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domingo, 30 de agosto de 2020

La loca de la tapia de la iglesia…

En Lungi, aeropuerto de Sierra Leona, donde me encuentro ahora, los salesianos tenemos una presencia con diversas actividades, en general en relación con la enseñanza y también regentamos una parroquia con actividades variadas, oratorio, centro de jóvenes, pueblos…

Además tenemos una presencia muy especial. Hay una señora, demente, que ha fijado su residencia al lado del muro de la parroquia y allí hace su vida, con perro incluido.


Durante los meses de la estación seca, allí se encuentra al sol y los que por allí pasan suelen darle alguna cosa. Aquí los locos son muy especiales y, mientras los críos son capaces de meterse con ellos, los adultos, suelen respetar a estas personas con un cierto temor reverencial.

Siempre me pareció que teníamos que hacer algo por ella y el párroco me sugirió que se buscara una casa donde alojarla, pero el problema es que la señora ha elegido ese sitio concreto y parece que no está dispuesta a trasladarse.

Cuando las lluvias comenzaron, me daba pena verla envuelta en un plástico que le hacía de impermeable. Sugerí en una misa un domingo si se podía hacer algo por ella… y una semana más tarde, después de mi colaboración y la ayuda de otros, apareció este pequeño istalache en el que la señora parece que se encuentra a gusto y que por lo menos está un tanto protegida y tiene su espacio vital.


La cuestión es que no se puede construir nada, pues es vía pública y en la acera, pero como es de muy escaso tránsito, la cosa está por el momento provisional y “plastificada”. Esperemos que le dure.

Recuerdo un caso que tuve en otro sitio donde una chica venía a vernos de vez en cuando y un día que no tenía zapatos le di unos que tenía de buena calidad y… cuando me di cuenta los había echado en la papelera porque no le gustaban…

Dar una cosa a una persona así es algo muy especial, pues hace falta que le agrade… y el trasladarla a otro sitio es problemático porque no quiere estar más que en el que ella ha elegido y ese lugar es este.

El catequista me ha dicho que no es la primera vez que hacen algo por ella, que han probado a darle dinero, pero que ella lo reparte con el primero que llega. También han tentado a hacer que alguien le prepare comida, pero no suele aceptar lo que le traen… Por lo menos ahora está un poco protegida del agua y cuando paso la veo con el perro al lado como compañía.

Esta mañana cuando volvíamos de la parroquia le pedí al chófer que pasara despacio y saqué unas cuantas fotos… Siempre las fotos hablan más que las palabras… Disfrutad con ellas y sabed que cuando me dais alguna cosa, lo suelo utilizar de la manera que me parece adecuada. Esto es una muestra muy pequeña, pero dice algo de lo que intentamos hacer con quien tiene necesidad.

En concreto ahora con la situación que estamos viviendo, hemos ayudado a buen número de persona en los pueblos en particular. Anteriormente ya envié otras fotos del reparto de víveres que hacemos cuando hay necesidad.

Gracias a todos y cada uno de vosotros. Antonio.

22-8-20





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