pues siempre los primeros viajes son de tanteo y prefiero no perderme.



En el primer sitio ya había estado celebrando la misa, pues hay una escuela secundaria y habíamos ido a celebrar a Don Bosco. La cosa fue normal siguiendo sus cauces. Un buen número de gente llegó tarde, parece ser que es algo de costumbre, pero la cosa ha sido de lo más normal. El catequista ha estado atento a todos y cada uno de los momentos de la misa y la iglesia al final estaba llena, pudiendo haber más de ciento cincuenta personas.

Concluida la misa, me puse en la salida, saludé a los asistentes y, ya con la camisa mojada, nos encaminamos al pueblo siguiente.

También aquí había estado, pero era para visitar la escuela primaria, que me dio una buena impresión, pero la iglesia estaba cerrada y sólo la había visto por fuera.

Hoy la iglesia estaba abierta y unos cuantos estaban ya dentro. La impresión que me dio fue buena y la sensación fue de estar en un sitio para rezar, pues es pequeña, redonda y bien compuesta y con unas pinturas en el frontal y encima de la puerta de entrada que me llamaron la atención y de las que saqué las fotos correspondientes para compartir con los que leen esta crónica.

Hay bastante menos gente que en la anterior y en los bancos quedan espacios libres. La misa discurre por sus cauces normales y me dedico a hacer la homilía, repito la que he dicho en la misa precedente, pero no estoy muy atento a ver si la gente me sigue, pues me parece normal que me puedan entender… Pero aquí salta la sorpresa cuando le pido al que ha leído que traduzca y me doy cuenta de que ni él me ha seguido en lo que digo… 



Donde menos te lo esperas salta la liebre y hoy ha saltado donde no me lo esperaba. Están acostumbrados al “crío” (la lengua local) y yo estoy convencido de que me pueden entender, pero eso no es a lo que ellos están acostumbrados… Llamada de atención para la próxima vez, seguirles de cerca y ver si me comprenden. El chófer a la vuelta me dijo que los fieles de aquí no eran lo mismo que los de la primera, que los de aquí están menos acostumbrados al inglés y que les cuesta seguir.

Con esto presente, también me dedico a hacer fotos y preguntar quienes son los personajes que aparecen. En el mural de la cabecera hay una cruz de madera clavada a la pared y en la parte derecha hay dos figuras que creo identificar con María y Juan. En la otra parte hay la figura de un hombre africano con una lanza y aspecto de guerrero. Cuando pregunto al que me ha hecho de monaguillo que quién es el personaje, me dice que es san Juan. La iglesia se llama de san Juan… Pero como me parece que Juan está al lado de María en la otra parte le digo que quién es el que está al lado de María y me responde sin dudarlo que es José…

Junto a la cruz de Jesús...
Derecha  María y Juan...
Izquierda,  el centurión del Ev  de Marcos
Hay algo que no me cuadra y sigo preguntando a otro que esté mejor informado y ahora sí que me da una explicación más convincente cuando me dice que el personaje de la izquierda es el centurión, el que confiesa a Jesús en su muerte como el Hijo de Dios. Esto sí que me casa mejor y creo que es interesante ver lo que han querido resumir alrededor de la cruz, por una parte la escena del evangelio de Juan y por la otra la escena del de Marcos. Y el militar a quien en mi imaginación le hubiese puesto una vestimenta romana, el autor le ha pintado como es el guerrero africano visto por ellos, con lanza y flechas y vestimenta africana. Y, por cierto, con una cara bien expresiva, lo mismo que la de Juan.

No acaban las sorpresas aquí, pues en la otra pintura también hay sus preguntas, pues se trata de la última cena, pero en ella aparecen algunos personajes más que Jesús y sus discípulos. Esta vez tampoco tuve tiempo de preguntar más, ya que alguien me pidió confesión y entonces dejé lo demás y cuando acabé ya no tenía público a quien recurrir. Así me queda algo que indagar para la próxima vez que vaya y seguro que estaré con el ojo bien atento para ver si me siguen en la homilía.
La última cena... con invitados


Prometo continuar con la explicación de la pintura en la próxima.

El centro médico estaba cerrado. Nos dijeron que los Hermanos habían ido de viaje al hospital que tienen en otra ciudad no lejos de aquí y que volverían por la tarde. Con ello nos queda algo más que explicar para la siguiente.

Las fotos que saqué el domingo no tenían buena calidad y por eso he esperado hasta hoy que de nuevo fui a decir misa y las he tomado con un poco más de calidad. Espero os gusten.

Sierra Leona, 13 de febrero del 2020. Antonio.

La casa salesiana de Lungi

Escuela de Lungi

En el mural: el sueño de los 9 años de Don Bosco

Siguen llegando alumnos

Escuela secundaria Junior   Unos 750 alumnos

Preescolar,   Madre Teresa de Calcuta

Escuela secundaria Sénior   Unos 900 alumnos


Cartel anunciando la escuela... con la llegada de alumnos